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SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y TODAS SUS

MASACRES BELICAS.

ESTUDIANTES
TINOCO.
KOBE.

DOCENTE
YANINA AMADOR

GRADO
11º

CENTRO EDUCATIVO MIS SUEÑOS.


AREA
ESPAÑOL – LENGUAJE
2023
SOLEDAD-ATLANTICO.
ÍNDICE.

1.1 INTRODUCCION…

1.2 OBJETIVO ESPECIFICO...

1.3 ESTADO DE ARTE…

1.4 MARCO TEORICO (AUTORES).

1.5 MARCO METEODOLOGICO…

1.6 BIBLIOGRAFIA..
I NTRODUCCION

La Segunda Guerra Mundial, un conflicto global que tuvo lugar entre 1939
y 1945, es uno de los episodios más trascendentales y devastadores de la
historia moderna. Este enfrentamiento masivo involucró a naciones de todo
el mundo, desencadenando un cataclismo de dimensiones sin precedentes.
Desde las tensiones políticas y económicas que llevaron a su estallido hasta
los horrores de la guerra y sus consecuencias a largo plazo, la Segunda
Guerra Mundial dejó una profunda huella en la humanidad.

La Segunda Guerra Mundial no solo dio forma al siglo XX, sino que
también dejó lecciones cruciales sobre la importancia de la paz, la
cooperación internacional y la preservación de la libertad.
SECUELAS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

PARA ENTENDER EL GRAN SUCESO DE LA SEGUNDA GUERRA


MUNDIAL DEBEMOS HABLAR PRIMERO DE LAS SECUELAS QUE NOS
DEJO LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.

 Competencia Nacional y Rivalidades: Antes de la guerra, las potencias


europeas estaban inmersas en una competencia feroz por la supremacía imperial y
económica. El nacionalismo exacerbó esta rivalidad, ya que las naciones buscaban
expandir su influencia y demostrar su superioridad en el escenario mundial.
 Reivindicaciones Territoriales: El nacionalismo también estaba relacionado
con reivindicaciones territoriales. Las tensiones en Europa se veían agravadas por la
existencia de territorios poblados por grupos étnicos que deseaban la independencia o la
unión con sus compatriotas en otros países. Esto condujo a disputas territoriales y, en
última instancia, a conflictos.

 NACIONALISMO Y LA MOVILIZACION DE MASAS


 Movilización de recursos humanos: El nacionalismo sirvió como un
poderoso motivador para la movilización de masas. Los líderes políticos y militares de la
época utilizaron un discurso nacionalista para inspirar a la población y reclutar
soldados. El orgullo nacional y el sentido de deber hacia la patria impulsaron a muchos
a unirse al esfuerzo de guerra.
 Propaganda nacionalista: Los países utilizaron la propaganda para fomentar el
nacionalismo y el espíritu de lucha entre la población. Se crearon carteles, panfletos y
discursos que destacaban la superioridad de la propia nación y denigraban al enemigo.
El nacionalismo se convirtió en un medio para crear cohesión y unidad en tiempos de
conflicto.
NACIONALISMO Y EL FINAL DE LA GUERRA

Consecuencias en la Posguerra: El nacionalismo también desempeñó un papel en la


configuración del mapa político de Europa después de la Primera Guerra Mundial. Los tratados
de paz, como el Tratado de Versalles, se basaron en principios nacionalistas, lo que llevó a la
creación de nuevos Estados nacionales y la reconfiguración de las fronteras en Europa.

Movimientos Nacionalistas Emergentes: La Primera Guerra Mundial generó un


caldo de cultivo para el nacionalismo en las regiones que habían luchado en el conflicto. Por
ejemplo, en Europa Central y del Este, emergieron movimientos nacionalistas que buscaban la
independencia y la creación de Estados nacionales.

4. Nacionalismo y el Legado de la Guerra:


Impacto a Largo Plazo: El nacionalismo en la Primera Guerra Mundial tuvo un impacto
duradero en la historia europea y mundial. La desintegración de imperios, la creación de nuevos
Estados y las tensiones entre las naciones desencadenaron una serie de eventos que llevaron a la
Segunda Guerra Mundial y a cambios políticos y territoriales significativos en el siglo XX.
En resumen, el nacionalismo desempeñó un papel complejo y multifacético en la Primera Guerra
Mundial. Si bien fue un motor de movilización y un factor que contribuyó al conflicto, también
influyó en las consecuencias de la guerra y en la configuración del mundo posterior al conflicto.
Su influencia perduró en el siglo XX y continúa siendo un tema relevante en la política y la
historia contemporánea.
LA POLITICA DE APACIGUAMIENTO
PRIMERA GUERRA MUNDIAL.
La política de apaciguamiento, conocida también como "appeasement" en inglés,
se refiere a una estrategia diplomática que se practicó en la década de 1930,
previa al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Esta política se caracterizó por
la concesión de concesiones y demandas a las potencias agresivas, en particular a
la Alemania nazi bajo el liderazgo de Adolf Hitler. A continuación, se exploran los
elementos clave de la política de apaciguamiento:

1. Contexto de la Política de Apaciguamiento:


La política de apaciguamiento surgió en un contexto marcado por las secuelas de la Primera
Guerra Mundial, la Gran Depresión y el deseo de evitar un conflicto a gran escala. Los líderes
de las principales potencias occidentales, como el Reino Unido y Francia, estaban preocupados
por la posibilidad de un nuevo conflicto devastador y buscaban evitarlo a toda costa

2. Principales Elementos de la Política de Apaciguamiento:


Concesiones Territoriales: La política de apaciguamiento se manifestó en concesiones
territoriales a Alemania. Un ejemplo destacado fue el Acuerdo de Múnich en 1938, que permitió
a Alemania anexar la región de los Sudetes de Checoslovaquia. Esta concesión se realizó sin el
consentimiento del gobierno checoslovaco y fue un intento de satisfacer las demandas
territoriales de Hitler con la esperanza de mantener la paz.

Tolerancia a la Remilitarización: Los líderes occidentales también mostraron


tolerancia hacia la remilitarización de Renania por parte de Alemania en 1936, a pesar de que
esto violaba el Tratado de Versalles. Esta acción fue vista como un signo de debilidad por parte
de la comunidad internacional y alentó a Hitler a seguir adelante con sus objetivos
expansionistas.
Evitar un Conflicto Directo: La política de apaciguamiento estaba fundamentada en el deseo de
evitar un conflicto directo con Alemania. Se creía que las concesiones podrían satisfacer a Hitler
y, de este modo, mantener la paz en Europa.
3. Críticas a la Política de Apaciguamiento:
Fracaso a Largo Plazo: La política de apaciguamiento fue fuertemente criticada por su
fracaso a largo plazo. En lugar de prevenir la guerra, se argumenta que esta política permitió
que Alemania se fortaleciera y se expandiera aún más, lo que finalmente condujo al estallido de
la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje de Debilidad: La política de apaciguamiento envió el mensaje de que las


potencias occidentales eran débiles y estaban dispuestas a ceder ante la agresión. Esto alentó a
Hitler y a otras potencias a probar los límites de la diplomacia.

Lecciones para la Posteridad: La política de apaciguamiento ha servido como una


lección en la política internacional y la importancia de confrontar la agresión en una etapa
temprana para evitar conflictos a gran escala.

En resumen, la política de apaciguamiento fue un intento de evitar la guerra al


ceder a las demandas de una potencia agresiva, en este caso, la Alemania nazi. Sin
embargo, en lugar de mantener la paz, esta política fue criticada por haber
permitido la expansión de Hitler y haber contribuido al estallido de la Segunda
Guerra Mundial.

EXPANSIONISMO DEL EJE


PRIMERA GUERRA MUNDIAL
El término "Eje" se refiere a la alianza militar que se formó durante la Segunda Guerra
Mundial, principalmente liderada por tres potencias: Alemania, Italia y Japón. Estas naciones
compartían una serie de objetivos expansionistas y expansiones territoriales durante el período
de entreguerras. A continuación, se analiza el expansionismo del Eje en sus respectivas regiones:
1. Alemania:
Anexión de Austria (Anschluss, 1938): En 1938, Adolf Hitler buscó la anexión de Austria, un
movimiento que fue aceptado por el gobierno austriaco bajo la amenaza de la invasión alemana.
Esta anexión fortaleció la posición de Alemania en Europa Central y marcó un precedente de
anexiones territoriales.
Crisis de los Sudetes (1938): En la región de los Sudetes en Checoslovaquia, que tenía una
población germana significativa, Hitler exigió la cesión de esta región a Alemania. En el
Acuerdo de Múnich de 1938, las potencias occidentales permitieron esta cesión territorial en un
intento de apaciguar a Hitler.
Invasión de Checoslovaquia (1939): Poco después del Acuerdo de Múnich, Alemania invadió
Checoslovaquia, anexando el resto del país. Esta agresión demostró que las demandas
territoriales de Hitler no tenían límites y aumentaron la preocupación en Europa.
2. Italia:
Invasión de Etiopía (1935-1936): Italia, bajo el gobierno de Benito Mussolini, invadió Etiopía
en 1935, buscando expandir su imperio colonial. Esta agresión violó la Liga de Naciones y
debilitó la autoridad de la organización internacional.
Anexión de Albania (1939): En 1939, Italia anexó Albania, extendiendo su control en los
Balcanes. Esta acción no tuvo una oposición significativa por parte de las potencias
occidentales.
3. Japón:
Invasión de Manchuria (1931): Japón invadió Manchuria en 1931, un territorio chino rico en
recursos. Esta acción provocó la condena internacional y llevó a Japón a retirarse de la
Sociedad de Naciones en 1933.
Invasión de China (1937): La invasión a gran escala de China en 1937 marcó el inicio de la
Segunda Guerra Sino-japonesa. Japón buscaba expandir su esfera de influencia en Asia
Oriental.
Estas acciones expansionistas del Eje, lideradas por Alemania, Italia y Japón, desafiaron el
orden internacional y fueron uno de los factores que condujeron al estallido de la Segunda
Guerra Mundial. La búsqueda de recursos, territorio y dominio geopolítico por parte de estas
naciones creó tensiones en Europa y Asia que finalmente desencadenaron el conflicto global

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA ENTRE 1936 Y 1939


La Guerra Civil Española (1936-1939) fue un conflicto altamente polarizado y devastador que
tuvo lugar en España. Fue un enfrentamiento entre fuerzas republicanas y fuerzas franquistas,
lideradas por el general Francisco Franco. A continuación, se destacan los eventos y aspectos
clave de la Guerra Civil Española:

Causas de la Guerra Civil Española:


1. Tensiones Políticas y Sociales: España estaba sumida en tensiones políticas y sociales debido
a una serie de factores, como la lucha entre republicanos y monárquicos, las divisiones entre
conservadores y liberales, y las tensiones regionales.
2. Descontento Popular: La población española estaba descontenta con la situación política y
económica. La desigualdad, el desempleo y la agitación social contribuyeron a un ambiente
tenso.
3. División Ideológica: El conflicto se convirtió en un choque ideológico entre fuerzas
republicanas, que buscaban reformas progresistas, y fuerzas franquistas, que representaban una
visión conservadora y autoritaria.

Eventos Clave:
1. El Alzamiento (18 de julio de 1936): El conflicto comenzó con un levantamiento militar
liderado por Francisco Franco, que buscaba derrocar al gobierno republicano. El alzamiento se
produjo en Marruecos y se extendió rápidamente a la península.
2. Bando Republicano: El gobierno republicano recibió apoyo de diversas facciones, incluyendo
comunistas, anarquistas y socialistas. El bando republicano también contó con la ayuda
internacional de la Unión Soviética y voluntarios internacionales, las Brigadas Internacionales.
3. Bando Franquista: Franco recibió apoyo de facciones nacionalistas y conservadoras.
Además, las potencias fascistas de la época, como Alemania e Italia, proporcionaron apoyo
militar y logístico al bando franquista.
4. Sitio de Madrid: La capital, Madrid, se convirtió en el epicentro de la lucha. Las fuerzas
republicanas defendieron tenazmente la ciudad durante un largo asedio, que duró hasta marzo
de 1939.5. Final de la Guerra (1 de abril de 1939): Las fuerzas franquistas finalmente
prevalecieron, y Franco declaró la victoria el 1 de abril de 1939. Esto marcó el final oficial de la
Guerra Civil Española.
Consecuencias:

1. Establecimiento de una Dictadura Franquista: Franco se convirtió en el


gobernante de España y estableció una dictadura que duró hasta su muerte en
1975.

