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M 23
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El pretensado como sistema constructivo provocó una revolución en las técnicas de construcción de
estructuras del siglo XX. Desde entonces el hormigón, como material pétreo, ha pasado de ser un
material inerte que resiste las acciones externas, a ser un material activo, que se anticipa tensionado a
las distintas fases del proceso constructivo para encontrar las soluciones estructurales más novedosas.
Se creó un nuevo lenguaje constructivo.
Los aceros para pretensado, en sus múltiples variantes, y los sistemas de pretensado, son una parte
fundamental en la aplicación efectiva de estas técnicas para el hormigón y para otros materiales
constructivos. En la actualidad se utilizan sistemas para pretensado con diseños conceptuales
tradicionales junto con sistemas profundamente innovadores que se adaptan a las nuevas necesidades
constructivas.
En el intervalo en que se ha desarrollado este documento se ha modificado la normativa EHE y por tanto
se ha adaptado a ella y se han hecho referencias a normativas Europeas. En las nuevas normativas se
incide cada vez con mayor intensidad a los procesos de control de calidad y a la durabilidad de las
estructuras.
Queremos transmitir nuestro agradecimiento y reconocimiento por el trabajo realizado por los dos
coordinadores del documento José Quereda inicialmente y Jaime C. Gálvez más adelante, sin cuyo
conocimiento y dedicación habría sido imposible que este documento se hubiera podido realizar.
Esperamos que este documento permita acercarse a la técnica del pretensado a los profesionales
menos habituados a su uso y que de esta forma llene un ámbito que nos parece de la mayor
importancia.
Muchas de esas soluciones incorporan elementos estructurales en las que el hormigón pretensado
aporta ventajas indudables por su menor consumo de materiales, por el mejor aprovechamiento de las
características propias de cada uno y por la rapidez de los procesos de ejecución en bastantes casos.
La Monografía que se presenta tiene como principal objetivo divulgar las características y posibilidades
que la armadura activa ofrece a los proyectistas y constructores al emplear sistemas de pretensado y
postesado. Aparece, en opinión de los autores, en un momento muy oportuno, tras varios años de
vigencia de la EHE-08, en un momento en el que se culmina el proceso de unificación y armonización de
Reglamentos e Instrucciones en la Unión Europea. Además, la entrada en vigor de Marcas voluntarias y
los Distintivos Oficialmente Reconocidos hace necesario el conocimiento que subyace en las distintas
especificaciones y exigencias que se proponen a los materiales.
Con este fin, la Monografía se ha estructurado por Capítulos, que, siguiendo un orden didáctico, parte de
una breve presentación de los sistemas de pretensado y continúa con los tipos de acero utilizados y las
Normas para su identificación, explicando sus características técnicas y mecánicas, fundamentales para
conocer las posibilidades que ofrecen estas soluciones.
Se incorpora un capítulo relativo al control de calidad de los productos y sistemas con una exposición de
la situación actual de la Normalización y Certificación a nivel general y en relación con la EHE, seguido
de un capítulo relativo al mantenimiento necesario para conseguir la estabilidad en el tiempo de las
prestaciones y comportamiento que se han previsto en el proyecto.
Por último, se presentan, brevemente, algunas realizaciones ejecutadas en los últimos años en
diferentes estructuras de ámbitos muy diversos, y una bibliografía extensa, precisa y actualizada de los
diferentes aspectos contenidos en el texto de la Monografía.
Se incorporan al final del texto unos Anejos que suponen unos ejemplos prácticos, y reales, relativos a la
cuantificación de las Pérdidas, Tensiones de Tesado y Transferencia de Tensiones, que contribuyen a
completar el carácter de documento orientado a la divulgación y aplicación de las posibilidades del
Hormigón pretensado.
1 Sistemas de pretensado
1.1 Introducción
De acuerdo con la Instrucción EHE-08 (art. 20.1) se entiende por pretensado la aplicación controlada de
una tensión al hormigón mediante el tesado de tendones de acero. Los tendones serán de acero de alta
resistencia y pueden estar constituidos por alambres, cordones o barras. La Instrucción EHE-08 no
contempla otras formas de pretensado.
De acuerdo con la situación del tendón respecto a la sección transversal de hormigón, el pretensado se
denomina:
De acuerdo con el momento de tesado respecto al hormigonado del elemento, el pretensado puede ser:
Desde el punto de vista de las condiciones de adherencia del tendón, el pretensado puede ser:
Adherente: este es el caso del pretensado en el que en situación definitiva existe una adherencia
adecuada entre la armadura activa y el hormigón del elemento.
No adherente: este es el caso del pretensado con armadura postesa en el que se utilizan como
sistemas de protección de las armaduras, inyecciones que no crean adherencia entre ésta y el
hormigón del elemento.
La Figura 1.1 muestra el esquema básico de un sistema de postesado con un tendón. Consta de dos
zonas de anclaje en los extremos, una o varias zonas de empalme (si fueran necesarias, al construir la
estructura por fases) y de la zona entre anclajes y/o empalmes, que se denomina longitud libre.
Los distintos sistemas de pretensado que existen en el mercado tienen como objetivos principales
ofrecer productos que garanticen la transmisión y anclaje de las fuerzas de pretensado, así como la
durabilidad de los mismos, durante toda la vida de servicio de la estructura. En este capítulo se
presentan y describen los sistemas de pretensado y postesado, así como los elementos que los
constituyen.
Junta constructiva
Zona de anclaje Zona de anclaje
D = Drenaje
V = Purga
G = Tobera inyección Zona de empalme
C = Empalme
S = Anclaje
P = Re-inyección
El límite elástico fy estará comprendido entre el 0,88 y el 0,95 de la carga unitaria máxima fmáx.
El alargamiento bajo carga máxima, medido sobre una base de longitud igual o superior a 500
mm, no será inferior al 3,5 por 100.
El módulo de elasticidad tendrá el valor garantizado por el fabricante, con una tolerancia de ± 7
por 100. Se puede tomar como módulo de elasticidad aproximado 195.000 N/mm2.
La relajación a las 1.000 horas a temperatura de 20º ±1ºC, y para una tensión inicial igual al 70
por 100 de la carga unitaria máxima real, no será superior al 2,5 por 100.
El valor medio de las tensiones residuales a tracción del alambre central deberá ser inferior a 50
N/mm2 al objeto de garantizar un comportamiento adecuado frente a corrosión bajo tensión.
En función de los criterios de proyecto se puede elegir entre instalar tendones de postesado no
adherente, es decir cordones engrasados y enfundados unitariamente con tubos lisos de polietileno, o
colocar tendones de postesado adherente, de forma que los cordones se enfilan desnudos dentro de una
vaina global que puede ser metálica o de polipropileno.
Para garantizar que la cuña ancla bien al cordón se debe eliminar el enfundado del cordón en la zona de
la placa de cuñas. En las Figura 1.2 a Figura 1.5 se muestran los tipos de anclajes más comunes. Estos
pueden ser activos, se tesa desde ellos, pasivos accesibles, es decir, no se tesa desde ellos pero no
quedan embebidos en el hormigón, pasivos no accesibles (embebidos en el hormigón) y acopladores,
tanto fijos como flotantes.
En todos los casos se debe definir, en colaboración con el suministrador del sistema, la armadura de
refuerzo junto a las cabezas de los anclajes. Esta podrá estar formada por una hélice, cercos circulares o
rectangulares, etc.
Los anclajes, además de los elementos estructurales antes descritos, constan de una serie de
accesorios que facilitan, por ejemplo, la instalación de los mismos, ya que conectan el anclaje al
encofrado, caperuzas, que impiden la entrada de agua o suciedad, trompetas, etc.
Acoplador fijo
Acoplador flotante
Los elementos estructurales de los anclajes son iguales a los de los anclajes de cordón no adherente, es
decir están formados por las siguientes piezas:
Cuñas
Placa de cuñas
Culata o placa de reparto.
En los anclajes pequeños, desde 1 a 5 ó 7 cordones, la placa de cuñas y la de reparto se suelen fundir
en una sola pieza, tal y como se ha dicho más arriba. A partir de 5 ó 7 cordones suelen ser piezas
diferenciadas.
C
D A
14 1 14
8
4
B
7
13 5 113
9 17 B
17 18 16
11
300
10
2
6 12 3
15 17
Figura 1.8. De
espiece tipo de
d anclaje.
En las ssiguientes im
mágenes se muestran fottos de los distintos
d s de anclajees y se indica el número
tipos o
aproxima ado de cordoones que pue
eden alojar.
Figura 1.10. A
Anclaje con vaina plana.
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MON
NOGRAFIA ACHE
A GT 2//1 “Armadurras activas””
Figura
F 1.12. Anclaje mon
nocordón.
Figura 1.13. A
Anclaje flotante cerrado.
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MON
NOGRAFIA ACHE
A GT 2//1 “Armadurras activas””
Vaina A
Acoplador dones aprox
Nº de cord x.
Circu
ular Plana Fijo Flottante Mínimo Máximmo
5 > 37
7
Uso habiitual: Empalm
me de cordon
nes ya tesad
dos en una primera
p fase
Figura
F 1.14. A
Anclaje acop
plador fijo.
Vaina A
Acoplador Nº de corddones aproxx.
Circu
ular Plana Fijo Flottante Mínimo Máximmo
1 > 27
7
Uso habiitual: Empalm
me de cordon
nes no tesad
dos previame
ente en una primera fasee
Figura 1.15. An
nclaje acoplador flotante.
Figura 1.16
6. Anclaje adherente.
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MONOGRAFIA ACHE GT 2/1 “Armaduras activas”
Las barras se suministran con longitud de hasta 30 m, aunque lo habitual es que tengan longitudes
máximas de 12 m. Cuando la longitud del tendón es mayor que la de la barra, éstas se empalman con
manguitos.
En la actualidad existen dos tipos de barras de postesado: las lisas y las corrugadas (véase
Figura 1.18). Las barras lisas se emplean sobre todo en tendones muy cortos ya que su rosca fina (sólo
en los extremos de la barra) disminuye las pérdidas por acoplamiento entre roscas. Existen dos
2
diámetros comerciales que son 32 y 36 mm, con unas características mecánicas de 950/1.050 N/mm ,
en donde el numerador es el límite elástico y el denominador la carga unitaria máxima.
Las barras corrugadas se emplean cuando se necesita transmitir las fuerzas de pretensado por
adherencia en una longitud mínima. Además la corruga forma una rosca continua muy resistente, que
permite empalmar barras o anclarlas mediante placas de reparto en cualquier posición de las barras. En
el caso de las barras corrugadas sólo existe igualmente un tipo de acero, que es el 950/1.050 N/mm2,
pero un mayor rango de diámetros (26,5, 32, 36, 40 y 47 mm)
El art. 34.4 de EHE-08 especifica las características mecánicas que deben cumplir las barras de
pretensado, que difieren respecto a las de los cordones, especialmente en el requisito de relajación.
Los valo
ores de relaja
ación para un
na carga de 0
0,7fmáx duran
nte 1.000 h son
s inferioress al 3%.
plitudes de te
Las amp ensiones 2a y 2,0·106 cicclos para las
s barras y sus accesorioss son:
D
Diámetro Barra para
p 0 = 0,7ffmáx Tuerc
cas y manguiitos Mangguitos transición
parra 0 = 0,6fmááx paara 0 = 0,6fmáx
m
2 2 2
[mm] [N/mm ] [N/mm ] [N/mm ]
32 200 98 78
36 200 98 78
Diámettro T
Tuerca esférica Mang
guito Placca de reparto
o
Long
gitud E/C Longitud Diámetro Lados Espeesor
[mm] [mm] [mm] [mm] [mm] [mm]x[mm
m] [mm
m]
32 46 55 110 60 140x1800 40
0
36 60 65 160 68 150x2200 50
0
Tabla
T 1.4. Dim
mensiones accesorios.
a
Figu
ura 1.19. Ancclaje con tue
erca esférica.
1.3.2 Barra co
orrugada
a
A contin
nuación se resumen las s principaless caracterís
sticas geomé
étricas y meecánicas de
e las barrass
corrugad
das y de sus accesorios:
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MONOGRAFIA ACHE GT 2/1 “Armaduras activas”
Los valores de relajación para una carga de 0.7fmáx durante 1000 h son inferiores al 3%.
Las amplitudes de tensiones 2a y 2,0·106 ciclos para las barras y sus accesorios son:
Figura 1.20. Anclaje con tuerca esférica y empalme de barras mediante manguito.
Con este procedimiento se fabrican, entre otros elementos, losas alveolares, viguetas, semiviguetas,
vigas de dimensiones y secciones muy distintas (rectangular, doble T, cajón, etc).
La Figura 1.22 muestra el esquema un banco de prefabricación universal, con los correspondientes
desviadores de los tendones. Estos bancos pueden alcanzar longitudes de 100 a 200 metros. La Figura
1.23a muestra la foto de un banco con los tendones. La Figura 1.23b muestra la foto de un banco con los
elementos hormigonados cubiertos con lona y sometidos a un tratamiento térmico.
La Figura 1.24a muestra el bloque de anclaje de una mesa de pretensado. La Figura1.24b muestra los
los tendones anclados mediante un sistema de barrilete y cuña.
a) b)
a)
b)
La Figura 1.25 muestra el esquema de una máquina de encofrado deslizante, conocida habitualmente
como “ponedora”, que permite fabricar sin moldes fijos. La Figura 1.26 muestra la foto de una máquina
extrusora, empleada para la fabricación de losas alveolares.
Con el fin de mejorar la adherencia acero-hormigón los alambres de armadura adherente pretesa están
grafilados, tal y como muestra la Figura 1.27. La Tabla 1.8 muestra las dimensiones de la grafila.
La enfiladora suele estar formada por un tren de rodillos accionado eléctrica o hidráulicamente. El tren de
rodillos empuja uno a uno a los cordones dentro de la vaina. En la Figura 1.28 se muestra un tren de
rodillos tipo.
Los gatos de tesado también se accionan hidráulicamente y suelen tener carreras de pistón de hasta 300
mm. Para disminuir las pérdidas por penetración de cuñas se instala en su nariz un sistema de clavado
de cuñas, que se acciona tras el tesado.
Todos los gatos deben pasar periódicamente ensayos donde se controla el rozamiento interno del mismo
y la fuerza real transmitida a los cordones. También es necesario controlar la presión que entrega la
central hidráulica al gato mediante manómetros patrón. En las Figuras 1.29 a 1.31 se muestran distintos
tipos de gatos tanto para cordón como para barra.
La inyección de los tendones garantiza la durabilidad del tendón y la adherencia del cordón con el resto
de la estructura y es, por tanto, una operación de indudable importancia. Esta se ejecuta con máquinas
que mezclan el agua con el cemento y los aditivos hasta formar una mezcla homogénea, que es
bombeada desde los puntos bajos del tendón.
Por último respecto a los equipos, resaltar la importancia de que todos ellos estén fabricados conforme a
la normativa europea de aparatos eléctricos o hidráulicos y que por tanto tengan su respectivo marcado
CE.
En este capítulo se describen los tipos y formas de armaduras activas empleadas en el hormigón
pretensado.
2.1 Generalidades
El art. 34. de la EHE-08 define los siguientes productos de acero para armadura activa:
Alambre: producto de sección maciza, liso o grafilado, que normalmente se suministra en rollo.
En la Tabla 1.8 se indican las dimensiones nominales de las grafilas.
Barra: producto de sección maciza que se suministra solamente en forma de elementos
rectilíneos.
Cordón: producto formado por un número de alambres arrollados helicoidalmente, con el mismo
paso y el mismo sentido de torsión, sobre un eje ideal común (véase UNE 36094). Los cordones
se diferencian por el número de alambres del mismo diámetro nominal y arrollados
helicoidalmente sobre un eje ideal común y que pueden ser 2, 3 ó 7 cordones.
Los cordones pueden ser lisos o grafilados. Los cordones lisos se fabrican con alambres lisos. Los
cordones grafilados se fabrican con alambres grafilados. En este último caso, el alambre central puede
ser liso. Los alambres grafilados proporcionan mayor adherencia con el hormigón.
Los fabricantes deberán garantizar, como mínimo, las características indicadas en a), b), c), d), g), h) e i).
C 0,78% a 0,88% Por debajo de 0,78% la proporción de ferrita podría ser demasiado alta
como para conseguir la alta carga de rotura que se busca en estos
productos. Por encima de 0,88% el carbono puede precipitar en forma de
cementita, en los límites de grano austeníticos, lo que impediría la
deformación por trefilado al originar roturas en el proceso.
Mn 0, 50% a 0,90% Por debajo de 0,50% el azufre contenido en el acero podría formar
inclusiones indeformables de sulfuros de hierro y por encima de 0,90%
puede dar lugar a estructuras frágiles.
Si 0,10% a 0,30% Por debajo de 0,10% la desoxidación del acero puede ser insuficiente,
formándose defectos superficiales por “sopladuras”, y por encima de
0,30% podría disminuir la tenacidad del acero.
PyS < 0,02% Ambos elementos son nocivos para el acero y su valor máximo se limita
a 0,02% aunque en la práctica es difícil encontrar valores por encima de
0,015%.
