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empirica entra en juego tan sólo en setido periférico.

Lo que tiene importan- {


12. LA RECONCEPTUALIZACION EN LOS ESTUDIOS
cia fundamental es la clarilicación conceptual. I
l,
DEL CURRICULUM
,Iiil
Nuestra cuestión ahora, es si existe un «conjunto de conceptos más o me-
nos sistemáticamente relacionados» en el cual los conceptos considerados rt
iL
W. Pnan (*)
sean los más retacionados con los problemas centrales en el campo del cu-
rriculum.

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elementary education» ln lournal of Proceeding and Addreses. National Educa- curriculum», ambos términos sugieren mayor unidad temática entre lo escri-
tional Asiocialion, Department of Supcrintendence' St' Paul, Minn': National to sobre el curriculum, caracierizado como la «raconceptualización, que la
Educational Association, 1895. pp. 287'350. que tras p¡ofundb exa¡nen parece existir. No obstante se pueden señalar al-
Psychologic[oundations o,f educationoL New York: D. Appleton and Co.,. 1898' gunas similitudes temáticas, aunquc insuficientes en nú¡nero para garantizar
-,
HerriCk, virgit e. and Tyler,'Ralph w., eds. Toward improved curricalum lleory. una caracterización como ideologla, o como un punto de üsta generalmente
Supptementary Educaiional Mónograph, n." 7l' Chicago: University of Chicago compartido. Lo que se pudc decir sin discusión, es que paratl verano de
Press,1950.
Lovejoy, Arthur O. «The supposed primitivism of Rousseau's discourse on 1978, se habrán celebrado seis conferencias, y cinco libros pubücados en los
inequality.» ln Essays in the history of ideas. Baltimorc: Johns Hopkins Press, últimos seis años que son indicadores de un fenómeno socio-intelectual en es-
1948, pp. l4-37. te campo, y que funciona para reconccptualizar el campo de estudio del
Mayhew, Katherine Camp, and Edward, Anna Camp, «The theory of the Chicago es- currlculum. De este modo, lo publicado hasta la fecha puede ser temática-
periment.» Appendix ll of The Dewey school, New York: Atherton Press, 1965, mentc variado, pero tiene ca¡ácter unitario en su significación para el campo
p9. a$-71. del currfculum. Si este pr(rceso de transformación continúa a su ritmo actual,
Nagil, Ernest. «Philosophy of scicnce and educational theory.»r Studies in Philosophy este campo de estudio será profundamente difcrente dentro de veinte años,
ond Educalion 7, n.o | (Fall 1969): 5-17.
National Educational, pág. +77. transformándosc en este tiempo más que en los primeros cincuenta años de
National Socicty for the Study of Education. The foundottons and technique oJ su existencia.
currículum<onstruction. Twenty-Sixth Yearbook of the Netiond Sociay for the ¿Qué es esta reconceptualización? La respuesta, en este momento, es in-
Study of Education, Pats I and 2, 1927. Bloomington, III.I Public School cierta y para obtener siquiera una base rudimentaria, uno ha de mirar al cam-
Publishing, 1926. po de estudio tal como es. Esto indica¡á en parte lo que no es dicho campo.
Rousseau, Jean-Jacques. Emile.Translated by Barbara Foxley, New York: E. F. Dut-
Fn g¡* medida, la reconceptualizadión es una reacción ante Io que el campo
ton & Co., 1938. ha sido y Io que es en el momento presente.
Vico, Giambattista. O/, thestudy methodsof our /rme. Translated by ElioGianturco.
