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UNIDAD I
EL DERECHO PENAL
BOLILLA I
EL DERECHO PENAL
Naturaleza Jurìdica: El Derecho Penal es una “ciencia jurídica”, y como tal cumple
idéntica tarea que cualquier otra rama del derecho(Civil, Laboral, Constitucional, etc): es
decir, interpretar y elaborar los principios contenidos en la ley, en este caso la Penal.
Exigiò un enorme esfuerzo para los estudiosos del Derecho Penal, hacerlo volver a su
cauce del cual había sido muchas veces desviado o hecho desbordar. Gracias a la
dogmàtica penal, retornò a sus contenidos y métodos propios, pues no siempre la
autonomía y limites de nuestra ciencia fueron vistos con claridad
Ferri por ejemplo sostiene que la Sociologia Criminal tiene a su cargo el estudio
científico de las causas del delito y, del delincuente, producto de factores individuales y
sociales. El sostiene en cambio “que la defensa represiva” se va a realizar por medio de
tres ciencias jurídicas, El Derecho Penal, el Derecho Procesal Penal, y el Derecho
Penitenciario
Un problema diferente es el de las ciencias auxiliares del derecho penal que son
disciplinas que tienen por finalidad colaborar con este y, podemos mencionar(esta
enumeración no es taxativa):
La fotografía legal;
La medicina forense; Como sabiamente dicen los médicos forenses, “el cadaver
habla”, es función de estos traducir dicho lenguaje.
La siquiatrìa forense;
La química legal.
El Derecho Penal Subjetivo, en su sentido mas amplio, es la facultad del Estado de acuñar
delitos y ejecutar las penas o medidas de seguridad: es el llamado iuspuniendi. Es
facultad porque el Estado y sòlo èl, por medio de sus órganos legislativos tiene autoridad
para dictar leyes penales, pero es también deber dado que es garantía indispensable en
los Estados de Derecho, la determinaciòn de las figuras delictivas y su amenaza con
pena “con anterioridad” a toda intervención estatal de tipo represivo(como veremos
enseguida…nadie puede ser penado sin juicio previo, fundado en ley anterior al hecho del
proceso… dice la Constituciòn Nacional en su art. 18).
El Derecho Penal Objetivo, esta constituido por el conjunto de normas legales que
asocian a un crimen como hecho, una pena como legìtima consecuencia. Como enseña
Bordas, el Derecho Penal Objetivo es el régimen jurídico mediante el cual el
Estado sistematiza, limita y precisa su facultad punitiva, cumpliendo de ese modo con la
función de garantía, que juntamente con la tutela de los bienes jurídicos, constituyen el fin
del Derecho Penal.
La Rama Material contiene las disposiciones de fondo, allí se definen los delitos y se
determinan las penas; regula principios fundamentales en los que se sustenta la teoría del
delito, tales como la culpabilidad y las causas de justificación, y da normas para resolver
problemas que tienen validez general, tales como el concurso de delito, la participación, la
tentativa, etc.
El Derecho Penal material es el Còdigo Penal, y el Derecho Penal formal son los Còdigos de
Procedimientos.
2) Derecho Penal Sustantivo: Definiciones. Las definiciones que se han dado del
Derecho penal son muy variadas, entre ellas podemos distinguir:
1. a) las que remarcan su nota mas distintiva, “la amenaza de pena”. En este sentido
Von Litsz lo define como ….conjunto de reglas jurídicas establecidas por el estado,
que asocian al crimen como hecho, “la pena” como legìtima consecuencia….
2. b) las que ponen el acento en la relación entre el derecho objetivo y el ius
puniendi(derecho a penar): ….rama del derecho que regula la potestad publica de
castigar y aplicar medidas de seguridad a los autores de infracciones punibles….
Definiciòn: El Derecho Penal es la rama del ordenamiento jurídico que agrupa las
normas que el Estado impone bajo amenaza de sanción, limitando y precisando con ellas su
facultad punitiva.
2) Caracteres, análisis:
Es importante advertir desde ya, pues lo profundizaremos mas adelante, que si bien
suele identificarse norma con ley, a partir de Binding en el mundo penal se distingue
claramente entre norma y ley.
Un pequeño adelanto, el art.79 de la ley penal dispone ….el que matare a otro, será
penado de 8 a 25 años de prisiòn…., si analizamos detenidamente esto, veremos como
decía Binding, el delincuente no viola la ley, sino que la cumple. Ello en cierto modo es
verdad, dado que lo que el autor viola es la norma, o sea el no mataràs, que nunca està en
la ley(tampoco el no robaras, el no violaras, etc.) sino que se deduce de ella.
