Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Índice de Contenidos
1. Clase 1: Tectónica de Placas 1
1.1. Antes de la Tectónica de Placas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
6. Extensión 13
6.1. Contextos Tectónicos de la Extensión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
6.2. Rifts . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
6.2.1. Mecanismos de ruptura de continentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
6.3. Cuencas de Trasarco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
6.4. Tipos de fallas en sistemas extensionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
6.4.1. Fallas Lístricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
6.4.1.1. Distintos estructuras en sistemas lístricos . . . . . . . . . . . . . . 23
6.4.1.2. Pliegues Forzados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
6.4.1.3. Fallas coalescentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
6.4.1.4. Falla de transferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
6.4.1.5. Zona de transferencia sintética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
6.4.1.6. Zona de transferencia antitética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
7. Compresión 31
7.1. Orogénesis y Orógenos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
7.2. Fajas Plegadas y Corridas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
7.3. Concepto de Cuña Crítica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
7.4. Algunos Conceptos de Sistemas Compresivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
8. Rumbo 44
8.1. Conceptos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
8.2. Modelo de Riedel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
8.3. Estructuras de Rumbo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
8.3.1. Releasing Bend o Curva de Relajación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
8.3.2. Restraining Bend o Curva de Restricción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
8.3.3. Stepover . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
8.3.4. Strike Slip Duplex o Dúplex de rumbo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
8.3.5. Horsetail o Cola de Caballo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
8.3.6. Estructuras en Flor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
9. Inversión de Cuencas 49
9.1. Conceptos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
9.2. Factores Controladores de Inversión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
9.3. Estilos de Inversión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
9.4. Estructura en Arpón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
10. Oroclinos 51
10.1. Conceptos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
10.2. Paleomagnetismo y Oroclinos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
Índice de Figuras
1. Interpretación de Wilson (1965) y Bird (2003) para el movimiento relativo de la placa
de Nazca respecto de la placa Sudamericana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2. Capa D. Las tomografías a la derecha muestran muy bien la esta zona de transición
justo arriba del CMB (Core-Mantle Boundary). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
3. Ejemplo gráfico de los conceptos de inclinación y declinación del campo magnético. . . 7
4. Resultados de estudio de variación secular del campo magnético en las zonas de Pto.
Williams y los Montes Ellsworth. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
5. Promedio de la variación secular del campo magnético, donde se puede observar como
este promedio tiende a ubicarse en el eje de rotación terrestre. . . . . . . . . . . . . . . 8
6. Mecanismo de ciclón-anticiclón generado en el núcleo externo. . . . . . . . . . . . . . . 10
"Las masas de tierra existen porque las fuerzas internas de nuestro planeta las han empujado
repetidamente hacia arriba [...]"
De acuerdo a esta concepción, las masas de tierra subirían o se hundirían por corrientes de
convección de la corteza, que estarían motivadas por diferencias de temperatura al interior de la
Tierra. Otra teoría de porque las masas de tierra se alzarían o hundirían se basaría en la contracción
de la Tierra a medida que se enfría.
Otras teorías planteaban también, por ejemplo, que los continentes y océanos no han cambiado su
posición actual desde tiempos geológicos (Mill, 1983). Sin embargo, y por otro lado, se sabía bastante
bien que la distribución de los seres vivos del pasado solo se podía explicar si es que alguna vez los
continentes hubieran tenido alguna conexión entre ellos alguna vez (Gardner, 1885).
De esta forma, se puede decir que antes de la teoría de la tectónica de placas se tenían dos visiones
en contraposición: (1) una teoría de la permanencia, y; (2) una teoría de los puentes de tierra.
Una teoría adicional postulada, la teoría del geosinclinal (Aubouin, 1965), que habla de que en
las cuencas, la gran cantidad de material acumulado produce subsidencia. Esta acción de subsidencia
produciría a su vez un acortamiento de la cuenca, haciendo que los margenes de esta se eleven y
formen montañas, de tal forma que así se explicaría la formación de relieve en las masas de Tierra.
Nuevamente, esta era una teoría que solo involucra movimiento vertical.
Sin embargo, antes de todas estas teorías de movimiento vertical, en 1596, Ortelius creó el primer
atlas del mundo y propuso la idea de que las formas de los continentes eran muy parecidas y que en
un pasado podrían haber estado juntos. Esta idea también fue retomada por Snider en 1858, donde
él también propone que los continentes alguna vez habrían estado todos juntos.
