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Patagonia en
primera persona
Por eso, le preguntamos a quienes han sido protagonistas de viajes en esta recóndita
región. Personas que, como tú, se vieron atraídas por su salvaje encanto.
Esta guía contiene los testimonios de un viejo “lobo de mar” y viajeros que practican
el slow travel. Toma nota de sus consejos y vivencias para que los pongas en práctica
cuando estés recorriendo estas tierras patagónicas.
Testimonios
Afirma que lo que más disfruta de su trabajo es navegar por los canales, que son
más tranquilos que el mar abierto, pero con su toque de adrenalina.
“Al navegar en mar abierto nos podemos encontrar con frentes de mal tiempo. Es
común que se formen en el océano, ya que vienen desde la Antártica y luego se
juntan con la alta caliente del Pacífico y así se forman las lluvias y vientos fuertes,
que son peligrosos en alta mar”, dice.
En cambio, asegura que recorrer los canales en ferry es una experiencia más
tranquila, aunque haya viento. “Para mí, como capitán, es un poco más arriesgado
andar por los canales, ya que los lugares son más estrechos, pero esa adrenalina es
lo que a mí y gran parte de los turistas les encanta”.
El capitán Nelson relata que “desde que zarpa de Puerto Montt ves los canales
de Chile, logrando apreciar la Isla Grande de Chiloé, el volcán Osorno al salir, el
Calbuco, el Golfo del Corcovado y al pasarlo, te encuentras con el Melimoyu, que
es un estratovolcán con una caldera quemada de 40 km al noroeste de Puerto
Puyuhuapi”. Todos estos paisajes son realmente impresionantes, recalca.
Después del Melimoyu, el ferry entra por el canal Moraleda, ofreciendo una vista
inigualable de 90 millas de largo de aguas chilotas surcadas por las Islas Guaitecas
y el Archipiélago de los Chonos.
“La gente aprecia todo el entorno y cuando tienes un lindo día ves la Cordillera de
la Costa y al otro lado la Cordillera de los Andes y por otro lado ves islas. Lo lindo de
esta zona es que el paisaje es siempre distinto; puede haber niebla, sol, un arco iris,
etc”.
Según el portal nacional Ruta Chile, el Bajo Cotopaxis está ubicado en el Canal
Messier, frente a la Isla Williams, donde a principios de 1889 encalló la nave inglesa
“COTOPAXI”. En el extremo norte del Bajo Cotopaxis es donde esta varada la nave
ex “Capitán Leonidas”, donde se instaló en su cubierta un reflector de radar y faro
indicando el peligro a la navegación”
Nelson afirma que efectivamente “chocó un buque llamado Cotopaxis hace dos siglos
atrás y ahora el área se llama Bajo Cotopaxis y la nave varada, Capitán Leonidas”.
Pasado a la angostura está Puerto Edén, que es una encantadora villa de pescadores
de no más de 100 habitantes, donde todavía residen kawésqar, un pueblo indígena
canoero de quienes hay vestigios que datan de 6.000 años atrás, según informa el
sistema de gestión de protección cultural chileno Sigpa.
Ahora que ya sabes en qué consiste la mayor parte de la ruta por el ferry que recorre
los fiordos de la Patagonia entre las ciudades de Puerto Montt y Puerto Natales,
esperamos que te decidas a venir al sur de Chile y vivir una experiencia de ensueño
y en contacto con la naturaleza.
Justamente eso fue lo que más disfrutó Raquel, que viajó junto a sus dos hijos y
marido en el tramo en ferry entre Puerto Montt y Puerto Natales de 4 días y 3
noches.
Ellos optaron por este tipo de transporte porque les permitía ver paisajes increíbles
y aprovechar mejor el tiempo. Lo que más les llamaba la atención era el hecho de ir
a lugares no tan populares y estuvieran prácticamente aislados; resultó que durante
toda la ruta, el punto donde vieron más personas fue en el pequeño poblado de
Puerto Edén.
“Con ese tiempo en mente decidimos dónde íbamos a ir para ver lo máximo, sin
ser demasiado agotador. En ese sentido, después de haber hecho backpacking por
varios días, el ferry es una manera de descansar. Además es una alternativa al avión,
desde donde no puedes ver todos esos paisajes”, comenta Raquel.
Estilo de viaje
Aunque les gusta mucho mochilear, Raquel y su esposo viajaron por primera vez a
bordo de un ferry con los niños. Por lo general, prefieren lugares versátiles donde
hacer caminatas, dormir en carpa y ver paisajes naturales, pero también alternar
con visitas ciudades.