2. Represión y Persecución: Durante la dictadura de Franco, se llevaron a


cabo purgas y represión política. Se persiguió a opositores políticos y se
restringieron las libertades civiles.

3. Aislamiento Internacional: España se mantuvo aislada internacionalmente


durante gran parte de la dictadura de Franco debido a sus políticas autoritarias.

4. Impacto en la Sociedad Española: La Guerra Civil dejó una profunda


división en la sociedad española, que persistió durante décadas.

La Guerra Civil Española fue un conflicto complejo que


involucró luchas ideológicas, regionales y políticas. Su legado
perduró en la memoria histórica de España y tuvo un impacto
duradero en la política y la sociedad del país.

EL TRATADO DE VARSELLES
1919
El 28 de junio de 1919, a las afueras de París, los dignatarios europeos se
congregaron en el Palacio de Versalles para firmar uno de los tratados más
odiados de la historia. El Tratado de Versalles puso fin formalmente a la Primera
Guerra Mundial y, al mismo tiempo, sentó las bases de la Segunda Guerra
Mundial. Aunque fue precedido de una conferencia de paz que duró más de un año,
no gustó a ninguno de los países firmantes.
Más de 65 millones de personas habían combatido en la Primera Guerra Mundial,
que se cobró la vida de más de 8,5 millones de miembros del ejército y de al menos
6,6 millones de civiles. La guerra diezmó tierras agrícolas, ciudades y campos de
batalla de toda Europa. Y, según muchos, Alemania fue la culpable. A pesar de que
los historiadores contemporáneos aún están divididos respecto a quién fue el
responsable de la Primera Guerra Mundial, el tratado culpó y castigó a Alemania.
A pesar de que España, por
la crisis social y política que
atravesaba, quedó el margen
de la Gran Guerra, no se
libró de sus consecuencias.
“Es una neutralidad un poco
forzosa. España no está
dentro de las alianzas ni de
los bloques que llevan a
desencadenar la Primera
Guerra Mundial, pero indirectamente sí forma parte de ella”, explico el doctor en
historia y profesor de la Universidad Complutense. Además, su posición fue
también protagonista a través de espionajes y exportación de armas.

EXPANSIÓN TERRITORIAL DE LAS POTENCIAS EJE


Los tres miembros principales de lo que con el tiempo llegó a conocerse como la
alianza del Eje fueron Alemania, Italia y Japón. Estos países estaban dirigidos por
el dictador alemán Adolf Hitler, el dictador italiano Benito Mussolini y el
emperador japonés Hirohito. En septiembre de 1940, los tres países formalizaron
su alianza mediante el Pacto Tripartita. Posteriormente, otros cinco países se
unieron al pacto y se convirtieron en las potencias del Eje. Estos países fueron
Bulgaria, Croacia, Hungría, Rumania y Eslovaquia. Cada uno de los seis aliados
europeos de Alemania en el Eje participó en el Holocausto, ya fuera asesinando a
judíos o transfiriéndolos a custodia de los alemanes para ser asesinados.
Las potencias Aliadas estuvieron
encabezadas por Gran Bretaña, Estados
Unidos y la Unión Soviética. Estos países
estaban gobernados por el primer ministro
británico Winston Churchill, el presidente
de EE. UU. Franklin D. Roosevelt y el
premier soviético Joseph Stalin. Se aliaron
formalmente cuando firmaron la
declaración de las Naciones Unidas el 1º
de enero de 1942. Otros 15 estados
independientes también firmaron la declaración en esa misma fecha. Además, la
declaración fue firmada por los gobiernos en el exilio de otros ocho estados que
estaban ocupados por las potencias del Eje. Para marzo de 1945, otros 21 estados
le habían declarado la guerra a Alemania y habían firmado la declaración.
A diferencia de los Aliados, las potencias del Eje nunca desarrollaron instituciones
para coordinar su política exterior ni dirigir operaciones militares conjuntas, pero
a pesar de ello se comprometieron a prestarse mutuamente ayuda militar y
política.
FORMACIÓN DE LA ALIANZA DEL EJE
A finales de la década de 1930, las tres potencias que formarían la alianza del Eje lanzaron
campañas de expansión territorial que les costaron el apoyo de la mayoría de las potencias
mundiales importantes.
Italia invadió Etiopía que entonces también se conocía como Abisinia el 3 de octubre de 1935.
Japón ya se había apoderado de Manchuria (parte de China) desde el 18 de septiembre de 1931.
Después, el 7 de julio de 1937, Japón invadió el resto de China, con lo que inició la guerra del
Pacífico.
Alemania inició su expansión de preguerra en 1938 al anexarse Austria y la región de los
Sudeste que era parte de Checoslovaquia. En marzo de 1939, los alemanes dividieron el resto de
Checoslovaquia entre el Protectorado de Bohemia y Moravia, controlado por Alemania, y el
recién creado estado satélite de Eslovaquia.
Su agresión contra otros países dejó a Alemania, Italia y Japón con pocos amigos entre los
países del mundo. Para poner fin a su aislamiento, las tres naciones comenzaron a unirse y a
celebrar tratados y pactos.

El eje Roma-Berlín
Italia y Alemania empezaron a estrechar sus relaciones en 1936, luego de que la Liga de las
Naciones le impuso sanciones a Italia por invadir Abisinia, después de que terminó la alianza de
ese país con Gran Bretaña y Francia. El 25 de octubre de 1936, Alemania e Italia formaron un
tratado de amistad en el que se comprometieron a seguir una política exterior común. Debido a
un discurso que dio Mussolini una semana después, esta alianza se conoció como el Eje Roma-
Berlín.

El pacto Anti-Comintern
El 25 de noviembre de 1936, un mes después de que Alemania e Italia formaron su tratado de
amistad, la Alemania nazi y el Japón imperial firmaron el pacto Anti-Comintern. Con este pacto,
los dos países se prometieron ayuda mutua para combatir la amenaza que representaba la
Internacional Comunista. Aunque el pacto no mencionaba a la Unión Soviética, en efecto se
dirigía a ese país, ya que en ese momento tenía hostilidades con Japón. Italia se unió al pacto
Anti-Comintern el 6 de noviembre de 1937.

El pacto de Acero
El 22 de mayo de 1939, Alemania e Italia expandieron su alianza política para convertirla en
militar al firmar el pacto de Amistad y Alianza. Mussolini lo apodó como el pacto de Acero, y en
él se establecía la cooperación militar y el apoyo defensivo mutuo entre Alemania e Italia.

EL PACTO TRIPARTITA
El 27 de septiembre de 1940, a un año de haberse iniciado la Segunda Guerra Mundial en
Europa, en la ciudad de Berlín se firmó el “Pacto Tripartita”, también conocido como el “Pacto
del Eje”.
Firmado por Saburō Kurusu, representante del Imperio de Japón; Adolf Hitler, de la Alemania
nazi; y Galeazzo Ciano, del Reino de Italia. El mismo constituyó una alianza militar entre estas
naciones, que oficialmente conformaron las “Fuerzas del Eje”, opuestas a las “Fuerzas
Aliadas” en la Segunda Guerra Mundial.
Previo a la firma del “Pacto del Eje”, Alemania nazi e Italia ya habían iniciado campañas
militares contra los aliados, mientras que el Imperio de Japón solamente había ocupado
pacíficamente a la Indochina francesa.
El Pacto Tripartito promovía la cooperación entre sus miembros para establecer un nuevo orden
mundial y fomentar la prosperidad y bienestar de sus pueblos. También ordenaba a sus
miembros a apoyar a un miembro que fuera atacado por una potencia externa, exceptuando a las
que ya estaban en guerra, en este caso Francia y el Reino Unido. La principal potencia afectada
por el Pacto Tripartito eran los Estados Unidos, ya que, si entraba en guerra con Japón, lo que
ocurrió luego del ataque a Pearl Harbor, el 7 de
diciembre de 1941, debía luchar en Europa y Asia al
mismo tiempo.
En los meses siguientes a la firma del “Pacto
Tripartito” se adhirieron la República Eslovaca,
Bulgaria, Hungría, Rumania, Yugoslavia y tras la
invasión alemana a este país el Estado Independiente de
Croacia, patrocinado por Alemania Nazi e Italia
fascista, que lo hizo el 15 de junio de 1941.
Finlandia y España fueron invitadas a unirse al “Pacto
Tripartito” por los signatarios del mismo, pero se
negaron a hacerlo.
El “Pacto Tripartito” comenzó a dejar de tener validez a partir de la invasión aliada a Sicilia,
cuando se produce la ruptura del gobierno italiano y un sector del mismo intenta firmar un
armisticio con los Aliados, mientras que el sector liderado por Mussolini establece en el norte de
la península italiana la República Social Italiana, cuyo responde a los nazis.
Bulgaria y Rumania lo abandonan cuando el Ejército Rojo las invade, entre agosto y septiembre
de 1944; y cuando las fuerzas militares invaden Hungría y asumen el gobierno. Finalmente,
cuando Alemania nazi se rinde a los Aliados, 8 de mayo de 1945, Japón fue el único miembro del
Pacto que quedó, hasta su rendición el 15 de agosto, firmada el 2 de septiembre de 1945.
ALEMANIA PRESIONA A OTROS ESTADOS EUROPEOS
PARA QUE SE UNAN A LAS POTENCIAS DEL EJE

En julio de 1940, apenas semanas después de


la derrota de Francia, Hitler decidió que la
Alemania nazi atacaría a la Unión
Soviética en la primavera del año siguiente.
Para hacerlo, Alemania necesitaba asegurar
materias primas, establecer derechos de
tránsito para sus tropas y obtener la
cooperación o participación de otros estados
europeos. Así que Alemania empezó a
engatusar y a presionar a los estados
europeos que simpatizaban con el régimen
nazi para que se unieran al Eje. La Alemania nazi le ofreció ayuda económica a Eslovaquia.
También le ofreció protección militar y territorio soviético a Rumania, y le advirtió a Hungría
que podría retirarle el apoyo que recientemente le había dado a su anexión de territorios
checoslovacos y rumanos.
Cuando Italia no pudo conquistar Grecia a fines del otoño y en el invierno de 1940 a 1941,
Alemania comenzó a preocuparse más por asegurar su flanco suroriental en los Balcanes. El
éxito de Grecia al repeler a las fuerzas italianas permitió que Gran Bretaña, su aliada,
estableciera una cabeza de playa en el continente europeo. Para subyugar a Grecia y expulsar a
los británicos de Europa continental, la Alemania nazi trató de incorporar también a Yugoslavia
y a Bulgaria en la alianza del Eje.

HUNGRÍA
Hungría estaba comprometida con Alemania e Italia, ya que le habían otorgado parte de
Checoslovaquia en 1938 y habían aprobado su anexión del norte de Transilvania, que pertenecía
a Rumania, en septiembre de 1940. Los dirigentes de Hungría también ansiaban recibir un trato
económico preferencial de la Alemania nazi. Hungría se unió a la alianza del Eje el 20 de
noviembre de 1940.

RUMANIA
Después de solicitar y recibir una misión militar alemana en octubre de 1940, Rumania se unió
al Eje el 23 de noviembre de ese mismo año. Los rumanos esperaban que su apoyo leal a la
invasión alemana de la Unión Soviética y los envíos constantes de petróleo: (1) destruyeran la
amenaza soviética, (2) les permitieran recuperar las provincias que la Unión Soviética se había
anexado en junio de 1940 y (3) les otorgaran el apoyo de Alemania para la devolución del norte
de Transilvania.
ESLOVAQUIA
La existencia de Eslovaquia como un estado soberano dependía de Alemania tanto política como
económicamente. De esta forma, Eslovaquia hizo lo propio y se unió a la alianza del Eje el 24 de
noviembre de 1940.

BULGARIA
Al principio, los dirigentes búlgaros utilizaron maniobras dilatorias y se resistieron a la presión
de Alemania para unirse a la alianza del Eje. Estaban renuentes a involucrarse en una guerra
con la Unión Soviética. Tampoco querían antagonizar a Yugoslavia, la cual era, por lo menos de
nombre, aliada de Grecia. Sin embargo, Bulgaria se unió al Eje después de que los alemanes le
ofrecieron territorio griego en Tracia. Los alemanes también eximieron a Bulgaria de participar
en la invasión de la Unión Soviética. Bulgaria se unió al Eje el 1º de marzo de 1941.