Sin embargo, Alfred Wegener propuso también la misma idea exponiendo todos los argumentos
que estarían a favor de esta idea de que los continentes habrían estado todos juntos y que se movían,
algo que ninguna de las teorías anteriores proponían. Los argumentos que Wegener propuso fueron:
Coincidencia del registro fósil entre los continentes, que solo se puede explicar si es que hubo
una conexión entre los continentes.
La existencia de dos tipos de materiales en la corteza (continental y oceánica), las cuales están
representadas por la bimodalidad en las elevaciones que se pueden observar en la Tierra.
Sin embargo, la teoría de la deriva continental de Wegener no fue aceptada por la comunidad
científica. En particular, se decía que era un hipótesis poco fundada y que se tomaba muchas liber-
tades. Esto se decía debido a que la teoría de Wegener no explicaba bien cual era el mecanismo por
el cual se movían los continentes. Wegener proponía que los continentes araban la corteza oceánica.
Frente a esto, otras evidencias vinieron en auxilio de la teoría de la deriva continental, como lo
fueron el paleomagnetismo, y los trabajos posteriores, en particular de Hess (1962), para explicar el
mecanismo por el cual se creaba corteza oceánica en ridge oceánicos, los cuales tendrían un mecanismo
extensional asociado a una acción de convección de la astenosfera subyacente. Este sería el mecanismo
por el cual se habrían separado los continentes y es el mecanismo que le faltaba a Wegener para
explicar su teoría de la deriva continental: los continentes se separan porque se crea un oceáno
entremedio de ellos.
La tectónica de placas permite explicar varias cosas que antes no se tenían muy claras, como la
distribución de las zonas sismogénicas y el volcanismo a nivel global.
Wilson (1965) proponía de forma bastante clara para su tiempo como era la geometría del margen
Andino en Sudamérica. Sin embargo, Wilson proponía que el movimiento de la placa de Nazca con
respecto a la placa Sudamericana era de rumbo, en función de la definición de placa que se tenía,
que decían que no tenían deformación interna. Sin embargo, como sabemos, las placas si tienen de-
formación intensa, y esta está íntimamente ligada con el movimiento relativo entre las placas, donde
en particular el margen Andino es una prueba de esta deformación asociada con el tectonismo.
El movimiento relativo entre las placas se puede clasificar esencialmente en tres tipos: (1) margen
divergente; (2) margen convergente; (3) margen transformante.
Manto: Capa intermedia de la Tierra, con un espesor aproximado de 2900 km, concentran-
do el 82 % del volumen de la Tierra, y el 68 % de su masa. Compuesto principalmente por
minerales ultrmáficos, olivino principalmente, que en profundidad se transforma a espinela, y
posteriormente a perovsquita.
Litósfera: Capa externa de la Tierra, incluyendo la corteza y parte del manto superior, que
posee un comportamiento frágil.
Astenósfera: Parte del manto superior en donde las condiciones de presión y temperatura
permiten que el material se comporta de forma plástica.
Mesósfera: Capa entre el núcleo líquido y la astenósfera que se comporta de forma frágil,
debido a altas presiones que contrarrestan el aumento de temperatura.
Otras capas que se pueden identificar en la Tierra, con definiciones más acabadas son:
Capa D: Capa con espesores estimados entre 100 y 500 km, definida por una marcada dismi-
nución en la velocidad de las ondas sísmicas. Es una capa altamente heterogénea, con presencia
de flujos laterales y verticales. Esta Capa D se puede entender como una zona de transición que
existe entre el manto y el núcleo.
Figura 2: Capa D. Las tomografías a la derecha muestran muy bien la esta zona
de transición justo arriba del CMB (Core-Mantle Boundary).
Esta Capa D es interesante porque se cree que es a partir de esta capa donde se cree que se
generan la mayoría de las plumas mantélicas.
Zona de transición astenósfera-mesósfera: La zona de transición entre la astenósfera y
la mesósfera se encuentra entre los 410 y los 660 km, donde tanto a los 410 como a los 660
km se observan discontinuidades sísmicas, que se explicaría por la ocurrencia de una serie de
transformación de fases minerales, sin implicar cambios químicos.