2.2.1.4 Manejo
Los rollos de alambre deben manejarse siempre con sumo cuidado para evitar producir deformaciones
en los mismos así como que se crucen las espiras, lo que impediría su devanado. Al almacenarlos hay
que dejar siempre el espacio necesario para poder introducir el vástago que se utilice para su
movimiento posterior. Deben mantenerse siempre a cubierto, protegidos de la humedad y del contacto
con agentes perjudiciales. No deben emplearse nunca como contacto eléctrico (masa de máquinas de
soldar), pues las pequeñas chispas alteran la estructura y en el tesado pueden romperse.
Para usarlos se colocan en la zona de devanado y se cortan los flejes comprobando que la punta queda
bien liberada sin cruzarse por debajo de las otras espiras. Normalmente se usa algún tipo de argadillo
que evita que las espiras se extiendan por el suelo y se retuerzan en el devanado. La complejidad del
mismo y su eficacia dependen mucho de la forma en que se realiza el devanado, y así, si se puede
utilizar un buen sistema de rotor quitavueltas que permita girar libremente el extremo del alambre a
medida que se devana, no será preciso ningún tipo de argadillo, pudiendo colocar directamente los rollos
sobre cualquier base. Sin embargo, si el sistema de devanado sujeta el extremo del alambre, o le
produce curvaturas impidiendo su libre giro, las torsiones que se acumulan en el mismo a medida que se
devana obligarán a éste a retorcerse, levantarse y girar formando madejas que impiden su devanado, en
cuyo caso, argadillos muy elaborados pueden disminuir el problema.
Merece también especial mención la importancia del adecuado mantenimiento de las cuñas que lo
sujetan una vez tesado. Deben estar siempre limpias, bien alineadas y lubricadas para asegurar un buen
acuñamiento. Si, por suciedad, desgaste o falta de lubricación, la cuña no se desliza dentro del
portacuñas, el alambre no quedará sujeto deslizándose en el tesado.
Al realizar el tesado hay que comprobar la carga (con manómetros calibrados), el alargamiento
producido y que los alambres quedan bien colocados a lo largo de toda la pista para que, una vez en la
vigueta, se respeten las distancias entre hilos y al borde.
En todos los aceros para pretensado es siempre conveniente mantener la identificación del rollo o bobina
que se está usando hasta el final de la misma, y preferible incluso poder mantener la trazabilidad a la
obra realizada.
a) Cordones de 2 alambres: Dos alambres, del mismo diámetro nominal, arrollados helicoidalmente,
con el mismo paso y en el mismo sentido, sobre un eje ideal común
b) Cordones de 3 alambres: Tres alambres, del mismo diámetro nominal, arrollados
helicoidalmente, con el mismo paso y en el mismo sentido, sobre un eje ideal común
c) Cordones de 7 alambres: Seis alambres, del mismo diámetro nominal, arrollados
helicoidalmente, en el mismo sentido y con igual paso, alrededor de un alambre central recto.
Los cordones pueden ser lisos o grafilados. Los cordones grafilados se fabrican con alambres grafilados.
carretes que están colocados delante, para abrazarlos todos a la salida formando el cordón. A
continuación el cordón en su conjunto es tratado termomecánicamente para conseguir las características
de baja relajación y recogido en forma de bobinas.
Los cordones de dos y tres alambres se utilizan normalmente en aquellos elementos que por sus
dimensiones requieren una carga de pretensado superior a la que se puede conseguir con alambres de 5
mm, y resulta más sencillo el manejo del cordón que el de los alambres de mayor diámetro; por ejemplo
en algunos tipos de placas. Presenta además la ventaja de una buena adherencia con el hormigón por
su propio conformado no siendo preciso grafilar los alambres.
2.2.2.4 Manejo
Existen básicamente dos sistemas de devanado de las bobinas de cordón de dos y tres hilos: o bien
montándolas sobre plataforma giratoria, en cuyo caso devanan por el exterior, es decir se toma el
extremo exterior de la bobina para iniciar el devanado, o bien colocándolas en jaulas y devanando por el
interior. Para este caso, normalmente las bobinas indican con una flecha el sentido en que debe
extraerse el extremo interior de la bobina para que no se formen madejas en el devanado, y también
debe asegurarse que la bobina queda perfectamente delimitada por la jaula, sin holguras que permitan el
“desmadejado” de la bobina. En todo caso, el primer sistema aunque más complejo (la plataforma debe ir
dotada de freno) a la larga produce mejores resultados por no presentar ningún problema de formación
de madejas.
Las cuñas son básicamente iguales a las usadas en los alambres por lo que debe tenerse el mismo
cuidado en el mantenimiento.
2.2.3.1 Definición
Conjunto formado por seis alambres de igual diámetro nominal d, arrollados helicoidalmente, con igual
paso y en el mismo sentido de torsión, alrededor de un alambre central recto cuyo diámetro estará
comprendido entre 1,02 d y 1,05 d.
La definición según UNE 36094 se ha incluido con los cordones de dos y tres alambres. En la norma
UNE, la relación entre diámetros de los alambres periféricos y alma no aparece en la definición sino
como un requisito de la propia norma.
En el caso de cordones plastificados, después del tratamiento termomecánico cuando se hace en línea,
o devanando las bobinas ya conformadas si se hace de manera independiente, el cordón se hace pasar
a través de un dosificador de grasa y de una cabeza de extrusión que aporta la cubierta de polietileno de
alta densidad para, posteriormente, después de un enfriamiento lento, proceder a un nuevo bobinado.
Los cordones se suelen utilizar como pretensado en la fabricación de grandes piezas prefabricadas
(placas, vigas) o como postensado en la fabricación “in situ” de grandes estructuras (puentes). En este
último caso normalmente se usan agrupaciones de cordones en paralelo (tendones) que se colocan
conjuntamente en una única vaina, se sujetan en el mismo cabezal y se tesan conjuntamente.
2.2.3.4 Manejo
Los cordones se devanan siempre por el interior después de colocarlos en jaulas adecuadas. Debe
asegurarse que la jaula confine bien a la bobina y deja holgura para la salida del cordón para evitar
enganches en el devanado.
Debe tenerse especial cuidado de que la cuña apoye perpendicularmente a la placa de anclaje, pues en
otro caso, cuanto mayor sea el ángulo entre la cuña y la dirección del cordón, mayor será el efecto de
cizalla pudiendo romperse el cordón después del tesado, incluso de manera diferida. En los cordones
postesados, cuando el diseño presenta desviaciones con respecto a la línea recta, se debe tener
presente el dar a los desviadores el radio correcto para evitar un rozamiento excesivo, lo cual podría
originar un reparto irregular de cargas y alargamientos a lo largo del cordón, o incluso roturas en el
desviador.
La Figura 2.1. muestra una foto del las bobinas de cordón alimentando un sistema para la fabricación de
elementos prefabricados pretensados.
Figura 2.1. Bobinas de cordón alimentando un sistema para la fabricación de elementos prefabricados
pretensados.
2.2.4 Barras
Las barras para pretensado son muy diferentes a los otros aceros de pretensado. En primer lugar, se
obtienen por laminación en caliente y no por trefilado en frío, por lo que sus características de resistencia
mecánica son inferiores a las de los aceros de alto carbono trefilados. En las barras la resistencia
mecánica se consigue tan solo por composición química mientras en los trefilados se produce un
aumento muy grande de resistencia por el trabajo en frío. La composición química es diferente a la
indicada en el apartado 2.1.2.
El sistema de tesado también es diferente, pues estas barras no se anclan con cuñas sino que presentan
unos resaltes superficiales (corrugas) en forma de hélice que permiten el roscado de la tuerca con la cual
se anclan y se tesan.
En España no existe ningún fabricante de barras para pretensado, pero actualmente dos fabricantes, uno
alemán y otro inglés están asociados al ESIS (European Stress Information System), Asociación
Europea de Fabricantes de Acero para Pretensado.
2.3.1.2 Laminados
Técnica en desarrollo, que si bien ya es aplicable a los alambres de otros materiales, tiene lenta
introducción en el caso del pretensado por la alta dureza del acero que dificulta la laminación en frío y
disminuye la vida de los rodillos de laminar.
2.3.2.2 Grafilados
Alambres que presentan en su superficie una serie regular de huellas con resaltos, (o mejor rehundidos),
producidos por una laminación con rodillos dentados a la salida de la última hilera y antes del tratamiento
termomecánico. Esta superficie aumenta mucho la adherencia con el hormigón por lo que son siempre
usados en la fabricación de piezas en las que el anclaje se produce por adherencia, como las viguetas.
La profundidad de la huella hace variar la adherencia, por lo que depende de la geometría de la pieza y
de las características del hormigón cuál debe ser la profundidad óptima para que la adherencia sea
suficiente para que no se produzcan deslizamientos, pero no tan grande como para que las tensiones en
la cabeza de la pieza produzcan la rotura de la misma (spalling).
2.3.2.3 Corrugados
Son los correspondientes a la superficie de las barras, como se vio anteriormente, obtenidas por
laminación en caliente y que permiten el roscado.
Según la Norma UNE 36094, la designación de los alambres se llevará a cabo por los siguientes
conjuntos de símbolos:
Ejemplo: Alambre grafilado, grafilas tipo 1, de 5 mm de diámetro nominal, de 1.770 MPa de resistencia a
la tracción:
Referencia a la norma
Acero para pretensar
Resistencia nominal
Alambre trefilado
Diámetro nominal
Alambre grafilado, grafilas tipo1
Según la Norma UNE 36094, la designación de los cordones se llevará a cabo por los siguientes
conjuntos de símbolos:
Referencia a la norma
Acero para pretensar
Resistencia nominal
Cordón trefilado
Número de alambres
Diámetro nominal
Cordón grafilado
Para los tipos de acero cubiertos por esta parte de la norma europea, los nombres de los aceros se
colocan de acuerdo con EN 10027-1 y los números de los aceros se colocan de acuerdo con EN 10027-
2.
Ejemplo:
También
n se puede utilizar
u el núm
mero del acerro en vez del nombre, po
or ejemplo:
3.2.2 Identifica
ación de
e cordones según
n prEN 10138-3 S
Strand
Para loss tipos de accero cubierto
os por esta parte de la norma euroopea, los nom
mbres de lo
os aceros se
e
colocan de acuerdo con EN 10027-1 y los nú úmeros de loos aceros se
e colocan de acuerdo con
n EN 10027--
2.
Ejemplo:
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7
MON
NOGRAFIA ACHE
A GT 2//1 “Armadurras activas””
Se pued
de usar el núm
mero del ace
ero en lugar del nombre, o sea
3.3 Id
dentificaciones
s a extin
nguir
Aunque cada vez ess menor la frrecuencia, to odavía hoy se
s siguen utilizando alguunas denominaciones de e
los acerros que ya non son corre ectas en Es paña. La mo odificación de
d la norma UNE para adaptarla all
proyectoo de norma europea
e y la certificación de los produ
uctos por entidad indepeendiente (AENOR) según n
dicha noorma dan un sustento de d exigencia a técnica a los producttos de aceroo para prete ensado muyy
completoo. La utilizacción de otraas denomina aciones, sobre todo en las fases dee proyecto, obliga a loss
usuarioss a demanda ar, y a los fa
abricantes a cumplir sim multáneamente la norma UNE y además aquella a
otra cuyaa denominacción se utiliza
a, complican ndo el processo de revisión del contratto y posteriormente el de
e
control y expedición del material..
3.3.1 Identifica
ación de
e cordones según
n ASTM A 416
Esta norma fue mu uy utilizada en
e la fabrica ación de po ostensados, por lo que prácticamen nte quedabaa
limitada a los cordon nes de 0,6” 270
2 K. Según n esta norma a (ASTM A.4 416) los corddones se des signan por ell
diámetroo expresado en pulgadas s (3/8”, 1/2”,, 0,6”) cuyos
s equivalentees en milímeetros han sid do asumidoss
por las normas euro opeas (9,3 mm, 12,9 m mm, 15,2 mm m) y por la resistencia expresada en miles de e
ulgada cuadrrada (250 K, 270 K), resisstencias que
libras/pu e a su vez soon próximas a los 1.770 y 1.860 MPa a
por lo qu
ue al final, los productos son muy sim milares, por ejemplo
e el 1//2” 270 K es casi igual qu
ue el 13 mmm
1.860 M MPa, pero la as pequeñas s diferenciass son las qu ue hay que asegurar ssi se quiere certificar ell
cumplimmiento simultá áneo de amb bas normas. En el caso concreto del cordón de 0,6”, podría presentarse e
indetermminación, pue es tanto el co
ordón de 15 5,2 mm (con sección de 140 mm2) coomo el de 15 5,7 mm (conn
sección de 150 mm2) cumplen con sus caraccterísticas lo os requisitos del cordón 0,6” 270 K según
s ASTMM
A 416.
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MONOGRAFIA ACHE GT 2/1 “Armaduras activas”
Resulta sin duda más sencillo decir alambre de 5 mm de 180 que exponer toda la denominación según
norma, pero indudablemente lo que coloquialmente podría ser aceptable, no lo puede ser en ningún tipo
de relación formal (contrato, pedido, certificado...), y, si mentalmente se realiza la transformación para
saber de qué tipo de acero se trata, pueden presentarse errores al estar toda la documentación y
etiquetas expresadas según norma.
Identificación. A menos que se acuerde otra cosa, cada rollo de alambre o de cordón llevará una
etiqueta que contenga los siguientes datos:
Documentación. Cada envío se acompañará de una nota de entrega que contenga toda la información
necesaria para identificar el envío.
En la práctica, es habitual indicar también el peso aproximado de los rollos en la etiqueta, y con la
documentación se suelen adjuntar los resultados de ensayos de rutina aún cuando no se hayan
acordado expresamente en el pedido.
Es necesario que la identificación de los rollos se mantenga hasta el final de su utilización, y muy
conveniente mantener la trazabilidad incluso sobre el producto elaborado, pues de esta manera cualquier
incidencia que se pueda presentar puede ser estudiada con toda la documentación generada a lo largo
del proceso desde la fabricación del acero.
El proye
ecto prEN 10 0138 incluyee los requisiitos previstos para el marcado
m CE una vez que haya sido o
aprobada en su partte armonizad da. Estos reqquisitos esta
ablecen las condiciones
c dde identificación y datoss
del sumiinistro y del etiquetado.
e
ones de envíío:
Condicio
Informacción del envío. Cada envío deberá re alizarse con información que contengga:
T Toda la inforrmación nece
esaria para id
dentificar las
s unidades de producto qque lo compo
onen
T Toda la inforrmación que se haya acoordado previa amente con el
e cliente
Etiquetado: Cada bo obina de alammbre o cordó ón o paquete de barras, incluirán, juunto con la marca
m CE, ell
número de identificaación del organismo de ccertificación que concedió el derechoo de uso, y que q controla a
su cump plimiento, seguido de la identificación presa y su dirección, el aaño de adju
n de la emp udicación dell
derecho al marcado,, y el númeroo del certifica
ado de confo
ormidad. A co ontinuación sse incluirá la referencia a
ma, la descripción del producto, y l as caracteríísticas relevantes del m
la Norm mismo, bien por valoress
garantiza
ados, bien por la denomiinación del p producto que indica la pro
opia norma.
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MONOGRAFIA ACHE GT 2/1 “Armaduras activas”
4 Características mecánicas
Como se ha indicado en el capítulo 2, la actual Instrucción EHE-08 considera como características
fundamentales, para definir la calidad de los aceros de las armaduras activas, las siguientes:
La Instrucción EHE-08 exige a los fabricantes que garanticen, como mínimo, las características indicadas
en a), b), c), d), g), h), e i).
La ejecución del ensayo de tracción, a temperatura ambiente, está normalizada por la Norma UNE-EN
15630-3. Esta norma proporciona un método básico para la obtención del diagrama tensión-deformación
y la definición de características mecánicas del acero de pretensar.
En la Figura 4.1 puede apreciarse la forma característica de un diagrama real carga unitaria-deformación
de un producto para pretensado (Cordón Y 1860 S7). Comparativamente, se ha incluido el diagrama de
una barra pasiva B 500 SD de diámetro 20 mm laminada en caliente.
2200
2000
Cordón Y 1860
1800
1600
Tensión (MPa)
1400
1200
1000
800 Barra B 500 SD
600
400
200
0,2
0
0 2 4 6 8 10 12
Deformación (%)
Figura 4.1 Diagrama tensión deformación de cordón de pretensado y de un acero de armar.
El área de la superficie comprendida entre el diagrama y el eje de abscisas proporciona una valoración
de la energía empleada en romper el material, que aumentará con valores más altos del límite elástico y
de la resistencia (gráficos elevados) y con valores mayores de la deformación (gráficos alargados) para
materiales más dúctiles.
En la práctica suele ser más cómodo y frecuente registrar directamente la carga total aplicada a la
probeta por la máquina de ensayo. Se trata en este caso del diagrama carga-deformación.
Actualmente hay una tendencia en la normativa a presentar las especificaciones de producto en carga
total, en lugar de en carga unitaria, por resultar más sencillo. Sin embargo desde el punto de vista del
material es imprescindible llegar a expresar sus parámetros en términos de tensión o carga unitaria. El
principal inconveniente es la elección de la sección inicial de referencia, que ha de operar como
denominador de las cargas totales.
Sección nominal
Sección calibrada
Sección equivalente
Sección nominal: Valor teórico ideal que debe considerarse para el área de la sección recta en cada
tipo de producto. (En caso de sección circular es el área del círculo que corresponde a cada
diámetro nominal). En secciones complejas o compuestas debe especificarse en norma.