1. b) La naturaleza valorativa: Ello surge de la antedicha característica normativa ya
que sus disposiciones contienen juicios de valor, escalonados estos en una
graduación proporcionada por la Ley penal(vida, integridad física, propiedad, etc.).
1. c) La naturaeza Finalista del Derecho Penal: Ello porque nuestra ciencia tiene un fin
en si mismo, que no es otro que la “protección de bienes jurídicos”(vida, libertad,
propiedad, etc.).
La idea de fin es la que genera la fuerza del Derecho. El derecho en su esencia “es
protección de intereses”. A esos intereses jurídicamente protegidos se los denomina
bienes jurídicos, ellos no nacen del derecho, no son creados por este sino de la vida, por
ello son intereses vitales para el individuo y para la sociedad. Es el Derecho quien
mediante su tutela el que eleva èse interés vital a la categoría de bien jurídico.
1. A) Estado, Juez y Pueblo: Señala Binding que la coacción contenida en las Leyes
Penales tienen un triple destinatario: El propio Estado, el Juez y el Pueblo.
Efectivamente, nadie hoy duda de que el Estado, mediante la sanción de las leyes
penales se “autolimita”(dado que solo y ùnicamente puede perseguir a aquellos que
infringen el Còdigo Penal) en el ejercicio de su ya analizada potestad llamada el ius
puniendi;
Por último es claro que también son destinatarios de las leyes penales los Jueces,
por ser ellos quienes las aplican y las hacen cumplir. Una cuestión de simple sentido
común no lleva a concluir que si no las conocen es imposible las puedan aplicar
correctamente.
Quienes sostienen que las leyes penales estàn dirigidas solamente a los individuos
capaces, parten de la idea de que mal podría estar dirigida la ley penal a quienes no
pueden entenderla, ni sentir el peso del reproche o coacción de la amenaza penal. Para
esta posición el derecho trataría al incapaz como una cosa, no como una persona.
En el Còdigo Penal mismo están las razones para sostener que los incapaces son
también destinatarios de las leyes penales. En este sentido tenemos muchas de la
medidas de seguridad destinadas a ellos prescriptas en las leyes penales, por ej. la
institución disposición(tanto la provisoria como la definitiva), que se establecen en la Ley
de Minoridad. Es decir que las acciones de los incapaces no le son indiferentes a la ley
penal, ellas no son equiparables al acontecer ciego de las cosas. Si asi fuera, no se les
aplicaría medidas que son también consecuencia del delito como acción objetivamente
típica, y antijurídica.
La opinión mas generalizada solo admite que el ser humano actùa como cosa–es
decir sin importar que su obrar constituya acción en sentido jurídico-, cuando no participa
en el acto su personalidad, cuando el acto no importaen absoluto una manifestación de
voluntad, con independencia del hecho de ser imputable o inimputable. Es el caso de quien
arrojado por el viento, cae sobre una vidriera y la rompe, o sobre un niño y lo lastima, si es
equiparable a las cosas; distinto es el loco, o el menor inimputable que matan, o lesionan.
En realidad estos son los elementos tradicionales del Derecho Penal, pero hay un
elemento nuevo que modernamente es reconocido, el autor. Estamos en la Càtedra lejos
de pensar “en el delicuente”, tal como lo entiende el positivismo sociológico.
Desde la dogmàtica penal no podemos ignorar que nuestro Còdigo Penal habla del
autor, de la peligrosidad, incluso de la personalidad de este, y ello no puede ni debe ser
ignorado al estudiarse la parte general de nuestra materia. Pero se habla del autor, su
personalidad, incluso su peligrosidad en sentido dogmático, es decir para comprender su
significación en el Còdigo Penal. Por ello, y con èse alcance es que entendemos el autor es
un elemento que también forma parte de estudio del Derecho Penal, pero anticipo como lo
veremos mas adelante, que otro es el tema del Derecho Penal de acto, o el Derecho Penal
de autor, en el que decididamente nos pronunciamos a favor del primero.
3) Derecho Penal Militar: Es quizás uno de los antecedentes màs fuertes de nuestra
materia, viene con una legislación especìfica desde el pasado, asi en la època del Derecho
Romano tuvo una trascendencia formidable. Como lo destacaron Ciceròn y Carraraha
evolucionado a la par del Derecho Penal Común a través de las
llamadas Ordenanzas hasta lograr su codificación integral.