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Walker, Decker, F. «The curriculum field in formation.» Curriculum Theory Net-
work 5, n.o 4 (1975): 263-80. (a) Tradicionalistas
, «Straining to lift oursclves: A critique of thc foundations ofthe curriculum tield.r»
- Curriculum Theory Netu;ork 5, n.o I (1975): 3-25. (b). La mayor parte de los especialistas del curriculum que trabajan en 1977,
sepueden caracterizar como tradicionalistas. Su obra continúa haciendo uso
de Ia «sabidurfa convencional» de este campo, compendiada por Ia obra de
Tyler,

(.) Pinar,W.(1979)Thereconcept,rili"¡tionofcuriculumstudicsinPh.T¡ylor(Ed),Nex,dl-
t¿ctions ¡n cuniculum estudies. London, Thc Palmcr Press,

230 23t
Más importante que la referencia a Tyler, pa¡a identificar a los tradi- esa dedicación aceptando la estructura del curriculum tal como es. EI <<cam-
cionalistas, es identifica¡ la «razón de ser» del trabajo tradicional. LarazÓn bio del curriculum» sc midc comparando los comportamientos o conductas
principal para quienes escriben sobre é1, y en realidad para quienes trabajan resultantes con los objetivos originales. Incluso los educadores humanistas
en curriculum en general, se encierra en la frase «servicio a los docentes». El tienden a aceptar muchas de estas premisas, qüá cuando introducen la «cla-
trabajo tiende a estar basado en el campo y los que escriben sobre el curricu- rificación de valores» dentro del curriculum de la escuela. Lo que se quiere
lum tienden a pensar en los profesores y en las escuelas. decir con «mentalidad de técnico» es trabajar para mejorar la estructura del
En pocas palabras, el trabajo se localiza en Ias escuelas, es más, Ios profe,- currículum aceptándole tal y como es. A modo de analogla se puede asimi-
sores de curriculum, suelen ser personas provinientes de las escuelas. De lar a ajustar una pieza del motor de un automóül con el ñn de haccrlo fun-
hecho, cualquier tipo de ocupación en la escuela, por lo general enseñanza en cionar con más efectividad. Esta racionalidad tenológica y sus manifesta-
las aulas, se considera aún como un paso previo para ocupar un puesto de en- ciones en la práctica de la escuela, recorren una amplia gama desde <da edu-
señanza en un centro superior o en la universidad. En alguna medida no simi- cación del profesor basada en el modelo de competencia»», hasta los <«pa-
lar en otros subcampos de la educación (por ejemplo filosofía y psicología de quetes modulares»». EI énfasis se establece sobre el diseño, el cambio (de con-
la educación, recientemente en administración y servicios auxiliares), los es- ductas observables), y sobre el perfeccionamiento.
pecialistas del curriculum, son antes que nada gente relacionada con la es- Lo que se ha considerado como teorla del curriculum en sentido tradi-
cuela cuyos vínculos intelectuales y subculturales tienden a estar relacionados cional, en especial el modelo de Tyler, es únicamente teórico en el sentido
con personal de las escuelas. T'ienden a es[ar menos interesados en investiga- cuestionable de que es abstracto y generalmentc varía en función de lo que
ción básica, en el desarrollo de la teoría, en desarrollos teóricos de campos re- ocurre enlas escuelas. Su intento es eüdentemente guiar, ayudar a aquellos que
lacionados, que en un conjunto de realidades percibidas en la escuela y en las están interesados en el currfculum desde posiciones institucionales, pbr supues-
aulas. to, éste es un interés amplio, la mayoria de los profesores lo comparten, al
Desde luego, hay una base histórica para el trabajo tradicional. Cremin menos en términos de planificación de la clase dia¡ia. Pero al mismo tiempo
sugiere que fue después de la obra del superintendente Newlon sobre la revi- que es un elcmento de enseñanza, tradicionalmente se piensa que el
sión del currículum en los primeros años veinte, en Denver, cuando se hizo currfculum incluye consideraciones t¿les como la evaluación, supervisión y su
patente la necesidad del especialista en curriculum. propio desa¡¡ollo e implementación. I¿s fronteras de este campo son confu-
Es plausible imaginar a administradores de escuelas como Newlon, pi- sa!¡.