YUGOSLAVIA
Yugoslavia se unió al Eje a regañadientes el 25 de marzo de 1941. Lo hizo porque los alemanes
aceptaron respetar su neutralidad en la guerra contra Grecia y no le exigieron derechos de
tránsito para las tropas del Eje. Dos días después, los oficiales militares serbios que se habían
opuesto al pacto Tripartita derrocaron al gobierno yugoslavo que lo había firmado. Esto
enfureció a Hitler. Alemania atacó a Yugoslavia el 6 de abril, y poco después Italia y Hungría se
unieron a la invasión. A mediados de abril de 1941, las potencias del Eje derrotaron,
desmembraron y ocuparon Yugoslavia. En consecuencia, Yugoslavia nunca se convirtió en una
de las potencias del Eje.

CROACIA
A raíz del desmembramiento de Yugoslavia, las potencias del Eje crearon un estado satélite
llamado Estado Independiente de Croacia. Estaba administrado por croatas que pertenecían al
movimiento fascista Ustaša. El Estado Independiente de Croacia se unió al Eje el 15 de junio de
1941.

FINLANDIA
El 26 de junio de 1941, cuatro días después de que el Eje invadiera la Unión Soviética,
Finlandia entró en la guerra contra la URSS como “colibeligerante”. Los finlandeses buscaban
recuperar el territorio perdido durante la guerra de invierno de 1939 a 1940 con la Unión
Soviética. Finlandia nunca firmó el pacto Tripartita ni estableció ninguna alianza formal con la
Alemania nazi. Sin embargo, sí permitió que las fuerzas alemanas transitaran y operaran en su
territorio, y hubo fuerzas finlandesas que combatieron al lado de las fuerzas alemanas. Debido a
que fungió como aliada de la Alemania nazi, en ocasiones se designa incorrectamente a
Finlandia como una de las potencias del Eje.
DESINTEGRACIÓN Y DERROTA DEL EJE
El 7 de diciembre de 1941, Japón lanzó un ataque sorpresa contra Estados Unidos en Pearl
Harbor. En cuestión de días, Alemania y las potencias europeas del eje le declararon la guerra a
Estados Unidos. En respuesta, Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética, China y otros
22 gobiernos declararon formalmente que trabajarían unidos para derrotar a las potencias del
Eje. Antes del final de la guerra, 21 gobiernos más se unieron a la alianza.
En consecuencia, a principios de 1942, Alemania y sus aliados se encontraron librando una
guerra mundial. Para principios de 1943, las derrotas militares acumuladas en Europa y África
empezaron a erosionar algunos de los compromisos que habían establecido las potencias del
Eje.
ITALIA: Italia fue la primera potencia del Eje que se dio por vencida.
A finales de julio de 1943, los líderes del Partido Fascista de Italia derrocaron y arrestaron a
Benito Mussolini, líder del partido y dictador de Italia. El país se rindió ante los Aliados el 8 de
septiembre de 1943.
RUMANIA: El 23 de agosto de 1944, a raíz del derrocamiento del mariscal Ion Antonescu,
dictador de Rumania, el país cambió de bando. Las tropas rumanas combatieron al lado de las
soviéticas durante el resto de la guerra.
BULGARIA: Después de que los soviéticos rechazaron su propuesta de armisticio, Bulgaria se
rindió el 8 de septiembre de 1944. El Frente de la Patria, encabezado por los comunistas
búlgaros, tomó el poder y derrocó al gobierno que estaba a favor del Eje. Después le declaró la
guerra a la Alemania nazi.
FINLANDIA: El 19 de septiembre de 1944, Finlandia firmó un armisticio con la Unión
Soviética.
HUNGRÍA: En marzo de 1944, Alemania obligó a Hungría a aceptar la ocupación de las
fuerzas alemanas. La razón principal de la ocupación alemana era el legítimo temor de que
Hungría abandonara el Eje, como había hecho Italia seis meses antes. Hungría nunca se rindió.
La guerra terminó para Hungría a principios de abril de 1945, cuando el ejército rojo de la
Unión Soviética expulsó a las últimas fuerzas alemanas y húngaras del territorio húngaro.
ESLOVAQUIA: A finales de agosto de 1944 estalló en Eslovaquia una insurrección nacional
contra el gobierno pronazi. En respuesta, Alemania ocupó el país para sofocar la revuelta.
Eslovaquia se mantuvo en el Eje hasta que los soviéticos capturaron la capital, Bratislava, a
principios de abril de 1945.
CROACIA: Los últimos fanáticos de la Ustaša croata permanecieron en Croacia hasta finales
de abril de 1945, cuando los partisanos dirigidos por comunistas yugoslavos los capturaron o
los obligaron a cruzar la frontera hacia la Eslovenia ocupada por Alemania y Austria.
ALEMANIA: Después del suicidio de Hitler el 30 de abril de 1945, la Alemania nazi se rindió
incondicionalmente ante los Aliados entre el 8 y el 9 de mayo de ese año.
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.
INVASIÓN DE POLONIA POR ALEMANIA:
Comienza la guerra
de Polonia a Alemania, vio y reportó las masivas fuerzas alemanas
reunidas en la frontera con Polonia. Al día siguiente, su informe fue el
artículo principal de la primera página del Daily Telegraph. Fue la
primera en reportar la inminente invasión alemana de Polonia.

En la noche del 31 de agosto de 1939, un pequeño grupo de agentes


alemanes vestidos con uniformes polacos liderados por Alfred
Naujocks irrumpieron en una estación de radio de la ciudad
de Gleiwitz (actual Gliwice) y proclamaron en polaco un mensaje
antigermánico radiado. El objetivo fue hacer creer que el ataque fue
producido por saboteadores polacos. Para que dicha acción fuese más creíble, los alemanes recurrieron a
prisioneros del campo de concentración de Dachau, quienes fueron fusilados y sus rostros desfigurados para
imposibilitar sus identificaciones.

Los polacos tenían atenazadas las pilastras con cargas explosivas en los más relevante pasos fronterizos germano-
polaco en la Prusia Oriental, sobre el río Vístula, principalmente los puentes de Dirschau (actual Tczew polaca),
uno carretero y otro ferroviario que en cualquier momento podían ser detonadas mediante un largo cable tendido
por los puentes primero y luego por el terraplén de la ribera derecha hasta unas casetas junto a la estación, donde
estaban los mandos.

Exactamente a las 4:26 horas de la madrugada del 1 de septiembre de 1939, 21 minutos antes del bombardeo de
la Westerplatte de Dánzig, el capitán Bruno Dilley, al mando de una escuadrilla de la Luftwaffe compuesta por tres
bombarderos Junkers Ju 87, descargó en picado y luego en vuelo rasante las bombas necesarias para cortar el
cable de detonación y así evitar la destrucción de las obras de ingeniería que impedirían el avance desde la estación
de Dirschau del convoy blindado lleno de soldados alemanes y piezas de artillería listos para intervenir en la
invasión. Sin embargo, en un golpe de efecto, los ingenieros polacos consiguieron empalmar los cabos del
detonador y las estructuras finalmente saltaron por los aires a las 6:30.

Atracado en el puerto exterior de Dánzig desde el 25 de agosto en visita de buena voluntad, se hallaba el
acorazado Schleswig-Holstein, buque escuela de la Armada alemana. En su interior se ocultaba una fuerza de
asalto de 225 marineros al mando del Kapitänleutnant (teniente de Navío) Hemingsen. El 31 de agosto, el capitán
zur See (Capitán de Navío) Kleinkamp recibe la orden de ataque: Y=1.9.0445. Así, en la madrugada del 1° de
septiembre, a las 4.47, ordena que sus cuatro piezas de artillería de 280 mm junto con las cinco de 150 mm de la
banda de babor abran fuego contra la fortaleza de la península de Westerplatte, defendida por 180 hombres.

El comandante de la flotilla de submarinos polaca da la orden de ejecutar el plan Worek, y los submarinos
comienzan a hostigar a los buques alemanes durante todo el día. A las 05:30 se envió a los Dornier Do 17 a atacar
las cercanías del puente de Dirschau, y Varsovia fue atacada ya el primer día, a las 06:00 horas. La Luftwaffe ataca
la base aeronaval de Puck, destruyendo el destacamento y perdiendo la vida su comandante, el primer oficial naval
caído de la Segunda Guerra Mundial. A las 06:15 un vuelo de patrulla del Escuadrón III/2 se encuentra sobre Balice
(Cracovia) con bombarderos alemanes que regresan tras haber atacado el aeropuerto de Katowice (Cracovia). A las
14:00 horas es la base de Gdynia la que es bombardeada por Stukas, hundiendo un torpedero y dañando tres
buques más.
D ESARROLLO DE LA INVASIÓN DE POLONIA
Batalla de Mlawaerania (1–3 de septiembre). El ejército polaco intenta
retrasar el avance alemán, retirándose para formar una línea defensiva lo
más cerca posible de la frontera.

Campaña aérea: la Luftwaffe desarrolló la táctica de atacar aeródromos


militares polacos, pero este plan resultó efectivo solamente durante los
primeros días de la campaña, en tanto la aviación polaca contaba con
defensas antiaéreas y evitó mantener grandes masas de aparatos al alcance
de los bombardeos alemanes. La superioridad aérea alemana resultó
generada por la mejor calidad de sus aviones y su superioridad numérica,
por lo cual la aviación militar polaca pudo combatir efectivamente solamente durante las primeras dos semanas de
lucha. Pese a esto, los aviones polacos junto con su artillería antiaérea destruyeron 285 aparatos alemanes,
perdiendo la aviación polaca 333 aeroplanos.

Toma de Westerplatte (1–7 de septiembre). La primera guarnición costera polaca atacada por los alemanes en la
península de Westerplatte, en la Pomerania polaca, resiste por 7 días bombardeos desde el mar y el aire antes de
capitular.

Batalla de Wizna (7-10 de septiembre). Es conocida como la Termópilas Polaca ya que una pequeña fuerza de
apenas un batallón y tres compañías resistió durante tres días en un área fortificada cerca de la ciudad
de Łomża ante una fuerza alemana de tres divisiones provenientes de Prusia Oriental, numéricamente muy superior.
Las unidades polacas resultaron casi aniquiladas, siendo apresada por los alemanes menos de la décima parte de la
guarnición.

Batalla de Bzura (7–20 de septiembre). Contraataque sorpresa del Ejército polaco por parte del Ejército de
Pomorze y del Ejército de Poznan, que hacen retroceder a varias divisiones alemanas. La mayor movilidad de las
tropas alemanas (18 divisiones, incluyendo panzer) y la falta de suministros hacen que los polacos no puedan
aprovechar el contraataque y deban retirarse para evitar un cerco.

Asedio de Varsovia, 8-28 de septiembre. Última defensa de la ciudad antes del alzamiento de Varsovia.

1 batalla de Varsovia (9–24 de septiembre). Primer intento alemán de tomar Varsovia mediante un ataque veloz de
columnas motorizadas y tanques, rechazado por las defensas polacas.

2 batalla de Varsovia (25–28 de septiembre). Bombardeo aeroterrestre de Varsovia, mientras los alemanes reanudan
su ataque con tropas motorizadas y batallones panzer. La capital polaca cuenta para entonces con menos infantería
y artillería disponible para su defensa, y capitula por falta de suministros.

Batalla de Brest Litovsk (14-17 de septiembre) fue una batalla, cerca de la ciudad de Brześć Litewski
(ahora Brest, Bielorrusia), donde tropas alemanas llegadas de Prusia Oriental cercan a la guarnición polaca allí
establecida. Las fuerzas polacas deben romper el cerco y abandonar la ciudad para no ser aniquiladas.

Batalla de Leópolis. (12-22 de septiembre). Defensa de la ciudad Lvov contra avances alemanes tras la caída
de Brest. Tras rechazar los ataques alemanes llegados desde el noroeste de la ciudad y sufrir serias pérdidas, los
batallones polacos se ven incapaces de detener el ataque soviético que se inicia desde el este el día 18 de
septiembre. Los soviéticos toman la ciudad el 22 de septiembre.
INVASION SOVIETICA DE POLONIA DE 1939
La invasión soviética de Polonia fue una operación militar
iniciada el 17 de septiembre de 1939, en los primeros
compases de la Segunda Guerra Mundial, dieciséis días
después de la invasión de Polonia por parte de la Alemania
nazi. Supuso una importante victoria para el Ejército
Rojo de la Unión Soviética.

