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Manual de Procedimientos en

Bacteriología Clínica

Paz Montes, América


Piña Reyes, Eyilde
Perozo Mena, Armindo
Volumen V Sandrea Toledo, Lisette
Recolección y Procesamiento de Muestras
de Líquidos Orgánicos Estériles
Práctica Profesional de Bacteriología
Escuela de Bioanálisis. Universidad del Zulia
Centro de Referencia Bacteriológica SAHUM
Práctica Profesional de Bacteriología. Escuela de Bioanálisis. Universidad del Zulia

Manual de
Procedimientos en
Bacteriología Clínica
Maracaibo, 2010 Volumen V: Recolección y Procesamiento de
Muestras de Líquidos Orgánicos Estériles

Paz Montes, América


Perozo Mena, Armindo
Piña Reyes, Eyilde
Sandrea Toledo, Lisette
Tabla de Contenido
Tabla de Contenido ................................................................................................................. i
Lista de Cuadros................................................................................................................... iii
Lista de Figuras ...................................................................................................................... v
Recolección y Procesamiento de Muestras de Líquidos Orgánicos Estériles ........................ 7
Introducción .................................................................................................................... 7
Consideraciones Generales ............................................................................................. 7
Líquido Cefalorraquídeo .......................................................................................... 7
Otras Infecciones del Sistema Nervioso Central ................................................... 10
Líquido Peritoneal .................................................................................................. 15
Líquido Pericárdico ................................................................................................ 17
Líquido Pleural ....................................................................................................... 19
Líquido Sinovial ..................................................................................................... 21
Diagnóstico Microbiológico ......................................................................................... 22
Transporte y Manejo de Muestras.......................................................................... 22
Procesamiento ........................................................................................................ 22
Bibliografía Consultada ................................................................................................ 28

i
Lista de Cuadros
Cuadro 1 Agentes Etiológicos de Meningitis más Frecuentes por Grupos Etarios ............... 9
Cuadro 2 Abscesos Cerebrales. Origen, Frecuencia y Etiología ......................................... 11
Cuadro 3 Agentes Etiológicos de Infecciones de las Derivaciones Internas del LCR......... 12
Cuadro 4 Virus más Importantes Descritos como Causa de Encefalomielitis Aguda ......... 14
Cuadro 5 Causas de Encefalomielitis Infecciosas No Virales ............................................. 15
Cuadro 6 Clasificación y Agentes Etiológicos de Peritonitis .............................................. 16
Cuadro 7 Clasificación y Agentes Etiológicos de Pericarditis Infecciosa ........................... 19

iii
iv Maracaibo, 2010
Lista de Figuras
Figura 1 Punción lumbar ...................................................................................................... 10
Figura 2 Pericardio ............................................................................................................... 17
Figura 3 Líquido en saco pericárdico ................................................................................... 17
Figura 4 Toracocentesis ....................................................................................................... 21
Figura 5 Artrocentesis .......................................................................................................... 22
Figura 6 Tinta China: Formas capsuladas de C. neoformans (Visualizados con el objetivo
de 10X y 40X, respectivamente). ........................................................................... 23
Figura 7 Reacción de coaglutinación (Phadebact) ............................................................... 24
Figura 8 Procedimiento para la realización del Phadebact .................................................. 24
Figura 9 Lectura de la reacción del Phadebact..................................................................... 25
Figura 10 Esquema para el Procesamiento se Líquidos Normalmente Estériles ................. 26

v
vi Maracaibo, 2010
Recolección y Procesamiento de Muestras de Líquidos Orgánicos Estériles

Capítulo Recolección y Procesamiento de Muestras de


5 Líquidos Orgánicos Estériles
Introducción
Los líquidos orgánicos, como su nombre lo indica, son aquellos producidos por nuestro
organismo. Estos líquidos son considerados normalmente estériles, por lo que cualquier
microorganismo encontrado en ellos puede ser significativo. Dentro de estos líquidos, los que con
mayor frecuencia se estudian desde un punto de vista microbiológico son (además de la sangre y la
orina) el líquido cefalorraquídeo, peritoneal, pleural, pericárdico y sinovial, cuyas consideraciones
anatómicas y aspectos microbiológicos serán considerados en este manual.