Sección calibrada: Valor estadístico muestral del área de la sección recta, obtenido mediante cálculo a
partir de medidas dimensionales. Resulta de gran precisión en secciones compuestas de
elementos lisos, como es el caso de los cordones de pretensado. Se promedian los diámetros de
cada uno de los alambres después de su calibración según dos direcciones ortogonales y en
varios puntos.
Sección equivalente: Valor del área de la sección recta, obtenido a partir de la masa de una longitud
3
conocida de armadura y de la masa específica del acero (7,85 kg/dm ). El concepto de sección
equivalente se establece fundamentalmente para salvar la dificultad en los casos de secciones
En ausencia de especificación concreta, puede utilizarse cualquiera de las tres secciones, siempre que
en el Informe de Ensayo se indique con claridad cual se ha empleado. Las tendencias más recientes en
normativa se inclinan por la utilización de la sección nominal como referencia. Como contrapartida, es
imprescindible realizar un seguimiento de la sección real del producto para verificar que no excede de las
tolerancias admitidas (la norma UNE 36094 limita a 2 % del área de la sección nominal en cordones y
en alambres de diámetro de hasta 5 mm. En alambres de diámetro superior reduce progresivamente las
tolerancias hasta 1,4 %).
El módulo mantiene un valor muy constante en los aceros, en torno a los 200 GPa, por lo que una
discrepancia significativa indicaría algún tipo de anomalía. El valor real de cada producto puede variar
entre 195 y 205 GPa, dependiendo del proceso de fabricación.
El fabricante establecerá un valor garantizado, con una tolerancia de 7 %. La norma UNE 36094
especifica los valores de 205 7% GPa para alambres y de 195 7% GPa para cordones.
En materiales laminados en caliente, como los aceros de armar B 400 SD y B 500 SD, el escalón de
cedencia se muestra claramente, proporcionando un límite elástico aparente, mientras que en las
armaduras activas, debido al endurecimiento por deformación producido durante el proceso de
fabricación, no se manifiesta el límite de forma ostensible y es necesario recurrir a un valor convencional,
o Resistencia de Prueba. Se toma, generalmente, la carga unitaria que produce una deformación
remanente del 0,2%.
En el diagrama, el límite puede visualizarse trazando una paralela a la rama elástica ascendente desde
la deformación 0,2%, o del 0,1%, en su caso.
La norma UNE 36094 especifica también la determinación del límite elástico para deformación
remanente 0,1%. Con la entrada en vigor del marcado CE se exige una extensión no proporcional
porcentual especificada del 0,1%.
resistencia a la tracción nominal (carga unitaria máxima garantizada) en MPa. En los alambres se
tipifican los Y 1570 C, Y 1670 C, Y 1770 C e Y 1860 C. En los cordones de 2 y 3 alambres (antes
torzales) se tipifican los Y 1770 S2, Y 1860 S3, Y 1960 S3 e Y 2060 S3. En los cordones de 7 alambres
se tipifican los Y 1770 S7 e Y 1860 S7. En barras de pretensado fmáx no deberá ser inferior a 980 MPa.
En cordones el límite elástico fy estará comprendido entre el 0,88 y el 0,95 de la carga unitaria fmáx y en
barras de pretensado entre el 0,75 y el 0,90. Estas relaciones se deducen de datos experimentales del
proceso de fabricación y deberán cumplirlas no sólo los valores mínimos garantizados sino también los
correspondientes a cada uno de los elementos ensayados.
Dada la proximidad de la rotura, se suelen emplear extensómetros sin contacto: infrarrojos, láser, etc.,
que deberán tener una incertidumbre de medición apropiada.
La Instrucción EHE especifica, para todos los tipos de armaduras activas, que el alargamiento bajo carga
máxima no sea inferior al 3,5%.
Para alambres de pretensado destinados a la fabricación de tubos este alargamiento será igual o
superior al 5%.
La base de medida, contrariamente a la del alargamiento remanente concentrado, deberá ser lo más
amplia posible (el ensayo ideal sería sobre una probeta de longitud infinita). Se trata de obtener un valor
promedio del alargamiento que se experimenta bajo fmáx, englobando zonas de menor o mayor
alargamiento, como es el caso de que resulte incluido el tramo de progreso del cuello de estricción.
En alambres y barras se prescribe, como mínimo, una base de 200 mm. En cordones se utilizará una
base igual o superior a 500 mm.
La base de medida debe contener el denominado cuello de estricción, con sus dos partes. Como resulta
difícil la localización de los arranques del cuello de estricción, especialmente en aceros de pretensado
con cuellos muy concentrados, se opta por definir convencionalmente la base de medida. Se prescriben
bases de 5 y 10 diámetros (es preferible que la base sea mínima).
Para la obtención de este parámetro la probeta se marcará con precisión, previamente al ensayo, a
intervalos regulares y en toda su longitud. Una vez rota la probeta, se acoplarán ambas caras de la
fractura y se efectuará la medición del alargamiento remanente.
- Estricción ()
Este parámetro, también denominado reducción porcentual de área, destaca la ductilidad plástica
remanente del entorno de la propia fractura y significa la reducción porcentual del área de la sección
respecto a la sección inicial.
Ai Au
100
Ai
Los límites teóricos serían: 100% para un material idealmente dúctil, con un área de fractura muy
reducida, o bien 0% para un material carente de ductilidad, con rotura frágil.
En secciones circulares lisas, el área de la fractura se puede medir simplemente con calibre, según dos
direcciones ortogonales. En secciones complejas es preciso realizar las mediciones mediante técnicas
de análisis de imagen. La Instrucción EHE, conforme a la norma UNE 36094, especifica para alambres
lisos una estricción no menor del 25%. En alambres grafilados y cordones será suficiente con reflejar la
estricción aparente, es decir, apreciable a simple vista.
Frecuentemente los tendones de pretensado son obligados a seguir trazados muy forzados con
variaciones tangenciales bruscas. Tales desviaciones generan, en los cordones, tensiones multiaxiales.
La norma UNE- EN ISO 15630, siguiendo el método establecido por la UNE 36466, determina el método
de ensayo sobre 12 probetas, obtenidas de una muestra de cordón. Con dos de las probetas se
determina la carga de referencia bajo tracción axial, según UNE-EN 10002. Con las diez restantes se
efectúan sendos ensayos de tracción desviada. Una probeta se supone agotada cuando rompe al menos
uno de sus alambres.
En primera instancia se realiza una serie de cinco probetas. Si el coeficiente de variación de los
resultados obtenidos no supera el 15%, se puede establecer el coeficiente de desviación D, como valor
medio de sus mermas porcentuales de resistencia. Si el coeficiente de variación excede el 15% es
preciso ensayar la serie restante de cinco probetas. El valor final del coeficiente de desviación D se
establece sobre ocho de las diez probetas, excluidos los valores extremos.
La Instrucción EHE exige a los cordones con diámetro nominal igual a superior a 13 mm que el
coeficiente de desviación D no sea superior a 28.
La aptitud al doblado se cuantifica por el número de doblados-desdoblados realizados hasta la rotura del
alambre. El método normalizado se recoge en la norma UNE- EN ISO 15630-3.
La aptitud al doblado alternativo, en caso de cordones, se aplica ensayando el alambre del alma del
cordón, que no ha sido conformado helicoidalmente como los alambres de la corona externa.
La carga unitaria máxima, en el ensayo de tracción posterior según UNE-EN 10002, no será inferior al
95% de la fmáx del alambre (pérdida resistente no superior al 5%).
La Instrucción EHE prescribe, para barras activas de pretensado, la realización del doblado simple según
norma UNE- EN ISO 15630-3 (antigua UNE 7472). Las barras soportaran, sin rotura ni agrietamiento,
este doblado.
En caso de barras gruesas se puede mecanizar la barra mediante su corte longitudinal, determinando un
segmento de la sección circular con espesor no inferior a 25 mm. La probeta mantendrá intacta la cara
correspondiente a la superficie exterior inicial de la barra. Durante el doblado, dicha superficie original sin
mecanizar debe ser la cara externa de doblado sometida a tracción.
Este estado límite tiene unas características singulares, intermedias entre los estados límite últimos de
agotamiento de secciones (en los cuales se comprueba la resistencia de una sección a un determinado
tipo de rotura bajo la aplicación de acciones mayoradas y con resistencias minoradas de los materiales)
y los estados límite de servicio (que se refieren a situaciones que no deben superarse durante la fase de
explotación de la estructura, tales como fisuración, deformación o vibraciones, realizándose la
comprobación con acciones de servicio y resistencias no minoradas de los materiales).
En el Estado Límite de Fatiga, la repetición en número suficiente de veces de las acciones de servicio es
la causa de la rotura de la sección y, por tanto, la comprobación participa parcialmente de las
características de un estado límite último (rotura de la sección) y un estado límite de servicio (acciones
de servicio). Con todo, en la Instrucción, este estado se ha incluido finalmente entre los estados límite
últimos.
La comprobación del Estado Límite Último de Fatiga requiere la obtención del rango de variación de
tensiones ( = máx - mín ), producidas por el ciclo de variación de las cargas, tanto en el acero como
en el hormigón, así como el número de repeticiones de éstas, N. En el caso de un espectro variable de
cargas, se precisaría determinar el efecto acumulado de los ciclos de diferente amplitud, mediante la
aplicación de fórmulas de cálculo del daño acumulado, como la fórmula de adición lineal de Palmgren-
Miner, en la que ni es el número de aplicaciones de un nivel de solicitación σi, Ni es la duración en ciclos
del acero correspondiente a σi, y el indicador i barre los diferentes niveles de solicitación del espectro de
cargas:
D ( ni / N i ) 1
i
El siguiente paso consiste en la comprobación de que ambos materiales, hormigón y acero, tienen una
resistencia a fatiga suficiente, habida cuenta del número de repeticiones de carga. Por tanto, debe
cumplirse:
RF SF
Siendo RF el valor de cálculo de la resistencia a fatiga, y SF el valor de cálculo del efecto de las acciones
de fatiga.
La Instrucción establece que la comprobación del Estado Límite Último de Fatiga se efectúa a nivel de
sección y con coeficientes de seguridad de las acciones iguales a la unidad, tanto para el acero como
para el hormigón. En el caso del acero, el coeficiente de seguridad del material es también la unidad.
La resistencia a fatiga es función decreciente del número de ciclos de carga, por lo cual, la forma más
usual de expresarla en las Normas es en términos de la resistencia a fatiga especificada para un número
convencional de ciclos. Habitualmente, la especificación se expresa en términos de la resistencia a fatiga
a dos millones de ciclos, comúnmente denominada límite de fatiga.
La fatiga se caracteriza en el acero por iniciarse en una fisura preexistente, entalla superficial o cambio
de sección que produzca una concentración de tensiones, seguido por un crecimiento progresivo de la
profundidad de la fisura, y una rotura brusca de carácter frágil cuando el factor de intensidad de
tensiones alcanza la tenacidad a fractura del material. La resistencia a fatiga se reduce notablemente si
existe un proceso simultáneo de corrosión.
En el caso de los aceros de pretensado, debe tenerse en cuenta su elevada resistencia mecánica, que
en principio lleva aneja una mayor sensibilidad a todos los fenómenos de fractura (resistencia a las
entallas, corrosión bajo tensión, fatiga). Además, se encuentran en servicio sometidos a importantes
niveles de tensión permanente aplicada (a la que se superponen las variaciones cíclicas de fatiga), lo
que tiene un efecto adicional de reducción de la resistencia a fatiga. Por otro lado, estos aceros
presentan dos características favorables respecto a la resistencia a fatiga, como son una microestructura
perlítica constituida por granos muy finos orientados en el sentido del trefilado, y una superficie muy lisa,
consecuencia del proceso de trefilado. Estas dos características dificultan la existencia de defectos
superficiales importantes, que pudieran nuclear fisuras de fatiga, y lentifican el proceso de crecimiento de
fisuras por fatiga.
La comprobación experimental de que el acero cumple los requisitos de resistencia a fatiga no forma
parte de los procedimientos rutinarios de control de recepción del acero, por lo que debería ser objeto de
ensayos de certificación de dicha característica, sin perjuicio de la capacidad del Autor del Proyecto o del
Director de Obra de prescribir la realización de ensayos de control de la resistencia a fatiga, en obras con
características especiales. Dado que la Instrucción no especifica nada al respecto, debe considerarse
que la certificación de la resistencia a fatiga es equivalente a que el acero disponga de un Sello o Marca
de Calidad acreditado, siempre que su procedimiento de concesión incluya la realización de ensayos de
resistencia a fatiga, en conformidad con la Norma correspondiente.
En este sentido, la actual UNE 36094:1997 especifica que los alambres y cordones de pretensado deben
cumplir la siguiente especificación:
La norma española prescribe que los ensayos de fatiga se realizarán mediante el método de ensayo
normalizado en UNE 36465.
log
max
min
k1 t
1
k2
1
log N* log N
Dado que el Eurocódigo, a diferencia de la EHE, define analíticamente el diagrama de Wöhler (Figura
4.2) de las armaduras, permite realizar comprobaciones de resistencia a fatiga en el caso de espectro
variable de cargas, utilizando la fórmula de Palmgren–Miner mencionada anteriormente.
4.4 La Relajación
4.4.1 Definición e importancia
La relajación de tensiones es el fenómeno de pérdida de tensión que sufre un material cuando, sometido
a una tensión inicial dada, se mantiene constante su deformación [V. Sánchez-Gálvez, 1975]. La
relajación se suele expresar como porcentaje de tensión perdida respecto a la carga inicial para un
periodo de tiempo dado, normalmente 1.000 horas. La pérdida de tensión por relajación se traduce en
una disminución de la fuerza de pretensado.
El Artículo 38.9 de la EHE especifica que el fabricante suministrará los valores de la relajación a 120 h y
a 1.000 h para tensiones iniciales de 0,6, 0,7 y 0,8 de la fmax, garantizando además el valor para 0,7fmax.
En un principio se dio el nombre de "alambres de baja relajación" a los alambres estabilizados que
cumplen que la relajación después de 1.000 horas cargados inicialmente al 70% de su carga de rotura es
inferior al 2,5% de la tensión inicial. Hoy son los únicos recomendados.
a) La temperatura es uno de los factores que más influencia tienen en la relajación. Un aumento de
temperatura cuando el alambre está tensado acelera las pérdidas por relajación. Este aspecto
debe considerarse en elementos prefabricados sometidos a calor y vapor.
b) La tensión inicial es, junto con la temperatura, el factor que tiene un mayor efecto en el fenómeno
de la relajación. A bajas tensiones iniciales apenas se producen pérdidas por relajación, sin
embargo la relajación crece rápidamente cuando la carga inicial se aproxima al límite elástico [J.M.
Atienza et al 2007].
c) La influencia del sobretesado también ha sido objeto de estudio por numerosos autores y los
resultados no han sido concluyentes. El término prestirado se refiere al tratamiento mecánico
consistente en someter al acero a una tensión igual o superior a la tensión inicial del pretensado,
previamente al anclaje [J.M. Atienza 2001]. Algunos autores han encontrado que el prestirado
tiene un efecto beneficioso al reducir la relajación posterior. Otros, sin embargo, sostienen que el
efecto del prestirado es insignificante.
d) La posible correlación entre las propiedades mecánicas de los aceros y su comportamiento frente
a la relajación ha sido objeto de numerosas investigaciones sin resultado positivo. No se ha
encontrado una correlación entre propiedades mecánicas y relajación, excepto para el límite
elástico: la relajación disminuye cuando el límite elástico aumenta, de hecho algunos autores [V.
Sánchez-Gálvez y M. Elices 1986] establecieron, a partir de la región de deformaciones plásticas
pequeñas de un ensayo de tracción (llamada también zona preplástica), una correlación con la
curva de relajación de dichos aceros.
e) Desde el punto de vista de los tratamientos posteriores al trefilado, los diferentes estudios han
mostrado que el tratamiento de estabilizado disminuye de forma significativa la relajación del
alambre. Sin embargo, el tratamiento de envejecido puede mejorar o empeorar la relajación
dependiendo de la temperatura y la duración del mismo [V. Sánchez-Gálvez 1975].
t
Rt R1000 k
1.000
Donde Rt es la relajación al cabo de t horas y k = log (R1000/R100). Para los aceros de baja
relajación el valor de k suele estar en torno a 0.19.
Para tiempos superiores a los 50 años se puede utilizar una cota superior (basada en la
experiencia) que es 3 veces R1000.
σ
σ t σ i 1 0,1 i 0,55 log t
σy
Donde t es la tensión al cabo de un tiempo t, i la tensión inicial y y el límite elástico.
Extrapolación a partir de los ensayos a 120 y a 1.000 horas (según ISO 15630.3 y EHE art. 38.9)
log Rt A log t B
La EHE establece que la relajación a las 1.000 horas para una tensión inicial igual al 70 por 100 de la
carga unitaria máxima garantizada no será superior al 2 por 100 en alambres y cordones y al 3 por 100
en barras.
0.0 0
20
2.0
30
3.0
40
4.0
50
60
5.0
0 150 300 450 600
TIEMPO, (horas)
Figura 4.3. Pérdidas por relajación (expresadas en % de la carga inicial) en dos tipos de alambres:
simplemente trefilados (sin tratamiento de alivio de tensiones) y trefilados con tratamiento
termomecánico de alivio de tensiones (estabilizado). Los ensayos de relajación se realizaron a
temperatura ambiente y con una carga inicial del 70% de la carga de rotura.
