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Criminología
científica y los
distintos modelos
teóricos
Biología criminal, Psicología criminal y
Sociología criminal
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© FUOC • PID_00164034 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
Índice
Introducción............................................................................................... 7
Objetivos....................................................................................................... 9
4. Modelos biologicistas........................................................................ 16
4.1. El componente biológico de la conducta humana y la crisis
del dogma de la equipotencialidad ............................................ 16
4.2. Análisis de las principales investigaciones criminológicas
llevadas a cabo en los diferentes ámbitos ................................... 17
4.2.1. Antropometría. La obra de Bertillon ............................. 17
4.2.2. Antropología. La aportación de Goring, Hooton, Di
Tullio y otros ................................................................. 17
4.2.3. Biotipología. Referencia especial a las tipologías de
Kretschmer, Sheldon, Glueck y Cortés .......................... 19
4.2.4. Neurofisiología. Anomalías electroencefalográficas
y patologías cerebrales: posible relación con el
comportamiento delictivo. Las investigaciones de
Monroe y otros .............................................................. 24
4.2.5. Sistema nervioso autónomo. Sistema nervioso
neurovegetatitivo, condicionamiento y proceso de
socialización. Los estudios de Eysenck. Psicopatía y
criminalidad ................................................................... 25
4.2.6. Endocrinología. Disfunciones hormonales y
comportamiento criminal. Estudios sobre
testosterona y delincuencia masculina (sexual o
violenta). Endocrinología y criminalidad femenina ...... 27
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7. Enfoques dinámicos.......................................................................... 94
7.1. Criminología etiológica tradicional frente a modernos
enfoques dinámicos .................................................................... 94
7.2. Tipologías frente a carreras criminales ....................................... 95
7.3. La denominada Criminología del desarrollo................................... 96
Resumen....................................................................................................... 98
Ejercicios de autoevaluación.................................................................. 99
Solucionario................................................................................................ 101
Glosario........................................................................................................ 102
Bibliografía................................................................................................. 103
© FUOC • PID_00164034 7 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
Introducción
Nos ocuparemos, también, en segundo lugar, de las escuelas y los autores cu-
yos esfuerzos se centraron en ofrecer un punto�de�vista�psicologicista que
explicara el fenómeno delictivo, y a quienes, por otra parte, debemos grandes
avances en la delimitación del concepto de enfermedad mental (Psiquiatría),
en la comprensión de la génesis y el desarrollo del comportamiento criminal
(Psicología) o en lo que respecta a la formación y la estructura de la persona-
lidad (Psicoanálisis).
Objetivos
14. Exponer las claves diferenciadoras entre la idea de sociedad que tiene el
estructural-funcionalismo, y la visión que proponen, por su parte, las teo-
rías del conflicto. Determinar las posibles consecuencias prácticas deriva-
das de la diferente conceptuación social.
15. Determinar el fundamento del orden social desde el punto de vista de las
teorías del conflicto y qué parámetros son los que, según estas teorías, ga-
rantizan el mantenimiento del sistema, así como los beneficios que pue-
de obtener la sociedad como consecuencia de la diversidad natural de su
estructura.
16. Examinar el nuevo punto de vista que ofrecen las teorías subculturales
respecto de los diferentes grupos que integran la sociedad, cómo se orga-
nizan en torno a un conjunto de valores privativos de cada uno de los
mismos y cuál es la explicación del fenómeno criminal que ofrecen, de
acuerdo con la nueva visión que aportan del orden social.
El crimen es, por lo tanto, para este modelo, una elección libre y racional
del autor.
Lecturas complementarias
Vincula la racionalidad de la opción delictiva con el factor oportunidad, con el Lectura recomendada
contexto situacional del autor. De acuerdo con esta formulación, el incremento
L.�Cohen;�M.�Felson (1979).
de la criminalidad producido durante la época de bonanza económica tendría "Social Change and Crime
una relación directa con la forma concreta de organización espaciotemporal Rate Trends: A Routine Acti-
vity Approach". American So-
de las actividades sociales de la vida moderna, ya que ésta ofrece más oportu- ciological Review (vol. 44, pág.
588-608).
nidades –y mejores– para delinquir.
El conjunto de análisis que aquí se estudian comparten con las teorías anterio-
res la idea de que el crimen es una opción racional y libre. En conjunto, estas
teorías remarcan la relevancia decisiva del espacio físico, medio o entorno en
la génesis del comportamiento delictivo.
© FUOC • PID_00164034 14 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
Dentro de las tesis espaciales, tiene una relevancia especial la conocida como Lectura recomendada
defendible space, propugnada por Newman, que se orienta hacia la prevención
O.�Newman (1973). Defen-
del delito mediante el diseño arquitectónico. Hay, para este autor, un modelo dible Space. Crime Prevention
para ambientes residenciales que inhibe el delito, creando la expresión física de una through Urban Design. Nueva
York: Mc-Millan.
fábrica social que se defiende a sí misma.
© FUOC • PID_00164034 15 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
4. Modelos biologicistas
Aquí es suficiente con una breve exposición de las áreas donde se han lleva-
do a cabo las principales investigaciones biologicistas, con la síntesis de sus
postulados.
b) Que sí que había base empírica para mantener la inferioridad del criminal
Una página
y su carácter hereditario. Ahora bien, según Goring, la inferioridad mencio- de la obra The
English Convict.
nada –y el déficit psíquico de inteligencia en el que se concreta– no se debía A Statistical
Study, de
Charles Goring.
interpretar en sentido patológico, como expresión de anormalidad en el de-
lincuente.
circunstanciales o situacionales.
(1)
Di Tullio1 (1954) definió la mencionada predisposición�biológica como "la A Di Tullio se debe, también,
una conocida tipología criminal de
expresión de un conjunto de condiciones orgánicas y psíquicas, hereditarias, base endocrinológica.
congénitas o adquiridas, que disminuyen la resistencia habitual a las instiga-
ciones criminógenas, llevando con mayor facilidad al individuo al comporta-
miento delincuente".
Hay numerosas tipologías, según las distintas escuelas y los criterios clasifica-
dores utilizados, entre las cuales destacan, esencialmente, las elaboradas por
las escuelas alemana y norteamericana:
© FUOC • PID_00164034 20 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
La Escuela alemana
(2)
a) El tipo�leptosomático2: cuerpo alargado y delgado, cabeza pequeña, nariz Su representación geométrica es
una línea vertical.
puntiaguda.
(3)
La representación geométrica es
3 una pirámide invertida.
b) El tipo� atlético : gran desarrollo del esqueleto y la musculatura, tórax y
cabeza grandes.
(4)
c) El tipo�pícnico4: gran desarrollo de las cavidades viscerales, abdomen pro- La representación gráfica es cir-
cular.
minente, cabeza redonda y ancha, extremidades cortas y tendencia a la obe-
sidad.
(5)
e) El tipo�mixto5 procede de una combinación de los anteriores por vía here- El tipo mixto es el más frecuen-
te.
ditaria.
(6)
c) Finalmente, al tipo�viscoso pertenecen individuos de constitución atlética, Personas tranquilas, generalmen-
6 te pasivas, etc.
que oscilan entre el tipo leptosomático y el pícnico .
La Escuela norteamericana
(7)
b) El tipo�mesomorfo, que muestra gran desarrollo de las estructuras somáti- Huesos, músculos, tejido conjun-
7 tivo.
cas , alto peso específico, duro, erecto, fuerte y resistente; tronco grande, pe-
cho consistente, manos grandes.