diendo a los profesores que demostrasen interés por el currlculum, que deja- No hay una unidad temátic¿. Desde Tyler a Taba, desde Saylor y Alexan-
sen las aulas y se incorporasen a despachos administrativos desde los que der el libro de Daniel y Laura Tanner, Ios escritos dc Neil y Zais, (todos los
atenderían todo el día a problemas curricula¡es. No había en los años veintÉ, cuales resúmen un conjunto de principios considerados pertinentes para
depart¡unentos de currículum en los centros de educación y Newlon y otros quien trabaja en el currfculum), y el moümiento humanista (por ejempló, h
administradores, no puedieron ir a recabar personal a otro sitio que no obra de individuos como Fantini, Jordan, Simon, Weinstein), conforman to-
fuesen las aulas. Cuando comenzó la preparación de personal a nivel univer- dos ellos un amplio campo temático. Lo que transforma este trabajo en un
sitario en los años treinta, ésta se diüdió en departamentos de administración campo, es su interés fundament¿l en trabajar con gente dc escuela, revisando
y educación secundaria, indicando además el origen del campo en sf y la leal- los curricula de la escuela.
tad a los intereses prácticos del personal de la escuela. Esta fiüación, que es Los escrítos tradicionales, ticnden a ser necesariamente de estilo
más delicada en nuestros días y también más compleja que lo fuese en los periodfstico con el fin dc que puedan ser de lectu¡a accesible a un conjunto de
años veinte y treinta, se hace evidente en los programas de la Asociación de lectores que pcrsiguen rápidas respuestas a problcmas prácticos que ies apre-
especialistas del currículum más amplia de los Estados Unidos. La Aso- mian. Las publicaciones de la Asociación para la Supervisión y el Desarrb[o
ciación para el Desarrollo y Supervisión del Curriculum. Los programas de dcl Curriculum ilustran esta afirmación en considerable medida. La ASCD es
las reuniones anuales de la ASCD, indican una considerable y creciente pre- la organización profesional de los tradicionalistas. Hablando con cierta reser-
sencia de personal de escuela. Mri,s aún, los trabajos y artículos escritos por va, allí existe r¡na íntima relación entre los especialistas del currículum y el
profesores universitarios, tienden a dirigir su foco de atención, en cuanto a te- personal de Ia escuela.
mática explícita, sobre cualquiera de los problemas escolares que están de ac-
tualidad.
Hay otro sentido, en el que los tradicionalistas, llevan adelante Ia tradición Empiristas conceptual*
del campo. El nacimiento del campo del curriculum en los años veinte, fue
comprensiblemente conformado por el ca¡ácter intelectual de este período. También existe una relación entre el personal de escuela y los otros dos
Fue, sobre todo, un período de creciente cientifismo, cuando las llamadas grupos de especialistas en el currlculum, Empiristas conceptuales, y recon-
técnicas cientificas procedentes del ámbito de los negocios y la industria, en- ceptualistas. Pero la natu¡aleza de esta relación, difiere de ta alianza históri-
contraron su camino dentro de la teoría y Ia práctica educativa. Los primeros camente caracterlstica de este campo. Esta diferencia se acliara cuando mira-
especialistas del currículum, emplearon lo que Kliebard ha denominado «el mos por un momento un segundo grupo de especialistas del currículum, gru-
modelo burocrático». Este modelo se caracteriza por su orientación progre- po que hasta la apa¡ición de los reconceptualistas, paracia ser el único here-
sista, su posición ahistórica y la fidelidad al conductismo, y a Io que MacDo- dero del campo. Utilizo la palabra «heredero»» advertidamente, por cuanto el
nald ha denominado «<racionalidad tecnológica»». campo del currículum tradicional ha sido declarado terminantemente enfer-
El trabajador del curriculum se dedica a mejorar las escuelas, se honra de mo o incluso ya fallecido, por influyentes observadores, Schwab y Huebner

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entre ellos. ¿Qué es lo que ha causado la muerte del campo en los últimos 15