El fenómeno de la corrosión bajo tensión consiste en que bajo la acción combinada de la tensión y el
ambiente agresivo se generan fisuras en los alambres que pueden crecer con tensiones del orden de la
tensión de trabajo y provocar la rotura de la armadura. En relación a este fenómeno, las conclusiones del
tercer simposio FIP (1981) siguen siendo válidas [Elices y Sánchez-Gálvez, 1982]:
El análisis de los accidentes presentados demuestra que, si una estructura está bien proyectada
y bien construida, no se dan las condiciones necesarias para que se produzcan roturas por
corrosión bajo tensión. En la mayoría de los accidentes el elemento estructural tenía defectos de
proyecto y/o de ejecución, y no está claro que la corrosión bajo tensión haya sido la única causa
de la rotura.
El mecanismo, o los mecanismos, causantes de la corrosión bajo tensión no se conocen,
todavía, de una forma definitiva. Se cree que el fenómeno dominante, en algunos casos, puede
ser la fragilización por hidrógeno y, en otras circunstancias, la disolución anódica.
El ensayo de corrosión bajo tensión (FIP 78) en una solución de tiocianato amónico (NH4SCN) o
tiocianato de potasio (KSCN), especificado en UNE-EN-ISO-15630-3, sirve para detectar la
susceptibilidad a la fragilización por hidrógeno y está indicado para seleccionar el
comportamiento de los aceros frente a este fenómeno.
Es conveniente encontrar un ensayo que permita investigar el comportamiento del acero en
condiciones más realistas. Es deseable disponer de dos tipos de ensayos: ensayos de control y
ensayos de aceptación. Estos últimos se llevarían a cabo siempre que se introduzcan nuevos
productos, nuevos tipos de acero, aditivos al hormigón, etc.
La protección del acero frente a la corrosión bajo tensión está asegurada cuando está protegido
por una lechada de cemento, o bien con hormigón compacto y sano.
Figura 4.4. Fotografía de la rotura de una probeta en un ensayo de corrosión bajo tensión.
por un hormigón sano, la experiencia demuestra que la fisuración por corrosión bajo tensión no se
manifiesta. Cuando la armadura está desnuda, el medio a ensayar debe ser el que se prevea que va a
rodear a la estructura; desde agua —potable o agua de mar— hasta un medio agresivo industrial o
agrícola. Las situaciones intermedias, en las que se pretende incluir el efecto parcialmente protector de
un hormigón fisurado son difíciles de simular y siempre existirán dudas sobre la representatividad de los
resultados.
Los ensayos más sencillos se hicieron a principios de los años 70, utilizando agua destilada como medio
agresivo y registrando el tiempo que tardaban en romper los alambres cuando soportaban distintas
cargas [Elices y Climent, 1973]. Se obtuvieron roturas muy parecidas a las observadas en los accidentes
y del examen microscópico se podía deducir que la fisuración por corrosión bajo tensión había
participado en la rotura del alambre. Estos ensayos tenían los inconvenientes de su larga duración, gran
dispersión y la presencia simultánea de otros tipos de corrosión, y todo ello dificultaba su interpretación
sistemática de una forma simple.
La dispersión de los resultados mejoró notablemente cuando se empezaron a utilizar a finales de los
años 70 las técnicas de la Mecánica de la Fractura [Astiz, Elices y Sánchez-Gálvez, 1977, 1980.
McGuinn y Elices, 1981. Elices, 1985]. Para ensayar los alambres era necesario introducir previamente
una pequeña fisura. De las medidas de los tiempos de rotura y de los umbrales de tenacidad en
presencia de corrosión bajo tensión (KISCC) fue posible clasificar la agresividad de los distintos ambientes
para un mismo tipo de acero.
También, a finales de la década de los años 70 se introdujo la técnica de los ensayos a velocidad de
desplazamiento constante para estudiar la influencia de la velocidad de solicitación en la corrosión bajo
tensión y, también, para disminuir la duración de los experimentos [Parkins, 1978]. Se hicieron ensayos
con alambres lisos, entallados, y prefisurados transversalmente [Parkins, Elices, Sánchez-Gálvez y
Caballero, 1982. Sánchez-Gálvez, Caballero y Elices, 1985]. El estudio se hizo teniendo en cuenta un
amplio intervalo de valores del pH de las soluciones agresivas (entre 2 y 12,5) y de los potenciales de los
alambres con relación a un electrodo de referencia. Estos ensayos permitieron detectar regiones de pH y
potencial donde el modelo de fragilización por hidrógeno explicaba las roturas.
Los ensayos descritos anteriormente no son ensayos rutinarios que se puedan utilizar para el control de
calidad en una fábrica, o como ensayos de recepción en una obra. Por otra parte, dado que se habían
producido roturas frágiles en alambres (durante el almacenamiento y durante la construcción) era
necesario disponer de un criterio sencillo y rápido que permitiera aceptar o rechazar partidas
defectuosas. Para orientar a los constructores la Federación Internacional del Pretensado (FIP) propuso
en 1978 un ensayo, relativamente simple, que se describe a continuación.
El ensayo FIP (también llamado Ensayo con solución A) es un ensayo de fragilización por hidrógeno que
utiliza una solución acuosa de tiocianato amónico (NH4SCN) en contacto con el acero (
Figura 4.5). El ensayo determina el tiempo de rotura de un alambre de acero cargado con una fuerza de
tracción constante de 0,8 Fm (donde Fm es la carga máxima de tracción que aguanta el alambre),
inmerso en una solución de NH4SCN (200 g de NH4SCN en 800 ml de agua destilada) a una temperatura
constante de 50±1˚C. Al ensayar sin polarización externa, el valor del pH es igual a 3,9 y el potencial se
sitúa alrededor de –520 mV (H) y el ensayo cae dentro de la región del diagrama de Pourbaix (señalado
en la
Figura 4.6) para el fondo de las fisuras. Resultados, típicos de este ensayo, para aceros simplemente
trefilados y estabilizados se muestran en la Figura 4.7, donde, además de los valores correspondientes
al 0,8 Fm (ensayo FIP), se han incluido resultados para valores de carga menores.
Al ensayo FIP se le han hecho varias objeciones; en primer lugar, al ser un ensayo de fragilización por
hidrógeno, descarta la posibilidad de fisuración por disolución anódica, lo que no es evidente en la
Figura 4.6 porque, aunque la región está por debajo de la línea de descarga de hidrógeno —línea a—,
también está por encima de la línea de disolución del hierro, siendo, por lo tanto, termodinámicamente
posible la disolución del metal. La segunda objeción presentada va dirigida hacia la severidad del
ensayo; aun admitiendo que la fisuración sea debida exclusivamente a la fragilización por hidrógeno, es
difícil imaginar que la descarga de hidrógeno en condiciones reales —hormigón fisurado, húmedo y
contaminado—, presente la misma fugacidad. El rechazo de una partida de acero en base únicamente al
ensayo FIP carece de fundamento (Parkins et al., 1981), excepto cuando se obtengan tiempos de rotura
muy cortos (menos de dos horas, por dar una cifra orientativa) que pueden indicar tensiones residuales
excesivas o defectos superficiales importantes.
888 CONTADOR
PALANCA
ALAMBRE ESTUDIADO
CELDA DE CORROSIÓN
SOLUCIÓN NH4SCN
CARGA
CALENTADOR BOMBA
DEPÓSITO DE AGUA
(50 + 1 ºC)
Figura 4.5. Dispositivo experimental utilizado en los ensayos de corrosión bajo tensión. En el ensayo FIP
el alambre está sumergido a 50ºC en una solución de tiocianato amónico estando además sometido a
una carga del 80% de su carga de rotura.
El ensayo FIP es adecuado cuando el mecanismo de fallo dominante en las condiciones de servicio es la
fragilización por hidrógeno, pero es necesario desarrollar otros ensayos que reflejen mejor algunas
situaciones que se dan en la práctica, particularmente si se puede producir fisuración por disolución
anódica. Los peligros de no tener en cuenta estas situaciones pueden dar lugar a que materiales
aceptados como satisfactorios puedan presentar fallos en servicio, o bien que sean rechazados aceros
que se habrían comportado satisfactoriamente en servicio
El ensayo DIBt (Deutsches Institut für Bautechnik test), también llamado Ensayo con solución B, fue
propuesto como solución alternativa al ensayo FIP.78. En este ensayo se mide el tiempo de rotura de un
alambre cargado con una fuerza de tracción constante de 0,8 Fm (igual que en el ensayo FIP, donde Fm
es la resistencia a tracción del alambre) inmerso en una solución acuosa compuesta por 5 g de K2SO4,
0,5 g de KCl y 1 g de NH4SCN, a una temperatura constante de 50±1˚C (se trata de una solución mucho
menos concentrada en tiocianato amónico que la del ensayo FIP).
1600
b
1200
PASIVACIÓN
800
HORMIGÓN
-400
B1 SANO
B2
-800
INMUNIDAD
-1200
0 2 4 6 8 10 12 14
pH
Figura 4.6. Diagrama de Pourbaix. Muestra la influencia de las cavidades y fisuras en la corrosión y
pasivación del sistema hierro-agua a 25ºC. La zona A representa la situación del hormigón sano
mientras que las zonas B1 y B2 representan el ambiente generado en el interior de una picadura o fisura
según los trabajos de Brown (1971) y Keijger (1977).
1600
1400
TENSION APLICADA, (MPa)
1200
ESTABILIZADO
1000
31 h (740 MPa)
800
90 h (555 MPa)
600
500 MPa
400 TREFILADO
200
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
TIEMPO (horas)
Figura 4.7. Tiempos de rotura en el ensayo de tiocianato amónico (FIP) de alambres trefilados (sin
tratamiento de alivio de tensiones) y estabilizados en función de la carga inicial aplicada en el ensayo.
Según Norma la carga inicial debería ser el 80% de la de rotura (en torno a 1.500 MPa en ambos casos)
[Elices et al, 2004].
La duración del ensayo DIBt puede ser varios órdenes de magnitud superior a la del ensayo FIP (los
ensayos FIP suelen durar horas, mientras que los ensayos DIBt pueden durar decenas de miles de
horas). Por este motivo se recomienda, a veces, parar el ensayo si el alambre no ha roto pasadas 2000
horas.
Según algunos investigadores [Nürnberger, 1998] el ensayo DIBt es más realista que el FIP porque el
contenido de cloruros y sulfatos es similar al del agua que puede encontrarse en las vainas de las
armaduras puestas en obra y porque la cantidad de NH4SCN es mucho menor. De todos modos, la
opción por uno u otro ensayo no está clara al no disponer de criterios basados en modelos de corrosión
bajo tensión y, para ello, hacen falta más estudios sobre los micromecanismos responsables de este
fenómeno.
Entre los primeros, lo que se pretende es evitar que durante el almacenamiento, transporte, y la
ejecución de la obra, se produzcan picaduras y daños superficiales que pudieran acelerar en el futuro el
proceso de corrosión bajo tensión. Se trata, pues, de proteger la capa pasiva y evitar daños mecánicos
(arañazos o fisuras). Las técnicas más usuales consisten en aplicar capas protectoras a base de aceites,
grasas, recubrimientos con fosfatos, o bien empaquetar las armaduras con substancias inhibidoras o con
un gas protector (como el nitrógeno) a baja presión.
La protección permanente difiere según el tipo de pretensado. En los elementos prefabricados basta con
un recubrimiento suficiente de hormigón sano y compacto (debe tenerse especial cuidado con los
aditivos que se usen para el hormigón). Para las construcciones de hormigón postensado hay que tomar
precauciones al inyectar la lechada en las vainas para que no queden coqueras ni se produzcan
contactos entre metales que puedan originar un par electroquímico. Para las obras postesadas donde los
tendones van al exterior se han ideado diversos sistemas de protección permanente a base de grasas y
recubrimientos con resinas. Los recubrimientos metálicos deben utilizarse con precaución; si son más
nobles que el acero, una discontinuidad en el recubrimiento puede originar una rápida corrosión del
acero en esta región.
La protección catódica se basa en conseguir que la armadura se sitúe en la región de inmunidad del
diagrama pH-potencial. Es decir, situarla en una zona donde termodinámicamente no se favorezca la
disolución del hierro o la formación de óxidos. En estos casos el acero actúa de cátodo con respecto a
un ánodo de referencia, de ahí el término protección catódica. Para que esta protección sea eficaz es
necesario que circule una cierta densidad de corriente eléctrica capaz de mantener el valor de potencial
fijado.
Los expertos todavía no se han puesto de acuerdo sobre las ventajas de la protección catódica en
armaduras pretensadas; algunos opinan que no tiene riesgos y que es beneficiosa [Chou et al., 1987.
Hope y Alan, 1993. Chaix et al., 1995] mientras que otros creen que no debe utilizarse o aplicarla con
mucha precaución [Slater, 1983, Takewaka, 1993, Hartt et al., 1993, Enos et al., 1997].
El proceso de fabricación por trefilado de las armaduras activas genera en el alambre un importante
endurecimiento por deformación, lo que le permite alcanzar altas resistencias, manteniendo una
ductilidad y tenacidad aceptables. No obstante, uno de los problemas aún no resuelto satisfactoriamente
es la eliminación de las tensiones residuales producidas durante el trefilado. En el proceso los alambres
sufren una gran deformación plástica que no es completamente homogénea en toda la sección, lo que
origina la aparición de un perfil de tensiones residuales en el producto final, con compresiones en el
centro y tracciones en la superficie, tanto en dirección axial como tangencial
Las tensiones residuales se pueden definir como tensiones autoequilibradas que existen en cuerpos
libres que no tienen aplicadas fuerzas ni coacciones en el contorno [J.M. Atienza 2001]. El artículo 34.3
2
de la EHE-08 las limita a 50 N/mm , e indica que se pueden medir mediante difracción de rayos X. La
razón es su influencia en las propiedades mecánicas del acero y su durabilidad. Habitualmente se
emplea un tratamiento de estabilizado tras el trefilado para reducirlas (véase Figura 4.8). El tratamiento
de estabilizado consiste en un calentamiento rápido del alambre (hasta unos 400 ºC) manteniendo
aplicada simultáneamente una carga de tracción (0,4-0,6 veces las carga de rotura).
1000 1000
-1000 -1000
-1500 -1500
ALAMBRES TREFILADOS
-2000 -2000
1.0 0.8 0.6 0.4 0.2 0.0
Figura 4.8. Comparación del perfil de tensiones residuales en la sección transversal de un alambre antes
y después del tratamiento de estabilizado. Se aprecia que el estabilizado es un tratamiento muy efectivo
para reducir las tensiones residuales generadas durante el trefilado.
500 1200
TENSIÓN LONGITUDINAL, (MPa)
1000
TENSIÓN, (MPa)
0 800
Termomecánico
600
-500 400
Sólo Trefilado Trat. Termomecánico
Sólo trefilado
200
a b
-1000 0
1.0 0.8 0.6 0.4 0.2 0.0 0.0 0.5 1.0 1.5
PROFUNDIDAD RELATIVA, (1-r/R) DEFORMACIÓN (%)
Figura 4.3. Influencia de las tensiones residuales en el ensayo de tracción. a.- Tensiones residuales
longitudinales en un alambre trefilado (sin tratamiento adicional) y otro trefilado con tratamiento
termomecánico (estabilizado). b.- Ensayos de tracción sobre los alambres trefilado y estabilizado.
AXIS SURFACE
2000 2000
0.2
TENSILE
500 500
INITIAL STRESSES
0 0
COMPRESSIVE
-500 -500
STABILIZED
-1000
a -1000 R r
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0
RELATIVE DEPTH, (r/R)
2000 2000
0.2
LONGITUDINAL STRESS, (MPa)
1500 1500
0.7 max
1000 1000
TENSILE
500 500
0 0
COMPRESSIVE
-500 INITIAL STRESSES -500
AS DRAWN
-1000
b -1000
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0
Figura 4.10. Comparación de las tensiones a las que está sometida la sección transversal del alambre al
comienzo de un ensayo de relajación (carga inicial 70% de la carga de rotura) para el alambre
estabilizado y para el alambre trefilado sin ningún tratamiento posterior. Se aprecia que en el caso del
alambre estabilizado las tensiones son homogéneas en la sección, sin embargo en el caso del alambre
trefilado la zona superficial está más cargada, habiendo superado el límite elástico 0,2.
Las tensiones residuales también afectan al resultado del ensayo de relajación. Dado que la relajación
depende de la tensión del alambre, la presencia de tensiones residuales altera el resultado del ensayo
de relajación. La Figura 4.10 muestra la distribución de las tensiones en un alambre trefilado y uno
trefilado y estabilizado.
También se ha podido comprobar que el almacenamiento del acero enrollado durante periodos
prolongados, especialmente con temperatura ambiente elevada, empeora los resultados del ensayo de
relajación. Este fenómeno parce estar relacionado con la presencia de tensiones residuales en el acero
[Elices et al. 2011].
Por último, la presencia de tensiones residuales en el acero afecta a los resultados del ensayo de
corrosión bajo tensión. La dispersión de resultados del ensayo FIP parece estar causada, entre otras
razones, por la presencia de tensiones residuales en los alambres. Se ha detectado una buena
correlación entre tensiones residuales longitudinales (generadas durante el trefilado) y los tiempos de
rotura medidos en los ensayos FIP [Elices et al, 2004, Atienza et al 2007].