A principios de 1939, la Unión Soviética intentaba formar


una alianza con el Reino
Unido, Francia, Polonia y Rumanía para hacer frente a la
Alemania nazi pero se presentaron varias dificultades, como
la negativa de Polonia y Rumanía a permitir el tránsito de
tropas soviéticas a través de sus territorios por seguridad colectiva. Ante la ausencia de avance en las
negociaciones, los soviéticos cambiaron su estrategia y firmaron el 23 de agosto de 1939 el Pacto Ribbentrop-
Molotov con la Alemania nazi.

En consecuencia, el 1 de septiembre los alemanes invadieron el oeste polaco mientras que los soviéticos invadieron
la zona oriental el 17 de septiembre. El gobierno soviético anunció que actuaba para proteger a
los ucranianos y bielorrusos que vivían en la parte oriental de Polonia, debido al colapso de la administración
polaca tras la invasión nazi. Según los soviéticos, dicha administración no podía ya garantizar la seguridad de sus
ciudadanos.

El Ejército Rojo alcanzó pronto sus objetivos, debido a que sobrepasaba en número a la resistencia polaca. En torno
a 230.000 soldados polacos, o incluso más (452.500 fueron hechos prisioneros de guerra. El gobierno soviético se
anexionó el nuevo territorio, poniéndolo bajo su control y declarando en noviembre de ese mismo año que trece
millones y medio de ciudadanos polacos, que vivían en la zona anexada, habían pasado a ser ciudadanos soviéticos.
Los soviéticos contrarrestaron la oposición mediante ejecuciones y arrestos. Cientos o miles de arrestados fueron
enviados a Siberia y a otras zonas remotas de la URSS, en cuatro series de deportaciones entre 1939 y 1941.

La invasión soviética, que el Politburó llamó "campaña de liberación" y que en la historiografía soviética y rusa
actual se denomina "campaña polaca del Ejército Rojo", permitió la incorporación de millones de polacos,
ucranianos y bielorrusos a las Repúblicas Socialistas Soviéticas de Ucrania y de Bielorrusia. Durante
la República Popular de Polonia (1945-1989), la invasión fue considerada un asunto delicado, tabú, omitida de la
historia oficial con el objetivo de preservar la amistad entre los miembros del Bloque del Este.
PRELUDIO
Al final de los años 1930, la Unión Soviética pretendía
formar una alianza contra Alemania con el Reino
Unido, Francia y Polonia. Las negociaciones, sin embargo,
fueron difíciles. Los soviéticos insistían en crear un círculo
de influencia que abarcara
desde Finlandia hasta Rumania y pidieron ayuda militar,
no sólo para actuar contra cualquier país que los atacara,
sino también contra cualquier organización que atacara a
los países de dicha esfera de influencia.

Desde el comienzo de las negociaciones con Francia y el


Reino Unido, la Unión Soviética demandó su derecho a
ocupar los Estados Bálticos (Letonia, Estonia y Lituania).
Finlandia también debía ser incluida en su círculo de
influencia y reclamaron su derecho a actuar en Polonia, Rumanía y los Estados Bálticos cuando su seguridad se
viera amenazada.

Los gobiernos de estos países rechazaron la propuesta; presentían que, si el Ejército Rojo invadía su territorio,
nunca lo abandonaría, como señaló el ministro de exteriores polaco Josef Beck. La Unión Soviética dejó de confiar
en los británicos y franceses para mantener la seguridad colectiva desde que estos rechazaron prestar ayuda a
la Segunda República Española contra el Bando nacional durante la Guerra Civil Española, o cuando renunciaron
a proteger a Checoslovaquia de la Alemania nazi. De igual modo, sospechaban que los Aliados Occidentales
preferirían que la Unión Soviética se enfrentara a Alemania por sí misma, mientras ellos observaban. En vista de
estos intereses divergentes, la Unión Soviética abandonó el diálogo y retomó las conversaciones con Alemania.

Distribución de las defensas polacas el día 1 de septiembre de 1939, fecha de inicio de la invasión alemana. La
mayor parte de ellas se encontraban en la frontera alemana, lo que facilitó la invasión soviética, por la frontera
oriental.

El 23 de agosto de 1939 la Unión Soviética firmó el Pacto Molotov-Ribbentrop con la Alemania nazi, cogiendo por
sorpresa a los Aliados. Los dos gobiernos anunciaron que el acuerdo era un mero tratado de no agresión. Sin
embargo, en el Protocolo adicional secreto19 también acordaron repartirse Polonia y dividir Europa Oriental entre
los círculos de influencia soviético y alemán. El Pacto Molotov-Ribbentrop, que ha sido descrito como una licencia
para la guerra, fue un factor clave en la decisión de Hitler de invadir Polonia.

El tratado otorgó a los soviéticos un espacio defensivo adicional en el oeste. También les ofreció la posibilidad de
recuperar territorios cedidos a Polonia veinte años antes y así unir los pueblos ucranianos y bielorrusos orientales
y occidentales bajo un gobierno soviético y, por primera vez, bajo un mismo estado. El dictador soviético Iósif
Stalin veía además ventajas en que se desatase una guerra en Europa occidental, ya que podía debilitar a sus
enemigos ideológicos y abrir nuevas regiones para el avance del comunismo.

Poco después de que los alemanes invadieran Polonia, el 1 de septiembre de 1939, los líderes nazis comenzaron a
animar a los soviéticos a jugar su baza del Pacto Molotov-Ribbentrop para que invadieran la parte oriental de
Polonia. El embajador alemán en Moscú, Friedrich Werner von der Schulenburg, y el ministro de Asuntos
Exteriores soviético, Viacheslav Mólotov, intercambiaron una serie de comunicados diplomáticos sobre el asunto.
CAMPAÑA MILITAR
El Ejército Rojo hizo su incursión por la zona de Kresy, al este de Polonia, con
siete ejércitos de campaña y entre 450.000 y 1.000.000 de soldados. Estos
ejércitos se agrupaban en dos "frentes" (equivalente soviético de un Grupo de
Ejércitos): el Frente Bielorruso, bajo la dirección de Mijaíl Kovalyov, y el
Frente Ucraniano, bajo las órdenes de Semión Timoshenko. Hasta ese
momento los polacos no habían conseguido defender sus fronteras occidentales
y, en respuesta a las incursiones alemanas, habían lanzado una contraofensiva
de cierta importancia en la batalla de Bzura. El Ejército polaco tenía
originalmente un plan defensivo bien desarrollado para combatir una posible
invasión soviética pero no estaban preparados para plantar cara a dos
invasiones simultáneas. En el momento en que los soviéticos invadieron el país,
los comandantes polacos ya habían enviado a la mayor parte de sus tropas al oeste para enfrentarse a los alemanes,
dejando así al este con una mínima protección de veinte batallones, que contaban con unos 20.000 soldados de
defensa fronteriza (Korpus Ochrony Pogranicza en polaco), bajo la dirección del general Wilhelm Orlik-
Rueckemann.

Al comenzar la invasión, el comandante en jefe polaco y mariscal de Polonia Edward Rydz-Śmigły, ordenó a las
fuerzas fronterizas que prestaran resistencia ante la invasión soviética. Luego cambió su postura, tras consultar con
el primer ministro Felicjan Sławoj Składkowski, ordenando retroceder y limitar los ataques a los soviéticos al caso
de defensa propia.

Las órdenes contradictorias condujeron a la confusión y cuando el Ejército Rojo atacó a las unidades polacas
estallaron pequeñas batallas de forma inevitable. La respuesta de los no étnicamente polacos a la situación añadió
una nueva complicación. En algunos casos, ucranianos, bielorrusos y judíos aplaudieron la entrada de las tropas
soviéticas, consideradas libertadoras. La Organización de Nacionalistas Ucranianos se levantó contra los polacos
y partisanos comunistas organizaron revueltas locales, como en Skidel.

El plan original de repliegue de los militares polacos consistía en retirarse y reagruparse en torno a la frontera
rumana. La idea era adoptar posiciones defensivas en dicho lugar y esperar al ataque prometido por parte de
franceses y británicos en el oeste. Este plan suponía que Alemania se vería obligada a limitar sus operaciones en
Polonia para así poder combatir en un segundo frente.4 Los aliados esperaban que las fuerzas polacas resistieran
durante varios meses pero el ataque soviético hizo que esta estrategia quedara obsoleta.

Los líderes políticos y militares polacos sabían que estaban perdiendo la guerra contra la Alemania nazi incluso
antes de que la invasión soviética convirtiera la derrota en inevitable. Sin embargo, rechazaron rendirse o negociar
la paz con Alemania. En cambio, el gobierno polaco pidió a todas sus unidades militares que evacuaran Polonia y
se reunieran de nuevo en Francia. El gobierno se des plazó a Rumanía en la medianoche del 17 de
septiembre de 1939 por el paso fronterizo de Zalischyky. Algunas unidades polacas continuaron maniobrando en el
sudeste de Polonia, soportando ataques por parte de los alemanes en un frente mientras en el otro se enfrentaban a
las tropas soviéticas. En los días que siguieron a la orden de evacuación, los alemanes derrotaron a los polacos en
la batalla de Tomaszów Lubelski, del 17 al 20 de septiembre.

Las unidades soviéticas a menudo se encontraban con que los alemanes avanzaban desde la dirección opuesta.
Ocurrieron ejemplos notables de cooperación entre ambas. La Wehrmacht capturó la Fortaleza de Brest con la
ayuda de la 29º Brigada de Tanques Soviética, tras la batalla de Brest Litovsk, el 17 de septiembre. El general
alemán Heinz Guderian y el general de brigada soviético Semión Krivoshéin llevaron a cabo un desfile
conjunto tras tomar Brest. Leopolis (o Lwów en polaco) se rindió el 22 de septiembre, días después de que los
alemanes hubieran entregado el mando de las operaciones en la zona a los soviéticos.3637 Fuerzas soviéticas
tomaron Wilno el 19 de septiembre, tras una batalla de dos días de duración. El 24 de
septiembre tomaron Grodno, tras cuatro días de combates. Hacia el 28 de septiembre el Ejército Rojo ya había
alcanzado la línea de los ríos Narew, Bug Occidental, Vístula y San, que trazaban la frontera preacordada con los
nazis.A pesar de la victoria táctica polaca en la batalla de Szack el 28 de septiembre, la derrota estaba fuera de
duda.

REACCION ALIADA
La reacción de Francia y Reino Unido a la invasión de Polonia fue el silencio, ya que no deseaban ninguna
confrontación con la URSS. Bajo los términos de la alianza militar anglo-polaca del 25 de agosto de 1939, los
británicos habían prometido asistencia militar a Polonia si era atacada por una potencia europea. Pero cuando el
embajador polaco Edward Raczyński recordó al secretario de Estado británico E. F. L. Wood lo firmado, este
declaró tajante que no era una buena empresa para el Reino Unido declarar la guerra a la Unión Soviética.41
El primer ministro británico Neville Chamberlain consideró hacer público un compromiso de restaurar la
estructura del Estado Polaco pero al final se limitó a emitir declaraciones de condena general.

Los franceses también habían adquirido compromisos con Polonia, incluyendo la provisión de ayuda aérea, que no
fueron cumplidas. Una vez que los soviéticos invadieron Polonia, los franceses y los británicos decidieron que no
había nada que pudieran hacer de inmediato, por lo que comenzaron a planificar una victoria a largo plazo. Los
franceses habían avanzado de manera provisional en el Sarre a principios de septiembre pero después de la derrota
polaca, se retiraron detrás de la Línea Maginot, a fecha de 4 de octubre. Muchos polacos se indignaron ante la falta
de apoyo por parte de sus aliados occidentales, lo que creó un sentimiento de traición.

CONSECUENCIAS
El 31 de octubre de 1939, en su intervención ante la sesión extraordinaria del Soviet Supremo de la URSS, Mólotov
declaró que la invasión había provocado un total de 737 muertes y 1862 heridos soviéticos, aunque las cifras
polacas elevan los números hasta 3.000 muertes y entre ocho mil y diez mil heridos. Así mismo afirmó que la
invasión conjunta con la Alemania nazi de la Segunda República polaca consiguió liquidar "la monstruosa criatura
del Tratado de Versalles que existía a costa de la opresión de etnias no polacas".

En el lado polaco, entre 6000 y 7000 soldados perecieron en los combates contra el Ejército Rojo, siendo apresados
entre 230.000 y 450.000 hombres. Los soviéticos solían saltarse los términos de las rendiciones. En algunos casos,
prometieron a los polacos la libertad si se rendían, pero terminaron arrestándolos cuando depusieron las armas.