La obra del matrimonio Glueck llevada a cabo entre 1950 y 1956, compara dos grupos de
500 jóvenes –el grupo criminal y el grupo de control–, manteniendo constantes de edad,
nivel intelectual, factor racial, área de residencia, etc. El análisis de los autores incluye
67 rasgos de la personalidad y 42 factores socioculturales, con el objetivo de comprobar
cuál se encuentra más asociado al delito.
(8)
Un trabajo muy conocido es el publicado en 1970 por R.� R.� Monroe8, que Ampliado en 1975.
2) En segundo lugar, que sólo una parte mínima de los analizados acusaron
estas anormalidades�en�el�lóbulo�temporal, lugar que se considera conven-
cionalmente el centro de la agresividad.
© FUOC • PID_00164034 25 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
(9)
Varios estudios clínicos, por ejemplo, parece que han demostrado que incluso Por ejemplo, accidentes de tráfi-
co.
personas�pacíficas afectadas por procesos tumorales en el cerebro se vuelven
violentas y causan daños graves a familiares y seres amados por los cambios
profundos de personalidad y problemas psicológicos que comportan: episo-
dios psicóticos, alucinaciones, irritabilidad, depresión e, incluso, ataques ho-
micidas. Esto pasa, también, con otros choques traumáticos9, que pueden al-
terar la personalidad y ocasionar graves trastornos de conducta.
Según una hipótesis muy reciente, que parte de Eysenck (1964), el fun-
cionamiento�del�sistema�nervioso�autónomo puede predisponer a la
persona a un comportamiento antisocial y, si procede, delictivo, por la
importancia que tiene en el proceso de socialización.
(10)
Las psicopatías10 son el ámbito preferido de los estudios llevados a cabo para Para ser más exactos, las socio-
patías.
verificar esta hipótesis.
© FUOC • PID_00164034 26 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
1) Por una parte, las investigaciones llevadas a cabo hasta el momento, cir-
cunscritas siempre en el ámbito de las psicopatías, han tratado, de manera
exclusiva, de la población reclusa, y esto es una limitación metodológica que
tiene sensibles implicaciones.
(11)
2) Por otra parte, se puede sugerir, como ha hecho algún autor, la posibilidad A pesar de todo, hay una biblio-
grafía considerable sobre este te-
de que el mal funcionamiento del sistema nervioso autónomo sea la conse-
ma.
cuencia de determinados tipos de personalidad, y no el indicador o la causa11:
a) Todo parece indicar, por ejemplo, que el psicópata tiene menos sensibilidad
fisiológica y emocional, lo cual avala la hipótesis de que el psicópata tiene
hipoactividad emocional ante la estimulación.
2) Berman aportó datos valiosos sobre la interrelación que hay entre la activi-
dad glandular, la personalidad y los problemas de comportamiento, y resaltó
los éxitos clínicos espectaculares obtenidos mediante tratamientos hormona-
les.
Sin embargo, no hay evidencia científica de que una alteración de los niveles
hormonales sea, en sí misma, causa o factor determinante de estos comporta-
mientos en la mujer; más bien parece que las mencionadas disfunciones no
son sino un factor más que contribuye, en unión con otros, a la explicación
de los comportamientos.
(12)
La endocrinología ha subrayado, sin duda, la influencia de la actividad hor- De la misma manera que mu-
chos criminales no las sufren.
monal en el temperamento y el carácter del individuo. No obstante, una teoría
de la criminalidad de base exclusivamente endocrinológica está condenada al
fracaso, porque son muchos los individuos no delincuentes que sufren, sin
embargo, disfunciones hormonales12.
(13)
Una vez se han examinado en las páginas anteriores distintos componentes Neurofisiológicos, endocrinoló-
13 gicos, etc
biológicos de la conducta , es necesario que, ahora, hagamos una referencia a
los componentes�estrictamente�bioquímicos y que informemos de las prin- (14)
Vitaminas, testosterona, conta-
cipales investigaciones llevadas a cabo para verificar la influencia de ciertas minantes, etc.
La relación�entre�conflictividad�de�la�población�penitenciaria�y�la�dieta
de�los�reclusos ha sido otro de los temas de investigación, que parece haber
presentado conclusiones positivas. Según algunos autores, un déficit nutriti-
vo o bajos niveles de azúcar en la sangre (hipoglucemia) podrían explicar la
hiperactividad y la agresividad de muchos jóvenes.
(15)
2)�Hipoglucemia: numerosas investigaciones relacionan la hipoglucemia con Bolton, Hill y Sargent, Schmidt,
15 Asch, etc.
comportamientos agresivos . El cerebro es el único órgano que obtiene la
energía exclusivamente de la combustión de hidratos de carbono. Por este
motivo, un déficit significativo de glucosa en la sangre –bajos niveles de glu-
cosa o descenso repentino de los niveles– puede deteriorar el funcionamiento
del cerebro y afectar al metabolismo. Irritabilidad, ansiedad, depresión, atur-
dimiento y confusión suelen ser algunos de los síntomas de hipoglucemia con
mayor relevancia (potencial) criminológica.
© FUOC • PID_00164034 30 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
(16)
3)�Alergias: otros sociobiólogos relacionan los cuadros alérgicos con compor- Por ejemplo, el síndrome de
16 tensión y fatiga alérgicas que des-
tamientos delictivos o irregulares . Las alergias nerviosas –y también las cere- cribió Speer.
brales– pueden influir negativamente en la conducta humana, porque impli-
can una respuesta desmesurada e inusual del organismo a ciertas sustancias
que le son extrañas.
a) La orientación�prevencionista.
c) El enfoque�conductista�singular.
(17)
Aunque no todos los componentes biológicos se pueden imputar a la heren- Hay fenómenos conocidos de
17 mutaciones genéticas y de rebelio-
cia , los estudios que se mencionan a continuación subrayan la importancia nes contra la identidad.
de�la�carga�hereditaria.
Los ámbitos preferentes de la genética criminal son los estudios sobre familias
criminales, sobre gemelos y adopción, y las investigaciones sobre anomalías
cromosómicas.
a)�Familias�criminales:�genealogías�de�delincuentes
(18)
• Por otra parte, el hecho de que familias socialmente "cualificadas" pro- Entre otros, el aprendizaje y la
influencia del entorno.
duzcan delincuentes, mientras que miembros de familias "indeseables" se
adaptan a las exigencias comunitarias, parece que desmiente la hipótesis
comentada. Se ha objetado, también, a las genealogías de delincuentes –y
con razón–, que la muestra que utilizan no tiene representatividad y que
es imposible generalizar los resultados. También se les ha objetado el he-
cho de imputar exclusivamente a la herencia lo que es producto de una
compleja interacción de factores18.
estos últimos, al mismo tiempo, son más que los delincuentes sin padres
condenados.
b)�Estudios�sobre�gemelos
Los estudios en esta materia se multiplicaron a raíz de la obra de� J.� Lange
(1929), El delito como destino, y los más conocidos son los de F.�Stumpfl (1936),
F.�Exner (1946), K.�O.�Christiansen (1974) y H.�J.�Eysenck (1970).
c)�Estudios�de�adopción
(19)
Desde la primera llevada a cabo
19
El resultado que más llama la atención de estas investigaciones es que en 1938 por Kuttner.
d)�Malformaciones�cromosómicas
Cada célula contiene 23 pares de cromosomas (uno de los cuales son los go-
nosomas). En la mujer, los dos cromosomas son similares de tamaño y de for-
ma si se miran en el microscopio (XX). En el hombre, difieren y uno es más
pequeño (XY).
• Por exceso:
– En la mujer, las anomalías cariotípicas que responden a las fórmulas
XXX, XXXX y XXXXX.