En nuestro Paìs por ej. la Primera Junta, en acuerdo del 19 de julio de 1.810, expidió
sus primeras normas, y en setiembre de 1.824 Las Heras nombrò una Comisiòn
encargada de redactar el Còdigo de Justicia Militar tendiente a superar la
ultractividad(sobrevida) de las ordenanzas españolas que se seguían aplicando a
nuestros soldados. Luego de este proyecto hubo sucesivas reiteraciones hasta que se
llegó al Còdigo Bustillo que rigió hasta 1.951. año en que se promulgò la ley 14.029, esto
es el actual Còdigo, que sufrió luego varias reformas.
4) Derecho Penal Fiscal: Se entiende como contenido de èl, el grupo de normas que
fija sanciones para los actos que violan los intereses de la hacienda pública. Hay autores
que consideran que debe ser un capitulo del Derecho Penal Administrativo, otros del
Derecho Penal Comùn.
La raiz de esta visión extrema del derecho penal de autor parte de una concepción
antropològica que niega la “autodeterminación” del hombre, es decir el es incapaz de poder
elegir entre el bien y el mal.
Principio de Legalidad.
Es asi como el artículo 18° de la Constitución Nacional dispone que ningún habitante
de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del
proceso, consagrando de esta manera el principio de legalidad, siendo este principio el
fundamento sobre el cual se asienta el derecho penal que hoy nos rige. Doctrinariamente
el principio de legalidad señala que sólo puede recibir pena el sujeto que haya realizado
una conducta ilícita específicamente descripta como merecedora de esa sanción, por
medio de una ley que esté vigente en el momento de su realización. Ahondando este
razonamiento, muchos autores denominan al Codigo Penal el “Codigo de la Libertad”
debido a que en la sociedad solo está prohibido lo que prohibe el Código Penal, todo lo
demás es espacio de libertad.
Principio de Reserva
Por otra parte, cuando el artículo 19° establece que ningún habitante de la nación
está obligado a hacer lo que no manda la ley ni privado de lo que ella no prohíbe, consagra
el principio de reserva que se refiere a la facultad de actuar del hombre dentro de lo
permitido (lo no prohibido por el ordenamiento jurídico) sin que su conducta puede
acarrearle sanción de cualquier índole que sea. Además es una garantía del individuo ante
el mismo órgano de legislación, puesto que éste no puede asignar una pena a una
conducta que esté permitida por el ordenamiento jurídico. Tambien vale aquí lo dicho en el
acapite “ppio de legalidad” ...muchos autores denominan al Codigo Penal el “Codigo de la
Libertad” debido a que en la sociedad solo está prohibido lo que prohibe el Código
Penal, todo lo demás es espacio de libertad.
Es claro que para concretar dicha limitación del art.19, tiene el Poder Legislativo que
prohibir esa conducta de manera previa, pero al hacerlo tampoco puede traspasar ciertos
límites, ya que en caso contrario significaría una interferencia indebida en la esfera de
libertad irreducible de la persona.
Este principio exige que la punibilidad de un hecho sólo pueda ser establecida por
una ley anterior a su comisión e, implica una idea política de "reservarles a los individuos,
como zona exenta de castigo, la de aquellos hechos que, por inmorales o perjudiciales
que sean, no están configurados y castigados por una ley previa a su acaecer".
A llenar esta finalidad tiende la regla del derecho penal liberal: "nullum crimen, nulla
poena, sine praevia lege poenali" y, como consecuencia de este principio, la irretroactividad
de la ley penal más severa y la prohibición de la aplicación de la ley penal por analogía.
Esta última idea, propia de los estados totalitarios, modifica la posición de las partes
que están en juego en la realización de la facultad punitiva. Mientras que el principio de
reserva hace prevalecer la idea de libertad sobre las necesidades de la autoridad, el
principio de justicia penal “eficienticista”, basado en una legalidad ampliable por analogía
o, en virtud de fuentes represivas independientes de la ley misma, se esfuerza por liberar
del control legal a la represión.
Tambien el ppio de reserva abarca la intimidad de las ideas, es decir que mientras
éstas están en la cabeza, en el alma del hombre, sin haber salido hacia afuera, sin haberse
exteriorizado, están libres de la autoridad de la justicia y, solo reservadas a Dios como
dice sabiamente nuestra Constitución en el aludido art. 19.
