Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Entre 1884 y 1899, el Estado y la sociedad peruana se abocaron a la reconstrucción del país.
Cáceres culminó su gobierno con éxito y logró que el candidato oficialista, Remigio Morales Bermúdez,
fuera elegido presidente. Durante este gobierno (1890- 1894), la Peruvian Corporation terminó los
tramos de los ferrocarriles según los acuerdos a los que se había comprometido. Poco antes de que
culminara su gobierno, Morales Bermúdez falleció, por lo que fue sustituido por su vicepresidente,
quien convocó a nuevas elecciones que dieron como ganador a Cáceres. El proceso electoral fue
ampliamente cuestionado, pues se sospechaba que había ocurrido un fraude para favorecerlo
FUENTE E La revolución de 1895
Después de que Cáceres asumiera el poder por segunda vez en 1894, las protestas contra el Gobierno se
multiplicaron. Se formó entonces la Coalición Nacional, integrada por el Partido Demócrata –liderado por Nicolás
de Piérola y la Unión Cívica constituida por algunos civilistas, que manifestó su rechazo al militarismo. En marzo de
1895, Piérola ingresó a Lima y se produjo un sangriento combate que dejó más de mil muertos Doc. 12. Ante esta
situación, los diplomáticos extranjeros lograron que se firmara una tregua. Poco después, Cáceres salió al exilio.
Tras organizarse rápidamente nuevas elecciones, Piérola resultó elegido presidente con apoyo de los civilistas.
Piérola consolidó la alianza demócrata civilista, que puso las bases de un proceso de modernización
del Estado Doc. 13. Para ello, aplicó reformas orientadas a profesionalizar la administración pública
y concentrar en el Gobierno central las responsabilidades dispersas de instituciones en todo el país.
Para los pierolistas, la firma del Contrato Grace significaba –como antes fuera el sistema de
consignación de la venta del guano la entrega de los recursos nacionales al capital extranjero y
una intromisión en la soberanía nacional. [...] En este sentido, la nueva batalla de los pierolistas
significaba retomar la lucha emprendida veinte años atrás por la facción señorial contra los
intereses de la burguesía comercial, que había controlado la explotación del guano. [...] En ese
sentido, al igual que en otras partes de América, la facción terrateniente resultaba
“nacionalista” [...] en tanto era anticapitalista. En cambio, la burguesía limeña se presentaba
“extranjerizante”, en cuanto perseguía incorporarse plenamente al circuito capitalista
internacional. El apoyo de la mayoría de los civilistas a la firma del Contrato Grace se ceñía a
consideraciones pragmáticas. Para ellos, la suscripción del contrato significaba que el país, y los
exportadores en particular, podrían recuperar su perdido crédito internacional. Además, el
arreglo con los tenedores de bonos venía a levantar la dura carga del servicio de la deuda
externa, dando al Gobierno la capacidad de dedicar sus exiguos ingresos a asegurar la paz
social, la integración territorial del país y la inserción en el mercado internacional. Por último,
el arreglo de la deuda externa debía asegurar el reingreso de capitales extranjeros en apoyo de
la recuperación económica del país. (Cotler, 1992, p. 131)