Consideraciones Generales

Líquido Cefalorraquídeo
El Sistema Nervioso Central (SNC), constituido esencialmente por el cerebro, cerebelo y
médula espinal, se aloja dentro del cráneo y la columna vertebral. Estas estructuras además de estar
fuertemente protegidas por huesos, se encuentran inmersos en un líquido, conocido como Líquido
Cefalorraquídeo (LCR), el cual es producido en un 70% en los plexos coroideos de los cuatro
ventrículos cerebrales, sobre todo los laterales y 30% en el epéndimo a razón de 0.35 mL/minuto ó
500 mL/día. Un adulto tiene aproximadamente 150 mL de LCR y se renueva cada 3 ó 4 horas.

El LCR es incoloro y transparente y ocupa los ventrículos y el espacio subaracnoideo.


Posee una función mecánica, ya que actúa como amortiguador protegiendo el sistema nervioso, sirve
de vehículo para transportar los nutrientes al cerebro y eliminar los desechos, y también compensa
los cambios del volumen sanguíneo intracraneal (la cantidad de sangre dentro del cerebro),
manteniendo una presión constante.

Una de las infecciones más frecuentes del SNC es la meningitis, que se define como la
inflamación de las leptomeninges (piamadre y aracnoides) con afectación del LCR que ocupa el
espacio subaracnoideo; puesto que tanto las leptomeninges como el LCR se extienden por el cerebro
y el canal medular, el término implica siempre una afectación cerebroespinal. La meningitis puede
ser causada por bacterias, virus, hongos y parásitos que se hallan en el medio ambiente o que forman
parte de la flora normal en las superficies corporales. Cuando es ocasionada por bacterias, se habla
de meningitis bacteriana.

La meningitis bacteriana es una de las más claras emergencias de todas las enfermedades
infecciosas puesto que su tratamiento tardío o inadecuado incrementa el riesgo de muerte o de
morbilidad neurológica en aquellos pacientes que sobreviven. Es más frecuente en las edades
extremas y entre los inmunodeprimidos, pero puede ocurrir en cualquier grupo de edad. Dentro de
las meningitis bacterianas, las más frecuentes son las agudas, causadas por bacterias piógenas. En la
práctica, el término meningitis bacteriana es equivalente al de meningitis piógena. Sin embargo,
otras bacterias (Brucella spp, Mycobacteríum tuberculosis, etc.) ocasionan con menor frecuencia
meningitis, que suele ser subaguda o crónica y cursa con pleocitosis linfocitaria (aumento del
contenido de linfocitos).

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Manual de Procedimientos en Bacteriología Clínica

Haemophilus influenzae, Neisseria meningitidis (meningococo) y Streptococcus


pneumoniae (neumococo), son los responsables del 70-85% de los casos de meningitis bacterianas.
Cada una de estas bacterias predomina en una población específica, que puede ser establecida en
función de la edad y las condiciones de base del hospedero. Así, H. influenzae tipo b es la causa más
frecuente de meningitis entre los 3 meses y 5 años de edad. La infección se asocia con frecuencia a
faringitis (20-60%) u otitis (20-50%). Actualmente, la frecuencia de meningitis debida a H.
influenzae en niños ha disminuido de forma importante, debido a las campañas de vacunación contra
H. influenzae tipo b. En adultos con meningitis por H. influenzae, generalmente hay factores
predisponentes, tales como defectos anatómicos (trauma craneal, fístula de LCR) o alteraciones de la
inmunidad humoral.

N. meningitidis es la etiología más frecuente en el niño mayor y el adulto joven, es


infrecuente después de los 45 años. Por su parte, S. pneumoniae es la causa predominante de la
meningitis del adulto, y es un agente etiológico en todos los grupos etarios. Es particularmente
frecuente después de traumatismo craneal o en la presencia de fístula de LCR,
hipogammaglobulinemia y alcoholismo. En un 50% de los casos se asocia a la meningitis,
neumonía, otitis o sinusitis.