5 Transferencia de la fuerza de
pretensado por adherencia
En el hormigón pretensado la adherencia entre la armadura activa y el hormigón es indispensable para
transmitir la fuerza de pretensado. En el caso de elementos pretensados con alambres y cordones, con
el fin de mejorar la adherencia, es habitual emplear alambres grafilados. Como se ha indicado en el
apartado 1.4., la forma y profundidad de la grafila está normalizada en UNE 36094.
5.1 Destesado
El destesado es la operación mediante la cual se transmite el esfuerzo de pretensado de las armaduras
pretesas al hormigón, y se efectúa liberando dichas armaduras de los anclajes provisionales dispuestos
en sus extremos.
La operación de destesado debe realizarse de acuerdo con un orden preestablecido, con el fin de evitar
asimetrías en el esfuerzo de pretensado que puedan resultar perjudiciales. Asimismo, deben eliminarse
todos los obstáculos capaces de impedir el libre movimiento de las piezas de hormigón. Por otro lado,
dado que un destesado brusco provoca esfuerzos anormales en las piezas de hormigón, con aumento
de las longitudes de transmisión y de anclaje de las armaduras y riesgo de deslizamiento de las mismas,
deben preverse los dispositivos adecuados que permitan llevar a cabo el destesado de un modo lento,
gradual y uniforme.
Tal y como queda reflejado en las expresiones de cálculo de la longitud de anclaje en la Instrucción EHE-
08 (tomadas del Código Modelo CEB-FIP 1990), cabe distinguir entre: longitud de anclaje básica,
definida como la longitud necesaria para que una armadura sin tensión desarrolle su resistencia
completa, y longitud adicional de anclaje, a disponer a partir de la longitud de transmisión, definida como
la longitud necesaria para anclar, por adherencia, una fuerza igual a la diferencia entre la fuerza de
rotura de la armadura y la correspondiente al estado de deformación de la armadura en el instante t
considerado. Así, según la Instrucción EHE-08, la longitud de anclaje de una armadura pretesa se
obtiene como suma de la longitud de transmisión y de la longitud adicional de anclaje, deduciéndose
éstas a su vez a partir de la longitud de anclaje básica.
lbpt ladicio
lbpd
Según el Código Modelo CEB-FIP 2010 (CM-10), la longitud de anclaje básica de una armadura
individual de pretensado es:
A sp f pd
l bp [1]
f bpd
siendo: fctd valor más bajo de la resistencia de cálculo a tracción del hormigón: para la
longitud de transmisión, la resistencia en el momento del destesado; para la
longitud adicional de anclaje, la resistencia a 28 días.
p1 tiene en cuenta el tipo de armadura: 1,4 para alambres grafilados; 1,2 para
cordones de 7 alambres.
p2 tiene en cuenta la posición de la armadura: 1 para Posición I, de adherencia
buena, y 0,7 para Posición II, de adherencia deficiente.
Longitud de transmisión
A partir de la longitud de anclaje básica, la longitud de transmisión puede estimarse mediante la siguiente
expresión (CM-10):
pi
lbpt p1 p 2 p 3lbp [3]
f pd
donde: p1 tiene en cuenta el método de destesado: 1 para destesado gradual; 1,25 para
destesado brusco.
p2 tiene en cuenta el tipo de comprobación: 1 para la comprobación frente a flexión
y cortante; 0,5 para el cálculo de la armadura transversal en la zona de
transmisión.
p3 tiene en cuenta la influencia de la situación de adherencia: 0,5 para cordones;
0,7 para alambres grafilados (investigaciones recientes han constatado la
influencia del tipo, separación y profundidad de las grafilas en la adherencia, por
lo que cabría ajustar el coeficiente 3 según el tipo de grafilado del alambre).
lbp longitud de anclaje básica.
pi tensión de la armadura inmediatamente después de la transferencia.
fpd resistencia de cálculo de la armadura.
Sustituyendo [1] en [3] con factor Asp/ = /4 resulta la expresión que recoge la Instrucción EHE. Así:
pi
l bpt 1 2 3 [4]
4 f bpd
La expresión [4] es válida para cualquier tipo de armadura, pues corresponde al caso más desfavorable,
esto es, armaduras de sección circular, resultando conservadora para el caso de cordones de 7
alambres. Para este último caso puede ajustarse la expresión [4] mediante la introducción de un
coeficiente 4, definido como la relación de los factores Asp/ de ambos tipos de armaduras respecto al
factor Asp/ correspondiente a armadura de sección circular. Así:
7
36
4 (cordones 7 alambres ) 4 (alambres ) 1
4
0,8
4 4
Longitud de anclaje
A partir de la longitud de anclaje básica, la longitud de anclaje puede estimarse de acuerdo con la
siguiente expresión (CM-10):
pd pcs
l bpd l bpt l bp [6]
f pd
Sustituyendo [1] en [6] con factor Asp/ = /4 resulta la expresión que recoge la Instrucción EHE-08
para el caso de armaduras de sección circular (4 = 1) y para el caso de cordones de 7 alambres (4 =
0,8)Así:
pd pcs
l bpd l bpt 4 [7]
4 f bpd
En la Tabla 67.4 de la Instrucción EHE se recogen los valores resultantes de la expresión [2], para el
caso de resistencia del hormigón a 28 días y Posición I. No obstante, se recomienda especial atención
en el empleo de dicha tabla, pues los valores de la tensión de cálculo de adherencia (fbpd) de las
expresiones [4] y [7] son distintos, debiendo adoptar en [4] el correspondiente a la resistencia del
hormigón en el momento de la transferencia de pretensado y en [7] el correspondiente a la resistencia
del hormigón a 28 días.
Estos ensayos son útiles en estudios comparativos, pero los valores de adherencia obtenidos en ellos
son de un valor limitado debido a que las condiciones del ensayo tienen poco parecido con las
situaciones prácticas de adherencia.
Para estudiar el efecto de la expansión diametral de la barra se utilizan ensayos del tipo push-in. En la
Figura 5.2 se aprecia un mecanismo desarrollado por (Keuning et al., 1962). En este ensayo la barra se
pretesa entre los puntos A y B, y luego se vierte el hormigón. Después del fraguado y endurecimiento del
hormigón la fuerza de pretensado se libera gradualmente desde el punto A, provocando un movimiento
de la barra en dirección a B mientras que el bloque se apoya en C, desarrollándose tensiones de
adherencia entre el hormigón y la barra.
Los valores de la adherencia obtenidos en estos ensayos son distintos según sea la máxima tensión
alcanzada en el acero, así como en función de la longitud de anclaje utilizada.
Figura 5.2. Ensayo tipo push-in, desarrollado por (Keuning et al., 1962)
La adherencia obtenida en un ensayo se ve influida por las condiciones del mismo: longitud de anclaje,
posición durante el vertido, grado de confinamiento, situación de adherencia, condiciones de apoyo, etc.
Cuando los resultados de un ensayo deban reflejar la adherencia para una situación específica, las
condiciones del mismo deben estar de acuerdo con dicha situación específica.
La dificultad para correlacionar las propiedades de adherencia medidas en los ensayos pull-out con las
propiedades de un tendón de pretensado fue la razón de que la FIP recomendara determinar las
condiciones de adherencia de los tendones pretensados midiendo la penetración del tendón y las
deformaciones en la superficie del elemento de hormigón.
En dicha norma se definen probetas de 180 cm de longitud y sección, en cm², igual a P/150, siendo P la
fuerza de tesado inicial de las armaduras en kp. Éstas se tesan a 0,8fpm, siendo fpm la carga media de la
armadura activa, igual al producto de su sección nominal por la carga unitaria máxima a tracción
característica del acero.
Midiendo en los extremos de las probetas la penetración de las armaduras se calcula la longitud
convencional de anclaje, que puede comprobarse dibujando el diagrama longitudinal de deformaciones
en el hormigón, obtenido por medida de las mismas sobre las caras de la probeta.
Para considerar válidos los ensayos, los resultados de los mismos deben cumplir una serie de
condiciones, entre ellas que la dispersión de las penetraciones de las armaduras sea inferior al 30%. En
ensayos realizados se aprecia una dispersión superior en muchos casos, así como falta de repetitividad
en la longitud convencional de anclaje obtenida para diferentes muestras de las mismas armaduras, lo
que hace suponer que deben estar mejor definidas las condiciones del ensayo.
El trabajo de [J.M. Benítez et al. 2011] permite calcular de forma analítica la longitud de transmisión a
partir de los resultados de ensayos tipo push-in o incluso más sencillos.
5.5.2 Problem
mas asociados a lla adhere
encia
Los problemas fund damentales relacionado os con la ad dherencia suelen reperrcutir en la inadecuada a
encia de la fuerza
transfere f de pre
etensado, la disminución n de la adherencia aceroo-hormigón y el aumento o
de la lon
ngitud de traansmisión. El origen de e estos problemas es doble: exceso o defecto de adherencia..
Este prooblema se ve e agravado, como se ha a indicado, por
p la ausenc cia de ensayyos normalizzados fiabless
para la medida obje etiva de la teensión de a dherencia entre los alammbres y corrdones prete ensados y ell
hormigón, que conte emplen las va ariables fund
damentales que
q gobierna an la adhereencia. En lo que
q sigue se e
n los detalless de los prob
incide en blemas enuncciados.
5.5.2.1 Problem
mas asocia
ados a la fa
falta de ad
dherencia
Estos su
uelen ser fácciles de dete
ectar y de so
olucionar. Es
stán generalmente caussados por la inadecuada
a
unión en
ntre el alambre o cordón y el hormigó
ón, que puede estar causada por:
La presencia a de algún elemento co ontaminante que dificulte e la adhesióón entre el alambre
a y ell
hormigón. Entre
E ellos ca
abe destaca ar la presenccia de una película
p proteectora del alambre para a
eevitar su oxiidación, por ejemplo ace eite, no elimiinada convenientementee. Otro eleme ento, menoss
ffrecuente, son los jabon nes emplead dos para lub bricar el alam
mbre en su proceso de fabricación,,
ttampoco elimminados por completo. E En contra de e lo que cabría pensar, lla presencia de una fina a
ccapa de óxiddo suele mejorar la adhe erencia, aunqque como es evidente ressulta negativ va frente a la
a
ccorrosión ba
ajo tensión de el alambre.
Insuficiente vibración de el hormigón, lo dificulta que
q el alamb bre quede coompletamentte embebido o
een el hormig
gón que le cirrcunda.
O Otras, comoo posibles mo ovimientos, ggolpes o vibraciones acc cidentales enn el periodo en el que ell
hormigón noo ha endurec cido.
Estos prroblemas se suelen detectar por la p penetración excesiva
e del alambre denntro del hormmigón en lass
caras exxtremas de lo os elementos s prefabricad
dos pretensados sin arma adura transve
versal.
5.5.2.2
2 Problem
mas asocia
ados al exc
ceso de adherencia
a
A pesar de lo que pu ueda pensarse, el exceso o de adherencia entre el alambre y eel hormigón no es bueno o
porque ggenera un fuerte gradientte de tension nes en los exxtremos de la a pieza que ppuede agriettarla.
Los alammbres preten nsados mejo oran su adhe erencia por el efecto Ho oyer. Este effecto consistte en que ell
alambre, antes de realizar
r la trransferencia , tiene un diámetro
d infe
erior al suyoo nominal sin tensioness
debido aal efecto Poissson. Una ve ez realizada la transferen ncia de la fue
erza de preteensado y pro oducidas lass
pérdidass corresponddientes, el alaambre en el extremo libre e de la piezaa pretensadaa tiene tensióón nula y porr
tanto su diámetro ess mayor al queq inicialme ente tenía. El
E alambre situado en el interior de la a pieza estáá
ado, algo me
tracciona enos que iniicialmente de ebido a las pérdidas de pretensado,, por lo que su diámetro o
será algoo mayor quee el que tenía antes de la a transferenccia de la fue
erza de preteensado, aunq que no tantoo
como el del extremo o libre. El auumento de d iámetro del alambre pro oduce un aniillo de compresiones dell
hormigón sobre el alambre
a quee beneficia laa adherencia a. Este efeccto ocurre fuundamentalm mente en loss
extremoss del elemen nto pretensaado, en la zo ona de trans sferencia, doonde el alam mbre varía suu tensión dee
tracción entre cero (extremo libre) y el va alor final dee pretensado o (fin de laa zona de trasferencia),,
descontaadas las pérd didas. La Fig
gura 5.3. mue estra un esqquema de estte efecto.
Además, al realizar la transferen ncia de la fuuerza de pre etensado el alambre
a tiennde a desliza
ar dentro dell
hormigón. En el casso del alamb bre grafilado
o, la grafila se apoya so obre el horm migón que laa circunda y
provoca un anillo de compresiones del hormiigón sobre el alambre, qu ue también bbeneficia la adherencia.
a
Abril 201
13 Págin
na 57 de 117
7
MONOGRAFIA ACHE GT 2/1 “Armaduras activas”
Exfoliación
Hendimiento Estallido
Fuerza de
pretensado
Los estados de tensión de tracción pueden analizarse utilizando procedimientos basados en el método
de los elementos finitos o con el modelo de bielas y tirantes, pero existen otros métodos analíticos más
sencillos que dan estimaciones seguras para dichos estados. Los que se mencionan a continuación
vienen recogidos en el Código Modelo.
Estallido
Para el cálculo de la fuerza de estallido puede utilizarse la analogía del prisma simétrico (Figura 5.5),
siendo
donde
t1 es la distancia entre el centro de gravedad de los tendones, por encima de la sección A-A y el
centro de gravedad del prisma;
t2 es la distancia entre el centro de gravedad del bloque de tensiones del hormigón por encima
de la sección A-A y el centro de gravedad del prisma;
n1, n2 son el número de tendones por encima y por debajo de la sección A-A, respectivamente;
2 N bs
bs
bbs lbs
Si bs > fctd la fuerza de estallido debe ser resistida por armaduras espirales repartidas en una longitud
lbs
entre y lbs desde la cara final de la pieza.
3
Figura 5.5
Exfoliación
La fuerza de exfoliación puede calcularse con la analogía del prisma equivalente (Figura 5.6), siendo
Eligiendo la sección B-B de forma que a lo largo de ella no resulte una fuerza tangencial y estableciendo
el equilibrio de momentos en la misma, se obtiene la fuerza de exfoliación como
M
N sl
zsl
Figura 5.6.
La tensió
ón máxima de
d exfoliación
n vale:
8 N sl
sl
bsl lsl
nsión de exfo
Si la ten oliación supe
era la resiste
encia a flexo
otracción del hormigón, determinada a según ISO O
4013, ess necesario colocar
c arma
aduras que se e dispondránn paralelame
ente a la caraa final y próx
ximas a ella.
Hendimiento
Ejempllo
Los trabbajos de (Gá álvez et al., 2009, 2011,, J.M. Beníte ez et al., 20
011 y 2013) ponen de manifiesto
m la
a
influencia que tiene e la profundiidad de la g grafila y el recubrimientto de la arm madura en la fisuraciónn
longitudiinal de los ellementos preefabricados p
pretensados rectos. En particular
p cómmo la mayor profundidadd
de grafila conduce a menores s longitudess de transm misión, pero con el pelligro de una fisuración n
longitudiinal que connduce a la pérdida de la a fuerza de pretensado
p por reduccióón del confin
namiento dell
alambre o cordón.
a de hormigón pretensado
Figura 5.7. Vigueta o agrietada longitudinalm
mente durantte la transferencia de la
fue
erza de prete
ensado.
Abril 201
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7
MONOGRAFIA ACHE GT 2/1 “Armaduras activas”
Agrietamiento longitudinal
Espesor de probeta
Alambre grafilado
Hormigón
Figura 5.8. Vigueta de hormigón pretensado agrietada longitudinalmente. Se indica la fracción de vigueta
que fue reproducida en los ensayos.
.
14 14
Carga en el H orm igón (kN )
Carga en el H orm igón (kN )
12 12
10 10
8 8
6 6
Recubrim iento=5 m m Recu brim iento=5 m m
4 4
Grafila Ligera Grafila Ligera
Grafila Med iana Grafila Med iana
2 2 Grafila Profu nd a
Grafila Profu nd a
0 0
-0,2 -0,15 -0,1 -0,05 0 0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25
Acortam iento Longitu d inal (m m ) COD (m m )
Figura 5.9. Curvas experimentales de la carga Figura 5.10. Curvas experimentales de la carga
transferida al hormigón frente al acortamiento transferida al hormigón frente a la apertura de
longitudinal de la probeta para las probetas con la grieta longitudinal de la probeta para las
los recubrimiento de 5 mm y alambres de probetas con los recubrimiento de 5 mm y
grafila ligera, mediana y profunda. alambres de grafila ligera, mediana y profunda.
La Figura 5.9 compara los registros experimentales de la carga transferida al hormigón frente al
acortamiento longitudinal de la probeta, en las probetas con el menor recubrimiento, 5 mm, para las tres
profundidades de grafila. Se observa que cuanto más profunda es la grafila menor es la carga que
corresponde al agrietamiento longitudinal de la probeta. Este resultado sugiere que una mayor
profundidad de grafila provoca un anillo de tensiones radiales más intenso debido al apoyo de la grafila
sobre el hormigón. Los valores experimentales medios de la carga de rotura son aproximadamente 15,
13 y 12,5 kN para las grafilas ligera, mediana y profunda, respectivamente. Además, se puede observar
que, antes de producirse la grieta longitudinal, a igualdad de carga transferida, cuanto mayor es la
profundidad de la grafila mayor es el acortamiento longitudinal del prisma de hormigón. Este resultado
está en consonancia con que una mayor profundidad de grafila conduce a una mejor adherencia entre el
alambre y el hormigón, disminuye la longitud de transferencia y aumenta el acortamiento longitudinal de
la probeta.