(20)
Trabajos más recientes sobre el cariotipo�XYY relativizan –cuando no la des- En este sentido se pronuncian
20 Price y Whatmore, Sarbin y Miller,
mienten– su incidencia en el comportamiento criminal . Cabe advertir que Hunter, etc.
esta composición cromosómica no es hereditaria, no se transmite. Y que los
© FUOC • PID_00164034 36 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
(21)
A la psiquiatría, o mejor a la psicopatología, le corresponde delimitar el Psicopatología, neurosis, esqui-
zofrenia, etc.
concepto�de�enfermedad�o�trastorno�mental y sus manifestaciones y,
después de una verificación previa, formular la correlación que pueda ha-
ber entre determinadas categorías patológicas21 y las manifestaciones de-
lictivas concretas.
(22)
A la Psicología le corresponde el estudio�de�la�estructura,�la�génesis�y�el Por ejemplo, el aprendizaje de
22 los modelos criminales.
desarrollo�de�la�conducta�criminal y el estudio�de�los�factores�o�las
variables�diferenciales de esta conducta.
(23)
Es un método radicalmente
La teoría�psicoanalítica tiene una relevancia criminológica particular y opuesto al que sigue la psicología
conductista.
propugna un análisis introspectivo para suscitar las motivaciones ocul-
tas del delincuente23.
(24)
d) El modelo psicoanalítico distingue, también, tres instancias�mentales que Por ejemplo, la neurosis.
integran el aparato intrapsíquico: ello, yo y superyó, cuyo equilibrio garanti-
za la estabilidad mental del individuo y, sus disfunciones, las distintas pato-
logías24.
(25)
El conflicto�mental, la represión (neurosis) y el delito como respuesta sim- El conflicto mental se produce
entre la estructura primaria del in-
bólica o comportamiento sustitutivo son para el psicoanálisis los tres peldaños
dividuo –libido– y los requerimien-
de un proceso dinámico: el conflicto mental25 reprime en el inconsciente los tos de conformidad con la comuni-
dad o entre los tres niveles del apa-
impulsos y los complejos del individuo, los cuales tratan de aflorar en el mun- rato intrapsíquico del individuo: el
yo, el ello y el superyó.
do consciente y vencer el obstáculo del censor que los retiene allí, de manera
que todos los actos humanos, incluidos los delictivos, son respuestas sustitu-
tivas o simbólicas que directamente o indirectamente expresan la realidad del
inconsciente.
El pensamiento de Freud
(26)
Freud conecta la evolución�del�instinto�sexual con determinadas etapas de Por ejemplo, los individuos fija-
dos en la fase oral cometen delitos
la evolución de la personalidad y, al mismo tiempo, éstas con las distintas
de expresión verbal y son propen-
manifestaciones delictivas, de manera que el sujeto que ha sufrido el trauma sos a hábitos como el alcoholismo.
(el cual detiene la evolución personal normal) manifiesta los estigmas propios
de de las fases en las que el trauma se ha fijado y, en consecuencia, es proclive
a la comisión, en cada caso, de determinados hechos criminales26.
© FUOC • PID_00164034 40 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
A. Adler (1870-1937)
La psicología�individual de Adler rechaza el pansexualismo freudiano,
adopta un método finalista (frente al determinismo de Freud) y otorga Médico vienés y prestigioso
colaborador de Freud durante
una gran relevancia al ambiente social en el desarrollo del psiquismo diez años, es autor de Estudios
sobre las inferioridades orgáni-
del individuo. El complejo de inferioridad ocupa un lugar central en cas, El sentido de la vida, Teoría
la teoría de Adler: para el autor, el delincuente es un acomplejado y la y práctica de la psicología del in-
dividuo, etc.
inferioridad es fuente de reacciones neuróticas que generan crimen me-
diante conocidos mecanismos compensadores. Se cumple de esta mane-
ra la fórmula: inferioridad-complejo-tendencia al poder-supracompen-
sación-delito.
Para Adler, hay tres principios que determinan la conducta del hombre:
E. Fromm (1900-1980)
Algunas de sus obras más conocidas son El miedo a la libertad (1984), en las que mantiene
que el miedo a la libertad explica los mecanismos de huida y evasión característicos de
la actitud existencial del hombre moderno, El arte de amar y El psicoanálisis de la sociedad
contemporánea, en la que analiza las causas y los síntomas de la salud mental social: lo
que denomina patología de la normalidad.
Erich Fromm
Evolución de la Psiquiatría
(27)
Desde que en 1896 Kraepelin definió la personalidad�psicopática, la doctrina Se ha dicho con razón que no
existe "el psicópata", ni dos psicó-
psiquiátrica ha polarizado todo el debate científico en torno a esta categoría.
patas iguales.
En el momento de verificar las posibles conexiones entre anomalías o trastor-
nos psíquicos y crimen, el concepto de psicopatía ha ocupado un papel este-
lar, aunque su delimitación no comporte precisamente ningún consenso27: el
número y la heterogeneidad de las personalidades psicopáticas (tipologías), la
etiología muy distinta que se atribuye a estos cuadros clínicos y los rasgos de la
personalidad descritos en cada caso demuestran la complejidad del problema.
La definición de psicopatía
a)�Modelos�biologicoconductuales�o�de�condicionamiento�del�proceso�de
socialización: se trata de un conjunto de construcciones teóricas que explican
no cómo se aprende el comportamiento criminal, sino por qué ciertas personas
(los delincuentes) fracasan en la inhibición eficaz de las conductas prohibidas
socialmente que el resto de los ciudadanos han aprendido a evitar.
© FUOC • PID_00164034 46 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
Programas terapéuticos
Clasificando a delincuentes y no delincuentes según el grado�de�evolu-
ción�moral, Kohlbert (1969) y sus colaboradores encontraron diferen- Los modelos cognitivos han
impulsado en los últimos años
cias significativas entre los dos grupos: mientras que la mayoría de los una variada gama de progra-
mas terapéuticos.
no criminales (grupo de control) pertenecían a los estadios más avan-
zados, los delincuentes pertenecían a un nivel notablemente más bajo
de razonamiento moral en comparación con los no delincuentes de su
mismo medio social y background, y se encuadran, generalmente, en los
estadios de menor dignidad evolutiva.
d)�Modelos�factorialistas:�teorías�de�los�rasgos�y�las�variables�de�la�perso-
nalidad. Abandonada la teoría de la personalidad criminal, los modelos fac-
torialistas tratan de identificar rasgos� de� la� personalidad relacionados con
el comportamiento criminal, es decir, dimensiones de la personalidad del in-
fractor de validez transituacional, independientes de otras variables y dotadas
de poder predictivo y, por este motivo, se sirven de instrumentos objetivos de
medición (tests y cuestionarios).
(28)
Teoría de la anomia.
La Sociología criminal contemporánea tiene un doble entroncamiento:
(29)
Teorías ecológicas, subcultura-
1) El europeo, que se debe a Durkheim y es de cariz academicista28. les, del aprendizaje, de la reacción
social o del etiquetamiento, etc.
2) El norteamericano, que se identifica con una escuela célebre: la Es-
cuela�de�Chicago, de la cual surgirán, progresivamente, los distintos
esquemas teóricos29. La denominada Escuela de Chicago se caracteri-
zó, desde un principio, por un empirismo particular y por su finalidad
pragmática, y concentró las investigaciones en los problemas sociales
del momento.
(30)
Está claro que algunas formulaciones macrosociológicas llegan a prescindir Por ejemplo, la teoría sistémica.
completamente del hombre y desindividualizan –despersonalizan– la explica-
ción del hecho criminal, que pierde así la cara humana30.