La meningitis causada por bacterias diferentes a H. influenzae, N. meningitidis y S.


pneumoniae, están generalmente limitadas a un estado clínico específico. Los agentes etiológicos
más frecuentes de la meningitis neonatal son S. agalactiae. (Streptococcus del grupo B), bacilos
gram-negativos, y Listeria monocytogenes. En el adulto, la meningitis por bacilos gram-negativos
suele ser secundaria a neurocirugía o trauma, o afectar a pacientes hospitalizados, neoplásicos, o con
enfermedad hepática alcohólica. La meningitis por L. monocytogenes puede producirse además en
situaciones de inmunidad comprometida por neoplasias, transplante de órganos, inmunosupresión,
desnutrición, o alcoholismo. La meningitis por Staphylococcus aureus se asocia con neurocirugía y
trauma, siendo los casos adquiridos en la comunidad generalmente secundarios a focos de infección
fuera del SNC (endocarditis, infección de tejidos blandos). La flora habitual de la piel (estafilococos,
Propionibacterium acnes, y bacilos gram-negativos) puede producir meningitis en pacientes con
derivaciones de LCR. Las bacterias anaerobias y estreptococos diferentes del neumococo son causas
infrecuentes de meningitis, generalmente determinadas por la diseminación desde abscesos
cerebrales o focos parameningeos, tales como otitis y sinusitis crónicas.

Dado que la mayor parte de los casos de meningitis son de origen hematógeno, la patogenia
implica escalones secuenciales relacionados con la expresión de diferentes factores de virulencia
bacterianos que superan los mecanismos de defensa del hospedero y permiten al patógeno alcanzar,
invadir y replicarse en el LCR. Una vez que la bacteria entra y se replica dentro del LCR, se produce
la liberación en el espacio subaracnoideo de componentes de la pared bacteriana y la puesta en
marcha de la cascada inflamatoria. Esta inflamación es responsable en gran parte de las
consecuencias fisiopatológicas que contribuyen al síndrome clínico de la meningitis bacteriana:
aumento de la permeabilidad de la barrera hematoencefálica con desarrollo de edema cerebral,
alteración en la circulación del LCR con la aparición de hidrocefalia o higroma subdural
(acumulación de líquido entre la duramadre y la aracnoides, provocada por la salida de LCR a través
de una rotura del tejido aracnoideo), afectación cerebrovascular por microtrombosis o vasculitis.
Todo lo cual juega un papel crítico en la mortalidad, morbilidad neurológica y secuelas finales, el
incremento de la presión intracraneal y la alteración del flujo sanguíneo cerebral.

8 Maracaibo, 2010
Recolección y Procesamiento de Muestras de Líquidos Orgánicos Estériles

Cuadro 1 Agentes Etiológicos de Meningitis más Frecuentes por Grupos Etarios


Grupos Etarios Agentes Etiológicos de Meningitis

Neonatos E. coli, S. agalactiae, L. monocytogenes

< 2 meses S. agalactiae, L. monocytogenes, E. coli


Edad 2 meses a 10
H. influenzae, S. pneumoniae, N. meningitidis
años
Adultos jóvenes N. meningitidis

Adultos S. pneumoniae, N. meningitidis


S. pneumoniae, bacilos Gram-negativos,
Ancianos
Listeria monocytogenes

El examen de LCR en pacientes sospechosos de tener un proceso infeccioso del SNC


representa uno de los más importantes procedimientos de urgencia que debe realizar el laboratorio
de microbiología clínica, debido a la necesidad de administrar una terapia antimicrobiana apropiada
y reducir las serias complicaciones que pueden ser fatales en muchas ocasiones.

