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El altar de muertos

Es un elemento fundamental en esta celebración. Los deudos tienen la creencia de que el


espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia ese
día, y así consolarlos y confortarlos por la pérdida.

El altar, como elemento tangible de tal sincretismo, se conforma de la siguiente manera. Se


coloca en una habitación, sobre una mesa o repisa cuyos niveles representan los estratos
de la existencia. Los más comunes son los altares de dos niveles, que representan el cielo y
la tierra; en cambio, los altares de tres niveles añaden a esta visión el concepto del
purgatorio. A su vez, en un altar de siete niveles se simbolizan los pasos necesarios para
llegar al cielo y así poder descansar en paz. Este es considerado como el altar tradicional
por excelencia. En su elaboración se deben considerar ciertos elementos básicos. Cada uno
de los escalones se forra en tela negra y blanca y tienen un significado distinto.

Las ofrendas y su significado:

Las ofrendas deben contener una serie de elementos y símbolos que inviten al espíritu a
viajar desde el mundo de los muertos para que conviva ese día con sus deudos. Entre los
elementos más representativos del altar se hallan los siguientes:

Imagen del difunto. Dicha imagen honra la parte más alta del altar. Se coloca de espaldas,
y frente a ella se pone un espejo para que el difunto solo pueda ver el reflejo de sus deudos,
y estos vean a su vez únicamente el del difunto.

Imagen de santos:

Copal e incienso. El copal es un elemento prehispánico que limpia y purifica las energías
de un lugar y las de quien lo utiliza; el incienso santifica el ambiente.

Arco. El arco se coloca en la cúspide del altar y simboliza la entrada al mundo de los
muertos. Se le adorna con limonarias y flor de cempasúchil.

Papel picado. Es considerado como una representación de la alegría festiva del Día de
Muertos y del viento.

Velas, veladoras y cirios. Todos estos elementos se consideran como una luz que guía en
este mundo. Son, por tradición, de color morado y blanco, ya que significan duelo y pureza,
respectivamente. Los cirios pueden ser colocados según los puntos cardinales, y las
veladoras se extienden a modo de sendero para llegar al altar.

Agua. Fuente de la vida, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su
largo recorrido y para que fortalezcan su regreso.

Flores. Son el ornato usual en los altares y en el sepulcro. La flor de cempasúchil es la flor
que, por su aroma, sirve de guía a los espíritus en este mundo.
La Flor de Cempasúchil: se cree que el aroma y el color tan distintivo de esta flor, ayuda a
guiar a las almas a llegar hasta su hogar. Tradicionalmente, se forma un arco alrededor del
Altar que representa la puerta la entrada hacia el inframundo.

Calaveras. Las calaveras son distribuidas en todo el altar y pueden ser de azúcar, barro o
yeso, con adornos de colores; se le considera una alusión a la muerte y recuerdan que esta
siempre se encuentra presente.

Comida. El alimento tradicional o el que era del agrado de los fallecidos se pone para que el
alma visitada lo disfrute (mole, tamales, chocolate, etc).

Pan. La iglesia lo presenta como “el Cuerpo de Cristo”. El pan es una representación de la
eucaristía, y fue agregado por los evangelizadores españoles. Puede ser en forma de
muertito de Pátzcuaro o de domo redondo, adornado con formas de huesos en alusión a la
cruz, espolvoreado con azúcar y hecho con anís.

Bebidas alcohólicas. Son bebidas del gusto del difunto denominados “trago”.

Objetos personales. Se colocan igualmente artículos pertenecientes en vida a los difuntos,


con la finalidad de que el espíritu pueda recordar los momentos de su vida. En caso de los
niños, se emplean sus juguetes preferidos.

El mole con pollo, gallina o guajolote, es el platillo favorito que ponen en el altar muchos
indígenas de todo el país.

Chocolate de agua: la tradición prehispánica dice que los invitados tomaban chocolate
preparado con el agua que usaba el difunto para bañarse, de manera que los visitantes se
impregnaban de la esencia del difunto.

Mantel Blanco. El color representa la pureza.

Sal: Elemento purificador que ayuda al cuerpo a no corromperse en su traslado.

Soles de palma: Representan el sol, la luna y las 7 estrellas del universo.

Frutas: Las frutas son la ofrenda que nos provee la naturaleza, y colocarlas en la ofrenda
es una forma de rendir un tributo a la tierra que nos alimenta.

La cruz: este último elemento fue introducido por los españoles como parte de la
evangelización.

El petate. Entre los múltiples usos del petate se encuentra el de cama, mesa o mortaja. En
este particular día funciona para que las ánimas descansen, así como de mantel para
colocar los alimentos de la ofrenda.

Dulce de calabaza: También conocido como Calabaza en Tacha, este postre de fruta
caramelizada es uno de los platillos más comunes y tradicionales para poner en la ofrenda.
Su preparación consiste en cocer la calabaza con ingredientes como el piloncillo y la canela
para hacer una miel que acompaña a los trozos de dulce.
Dulce de tejocote: Esta fruta de origen mexicano es muy utilizada para cocinar en la
última época del año, también por ser la temporada en la que mejor de da. Se cocina en
agua con azúcar y canela y se deja hervir hasta que la fruta quede suave y los demás
ingredientes generen una miel. Su nombre viene del náhuatl texocotl.