(31)
También es cierto que otras formulaciones confunden las realidades estadísti- Por ejemplo, el relativismo y la
neutralidad axiológica de la teoría
cas con las axiológicas, el mundo empírico y el de los valores, y confían a la
de la desviación.
aritmética de las mayorías sociales la distinción entre lo normal y lo patoló-
gico31. (32)
Por ejemplo, las teorías subcul-
turales.
En estos enfoques falta el rigor que otorga un marco teórico definido, cuestión
de la que no se preocupan mucho estos autores, que son partidarios de tomar
los datos como vienen, sin condicionar ni mediatizar su elaboración y su pro-
cesamiento con esquemas preconcebidos. Etiológicamente, son teorías�mul-
tifactoriales�y�eclécticas, porque consideran que la criminalidad nunca es el
resultado de un único factor o causa, sino de la acción combinada de muchos
datos, factores, circunstancias, etc.
Los Glueck concluyeron que, a efectos de pronóstico, los datos más re-
levantes eran: la vigilancia del joven por su madre, que ésta le educara
con más o menos severidad y el clima de armonía o las desavenencias
familiares.
Healy fue, probablemente, quien utilizó por primera vez el principio multifac-
torial en la Clínica de Psiquiatría de Chicago, en colaboración con el Tribunal
de Menores, y recurrió a enfoques psiquiátricos y de psicología profunda.
Según afirman Elliot y Merril, el niño es capaz de superar quizá uno o dos
handicaps: la muerte de uno de los padres, la pobreza o la mala salud, por
ejemplo. Sin embargo, si a éstos se les añade el desempleo y el alcoholismo
del cabeza de familia, la inestabilidad de una madre que no sabe estar en su
lugar, el desarrollo anímico del mismo niño que deja pronto la escuela para
trabajar, las condiciones pésimas de la vivienda familiar y las malas compañías,
entonces, parece que todos los factores en un contexto como éste se alzan
contra el niño. Si éste se vuelve criminal, concluyen Elliot y Merril, no suele
ser por una única razón, sino por la acumulación de siete o más circunstancias
que lo colocan en desventaja.
(33)
Si es inadmisible atribuir el crimen a un único factor, no parece satisfactorio Como hace, por ejemplo, Bur-
33 ton.
destacar la relevancia de ciento setenta factores criminógenos, o de más de
cuatrocientos, en el punto de partida del matrimonio Glueck, por otra parte
muy heterogéneos.
Representantes iniciales
La Escuela de Chicago es la cuna de la sociología americana moderna. de la escuela de Chicago
Aquí nacieron las teorías que se examinan a continuación. Se caracteri-
Los representantes iniciales
zó por el empirismo y el pragmatismo, es decir, por el uso de la obser- no eran sociólogos, ni juristas,
sino periodistas y, en cualquier
vación directa en todas las investigaciones (de la observación de los he- caso, predominaba como sec-
chos se inducen, después, las tesis oportunas) y por la finalidad�prác- tor de procedencia el amplio
espectro de las ciencias del es-
tica a la cual se orientaban las tesis: un diagnóstico fiable sobre los pro- píritu.
blemas sociales urgentes de la realidad norteamericana del momento.
Estos dos diseños de investigación han permitido llevar a cabo análisis sobre
distribución�espacial�del�delito: modelos de distancia espacial víctima-delin-
cuente en relación con el lugar del crimen, métodos de diferenciación y facto-
rialización de áreas de alta-baja tasa delictiva, etc. Según parece, el factor clase
social de área ha probado su validez en numerosas investigaciones.
(34)
Este nuevo enfoque lo sugirieron incluso autores como Jeffery, el cual se ma- La mayoría de las áreas urbanas
no son propicias.
nifestó partidario de sustituir el conocido paradigma del conflicto cultural por
un análisis más atento del entorno fisicoambiental, porque constató que el
crimen es muy selectivo con respecto al lugar de la comisión34. Por esto, se-
gún Jeffery, no tienen sentido los mapas de áreas tradicionales, que pretendían
delimitar las zonas criminógenas. Lo más correcto sería una búsqueda de la
relación�espacio�específico-tipo�de�delito.
"Un modelo para ambientes residenciales que inhiba el delito, y que cree la expresión
física de una fábrica social que se defiende a sí misma."
D. Newman (1973)
© FUOC • PID_00164034 57 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
(35)
Por ejemplo, las múltiples en-
Según Newman, el diseño�urbano�y�arquitectónico favorece el crimen, tradas a las viviendas o aparca-
mientos, los centros que atraen vi-
bien porque permite el acceso fácil de extraños35, bien porque los mis- sitantes al vecindario, etc.
mos residentes o la policía tienen limitadas posibilidades de vigilancia
(36)
y observación de las áreas públicas adyacentes36 por distintos factores, Por ejemplo, calles, parques,
aparcamientos, etc.
como la extensión de la zona, la situación de balcones y ventanas, etc.
En cambio, ciertos elementos físicos en torno a las áreas públicas pue-
den infundir en los residentes un sentimiento de comunidad, de terri-
torialidad, que los autorresponsabiliza progresivamente en la defensa
de su hábitat ante el delito.
a) Subdividir las áreas públicas en zonas más pequeñas, para que los vecinos
adopten actitudes de propiedad.
c) Situar zonas concurridas junto con actividades públicas que no sean fuente
de peligros (como pequeños parques, zonas de recreo infantil).
b) Que no se conforma con la reforma personal del individuo, sino que pre-
tende producir cambios�institucionales, porque considera que una reorgani-
zación ambiental incide significativamente en la conducta de los miembros o
individuos de la institución.
(37)
La teoría de la anomia de Durkheim37 será asumida y reelaborada por la socio- Concretada en la obra El suici-
dio, especialmente.
logía norteamericana. En primer lugar, por R.�Merton, quien la convierte en
teoría�de�la�criminalidad, en explicación general del comportamiento des-
viado.
R. K. Merton (1972)
Lectura recomendada
Todas estas teorías tienen en común que trasladan el centro de atención
al sistema social, y subordinan a su buen funcionamiento –a la produc- Sobre la teoría sistémica y es-
tructural-funcionalista, po-
ción de un consenso eficaz, por lo tanto, y a sus equivalentes funciona- déis ver:
les– cualquier valoración eticopolítica, individual o colectiva. A.�García-Pablos (1987). "Ex-
plicaciones estructural-fun-
cionalistas del delito". Delin-
cuencia. Teoría e investigación
(pág. 165, 192 y sig.). Ma-
drid: Alpe.
© FUOC • PID_00164034 61 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
Aciertan, sin duda, cuando relacionan el crimen con estructuras sociales, con
fenómenos ordinarios de la vida cotidiana. Es un mérito del estructural-fun-
cionalismo haber subrayado la normalidad�del�delito, su inextirpabilidad, sin
necesidad de invocar interesadas patologías individuales o conflictos sociales
complejos. No obstante, tiende a confundir lo fáctico y lo normativo, el ser y
el debe ser, y da prevalencia a las pretensiones funcionales, pragmáticas, sobre
las axiológicas y las valorativas, como sucede con todo modelo tecnocrático
poco inclinado a la crítica desde fuera del sistema. Todo esto repercute en el
diagnóstico funcionalista del problema criminal y tiene importantes implica-
ciones de cariz politicocriminal.
© FUOC • PID_00164034 62 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
c) El Derecho representa los valores y los intereses de las clases o sectores so-
ciales dominantes, no los generales de la sociedad, y la justicia penal gestiona
la aplicación de las leyes de acuerdo con los intereses mencionados.