Toma de la Muestra
La punción lumbar es el método de elección para el diagnóstico de las infecciones del SNC.
Debe ser realizada por personal competente y bajo estrictas condiciones de asepsia para evitar la
contaminación de la muestra y la confusión en la identificación del agente etiológico. Se realiza
específicamente en el espacio intervertebral L4-L5 (las vértebras que están por debajo de las
costillas), debido a que éste es un espacio con mayor cantidad de líquido. Para aumentar los espacios
intervertebrales y minimizar los riesgos en la toma de la muestra, se coloca al paciente en posición
fetal, acostado, o sentado haciendo que se incline hacia delante y colocando los brazos en una mesa.
Posterior a la adecuada asepsia, preferiblemente con solución yodada, se coloca anestesia local
generalmente por debajo de L2 para evitar una lesión medular. Luego de esto, se debe localizar
primero las crestas iliacas, y luego el espacio intervertebral L4-L5, se introduce una aguja muy fina
con el bisel paralelo a las fibras longitudinales de la duramadre o de la columna, orientando la aguja
virtualmente hacia el ombligo y apoyando el cono de la aguja sobre la yema del dedo pulgar. La
aguja debe introducirse con ligera presión y lentamente de forma que se perciba todo los planos que
debe atravesar: piel, fascia superficial, ligamento supraespinoso, ligamento interespinoso, ligamento
amarillo, espacio epidural, duramadre y membrana aracnoides. Si se encuentra resistencia ósea debe
retirarse la aguja al tejido subcutáneo y redireccionarla con un ángulo ligeramente diferente en
dirección cefalocaudal.

Una vez que se ha insertado la aguja adecuadamente, se mide la presión del LCR y se
recoge la muestra en los tubos gota a gota, sin acelerar la extracción. Antes de retirar la aguja, se
reintroduce de nuevo el fiador para evitar la aspiración de la aracnoides o raíces nerviosas y se
presiona la zona con una gasa estéril durante 3-5 minutos, se aplica un apósito estéril y se coloca al
paciente en decúbito sin almohada durante 2 horas aproximadamente. El volumen total de LCR
extraído debe ser aproximadamente 10 mL repartido en varios tubos para los diferentes análisis
(microbiológico, citoquímico y/o serológico). Un volumen de 5 mL es suficiente para los estudios
bacteriológicos. Deben emplearse tubos estériles con tapa rosca. No deben utilizarse tubos con
tapones de algodón o de caucho.
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Manual de Procedimientos en Bacteriología Clínica

Figura 1 Punción lumbar

Los métodos alternativos para obtener el LCR como la punción cisternal o suboccipital rara
vez se utilizan, pero pueden ser necesarios en el caso de una deformidad o infección en la espalda.
Este método Implica la inserción de una aguja debajo del hueso occipital (parte posterior del
cráneo), lo cual puede ser peligroso porque está muy cerca del tronco encefálico.

Una vez obtenida la muestra de LCR debe ser llevada de inmediato al laboratorio
bacteriológico para su procesamiento. Esto es esencial pues algunas bacterias exigentes como H.
influenzae o N. meningitidis pueden no sobrevivir mucho tiempo. Cuando la muestra llega al
laboratorio debe sembrarse inmediatamente en los medios de cultivo y realizar el frotis directo. Para
ello, sí el LCR está claro o ligeramente turbio debe centrifugarse para concentrar los
microorganismos. Algunos microorganismos como H. influenzae requieren de hasta 60 minutos de
centrifugación cuando se presenta un escaso número de bacterias en el LCR.

Las preparaciones directas coloreadas con Gram o Ziehl Neelsen de muestras de LCR
deben examinarse cuidadosamente tratando de cubrir un gran número de campos microscópicos. La
respuesta inflamatoria puede ser de ayuda en el diagnóstico de una meningitis. Ésta es generalmente
de polimorfonucleares (PMN) en meningitis bacteriana, mientras que, en una tuberculosa, micótica,
leptospiral o por protozoos es de linfocitos. En pacientes con abscesos cerebrales, pueden ocurrir
cambios citoquímicos, sin embargo, los frotis directos coloreados con Gram y los cultivos del LCR
son generalmente negativos, a menos que haya una ruptura al espacio subaracnoideo o ventricular
(ver anexo 1). En el caso de las meningitis bacterianas parcialmente tratadas, pueden desarrollarse
cambios en el aspecto citoquímico del LCR y la tasa de recuperación del agente etiológico
disminuye.