ó 20 años? Una respuesta amplia y comprensiva a esta cuestión, es inapro- Una parte ilustrativa de Ia obra conceptual de este segundo grupo de
piada en este contexto. Se pueden apuntar sin embargo, dos razones. Primero, curricularistas, se publicó en la Review of Educational Research patlocinada
por_AERA. Es un trabajo de George Posner (con Kenneth Stricke), «A care-
el liderazgo del llamado movimiento de reforma del curriculum, en los años gorization scherne for principles of sequencing content». un páúafo de in-
sesenta se situó fuera del campo del currículum. Esta desviación, fue un fuer-
troducción indica que su üsióa es la de un científico social, relacionado con
te golpe para su status profesional. Si aquellos cuyo trabajo era el desarrollo
la formulación de hipótesis, recogida de datos o interpretación:
del curriculum y su implementación fueron llamados solo como consultores,
y aun asi rara vez, evidentemente parece cuestionable su reivindicación de «Tenemos muy poca información, basada en datos rigurosos, que conside-
conocimientos especializados y pericia profesional. ren los efectos de secuencias alternativas de contenido, y necesitarcmos una
Segundo, la situación económica de los ultimos scis años ha significado buena cantidad de mayor esfuerzo de investigación antes de que podamos
una restricción de fondos para el trabajo de campo y pa¡a los proyectos curri- sugerir satisfactoriamente como deberia secuencializa¡se ei cóntenido.
culares en general. Un campo cuyo status profesional, había sido irreme- Nuestra intcnción es considerar la cuestión. ¿Cuáles son las alternativas?».
diablemente dañado, perdla ahora la base material necesaria para su fun- El adculo es conceptual en lo que refiere a Io que los autores consideran
cionamiento. ¿Cómo podían trabajar los especialistas del curriculum con
como alternativas lógicamente defendibles para secuencializar el contenido, y
gente de escuela sin dinero ni tiempo, pa¡a el trabajo del campo? ¿Cómo se
es empírico en su lealtad a la üsión de la investigación empirica, que propor-
podian realizar los proyectos sobre el currículum, sin los fondos necesarios?
ciona <<datos rigurosos», típica de las ciencias sociales en el momentoactual.
Debilitada la justificación tradicional de carácter práctico de este campo, En un ensayo recientemente publicado, Decker F. Walker, otro señalado
*incluso los esfuerzos para la preparación de profesores hablan disminuido
«empirista conceptual», se distancia de Ia ciencia social estricta tal como se
dramáticamente-, aparecen nuevas justificaciones. El currlculum y otros describe en la obra de Posner. Su ensayo, o «case study», como él Io denomi-
subcampos se han vuelto crecientemente vulnerablcs a las crlticas de colegas
na, es más antropológico en su forma metodológic¿, planteando un tipo de
de campos afines que aplicaban criterios académicos. En particular, es evi-
investigación del curriculum que propugna Reid, Co-editor de Walker.
dente la influencia de los colegas de las ciencias sociales de forma paralela a la
Debería notarse que la antropologla, aunque no es considerada como una
ascendencia política de estas disciplinas en la universidad. De hecho la inves-
ciencia social pura, como la polltica o la psicología, se categoriza en general,
tigacién en educación es indivisible e inseparable en muchos casos de la inves- sin embargo, como tal. Tomando el modelo de Schwab, Walker argumenta
tigación de las ciencias sociales. La aparición y proliferación de <<empiristas que las teorlas prescriptivas del curriculum, no son útiles (en püte porque no
conceptuales>>, en el campo del curriculum, es un caso especlfico de este fe-
reflejan el proceso actual de transformación del curriculum). En lugar de
nómeno general. Permanece por supuesto la noción de que la investigación
centrarse en por qué los especialistas del currlculum no siguieron el modelo
tiene implicaciones para la práctica en el aula, pero habitualmente se sostiene
de Tyler, a Walker le preocupa como actuaron de hecho tales especialistas.