• un carácter cuantitativo que afectaría a los delitos de bagatela(el ej. del caramelo),
• un carácter cualitativo que afectaría a los delitos en los que no se concretan
lesiones a las personas, y
• una restricción estructural que afectaría a los delitos de peligro abstracto, es decir
conductas que son delitos sin producir daño concreto, ej. tenencia de
estupefacientes, o conducción en estado de ebriedad(que se podra perseguir como
contravenciones o faltas, no como delitos).
Finalmente debe decirse que el alcance de este principio no debe rebasar los límites
existentes de cara al mantenimiento de los elementos esenciales de convivencia.
Principio de subsidiariedad
Se deriva del principio anterior. En virtud de él, y para proteger los derechos
fundamentales, el Estado debe agotar los medios menos lesivos que el Derecho penal,
antes de acudir a éste, de forma tal que el citado Derecho debe constituir una arma
subsidiaria, una arma de última ratio.
Principio de proporcionalidad
También las valoraciones sociales han de servir como parámetro para la imposición
de medidas de seguridad, que deberán guardar proporcionalidad con el grado de
peligrosidad del sujeto y con la gravedad del hecho.
Principio de lesividad
Este principio de lesividad, que tiene su origen en Aristóteles, (primer párrafo del
artículo 19º de la Constitución Nacional) es la base de nuestro derecho penal liberal y,
tiene como regla esencial aquella que impide prohibir y castigar una acción humana si no
perjudica u ofende los derechos individuales o sociales de un tercero, la moral o, el orden
públicos.
Para entender este principio se debe partir del principio de utilidad penal que, al decir
de Luigi Ferrajoli ..."es idóneo para justificar la limitación de la esfera de las prohibiciones
penales – en coherencia con la función preventiva de la pena – sólo a las acciones
reprobables por sus efectos lesivos para terceros" y, de la separación axiológica entre
derecho y moral, que veta el castigo de comportamientos meramente inmorales o de
estados de ánimo pervertidos, hostiles o incluso peligrosos, e impone la tolerancia jurídica
de toda actitud o comportamiento no lesivo para terceros.
De esta forma se ha consagrado una zona de intimidad o área privada del individuo
que no puede ser amenazada ni lesionada por el Estado, implicando de esta forma un
respeto a la dignidad humana. De esta garantía se desprenden distintos aspectos:
Principio de culpabilidad
Este principio es una conquista moderna ignorada por la mayor parte de los
ordenamientos primitivos. Exige como presupuesto de la pena que pueda culparse, a
quien lo sufra, del hecho que la motiva. Para ello es necesario, en primer lugar, que no se
haga responsable a una persona por delitos ajenos (principio de la personalidad de las
penas); en segundo lugar, no pueden castigarse formas de ser sino sólo conductas.
Además no alcanza con que el hecho sea causado por el sujeto para que se lo pueda
hacer responsable penalmente, puesto que es preciso que el hecho haya sido querido o se
haya debido a la imprudencia (principio de dolo o culpa).
Principio de judicialidad
Según Ricardo Núñez "la realización judicial de la ley penal no es libre, sino que
exige un juicio previo fundado en la ley anterior al hecho del proceso (artículo 18º de la
CN), que debe observar las formas sustanciales de la acusación, defensa, prueba y
sentencia dictada por los jueces naturales del imputado y en el cual es inviolable la
defensa de la persona y de sus derechos; defensa que supone para el imputada la
posibilidad de concurrir ante algún órgano judicial en procura de justicia, para ser oído, en
un debido procedimiento judicial con arreglo a las leyes de procedimiento.
Principio de la personalidad
Principio de resocialización
Introducción
En este trabajo haremos una exposición de lo que respecto a los principios penales
dicen un autor italiano, otro argentino y uno más, mexicano. Después relacionaremos esto
con la teoría sobre la naturaleza de los principios del derecho en general para tratar de
clarificar lo relativo a los principios penales.
Para desarrollar este tema recurriremos en primer lugar a Luigi Ferrajoli.2 Este
autor construye un modelo denominado garantista en el cual a través de axiomas o
principios se enuncian diez garantías necesarias para fincar la responsabilidad penal.
A3. Nulla lex (poenalis) sine necessitate.(no hay ley sin necesidad)
A8. Nullum iudicium sine acusatione. (No hay juicio sin acusación)
Luigi Ferrajoli es filósofo del derecho, por ello remite a términos que conviene
recordar en esta parte. AXIOMA. Es un principio que por su dignidad misma, por ocupar
cierto lugar en un sistema de proposiciones, debe estimarse como verdadero. Según
Aristóteles principios evidentes que constituyen el fundamento de una ciencia.