Cuando buscan alojamiento, siguen la misma línea; suelen dormir en carpa, pero
también se quedan en bed & breakfast, Airbnb, hostales, etc. Fue así como en Puerto
Natales optaron por un bed & breakfast por unos días, para luego hacer senderismo
por tres días alojando en carpa.
Para Raquel, esta ruta por la Patagonia chilena la involucró con el ambiente que
la rodeaba y se desconectó del resto. “Le sirve mucho a gente que tiene rutinas
extenuantes. Arriba del ferry es una sensación de pausa. El hecho de frenar, descansar
y llenarte de las vistas o de la energía que te puede dar ese lugar es maravilloso.
Aunque no hay contacto directo con la naturaleza - porque no llegas a bajar y hacer
trekking- el hecho de estar completamente aislado es un descanso”, dice.
También agradece que fuera posible desconectarse del mundo a bordo del ferry.
“Arriba no tienes internet, teléfono, nada. Ahora con la tecnología, estás todo el
tiempo viendo dónde estás o buscando qué animal es el que viste. A mí me encanta
el hecho de estar desconectada”, añade.
Tanto por ella como por los niños, el objetivo del viaje fue ver pingüinos y ballenas.
Las aguas de la Patagonia chilena son es un excelente lugar para avistar a este tipo
de animales, sobre todo después del más reciente descubrimiento de una nueva
especie de orca, según informa la BBC.
La ruta de los fiordos de Navimag ofreció a esta familia de viajeros vistas desconocidas
por muchos, desconexión del mundo exterior y una calma absoluta que les ayudó a
disfrutar al máximo la aventura.
¿Te imaginas realizando tus posturas de yoga en la proa de un ferry, con la naturaleza
inigualable de la Patagonia de fondo? Moira nos cuenta cómo lo hizo.
Yoga es sinónimo de paz, tranquilidad y silencio. Sus movimientos son suaves pero
firmes, y sus practicantes requieren de gran concentración para lograr que sean
perfectos.
¿Pero cómo mantener esta paz y tranquilidad que requiere su ejercicio cuando se
viaja a bordo de buses, aviones y automóviles? Es casi imposible.
Diferente es cuando se hace en ferry. Esto motivó a Moisa (64 años), una eslovena
quien lleva más 23 años residiendo en Chile y practicante de yoga, para recorrer la
Patagonia junto a su pareja a bordo de un ferry de Navimag.
“Quise viajar en ferry para tener la experiencia de viajar en barco, para conocer el
mar y los canales de Chile”, dice Moisa. También la motivó contar con el espacio y el
apoyo para seguir practicando su rutina de ejercicios en la embarcación.
Instalada hace algunos años en San Pedro de Atacama, en pleno norte chileno, para
dedicarse al turismo, Moisa y su pareja tienen un hostal y se dedican al turismo.
Después de años de arduo trabajo, decidieron tomar un descanso, alejarse del
desierto un rato y conocer el otro extremo del país.
Pero Moisa no quería perder la rutina de yoga que practica todos los días. Por eso
valoró el hecho que en el ferry hubiera clases de yoga y le permitieran practicarlo
en la cubierta.
“Soy una practicante de yoga habitual. Por eso me parece muy interesante que se
haya implementado una clase a bordo, ya que este viaje es largo. La gracia de esta
disciplina es que es de menos impacto y es una excelente práctica corporal. Acá en
el barco lo practicamos cuando el tiempo es bueno y ayuda mucho a despejar la
mente”.
Es más, la paz y tranquilidad que ofrece el viaje a ritmo lento del ferry le facilitaron la
concentración para hacer los ejercicios. “(Al principio) es difícil acostumbrarse a estar
abordo porque uno no tiene las típicas distracciones de siempre, como Internet,
música, o el mismo teléfono. Cuesta desconectarse y enfocarse en este nueva
experiencia. Pero después de un tiempo uno empieza a disfrutar esta desconexión.
Es una muy buena experiencia, el hecho de estar tranquila y mirar el mar a un ritmo
lento”, sostiene.
Bien lo sabe Moisa, quien a sus 64 años lo practica con una facilidad envidiable. “Me
sirve para mantener el cuerpo ágil, para tener mejor salud en las distintas partes del
cuerpo. Para mí es una práctica indispensable. Además, me hace sentir más joven,
fuerte y vital”.
Claramente, Viajar en ferry por los fiordos y canales de esta remota región es una
experiencia inigualable por sus espectaculares vistas. Es también un espacio ideal
para practicar yoga mientras el barco avanza lentamente por las tranquilas aguas,
sin apuro, a su ritmo.
Te damos la absoluta seguridad que si planeas bien tu viaje por la Patagonia, podrás
tener una de las mejores experiencias de tu vida.