La Figura 5.10 muestra los registros experimentales de la carga transferida al hormigón frente a la
apertura de la grieta longitudinal del prisma de hormigón, en las probetas con recubrimiento de 5 mm,
para las tres profundidades de grafila. Se puede observar como en cada curva hay un claro punto de
quiebro que corresponde a la apertura de la grieta longitudinal, manifestado en un rápido crecimiento de
la lectura del extensómetro.
Más detalles de la campaña experimental y de los modelos de cálculo se pueden consultar en las ref.
(Gálvez et al., 2009, 2011, J.M. Benítez et al. 2012).
Por otro lado, conviene resaltar que las expresiones de las normas para el cálculo de las longitudes de
transmisión y anclaje son semi-empíricas y se basan en ensayos realizados durante años. Este aspecto
dificulta su aplicación fiable a hormigones no convencionales, como autocompactantes y hormigones de
altas prestaciones. La normas recomiendan ensayos en estos casos. Dado que los ensayos son caros y
lentos de realizar, especialmente los de longitud de transmisión, se han propuesto expresiones analíticas
para calcular la longitud de transmisión (Benítez et al., 2011).
6 Ejecución
Normalmente se hormigona la pieza con las vainas para dejar los conductos, luego se introducen los
cables en un proceso que se llama enfilado, se colocan las cuñas de anclaje y se tesa bien por uno o los
dos extremos hasta llegar a la fuerza predeterminada y finalmente se inyectan las vainas con una
lechada de mortero para garantizar la adherencia, características mecánicas de la pieza y durabilidad de
los cables.
Normalmente son tendones protegidos por vainas de material plástico rellenos de grasa.
Se colocan en la estructura o la pieza antes del hormigonado, junto con la ferralla y siguiendo el trazado
deseado, para proceder luego al hormigonado y al tesado cuando el hormigón ha alcanzado la
resistencia requerida. Los cables suelen ser unifilares y se tesan de uno en uno
6.1.6 Atirantado
Son armaduras que sujetan un tablero horizontal, normalmente en puentes, desde una pila de altura
considerable.
En estas armaduras su longitud fuera del canto de la sección y la altura del anclaje en la pila provocan
problemas dinámicos, tanto de vibraciones como de fatiga, que influyen en el diseño de estos elementos.
La ordenación de los cables puede variar desde la disposición en arpa a la disposición en abanico. La
más frecuente es una colocación mixta.
6.2.2 Postesado
En elementos postesados se producen tensiones de estallido y exfoliación de forma análoga a la de los
elementos pretensados.
La diferencia con los elementos pretensados en los que la fuerza de los cables se introduce de una
forma gradual, a lo largo de la longitud de transmisión, es que en este caso toda la fuerza se concentra
tras los anclajes siendo precisa una menor longitud para transferir las tensiones de pretensado al resto
de la sección. En el caso particular de los anclajes semiadherentes hay una parte de la fuerza que se
transmitirá a través del anclaje y otra que se desarrollará en cambio a lo largo de la zona adherente.
Para comprobar las tensiones bajo los anclajes se pueden usar los métodos de cálculo de presiones de
placas sobre macizos, que normalmente se resuelven mediante el método de bielas y tirantes para
regiones D.
Cuando se anclan tendones en secciones intermedias de elementos o estructuras hay que tener en
cuenta la fuerza de arrastre sobre las secciones precedentes.
Además los anclajes deben estar preparados para una posible sustitución de algún tendón.
La transmisión de las fuerzas de los cables a la sección de hormigón no se realiza directamente sino a
través de diafragmas y traviesas de anclaje o desvío y de bloques de desviación.
Los diafragmas y traviesas de anclaje o desvío se utilizan cuando las fuerzas a desviar son muy
importantes, lo cual suele suceder cerca de los apoyos.
Los bloques de desviación se utilizan para aligerar peso en la estructura y favorecer realizar desvíos en
distintos lugares de la estructura sin provocar un aumento de peso.
Para transmitir las fuerzas a la estructura, los diafragmas, traviesas y bloques de anclaje y desvío
normalmente se diseñan con ayuda del método de las bielas y tirantes. Normalmente se debe limitar la
tensión de trabajo de las armaduras para reducir la fisuración de estos elementos. Además es necesario
tener especial cuidado en la disposición de la armadura ya que, por ser elementos de pequeño tamaño
que deben transmitir grandes fuerzas, tienen que ser armados con cuantías muy altas de armaduras de
gran diámetro.
Cuando la resultante de las fuerzas de desvío y anclaje no pase por el nudo de conexión entre alas y
almas habrá que tener en cuenta la flexión local inducida en las losas.
Es también importante en las zonas de anclaje y desvío asegurar que los ángulos de desvío previstos
son los adecuados y que son coherentes con la geometría del resto de elementos de desvío y con las
tolerancias definidas en [ATEP, 1996].
6.2.4 Tirantes
En el caso de puentes atirantados los anclajes de los tendones deben absorber fuerzas elevadas y ser
capaces de transmitirlas a la sección del tablero. Esto requiere diafragmas macizos, o en forma de
celosía, para que las fuerzas se repartan a toda la sección.
En este caso las variaciones tensionales de los tirantes y los efectos del viento pueden provocar
problemas de vibraciones en los tirantes y de fatiga en los anclajes que obligan a reducir la tensión de
trabajo de los tendones respecto a los sistemas anteriores.
En el caso habitual de que no haya tratamiento térmico, y no se usen desviadores en planta o alzado de
cables, las pérdidas instantáneas se pueden considerar como las de acortamiento elástico al transferir.
En el caso que se use tratamiento térmico es necesario tener en cuenta las pérdidas por relajación
inducidas por la calefacción. Las pérdidas finales son equivalentes al proceso sin calefacción pero las
iniciales pueden ser muy superiores.
Las pérdidas que se producen a lo largo del tiempo en elementos prefabricados son:
a) Retracción diferida
b) Fluencia
c) Relajación.
En el caso de pérdidas diferidas hay que tener en cuenta cuándo se producen cambios en el tiempo en
la sección transversal de la pieza, como por ejemplo en las piezas prefabricadas que se completan in situ
con una capa de compresión. La diferente retracción y fluencia de los hormigones de resistencias y
edades distintas provocan una redistribución de esfuerzos de pretensado a nivel seccional.
De la misma forma que a nivel sección, cuando se producen cambios en la estructura también se
producen redistribuciones en el pretensado. Otro ejemplo es el de elementos isostáticos pretensados
que luego se unen para dar lugar a una estructura continua. El pretensado isostático se redistribuye en el
tiempo a toda la estructura, todo ello debido a la fluencia y retracción del hormigón.
Se deberán tener en cuenta la parte de pérdidas producidas en cada momento evolutivo de la pieza y su
redistribución a otras partes de la estructura.
6.3.2 Postesado
En el caso de armaduras postesas las pérdidas iniciales que se deben considerar son:
Es muy importante tener en cuenta la calidad de ejecución en la colocación y sujeción de las vainas
durante el hormigonado ya que las ondulaciones parásitas de éstas pueden dar valores de rozamiento
elevados.
Para calcular las pérdidas por acortamiento elástico en el postesado, es necesario tener en cuenta si se
tesan todos los tendones simétricamente, consecutivamente o si en el proceso de tesado se producen
asimetrías respecto al plano medio de la pieza.
En el caso de pérdidas diferidas de fuerza hay que distinguir entre tendones adheridos y no adheridos.
En el caso de tendones adheridos las pérdidas de retracción y fluencia se deben calcular a partir de la
deformación de la fibra de la sección de hormigón considerada en el nivel del tendón.
En el caso de tendones no adheridos las pérdidas se deben calcular a partir de la deformación general
de la pieza.
Para las pérdidas diferidas se actuará de forma análoga al postesado no adherente, considerándolas
entre puntos de anclaje de los tendones, o puntos intermedios si están coaccionados en sus
deslizamientos.
Es normal que estas estructuras sean evolutivas y por tanto sea necesario tener en cuenta su variación
seccional y estructural a lo largo de la de historia de la estructura.
Una Norma Armonizada es una especificación técnica generada al amparo de una Directiva de la
Comunidad Económica Europea, y que establece requisitos mínimos de seguridad, por lo que resulta de
obligado cumplimiento. Las normas armonizadas son la base para el marcado CE.
Las dos principales diferencias entre una Norma y una Norma Armonizada, un Reglamento o una
Instrucción se deben a su obligatoriedad y a su procedencia:
Las Normas son de aplicación voluntaria, mientras que las Normas Armonizadas, los
Reglamentos y las Instrucciones son obligatorios.
Las Normas son documentos consensuados entre las partes interesadas y aprobados por un
Organismo reconocido oficialmente, que se encarga de su publicación. Las Normas
Armonizadas son documentos generados al amparo de una Directiva de la CEE, (en el caso del
pretensado por la Directiva de Productos para la Construcción), que tras ser aprobados por el
CEN deben ser transpuestos en todos los países de la CEE, y los Reglamentos e Instrucciones
son elaborados y publicados por la Administración Pública competente.
Las Instrucciones se publican en el BOE por la administración pública que las genera; la Instrucción más
conocida para los productos de construcción es la Instrucción de Hormigón Estructural (EHE)
Cuando se trata de conformidad con reglamentos técnicos se habla de certificación de conformidad con
los requisitos reglamentarios. Es el caso de los Distintivos oficialmente Reconocidos por el Ministerio de
Fomento de conformidad con los requisitos del Anejo 19 de la Instrucción EHE.
En el caso concreto del acero para armaduras activas seguirá siendo de aplicación hasta la existencia de
marcado CE, lo dispuesto en el R.D. 2635/1985 por el que se establece el proceso de homologación de
las armaduras activas para hormigón pretensado. En él se establece la prohibición de la venta,
importación o instalación de tipos no homologados, o que aun correspondiendo a tipos homologados,
carezcan de certificado de conformidad.
Marcado CE: de acuerdo con la Directiva Europea 89/106/CE (21.12.1988) todos los productos de
construcción deberán cumplir los Requisitos Esenciales para que puedan ser instalados y
comercializados libremente en todo el territorio de la Unión Europea. Los productos que cumplan estas
condiciones se identificarán con el Marcado CE.
El Marcado CE es por tanto obligatorio en España, de modo que cuando existan productos con Marcado
CE la Administración y la Propiedad de la Obra en general están facultados para exigir que las obras se
realicen utilizando esos productos, evitando que se utilicen otros sin Marcado CE.
El Marcado CE garantiza:
El Marcado CE se obtiene:
Satisfaciendo una Norma armonizada (de obligado cumplimiento en todos los países miembros
de la Unión Europea).
En ausencia de dicha Norma, obteniendo para el producto un ETA (European Technical
Approval) o, en español, un DITE (Documento de Idoneidad Técnico Europeo).
Mientras una Norma Europea Armonizada está en proceso de elaboración, las correspondientes normas
nacionales quedan en situación de “Statu Quo”, y ni pueden ser revisadas sin la autorización previa de la
Comunidad, ni pueden emitirse ETA sobre los productos, sistemas o servicios que cubran en su alcance.
Las ETA quedan reservadas solamente para aquellos productos o sistemas para los cuales no exista
“Mandato” de la CE reclamando su normalización, como es el caso de los Sistemas de Pretensado
Los Distintivos Reconocidos que acreditan la conformidad de una armadura con las especificaciones
obligatorias de la Instrucción deberán ser otorgador por un organismo certificador que cumpla los
requisitos establecidos en el Anejo 19:
Los distintivos o marcas de calidad que aseguren el cumplimiento de las especificaciones obligatorias
que exige la Instrucción serán aceptados como tales cuando estén reconocidos oficialmente por una
Administración competente en el ámbito de la construcción y perteneciente a algún Estado miembro de
la Unión Europea, a algún Estado firmante del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo o al algún
estado que tenga suscrito con la Unión Europea una acuerdo para el establecimiento de una Unión
Aduanera.
Los procedimientos para el reconocimiento como distintivo oficial deberán cumplir, al menos, con las
siguientes exigencias:
A. Para el fabricante
Tener implantado un sistema de gestión de la calidad auditado por un organismo certificador
acreditado según R.D. 2200/1995, conforme a UNE-EN- ISO/IEC 17021. Dicho sistema será
conforme a la norma UNE-EN ISO 9001 en las partes que le sean de aplicación.
Disponer de un laboratorio para el control continuo de la producción, propio o contratado.
Tener definido y desarrollado un control de producción continuo en fábrica.
Tener suscrita una póliza de seguro que ampare su responsabilidad civil.
Disponer de un sistema de información sobre los resultados del control de producción.
B. Para el laboratorio verificador
Propios del organismo certificador o subcontratados, acreditados según R.D. 2200/1995,
conforme a UNE-EN- ISO/IEC 17021 ó pertenecientes a alguna Administración Pública con
competencias en el ámbito de la construcción.
C. Para el organismo certificador
Notificar a la Administración competente que realice el reconocimiento oficial todo cambio
que se produzca en las condiciones iniciales en las que se concedió el reconocimiento.
Dotarse de un órgano que analice la aplicación del reglamento regulador.
Comprobar que el laboratorio de control de producción cuenta con los recursos materiales y
humanos suficientes.
Comprobar la conformidad de los resultados del control de producción con una periodicidad
adecuada a la fabricación, y en ningún caso menos de una vez al semestre.
Comprobar que cuando se produce una no conformidad del control de producción, los
fabricantes han tomado medidas correctivas en un plazo no superior a una semana.
Efectuar mediante laboratorios verificadores ensayos de contraste periódicos.
Organizar programas de ensayos interlaboratorios.
Establecer un sistema de seguimiento de mercado.
En el caso del control de la conformidad de las armaduras activas, se deberá verificar lo establecido en
el artículo 89º de la Instrucción, en relación al control del suministro.
El suministro de las armaduras activas deberá cumplir los requisitos recogidos en el artículo 34 de la
“Instrucción de Hormigón Estructural” (EHE).
Desde el artículo 84 de la Instrucción EHE se contemplan de forma general dos posibilidades a la hora
del control de la conformidad de los productos, en función de la existencia o no de marcado CE.
En el caso de productos que deban disponer del marcado CE según la Directiva 89/106/CEE, será
suficiente con la verificación documental de los valores declarados. La Dirección Facultativa podrá
disponer en cualquier momento la realización de ensayos sobre los materiales.
Un control documental
En su caso, un control mediante distintivos de calidad o procedimientos que garanticen un nivel
de garantía adicional equivalente.
En su caso, un control experimental
Para los efectos de control y recepción, se entiende por partida o suministro el material de la misma
designación y fabricante suministrado de una vez. Lote es la subdivisión que se realiza de una partida, o
del material existente en obra o en fábrica en un momento dado, y que se juzga a efectos de control de
forma indivisible.
En ambos casos, el producto deberá venir acompañado del correspondiente certificado de homologación
en vigor emitido por el Ministerio de Industria, requisito obligatorio para la comercialización en España
del mismo
Desde el punto de vista del control de recepción en obra, tanto cuando entre en vigor el marcado CE
como en el momento de publicación de la Instrucción EHE, en ambos casos se contempla la posibilidad
de emplear acero con un nivel de calidad adicional, en posesión de un Distintivo Oficialmente
Reconocido.
Acreditación, para el acero suministrado en cada partida, de estar en posesión del distintivo
oficialmente reconocido.
Acreditación de que sigue en vigor el reconocimiento oficial del distintivo.
Además de los requisitos que con carácter general son de aplicación para el reconocimiento de
distintivos, y que se indican en el apartado 4 del Anejo 19, en el caso particular de acero para armaduras
activas, el distintivo deberá:
Garantizar las condiciones de adherencia suficientes para que puedan aplicarse las longitudes
de anclaje y transferencia del pretensado que se contemplan en la Instrucción.
Garantizar que la relajación al 80% no supera valores inadmisibles de conformidad con lo
establecido en el artículo 38.9 de la Instrucción.
Definir la realización, con la suficiente garantía estadística, de comprobaciones experimentales
sobre probetas y, en su caso, sobre elementos, acotando el riesgo de variabilidad y
estableciendo para cada tipo de elemento las características de adherencia.
De momento, los criterios para garantizar las condiciones de adherencia de las armaduras activas no son
inmediatos. En algunos casos se opta por hacer referencia a la norma UNE-7-436-82 “Método de ensayo
para la determinación de las características de adherencia de las armaduras de pretensado” que no ha
sido actualizada desde la fecha de su redacción, 1982, y cuyos resultados tras las primeras aplicaciones
no fueron del todo satisfactorios. En efecto, en los modelos reducidos propuestos no quedan reflejadas
del todo las características reales, apareciendo grandes dispersiones en los resultados, o incidencia
elevada de algunos factores que en aplicaciones reales se distribuyen entre una mayor longitud del
cable.
El fabricante facilitará, en caso de que se le solicite, copia de los resultados de los ensayos de control de
producción correspondientes a la partida servida.