Proposición 2 Derecho y razón. Teoría del garantismo penal, Trota, 3ª ed, Madrid, 1998, en
especial pp. 91-115. irreductible que no necesita ser demostrada. En cambio el TEOREMA
es una Proposición que puede ser demostrada y no es evidente. TESIS. Es la proposición o
afirmación de una doctrina sostenida con argumentos, por lo general es contraria a lo
aceptado por la teoría dominante. CONNOTACIÓN. Alude al significado, comprensión o
intención de los términos y DENOTACIÓN es sinónimo de extensión. A través de los
conectores básicos, negación, conjunción, disyunción e implicación de los diez axiomas
se derivan muchas tesis y teoremas en la construcción de ese autor.
El modelo garantista define las reglas del juego fundamentales del derecho penal.
Provienen dichas reglas del pensamiento iusnaturalista de los siglos XVII y XVIII, que lo
concibe como principios políticos morales o naturales de limitación del poder penal
absoluto. Han sido incorporadas a las constituciones y codificaciones de los
ordenamientos desarrollados, convirtiéndose en principios jurídicos del moderno estado
de derecho. Los principios A1, A2 y A3 responden a las preguntas ¿Cuándo y cómo
castigar? Expresan las garantías relativas a la pena. Los A4, A5 y A6 responden a las
preguntas ¿Cuándo y cómo prohibir? Y expresan las garantías relativas al delito. Los
principios A7, A8 A9 y A10 responden a las preguntas ¿Cuándo y cómo juzgar? Y expresan
las garantías relativas al proceso.
Los modelos teóricos del derecho penal resultan de la inclusión de todos o parte de
estos principios, siendo el sistema garantista aquel ordenamiento penal concreto que
incluya todos los términos de esa serie, enunciados en esos diez axiomas, máximas o
principios axiológicos. Sin embargo, el modelo es un límite ideal, solo tendencial y nunca
perfectamente satisfecho. Por eso es posible elaborar teóricamente una tipología de los
sistemas punitivos según los axiomas garantistas que adopten o supriman. La
palabra Garantismo tiene varias acepciones, una de ellas es la de modelo normativo de
derecho o modelo de estricta legalidad, propio del Estado de Derecho. Resultan así los
siguientes modelos:
Este autor, retomando a Baratta, hace una clasificación de los principios penales en
tres grupos. Hago unas ligeras modificaciones a la misma, así como sustitución de
algunos términos.
de derecho. Esto implica la proscripción de la ley ex post facto con la excepción al efecto
retroactivo de la ley penal mas benigna. Para la aplicación de estos y los siguientes
principios es necesario constatar su inclusión en las constituciones nacionales y leyes
secundarias, pero también hay que remitirse a los documentos internacionales, suscritos,
ratificados y publicados por México. Ej. Pacto Internacional de derechos políticos,
económicos y sociales o la Convención Americana de Derechos Humanos de San José de
Costa Rica.
1. Principio de lesividad.
2. Principio de proporcionalidad mínima.
3. Principio de intrascendencia.
4. Principio de humanidad. (art. 22 de la Constitución mexicana)
5. Principio de prohibición de doble punición.
Hemos tocado el tema de los principios penales según dos autores, uno italiano y
otro argentino. Veremos ahora lo que al respecto nos dice este distinguido penalista
mexicano, doctorado en Alemania y actualmente radicado en México. Él expone que son
“ciertos principios fundamentales que implican limitaciones al ius puniendo estatal y 5
Raúl Carrancá y Trujillo, Derecho penal mexicano. Parte general, 12ª ed., México, Porrúa,
1977, p. 171.
6 Por todos, Sergio García Ramírez, El sistema penal mexicano, México, F.C.E. Colecc., de
Política y
3, México, sept, dic. de 1998, pp. 141-184. garantía de los derechos de los individuos”.
Sólo se refiere a los principios penales sustantivos pero hace un amplio análisis sobre
todo del código penal federal que recomendamos leer, dado que por razones de espacio,
aquí solo referimos lo general. 8 Como se ha podido constatar anteriormente existe una
íntima vinculación entre las garantías penales y las procesales. Igualmente deben hacerse
extensivas al sistema penitenciario.
9 Ibidem, p. 154.
a nivel federal hasta 1994, en Veracruz desde 1980. Existen no obstante en la legislación
de Veracruz múltiples referencias a la peligrosidad que se interpretan como derecho de
autor.