Zona de Baja Velocidad (LVZ): Esta corresponde a una zona del manto superior carac-
terizada por una disminución en la velocidad de las ondas sísmicas. A esta zona se le conoce
también como discontinuidad de Lehmann, y se ubica entre 180-220 km de profundidad. Esta
zona marca el límite entre la litosfera y la astenósfera.
Discontinuidad de Mohorovicic (MohO): Límite entre la corteza y el manto.
Hay que tener claro que son las mismas placas las que crean estas celdas de convección en el manto.
Cuando una placa subducta, esta arrastra material del manto, generando así un flujo, induciendo así
estas celdas convectivas.
Basal Shear Traction: Corresponde a la acción de cinta transportadora que induce la con-
vección del manto sobre las placas.
¿Qué es un campo magnético? Un campo magnético está constituido por líneas de campo, que
salen desde un punto (polo norte), y entran por otro, donde estas líneas de campo se originan por
una carga eléctrica en movimiento.
El momento magnético es un vector que representa una medida de la influencia con la que un
imán puede atraer cargas eléctricas.
Con esto, podemos medir de forma fácil cual es la dirección de las líneas de campo magnético en
cualquier punto de la Tierra, usando dos medidas simples: la inclinación y la declinación.
La inclinación (I) corresponde al ángulo que hay entre la horizontal y la línea de campo.
Existe otro modelo, el modelo geocéntrico axial dipolar inclinado, donde en este caso, el eje
del dipolo que no está alineado con el eje de rotación de la Tierra, sino que está inclinado.
Un ejemplo de variación secular del campo magnético es el siguiente: se midió la variación secular
del campo magnético en dos zonas (Pto. Williams y Montes Ellsworth). Los resultados obtenidos
muestran claramente como varia la inclinación, declinación e intensidad del campo magnético para
las dos zonas con trends similares.
Un aspecto importante de notar es que la variación secular del campo magnético, cuando se
promedia durante una cantidad de tiempo considerable, el polo magnético se ubica en el eje de
rotación de la Tierra.
Una de las explicaciones del porque podrían ocurrir estas inversiones del campo magnético es
que la acumulación de slabs subducidos en el manto inferior podrían inducir cambios termales en el
manto inferior, produciendo así las inversiones magnéticas.
Si luego, se impone un campo magnético en torno al Ecuador, se obtienen líneas de campo con
forma toroidal, que explican la componente dipolar del campo magnético terrestre.
La ecuación anterior permite relacionar la inclinación del campo magnético con la latitud. De esta
forma, esta es una herramienta poderosa para realizar reconstrucciones paleogeográfica: si sacamos
una muestra de roca, la datamos, y hacemos medida de su inclinación magnética remanente, podremos
conocer a que latitud estaba esa roca en el momento que adquirió su magnetización.
Apparent Polar Wander Path: Representación secuencial de la posición de los polos paleo-
magnéticos de un continente particular.
Otra utilidad del paleomagnetismo, aparte de ser una herramienta que permite calcular la latitud
a la que se encontraba un continente, terreno en un tiempo dado, es que también permite calcular la
cantidad de rotación que ha sufrido un continente, estudiando principalmente la declinación de las
rocas.
Materiales diamagnéticos: Estos son materiales en los cuales al aplicar un campo magnético,
estos responden con una magnetización inducida opuesta al campo aplicado. Esta magnetización
inducida es proporcional al campo externo, y vuelve a cero en ausencia de este. Algunos de estos
materiales son el cuarzo, la calcita y el agua.
Materiales ferromagnéticos: Estos son materiales en donde sus átomos presentan momentos
magnéticos e interactúan con los átomo adyacentes. Al aplicar un campo magnético, estos
materiales se orientan con el campo magnético aplicado, sin embargo, en ausencia del campo,
no vuelve a cero, sino que lo graba. Estos materiales ferromagnéticos se pueden subdividir en
ferromagnéticos, antiferromagnéticos.
El segundo paso consiste en orientar la muestra, tomando datos de inclinación (con inclinómetro),
azimut (magnético y solar).
Posteriormente, se retira el cilindro perforado, anotando cual era el lado que estaba al interior de
la roca y el nombre de la muestra.
Luego de esto, viene el trabajo en laboratorio, donde vamos a obtener los datos de declinación
e inclinación correspondientes a la magnetización remanente natural de la roca. Para hacer esto,
primero se introduce la muestra en un horno, para calentarla progresivamente e ir midiendo la
variación de la declinación y la inclinación.