La Unión Soviética había dejado de reconocer al Estado Polaco cuando inició la invasión. Como resultado, los dos
gobiernos nunca se declararon la guerra de forma oficial. Por este motivo, los soviéticos no trataron a los
prisioneros militares polacos como prisioneros de guerra sino como rebeldes contra el nuevo gobierno de la
Ucrania y Bielorrusia occidental. Los soviéticos mataron a decenas de miles de prisioneros de guerra polacos.
Algunos, ejecutados en plena campaña, como el general Josef Olszyna-Wilczyński, capturado, interrogado y
asesinado el 22 de septiembre. El 24 de septiembre, mataron a 42 personas, entre personal y pacientes, de un
hospital militar polaco en el pueblo de Grabowiec, cerca de Zamość.

Los soviéticos ejecutaron a todos los oficiales que capturaron después de la batalla de Szack, a fecha de 28 de
septiembre de 1939. Más de 20.000 personas, entre personal militar polaco y civiles, perecieron en la masacre de
Katyn. Unos 300 polacos fueron ejecutados después de la batalla de Grodno.

Polacos y soviéticos restablecieron sus relaciones diplomáticas en 1941, siguiendo el Acuerdo Sikorski-Maiski, pero
los soviéticos volvieron a romperlas en 1943 después de que el gobierno polaco demandara un examen
independiente de las fosas comunes descubiertas en el bosque de Katyn. Entonces el gobierno soviético presionó a
los Aliados Occidentales para que reconocieran al gobierno títere prosoviético de Wanda Wasilewska en Moscú.

El 28 de septiembre de 1939, la URSS y la Alemania nazi cambiaron en secreto los términos del Pacto Mólotov-
Ribbentrop firmando el Tratado Germano-Soviético de Amistad, Cooperación y Demarcación. Pasaron a Lituania
al círculo de influencia soviético y desplazaron la frontera en Polonia hacia el este, dando a Alemania un territorio
mayor. Con este acuerdo, con frecuencia descrito como la cuarta partición de Polonia, la URSS se quedó con todo
el territorio polaco situado al este de la línea descrita por los ríos Pisa, Narew, Bug Occidental y San. Esto
proporcionaba un total de 200.000 kilómetros cuadrados, habitados por trece millones y medio de ciudadanos
polacos.

El Ejército Rojo había sembrado la confusión entre los lugareños al


asegurar que llegaban para salvar a Polonia de los nazis. Su
avance sorprendió a los polacos y a sus líderes, que no habían
recibido información sobre cómo responder ante una invasión de la
URSS. Algunos ciudadanos polacos y los judíos quizás habrían
preferido en un principio un régimen soviético antes que uno nazi.
Los soviéticos impusieron su ideología, comenzaron a confiscar,
nacionalizar y redistribuir todas las empresas de propiedad privada
o estatal. Durante los dos años que siguieron a la invasión y
anexión de Polonia, los soviéticos arrestaron a cien mil polacos
Debido a la falta de acceso a los archivos secretos soviéticos,
durante muchos años después de la guerra las estimaciones del número de ciudadanos polacos deportados a Siberia
desde las zonas de Polonia oriental, así como el número de los que perecieron bajo el dominio soviético, eran en
gran medida conjeturas. En diversas obras se dio una amplia gama de cifras, entre 350.000 y 1.500.000 para el
número de deportados a Siberia y entre 250.000 y 1.000.000 para el número de fallecidos, estas cifras incluían
sobre todo a civiles. Con la apertura de los archivos secretos soviéticos después de 1989, la cifra más baja de estas
estimaciones ha resultado ser la más cercana a la verdad. En agosto de 2009, con motivo del. aniversario de la
invasión soviética, el Instituto Polaco de la Memoria Nacional anunció que sus investigadores habían reducido la
estimación del número de personas deportadas a Siberia de un millón a 320.000, y estimaron que 150.000
ciudadanos polacos perecieron bajo el dominio soviético durante la guerra.

Territorios de la II República Polaca anexionados por la URSS


De los trece millones y medio de civiles que vivían en los territorios anexados por la URSS, los polacos eran el
mayor grupo étnico pero los bielorrusos y ucranianos, en conjunto, representaban el cincuenta por ciento de la
población. La anexión no dio a la Unión Soviética el control de todas las áreas donde vivían bielorrusos y
ucranianos, ya que algunas quedaron en la zona alemana debido al movimiento de la frontera al este. De todos
modos, la URSS consiguió unir a la mayor parte de ambos pueblos, expandiendo las Repúblicas Socialistas
Soviéticas de Bielorrusia y de Ucrania.

El 26 de octubre de 1939 se llevaron a cabo "elecciones" en las asambleas de Bielorrusia y Ucrania para dar a la
anexión una apariencia de legalidad. Los bielorrusos y ucranianos residentes en Polonia habían sido alienados por
la política de polinización del Gobierno de Varsovia y por la represión contra los movimientos separatistas, por lo
que sentían poca lealtad hacia el estado polaco. Sin embargo, no todos los bielorrusos y ucranianos vieron con
buenos ojos la instauración del régimen soviético en Polonia, debido al resquemor por el Holodomor (hambruna en
Ucrania) de comienzos de los años 1930. En general, los pobres recibieron bien a los soviéticos mientras que las
élites tendieron a formar parte de la oposición, a pesar de apoyar la reunificación.

Los soviéticos pronto introdujeron políticas de sovietización en Bielorrusia y Ucrania occidental, incluso
colectivizaciones masivas en toda la región. Eliminaron en forma implacable los partidos políticos y las
asociaciones públicas y arrestaron o ejecutaron a sus líderes, acusándolos de "enemigos del pueblo". Las
autoridades suprimieron la Organización de Nacionalistas Ucranianos, de carácter antipolaco y que resistía contra
el estado polaco desde los años 1920. Pero a pesar del cambio de régimen, los nacionalistas ucranianos
continuaron aspirando a un estado ucraniano independiente y unificado. Las unificaciones de 1939 fueron a pesar
de todo un acontecimiento decisivo en la historia de Ucrania y de Bielorrusia porque sentaron la base territorial
con la que las dos repúblicas alcanzarían la independencia en 1991, después de la caída de la Unión Soviética.
POTENCIAS DEL EJE
Estas naciones firmaron el Pacto Tripartito. Este nuevo bloque logró su establecimiento debido a las coincidencias
que existían entre los sistemas de gobierno, económico e ideológico de los tres países. De igual forma, compartían
tres coincidencias de connotación negativa: fueron los países más perjudicados por el Tratado de Versalles.

La locución Eje Roma-Berlín fue utilizada por primera vez por Benito Mussolini en noviembre de 1936, cuando
refiriéndose al tratado de amistad firmado el 25 de octubre de 1936 entre el Reino de Italia y la Alemania nazi, dice
que los dos países formarían un Eje alrededor del cual girarían los otros estados de Europa. Este pacto de amistad
se forjó a iniciativa de Italia, que se estaba enfrentando a una fuerte oposición en la Sociedad de Naciones con
motivo de sus guerras de ocupación en Somalia y Abisinia (Etiopía), consiguiendo con ello el apoyo
de Alemania que ya había abandonado la Sociedad de Naciones en 1933. Posteriormente, en mayo de 1939, esta
relación devendría en la alianza denominada Pacto de Acero y finalmente integraría también a Japón tras la firma
del Pacto Tripartito el 27 de septiembre de 1940. Además de las tres grandes potencias que dan nombre al pacto, se
adhirieron al mismo: Reino de Hungría, Reino de Rumania, Reino de Bulgaria y Eslovaquia, ya separada del resto
de Checoslovaquia, en virtud de los acuerdos de Múnich de 1938.

Otro país, considerado por los aliados como parte del Eje fue Finlandia, aunque nunca firmó el tratado. En su
relación con los nazis, Finlandia se consideraba como cobeligerante, un término que englobaba a países regidos
por gobiernos títeres de los nazis como Croacia, el Gobierno de Salvación Nacional de Serbia, el Estado
Independiente de Montenegro o la Francia de Vichy. Siam (Tailandia) fue otro estado cobeligerante, que apoyó
al Imperio del Japón, quien tenía a su vez una serie de gobiernos títeres tales como Manchukuo (el gobierno
establecido por el Imperio del Japón en Manchuria), Mengjiang, la China nacionalista de Nankín, la Segunda
República Filipina, la Birmania de Ba Maw o el Gobierno Provisional de la India Libre. El Reino de Italia tenía
a Albania y Abisinia como estados títeres.

En 1927 Mussolini había llegado a proponer la formación de un llamado «Bloque Latino» que agrupara
a Italia, Francia, España, y Portugal y que constituiría una alianza basada en la civilización latina y la cultura
común entre estas naciones. Aunque la propuesta fue discutida públicamente entre los gobiernos de Italia, España y
la Francia de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial, nunca llegó a formalizarse ninguna alianza de este tipo.
ALEMANIA NAZI

El término «nazismo» es una forma abreviada de «nacionalsocialismo»; esta


ideología fue institucionalizada por el Partido Nacionalsocialista Obrero
Alemán (NSDAP por sus siglas en alemán) y se aplicó en el tejido
socioeconómico del país.

El «Tercer Reich» es el periodo y se utiliza como sinónimo para la Alemania


nazi. La locución fue introducida por la propaganda nacionalsocialista, que
contaba al Sacro Imperio Romano Germánico como el Primer Reich o
Primer Imperio, al Imperio alemán de 1871 a 1918 como el segundo y a su propio régimen como el tercero. Esto
fue hecho para sugerir una vuelta gloriosa de la Alemania anterior tras la República de Weimar instaurada en 1919
y que, sin embargo, nunca fue disuelta oficialmente por el nuevo régimen.

El Partido Nacionalsocialista procuró combinar símbolos tradicionales de alemanes con íconos y logotipos del
Partido, siendo un símbolo único, la esvástica el más representativo del régimen, en un esfuerzo por reforzar la idea
de unidad entre sus ideales y Alemania.

IMPERIO DE JAPON

El Imperio japonés fue uno de los tres principales integrantes pertenecientes


al grupo de las Potencias del Eje (junto a Alemania e Italia), enfrentados al
grupo de los Aliados entre los cuales se encontraba Estados Unidos.

Por otro lado, surge una nueva razón que justifica la ofensiva japonesa. Se
sostiene que Japón decidió atacar Pearl Harbor porque Estados Unidos le
había impuesto un embargo petrolero. Sin embargo, no se descarta la
posibilidad de otro tipo de motivos, especialmente aquellos relacionados con
el poderío político y militar de dicho Estado.

REINO DE ITALIA Y SUS COLONIAS

El fascismo en Italia (que originó la llamada Italia fascista) fue un


movimiento político del siglo xx que surgió en Italia al finaliza r la Primera
Guerra Mundial a través del Partido Nacional Fascista fundado por Benito
Mussolini.

Nació en parte como reacción a la Revolución Bolchevique de 1917 y a las


fuertes peleas sindicales de trabajadores y braceros que culminó en el bienio
rojo, en parte como polémica respecto a la sociedad liberal-democrática que
salió maltrecha de la experiencia de la Primera Guerra Mundial.

El nombre deriva del vocablo italiano fascio . La palabra, en la Roma antigua, era usada como símbolo de la unión
de los luchadores. El símbolo fascista es el fasces romano que significaba el poder del régimen, en particular el
poder jurisdiccional. A partir de 1943, con la invasión aliada de la Península Itálica, se produce la caída y
detención de Mussolini y se hace el posicionamiento del gobierno de Pietro Badoglio con los aliados, esto provoca
a su vez la invasión alemana de Italia, la liberación de Benito Mussolini que establece la República Social
Italiana o República de Salò en la zona que ocupan los alemanes. Mientras, en la zona liberada por los aliados,
sigue el Reino de Italia esta vez a favor de los aliados, con la consecuente guerra civil entre italianos. Después de
la Rendición en 1943 y a consecuencia del apoyo del rey Víctor Manuel III a Mussolini, este abdica a finales de
1943 hacia su hijo Humberto II, que actuó como regente hasta el final de la guerra y en 1946 se proclamó rey de
Italia hasta la realización del referéndum en la que se establece la actual República de Italia.

SOCIOS DEL EJE

REINO DE UNGRIA

Desde 1920, el almirante Miklós Horthy había sido regente de Hungría.