que se necesitan muchos años de investigación extensiva, antes de que se En su estudio encuentra poca utilidad a términos como objetivos, e impor-
puedan obtener aplicacioncs significativas. tante utilidad a términos tales como plataforma y deliberación. Concluye que
Este desarrollo ha ido tan Icjos que, exzrminando el trabajo hecho por una los espesialistas del cu¡rlculum probablemente deberlan abandonar el intento
facultad en un típico centro de educación superior americano, uno tiene la de hacer del desarrollo real del curriculum el espejo de teorías prescriptivas,
impresión de que la educación no es un cÍLmpo con identidad propia. Uno aceptar Ia deliberación como un aspecto central del proceso de-desarrollo, y
descubre investigadores cuya primera identidad está en oúo campo afln. Ta- aplicar los recursos intelectuales de este campo disciplinar para mejorar la ca-
les individuos se consideran principalmcnte, psicólogos, filósofos, o sociólo-
lidad de Ia deliberación y para emplear ésta de modo más efectivo.
gos con intereses de investigación en las escuelas, y en tcmas relacionados con
Encuentro signiticativo este trabajo por dos razones. Primerci, propor-
la educación. En 1978 no es exagerado afirma¡ que el campo dc la educación ciona un duro golpe aI modelo de Tyler y a su influencia, segundo, Walker se
ha perdido la autonomia intelectual (que por supuesto, nunca fue plena) que aleja de las ciencias sociales. Su trabajo continúa siendo trabajo social, pero
tuvo en los primeros años, y ahora es casi equivalente a una colonia de pode- está más cerca del de algunos reconceptualistas que de los planteamientos de
res imperialistas superiores. Posner y otros importantes «empiristas conceptuales».
La visión de que Ia educación no es una disciplina en sí misma, sino un Walker sitúa el foco tradicional Sobre los problemas prácticos de la gente
área para ser estudiada por diferentes disciplinas, es evidente en la obra de los y del curriculum de [a escuela y sin duda ha dedicado y dedicará una parte de
especialistas del curriculum que he llamado «Empiristas conceptuales»r, La su actividad profesional a proyectos reales del currículum. Es mfu, sus méto-
obra de este grupo se puedc ca¡acterizar así, empleando los términos concep- dos se parecen casi a los del etnometodólogo, cuyos plateamientos no enca-
tual y empirico en el sentido en que lop emplean los cientfficos sociales. Su jan con faciüdad en el cuadro de las teorlas convencionales de rango medio,
trabajo se relaciona con el dosarrollo de hipótesis para ser comprobadas con proyectadas por individuos tales como el sociólogo Robert Merton que ha
los métodos caracter§ticos de Ia corriente dominante en las ciencias sociales. influenciado tantos estudios «empiristas-conceptuales» en el campo de la
Su trabajo, por lo general, se divulgan en las reuniones de la American Edu- sociologia. Walker parece salirse de la corriente dominante del «empirismo
cational Resea¡ch Associtation. Así como la Asociación para la Supervisión y conceptual»».
Desa¡rollo del curriculum (ASCD), es la organización dc los tradicionslistas,
También en el übro de Reid y Walker, hay un trabajo de otro señalado
AERA tiende a ser la de los <<empirista conceptuales». (Los reconceptualistas
«empirista+onceptual», Ian Westbury. Con su co-autor, Lynn Mckinney,
y tradicionalistas leen trabajos en las reuniones anuales de AERA, en número
Westbury estudia el sistema de la escuela de Gary, Indiana, durante el
relativamente pequeño). perlodo ${0-$70. Al igual que el estudio de Walker, el estudio de Mackin-

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235
/
ney y Westbury parecería estar fuera de la verdadera corriente del <<empiris- foco del «case study» de Walker y de otros estudios similares, se limita a la
*ó óon""ptrai», incluso parecería cercano a la obra de los humanistas. De transformación, indicando su relación con el movimiento histórico contem-
cualquier modo, la estruciura del estudio indica su lealtad a la ciencia social, poráneo en general. Por el contrario, en el libro anual de A§DC, correspon-
de esie modo justifica su categorización como «empirico concep_tual>¡. La diente a 1975, editado por MacDonald y 7anet, y que publica asimismo ensa-
obra es un estudio histórico hecho ai servicio de la generalización. Un traba- yos de Apple, Eurton, Huebner y Mann, es constante la ubicación de los
jo que se interesa en lo particula¡ (el distrito de Gary, donde se-basa), en la problemas del curriculum, dentro de Ias amplias corrientes
meáida que contribuye a la compr€nsión de lo general. Lo general, en este ca- lectuales del siglo XX-.
