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Componentes: Aina Bravaccini Gutiérrez, María Carrasco Sáez, Cristina Fernández Molina.
Cronológicamente la Edad del Bronce se sitúa en Europa en los últimos años del III milenio
hasta el siglo VIII a.C. Dentro de la Edad del Bronce diferenciamos el Bronce Antiguo, el
cual comienza en el 2.300 a.C hasta un 1.800-1.500 a.C, dependiendo de las regiones donde
se sitúan, el Bronce Medio por la segunda mitad del II milenio del a.C., y finalmente el
Bronce Final que lo situamos entre las fechas de 1250 y 750 a.C.
Para adentrarnos a la minería de la Edad del Bronce, haremos una recreación de una mina con
el objetivo de situarnos en aquellos tiempos de la forma más realista posible, y conocerlo a
través de una manera innovadora, diferente y visual.
La minería se gestó junto al cargo de artesano una vez se incrementó la demanda de metales
como el cobre y el estaño. Todo ello se debe a que la metalurgia fue un aspecto muy relevante
para las distintas culturas durante la Edad del Bronce. De ahí, la sustitución de materiales de
piedra o cobre por uno más resistente, el bronce, a la hora de elaborar éstas herramientas.
Recordemos que el bronce es producto de la aleación entre el cobre y el estaño.
Todo ello afecta al ámbito comercial pues, se da un mayor desarrollo y ampliación de redes
comerciales o de intercambio. Se mantendrán muchas de ellas aunque también surgirán
nuevas con la diferencia de que éstas serán a larga distancia, exclusivas para comerciar con
las materias primas de alto valor social. Por ello, su entrada resultaba restringida y sólo
podían acceder a estas redes aquellas mantenidas por el poder. Todo este avance, cambio
Práctica 4. Prehistoria de Europa. 1ºA, Grupo 5, A1.
Componentes: Aina Bravaccini Gutiérrez, María Carrasco Sáez, Cristina Fernández Molina.
Ahora bien, en grupos culturales como los Unetiçe o los de los 1Túmulos se da una
intensificación tanto de la minería como de metalurgia del cobre y del bronce cuyas áreas de
mayor producción son: Alemania Oriental, Toscana, Galicia, Irlanda y la Bretaña francesa.
Por otro lado, los grupos culturales como los Wessex y los Túmulos armoricanos ubicados en
la fachada atlántica, se desarrollan por vía marina gracias a las facilidades que presenta dicho
terreno. Los minerales de cobre y estaño son fácilmente explotables. Éstos grupos se
convirtieron en los referentes económicos de la Europa Atlántica durante la Edad del Bronce
gracias a su abundancia de estaño en la zona de costa y el cobre en la interior.
suelen ser materiales tendientes a su quebramiento. Por otra parte hacia el final se empiezan a
utilizar bivalvos como molde. Tras estos procesos de realización finalmente obtenemos las
piezas, estas eran gubias, navajas de afeitar, buriles, cuchillos, hoces etc.
Sin olvidar además la importancia de los acabados de las piezas, donde podemos distinguir la
unión de las piezas, lo cual se realiza con diferentes tipos de procesos, como por ejemplo la
técnica del vaciado secundario, la cual se basa en como su propio nombre indica, en el
vaciado de una segunda pieza sobre una fabricada previamente; la decoración, donde esta se
garantiza gracias a los relieves de una forma más o menos profunda, los cuales previamente
podían haber sido probados sobre modelos; y los tratamientos de las superficies, ya que el
bronce es uno de los materiales los cuales hay que tratar con especial delicadez, por tanto
estos suelen estar cubiertos por capas de materiales diferentes, pudiendo ser materiales como
el propio bronce o el cobre.
No todo eran herramientas y armas de combate, sino que también se producían productos
domésticos como jarrones, vasijas, vasos, entre otros muchos productos decorativos.
Estos utensilios potenciaron el mundo gracias al cobre, dado que los seres humanos eran
personas que se encontraban en constante movimiento, tras esto la sociedad se volvió mucho
más sedentaria y por tanto se potencializó el desarrollo de los transportes, lo cual aumentó
mejoras en todos los ámbitos económicos como la pesca, caza o agricultura.
Estos talleres se podían ubicar en posiciones estratégicas como por ejemplo, cerca de los ríos
o próximos a las zonas de costa para una vez realizados los utensilios se produzca una más
rápida comercialización de los mismos o puntos de encuentro entre culturas, ya que gracias a
las relaciones con otros seres humanos fomentaría el intercambio tanto de minerales, de
herramientas, como de técnicas para la fabricación de las mismas o incluso la propia
colaboración entre culturas. Finalmente destacamos que los pueblos más avanzados en la
metalurgia lograron un tipo de armas más potentes respecto a otro tipo de culturas menos
desarrolladas.