1. Reglas y principios
10 Manuel Atienza y Juan Ruiz Manero, Ilícitos atípicos. Sobre el abuso del derecho, el
fraude de ley y la desviación de poder, Madrid, Trotta, Colecc. Estructuras y procesos, Serie
Derecho, 2000.
Los principios, siguiendo a Atienza y Manero, tienen como vocación dar lugar a
reglas. Los principios en sentido estricto incorporan valores últimos. Eso sería la libertad
de expresión.12 Trasladando lo anterior a los principios penales podemos llegar a las
siguientes
Conclusiones.
De acuerdo con lo último expuesto, ahora sí podemos llegar a una reflexión final.
Los principios penales expresados en diez axiomas, en la sistematización de Ferrajoli, son
reglas de acción, originadas en principios, pero una vez positivizadas, se convierten en
normas obligatorias para los jueces, salvo el axioma A3, o principio de necesidad, que es
un principio en sentido estricto, dirigido al legislador. Los primeros están plasmados en la
Constitución Mexicana y en los códigos penales y procesales no obstante existir la
tendencia a su violación en la práctica vía interpretación judicial. El principio de legislador
racional es implícito. Podría considerarse que lo previsto en el artículo 18, segundo
párrafo sería un principio programático o directriz: “Los Gobiernos de la Federación y de
los Estados organizarán el sistema penal, en sus respectivas jurisdicciones, sobre la base
del trabajo, la capacitación para el mismo y la educación como medios para la
readaptación social del delincuente...” Los datos aportados por las ciencias sociales
demuestran que ésta última no se puede cumplir a través de las penas en general y menos
de la pena de prisión.
11 Atienza, Ilícitos... p. 18.
12 Pp. 16-23.
Grosso modo se puede afirmar, entonces, que nuestro sistema jurídico penal
cumple con los principios enunciados, sin embargo, de manera fina o profundizando en
cada uno de los diez axiomas de Ferrajoli, bien remitiéndonos a la sistematización de
Zaffaroni o de Moreno observamos violaciones recurrentes tanto en la criminalización
primaria o tipificación como en la aplicación jurisdiccional, encontrando un criterio
sugerente para el poder judicial cuando se recomienda interpretar de acuerdo a los
principios y en contra de la ley promulgada o recurrir a la inconstitucionalidad de la
misma. Otro recurso es la interpretación aplicando no la ley nacional sino los tratados
internacionales suscritos por México.
Los principios penales nos permitirán constatar si los sistemas jurídicos en general
y nuestro sistema jurídico penal mexicano tiende a un modelo de estado de derecho o
bien a un estado de policía. El análisis detallado de la legislación penal mexicana a la
manera como lo hace Moreno Hernández, el estudio de la efectividad del sistema penal
siguiendo el ejemplo del libro de Ferrajoli y la insistencia de Zaffaroni en conectar la
dogmática con los datos reales es buen camino para intentar mejorarlo. La obligatoriedad
de los principios se extiende a todos los poderes.13
BIBLIOGRAFÍA: ATIENZA, Manuel y RUIZ MANERO, Juan. Ilícitos atípicos. Sobre el abuso del derecho, el fraude de ley y la
desviación de poder. Madrid, Trotta, Colección Estructuras y Procesos, Serie, Derecho, 2000. Las piezas del
derecho, Barcelona, Ariel, 1996. BARATTA, Alessandro. “Requisitos mínimos del respeto de los derechos humanos en la
ley penal”, Capítulo criminológico, Número 13, Instituto de Criminología, Facultad de Derecho, Universidad de Zulía,
Maracaibo, Venezuela, pp. 81-99. CARRANCÁ Y TRUJILLO, Raúl, Derecho penal mexicano, Parte general, 12ª ed.,
México,l977. FERRAJOLI, Luigi. Derecho y razón. Teoría del garantismo penal, Madrid, Trotta, 3ª ed.,1998. GARCÍA
RAMÍREZ, Sergio, Sistema penal mexicano, México, F.C.E., Colección de Política y derecho, 1993. MORENO HERNÁNDEZ,
Moisés, “Principios rectores en el Derecho Penal Mexicano”. Criminalia, Academia Mexicana de Ciencias Penales, año
LXIV, no. 3, México, septiembre, diciembre de 1998, pp. 141-184. ZAFFARONI, Eugenio Raúl, ALAGIA, Alejandro y
SLOCAR, Alejandro. Derecho penal. Parte general. México, Porrúa, 2001.