Algunos de los supercontinentes formados en el pasado son: Nuna (1.6-1.3 Ga), Rodinia (900 Ma),
Pangea (270 Ma).
6. Extensión
6.1. Contextos Tectónicos de la Extensión
Los regímenes extensionales no solo se dan en los ridges mid-oceánicos. Se puede tener extensión
en ambientes compresivos de subducción, asociado a cuencas de trasarco. Otro ambiente donde pode-
mos tener extensión es en rifts intracontinentales, por ejemplo, en el Sistema de Rift Africano Oriental.
¿Qué es una falla? Una falla corresponde a una superficie o zona delgada a lo largo de la cual un
lado se ha desplazado con respecto al otro, en una dirección paralela a la superficie o zona.
Se usa el nombre falla, para distinguir de fracturas de cizalle o zonas que se extienden por varios
metros o kilómetros. A escala centimétrica se denominan fracturas de cizalle, y a escala milimétrica
6.2. Rifts
Un rift continental (o graben continental), corresponde a una estructura angosta y larga flanquea-
da por fallas normales. Se caracteriza por tener una depresión central flanqueada por ”hombros” que
forman escarpes subverticales.
Dentro de sistemas de rift continentales, se puede dar la formación de Core Complexes, que corres-
ponden a domo de rocas metamórficas desarrollados en rift asimétricos, donde rocas de alta
grado metamórfico de la corteza media e inferior son puestas en contacto con rocas que no presentan
metamorfismo, o un grado muy bajo de este.
Sistema de fallas lístricas ancladas a un nivel milonítico: Este modelo propone un sistema
de fallas lítricas, sintéticas, ancladas a un nivel milonítico subhorizontal, de tal forma que la
extensión produce un alzamiento de este nivel milonítico, de tal forma que este nivel se pliega
y se alza.
Falla lístrica principal, que produce una milonitización progresiva del material llevado en pro-
fundidad. A medida que la extensión continua, se forman nuevas fallas lístricas secundarias, y
el nivel milonitizado se pliega y es capaz de aflorar.
Figura 10: Modelo de formación de Core Complexes, asociado a una falla maes-
tra que va milonitizando material, y luego plegándolo y exhumándolo a medida
que progresa la extensión en el sistema, con formación además de fallas lístricas
menores sintéticas.
De esta forma, los Core Complexes solo se dan en ambientes de rift continentales bien específicos.
Es así, como podemos diferenciar dos modelos generales de rifts continentales:
1. Rifts Simétricos (Tipo África Oriental).
2. Rifts Asimétricos o muy asimétricos (Tipo Basin and Range).
¿De qué depende el que tengamos un modelo u otro de rift continental?
Si la litósfera es potente, fría y resistente, se formaran rifts en zonas estrechas y localizadas.
Si la litósfera es delgada, caliente y débil, los rifts tenderan a desarrollarse en zonas más extensas.
Además, podemos diferenciar entre rifts activos y rifts pasivos.
Se habla de rifts activos cuando el proceso de extensión se da como resultado del ascenso de la
astenósfera. En este tipo de rift tenemos desarrollo de magmatismo, con alzamiento generalizado del
sistema (abombamiento).
Por otro lado, se habla de rift pasivo cuando el proceso de extensión se da como resultado de
estreses propios de la litósfera. En este tipo de rift no tenemos desarrollo de magmatismo, y no
tenemos un proceso de alzamiento generalizado, sino que muy local.
Para entender el porque tenemos una situación u otra, se debe entender primero como es el
comportamiento de la fosa en un ambiente de subducción. El movimiento de la fosa está controlado
por 3 parámetros:
Así, dependiendo de como se comporten estos parámetros, vamos a tener una situación de extensión
o de compresión en el trasarco. En el caso de que tengamos una fuerza de anclaje asociada al flujo
mantélico, dependiendo de hacia adónde empuje este flujo, vamos a tener extensión o no:
Figura 13
En el caso de que tengamos una fuerza de anclaje o no del slab, también vamos a tener la presencia
de extensión o no. Si la fuerza de anclaje proviene desde el lado que la placa subducta, vamos a tener
compresión. En el caso de que la fuerza de anclaje venga desde el lado contrario al que la placa
subducta, vamos a tener extensión:
Figura 14
La edad del slab también juega un rol en el comportamiento de la fosa. En la medida que una
placa se va haciendo más vieja, se va enfriando, lo cual conduce a un engrosamiento y a una densi-
ficación, de tal forma que el slab pierde su flotabilidad. Así, si el slab pierde flotabilidad, su angulo
de subducción tiende a ser más alta, produciendo que haya un retroceso de la fosa con consecuente
extensión en el trasarco.