Otras Infecciones del Sistema Nervioso Central


Otras Infecciones del SNC son los abscesos cerebrales, el empiema subdural, el absceso
epidural, las lesiones focales quísticas de origen infeccioso (cisticercosis e hidatidosis), y otras

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formas de encefalitis focal con necrosis o inflamación granulomatosa (toxoplasmosis y


tuberculomas), los cuales comparten características clínicas y etiopatogénicas.

Abscesos Cerebrales
El estudio del LCR, en pacientes con abscesos cerebrales excepcionalmente es positivo, y
esto depende de la administración de antibioticoterapia previa y de las técnicas microbiológicas
empleadas. Por lo que, dado el riesgo de herniación, la punción lumbar está en general
contraindicada. Por este motivo, en un paciente con síndrome meníngeo, la existencia de déficit
neurológico, la presencia de cefalea precedente de más de 48 horas de evolución, de papiledema
(inflamación del nervio óptico debido a mayor presión cerebral causada por tumores u otros
problemas), y la existencia de foco infeccioso potencialmente responsable de absceso cerebral
(otomastoiditis, sinusitis, etc.) obliga a la realización de una tomografía computarizada craneal
previa a la realización de punción lumbar. Los agentes etiológicos frecuentemente involucrados en
abscesos cerebrales se presentan en el Cuadro 2.

Cuadro 2 Abscesos Cerebrales. Origen, Frecuencia y Etiología


Origen del absceso Frecuencia Etiología

"S. milleri", S. viridans, Haemophilus,


Sinusitis 15-20%
Bacteroides no fragilis y Fusobacterium spp.
Streptococcus spp., Enterobacterias (Proteus,
Otitis 15-20%
E. coli, Klebsiella) y P. aeruginosa
Streptococcus spp., Bacteroides no fragilis,
Infección odontogénica 5-10%
Fusobacterium spp., Actinomyces spp.
S. agalactiae, E. coli, Proteus spp.,
Neonato <5%
Citrobacter diversus

Postraumático <5% S. aureus, Clostridium spp. y enterobacterias

S. epidermidis, S. aureus, enterobacterias y


Postquirúrgico <5%
P. aeruginosa

Hematógeno-endocarditis <5% S. aureus, S. viridans

Streptococcus spp., Actinomyces spp.,


Hematógeno-pulmonar 10-15%
Fusobacterium spp.
Streptococcus spp., anaerobios, S. aureus y
Criptogenético 15-30%
enterobacterias

Infecciones relacionadas con las derivaciones de LCR


Las derivaciones de LCR pueden dividirse en dos grupos: las derivaciones internas o shunts
y las derivaciones externas para drenaje ventricular o lumbar externo. A su vez, las derivaciones
internas o shunts se dividen en tres tipos según el tipo y lugar de derivación. Las más utilizadas son,
las ventrículoperitoneales, las cuales drenan el LCR a la cavidad abdominal, las derivaciones
ventrículoatriales que se colocan en pacientes en los que no es factible la vía abdominal y por
último, la derivación lumboperitoneal, similar a la primera pero de origen espinal.

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Manual de Procedimientos en Bacteriología Clínica

Estas derivaciones constan de un catéter con extremos proximal y distal multiperforados,


con una válvula unidireccional de abertura de presión variable, hasta 10 cm. de H2O, y de un
reservorio cuya finalidad principal es comprobar el correcto funcionamiento del sistema. El
reservorio sirve también para la toma de muestras de LCR ventricular para el estudio citoquímico
y/o microbiológico y para la administración de fármacos.