Práctica 4. Prehistoria de Europa. 1ºA, Grupo 5, A1.
Componentes: Aina Bravaccini Gutiérrez, María Carrasco Sáez, Cristina Fernández Molina.
Dentro de los propios talleres podríamos encontrar una serie de estratificación del mismo,
donde una de las personas era la que estaba al mando del taller la cual se encargaba de dirigir
al resto de personas.
Tras haber desarrollado la importancia de estos talleres sobre todo en las zonas
centroeuropeas, pasaremos a hablar de otro tipo de talleres los cuales se situaban en la zona
nórdica. Estos destacan por la cantidad y variedad de la producción, la cual va destinada a un
tipo de comercio interzonal llegando incluso a producirse dentro de la propia región en la que
se encontraban. Lo más característico de estos talleres, dentro de la fabricación, son las lanzas
tubulares y las espadas de lengüeta y de pomo macizo, las cuales posteriormente eran
enmangadas en cachas de madera. Pero sobre todo destacan los elementos defensivos como
los cascos, los cuales iban decorados con unos grandes cuernos y una cimera, este tipo de
cascos llegaron a ser promovidos por los circuitos atlánticos meridionales y los escudos
redondos de escotadura en “U”. Además de herramientas destinadas a la vida cotidiana como
hachas o cuchillos.
En este caso, tenemos una representación presencial de los útiles más importantes que se
confeccionaron y evolucionaron durante toda la Edad del Bronce. Cabe destacar que durante
el Bronce inicial, apenas se confeccionaron estos nuevos tipos de utensilios de bronce, por lo
que, aunque existen pequeñas creaciones ya en bronce y no cobre, este último seguirá siendo
el material predominante a la hora de la fabricación de los objetos. Así pues, durante el
Bronce Medio y todavía más durante el Bronce Final, tendremos la verdadera revolución del
bronce donde todo pasará a realizarse en dicho material dejando atrás el cobre.
Práctica 4. Prehistoria de Europa. 1ºA, Grupo 5, A1.
Componentes: Aina Bravaccini Gutiérrez, María Carrasco Sáez, Cristina Fernández Molina.
Uno de los primeros elementos a los cuales le prestaremos atención son los puñales. Pese a no
ser el elemento más importante de todos, lo podemos considerar como uno de los primeros
útiles que evolucionaron de la lítica y el cobre (materiales que quedaron reducidos únicamente
a pequeñas lascas de sílex y cobre de baja calidad). Desde el punto de vista tecnológico no
supuso mucha mejora en líneas generales, ya que al igual que en épocas anteriores, los
puñales se utilizaban para combatir y en el caso de ser puñales de tamaño pequeño podían ser
empleados como amuletos o como objetos decorativos. Sin embargo, desde el punto de vista
social, el hecho de poseer estas piezas confeccionadas en bronce aportaba más estatus y más
relevancia a los individuos que lo poseían. Así mismo, comenzamos a ver también unas
herramientas nuevas conocidas como alabardas, que para muchos autores es considerada un
fósil director de los primeros momentos del bronce europeo. La funcionalidad de las alabardas
era la de asestar golpes certeros y de gran potencia por lo que necesitaba una gran hoja muy
sólida reforzada por un gran nervio central cortado a bisel a nivel del mango. Este objeto no
supuso ninguna revolución notable en el desarrollo de la metalurgia del bronce.
Tras comentar algunos elementos relacionados con el Bronce Inicial, pasamos a ver ahora a
los verdaderos revolucionarios. Estos son las hachas y las espadas.
Las hachas evolucionaron desde finales de la época neolítica. Estas estaban hechas de piedra y
su principal función era como utensilio para obtener materias primas. En la Edad del Bronce,
sobre todo en el Bronce Medio y todavía más aún en el Bronce Final se intensifica la
realización de estos utensilios. Las primeras que podríamos considerar como revolucionarias
eran las hachas de combate, desarrolladas principalmente por los grupos cordados que,
además de ese nombre, recibieron el nombre de “grupos de las hachas de combate''.
Otro tipo de hachas son la de talón de doble anilla que presentaban una novedad en el
enmangue. Éstas en muchas ocasiones aparecían como ajuares en las inhumaciones de los
individuos de la comunidad que poseían el poder.