Sin embargo, un grupo de autores estudio como era el comportamiento de la deformación del
trasarco en función de la edad del slab subductado, encontrando que había poca correlación entre
la edad del slab y el tipo de deformación, y encontrando más bien que las placas subductadas más
jovenes presentaban extensión en el trasarco, mientras que las placas subductadas más antiguas
presentaban más bien compresión en el trasarco, tal y como se puede ver en el siguiente gráfico:
De esta forma, estos autores concluyen que es más bien la velocidad de la placa superior
la que controla el estilo de deformación que va a haber en el trasarco.
Falla Plana
Falla Lístrica
Existen varios criterios para diferenciar entre sistemas de fallas planares no rotacionales y siste-
mas de fallas planares rotacionales. Uno de los criterios es, mediante estratos guía, observar si es
que existe algún tipo de diferencia entre los manteos de estos estratos-capas guía. Otro criterio para
diferenciar estos sistemas es comparar el largo de las capas con el largo del sistema, puesto que en
los sistemas de fallas planares no rotacionales, el largo del sistema va a ser levemente mayor al largo
de las capas, mientras que en el caso de las fallas planares rotacionales, el largo final del sistema va
a ser mayor al largo de las capas.
Un problema que existe al momento de modelar fallas lístricas es el hecho de que se crea espacio
vacío, el cual debe ser rellenado con algo. El problema del espacio vacío se puede observar en la
siguiente figura:
Sin embargo, como podemos ver en la parte derecha de la figura anterior, aún sigue habiendo
un problema de espacio, de tal forma que la creación de este anticlinal de roll over hace que se cree
un gap en la zona distal a la derecha. Para solucionar este problema, necesariamente debe haber la
creación de más fallas normales en esa zona de gap.
Figura 19: Formación de fallas normales planas rotacionales sintéticas como solu-
ción al problema de espacio de las fallas lístricas.
Las falla maestra es la falla más gran del sistema, y sobre ella se desarrollan todos los otros
tipos de falla. Las fallas mayores son fallas con longitud > 1 km y desplazamiento mayor a 100 m.
Las fallas secundarias son aquellas que se forman sobre la falla maestra, y dada su gran extensión,
se clasifican como fallas mayores. Estas fallas secundarias además pueden ser de carácter sintético o
antitético a la falla maestra.
Figura 25: Falla de transferencia que conecta dos fallas normales, de tal forma que
el rumbo de esta falla de transferencia posee un rumbo perpendicular al rumbo de
las otras dos fallas.
También se puede dar el caso de que esta rampa de relevo se rompa y efectivamente conecte las
dos fallas normales.
También, se puede dar el caso en que no haya una rampa de relevo en estas zonas de transferencia
sintética, sino que más bien se forman una serie de fallas normales en echelon de menor escala, que
son las que conectan la deformación en este caso:
Estas zonas de transferencia antitéticas se pueden clasificar en suaves o duras. Las zonas de
transferencia suaves se caracterizan por una estructura de transferencia que no presenta fallamiento,
sino que puede ser, por ejemplo, un anticlinal, o simplemente una zona que no presenta ninguna
falla ni deformación:
(a)
(b)
Por otro lado, las zonas de transferencia antitéticas duras posee una estructura de transferencia
fallada:
7. Compresión
7.1. Orogénesis y Orógenos
Orógenos: Montañas.
Dentro de los márgenes continentales activos, podemos diferenciar entre márgenes de subducción
y márgenes de colisión. En márgenes de subducción es típica la formación de estructuras como
prismas de acreción, arcos volcánicos, cuencas de antepais, fajas plegadas y corridas. En márgenes de
colisión, vamos a encontrar rasgos característicos como ofiolitas, suturas, zonas de alto metamorfismo
de presión, y fajas plegadas y corridas de doble vergencia.
Notar en la figura anterior que la deformación se va trasladando al oeste a medida que evoluciona
este sistema. Es por esta razó que se le llama faja plega y corrida.
