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TRABAJO FINAL DE HISTORIA UNIVERSAL

PRESENTADO POR:

SAMUEL DAVID NATERA ARAUJO

PRESENTADO A:

HECTOR MIGUEL LOPEZ CASTRILLÓN

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MANIZALES

MANIZALES – CALDAS

2020
Influencia de los totalitarismos en la segunda guerra mundial:

La segunda guerra mundial fue un acontecimiento que marcó la historia de la


humanidad, en especial la historia de Europa. Este ensayo buscará realizar un
análisis de los factores que influyeron en el desarrollo de este hecho histórico de
carácter mundial, con énfasis en el origen de los totalitarismos como antecedente
principal al estallido de la Segunda Guerra Mundial, a su vez que los efectos
económicos y sociales que en aquella época facilitaron el ascenso de los gobiernos
radicales, las dinámicas que siguieron y el porqué de su éxito que llevaría a un paso
más allá de la beligerancia.

Para entender el contexto en que se desarrolló la Segunda Guerra Mundial en


necesario hacer especial énfasis en el ascenso de los regímenes totalitarios como
la Italia fascista o la Alemania Nazi de Hitler, sin embargo estos hechos tuvieron
lugar en un entorno muy particular dentro del periodo de entre guerra, además se
debe entender el ascenso de los totalitarismos como un fenómeno más complejo
que se extiende desde el final de la Primera Guerra Mundial, con la toma del poder
bolchevique en la unión soviética hasta más allá de la caída de la URSS, como
acertadamente afirmaba Hanna Arendt (1951).

Para Arendt el totalitarismo contemplaba una nueva forma de gobierno contraria a


la dictadura, el despotismo y la tiranía ya que se construían como estructura política
sólida mediante la propaganda y el apoyo de las masas. Ejercer control total sobre
estas masas determinaría el éxito del régimen totalitario.

No obstante existen factores adicionales que permitieron la eclosión de la Segunda


Guerra Mundial por lo cual se debe realizar un análisis enmarcado en el contexto
Europeo en el que se gestó.

Antecedentes y contexto, el ascenso paulatino de los totalitarismos:

El antecedente primario a contemplar en este análisis es la Primera Guerra Mundial,


la cual se vio marcada por una victoria de los aliados o Triple Entente, cómo se les
llegó a conocer quienes llevaron a cabo un armisticio en el que se vieron involucrado
países como Alemania, Austro-Hungría, Turquía, pertenecientes a la Triple Alianza
y otros como Francia, Reino Unido y Rusia, pertenecientes a la Triple Entente. Este
armisticio se vio materializado en distintos tratados como lo fue el tratado de
Versalles.

Europa luego de una guerra devastadora enfrentaba una terrible crisis económica,
las naciones beligerantes habían quedado en quiebra luego de su inversión e
impulso para mantener la maquinaria de guerra. Para sostener estos gastos
principalmente de endeudamiento los aliados, especialmente Francia y Reino
Unido, decidieron imponer una serie de medidas restrictivas e indemnizatorias a las
naciones vencidas especialmente a su eterno enemigo Alemania.

El Tratado de Versalles estipuló distintas medidas de castigo para las naciones


vencidas, acusándoles principalmente de ser los entes detonantes de la guerra, por
lo cual tanto Alemania como Turquía fueron despojadas de sus colonias y sus
territorios, siendo humillados y condenados a pagar extensas sumas de dinero para
la indemnización y reparación de una Europa destrozada por la guerra. Anexo esto
el Tratado de Versalles trajo consigo la disolución del imperio Austro-Húngaro, que
generó el surgimiento de nuevos países. Estas medidas condenatorias fueron
especialmente severas con Alemania lo que tuvo serias repercusiones sobre este
país ya que entró en una crisis social, económica y política. La alta tasa de huelgas
y el desmonte de las industrias fueron algunas de las causas que fortalecían esta
crisis.

Después de su derrota, Alemania fue privada de los elementos que dinamizaban su


economía, el Estado fue desmontado y su territorio se vio reducido drásticamente,
además de estar sometidos a pagar jugosas indemnizaciones a países como
Francia, Bélgica y Reino Unido.

Tales medidas condicionaron la formación de un resentimiento hacia


la pérdida de territorio nacional así como por el robo de la soberanía
de Alemania y su gobierno, los cuales pasaron a ser controlados por
entes externos como los gobiernos de Francia y Reino Unido así como
la Sociedad de Naciones. Dentro de ese contexto, se comienza a
formar el llamado movimiento "nacionalsocialista" el cual en sus inicios
estuvo dirigido por el Partido Obrero Alemán hasta que el 24 de
febrero de 1920 el partido cambiara de nombre para convertirse
en Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán cuya figura principal
era Adolf Hitler (EcuRed contributors, 2019).

Estas medidas que afectaron directamente a Alemania precipitaron el surgimiento


de movimientos radicales como el Nacionalsocialismo o la reivindicación comunista.
Dos esferas políticas guardaban similitud en cuanto su esmero en superar la crisis
pero contrarias en sus postulados ya que el Nacionalsocialismo promovía de
manera radical el exterminio comunista.