Tamales: Históricamente es una de las comidas tanto prehispánicas como coloniales que
eran colocadas en honor a los muertos.

Atole: Esta bebida se encuentra también en las ofrendas. La mayoría de la gente lo disfruta
en vida y se espera que cuando regresen a ver a sus seres queridos también lo puedan
disfrutar.

Esta es la forma oficial en la que se acomodan los 7 niveles del altar de Muertos:

El altar de muertos se conforma de diferentes niveles que representan el mundo material e


inmaterial, así como los diferentes niveles que el alma del difunto debe cruzar para llegar al
descanso eterno.

Así, los altares de dos niveles son una representación del cielo y la tierra, mientras que los
de tres niveles representan el cielo, la tierra y el inframundo. También, existen altares de
siete niveles, que representan los siete niveles del purgatorio que debe atravesar el alma
para poder llegar al descanso o paz espiritual.

1er nivel.- Aquí van las imágenes y figuras de los santos a los que se es devoto.

2do nivel – En este nivel se le rinde homenaje a las almas del purgatorio y se aboga en
nombre de nuestros seres queridos que puedan estar ahí. Es conveniente poner una
imagen de las almas del purgatorio (Ese es su nombre oficial) en este nivel.

3er nivel.- Aquí se coloca principalmente la sal y los otros atavíos que sirven para purificar
el alma.

4to nivel.- En este nivel se pone el pan de muerto, que simboliza la eucaristía para los
católicos y el cuerpo de nuestros antepasados presente para las culturas antiguas.

5to nivel.- Aquí va la comida preferida y bebida del difunto.

6to nivel.- Aquí van las fotografías de nuestros seres queridos a quienes les dedicamos este
altar de muertos.

7mo nivel.- Aquí se pone una cruz de semillas, frutas y cal, para que los espíritus expíen
sus culpas y regresen limpios al descanso eterno.

ALTAR TOTONACO

“El altar totonaco no tiene que llevar nada de plástico ni vidrio, los tamales son en hoja de plátano, nunca de
maíz, ofrendándose en palanganas de barro o madera. El aguardiente debe estar en el guaje, y todo lo que el
ser querido comía se le debe ofrendar”,
El altar debe adornarse con un mantel blanco y a los costados que están pendiendo se pone listones de
colores que representan al Chamakxkulit, que es el camino por donde llegarán las ánimas y los espíritus de los
familiares.

El tepejilote se coloca en forma de arco o arcos, los arcos representan la puerta o puertas de entrada del
Kalinin o el mundo de los muertos, mientras que el tepejilote es la sombra que tendrán en el camino los
muertos en su travesía.

La flor de muerto es la luz del sol que guía sus pasos al espacio de los vivos, también se le pone una flor
pequeña color violeta que se llama pasmaxanat y la mano de León que son parte importante de la ofrenda
floral, pues también indican el camino desde el mundo de los muertos.

Se ofrendan frutas de temporada como mandarinas, naranjas, plátanos, lima de chichi, caña en trozos,
conserva de calabaza, pan de muerto, atoles, mole, tamales de puerco y de mole, no se ofrendan alimentos
con ajo, ni arroz, ni tamales de frijol, cuentan los abuelos que con esos alimentos los muertos no llegan al
altar.

Las estrellas de palma o coyol que se colocan en el altar, sirven de guía para la travesía de los muertos al
mundo de los vivos pues representan el cielo estelar. Estas deben ser en pares, no en números impares, y en
el centro se pone una estrella alusiva al sol, que es más grande.

Se acompaña al altar con comida preferida del muerto al que se le ofrenda, alguna fotografía si es que hay, o
simplemente sus instrumentos de labranza o trabajo, como lo son el machete, espeque, coa, azadón, etc.
También se coloca en el altar o al lado del altar ropa del muerto que usó en vida, como pañuelo, camisa,
sombrero, etc.

Se le pone velas de cera, veladoras, y sus bebidas preferidas, como aguamiel, aguardiente, cerveza, refrescos,
atoles, pero si mosquitos, moscas, mariposas o cualquier otro insecto merodean la comida no se espantan, se
cree son los muertos que han tomado esa forma corpórea.

No puede faltar la música, los rezos, las responsas y las alabanzas, que sobre un petate enrollado o cobijas
hacen recordar a nuestros muertos.

El incensario debe ser suficientemente grande para festejar a los visitantes, pueden ser dos o tres.

El papel picado es un elemento más nuevo, pero igual representa al arcoíris, y es el camino que dirige hace
nuestro mundo y hacia el Kalinin.

Altares de dos niveles: Estos representan la división del cielo y la tierra, siendo adornados con frutos y agua,
sus elementos más representativos.

Altares de tres niveles: Representan la tierra, el cielo y el inframundo. De acuerdo con la religión católica
también puede representar la Santa Trinidad, también conocidos como la tierra, el purgatorio y el reino de los
cielos.
Altares de siete niveles: Este tipo de altar es el más tradicional, ya que, de acuerdo con las civilizaciones
prehispánicas, los escalones significaban los siete tipos de muertes. A partir de la colonización en México, la
iglesia católica lo interpretó como los siete pecados capitales.

https://www.milenio.com/cultura/altar-de-muertos-cuantos-niveles-tiene-y-que-significa-cada-uno

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