De hecho, Taft explica así las elevadas tasas de criminalidad masculina en Es-
tados Unidos (acentuación del principio de competitividad, doble moral, di-
solución de instituciones tradicionales, etc.).
Sellin pone como ejemplo de conflictos de esta clase los que pueden provo-
car los medios de comunicación de masas, cuando proponen unos valores y
unos modos de conducta en contradicción eventual con los que profesan los
miembros de unos y otros grupos sociales.
(38)
A partir de los años cincuenta, la hipótesis del conflicto fue reactivada por el Por ejemplo, Dahrendorf,
38 Simmel, Vold, Turk, R. Quinney,
pensamiento marxista y no marxista, con distinto éxito . Chambliss, etc.
L.� Coser (1956, 1962) llega a afirmar que el conflicto es funcional, porque
asegura el cambio social y contribuye a la integración y la conservación del
orden, del sistema.
(39)
Desde un punto de vista metodológico, los criminólogos marxistas se apartan Por ejemplo, cómo afecta el
proceso de acumulación de rique-
de los estándares y las técnicas de las ciencias sociales. Rechazan las investiga-
za a las tasas de criminalidad.
ciones puramente empíricas y optan por un método�historicoanalítico. És-
te permite un análisis macrosociológico39 y microsociológico40 del fenómeno (40)
La incidencia de las interaccio-
nes criminales en los individuos
criminal. que viven en la sociedad capitalis-
ta.
© FUOC • PID_00164034 67 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
El análisis�del�desarrollo�histórico�de�las�instituciones�y�las�agencias�del
control�social de la sociedad capitalista (policía, justicia penal, etc.) es uno de
los enfoques más característicos de la metodología marxista, ya que le interesa
sobremanera demostrar que los cambios de la legislación y de los portadores
del control social responden a la evolución del capitalismo económico. Por
este motivo, las investigaciones son más analíticas, descriptivas y situacionales
que metódicas y estadísticas.
Hay que reconocer que algunas de sus formulaciones más radicales tratan de
encubrir el déficit empírico que sufren, con una desmesurada carga especula-
tiva y con pretensiones generalizadoras sin ningún fundamento. Que un de-
terminado conflicto social genere crimen o explique ciertas manifestaciones
delictivas parece obvio. Ahora bien, que todo hecho criminal se tenga que re-
conducir a un conflicto no lo es tanto.
Con respecto a las tesis de inspiración marxista, todavía hay que reiterar las
limitaciones�propias�del�método�historicoanalítico: la rigidez dogmática de
algunos de los conceptos fundamentales (clase social, propiedad, medios de
producción, etc.), no siempre adecuados hoy para analizar el complejo pro-
blema criminal de la sociedad capitalista avanzada; la pronunciada tenden-
cia moralizadora, utópica y maximalista de la política criminal que propugna
el pensamiento ortodoxo; e incluso, la paradoja de que sus investigaciones,
siempre fragmentarias y sectoriales, traten más sobre delitos contra la salud o
la moral que contra el orden económico.
© FUOC • PID_00164034 68 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
Las teorías subculturales surgen, en la década de los años cincuenta, como res-
puesta, quizá, a la problemática que planteaban, sobre todo en Estados Uni-
dos, determinadas minorías marginales, especialmente activas: minorías étni-
cas, políticas, raciales, culturales, etc. Aunque estas teorías pretenden circuns-
cribirse a esta temática (y, de manera muy particular, a la delincuencia juvenil),
con la obra de Cohen (1955, 1958) se convierten en una explicación genera-
lizadora de la conducta desviada y llegan a adquirir un papel predominante
en las teorías de la criminalidad de la Sociología criminal norteamericana.
Por otra parte, a las teorías subculturales no les interesa tanto la estructura Fotograma
de la película
West Side Story,
interna de las bandas y las organizaciones (objetivo prioritario de las teorías que refleja los
enfrentamientos
ecológicas), como su origen, cuestión estrechamente vinculada al problema de entre bandas
juveniles rivales.
la estratificación social. No en vano representan un enfoque�de�clase�social,
que supera y matiza el análisis puramente ecológico o ambiental.
A.�K.�Cohen (1955) y W.�F.�Whyte (1943) son los promotores de las tesis sub-
culturales. El primero centró su obra en el análisis�de�la�delincuencia�juvenil
de�las�clases�bajas, y los dos concluyeron, según se dijo, que las delinquency
areas, o zonas donde se concentra la criminalidad, no son ámbitos desorgani-
zados, sin normas y controles sociales, sino zonas o terrenos en los que están
vigentes unas normas distintas de las oficiales, otros valores en buen estado
de funcionamiento.
Cohen trató de verificar por qué las estadísticas oficiales presentan tasas de
criminalidad tan elevadas entre las clases sociales bajas de los barrios pobres
(slum), y concluyó que el comportamiento�delictivo refleja una protesta con-
tra las normas de las clases medias de la cultura norteamericana. Puesto que
la estructura social impide al joven de las clases bajas el acceso al bienestar
por vías legales, experimenta un conflicto cultural o estado de frustración que
determina que se integre en una subcultura separada de la sociedad o cultura
oficial. Esta subcultura es maliciosa, negativa y no utilitaria, y se encuentra
provista de un sistema de valores propio enfrentado al de la otra.
(41)
Como mantenían las teorías
El delito, según esto, no es consecuencia del contagio social, de la desor- ecológicas.
"Está lejos de reflexiones de provecho y lucro, es más bien una actividad valorada que
está muy relacionada con la fama, el valor y la satisfacción íntima."
c) Tienen un espíritu�de�grupo.
d) Pretenden manifestar�la�negación�de�los�valores�correlativos�de�la�socie-
dad�oficial. La subcultura, según Cohen (1955), se caracteriza por una actitud
valorativa ambivalente –al menos de polaridad negativa– respecto de las nor-
mas de la cultura oficial:
"La subcultura criminal toma las normas de la cultura circundante, pero las invierte. La
conducta del delincuente es justa según los principios estándares que rigen su subcultura,
precisamente porque es injusta según las normas de la cultura circundante."
Esta característica presenta las subculturas como rechazo deliberado de los va-
lores correlativos de la clase media, ya que no en vano la misma subcultura
se autodefine como alternativa, como recambio, como mecanismo de sustitu-
ción. En cualquier caso, la subcultura criminal es una cultura de grupo, colec-
tiva, y no una opción individual o privada en el sentido mertoniano.
c) La rebelión frente a los valores de las clases medias: la respuesta del de-
linquent boy. Éste resuelve su frustración de estatus enfrentándose de manera
abierta a los estándares de la sociedad oficial, porque la subcultura criminal
no pacta ni tolera ambigüedades, y precisamente la rebeldía mencionada le
proporciona prestigio.
Por otra parte, en la génesis de la subcultura criminal, Cohen otorga gran rele-
vancia a cierto proceso psicológico –psicoanalítico– de formación reactiva que
explicaría, además, algunas características de la delincuencia subcultural. En
definitiva, se trata de un mecanismo�de�neutralización dirigido a compensar
la angustia del joven de las clases sociales bajas que para conseguir la estima
social de su grupo se alza contra los valores y los estilos de vida –que ya ha
interiorizado– de las clases medias.
Para Cloward y Ohlin, no todas las áreas de clases sociales bajas tie-
nen una organización y una estabilidad idénticas, ni ofrecen las mismas
oportunidades a sus miembros. También hay en el mismo slum un re-
parto desigual de oportunidades para acceder por vías ilícitas a las metas
culturales.
a) La de W.�B.�Miller (1958), para quien hay una cultura de las clases sociales
bajas, autónomas e independientes.
