Está en la página 1de 2

Introduccio

Introduccion
n
A pesar de que el trueque en su momento fue un importante impulsor del comercio, con el
paso del tiempo se dejó de ver como una práctica viable. Habían dos problemas. Para para
poder llevarse a cabo un intercambio dos personas debían necesitarel producto que ofrecía el
otro. Es decir, si una persona tenía un excedente de pieles y necesitaba trigo, debía encontrar a
un productor de trigo que estuviese interesado necesariamente en la adquisición de pieles, lo
cual no siempre se daba. Por otro lado, el trueque no era capaz de definir el valor real de las
mercancías, por ejemplo, qué cantidad de lana equivalía a dos jarras de vino.

Para solventar esta situación, se tomó un producto como valor referencial, un elemento que
sirviera para regular los intercambios. En un primer momento, se utilizaron el ganado o el trigo
como elementos de referencia para los intercambios. Posteriormente, esos elementos fueron
evolucionando a otros más fáciles de manejar, como el oro, la plata o las bolsitas de sal.
Concretamente, el uso de la sal como elemento de pago por el trabajo realizado dio origen al
término “salario”.

Orige
Origen
Según el historiador griego Herodoto, las primeras monedas metálicas surgieron en el Asia
Menor, en el siglo VIII a. C., cuando el rey lidio Giges se propuso simplificar la recaudación de
los impuestos y su almacenamiento.

De todas las monedas que se acuñaron en esa rica región, la más famosa es el león de Lidia,
cuyo anverso exhibe la figura de este felino.

Por lo general, se prefería el uso del oro y la plata frente a otros materiales como el hierro o el
bronce, por su incorruptibilidad y valor. Por un lado, eran más apreciados por ser más escasos,
y, por otro, prácticamente no se podían falsificar y permitían que se almacenaran durante
mucho tiempo sin echarse a perder.

Papel Moneda
Moneda
En los siglos XV y XVI todavía se utilizaban las monedas de oro y plata en las grandes
transacciones, pero ni en las calles ni en las casas se podían guardar de manera segura. Los
orfebres tenían cajas fuertes y guardas para mantener a salvo los objetos de valor y el dinero,
así que comenzaron a ofrecer este servicio a terceros. Las personas llevaban su oro a los
orfebres para que lo custodiaran y, a cambio, estos emitían unos certificados nominales que
acreditaban su posesión. De este modo, el propietario, presentando el talón, podía retirar las
monedas de plata o de oro cuando las necesitaba para realizar alguna transacción.
Con el paso del tiempo, estos certificados fueron empleándose progresivamente para efectuar
pagos sin necesidad de utilizar el metal que los respaldaba, lo cual dio origen al movimiento del
papel moneda, lo que hoy en día conocemos como billetes.

También podría gustarte