Figura 32: Pérfil de una faja plegada y corrida de doble vergencia, donde se re-
conocen las zonas de pro-cuña y retro-cuña, en función de la vergencia de las
estructuras con respecto a la subducción.
Sin embargo, ¿Hasta que punto crece este material en la parte posterior? La cuña en la parte
posterior no crece indefinidamente, sino que tiene un punto de equilibrio muy fino. Esta crece has-
ta que se alcanza un ángulo crítico, y si se supera, el material comienza a deslizarse de manera
estable a lo largo de su base, de tal forma que la geometría de la cuña permanece de manera auto-
similar, es decir, el sistema se autoregula para llegar a este equilibrio que se logra en el ángulo crítico.
Para definir esta cuña hay dos ángulos importantes: (1) el ángulo de la superficie superior con
respecto a la horizontal (α), y (2) el ángulo de la pendiente basal (β).
Para explicar esta autoregulación de este sistema en torno al ángulo crítico, se tiene lo que es la
ecuación de la cuña crítica, la cual va a predecir cual será la suma de los ángulos α y β:
1 − sin Φ
α+β = (β + µb ) (2)
1 + sin Φ
Donde µb corresponde al coeficiente de fricción basal, y Φ corresponde al ángulo de fricción interna.
Fallas en Secuencia: Corresponden a fallas que se van formando de forma secuencial en el frente
de deformación.
Fallas Fuera de Secuencia: Corresponden a fallas que se van formando de forma secuencial pero
atrás del frente de deformación.
Dentro de los abanicos imbricados reconocemos dos subtipos: (1) abanico imbricado liderante y
(2) abanico imbricado arrastrante.
Los abanicos imbricados liderantes (leading imbricate fan) corresponden a abanicos im-
bricados donde la imbricación más reciente se encuentra en el frente de deformación, de tal forma
que con cada imbricación nueva que va apareciendo, el manteo de las imbricaciones más antiguas se
va incrementando.
Por otro lado, los abanicos imbricados arrastrantes (trailing imbricate fan) corresponden
a abanicos imbricados donde la imbricación más reciente se encuentra atrás del frente de deformación,
de tal forma que el manteo de las imbricaciones anteriores no se ve aumentado por el efecto de la
aparición de nuevas imbricaciones.
7.5.2. Duplexes
Los dúplex corresponden a un sistema de fallas imbricadas, que se ramifican a partir de un co-
rrimiento de base principal (nivel de despegue) y que se unen a uno o más corrimientos de techo
que limitan los bloques deformados.
Existen distintos tipos de dúplex, de acuerdo a en qué zona se vayan formando los nuevos cabal-
gamientos:
Los pliegues pro flexión de falla no son muy eficientes para explicar estructuras con limbos fron-
tales volcados.
En los pliegues por propagación de falla, la falla va creciendo sincrónicamente con el plegamiento,
donde el desplazamientos no es constante a lo largo de la falla, de tal forma que disminuye progre-
sivamente hacia arriba (lo que explica que en este tipo de fallas el limbo frontal sea más volcado).
La zona donde termina el pliegue se le llama fault tip, y es la zona donde todo el desplazamiento
se vuelve cero, y se transforma en deformación.
Las características principales de este tipo de pliegue son: (1) Charnelas muy apretadas; (2) limbo
frontal muy inclinado; (3) no hay presencia de desplazamiento hacia adelante desde el fault tip.
Asociados a estos pliegues por propagación de falla, podemos tener la formación de un nivel de
despegue, o un anticlinal de ruptura o hasta un sinclinal de ruptura:
Las características principales de este tipo de pliegues son: (1) presenta charnelas muy apretadas;
(2) los limbos son simétricos y muy inclinados; (3) se presenta flujo de material dúctil hacia el núcleo
del pliegue; (4) no hay transferencia de desplazamiento hacia adelante.
7.5.4.4. Trishear
Muchas veces en el campo se observan pliegues por propagación de falla que poseen cambio en
los espesores de las capas, de tal forma que era necesario poder explicar este cambio en los espesores
de las capas.
El trishear es la zona donde ocurre toda la deformación. Estos modelos propuestos para estas
situaciones están controlados por los siguientes parámetros:
Figura 44: Esquema de pliegue trishear. Notar que en el frente de deformación, las
líneas de flujo del material se van haciendo diagonales hacia abajo, lo cual explica
que exista un cambio en el espesor de las capas en los pliegues por propagación
de falla.
