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APF-PASA

Taller Seguro de Crédito

Caso de estudio: Posibles consecuencias de la falta de reglamentación especial sobre el


seguro de crédito en Colombia.

Elaborado por: Alejandro Santamaría

Descripción del caso

Mapfre-Crediseguro S.A. suscribió, con una compañía colombiana que fabrica prendas de
vestir, dos pólizas de seguro: una póliza de seguro de crédito interno para cubrir las ventas
a crédito que hace a sus clientes nacionales y una póliza de seguro de crédito a la
exportación para amparar las ventas a sus clientes en el extranjero.

La póliza de crédito interno operó en forma regular, lo cual se concretó con el pago de
primas, solicitud de clasificación de deudores, reporte de ventas y notificación de pagos,
todo ello dentro de los términos y condiciones acordados contractualmente.

Para el caso de la póliza de seguro de crédito a la exportación, la situación fue diferente,


pues se solicitó el estudio de cuatro deudores en diversos países. El asegurado siempre puso
especial énfasis en obtener la cobertura para una empresa italiana por un monto de USD
700.000.

Luego de los estudios que realizó la aseguradora, se concluyó que la empresa italiana no
cumplía con las condiciones necesarias para que la aseguradora asumiera un riesgo; entre
otras razones, por su reciente constitución, su débil estructura patrimonial y la elevada
cuantía de la línea (cupo) de crédito para una póliza en la que las ventas totales estimadas
eran de USD 1.400.000.

Asimismo, luego de la notificación de la aceptación de otros riesgos en otros países (como


México, Argentina y Ecuador), el asegurado nunca pagó las primas ni reportó ventas dentro
de esta póliza de exportación.
Evolución del caso

El comprador italiano incurrió en mora. La empresa vendedora, cliente para ese momento
de una póliza de seguro de crédito interno, recurrió a la aseguradora y, en forma verbal, le
solicitó que la ayudara a gestionar la recuperación de la obligación en mora. Para ello,
requirió a la aseguradora que la acompañara a una reunión celebrada en Colombia, en la
cual, apoyándose en Mapfre-Crediseguro, se pretendió presionar al deudor para el pago de
su obligación.

Por otra parte, se solicitó a la aseguradora que, en papelería con logos, y con la firma de su
representante legal, remitiera una carta a la empresa italiana en la que se requiriese el pago
de la obligación en mora so pena de iniciación de acciones judiciales.

Además, posteriormente se solicitó a la aseguradora que indicara una firma de abogados


italianos para apoyarlos en la gestión judicial del caso en Italia.

Planteamiento del problema

Ante el incumplimiento final del deudor, se requirió a la aseguradora que asumiera el pago
de una obligación por la suma de USD 400.000.

La aseguradora objetó la reclamación, por lo que se instaló un tribunal de arbitramento que


tuvo por objeto estudiar las pretensiones y determinar si la aseguradora estaba obligada a
asumir el pago de la suma antes indicada.

El tribunal de arbitramento tuvo una duración de aproximadamente un año. Sus costos


fueron de alrededor de USD 60.000, entre pago de honorarios del tribunal y de abogados
contratados para la defensa.

Supuestos para analizar

¿Cómo resolvería usted el caso?

¿Considera que la aseguradora debía pagar la obligación?


Si usted hubiera sido miembro del tribunal de arbitramento, ¿cuál habría sido su decisión?
¿Cuál cree usted que fueron los aspectos que llevaron a un análisis más detallado por parte
de los árbitros?

Para resolver este caso, tenga en cuenta diversas circunstancias:

El contrato de seguro, según la legislación de los diferentes países, puede ser un contrato
consensual o solemne.

En la mayoría de los sistemas legales de los países latinoamericanos, el seguro de crédito


carece de reglamentación legal especial, por lo que es preciso remitirse a la normativa de
los seguros generales.

Resolución del caso

La defensa por parte de Mapfre-Crediseguro se basó en los siguientes aspectos:

 La inexistencia del contrato de seguro de crédito a la exportación, por cuanto no se


pagaron las primas, nunca se recibió el reporte de ventas y nunca se expidió un anexo o
documento en el que se hubiera formalizado la aceptación del riesgo de la empresa
italiana.

 Las gestiones de la aseguradora de acompañamiento a reuniones, el envío de cartas de


cobro al deudor y la indicación de abogados externos en Italia, pese a que no se había
dejado consignado por escrito la intención de las partes, no podían entenderse como
actos ejecutados en cumplimiento de un contrato de seguro de crédito celebrado
válidamente entre las partes.

A lo largo del trámite arbitral en las pruebas presentadas, como testimonios, interrogatorios
de parte y pruebas documentales, los árbitros, ante el desconocimiento de la figura del
seguro de crédito y en ausencia de reglamentación especializada, se enfocaron en aspectos
tales como la presunta unidad contractual, es decir, la existencia de una póliza única y la
posible asunción del riesgo derivado de la ejecución de hechos que correspondían al
cumplimiento de obligaciones contractuales, como fueron los contactos y requerimientos al
deudor en mora.

Conclusiones
El fallo del tribunal de arbitramento fue favorable para la aseguradora por un estrecho
margen, con dos árbitros a favor y un tercero en contra.

Los argumentos a favor se concentraron en las razones dadas por la aseguradora, como la
inexistencia del contrato de seguro, que se concretó en el no pago de las primas del seguro
de crédito a la exportación; la falta de un documento en el que se hubiera asumido el riesgo
del comprador italiano; además de la ausencia expresa de la voluntad de la aseguradora de
asumir el riesgo de impago del deudor italiano, pese a las conductas que podían entenderse
como la ejecución de un contrato de seguro de crédito.

El planteamiento del tercer árbitro, por el contrario, se basó en el hecho de que, al ser el
contrato de seguro de crédito un acuerdo en el que la buena fe cumple un papel más
relevante que en otros contratos, la aseguradora no dejó consignado expresamente que las
gestiones tales como acompañamiento a reuniones, envío de cartas e indicación de
abogados se hacían por fuera de un contrato de seguro.

Dado que en Colombia el contrato de seguros tiene un carácter consensual, se puede


entender que la aseguradora, con este tipo de actos, decidió en forma tácita aceptar el riesgo
de la empresa italiana.

La aseguradora interpreta que, precisamente, el desconocimiento del seguro de crédito y la


ausencia de reglamentación legal representan un peligro para la seguridad de las relaciones
jurídicas derivadas del seguro de crédito, pues se da cabida a interpretaciones como las del
tercer árbitro.

Como consecuencia del fallo mencionado, la aseguradora ha implementado los siguientes


tipos de controles:

 Si el asegurado tiene pólizas para cubrir en forma separada su mercado interno y su


mercado internacional, las comunicaciones referidas a pagos de primas y demás
aspectos operativos de la relación se emiten mencionando cada póliza.

 El sistema informático guarda un control minucioso de cupos excluidos a través del


soporte de correos y comunicaciones remitidas al asegurado.

 Se confecciona un anexo en donde se establece como obligación del asegurado reportar


a la aseguradora los contactos y los cambios que se produzcan en cuanto a las personas
que gestionan las pólizas dentro de las empresas aseguradas.
 Cualquier solicitud de colaboración a la aseguradora en casos no cubiertos se gestiona
con el envío previo de comunicaciones escritas en las que el asegurado manifieste
expresamente que se trata de casos no cubiertos en los que solamente requiere de la
ayuda extracontractual de la aseguradora.

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