Simultáneamente a la situación en Alemania, se gestaban en otros países crisis


económicas y políticas. Algunas de las más reconocidas serían las ocurridas en
Italia en donde empezaba a resonar el nombre de Benito Mussolini, un reconocido
personaje en la historia Europea, quien fue expulsado del partido socialista por sus
ideales reaccionarios. Mussolini incubó en Italia la semilla del Fascismo, proyecto
que buscaba imponer un régimen totalitario que reivindicara el sentimiento
soberano de una nación. Un designio que procuraba revitalizar, a través de la
retórica y la propaganda, el sentir de un país que alguna vez fue potencia y
extenderse por todo el mundo.

Mussolini impulsa su movimiento penetrando la conciencia del pueblo, procurando


el apoyo a un régimen que busca devolver a la nación la gloria de su pasado
evocando la historia del Imperio Romano. Se induce a las personas a trabajar en
conjunto por un objetivo común, el enaltecimiento de la identidad italiana y la
restructuración de la sociedad bajo este régimen, tal y como lo proponía Mussolini
en uno de sus famosos escritos:

Las doctrinas políticas pasan; las naciones permanecen. Somos libres


de creer que este es el siglo de la autoridad, un siglo que tiende hacia
'el bien', un siglo fascista. Si el XIX fue el siglo del individuo (liberalismo
implica individualismo), somos libres de creer que este es el siglo del
'colectivo', y por tanto el siglo del estado.

La concepción fascista del estado es totalmente incluyente; fuera del


mismo no puede existir ningún valor humano o espiritual, mucho
menos tener valor. Comprendido esto, el fascismo es totalitario, y el
estado fascista - síntesis y unidad que incluye todos los valores -
interpreta, desarrolla y potencia toda la vida de un pueblo. (Mussolini,
1932)

En sus líneas Mussolini nos brinda estocadas de lo que es un régimen totalitario en


su máxima expresión, ideas que en poco tiempo retumbaron en toda Europa y
dieron pie a regímenes como el que empezaba a surgir en Alemania, que para el
momento, al igual que muchos países nacientes en Europa, sufría las
consecuencias de la devaluación de la moneda y las altas tasas de desempleo,
luego de un famoso hecho en la historia de la economía que se conoce como la
crisis del 29.

A su vez, el totalitarismo encontró una importante fuente de combustión para su


ideología como fue el rechazo al comunismo el cual se veía perpetrado
especialmente en la demonización de la imagen de la URSS. El miedo que
generaba un posible ascenso de un país socialista, dio pie al surgimiento e incluso
el apoyo de sectores políticos que promovían poderes radicales y tradicionalistas
como el fascismo a los gobiernos de turno. Luego de la crisis del 29 y el fracaso del
Putsch de Múnich, Adolf Hitler, quien sería la cabeza de ese intento de golpe de
estado. Este mismo personaje escribe en prisión el famoso libro, mi lucha, que
pronto se convertiría en la biblia de la ideología de la Alemania nazi, extractos que
dejaban en evidencia el odio iracundo hacia el marxismo y el judaísmo

En aquella época abrí los ojos ante dos peligros que antes apenas si
conocía de nombre, y que nunca pude pensar que llegasen a tener tan
espeluznante trascendencia para la vida del pueblo alemán: el
marxismo y el judaísmo (…) la democracia del mundo occidental de
hoy es la precursora del marxismo, el cual sería inconcebible sin ella.
Es la democracia la que en primer término proporciona a esta peste
mundial el campo de nutrición de donde la epidemia se propaga
después. (Hitler, 1925)

Hitler forja una ideología basada en fascismo y le imprime un tinte cultural y étnico,
especialmente acuñando un término que sería la raza aria, término que exponía la
supremacía de cierta raza sobre otras, considerando a los eslavos y judíos como
razas inferiores que debían ser exterminados con el fin de luchar por el espacio vital
de la raza aria alemana.

Este germen nacionalista radical se gesta en Alemania e Italia que luego del
ascenso al poder de Hitler y Mussolini, empezará a demostrar las intenciones
expansionistas frente a las naciones subyugadas. No obstante, este interés
particular también se venía gestando en el otro lado del mundo en Japón imperial,
que buscaba replicar el colonialismo de occidente y abalanzarse, a partir de la
fuerza, sobre las naciones débiles que le aportaran materias primas para el
desarrollo de su industria. Es así como se gestan Estados ansiosos de poder que
irán escalando en sus agresiones, sin tener mayor respuesta de las sociedades de
naciones caracterizadas por su pasividad, algunas veces por el miedo que
representaba el comunismo y en otros aspectos temerosos de volver a iniciar una
nueva guerra mundial.

Estallido de la guerra:

Alemania se había recuperado en su economía, reactivó la producción industrial, y


la tasa de desempleo disminuyo. Sin embargo el expansionismo impulsó un voraz
apetito imperialista en Hitler, si bien la economía mundial se estaba reactivando,
Alemania buscaba retomar el poder y su dominio en toda Europa, incluso
contemplando la idea del mundo.