8. Rumbo
8.1. Conceptos
Transpresión: Combinación de deformación de rumbo y de compresión, lo que se traduce en
el rumbo y acortamiento.
Transtensión: Combinación de deformación de rumbo y tensión, lo que se traduce en un
desplazamiento en el rumbo y extensión.
Es decir, el modelo de Riedel nos dice que la deformación no solo se va a asociar a una única
falla principal, sino que se van a formar fallas secundarias, asociadas a la falla principal, de tal forma
que estas fallas secundarias van a ser las responsables de acomodar la deformación. Estas fallas
secundarias van a ser sintéticas (en el caso que tengan un rumbo subparalelo a la falla principal) o
van a ser antitéticas (en el caso que tengan un rumbo subperpendicular a la falla principal).
Veamos ahora las distintas fallas secundarias asociadas a los sistemas de tipo Riedel:
Fallas de Cizalle R’
Estas son fallas antitéticas, orientadas a angulos altos con respecto a la falla principal. Pueden
ocurrir en conjunto o posterior a la formación de las fallas R, y usualmente las conectan.
Fallas de Cizalle P
Corresponden a fallas sintéticas orientadas a 10° de la falla principal. Suelen formar arreglos en
echelon, contemporáneas a R o bien conectándolas de forma posterior.
Fallas de Cizalle P’
Corresponden a fallas antitéticas de menor importancia que las anteriores.
Fallas de Cizalle Y
Corresponden a microfallas sintéticas que se forman subparalelas a la falla principal.
8.3.3. Stepover
Esta es una geometría en donde el fin de la traza de una falla se traslapa con el inicio de otra falla.
Dependiendo del movimiento de las fallas, la deformación pueder dar origen a cuencas pull-apart o
cuencas pop-up.
9. Inversión de Cuencas
Cuencas de Antepaís: Cuencas formadas por flexura de la litósfera, asociado a una carga, como
una cordillera, que produce esta deflexión de la litósfera.
¿Qué es la inversión de cuencas? De acuerdo con Williams (1989), este definió inversión de una
cuenca sedimentaria controladas por fallas, como el levantamiento y extrusión parcial o total de su
relleno al someterla a contracción o transpresión.
9.1. Conceptos
Punto Nulo o Null Point: El punto de cambio de extensión a contracción neta es lo que se
llama el punto nulo. Su posición en la estratigrafía sinrift puede usarse para cuantificar la
tasa de inversión, que se define como la tasa entre el desplazamiento durante la contracción y
extensión.
Figura 53: Esquema del proceso de inversión de cuencas. Notar que el punto nulo
se va moviendo a través del tiempo, y va indicando cuando cada secuencia antes
fallada normalmente, va colocándose al mismo nivel que su par en el bloque opues-
to, de tal forma que todo lo que está arriba pasa a compresión. Notar también que
la inversión total se produce cuando la última secuencia pre-rift se transforma en
null point, indicando entonces que todo lo que está por arriba ya ha estado en un
estado de total compresión.
Así, los factores controladores del proceso de inversión los podemos resumir en:
Arquitectura estructural previa (geometría de las fallas).
Oblicuidad de los sistemas de fallas vs ángulos de esfuerzos.
Cohesión.
Reología.
Presión de fluidos (Sibson, 1995; Turner & Williams, 2004).
Emplazamiento de magmas (Martínez et al., 2016): Cuando el acortamiento asociado a la in-
versión se realiza de forma contemporánea al emplazamiento de un magma, tenemos que la
intrusión de este magma ayuda a que se aprovechen las estructuras previas para que se produz-
ca el proceso de inversión.
10. Oroclinos
¿Qué son los oroclinos? Un oroclino corresponde a una curvatura en planta de un orógeno, pro-
ducida posterior a la formación de este orógeno.
10.1. Conceptos
Salient (o Antitaxial Curve): Corresponde a una curvatura convexa en la dirección de trans-
porte.
Estudiando como son las declinaciones paleomagnéticas en los oroclinos, podemos saber si han
existido rotaciones en los bloques que evidencien la existencia de una rotación, lo cual confirmaría
que la curvatura que estamos observando en el orógeno es un oroclino.
Figura 57: Ejemplo de como se verían las declinaciones de las rocas en un orógeno
cuando hay un oroclino.