Mientras que las teorías clásicas de la frustración relacionan ésta con el blo- Lectura recomendada
queo de las pretensiones monetarias y de estatus de clase media, Agnew la
R.�Agnew (1985). "A Revi-
vincula también a otras metas diferentes y advierte que un ambiente adverso, sed Strain Theory of Delin-
del que no pueda escapar el joven lícitamente, incrementa la probabilidad de quency". Social Forces (núm.
64, pág. 151-167).
su conducta delictiva.
En todo caso, reconoce este autor, la opción delictiva, de entre las posibles res-
puestas a la frustración, es sólo una. La vía criminal tendrá más posibilidades
de ser escogida si el sujeto tiene limitadas sus otras salidas o estrategias.
En lo que respecta a las perspectivas de futuro del enfoque subcultural, hay diversidad
de opiniones:
(42)
c) Que, con frecuencia, no tienen autonomía normativa42 y que, en realidad, De valores propios, diferencia-
dos de los mayoritarios.
es la cultura general la que suministra a las subculturas las pautas de conducta.
d) Incluso, que es más importante examinar los problemas derivados del es-
tatus del individuo en su subcultura que la significación de ésta respecto de
la cultura general.
(43)
No obstante, las teorías subculturales han contribuido decisivamente al enri- Teorías del aprendizaje, etc.
quecimiento del análisis del fenómeno criminal desde un punto de vista so-
ciológico, y han sido complementadas después, como veremos, con esquemas
psicológicos43.
© FUOC • PID_00164034 75 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
a) Que hay, también, una criminalidad significativa de las clases medias y pri-
vilegiadas, como demuestran los self reporter studies.
c) Para acabar, que no todo individuo de la lower class rechaza los medios y los
procedimientos legítimos de acceso a los bienes culturales y se integra en una
subcultura criminal (de la misma manera que, en sentido contrario, muchos
jóvenes de clase media y alta rechazan los valores y los objetivos convencio-
nales y delinquen).
a) Las teorías�del�aprendizaje�social o social learning, para las cuales el com- Lectura complementaria
portamiento criminal se aprende, de la misma manera que el individuo apren-
Sobre el social learning o teo-
de también otras conductas y actividades lícitas, en la interacción con perso- ría del aprendizaje social,
nas y grupos y mediante un complejo proceso de comunicación. De esta ma- ved:
A.�García-Pablos (1988). Ma-
nera, el individuo aprende no sólo la conducta delictiva, sino también los va- nual de Criminología (pág. 554
lores criminales, las técnicas de comisión y los mecanismos subjetivos de ra- y sig. y referencia bibliográ-
fica, nota 6). Madrid: Espasa
cionalización o autojustificación del comportamiento desviado. Calpe.
Ahora se explicará de manera somera cada uno de estos modelos teóricos con
las formulaciones principales.
Las teorías del aprendizaje social parten de la hipótesis de que las claves
de la conducta humana se tienen que buscar en el aprendizaje que la
experiencia�vital�diaria proporciona al individuo.
(44)
Sutherland entiende por aprendizaje, como es lógico, no el aprendizaje en su Acción de enseñar y aprender.
44
acepción pedagógica estricta , sino la génesis profunda propia del comporta-
miento humano, en tanto que proceso complejo y global del desarrollo psico-
lógico y conductual de la persona.
• Las asociaciones y los contactos diferenciales del individuo pueden ser di-
ferentes según la frecuencia, la duración, la prioridad y la intensidad. Lógi-
camente, unos contactos duraderos y frecuentes deben tener una influen-
cia pedagógica mayor que otros fugaces u ocasionales, de la misma mane-
ra que el impacto que ejerce cualquier modelo en los primeros años de la
vida del hombre suele ser más significativo que el que tiene lugar en eta-
pas posteriores. También el modelo es más convincente para el individuo
cuanto mayor sea el prestigio que atribuye a la persona o grupos cuyas
definiciones y ejemplos aprende.
(45)
No en vano, la tesis de Sutherland coincide con estructuras� subculturales Como la explicación del gangs-
45 terismo norteamericano de princi-
simples y no con otras situaciones subculturales mucho más complejas, pro- pios de este siglo.
ducto de la evolución social. El mismo Sutherland tuvo que reconocer en el
último trabajo la necesidad de tener en cuenta la incidencia de factores indi-
viduales en la asociación y otros procesos psicosociales complejos.
En efecto, los autores distinguen tres tipos de subculturas, cada uno con ca-
racterísticas criminológicas particulares y una singular génesis del proceso de
aprendizaje:
(46)
• La subcultura�conflictual46, integrada básicamente por emigrantes y por Conflict subcultur.
(47)
• La subcultura�de�la�huida�o�de�la�evasión47, de la que forman parte aque- Retreatist subcultur.
(48)
• Para acabar, la subcultura� criminal48, en sentido estricto, caracterizada Criminal subcultur.
(49)
Por ejemplo, la identificación
Según el autor, el aprendizaje de la conducta criminal no tiene lugar por con criminales en los medios de
comunicación.
la comunicación o interacción personal, sino por la identificación. Una
persona sigue el camino del crimen en la medida en que se identifica
con otras personas, reales o ficticias, desde cuya perspectiva su conducta
criminal parece aceptable.
Jeffery incorpora los factores biológicos y bioquímicos a su modelo particular Ved también
de aprendizaje, por lo cual su teoría se ha analizado en páginas anteriores.
Podéis ver el subapartado
4.2.7, donde se expone la teo-
Para la teoría�del�condicionamiento�operante�de�Akers (1977), una serie de ría biosocial de Jeffery.
Ahora bien, mientras que las teorías que se han analizado antes consi-
deran que el aprendizaje mencionado aporta al individuo los valores,
las actitudes y las técnicas necesarios para la actividad criminal (mode-
los, pues, intrínsecamente delictivos), Sykes y Matza, al contrario, con-
sideran que la mayoría de los delincuentes comparten los valores con-
vencionales de la sociedad, de manera que lo que aprenden son ciertas
técnicas capaces de neutralizarlos y, así, racionalizan y autojustifican la
conducta desviada de los patrones de las clases medias.
Entre las teorías del control, hay que destacar las formulaciones de Hirschi,
Briar y Piliavin, Reckless, Reiss y Glaser:
a)�La�teoría�del�arraigo�social
© FUOC • PID_00164034 83 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
(50)
Para la teoría del arraigo social de T.� Hirschi (1969), todo individuo es un Relaciones con padres, amigos,
vecinos, etc.
infractor potencial y sólo lo frena el miedo al daño irreparable que le puede
ocasionar el delito en las relaciones interpersonales50 e institucionales51. (51)
Relaciones con escuela, trabajo,
etc.
b)�La�teoría�de�la�conformidad�diferencial
c)�La�teoría�de�la�contención
© FUOC • PID_00164034 84 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
Para esta teoría, propugnada por W.�Reckless (1970), la sociedad produce una
serie de estímulos, de presiones, que impelen al individuo hacia la conduc-
ta desviada. Sin embargo, los mencionados impulsos son contrarrestados por
ciertos mecanismos, internos y externos, de contención que lo aíslan positi-
vamente.