En cualquier caso, es preciso recordar que la Dirección Facultativa, de acuerdo con sus atribuciones,
podrá solicitar cuando lo considere necesario, medidas adicionales de control de recepción, incluyendo
ensayos experimentales.
En el caso de que los ensayos se hayan realizado en un laboratorio que no pertenezca a la Admon. o
esté incluido dentro de los contemplados en el apartado 78.2.2.1., deberá adjuntarse una declaración
del laboratorio de estar acreditado según UNE-EN- ISO/EC 17025 para los ensayos referidos.
Igualmente, antes de la implantación del marcado CE, tanto si se está en posesión de un distintivo
oficialmente reconocido como si no, será obligatorio el certificado de conformidad emitido por el
Ministerio de Industria.
Durante el suministro
Certificado de garantía final del producto suministrado, firmado por pesona física, según el
formato del apartado 3.1 del anejo 21 de la Instrucción EHE
El tamaño de la muestra deberá ser suficiente para la realización de la totalidad de las comprobaciones y
ensayos establecidos en la Instrucción.
Comprobación de la sección equivalente: Si las comprobaciones que han sido realizadas resultan
satisfactorias, la partida quedará aceptada. Si las dos resultan no satisfactorias, la partida será
rechazada.
Características geométricas de las grafilas de los alambres grafilados: Al menos el 80% de las huellas de
grafilas estarán dentro del rango correspondiente al pedido suministrado, debiendo en otro caso ser
rechazada la partida.
Ensayos de tracción, para determinar el límite elástico, la carga de rotura y el alargamiento bajo carga
máxima. Mientras los resultados de los ensayos sean satisfactorios, se aceptarán las armaduras del
diámetro correspondiente, tipo de acero y suministrador. En caso contrario, en la Instrucción EHE no se
indican comprobaciones adicionales, debiendo la partida ser rechazada.
Para las piezas estructurales del tendón (que anclan los cordones a la estructura), además de su
geometría, se controlan las características mecánicas de sus materiales, ya que su resistencia es
fundamental para el buen funcionamiento de la estructura y del propio sistema de postesado.
Tal y como viene recogido en el artículo 90º de la Instrucción EHE, el control de recepción incluirá:
El acero de pretensar
Las unidades de pretensado, cualquiera que sea su tipología
Los dispositivos de anclaje, en su caso
Los dispositivos de empalme, en su caso
Las vainas, en su caso
Los productos de inyección, en su caso
Los sistemas para aplicar la fuerza de pretensado
En el caso de los dispositivos de anclaje y empalme, así como vainas y accesorios, deberán ser
conformes a lo indicado específicamente para cada sistema en la documentación que acompaña al
Documento de Idoneidad Técnica Europeo (DITE) del sistema, tal y como se indica en los artículos
70.2.1.2 y 70.2.1.3. de la Instrucción EHE.
La documentación que avale que los elementos de pretensado del suministro están legalmente
comercializados, y en su caso, el certificado de conformidad del marcado CE.
En su caso, certificado de que el sistema de aplicación del pretensado está en posesión de un
distintivo oficialmente reconocido
Se realizará un control experimental de cada una de las unidades, que se limitará a las características
aparentes:
Dispositivos de anclaje y empale: como mínimo seis por cada partida recibida en obra y/o el 5%
de los que vayan a cumplir una función similar en el pretensado de cada pieza (dimensiones,
intercambiabilidad de piezas, ausencia de fisuras,…).
Vainas y accesorios de pretensado: dimensiones, rigidez al aplastamiento, ausencia de fisuras y
abolladuras, estanqueidad y resistencia en piezas de unión,…
Productos de inyección: mismos criterios de recepción que para el hormigón, cuando sea
distinto del constitutivo del resto de la pieza.
Los ETA (European Technical Approval) o, en español, DITE (Documento de Idoneidad Técnico
Europeo), son concedidos por la European Organization for Technical Approvals (EOTA), e incluyen la
descripción detallada de cada producto y las características del mismo (geometría, materiales,
instrucciones de fabricación, instalación, etc).
La EOTA edita unas guías, específicas para cada tipo de producto, denominadas ETAG (European
Technical Approval Guideline), con el contenido de las especificaciones que debe cumplir el producto
que pretenda obtener el Marcado CE mediante la obtención del correspondiente ETA (DITE).
La guía aplicable a los Sistemas de Postesado es la ETAG 013. Todos y cada uno de los Sistemas de
Postesado que se utilicen legalmente deben estar en posesión del ETA correspondiente, puesto que
cada ETA es específica de un Sistema determinado, y, por tanto, cumplir con los contenidos de la ETAG
013.
La ETAG 013 [Guideline for European Technical Approval of Post-Tensioning Kits for Prestressing of
structures. (These are commonly called Post-Tensioning Systems)], incluye las condiciones de
homologación en relación con los Requisitos Esenciales, a saber:
El contenido de la ETAG 013, en cuanto a los aspectos relacionados con el aseguramiento de la calidad,
se resume en:
Eficiencia adecuada.
Resiste cargas dinámicas.
Transmite adecuadamente la fuerza de postesado a la estructura.
Detalles adecuados, en relación con la protección contra la corrosión.
Métodos de verificación:
Indica los ensayos a realizar y el número mínimo de los mismos:
Ensayo estático.
Ensayo de fatiga.
Ensayo de transferencia de carga.
Ensayo de rozamiento.
Ensayo de desvío.
Ensayo de instalación.
Ensayo de productos de inyección.
Se entiende que un Sistema de pretensado con armadura postesa está en posesión del marcado CE
cuando está debidamente acreditado para utilizarlo, es decir, aparece en la página de la EOTA
(www.eota.be) el ETA (European Technical Approval) de su sistema de postesado y además dispone del
Certificado de Conformidad CE. Este certificado lo emite un organismo oficial independiente, que
realiza las siguientes actividades en relación al Sistema de pretensado con armadura postesa certificado:
productos.
8 Durabilidad, protección y
mantenimiento
La durabilidad, como capacidad de una estructura de mantener sus prestaciones a lo largo del tiempo y
del uso, está condicionada por el proyecto y las medidas de protección incluidas en el mismo, la calidad
de los materiales, la ejecución, que influye de forma importante en la calidad final de los materiales en la
obra, y el mantenimiento que debe estar previsto desde la fase de diseño.
En el caso de las armaduras activas la corrosión y especialmente la corrosión bajo tensión constituyen el
aspecto más importante con relación a la durabilidad. La corrosión bajo tensión esta descrita de forma
rigurosa en el apartado 4.5 de esta monografía, incluyendo medidas de protección.
En ambiente interior I y en ambiente exterior IIa y IIb, sin presencia de cloruros, los hormigones
normales, propios del pretensado no excesivamente exigentes, proporcionan una protección suficiente y
los datos de patología son escasos, incluso con defectos de inyección de lechada. Los problemas surgen
en presencia de cloruros, ambientes IIIa, IIIb, IIIc y IV, a pesar de las altas precauciones y exigencias,
por ejemplo en recubrimientos, específicas de estas zonas. El EC2 y la EHE-08 han incrementado de
forma sustancial los requisitos para estos ambientes agresivos, y así, para vidas útiles de 50 y 100 años,
en el caso de la EHE se introduce un estado límite de durabilidad.
En el caso de postesado existen barreras adicionales como las vainas, la lechada de inyección o las
ceras o grasas. Un punto delicado lo constituyen los anclajes y su empalme con las vainas.
Las condiciones esenciales de un hormigón para ser utilizado en elementos pretensados son la limitación
en ión Cl- del agua y de los áridos, el tipo de cemento, el contenido mínimo de cemento y la relación
agua cemento.
En general, el grado de corrosión depende de varios parámetros: humedad, acceso de oxígeno, tiempo,
pH, potencial, agentes agresivos del medio, tensión del tendón y tipo de acero. No se conoce un ensayo
que permita determinar, con suficiente garantía, la inmunidad de un acero frente a la corrosión bajo
tensión.
Para analizar la fisuración de un acero en un medio agresivo cuando la causa es la fragilización por
hidrógeno se han propuesto dos ensayos (ISO 15630.3, la norma española UNE 36.464 recoge uno de
ellos) que se basan en someter al tendón a una carga del 80% de la carga de rotura y en un ambiente
que promueve la penetración del hidrógeno dentro del acero. El ensayo termina cuando se rompe el
tendón o puede detenerse al cabo de un tiempo predeterminado. Este ensayo puede ser útil para el
control de calidad pero si se quiere utilizar para seleccionar un acero es preciso fijar un tiempo de rotura
mínimo, cifra que todavía está sujeta a debate. Siempre que se prevea la presencia de un agente
agresivo sería deseable que se realizaran ensayos específicos en este medio.
Otro aspecto a tener en cuenta para evaluar la durabilidad de un tendón es su tolerancia al daño o su
capacidad para soportar defectos que puedan producirse durante la fabricación, transporte o puesta en
obra.
Los alambres y cordones de acero trefilado suelen tener una tolerancia al daño aceptable. Las barras
soportan peor pequeños defectos y los aceros de los anclajes también pueden ser susceptibles a las
entallas y fisuras.
Para el caso particular de los cordones o barras de postesado es necesario definir en toda estructura
cómo se quiere proteger a los mismos, tanto en su zona libre como en los anclajes y durante cuánto
tiempo. Por otra parte se considera que un elemento es provisional cuando su vida útil es inferior a 2
años y permanente cuando supera los 2 años.
Para el caso de postesado adherente la única protección permanente posible es la inyección con
lechada de cemento, que garantiza un entorno básico para las armaduras que impide el desarrollo de la
corrosión. La corrosión superficial no supone una merma en las propiedades mecánicas del elemento
tensor, y sólo si está muy extendida tiene como efecto desfavorable el aumento del rozamiento a la hora
de tesar, por lo que sí es motivo de rechazo que la armadura tenga zonas donde la corrosión penetre al
núcleo de la misma.
Respecto a los tendones no adherentes internos la protección se garantiza enfundando la armadura con
vaina lisa de PE y rellenando los huecos mediante grasa o cera. Además, al estar el tendón dentro de la
estructura de hormigón, el recubrimiento de éste ofrece el medio básico que impide el desarrollo de la
corrosión.
Los tendones exteriores además de la protección individual de cada armadura, ya sea cordón o barra, se
protegen mediante una vaina global (resistente a los rayos UV), que a su vez puede ir inyectada de
grasa, cera o lechada de cemento.
Por último, las cabezas de los anclajes deben estar siempre correctamente protegidas, bien porque
quedan embebidas en la estructura o porque mediante caperuzas, convenientemente selladas, se
inyectan de cera, grasa o lechada de cemento.
Además de otros condicionantes, el ambiente agresivo debe ser tenido en cuenta a la hora de elegir la
tipología y el tipo de pretensado (pretensado exterior o interior, armaduras pretesas etc.).
En estos casos, conviene estudiar con detalle las alternativas y conocer la casuística. De forma general
es importante reducir el número de juntas y uniones, y cuando esto no sea posible recurrir de forma
parcial o total al pretensado exterior. Además son convenientes las esquinas redondeadas y formas
adecuadas, conjuntamente con drenajes que eviten la acumulación de agua. Otro aspecto de diseño es
el de los espesores y relación de espesores entre almas y cabezas cuando se prescriba el uso de
hormigones de altas resistencias, con curado altamente exotérmico.
En general los detalles y medidas no estructurales, como la conducción y evacuación del agua son muy
importantes, y en el caso de sales de vialidad invernal son necesarias membranas impermeables y
asegurar su estanqueidad en los bordes y en las juntas.
Los recubrimientos y tipo de hormigón son fundamentales (Artículo 37.2.4.1 EHE) y las exigencias con
relación a las estructuras armadas son normalmente de un incremento de recubrimiento de 10 mm. Este
aspecto, aunque con distintas exigencias en el tipo de hormigón son coincidentes con el EC2. Los
recubrimientos muy importantes en la proximidad de la costa inciden en la tipología a adoptar.
Otro aspecto decisivo es el grado de compresión del pretensado exigible en el proyecto, donde en
ambiente II se obliga a la descompresión a nivel del tendón en la situación cuasi permanente, con
fisuración controlada en la frecuente y en ambiente III se obliga a la sección totalmente comprimida bajo
combinación frecuente. Hay que prestar atención a los trazados de pretensado, evitando recubrimientos
estrictos en zonas localmente sensibles, como las de los apoyos en estructuras hiperestáticas, así como
a la localización de acopladores y anclajes. El grado de pretensado resulta fundamental para el
comportamiento a fatiga, al reducir sustancialmente el nivel de oscilación de tensiones en la armadura
con relación a las soluciones armadas.
En el segundo campo, el hormigón, el contenido en cemento y sobre todo la relación agua cemento
tienen una influencia real en ambientes agresivos. En un reciente estudio realizado en Japón además de
señalar para ese ambiente concreto tres zonas, una en los primeros metros de la costa, otra hasta
trescientos metros y una tercera a partir de esta distancia, se muestra el mejor comportamiento de
puentes construidos con vigas prefabricadas con armaduras pretesas y relación A/C=0,36 frente al caso
de vigas postesadas con relación A/C de 0,43.
No sólo el contenido en cemento y la relación agua cemento son importantes, sino también la calidad de
la ejecución es fundamental, incluyendo la ausencia de coqueras y de fisuración por retracción y
exotermia de curado en la zona de recubrimiento que es la determinante en la protección y que no
depende para nada de la potencial excelencia del hormigón interior. Es un criterio generalmente
aceptado el uso de hormigones de alta resistencia, con adición de humo de sílice en zonas
particularmente agresivas, como los metros próximos a la costa. En estos casos, con hormigones de
colocación difícil y reacciones de fraguado altamente exotérmicas, el control de ejecución y curado es
esencial. Stenn Rostam afirma que “el hormigón de alta resistencia exige una mano de obra experta y
competente y un gran nivel de habilidad para lograr sus potenciales beneficios, pero esto no siempre
está disponible “in situ” (Stenn Rostam, 1992).
8.6 Mantenimiento
En el caso del pretensado interior adherente la auscultación tanto del estado del acero activo como de la
inyección resulta muy difícil, sobre todo por la presencia de vainas metálicas.
El pretensado exterior presenta una observación más fácil y las medidas de reparación, con adición de
pretensado complementario que reponga la fuerza inicial (solución válida también en el caso de
pretensado interior si está prevista en el proyecto) son más viables.
A efectos del mantenimiento, la consideración del ambiente es determinante al igual que en el proyecto y
la ejecución, y así, protecciones y sistemas de inspección que podrían considerarse excesivos en
ambientes normales podrían resultar insuficientes en ambientes agresivos, sobre todo en el caso de
presencia de cloruros. En este último caso las recomendaciones genéricas tienen que concretarse con
un estudio detallado del caso particular y comparación con situaciones asimilables ya experimentadas.
9 Reali
R izacio
ones
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9.1 E
El Puentte del Te
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Milenio
El Puentte del Tercerr Milenio es, a día de hoyy, la estructura con la sec
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e 50 metros,, utilizando cable de acerro activo 0,6”” Y 1860 S7.
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NOGRAFIA ACHE
MON A GT 2//1 “Armadurras activas””
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NOGRAFIA ACHE
A GT 2//1 “Armadurras activas””
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El arco vva arriostrado por una viga transverssal, pretensada mediante e 6 tendoness de 19/0,6” cada
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cero activo 00,6” Y 1860 S7.
S
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7
MONOGRAFIA ACHE GT 2/1 “Armaduras activas”
Figura 1
Figura 2
El vano principal y los dos adyacentes se construyeron a sección completa, pero con diferente
procedimiento constructivo; el vano principal mediante voladizos sucesivos con carro de avance y los
vanos adyacentes mediante cimbrado convencional.
Figura 3
Figura 1
Figura 2
En el viaducto del río Narón se proyectó un arco de 95 m de luz y 55 m de flecha, mediante el cual se
salva el paso sobre el río, manteniendo la modulación de luces del tablero y evitando pilas en las
proximidades del cauce. La sección del arco está formada por dos núcleos de escuadría 2,0 x 1,25 m
unidos mediante una lámina de 20 cm de canto. Sobre el arco se dispone una pila idéntica a las demás,
con una altura de unos 15 m. La construcción de estos arcos se realizó sobre cimbra (Figura 2).
La Terminal T4 del aeropuerto de Madrid-Barajas ha sido construida entre los años 2000 y 2005,
inaugurándose en Febrero de 2006. El edificio está compuesto, fundamentalmente, por tres volúmenes,
Facturador, Procesador y Dique, separados entre ellos por tres espacios entre planta baja y cubierta
denominados Cañones (figura 1). Cada uno de los dos primeros tiene una longitud de 350 m y una
anchura de 57 m, mientras el tercero tiene una longitud de 1142 m y una anchura de 39 m. Los sótanos
son tres, ocupando diversas superficies, y siendo el primero de ellos común a los tres volúmenes. Sobre
la cota 0,00 del terreno se elevan dos niveles en el Facturador, el Procesador y parte del Dique y uno
solo en la totalidad de éste [1].
Figura 1
a) Estructura de hormigón
La estructura de hormigón del edificio está formada por pilares (HA-40) de diversas secciones y alturas, y
por vigas armadas y postensadas (pretensadas con armadura postesa)(HP-40) de diferentes anchos y
cantos.
La estructura la forman pórticos constituidos por pilares circulares y rectangulares y por vigas de sección
rectangular. Los pilares, circulares en su gran mayoría, tienen diámetros entre 1,20 y 0,80 m. Los pilares
rectangulares, de dimensiones 1,40x1,00 m se encuentran en los pórticos centrales y de forma pareada,
formando un pórtico de rigidización transversal.