¿Quieres viajar sin apuros? Conoce más la vivencia de estos dos solo travelers
suizos que apostaron por el ferry para continuar su viaje por América.
Gabriella Hummel (28) y Sandro Alvarez (39) son una pareja de viajeros suizos que
llevan más de dos años recorriendo América. En su cuenta de Instagram Vanabundos
muestran parte de las aventuras que viven en este recorrido arriba de “Luz”, una
antigua furgoneta que se trasformó en su casa.
Su estilo de viaje es lento o, en inglés, “slow travel”, que como explica el Robb Report,
es vivir realmente las experiencias. Se toman el tiempo necesario para disfrutar de
los lugares que visitan y conocer a su gente. Para darse este lujo, ahorraron dos
años antes de hacer el viaje y también trabajan de manera remota para clientes en
Suiza.
En una entrevista con ellos, rescatamos los mejores consejos para aprovechar al
máximo este hermoso destino. Agrupamos sus respuestas en 5 temas.
Sandro: “Nosotros no nos habíamos dado cuenta que preferíamos viajar lento. Nos
dimos cuenta después de un año y medio, cuando estábamos en México. El slow
travel permite ver y disfrutar más del lugar y de la gente. Si estás manejando todo el
tiempo, solamente verás la carretera”.
Gabriella: “Lo que también me gustó mucho fue la gente. Los guías fueron muy
atentos en cada momento y la comida también nos encantó. Nosotros somos
veganos, así que siempre es un poco difícil, pero estuvo muy rico porque tenían
opciones para nosotros. Por otro lado, también me gustó que el barco no sea nuevo,
porque tiene carácter, historia”.
Gabriella: “Me gustaron las charlas sobre los animales y la ruta que estábamos
haciendo. También jugar al bingo, visitar al lugar donde está el capitán y por supuesto,
practicar yoga”.
Sandro: “Si te subes al ferry, recomiendo llevar pastillas contra el mareo. También
abrigo para el viento, porque a veces hace un poco frío, y libros para aprovechar el
tiempo y tranquilidad para leer”.
En resumidas cuentas, el slow travel permite conocer mucho más a fondo un destino.
Así lo asegura esta pareja de suizos que destinó alrededor de seis meses para viajar
por la Patagonia chilena y argentina.
Uno de los aciertos de su travesía fue tomar el ferry que recorre los fiordos de la
Patagonia, entre las ciudades de Puerto Montt y Puerto Natales. Esto les permitió
conocer una perspectiva de la zona, que hubiera sido imposible ver a través de otro
medio de transporte. En este barco pudieron subir cómodamente la camioneta que
fue su casa durante esta larga travesía.
El trayecto en ferry ofrece algunas de las vistas más hermosas de Patagonia. Asegúrate
de tener la cámara a tu lado en todo momento para capturarlas.
En esta guía salimos un poco de los lugares clásicos - como los cuernos de las Torres
del Paine o las Capillas de Mármol-, para recomendarte otros paisajes que, aunque
no son tan conocidos internacionalmente, vale la pena que captures con tu cámara
fotográfica.
Uno de ellos es la vista hacia el Muelle Histórico, también conocido como Muelle
Braun & Blanchard, donde antiguamente se embarcaba el ganado ovino.
Río Baker
En la página de turismo Faro Travel eligieron 12 imágenes que explican por qué la
Patagonia es uno de los lugares más lindos del mundo.
En el primer lugar está el Río Baker, al sur de la región de Aysén. Este es un lugar muy
cotizado por quienes practican la pesca con mosca y el kayakismo. Se caracteriza
por estar rodeado de abundante vegetación y aguas color turquesa.
Para el fotógrafo belga Jan De Roos, quien pasó más de un año explorando la
Patagonia, este lugar es uno de sus favoritos; visita una galería con parte de su
trabajo fotográfico en el sitio Ladera Sur.
Glaciar Grey
Una de las menciones honrosas del 4º concurso de fotografía de la revista Patagon
Journal es la imagen del interior del Glaciar Grey, una impresionante masa de hielo
ubicada en el Parque Nacional Torres del Paine.
En este mágico lugar puedes practicar actividades como caminata sobre hielo. Pero
lamentablemente esta masa de hielo antártico sufre una importante disminución
de su superficie; observa cuánto ha retrocedido el glaciar Grey por el deshielo en
este monitoreo del portal Glaciares Chilenos.
Así que toma tu cámara y planifica tu viaje a la Patagonia para capturar su esencia
en maravillosas fotografías.
Cuando planifiques tu ruta, considera los consejos que ofrecen estos personajes
sobre qué lugares visitar y dónde vale la pena sacar la cámara y dónde contemplar
con tus propios y en silencio las maravillas que te rodean.
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