(52)
El autor concede una relevancia
Según Reckless, hay una serie�de�impulsos�internos, y de presiones�e prioritaria al autoconcepto o con-
cepto que tiene el individuo de sí
influencias�externas, que actúan con respecto al individuo como me- mismo.
canismos de presión criminógena. Sin embargo, el individuo, según el
autor, tiene también otros dispositivos� internos� y� externos� de� con-
tención:
d)�La�teoría�del�control�interior
Reiss es el autor que mantiene esta teoría, que tiene inequívocas conexiones
con el psicoanálisis y la cibernética.
e)�La�teoría�de�la�anticipación�diferencial
f)�Revisiones�actuales�de�las�teorías�clásicas�del�control
• Por qué en una misma familia, de dos personas, que han crecido en el
mismo ambiente y con educación idéntica, una se inclina por el crimen
mientras que la otra lo hace por la conducta conforme a Derecho.
Lectura complementaria
Según esta perspectiva interaccionista, no se puede comprender el cri-
men si se prescinde de la propia reacción social, del proceso social de Podéis leer la referencia bi-
bliográfica sobre el labelling
definición o selección de ciertas personas y conductas etiquetadas como approach en:
criminales. Delito y reacción social son términos interdependientes, re- A.�García-Pablos (1988). Ma-
nual de Criminología (pág.
cíprocos e inseparables. 581, nota 1). Madrid: Espasa
Calpe.
La desviación no es una cualidad intrínseca de la conducta, sino una
cualidad que se le atribuye mediante procesos de interacción social com-
plejos, procesos altamente selectivos y discriminatorios.
Ésta –se dice– no es como un trozo de hierro, como un objeto físico, sino el
resultado de un proceso social de interacción (definición y selección): sólo la
encontramos en los presupuestos normativos y valorativos, siempre circuns-
tanciales, de los miembros de una sociedad.
De este modo, las oportunidades y los riesgos de ser etiquetado como delin- Lectura recomendada
cuente no dependen tanto de la conducta ejecutada (delito) como de la posi-
Sobre este problema, podéis
ción del individuo en la pirámide social (estatus). Los procesos de criminali- ver:
zación, además, responden al estímulo de la visibilidad diferencial de la con- A.�García-Pablos (1986). "La
normalidad del delito y del
ducta desviada en una sociedad concreta, es decir, se guían más por la sinto- delincuente". RFDUC (núm.
matología del conflicto que por su etiología (visibilidad frente a latencia). 11, pág. 325- 346).
Aunque el enfoque labelling se consolida como modelo teórico en la década de los sesen-
ta, se tiene que considerar antecedente la obra de Mead (1917 y 1918), Thomas (1923),
Tannenbaum (1938) y Lemert (1951). Algunas investigaciones empíricas también han
seguido los postulados interaccionistas: así, las de Opp, Peters y Peukert, en Alemania;
y las de Lemert (1976), Netter (1978), Tittle (1975), Wellford (1975), Paternoster-Iovani
(1984), etc.
También se debe al labelling approach una interpretación mucho más realista Lectura complementaria
del dogma tradicional de la igualdad ante la ley y una preocupación encomia-
Para otras objeciones al labe-
ble por el problema de la desviación secundaria y de las carreras criminales. lling approach, ved:
No obstante, una sustitución radical, como pretende un sector del labelling A.�García-Pablos (1988). Ma-
nual de Criminología (pág. 604
approach, de las teorías de la criminalidad por las de la criminalización no es y sig.). Madrid: Espasa Calpe.
compartida por la opinión criminológica mayoritaria, ya que, sin duda, em-
pobrece la discusión científica. La naturaleza puramente definidora del delito,
el carácter constitutivo del control social y la opción a favor del paradigma de
control son postulados que tampoco tienen el apoyo unánime de la comuni-
© FUOC • PID_00164034 90 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
El cambio acelerado y drástico que se produjo en el marco político por donde Lectura complementaria
discurren la teoría y la praxis criminológica en los países socialistas sugiere
Ved una reseña bibliográfica
unas breves reflexiones sobre los postulados convencionales del pensamiento sobre la criminología en paí-
marxista oficial y las investigaciones criminológicas llevadas a cabo durante ses socialistas en:
A.�García-Pablos (1988). Ma-
los últimos años. nual de Criminología (pág. 654
y sig., nota*). Madrid: Espasa
Calpe.
La nueva situación política e histórica les quita en buena parte actualidad –que
no interés–, aunque –y esto es positivo– resalta la historicidad y la contingen-
cia del mismo saber científico, un saber que siempre es relativo, dinámico e
inacabado, abierto al futuro y muy condicionado por el marco historicosocial.
Es, pues, un momento especialmente idóneo para hacer balance y extraer las
consecuencias oportunas de la confrontación de los modelos respectivos.
Entre las obras de carácter general, hay que destacar el Manual soviético de Criminología, de
Gertsenzon (1965); la Criminología soviética, obra colectiva de dieciséis autores, publicada
un año después, y la Criminología Socialista, de Buchholz y Hartmann, primer manual de
Criminología publicado en la entonces República Democrática Alemana (1966), etc.
(53)
c) La pronunciada finalidad práctica53 le ha permitido elaborar y perfeccionar, Lucha y prevención eficaces del
delito.
mucho mejor que a la Criminología occidental, la teoría y la praxis del control
social, aunque los objetivos politicocriminales ambiciosos y utópicos54 son (54)
Superación del delito en la so-
proclives a fórmulas concretas que disminuyen el riesgo de la desviación a ciedad socialista.
(55)
2) Con respecto a la temática, tanto la Criminología�socialista�como�la�oc- Por ejemplo, la delincuencia ju-
55 venil.
cidental, de hecho, se interesan por unos mismos problemas .
a)�Teorías�eclécticas�y�modelos�integrados
© FUOC • PID_00164034 93 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
• Las teorías de los rasgos latentes, que integran elementos de las teorías de
la predisposición, de aquéllas de las diferencias individuales, de las de la
elección racional o de las de la oportunidad.
• Las teorías del curso de la vida, que consideran influyentes en el iter vital
variables estructurales, factores psicológicos y biológicos y, sin duda, las
tesis de la oportunidad.
Entre los modelos integrados en sentido estricto, hay que destacar la formula- Lectura recomendada
ción de Elliot, que combina tres teorías clásicas fundamentales: la del control
D.�Elliot (1985). "The Assum-
social, la de la frustración y la del aprendizaje, en su versión de asociación ption that Theories Can Be
diferencial. Combined with Increased
Explanatory Power. Theoreti-
cal Integrations". En: Robert
F. Meier (ed.). Theoretical Met-
En la explicación del comportamiento criminal, este autor parte de la existen-
hods in Criminology. Beverly
cia de unos controles sociales del individuo débiles en razón de su socializa- Hills, California: Sage.
ción inadecuada, y también por la frustración. Esta última favorece la delin-
cuencia de dos maneras: de manera indirecta porque, al debilitarse los víncu-
los sociales, el individuo tiende a frecuentar grupos de iguales favorables a la
comisión de hechos delictivos o antisociales. Y además, Elliot no descarta que
el influjo del debilitamiento del control social pueda influir de manera directa
en la delincuencia.
© FUOC • PID_00164034 94 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
7. Enfoques dinámicos
La curva de la edad
Lectura recomendada
La edad es, sin duda, uno de los factores más sólidamente correlacionados con la comisión
de hechos delictivos. La Criminología ha podido constatar, con todo tipo de técnicas de L.�N.�Robins (1966). Deviant
investigación, que el joven se implica en un número de delitos muy elevado –aunque no Children Grown Up. A Sociolo-
especialmente graves–, hasta el punto de que se habla de la normalidad –estadística– del gical and Psychiatric Study of
crimen. La curva agregada de la edad sigue un recorrido ascendente muy marcado desde Sociopathic Personality. Balti-
more: Williams & Wilkins.
edades tempranas del individuo y después asciende vertiginosamente a partir de una
edad que oscila entre los veinte y los veinticinco años. Posteriormente es poco probable
que el individuo se implique en hechos violentos.