Según el sistema valvular se distinguen cuatro tipos diferentes de derivaciones internas:


Holter, Hakim, Pudenz y el tipo Miter-Valve; siendo el más utilizado el de Hakim (sistema bola-
cono) que ofrece menos problemas de obstrucción. La incidencia de infección de las derivaciones
internas de LCR es variable y oscila entre el 1,5% y el 39%, en lo cual influye la pericia técnica del
neurocirujano como el factor más importante relacionado con la infección.

Los microorganismos implicados en la infección de las derivaciones internas suelen ser los
propios de la flora cutánea (Ver Cuadro 3). Sin embargo, aunque el mecanismo de infección más
frecuente es la contaminación del catéter durante el acto quirúrgico a partir de la flora cutánea del
paciente, existen otros posibles mecanismos, como son la infección de la herida quirúrgica de
inserción o de decúbitos de la piel que infectan el catéter, la vía hematógena y la vía ascendente a
partir de la flora del colon. En este último caso, la infección puede ser mixta, y predominar las
enterobacterias. Los patógenos meníngeos clásicos, meningococos, H. influenzae y S. pneumoniae,
pueden ocasionalmente causar infección del shunt, lo que ocurre habitualmente en el contexto de
una meningitis piógena aguda convencional.

Cuadro 3 Agentes Etiológicos de Infecciones de las Derivaciones Internas del LCR


Microorganismos Porcentaje de Aislamiento

Staphylococcus spp. (S. epidermidis 47-65%; S. aureus 12-25%) 65-85%

Enterobacterias (E. coli; P. aeruginosa; A. baumannii) 10-15%

Anaerobios (Propionibacterium acnes) 3-15%


Otros (S. pneumoniae, N. meningitidis, H. influenzae, Mycoplasma spp.,
3- 5%
M. tuberculosis, M fortuitum, Candida spp., Cryptococcus spp.)

Por su parte, las derivaciones externas de LCR son catéteres que ponen en comunicación el
espacio subaracnoideo o ventricular con el exterior. Sus principales indicaciones terapéuticas son: la
hidrocefalia aguda, la hemorragia intraventricular masiva, para favorecer el cierre de las fístulas de
LCR, para la administración de fármacos y para facilitar la obtención de LCR para su análisis. La
principal complicación de las derivaciones externas es su infección, cuya incidencia es de alrededor
del 8%. En el 3% aproximadamente de los casos se aprecian signos de infección en el punto de
inserción del catéter. Los microorganismos causales son, casi siempre, estafilococos y bacilos gram-
negativos. La infección raramente ocurre en el momento de la inserción del catéter, sino en los días
posteriores.

El diagnóstico microbiológico de las infecciones relacionadas con las derivaciones de LCR


se establece cuando ante una clínica y datos citoquímicos del LCR compatibles, se aísla un
microorganismo en el cultivo del LCR o, en su caso, del catéter ya extraído En este sentido, toda
derivación de LCR, interna o externa, que se retire, cualquiera que sea el motivo, debe ser cultivada

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(punta del catéter). En las derivaciones externas, el LCR se obtiene a través del catéter ventricular o
lumbar y en las internas, mediante punción del reservorio o de la válvula o, en ocasiones, a través
del catéter distal exteriorizado. El LCR debe cultivarse en medio aerobio y anaerobio. Es importante
informar al microbiólogo de la sospecha clínica y de la naturaleza de la muestra, en vista a la
interpretación de los resultados y a la prolongación del tiempo de incubación habitual. El cultivo del
LCR ventricular es positivo en el 90% de casos de ventriculitis. En algunas infecciones lentas, las
características del líquido pueden ser normales y los cultivos negativos o tardar mucho en crecer, de
modo que en ocasiones sólo se documenta la infección cuando el cultivo del catéter, una vez
retirado, resulta positivo (5-10% casos).