Las vigas postensadas tienen sección rectangular de 1,80 m de ancho por 0,90 m y 0,80 m de canto,
respectivamente, en los niveles 0 o inferiores, y en los niveles +1 y +2. Su longitud es de 72 m, divididos
en cuatro vanos de 18 m (la modulación estructural del edificio es de 18x9 m) (figura 2), y disponiendo la
junta de dilatación a una distancia de 2,70 m del pilar más próximo. La armadura activa está compuesta
por 2 tendones de 15 cordones cada uno de 0,6” (2 x 15T0,6”) (figura 3).
Figura 2
Figura 3
La parte superior de los pilares de la alineación de pórticos centrales de cada uno de los tres módulos
del edificio, está formada por unos puntales inclinados que permite aumentar la superficie diáfana sin
soportes de la cubierta. Sobre estos puntales se apoyan los pilares en “V” de la estructura metálica de
ésta.
La estructura del forjado, en un 60% de la superficie construida del edificio, se encuentra constituida por
placas alveolares pretensadas prefabricadas. La distancia entre apoyos es de 7,38 m y su canto de 20
cm (con carácter general en la obra) o 30 cm (en zonas con carga superior), teniendo una capa de
compresión sobre las placas de 10 cm de espesor.
El resto de los forjados se encuentran constituidos por losas de hormigón armado de entre 40 y 80 cm de
canto, existiendo unas zonas de menor superficie ejecutadas con placas prefabricadas con sección “pi”,
y otras con prelosas prefabricadas aligeradas con porexpán y con una capa de hormigón “in situ”
ejecutada posteriormente. Las primeras han sido empleadas en zonas que habían de disponer de
huecos adicionales para paso de conductos de instalaciones, mientras que el objetivo de las segundas
ha sido reducir el peso propio de la estructura en zonas que así lo exigían [2].
La fachada del edificio está constituida por un muro-cortina, organizado a su vez en ocho tipos
diferentes, entre el nivel +1 y la cubierta. Entre el nivel 0 y el nivel +1 la fachada la forman elementos
metálicos y acristalados que tienen una mayor permeabilidad al movimiento de vehículos y personas.
De los ocho tipos mencionados de secciones de muros-cortina, los más significativos son el que rodea el
Dique en su perímetro total, salvo en el cañón III común con el Procesador (denominado A1), y el que
constituye la fachada principal de acceso y salida de este Nuevo Edificio Terminal desde y hacia la
Dársena y el Aparcamiento (denominado A2).
El primero de ellos tiene una sección de tipo fusiforme (figura 4) que, partiendo de un punto en sus
extremos inferior y superior, alcanza su mayor ancho en la parte central. Se encuentra tensado uniendo
la estructura metálica de la cubierta con las vigas de borde de hormigón estructural del nivel +1 del
edificio, siendo su altura de 12,934 m.
La tensoestructura, o elemento resistente vertical, está formada por dos barras de acero inoxidable
(tirantes) de 36 mm de diámetro, con un diseño fusiforme. Estos tirantes extremos tienen unos
montantes entre ellos en los puntos de quiebro, también resueltos en acero inoxidable moldeado. La
separación máxima de los tirantes en la parte central es de 1,76 m [3].
El proceso de montaje de los elementos principales de la tensoestructura ha tenido las siguientes fases:
Figura 4
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1. Introducción
Siempre que se afronta un cálculo en hormigón pre o postesado, es fundamental poder valorar, lo antes
posible, las pérdidas de tensión producidas en los tendones, de forma que se puedan continuar los
cálculos y realizar las oportunas comprobaciones.
Además, como ocurre en muchas ocasiones en las que se precisa encajar un determinado diseño, es
interesante disponer de una forma rápida y sencilla para valorar de forma aproximada el valor de las
pérdidas.
El sistema que se ha seguido es el de exponer, para cada tipo de pérdida de que se trate, reflejadas en
el apdo. 3, una serie de gráficos de muy fácil uso que proporcionan los valores de las mismas. Para
conseguir la deseable sencillez, se han efectuado un conjunto de supuestos y simplificaciones que se
recogen en el apdo. 4.
El apdo. 5 refleja los gráficos de los distintos casos considerados y el apdo. 6, unos cuantos ejemplos
ilustrativos del empleo de los mismos.
2. La Formulación de la EHE
La Instrucción EHE considera, en sus artículos 20.2.2 y 20.2.3 una serie de criterios y fórmulas para el
cálculo de las pérdidas de tensión en tendones postesados y pretensados.
En este trabajo, se van a considerar sólo las pérdidas expuestas en el apdo. A, es decir, las
correspondientes a los tendones postesados. El cálculo simplificado o completo de las pérdidas en
armaduras pretesas está recogido en otras publicaciones (Ver, por ejemplo, Proyecto y Cálculo de
Estructuras de Hormigón, de J. Calavera)
La EHE considera distintas posibilidades en función del coeficiente de rozamiento en recta y curva, del
grado de lubricación del acero en la vaina, etc.
P1 P0 1 e kx
En donde:
La EHE expone una fórmula para tendones rectos postesos de corta longitud:
a
P2 E p Ap
L
En donde:
a = penetración de la cuña
L = longitud del tendón
Ep = módulo de deformación longitudinal de la armadura activa
Ap = sección de la armadura activa
Siendo:
cp = Tensión de compresión a nivel de las armaduras activas, producida por la fuerza Po-P1-P2 y los
esfuerzos debidos a las acciones actuantes en el momento del tesado
Ap = Sección total de la armadura activa
Ep = Módulo de deformación longitudinal del acero
Ecj= Módulo de deformación longitudinal del hormigón, para la edad j correspondiente a la puesta en
carga de las armaduras activas.
n= número de tendones que se tesan sucesivamente
La expresión proporcionada por la EHE para el cálculo de estas pérdidas incluye los tres sumandos
correspondientes a las pérdidas por fluencia, por retracción y por relajación del acero.
n (t , t 0 ) cp E p cs (t , t 0 ) 0.80 pr
Pdif 2
Ap
Ap AcY p
1 n (1 )(1 (t , t 0 ))
Ac Ic
Siendo:
( t ,t0 ) Coeficiente de fluencia para una edad de puesta en carga igual a la edad del hormigón
en el momento del tesado (ver EHE, apdo. 39.7)
cs ( t ,t0 ) Deformación de retracción que se desarrolla tras la operación de tesado (ver EHE, apdo
39.7)
4. Simplificaciones adoptadas
Con el fin de poder resumir las expresiones expuestas y llegar a una serie de gráficos que puedan
aplicarse de forma rápida, se han realizado una serie de simplificaciones que se exponen a continuación:
Se han considerado dos casos: tendones adherentes sin lubricar y en conductos de 30 mm ( = 0,21 y k
= 0,016) y tendones NO adherentes ( = 0,06 y k = 0,008)
Con los sistemas actuales de postesado, se puede garantizar una penetración de cuñas comprendida
entre 3 y 5 mm. En el ábaco correspondiente se ha tomado un valor máximo de 6 mm. Se toma la
fórmula de la EHE basada en tendones de directriz recta y de longitud reducida.
Para Ep se toma 190.000 N/mm2.
Después de comprobar los valores más usuales en la práctica, se adoptan dos relaciones para el
cociente Es/Ecj:
Es/Ecj = 6 y Es/Ecj = 8
La expresión de las pérdidas diferidas se divide en tres sumandos: la pérdida por fluencia, la pérdida por
retracción y la pérdida por relajación del acero. De esta forma, se consiguen las siguientes ventajas: Se
simplifica la expresión general al separarla en tres partes independientes y se visualiza mejor la
influencia de cada fenómeno en el global. Las simplificaciones adoptadas en los distintos sumandos son:
Para el coeficiente de fluencia se consideran dos valores como representativos para los casos más
comunes en edificación: 2 y 3.
Se supone sección rectangular con un canto útil igual a 0.90 del total, con lo cual la expresión Acyp2/Ic
es constante e igual a 1.92.
Para la relajación del acero, se admite que la relajación a 1000 horas no supera el 2% y que a tiempo
infinito, el valor de la misma no supera el 6%.
L =
100 60 (n-1)/2n=0.50
(n-1)/2n=0.45
P2 = Pérdida de tensión en N/mm2
50
80 (n-1)/2n=0.40
60 (n-1)/2n=0.30
L = 30 (n-1)/2n=0.25
40
L = 20
L =
20
L = 10
0
0 1 2 3 4 5 6 0
0 2,5 5 7,5 10 12,5 15 17,5 20
Penetración de cuñas en mm
b = Compresión en hormigón al nivel del c.d.g. de los tendones en N/mm2
= 0.50%
(n-1)/2n=0.45
70 160
60 140
en N/mm2
(n-1)/2n=0.35
= 1.50%
120
50
P3,1 = Pérdida de tensión
(n-1)/2n=0.30
= 2.00%
100
(n-1)/2n=0.25
40
80
30 = 2.50%
60
20
40
10
20
0 0
0 2,5 5 7,5 10 12,5 15 17,5 20 0 2,5 5 7,5 10 12,5 15 17,5 20
b =Compresión en hormigón al nivel del c.d.g. de los tendones en N/mm2 b =compresión en hormigón al nivel del c.d.g. de los tendones en N/mm2
= 0.25% 90
= 0.25%
70 = 1.00%
P3,1 =Pérdida de tensión en N/mm2
200 = 1.00%
= 1.50%
60
= 1.50%
50 =2.00%
150
= 2.00%
40
= 2.00%
100
= 2.50% 30
20
50
10
0
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450 500
0 2,5 5 7,5 10 12,5 15 17,5 20
Coeficiente de retracción ( x 10^- 6 )
Compresión en hormigón al nivel del c.d.g. de los tendones en N/mm2
TENDONES POSTESADOS
Pérdidas diferidas de tensión
Segundo sumando relativo a la pérdida por retracción
COEF. DE FLUENCIA = 3
= cuantía geométrica As/(bd)
90
= 0.25%
80
= 0.50%
70
= 1.00%
60
P3,1 =Pérdida de tensión (N/mm2)
= 1.50%
50
= 2.00%
40
30 = 2.50%
20
10
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450 500
Coeficiente de Retracción del hormigón (x 10^ 6)
TENDONES POSTESADOS
Pérdidas de tensión diferidas
Tercer sumando: relativo a la relajación del acero
COEF. DE FLUENCIA = 2
= cuantía geométrica : As/(bd)
70
= 0,25 %
60
= 0,50 %
50 = 1.00 %
P3,3 =Pérdida de tensión en N/mm2
= 1.50 %
40
= 2.00%
30
= 2.50 %
20
10
0
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 1100 1200 1300 1400
Tensión en los tendones (descontadas las pérdidas instantáneas) en N/mm2
TENDONES POSTESADOS
Pérdidas de tensión diferidas
Tercer sumando: relativo a la relajación del acero
COEF. DE FLUENCIA : 3
=cuantía geométrica : As/(bd)
70
= 0.25 %
60
= 0.50 %
50
P3,3 =Pérdidas de tensión (N/mm2)
= 1.00%
40 = 1.50 %
30 = 2.00 %
20 = 2.50 %
10
0
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 1100 1200 1300 1400
Tensión en los tendones (descontadas las pérdidas instantáneas) en N/mm2
TENDONES POSTESADOS
Pérdidas instantáneas de tensión debidas al rozamiento
Tendones adherentes sin lubricar - Conductos de 30 mm
(L= Longitud del tendón en m)
35
30
L=50
L=40
25
L=30
L=20
P1 = Pérdida de tensión en %
L=1
20
15
10
0
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1
TENDONES POSTESADOS
Pérdidas instantáneas de tensión debidas al rozamiento
Tendones No Adherentes
(L= Longitud del tendón en m)
8
L=50
L=40
7 L=30
L=20
L=10
P1 = Pérdida de tensión en %
0
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1
Anejo
A 22. Puentte postesado. T
Tesado Unifilar
U r
1. T
Tesado al 20
0% de los torrones 1 a 12
2 del tendón 1. Lectura de
e alargamienntos
2. T
Tesado al 50
0% de los torrones 1 a 12
2 del tendón 1. Lectura de
e alargamienntos
3. T
Tesado al 20
0% de los torrones 1 a 12
2 del tendón 2. Lectura de
e alargamienntos
4. T
Tesado al 50
0% de los torrones 1 a 12
2 del tendón 2. Lectura de
e alargamienntos
5. T
Tesado al 10
00% de los to
orones 1 a 1 2 del tendón
n 2. Lectura de
d alargamieentos
6. T
Tesado al 10
00% de los to
orones 1 a 1 2 del tendón
n 1. Lectura de
d alargamieentos
Se debe e realizar unn tesado previo suficientte para gara ople de los distintos ele
antizar el aco ementos quee
conforma an el tendón
n (en este ca
aso se realizza al 20% de la carga nominal);
n el aalargamiento
o medido enn
dicho esscalón será en general superior
s al e
estrictamente
e experimentado por defformación elástica en ell
cable, poor lo que el alargamiento
o final se obbtendrá extra
apolando el diagrama
d dee alargamientos obtenido
o
entre loss escalones del
d 20% y el 100% resulttando una de eformación final de valor::
(L100 L20 )
L
L100 (L1000 L20 ) 20
2
100 20
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MONOGRAFIA ACHE GT 2/1 “Armaduras activas”
(L100 L20 )
L100 (L100 L20 ) 20
100 20
En la tabla adjunta a continuación se simulan los resultados de la operación de tesado:
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MONOGRAFIA ACHE GT 2/1 “Armaduras activas”
El tesado de cada torón se realiza con un gato unifilar conforme al siguiente orden de tesado:
(L100 L20 )
L100 (L100 L20 ) 20
100 20
En la tabla adjunta a continuación se simulan los resultados de la operación de tesado:
Debido a que el control de alargamientos en factoría es exhaustivo no tiene sentido hablar de diferencias
porcentuales por unidad de torón, por lo que se considerará que el tesado del conjunto de torones es
admisible si la diferencia porcentual de alargamiento medio del conjunto es directamente inferior al 5 %
del nominal.
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MONOGRAFIA ACHE GT 2/1 “Armaduras activas”
La resistencia del hormigón a 7 días puede estimarse como el 75% de la correspondiente a 28 días
(s/tabla 30.4.b de EHE).
n1=515,2 mm / r1=100 mm
n2=715,2 mm / r2=50 mm
ns=215,2 mm / rs=50 mm
* Longitud de transmisión:
pi 15,24 1255
lbpt 1 2 3 4 1,0 0,5 0,5 0,8 509mm
4 f bpd 4 1,88
1 1.0 (destesado gradual)
2 0.5 (cálculo de la armadura transversal en la zona de transmisión)
3 0 .5 (cordones)
4 0.8 (cordones de 7 alambres)
15.24mm (torón de 15.2 mm)
pi 0.9 1395 1255Mpa
f bpd p1 p 2 f ctd 1,2 1,0 1,57 1,88Mpa
0,21 3 f ck 0,21 3 (0,75 50) 2
2
* Estallido:
n1 r1 n 2 r2 5 100mm 7 50mm
ri 71mm : distancia del centro de gravedad del
n1 n 2 57
pretensado al borde inferior de la viga
hbs 2 ri 2 71 142 mm
t1 r1 ri 100 71 29 mm
Fsd Atoron pi 140mm 2 1255Mpa 175700 N
A continuación se calcula el bloque trapecial de tensiones tras el prisma:
Nótese que en general podrá estimarse una distribución rectangular de tensiones tras el prisma sin
cometer errores apreciables.
ri 1 r 71 1 71
m ri 2 ri i 37,12 71 36,83 71
t2 2 2 3 2 2 3 32 mm
r 71
m ri 2 37,12 71 36,83
2 2
1 1
(n1 n 2 ) t 2 n1 t1 (7 5) 32 5 29
N bs 2 1 Fsd 2 1,1 1775700 54
4070 N
Z bs 0,5 336
Z bs 0,5 l bs 1688 mm
N bs 2 N bs 2 540070
bs 0.81Mpa
M f ctd 1,57 Mpa : No se a
precisa
2 3 bbs l bs 400 3336
l bs bbs
3 4
armadurra de refuerzzo
lbs
En caso de ser nece
esaria esta se
e dispondrá e
entre y l bs .
3
*Exfoliacción:
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MONOGRAFIA ACHE GT 2/1 “Armaduras activas”
Ms
Ns 329542 N
Z sl
Z sl 0,5 l sl 382 mm
Nsl 8 Nsl 8 329542 f 0.37 3 (0.75 50)2
sl 8.63Mpa ct , flex 2, 76Mpa
1 1
bsl l sl bsl l sl 400 764 c 1.50
2 4
se precisa armadura de refuerzo
Armadura de refuerzo:
Ns 329542
As 1831mm 2 6 20mm , que deberán disponerse entre el extremo de la viga y
s 180
l sl
, es decir paralelamente a la cara final de la viga.
4
Nota: deberá considerarse una tensión en la armadura acorde al nivel de fisuración admisible y al
diámetro del refuerzo colocado; en general cuanto menor sea el diámetro del refuerzo mayor podrá ser
su tensión de trabajo para un mismo grado de fisuración; en este caso se ha estimado como adecuada
para un 20mm una tensión de trabajo de 180MPa .