Mediante el Tratado de Trianon, ese país había perdido el 72 % de su
territorio histórico a favor del Reino de Rumania, Checoslovaquia y
el Reino de Yugoslavia. El incremento de la influencia alemana sobre
los Balcanes antes de la guerra, motivaron a Horthy a unir Hungría
al Pacto Tripartito en noviembre de 1940, luego de haber recibido territorios
de Checoslovaquia y el Reino de Rumania durante los Arbitrajes de Viena (1938 y 1940).

Posteriormente, los ejércitos húngaros participaron en la invasión de Yugoslavia, recibiendo más territorio por esto.
La eventual participación del Reino de Hungría en la invasión de la Unión Soviética fue necesaria para
contrarrestar la influencia que el Reino de Rumanía empezaba a tener sobre Alemania. Las deportaciones masivas
de judíos húngaros a los campos de exterminio se iniciaron a inicios de 1944, pero para aquel entonces, la
población judía ya había sido despojada de sus derechos básicos mediante la aplicación de leyes raciales.

Cuando el curso de la guerra se volteó definitivamente contra Alemania nazi, Horthy intentó negociar
un armisticio por separado con los soviéticos, siendo su hijo su representante. Hitler se enteró de los planes
de Horthy y envió un comando encabezado por Otto Skorzeny a secuestrar a su hijo. La maniobra funcionó y
Hungría permaneció al lado de Alemania hasta el final de la guerra. No obstante, Horthy fue reemplazado
por Ferenc Szálasi, filogermano del Partido de la Cruz Flechada.

Después de la batalla de Budapest, el gobierno húngaro colapsó y Hungría fue ocupada por el Ejército Rojo, que
convirtió el país en un estado socialista. Todas las anexiones húngaras durante la guerra fueron declaradas nulas y
Hungría recuperó sus antiguas fronteras, a excepción de unas villas que fueron cedidas a Checoslovaquia. Luego de
la guerra, Horthy logró encontrar refugio en Portugal, donde murió. Szálasi no corrió la misma suerte, ya que fue
juzgado y ejecutado por las autoridades comunistas.

REINO DE RUMANIA

Desde su llegada al trono rumano en 1930, Carol II había iniciado una serie
de medidas dictatoriales y represivas, siendo apoyado por el movimiento
fascista conocido como la Guardia de Hierro. En mayo de 1939, los
principales miembros de la Guardia de Hierro son arrestados por Carol II,
que al contar con suficiente poder había ilegalizado aquel movimiento
violento y proalemán en 1933. Carol II también había abolido los partidos
políticos y había iniciado la aplicación de medidas antisemitas en su
gobierno, aunque no se había aliado con Alemania, en un intento de repetir
la relativamente exitosa política de neutralidad de Rumania durante
la Primera Guerra Mundial. No obstante, las rápidas derrotas aliadas en Polonia y Francia dejaron a Rumania en
una posición delicada, ya que no contaba con aliados en una región controlada por Alemania.

Una vez que la Unión Soviética, el Reino de Hungría y el Reino de Bulgaria tomaron en 1940 un tercio del
territorio rumano, el reinado de Carol II se debilitó. Esta debilidad fue aprovechada por Horia Sima, jefe de la
Guardia de Hierro, y el general Ion Antonescu para obligar al rey a abdicar el 6 de septiembre de 1940. Antonescu
tomó entonces todo el poder y, apoyado por la Guardia de Hierro, invitó a las tropas alemanas a ocupar Rumania;
semanas más tarde, Antonescu afilió su país al Eje. Después de una revuelta de la Guardia de Hierro en enero de
1941, Antonescu envió a muchos de sus miembros al exilio y se apoyó cada vez más en el Ejército para seguir en el
poder. También continuó con las medidas de segregación racial de Carol II y, al avanzar la guerra, se inició una
persecución brutal, más no general, de los judíos rumanos. Por esta razón, muchas poblaciones judías no
desaparecieron en algunas regiones de Rumanía, aunque sus derechos básicos sí fueron negados.

COBELIGERANTES

FINLANDIA

Anexada al Imperio ruso en 1808, Finlandia logró su independencia


ciento diez años después (con un breve periodo monárquico, el
del Reino de Finlandia), aprovechando el caos de la guerra civil rusa,
junto con Polonia, Ucrania y los Estados bálticos.

En 1939 la Unión Soviética había anexado la mitad oriental de


Polonia y Finlandia temía por su autonomía. El 30 de noviembre de
1939, Finlandia fue invadida por el Ejército Rojo, pero el resultado no
fue el esperado. Finlandia puso en jaque a varias unidades enemigas y,
aunque finalmente fue derrotada, ganó el derecho de negociar un Tratado de Paz, por el que perdió casi 10 % de su
territorio.

La derrota finlandesa, la falta de apoyo internacional y la continua intromisión soviética en los asuntos internos del
país, motivó su participación en la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941, como método de saldar cuentas
con su vecino.

TAILANDIA

Tailandia fue un especial aliado de Japón, pues vio en esa alianza una
oportunidad de expulsar a los ingleses y franceses de Asia, a pesar de que veía
en Japón un nuevo esclavizador. Pero a finales de 1944 después de la
destitución del primer ministro Plaek Pibulsonggram, Tailandia decidió unirse
a los Aliados de manera formal contra Japón.

IRAN

Desde 1928, el sah de Persia, Reza Pahlavi, había intentado minimizar


la influencia británica en su país. En 1932, Reza canceló un acuerdo con
la Anglo-Persian Oil Company pero, al ser presionado por el Reino
Unido, firmó rápidamente otro. No obstante, poco a poco, Irán fue
estrechando sus relaciones comerciales con Alemania, en perjuicio
del Imperio británico.

La invasión de la Unión Soviética en 1941 convirtió a Irán en un corredor estratégico para llevar recursos
al Cáucaso. No obstante, el sah se negó a permitir el transporte de armas a la Unión Soviética por su territorio,
alegando neutralidad. El 25 de agosto, los británicos y soviéticos invadieron Irán, alegando a su vez que los
alemanes en su territorio eran espías y que el sah planeaba vender petróleo exclusivamente a la Alemania nazi.

Se obligó a Riza a abdicar y, después de pasar un período en Mauricio, viajó a Sudáfrica, donde murió en julio de
1944. Mohammad Reza Pahlevi fue coronado el 16 de septiembre de 1941 en lugar de su padre y permitió el cruce
de materiales de guerra por su territorio hacia el norte por el resto de la guerra. En septiembre de 1943, Irán le
declaró la guerra a Alemania como requisito para formar parte de las Naciones Unidas. Durante la Conferencia de
Teherán, los Estados Unidos le garantizaron al nuevo sah que su país estaría libre de tropas extranjeras al finalizar
la guerra, no obstante, la Unión Soviética proclamó dos pequeñas repúblicas socialistas con las provincias iraníes
de Azerbaiyán Meridional en 1945. En mayo de 1946, la Unión Soviética abandonó las provincias mencionadas
después de recibir concesiones de petróleo. No obstante, luego de que las provincias fueron anexionadas
nuevamente por Irán, las concesiones fueron revocadas.

REINO DE IRAK

A inicios de la Segunda Guerra Mundial, el Reino de Irak era


gobernado por el regente Abdul Ilah, ya que el futuro rey, Faysal
II, era menor de edad. Aunque Irak había obtenido su
independencia en 1932, los británicos conservaban sus bases
militares en el país y sus efectivos podían movilizarse sin
restricciones. Además, el reino poseía responsabilidades
comerciales con el Reino Unido, sin recibir gran beneficio por ello.

A causa de esto, un fuerte sentimiento antibritánico surgió en el


país, especialmente en el Ejército, y cuatro generales nacionalistas empezaron a conspirar para derrocar al
Gobierno probritánico. El 3 de abril de 1941, los generales iraquíes dieron un golpe de Estado y derrocaron al
regente, aunque respetaron el sistema monárquico. El general Rashid Ali fue nombrado primer ministro e
inmediatamente solicitó apoyo militar a Alemania para poder contrarrestar el inminente ataque británico. Los
iraquíes sitiaron la base de la fuerza aérea británica en Habbaniya, pero los sitiados lograron levantar el cerco. La
ayuda alemana se limitó a enviar unos bombarderos de la Luftwaffe para bombardear Habbaniya, sin resultados
decisivos. El 18 de abril se inició un desembarco británico en Basora y más tropas llegaron desde Transjordania.

A finales de mayo, Bagdad cayó en manos británicas y Rashid Alí y su Gobierno escaparon a Irán y luego a
Alemania. El 31 de mayo se firmó un armisticio y el Gobierno iraquí probritánico fue restaurado. Al percatarse de
que los aviones alemanes habían repostado en el Líbano y Siria durante la Guerra Anglo-Iraquí, los británicos
procedieron a ocupar también esas colonias, hasta entonces bajo el control de la Francia de Vichy. Las tropas
británicas abandonaron el Reino de Irak en 1947.

Rashid Alí regresó a Irak en 1958 al ser abolida finalmente la monarquía. Allí intentó derrocar a Abdul Karim
Qasim, pero falló y fue sentenciado a muerte; no obstante, fue perdonado.

ESTADO DE BIRMANIA.

El Estado de Birmania fue un estado títere creado en 1943 bajo la invasión y ocupación japonesa, lo que llevó al
país a ser miembro de las Potencias del Eje, aunque el 27 de marzo de 1945 un golpe de Estado dirigido por
militares pro-británicos provocó su incorporación a los Aliados prolongando su existencia hasta el final de la
Segunda Guerra Mundial. Después de la Segunda Guerra Mundial el Reino Unido reincorporó Birmania a sus
dominios en Asia.
LOS ALIADOS DE LA SEGUNDA GUERRA
MUNDIAL
Los Aliados fueron el conjunto de países opuestos política y militarmente a las Potencias del Eje durante
la Segunda Guerra Mundial. Más concretamente se suele referir con este término a la coalición militar liderada a
partir de 1941 por Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Soviética (en cierto modo también por China en
el teatro asiático-pacífico, llegando a denominar los cuatro con el término de Cuatro Policías) contra las Potencias
del Eje; la Alemania nazi, el Imperio del Japón y la Italia fascista (hasta su derogación en 1943). Históricamente
se suele incluir entre los Aliados principales también a Francia por su significado geopolítico y participación en
la partición de Alemania después de la guerra. En el sentido posbélico, se suele referir con los términos «Potencias
Aliadas» u «Ocupación Aliada» a estos cuatro estados occidentales.

Al comenzar la guerra el 1 de septiembre de 1939, la coalición enfrentada a Alemania consistía en la República


Francesa, Polonia y el Reino Unido, al cual se unieron poco después algunos dominios del Imperio británico y el
resto del Imperio (Canadá, Australia, Nueva Zelanda, el Dominio de Terranova y la Unión Sudafricana), el Raj
británico y el Reino de Nepal. En 1940, se unieron la Francia Libre, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Luxemburgo,
los Países Bajos, el Reino de Grecia y el Reino de Yugoslavia. En junio de 1941, la llamada Operación
Barbarroja propició que la URSS se uniera a los Aliados. Estados Unidos, que ya había apoyado a los aliados en
los primeros años de la guerra, se unió activamente en diciembre de 1941, tras el ataque japonés a Pearl Harbor,
que además propició la incorporación de otros países, incluidos algunos del continente americano como México.
En el frente asiático, la República de China ya se encontraba en plena guerra sino-japonesa, la cual se convertiría
en el frente asiático de la guerra mundial.

REPUBLICA DE CHINA

Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, la República de China ya


se encontraba luchando contra el Imperio de Japón desde 1937.

Durante la década de 1920 el gobierno del Kuomintang fue asistido por


la Unión Soviética, la cual ayudó a reorganizar el partido junto al
modelo leninista de la unificación del partido, Estado y ejército. Sin
embargo, tras la unificación de China, el generalísimo Chiang Kai-
Shek purgó a los izquierdistas de su partido y rehusó aliarse con
el Partido Comunista de China para luchar contra los nipones; en su
lugar, optó por luchar con ambos a la vez. Siguió siendo así aún después del incidente de Mukden y el régimen títere
de Manchukuo establecido por las tropas japonesas en 1931. Las campañas anticomunistas de Chiang continuaron
mientras luchaba en conflictos pequeños e incesantes contra Japón a lo largo de los años 1930. China vio perder
sus territorios ante Japón pedazo por pedazo en este periodo.