El cultivo del LCR lumbar ofrece la máxima sensibilidad en el caso de derivaciones lumbo-
peritoneales (80-90%), desciende de manera importante en las ventriculoperitoneales (50-60%) y
más aún en las ventriculoatriales (40%). El LCR ventricular muestra, por lo general, una reacción
inflamatoria, con pleocitosis de intensidad variable, aunque en general la media es de 100-150
células. La glucosa puede estar disminuida si la ventriculitis es intensa y las proteínas suelen estar
elevadas, aunque generalmente en grado ligero a moderado, de no más de 1 g/L, especialmente en la
infección del shunt. Cabe recordar que la infección de una derivación puede ser pauci o asintomática
y cursar con un LCR de características bioquímicas normales, por lo que solamente el estudio
microbiológico puede documentar su existencia. En estos casos habrá que valorar el resultado de la
coloración de Gram y la densidad del crecimiento bacteriano y repetir los cultivos en caso de duda,
dado que, ocasionalmente, puede tratarse de una contaminación.

Encefalomielitis
Los términos encefalitis y mielitis se refieren a la inflamación del encéfalo y/o médula
espinal, las cuales pueden tener una causa infecciosa. Con frecuencia, en el curso de las encefalitis y
mielitis, las meninges también se inflaman y por ello se utilizan términos compuestos como
meningoencefalitis, o meningoencefalomielitis.

Aunque la presencia de fiebre o de afectación sistémica pueda sugerir un origen infeccioso,


no hay ningún signo ni síntoma que sea completamente específico. Los agentes infecciosos pueden
invadir directamente el encéfalo o la médula espinal o bien ser responsables de una desmielinización
de origen inmunológico y que puede ocurrir tras haber padecido una infección o haberse
administrado una vacuna. Los virus y otros agentes infecciosos suelen invadir el SNC por vía
hematógena, pero algunos microorganismos utilizan la vía nerviosa (rabia, virus herpéticos) y como
caso particular siguiendo los nervios olfatorios, tales como Naeglería y Acanthamoeba. Casi
siempre ocurre reacción meníngea secundaria. Por el contrario, y por diversos motivos, en el curso
de las infecciones meníngeas, sin teóricamente invasión directa del sistema nervioso central pueden
aparecer manifestaciones clínicas, que traduzcan afectación del SNC, debido a infartos por
vasculitis, edema cerebral o hidrocefalia obstructiva. En la Cuadro 4 se citan los principales virus
que se han descrito como causantes de encefalomielitis agudas y en el Cuadro 5 se citan otros
agentes infecciosos.

En la práctica, la mayor parte de las encefalitis víricas quedan sin diagnóstico etiológico.
Sin embargo, es importante efectuar éste, al menos en las meningoencefalitis infecciosas no víricas
(tabla 5), puesto que la mayoría responden a un tratamiento específico. Ante un cuadro de
meningoencefalitis aguda o subaguda con LCR de predominio linfocitario, además de la encefalitis

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herpética, requieren un diagnóstico y tratamiento urgente, la listeriosis, la tuberculosis, la brucelosis


y la criptococosis. Por ello, suele solicitarse una radiografía del tórax, hemocultivos y en el LCR
(obtenido tras la realización de una TC craneal de urgencia, para descartar una eventual lesión
ocupante de espacio), cultivo, coloración de Gram y Ziehl-Neelsen, Adenosin desaminasa (ADA),
cultivo y PCR para micobacterias (si es posible), tinta china, antígeno criptocócico y cultivo para
hongos. En suero, antígeno criptocócico y prueba del Rosa de Bengala. Tras el ingreso del paciente,
se solicitan serologías completas para el diagnóstico de la brucelosis, sífilis, y borreliosis de Lyme,
así como para algunas de las diversas posibles causas de meningoencefalitis viral aguda o
postinfecciosa, como VIH, Epstein-Barr, Mycoplasma pneumoniae, etc. En el caso de la encefalitis
herpética, actualmente, el diagnóstico se acepta si la clínica y las pruebas de imagen son compatibles
y la PCR para el virus del herpes simple en LCR es positiva.