El 1 de septiembre de 1939 los alemanes invaden Polonia, iniciando dando paso al


primer acontecimiento importante de la Segunda Guerra Mundial, junto a los
soviéticos condenan la derrota de Polonia, La aplastante victoria de Hitler, luego de
la caída de Francia y la zona del Benelux, la sitúa como la potencia dominante en
la región, los alemanes masifican su maquinaria de guerra y de producción industrial
siendo los mayores exportadores a sus países vecinos, sin embargo luego de la
invasión soviética, la industria alemana empezó a presentar síntomas de desgaste
debido al conflicto que debía soportar contra el gigante comunista. La declaración
de guerra de Alemania, Italia y Japón a EEUU, marcaría un antes y un después en
la Segunda Guerra Mundial, si bien apenas empezaba la lucha en el pacifico, en el
frente europeo, la posición decantará a favor de los aliados, la obstinación de Hitler
condeno a la Alemania Nazi a la derrota total, EEUU era un gigante industrial que
aún no había entrado a operar en su totalidad en la Segunda Guerra Mundial,
quedara plasmado en los anales de la historia que las alianzas que realizó Alemania
en la Segunda Guerra Mundial, resultó ser un uno de los más graves errores que
cometió Hitler, debido a la carga innecesaria que generaba la Italia de Mussolini y
la filtración que generaba la alianza japonesa, luego de la entrada en el conflicto de
EEUU, la Alemania nazi empezaría a decaer. Sin embargo, la caída de Hitler y
Mussolini no implicó el descenso del totalitarismo. Los regímenes totalitarios y
fascistas bajo la figura de un dictador van a seguir vigentes, esta vez bajo una tutela
distinta y una ideología marcada por el comunismo. El aparato totalitario juega un
papel trascendental en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.

Es por esto que luego de la caída de Berlín se erigieron nuevos regímenes


totalitarios, como lo fue el gobierno comunista de Mao Tse Tung en China, o el
gobierno comunista de Corea de Norte. Persistiendo incluso en la actualidad, los
regímenes totalitarios resultan imprescindibles en la historia de la humanidad.

Reflexión:

La influencia de los totalitarismos en la Segunda Guerra Mundial resulta ser uno de


los caracteres detonantes de este conflicto histórico. Sin el Fascismo de Mussolini
y el Nazismo de Hitler habría sido casi imposible levantar a Alemania de entre las
ruinas. Un ascenso que se dio mediante un régimen con un discurso enfocado en
el progreso como potencia mundial pero que tenía un trasfondo racista y violento.
Un trasfondo que acabaría con la vida de millones de personas inocentes y que
convertiría al Nazismo en el principal precursor de la Segunda Guerra Mundial. Esto
por mencionar algunas de las oscuras secuelas de este hecho histórico, pero cabe
mencionar que el resultado de este conflicto de carácter mundial va mucho más allá
de los hechos de infortunio en cuanto a perdidas estructurales y vidas humanas.

La Segunda Guerra Mundial abrirá una nueva etapa de revolución social que se
gestó a través de los totalitarismos y que de manera indirecta permitió grandes
avances sociales, políticos y económicos en el mundo. Acontecimientos como la
búsqueda de descolonizar las naciones que estaban colonizadas por las potencias
europeas, fenómenos específicos que ocurrieron en Egipto y Asia, que derivan en
conflictos como la Guerra de Vietnam, la independencia de la India y de Indonesia
y el nacimiento de conflictos nacionalistas que lograrían la independencia de países
como Egipto, esto por nombrar sólo algunos de los hechos que fueron consecuencia
de la Segunda Guerra Mundial en el continente Asiático. Otra de las consecuencias
de la Segunda Guerra Mundial, que tiene repercusiones en la actualidad, fue la
caída flagrante del dominio colonial de las potencias europeas, y esto marcará la
supremacía en las dinámicas económicas y geopolíticas de EEUU, que se alza
como la superpotencia más poderosa del mundo y día a día lucha por mantener su
puesto frente a las potencias económicas.

Bibliografía
Arendt, H. (1951). Los origenes del totalitarismo (1998 ed.). (H. B. Jovanovich, Ed., & G. Solana,
Trad.) Madrid: Grupo Santillana de Ediciones. Obtenido de
https://xosea.files.wordpress.com/2014/04/arendt-los-origenes-del-totalitarismo.pdf

EcuRed contributors. (03 de Abril de 2019). Segunda Guerra Mundial. Obtenido de Ecured:
https://www.ecured.cu/index.php?title=Segunda_Guerra_Mundial&oldid=3326636

Esquirol, J. M. (s.f.). HANNAH ARENDT Y EL TOTALITARISMO: IMPLICACIONES PARA UNA TEORÍA


POLI TICA. Obtenido de
https://www.raco.cat/index.php/Convivium/article/download/73280/98713/0

Hitler, A. (1925). En Mi lucha (pág. 38). Skla .

Mussolini, B. (1932). El facismo no retrocede. En La doctrina del facismo (pág. 14). Italia: Editorial
Kamerad.

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