-históricas inte-
so, es el fenómeno de estabilidad y cambio que los autores creen que son aho- MacDonald habla, por ejemplo, de racionalidad tecnológica, un método
ra las dos funciones primarias de la estructura administrativa que rodea las intelectual comparable, en su fuerza de penetración y en su caracterlstica de
escuelas. Lo que el estudio demuestra finalmente es que una preocupación «darse por sentado» a la ascendencia de Ia tecnologh en la óultura general.
por los resultádos, sin una preocupación concomitante por.problemas.orga- Tales individuos argumentarian que, para comprender los problemas del
nizativos, aba¡ca una pequeña parte del problema de concebir nuevos diseños curículum, es necesa¡io situa¡los históricamente.
para las escuelas. Este uso de Io especifico pala ilustrar una ley «ahistórica», EI libro de 1975 de ASDC se dirije a Ia gente de escuela. No es que los re-
general, es por supue§to, un procedimiento fundamental de la corriente do- conceptualistas se dirijan sóio a esta parte del campo del curriculumr pero
minante de las ciencias sociales. exite un abandono consciente de Ia «mentalidad técnica»». No hay prescrip-
ciones ni modelos tradicionales. En vez de esto, lo que ofrece este libro es un
aviso ante Ia complejidad y significación histórica de los puntos de discusión
Reconceplualistas del currículum. Debido a que las dif¡cultades que identifican estos reconcep-
tualistas se relacionan con las dificultades de la cultura en gereral no háy
Este interés por la generalización no es abandonado por la obra del tercer problemas que <<puedan ser resueltos>». Este concepto, creado por la raciona-
grupo de curricularistas, los reconceptualistas. Por ejemplo, en la cuarta con' lidad tecnológica, es problemático en sl mismo. De este modo, lo que es en
Ierencia en la universidad de Winsconsin-Milwakee, el profesor Apple pre- parte necesario, es un cambio estructural profundo en Ia cultura. Tal aspira-
sentó los resultados de un estudio que dirigió junto con un colega, en un Kin- ción no puede ser llevada a cabo «reparando» el orden existente de ahí que,
dergarten, que contenia sustanciales afirmaciones antes de considerar laS fun- una o dos selecciones sobre Marx en las clases de estudios sociales en Ia escuela
ciones socio-políticas del comportamiento en el aula. superior, o la enseñarza de la reflexión autobiográfica en las clases de inglés,
Su estudib de casos se diférencia de la obra de un empirista conceptual produzcan indiferencia, y a menudo alarma a la mayorfa de los reconceptualis-
tipico en dos aspectos sigrrificativos. Su reconocida perspectiva cargada de tas. Este <<Reparar», «Colaborar» asl denominado por los estudiantes durante
vilores y un planteamienlo que intenta la emancipación polltica. Esto está las protestas de los años sesenta, acepta el orden social tal como es. Lo que es
en cont;aste ion los cánones de Ia ciencia social tradicional' que prescribe la necesario es una reconceptualización de Io que es el curriculum, de cómo fun-
recogida de datos, y la verificación o refutación de hipótesis, en un desintere- ciona, y de cómo podrta funcionar de manera emancipatoria. Este compromi-
sado servicio para construir un cuerpo de conocimiento. Un reconceptualista so de una crftica enérgica, y un desa¡rollo de la teorla, es Io que distingue al fe-
tiende a considerar la investigación como un acto inevitablemente político' nómeno reconceptualista.