En los primeros años de la década de 1930, Alemania y la República de China se hicieron socios muy cercanos en
las áreas del intercambio industrial y militar. La Alemania nazi proveyó la más grande proporción de importaciones
de armas y pericia técnica chinas. Después del incidente del puente de Marco Polo del 7 de julio de 1937, China y
Japón se enfrascaron en una guerra a gran escala que duró hasta 1945. En un principio, Alemania no denunció los
crímenes de guerra en China, tales como la Masacre de Nankín de 1937. No obstante, Alemania reconoció también
que Japón era más capaz de luchar contra la Unión Soviética, y la cooperación con China se rompió en mayo
de 1938. La Unión Soviética, deseando mantener a China en la lucha contra Japón, apoyó a China con algo de
asistencia militar hasta 1941, hasta que cesó la lucha con Japón para así prepararse para la guerra contra
Alemania.

SEGUNDA REPUBLICA POLACA

El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. El Reino


Unido y Francia le dieron dos días a Alemania para retirarse de
Polonia. Una vez que pasó la fecha límite, el 3 de septiembre, el Reino
Unido, Australia, y Nueva Zelanda le declararon la guerra a
Alemania, seguidos rápidamente por Francia, Sudáfrica y Canadá. En
la madrugada del 1 de septiembre de 1939, sin previa declaración de
guerra, invadió Polonia desde varios puntos del oeste del país. El 17
de septiembre, la Unión Soviética, siguiendo su acuerdo secreto con
Alemania, invadió Polonia desde el este, convirtiendo las defensas
polacas en un caos mediante la apertura de un segundo frente. Alemania y Unión Soviética ocuparon todo el
territorio polaco en tan solo 36 días. Como consecuencia de la Campaña de Septiembre, la Polonia
ocupada consiguió crear un poderoso movimiento de resistencia y contribuyó con fuerzas militares significativas al
esfuerzo aliado durante el resto de la Segunda Guerra Mundial.

REINO UNIDO DE GRAN BRETAÑA E IRLANDA DEL NORTE

El Reino Unido fue el principal enemigo de Alemania durante la


Segunda Guerra Mundial. Luego de la invasión nazi a Polonia, el 1 de
septiembre de 1939, los británicos (junto con los franceses), fueron los
primeros en declararle la guerra a Hitler el día 3.
Posteriormente, Mussolini, el aliado de Hitler, le declaró la guerra a
los británicos. El Reino Unido repudiaba las formas de gobierno de la
Alemania nazi e Italia fascista y estaba dispuesta a luchar contra ellos.

Tan pronto como Winston Churchill llegó al poder, el Reino Unido se


convertiría en una amenaza para Alemania. A causa de esto, los alemanes mantuvieron una cruenta guerra aérea, a
consecuencia de esto Reino Unido inicia una campaña de bombardeo sistemático a las zonas industriales y
principalmente a la población civil alemana. Los británicos también se enfrentaron con los italianos y alemanes en
el norte de África, y al Imperio del Japón, que atacó las colonias británicas en Asia y el océano Pacífico.

TERCERA REPUBLICA FRANCESA

Al igual que Reino Unido, Francia declaró la guerra


a Alemania después de la invasión a Polonia, luchando contra los
alemanes e italianos entre 1939 y los inicios de 1940. Sin embargo,
después de la batalla de Francia, los alemanes invadieron y dominaron
la nación, convirtiéndola en un aliado obligado, y aunque en el sur del
país se estableció un gobierno autónomo conocido como Francia de
Vichy, los nazis no permitieron alianza entre este y los británicos. Cabe
destacar, que durante la ocupación alemana de Francia, Charles de
Gaulle estableció un gobierno en el exilio conocido como Francia Libre, el cual proporcionaba una minoritaria
ayuda a los aliados.
Después de la batalla de Normandía y la liberación de Francia, en el año 1944, los alemanes fueron expulsados del
territorio y los franceses volvieron en totalidad al lado de los Aliados, quedándose con ellos hasta el final del
conflicto.

UNION DE REPLICAS SOCIALISTAS SOVIETICAS

El 23 de agosto de 1939, la Alemania nazi y la Unión Soviética firmaron


el Pacto Ribbentrop-Molotov, por el cual se repartía a Polonia en dos
partes: una para cada quien. El 1 de septiembre, Hitler invadió
Polonia por el oeste y el 17 de septiembre, Stalin invadió Polonia por el
este.

El 30 de noviembre de 1939, la Unión Soviética invadió Finlandia, pero


los finlandeses lograron frenar el avance, aunque tuvo que cederle territorios a la Unión Soviética. El 14 y 17 de
junio de 1940, la Unión Soviética anexó las repúblicas bálticas y el 28 de junio y 4 de julio ocupó Besarabia y el
norte de Bukovina.

En octubre y noviembre de 1940, la Alemania nazi y la URSS mantuvieron unas negociaciones para la
incorporación de esta última en el Eje, que no prosperaron al no ponerse de acuerdo las partes sobre las
condiciones de dicha incorporación. (Véase en: German–Soviet Axis talks.) El 18 de diciembre, el Führer firmó la
Directiva n.º 21, denominada «Operación Barbarroja», donde se declaraba la invasión relámpago de la Unión
Soviética, que debía ser aniquilada, teóricamente, en una sola campaña de apenas un par de meses.

Finalmente, el 22 de junio de 1941, Alemania y sus sus aliados invadieron la Unión Soviética, iniciando lo que allí
se vino a llamar la Gran Guerra Patria. A continuación, la Unión Soviética pasó a formar parte de los Aliados de la
Segunda Guerra Mundial.

Desde entonces, los alemanes debieron luchar ahora en un enorme Frente oriental contra la Unión Soviética y
debieron a su vez asumir la penosa carga de las innumerables bajas por los combates en dicha nación. Entre los
alemanes y soviéticos se vivieron las batallas más crueles y sangrientas de toda la Segunda Guerra Mundial y la
historia humana, devastando ciudades y asesinando a millones de personas. La invasión de la URSS desfavoreció
completamente a los alemanes y propició la derrota de la Alemania nazi en la guerra.

ESTADOS UNIDOS DE AMERICA

Estados Unidos apoyaba a los aliados, aunque no entró en guerra


hasta diciembre de 1941, cuando el Imperio del Japón (aliado de los
alemanes e italianos) atacó la base de Pearl Harbor en Hawái, los
estadounidenses entraron inmediatamente en guerra junto a los Aliados y
ayudó en los combates a los británicos. Después de que los Estados Unidos
declararan la guerra a los japoneses, Alemania y el Reino de Italia (aliados
del Imperio de Japón) declararon la guerra a los estadounidenses,
configurando oficialmente los bandos hasta el final del conflicto.

La entrada de los Estados Unidos a la guerra fue muy decisiva, pues este país no estaba desgastado como los
demás países beligerantes y se encargaría de ayudar al Reino Unido y la Unión Soviética en su lucha
contra Alemania, además de batallar también contra el Reino de Italia. Pero también, se encargaría de detener y
hacer retroceder el avance del Imperio del Japón por el océano Pacífico, luchando contra los japoneses isla por
isla.
Finalmente, los estadounidenses lograron colaborar en la rendición del Reino de Italia; debilitaron y ayudaron a
derrotar a la Alemania nazi a través de bombardeos y tras fuertes batallas, y finalmente tras los bombardeos
atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki vencieron al Imperio del Japón.

PAISES SUDAMERICANOS Y LATINOAMERICANOS

Tras la Declaración de las Naciones Unidas, países


como México, Colombia, Venezuela y Brasil se unieron a la guerra por
ataques por parte de los alemanes a sus navíos, aportando a la guerra
participación significativa, la cual ayudó en la recta final de la guerra
mundial.

Brasil no fue el único país latinoamericano en enviar tropas a Europa.


Naciones como Argentina también participaron. Cinco mil argentinos
sirvieron en las Fuerzas Armadas británicas, a pesar de que Argentina era
oficialmente un país neutral. Aproximadamente 750 voluntarios argentinos
sirvieron en la Fuerza Aérea Real y la Fuerza de Aire Real Canadiense, mayoritariamente en el escuadrón Núm.
164 (argentino) cuyo escudo llevaba el sol de la Bandera de Argentina y el motto, "Determined we fly (Firmes
Volamos)" Muchos eran parte de las fuerzas especiales, como John Godwin.

Brasil envió una fuerza expedicionaria (FEB) a combatir. Entre julio y agosto de 1942, submarinos alemanes
hundieron 18 barcos brasileños y hasta el final de la guerra se llegó a 36 buques hundidos y alrededor de 1 100
muertos. Aunque el Gobierno de Brasil se mostraba reacio a entrar en el conflicto, la indignación pública empujó a
Brasil a declarar la guerra a Alemania en noviembre de 1942, y a enviar una División completa de casi 30 000
hombres al frente de Italia donde participaron en la rotura de la Línea Gótica combatiendo en el valle de Río
Serchio, los Apeninos y Valle del Río Po, donde participaron de batallas como Monte Castello.34

Mientras que México envió al Escuadrón 201 para observaciones, bombardeos y ametrallamiento de posiciones
japonesas, vehículos en convoy y emplazamientos de artillería en Filipinas y Formosa, y pactó con Estados Unidos
el envío de trabajadores mexicanos a los campos agrícolas y fábricas para compensar la falta de mano de obra
debido al correspondiente reclutamiento estadounidense y finalmente Colombia logra hundir al submarino alemán
(U-154) que estaba amenazando al canal de Panamá utilizando un destructor (ARC CALDAS) expulsando a los
alemanes de este canal.5 Algunos países como Paraguay, enviaron tropas nacionales6 a luchar dentro del Ejército
Brasileño.
LOS TEATROS DE LA GUERRA

EUROPA:
BATALLA DE STALINGRADO:
La batalla de Stalingrado fue un intenso enfrentamiento bélico entre
el Ejército Rojo de la Unión Soviética y la Wehrmacht (Fuerzas
Armadas) de la Alemania nazi y sus aliados del Eje, por el control de la
ciudad soviética de Stalingrado, actual Volgogrado, entre el 23 de agosto
de 1942 y el 2 de febrero de 1943. La batalla se desarrolló en el
transcurso de la invasión alemana de la Unión Soviética, en el marco de
la Segunda Guerra Mundial. Con bajas estimadas en más de dos
millones de personas entre soldados de ambos bandos y civiles
soviéticos, la batalla de Stalingrado es considerada la más sangrienta en
la historia de la humanidad. La grave derrota de la Alemania nazi y sus aliados en esta ciudad, significó un punto
clave y de severa inflexión en los resultados finales de la guerra, representando el principio del fin del nazismo en
Europa, pues la Wehrmacht nunca recuperaría su capacidad ofensiva ni obtendría más victorias estratégicas en
el Frente Oriental. Asimismo, a partir de esta derrota, la Alemania nazi estaría en un continuo retiro de todas
sus administraciones militares hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945.

La ofensiva alemana para capturar Stalingrado comenzó el 17 de julio de 1942, en el marco de la Operación
Azul o Fall Blau, un intento por parte de Alemania de tomar los pozos petrolíferos del Cáucaso. A inicios de
agosto, el 6.º Ejército, apoyado por el 4.º Ejército Panzer, cruzó la curva del río Don, y alcanzó Stalingrado. El 23
de agosto, un masivo bombardeo redujo buena parte de la urbe, mientras que las tropas terrestres del 6.º
Ejército inició la toma de la ciudad, propiciándose combates callejeros calle por calle y casa por casa, en lo que
ellos denominaron Rattenkrieg («guerra de ratas», en alemán). A pesar de controlar la mayor parte de la ciudad,
la Wehrmacht nunca fue capaz de derrotar a los últimos defensores soviéticos que se aferraban tenazmente a la
orilla oeste del río Volga.

El general Gueorgui Zhúkov, que llevó a cabo una estrategia de contención y desgaste de los alemanes en su intento
de tomar la ciudad, reunió hombres y armas en la retaguardia para emprender la contraofensiva
denominada Operación Urano, que se inició el 19 de noviembre de 1942, y comenzó desde los flancos, arrolló a los
ejércitos aliados del Eje en el Don, y embolsó al 6º Ejército alemán del general Paulus y parte del 4º Ejército
Panzer dentro de Stalingrado. Incapaces de escapar del cerco, 330 000 soldados alemanes quedaron encerrados y
aislados; aunque más de 42 000 de ellos fueron evacuados por heridas, el resto quedó a merced del hambre y el frío.
Finalmente, los constantes fracasos del general Von Manstein por intentar romper el cerco, las promesas
incumplidas de las autoridades nazis de suministrar víveres y municiones a los sitiados por vía aérea y los
constantes ataques soviéticos harían que el general Paulus, desobedeciendo las órdenes de Hitler, rindiera su 6.º
Ejército en febrero de 1943.