Un tipo de hacha especial fue la de alerones, una evolución de las hachas de rebordes
levantados. Se desarrollaron concretamente al Sur de Alemania por los grupos de los Túmulos
durante el Bronce Medio. Posteriormente, durante el Bronce Final I con la cultura de los
Campos de Urnas se extendieron por más zonas de Europa.
El otro elemento revolucionario fueron las espadas. Este nuevo utensilio, a diferencia de las
hachas, no había aparecido anteriormente por lo que fue algo totalmente novedoso. Se
comenzaron a desarrollar durante el Bronce Medio donde las empuñaduras, macizas en sus
inicios, fueron sustituidas por empuñaduras de lengüeta para embutir en unas cachas de asta,
lo que supone un ahorro en el metal utilizado.
Más tarde, con el paso del tiempo y con la perfección de la técnica se fueron desarrollando
nuevos tipos de espadas. Un ejemplo de ellas serían las espadas de hoja pistiliforme.
Algo que tienen en común estos objetos es que en muchas ocasiones se han encontrado como
ajuares en las inhumaciones. Por ejemplo, el cementerio de La Colombine ha sido un lugar
donde se ha podido ver estos ajuares.
En dicha imagen veremos señaladas las zonas más importantes entre las que se produjo el
comercio y el intercambio de diferentes materias primas, utensilios e incluso ideas
renovadoras y revolucionarias.
Estas embarcaciones y los diversos medios de transporte están directamente relacionados con
la actividad comercial. Durante el Bronce Medio y sobre todo, durante el Bronce Final las
materias primas que se intercambiaban con mayor volumen eran el ámbar procedente de la
región báltica y el estaño procedente de la zona occidental. Dichas materias eran exportadas
desde estos lugares de origen hasta zonas lejanas dentro del marco europeo como bien podría
ser la fachada atlántica, Grecia continental e insular y buena parte del Egeo.
Práctica 4. Prehistoria de Europa. 1ºA, Grupo 5, A1.
Componentes: Aina Bravaccini Gutiérrez, María Carrasco Sáez, Cristina Fernández Molina.
Con todo ello es difícil identificar determinadas vías de circulación, entre las que hay que
contar con las travesías terrestres, las rutas marinas y las rutas fluviales desarrolladas estas
últimas sobre todo en los ríos de mayor caudal. Así bien, se forjó una ruta a partir de la
distribución de objetos y materiales. En este sentido, lo más lógico son los contactos marinos
donde cabe destacar un activo foco comercial entre los pueblos del Mediterráneo oriental, que
tras la caída de Micenas, mantiene un volumen importante de intercambios.
Así mismo, es de gran importancia la ruta abierta entre el Mediterráneo oriental y el centro
occidental que puso en contacto Chipre y otros puntos del Mediterráneo oriental con la
Península Itálica, Sicilia y Cerdeña, la cual se ve favorecida por el impulso que en estos
momentos alcanza su metalurgia. Todas estas zonas ya venían siendo importantes desde el
período calcolítico donde con la exportación e intercambio de la obsidiana se creó la primera
ruta comercial estable de la historia. Así, con la incorporación del bronce en la distribución
de utensilios y diversos conocimientos convirtieron la ruta mediterránea en la más poderosa
de la época.
Por otro lado, otra ruta que también tuvo una gran importancia fue la ruta atlántica que puso
en contacto todas las tierras ribereñas desde el Mar del Norte hasta la Península Ibérica, punto
clave ya que conectará con el Mediterráneo. Esta ruta enlazaba, por medio de las principales
vías fluviales y de las grandes arterias terrestres, con tierras del interior, por donde llegaron a
comercializarse también los productos metálicos confeccionados en los grandes talleres
atlánticos.
Como bien dijimos antes, los materiales en función a los que se movía todo el mercado eran
el ámbar y el estaño. Estos los encontraremos a miles de kilómetros de su lugar de origen
mostrando así una evolución social increíble donde los individuos cada vez más se van
desarrollando en sociedad y donde afloran de forma ya asegurada las diferentes élites del
poder. Estamos hablando de una posible sociedad estratificada.
Con todo, no podemos olvidarnos de materiales como el grafito, muy utilizado en decoración
en la época del Bronce Final sobre todo en algunas zonas de las costas atlánticas.
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Componentes: Aina Bravaccini Gutiérrez, María Carrasco Sáez, Cristina Fernández Molina.
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
● Apuntes de Clase.
● Blasco, M.C. (1993): El Bronce Final, Madrid.