tanto como intelectud, y como tal trabaja con el fin de zuprimir o liberar no Pa¡a entender más ampliamente los esfuerzos de los indiüduos implica-
sólo a los que llevan la investigación o a los que se dirige ¡" ¡yg5ligación sino a dos en Ia investigación de este tipo, se requiere comprensión de la metateoria
los que están fuera de la subcultura académica. La corriente de invesügaciÓn y de Ia filosofia de la ciencia. Sin tal fundamento es dificil, cuando no impo-
dominante en ciencias sociales, aunque aparentemente puede parecer apolltica sible para los especialistas del currlculum ver su trabajo en el contexto del cre-
tanto en su naturaleza como en sus consecuencias, si la examinamos más cimiento o del conocimiento en general. El trabajo de max Van Manen en Ia
cuidadosamente se puede considerar como una contribución al mantenimien- conferencia de 1976 de Winsconsin, significó un esfuerzo importante de aná-
to del orden políticó-social establecido, o bien como una contribuión a la de- lisis de las diversas estructuras del conosimiento teórico, en la medida que se
saparición del mismo. relacionan con los métodos dominantes de investigación en el campo del
Apple y los marxistas y neo-marxi§tas van más allá, y aceptqn una üsión currículum. Su obra se construye sobrt analisis básicos emprendidos por filó-
teleo[ógica del movirniento histórico, aliándose con las clases más bajas cuya sofos de la ciencia, tales como Radnitzky y Fayerabend. Se necesita realizar
final liberación de la opresión se considera ineütable. Un cierto número de un mayor trabajo en esta línea. Se debe advertir que la reconceptualización es
reconceptualistas no marxistas aceptan, sin embargo, una variación de esta fundamentalmente un fenómeno intelectual, y no un fenómeno de afiliación
visión histórico-teleológica, y muchos de ellos, sólo desde lejos parecerlan interpersonal. Los reconceptualistas no tienen ningún grupo organizado, tal
«izquierdistas» de algún tipo. Casi todos aceptan que toda actividad intelec' como ASDC o AERA. Indiüduales en el trabajo, aunque comparten ciertos
tual conlleva una dimensión política. temas o motivos, no tienden a compartir ninguna afiliación interpersonal (en
El hincapié en lo politico diferencia la obra de Apple, Burton, Mann, Mol- este único aspecto su obra se corresponde a la de los críticos románticos de
nar, y algo de la obia de Huebner y MacDonald, de la obra de los «radi- los 60, pero cualquier otra comparación similar termina aquí). Anualmente
cionalistas, y de la de los «empiristas conceptuales»». Cierto es que Reid y se han celebrado conferencias, Ia más reciente en el campus del instituto de
Walker en sü «Case Studies in-Cu¡riculum Change», reconocen que el de- tecnologia de Rochester en Nueva York. Se prevee Ia aparición para 1979 de
sarrollo de curriculum es político, pero nunca se desarrolla este a§pecto, ¡ri §e una revista y una publicación dest¿cando este trabajo.
conecta con una visión dé h historia, ni del orden social contemporáneo. El

236 237
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-
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Como intérprete de metateorías, Richard Bernstein recientemente analizó Pinar, W., Ande Grumet, M. R, Toward o Poor Cuticulum (Kendall/ Hunt
d.t"ni*iento a los individuos que trabajan en el campo intelectual en publishing Co., Dubuque, IA, t976).
*"tio er""r -investigación empíriÉa, análisis filosófico,
"on fenomenoloqla y 7 Cremin, L. Curriculum-making in thc United States, in Pinar, W. (Ed,.) Curricu-
a los «e\nPi'
i"oif" .iitiá de la sociádad-, 0á primera categorfa corresponde lum Theorizin8, pp. l9-35.