La derrota alemana en Stalingrado confirmó lo que muchos expertos militares sospechaban: la capacidad logística
de las fuerzas alemanas era insuficiente para abastecer y mantener una ofensiva en un frente que se extendía desde
el mar Negro hasta el océano Ártico. Esto se confirmaría poco después en la nueva derrota que Alemania sufriría
en la batalla de Kursk. El fracaso militar convenció a muchos oficiales alemanes de que Hitler estaba llevando a
Alemania al desastre, acelerándose los planes para su derrocamiento y dando como resultado el fallido atentado
contra Hitler de 1944.

Para premiar el heroísmo de sus habitantes, la ciudad de Stalingrado recibiría en 1945 el título de Ciudad Heroica.

DESEMBARCO DE NORMANDIA
DIA D
El Desembarco de Normandía, conocido como el "Día D", fue una de las operaciones militares más grandes y
exitosas de la Segunda Guerra Mundial.

La batalla de Normandía, llamada en clave operación Overlord,


fue la operación militar efectuada por los Aliados durante
la Segunda Guerra Mundial que culminó con la liberación de
los territorios de Europa occidental ocupados por la Alemania
nazi. Se sabe que el desembarco que se hizo en Normandía fue
una evolución del desembarco de Alhucemas, precursor de los
desembarcos anfibios. La operación dio comienzo el 6 de
junio de 1944, más conocido como el Día D, con el desembarco
de Normandía; el conjunto de las operaciones navales recibió el
nombre clave de operación Neptuno. Un asalto aerotransportado llevado a cabo por mil doscientas aeronaves
precedió al desembarco anfibio, que involucró a cinco mil barcos. El 6 de junio, ciento sesenta mil soldados
cruzaron el canal de la Mancha de Inglaterra a Francia y hacia finales de agosto las tropas aliadas en suelo
francés eran más de tres millones.

La decisión de emprender una invasión a través del canal de la Mancha en 1944 se tomó en la Conferencia Trident
de Washington D. C., en mayo de 1943. El general estadounidense Dwight D. Eisenhower fue nombrado
comandante del Cuartel General Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada (SHAEF) y el general
británico Bernard Montgomery comandante del XXI.er Grupo de Ejércitos, que aglutinaba todas las fuerzas
terrestres que tomarían parte en la invasión. El lugar elegido fue la costa de la región francesa de Normandía,
donde se seleccionaron cinco playas a las que se dieron nombres en clave: Utah y Omaha, que serían atacadas por
los estadounidenses, Sword y Gold, objetivo de los británicos, y la playa Juno, lugar de desembarco de los
canadienses. Los puertos franceses estaban fuertemente defendidos, lo que motivó la creación de
dos muelles artificiales, denominados Mulberry, y para superar las dificultades que se esperaban en las playas se
emplearon carros de combate especialmente modificados. En los meses previos a la operación, los Aliados llevaron
a cabo una elaborada maniobra de distracción militar, la operación Bodyguard, usando desinformación tanto
electrónica como visual. Con ello consiguieron evitar que los alemanes supieran la fecha y localización de los
desembarcos. Adolf Hitler había encargado al reputado mariscal de campo Erwin Rommel la supervisión y mejora
de una cadena de fortificaciones costeras conocida como el «Muro Atlántico», en previsión del ataque enemigo.

Los Aliados no fueron capaces de alcanzar los objetivos planeados para el primer día, pero sí aseguraron una
precaria cabeza de playa que expandieron con tenacidad en los días siguientes, con la captura del puerto
de Cherburgo el 26 de junio y de la ciudad de Caen el 21 de julio. El contraataque alemán del 8 de agosto falló y
dejó a 50 000 soldados del VII Ejército de la Wehrmacht atrapados en la denominada bolsa de Falaise. El 15 de
agosto, los Aliados lanzaron una invasión del sur de Francia, la operación Dragoon, y el 25 de agosto se produjo
la Liberación de París. Las fuerzas alemanas se retiraron por el valle del río Sena el 30 de agosto, lo que marcó el
final de la operación Overlord.

ANTECEDENTES:

El Desembarco de Normandía tuvo lugar el 6 de junio de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, en la costa de
Normandía, en el norte de Francia.

La operación fue el resultado de una planificación meticulosa y una cooperación entre los Aliados, liderados por
Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá. El general estadounidense Dwight D. Eisenhower fue nombrado
comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa.

OBJETIVO:

El principal objetivo del Día D era abrir un nuevo frente en Europa occidental y liberar a Francia de la ocupación
nazi. Esto permitiría una invasión aliada de Europa occidental y la eventual derrota de Alemania.

LA OPERACIÓN:

El Desembarco de Normandía involucró a más de 150,000 soldados aliados, divididos en cinco playas de
desembarco en la costa de Normandía: Omaha, Utah, Gold, Juno y Sword. La operación fue precedida por un
extenso bombardeo aéreo y naval destinado a debilitar las defensas alemanas y neutralizar las amenazas costeras.
Las fuerzas aliadas desembarcaron en playas que estaban fuertemente defendidas por las fuerzas alemanas. La
playa de Omaha, en particular, fue el lugar de algunos de los combates más intensos y mortales.

A pesar de las dificultades iniciales, las fuerzas aliadas lograron establecer cabezas de playa y comenzaron a
avanzar tierra adentro.

ÉXITO Y LIBERACIÓN:

A lo largo de los días y semanas posteriores al Día D, las fuerzas aliadas continuaron avanzando en territorio
francés y liberando ciudades y pueblos ocupados por los nazis.

París fue liberada el 25 de agosto de 1944, y las fuerzas alemanas comenzaron a retirarse de Francia.

El Desembarco de Normandía marcó el comienzo del fin de la ocupación nazi en Europa occidental y allanó el
camino para la derrota de la Alemania nazi en 1945.

CONSECUENCIAS:

El Día D fue un hito en la Segunda Guerra Mundial y simboliza la determinación y el sacrificio de las fuerzas
aliadas en su lucha por la libertad y la liberación de Europa.

La operación fue un éxito táctico y estratégico significativo, y allanó el camino para la posterior liberación de
Europa y el colapso del régimen nazi.
El Desembarco de Normandía es recordado como uno de los momentos más importantes de la historia militar y un
evento que cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial, llevando a la liberación de Europa occidental de la
ocupación nazi.

EL HOLOCAUSTO
El Holocausto, uno de los episodios más sombríos de la historia de la humanidad, fue un genocidio sistemático
llevado a cabo por la Alemania nazi y sus colaboradores durante la Segunda Guerra Mundial.

EL HOLOCAUSTO:

Origen: Holocausto se refiere al genocidio sistemático de aproximadamente seis millones de judíos, así como a la
persecución y el asesinato de otros grupos, como gitanos, discapacitados, comunistas y disidentes políticos. Fue un
proyecto ideológico nazi basado en la creencia en la superioridad racial aria y el antisemitismo extremo.

Planificación y Ejecución: El Holocausto fue planificado y ejecutado por el régimen nazi bajo el liderazgo de Adolf
Hitler y sus seguidores. Se llevaron a cabo operaciones masivas para deportar, confinar, explotar y asesinar a
personas en una red de campos de concentración y exterminio.

CAMPOS DE CONCENTRACIÓN:

Propósito: Los campos de concentración eran lugares donde se detenía y confinaba a prisioneros políticos,
religiosos, étnicos y otros. Los prisioneros sufrían condiciones inhumanas, trabajos forzados y maltrato. Los campos
de concentración eran utilizados para esclavizar y explotar a los detenidos.

Ejemplos Notables: Auschwitz, Dachau, Buchenwald y Mauthausen son algunos de los campos de concentración
más conocidos. Auschwitz, en particular, fue un complejo que incluía tanto campos de concentración como campos
de exterminio.

CAMPOS DE EXTERMINIO:

Propósito: Los campos de exterminio, como Sobibor, Treblinka y Belzec, tenían un único propósito: el exterminio
sistemático de personas a través del asesinato en masa. En estos campos, se utilizaron cámaras de gas y
fusilamientos para asesinar a cientos de miles de personas.

LAS CONSECUENCIAS:

Revelación de la Barbarie: La liberación de los campos de concentración y exterminio por las fuerzas aliadas al
final de la Segunda Guerra Mundial reveló la verdadera extensión de la barbarie nazi. Las imágenes de los campos
y los testimonios de los sobrevivientes conmocionaron al mundo y dejaron una profunda cicatriz en la conciencia
colectiva.

JUICIOS DE NÚREMBERG: Tras la guerra, se llevaron a cabo los Juicios de Núremberg para juzgar a los líderes
nazis por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio. Estos juicios establecieron un precedente
importante en el derecho internacional.
COMPROMISO CON NUNCA MÁS: El Holocausto impulsó el compromiso global con la idea de "Nunca Más", con
el objetivo de prevenir futuros genocidios y crímenes contra la humanidad. Las Naciones Unidas se establecieron en
1945 en parte como respuesta a las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial.

El Holocausto y los campos de concentración representan una de las páginas más oscuras de la historia y sirven
como un recordatorio perenne de las consecuencias de la intolerancia, el odio y la indiferencia. Su legado es un
llamado a la humanidad para prevenir la repetición de tales atrocidades y promover los valores de la justicia, la
igualdad y el respeto por la dignidad humana.

EL BALANCE DE MUERTES Y DESTRUCCION


El balance de muertes y destrucción durante la Segunda Guerra Mundial fue desgarrador y monumental. Esta
guerra, que se libró entre 1939 y 1945, involucró a naciones de todo el mundo y tuvo un impacto devastador en
términos de vidas humanas perdidas y destrucción material. A continuación, se presenta un resumen del balance de
muertes y destrucción durante la Segunda Guerra Mundial:

MUERTES:

Muertes Militares: Se estima que entre 15 y 20 millones de soldados murieron en combate durante la guerra. Esto
incluye a las fuerzas aliadas y del Eje.

MUERTES CIVILES: El número de civiles muertos es mucho mayor que el de los militares. Se estima que entre 45 y
50 millones de civiles perdieron la vida como resultado directo de la guerra. Esto incluye a personas que murieron
debido a bombardeos, asesinatos, ejecuciones, hambruna y otros efectos colaterales del conflicto.

HOLOCAUSTO: Se estima que seis millones de judíos fueron asesinados como parte del Holocausto, junto con
otros grupos perseguidos como gitanos, discapacitados, comunistas y disidentes políticos.

MUERTES POR HAMBRUNA Y EPIDEMIAS: La guerra causó escasez de alimentos y condiciones insalubres que
llevaron a hambrunas y epidemias. Millones de personas murieron como resultado de estas condiciones.

DESTRUCCIÓN MATERIAL:

CIUDADES Y INFRAESTRUCTURA: Ciudades enteras, incluyendo Londres, Berlín, Tokio y otras, fueron objeto de
intensos bombardeos aéreos que dejaron vastas áreas urbanas en ruinas. La infraestructura clave, como puentes,
CARRETERAS Y FERROCARRILES, SUFRIÓ GRAVES DAÑOS.

INDUSTRIA: La industria de muchos países beligerantes se vio gravemente afectada por los bombardeos y el
conflicto en general. La producción de bienes de consumo y armamentos disminuyó drásticamente en muchas
naciones.

MONUMENTOS HISTÓRICOS: Numerosos monumentos históricos y culturales resultaron dañados o destruidos.


Esto incluye la destrucción de la antigua ciudad de Varsovia y el bombardeo del Museo del Louvre en París.

SECUELAS:

La Segunda Guerra Mundial dejó profundas cicatrices en la psicología y la memoria colectiva de la humanidad. Los
juicios de Núremberg llevaron a la persecución de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, y la
creación de las Naciones Unidas en un esfuerzo por prevenir futuros conflictos de tal magnitud.
En resumen, la Segunda Guerra Mundial se cobró la vida de decenas de millones de personas y causó una
destrucción inmensa en todo el mundo. Este trágico legado continúa siendo un recordatorio constante de los
horrores de la guerra y la importancia de trabajar hacia la paz, la justicia y la cooperación internacional.

ENCUESTA
1 1Cuando comenzó la segunda guerra mundial?
2
2 2Has visto alguna película relacionada a la segunda
guerra mundial?
3
4 3 que lecciones crees que podemos aprender de este
conflicto?
5
6 4 como crees que la segunda guerra mundial debería
ser recordada?
7
GRACIAS POR SU ATENCION.

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