En este sentido, tiene un interés especial la conocida como máxima o paradoja de Robins,
cuyo estudio sobre la influencia del factor transcurso del tiempo ofrece dos parámetros
antagónicos: uno de continuidad y el otro de cambio o desistimiento. La indagación de
Robins muestra una cierta continuidad en el comportamiento antisocial desde la infancia
hasta la edad adulta: un análisis retrospectivo muestra que las personas con problemas
de comportamiento antisocial los tuvieron ya durante la infancia y la adolescencia.
La proyección práctica más interesante y útil del paradigma de las carreras cri-
minales aparece en el ámbito del tratamiento o la intervención, como alterna-
tiva a las ineficaces tipologías clásicas.
Sin embargo, actualmente las tipologías están en crisis y no faltan los que han anunciado
directamente su fracaso. Su capacidad de diagnóstico, indicadora de la intervención pre-
ventiva más idónea, ha sido, en general, decepcionante. Seguramente porque no captan
el aspecto dinámico y situacional de la conducta delictiva, sino sólo rasgos concretos de
la personalidad del infractor y determinadas características fenomenológicas del hecho
delictivo que no permiten elaborar previsiones futuras ni señalar los factores que podrían
influir en el momento de abandonar la prisión. Además, tampoco desde el punto de vista
etiológico ofrecen una explicación suficiente de las causas del fenómeno delictivo.
© FUOC • PID_00164034 96 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
comportamiento delictivo, que inserta en el curso vital del individuo y en sus Sus patrocinadores principa-
distintas etapas, y describe su génesis, su curso y su desarrollo. les son Patterson, Loeber y
Moffitt:
G.�R.�Patterson;�K.�Yoerger
La Criminología del desarrollo no analiza las causas de la criminalidad porque (1993). "Developmental Mo-
dels for Delinquent Beha-
rechaza la posibilidad de elaborar una teoría general y mantiene que los fac- vior". En: S. Hodgins (ed.).
tores relevantes varían con las personas, la etapa vital de éstas y el abanico de Mental Disorder and Crime.
Londres: Sage.
diferencias individuales. En su lugar, propone estudiar las trayectorias o itine- R.�Loeber (1996). "Develop-
rarios de las carreras criminales y formula tipos y subtipos a partir de criterios mental Continuity, Change,
and Pathways in Male Juve-
como la etapa de la vida en la que se encuentra el infractor, el momento de nile Problem Behaviors and
Delinquency". En: J. D. Haw-
iniciación de las conductas delictivas, los patrones de agravamiento, etc.
kins. Delinquency and Crime.
Current Theories. Nueva York:
Cambridge University Press.
Este enfoque dinámico acostumbra a distinguir tres etapas en el curso de las
T.�E.�Moffitt (1993). "Adoles-
actividades criminales: la de la activación, la del agravamiento y la del desisti- cence Limited and Life-cour-
se-persistent Antisocial Beha-
miento. vior. A Developmental Taxo-
nomy". Psychological Review
(núm. 100, pág. 676 y sig.).
En la fase de activación, que empieza cuando se inicia el proceso delictivo, éste
se puede estabilizar (el comportamiento delictivo se prolonga en el tiempo);
acelerar (se produce un aumento de la frecuencia delictiva), o diversificar (se
enriquece el espectro de comportamientos criminales). En la etapa de agrava-
miento, hay una escalada cualitativa de la relevancia criminal de los hechos
delictivos, que, con el paso del tiempo, son cada vez más serios. Finalmente,
en el periodo de desistimiento, se puede producir un fenómeno de desacelera-
ción, y se reduce la frecuencia de la actividad; de especialización, y disminuye la
gama de delitos; de pérdida progresiva de la gravedad de éstos (de-escalation),
o incluso de conclusión definitiva de la carrera criminal.
De cualquier manera, para esta teoría, los factores que inciden en la etiología
y desarrollo de cada uno de estos procesos difieren en cada caso, porque los
factores relevantes para activar una carrera lo pueden dejar de ser o bien para
agravarla o bien para que concluya; o los mismos factores pueden tener efectos
distintos dependiendo de las variables personales y de la edad del sujeto o de
otros condicionantes biológicos o genéticos.
Resumen
El repaso teórico que se ha llevado a cabo ofrece una panorámica general del
estado de la cuestión y se ha pretendido no obviar ninguno de los modelos
básicos:
Ejercicios de autoevaluación
De�selección
a)�psicologicistas.
b)�ambientales.
c)�clínicas.
5. La idea del orden pluralista y atomizado del orden social pertenece a...
6. La creación de barreras físicas o simbólicas en torno a las áreas públicas que provoquen
en los residentes un sentimiento de comunidad y territorialidad, que los autorresponsabilice
para la defensa de su hábitat ante el delito, es uno de los postulados de...
7. De acuerdo con las orientaciones ecológicas iniciales de la Escuela de Chicago, los índices
máximos de criminalidad se concentran en la zona de...
a)�la city.
b)�la zona de transición.
c)�el área de viviendas.
9. En las investigaciones del matrimonio Glueck (1956), el grupo criminal exhibía, priorita-
riamente, las características del tipo...
a)�mesomorfo.
b)�endomorfo.
c)�ectomorfo.
© FUOC • PID_00164034 100 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
10. El carácter constitutivo del control social y la incidencia selectiva (discriminatoria) son
dos postulados de...
Solucionario
Ejercicios de autoevaluación
1.�c
2.�a
3.�b
4.�b
5.�c
6.�b
7.�b
8.�c
9.�a
10.�b
© FUOC • PID_00164034 102 La moderna Criminología científica y los distintos modelos teóricos
Glosario
anomia f Término forjado por Durkheim y que expresa la crisis, la pérdida de efectividad
y el derrumbamiento de las normas y los valores vigentes en una sociedad, precisamente
como consecuencia del desarrollo económico rápido y acelerado y de los cambios sociales
profundos que debilitan la conciencia colectiva.
aprendizaje social m Teoría que busca las razones de la criminalidad en una compleja y
continua interacción de determinantes personales y ambientales, en la que ciertos procesos
simbólicos tienen un papel predominante
conductismo m Teoría que busca las claves del comportamiento delictivo teniendo en
cuenta las influencias externas y las fuerzas del medio, y desprovee los rasgos de la persona-
lidad de su tradicional soberanía.
delinquency areas f pl Áreas concretas de la ciudad en las que, según la teoría ecológica,
se concentra la criminalidad por diferentes razones.
EEG m electroencefalógrafo.
etiquetamiento m Término forjado por la teoría del labelling approach para señalar la ac-
tividad selectiva y discriminatoria que, según esta teoría, desarrollan determinadas institu-
ciones sociales con respecto a la calificación del individuo delincuente.
inconsciente m Es, en palabras de Freud, "la parte sumergida invisible del iceberg que
configura el sector más vasto y en muchos sentidos más poderoso de nuestra mente".
normalidad (del crimen) f El crimen no tiene el origen, según las teorías estructural-
funcionalistas, en ninguna patología individual ni social, sino en el funcionamiento normal
y regular de todo orden social.
psicópatas m pl Individuos que están básicamente sin socializar y cuyos patrones de con-
ducta les lleva a conflictos continuos con la sociedad. Son egoístas, impulsivos, irresponsa-
bles e incapaces de extraer ninguna enseñanza del castigo.
Bibliografía
Bibliografía básica
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