;lññ|itir"lirr, la tercerá y cuarta a la obra reconceptualista)' Bern§tein 3. Kliebard, H. M, Persistent curriculum issues in historical perspcctive, and Bu-
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finaliza su estudio con esta conücción:
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I través dc cualqücra dc estos movimientos, descubrimos quc los otros es'
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.izaAOn Ae h ciencia ró"i"t, Sit".r.an propone quc aprenda¡nos a leer. el re' Huebner, D. The moribund curriculum field: Its wake and ou¡ work. At¡rict¿lum
ñr* C"rt"r.¿iroúr" ru ap-reni¡"aie de Don Juan, el fin de quc
d;
i"t"
tipor a" cugstignes quesc dcbcn"on
Preguntar. Sil-
Inquiry, Vol. 6, No. 2 (1976).
ñáñ;lñS"¡ a
"óooóiiói
7. Posner, G. J. and Strike, K. A. A. catcgoriz¿tion scheme forprinciples of
;;r*"r, está-convencido dc qué los principales «cmpiristas concrptualcs»» no sequencing content. Rewiew of Educalional Research, Vol. 46, No, 5 (19?6).
8. Walker, D. F. Cur¡iculum Development in en aft project. In Reid, W. A. And
,"üin g." treguntas hacer, y que són verdaderanente intransigcntes con rc-
;;;;;ür"fdoo.t qu" oo íá to suvas propias ! .ue difieran f9 et$' es- Walker, D. F. (Eds.) Case Studies in Curricalum Change (Routledge and Kegan
Paul, London, 1975).
i"i"ti-""ris.rcia cs aitáüUirin ii""ápo deicurrlculum en América. En al' 9. Reid, V. 4., The changing curriculum: theory ond practice. ln Reich and Wat-
ñ¿ri;i'd;;óñil iñt*i"-áá" la
e*i,o de cspecialistas, $tov convencido
obra ajena deberla suspenderse si quercmos
ker, op. cit.
ár qu" esa intransigencia hacia t0. McKinney, W. L. and Westbury, I. Stability and change; the public schools of
ir.-iritJá * *"iñiunlo ioiiioita siÉificativo en e§te canPo'-E§tar abier' Gary, Indiana, 1940-70. In Reid and Walker, op. cit.
io á áiiá-sin ro ¿e tr"ua¡o nlriÑná-ta *rdidadela capagia4 personal de ll. Ibid., p. 44.
irnr,,ió"?¡tiá, ni t .ioó, n-oesariam"otg, nérdida de identidad intelcc' t2. lbid., p. 50.
ü:Ü,.oñe¿,i contio,ia, siándo tradicionatista a la puntóvezqug esludia con ta- 13. Apple, M. W. and King, N. What do schools tcach? Papcr presented at the Uni-
de vista pcrsonal versity of Wisconsin and Milwaukce Conference.
i*¿ ;ñi¿nsivo la "üádi ,|" i*J*iptualista. El llgsar. 14. For discusión of this point scc my prefactory rcmarks tn Canianlum Theorizing
;i;-A& ñ pue¿. oii, inriquecido. Más aún, lucden a establcc¡rsc
y.haciendo más pro'
(Note l). See also:
;"t"rir d" p"ispcc6r"r i coniinto, renovando el ca.rrpo i<Iohr, Ír. R. The State of the Ficld,baper presented at thc Xavier University
úaUt q,r. iu c'ontribución e la educación americana sca importante. Conference on Curriculum;
Miller, J, L. Duality: Prespectives on the reconceptualization. Paper presented
to University of Virginia Conference;
Reconocimiento MacDonald J. 8., Curricr¡lum Theory as intentional activity. Paper prescnted to
University of Virginia Conference (Sce Notc 5);
MacDonald, J. 8., Curriculum Theory and human interests. In Pinar, W. (Ed,)
Esta es una versión revisada de un informe prescntado e la reunión a¡rual Cu rricul um Theorizi ng;
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Wisconsin a Milwaukce (19?O, Kcnt State University (1977), and the Rochestcr
na,ld, op. cit.
Institute of fechnologv t'tCZS).'I-or libros incluyen: Pinar, {'. f¡¿.1. Heightened

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