Cuadro 4 Virus más Importantes Descritos como Causa de Encefalomielitis Aguda

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Cuadro 5 Causas de Encefalomielitis Infecciosas No Virales

Líquido Peritoneal
Es el líquido que se produce en la cavidad abdominal para lubricar la superficie del tejido
que recubre la pared abdominal y la cavidad pelviana, y que cubre la mayoría de los órganos del
abdomen. El líquido peritoneal normal puede contener alrededor de 300 células blancas por mililitro,
pero el contenido de proteínas es bajo. Durante un proceso inflamatorio o infeccioso se incrementa
la cantidad de líquido en la cavidad peritoneal, una condición conocida como ascitis. El líquido
ascitico, contiene un incremento de células inflamatorias y niveles elevados elevados de proteínas.

Un líquido peritoneal color leche puede ser indicativo de enfermedades tales como:
carcinoma, linfoma, tuberculosis u otras infecciones; mientras que los líquidos sanguinolentos
pueden indicar la existencia de un tumor o trauma, si el líquido contiene bilis, es indicativo de
problemas con la vesícula biliar y sí presenta un contaje alto de glóbulos blancos puede indicar una
peritonitis o una cirrosis. La presencia de otras anomalías puede indicar problemas intestinales o en
los órganos abdominales. Por ejemplo, grandes diferencias entre la concentración de albúmina en el
líquido peritoneal y en el suero sanguíneo pueden indicar como la causa de la acumulación del
líquido una insuficiencia cardiaca, hepática o renal; mientras que las pequeñas diferencias en las
concentraciones de albúmina pueden ser más un indicio de cáncer o infección.

De todas estas condiciones, la de mayor interés desde el punto de vista microbiológico es la


peritonitis. La peritonitis es una inflamación de la cavidad peritoneal debida a una infección,
traumatismos o irritantes químicos como la bilis, el jugo pancreático o los jugos intestinales. En
general se presenta de forma aguda y puede ser localizada o difusa. En la peritonitis infecciosa, los
microorganismos responsables pueden alcanzar acceso al peritoneo a través de una perforación del
intestino, infecciones de las vísceras abdominales, por vía sanguínea, por inoculación externa
(traumatismo o cirugía), o por una enfermedad inflamatoria pélvica donde los organismos viajan por

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el canal de las trompas hacia la cavidad peritoneal. Las peritonitis infecciosas, dependiendo de su
origen, suelen clasificarse como primarias, secundarias y terciarias (Cuadro 6).

Peritonitis Primaria o Espontánea


No está relacionada con ningún foco intraabdominal o perforación del tubo digestivo, se
observa básicamente en pacientes con ascitis que presentan una infección peritoneal sin una causa
evidente. La ruta de la infección puede ser por vía hematógena, linfática o por migración transmural
a través de la pared desde la luz intestinal. Puede estar asociada a cirrosis, diálisis peritoneal o a
tuberculosis.

Peritonitis Secundaria
Suele aparecer tras una complicación intraabdominal como una perforación gástrica o de
víscera hueca, ruptura del apéndice o de un absceso o contaminación quirúrgica o traumática.

Peritonitis terciaria
Aparece en pacientes postoperados con una peritonitis secundaria que no responde al
tratamiento y que presenta fallo multiorgánico o sepsis. Los cultivos a menudo son negativos o se
aíslan patógenos con poca capacidad invasiva u hongos.

Cuadro 6 Clasificación y Agentes Etiológicos de Peritonitis


Agentes etiológicos menos
Cuadro clínico Agentes etiológicos frecuentes
frecuentes
Peritonitis primaria:
▪ Adulto: asociada a cirrosis E. coli, K. pneumoniae, enterococos
S. pneumoniae, estreptococos del
hepática grupo viridans
▪ Infancia S. pneumoniae S. pyogenes, S. aureus
Estafilococos coagulasa negativa, S. P. aeruginosa, enterococos
▪ Asociada a la diálisis peritoneal
aureus enterobacterias, Candida spp.
▪ Tuberculosa M. tuberculosis
Peritonitis secundaria
▪ Postperforación Enterobacterias resistentes,
Flora mixta aerobia* y anaerobia**
▪ Postoperatoria P. aeruginosa, Candida spp.
▪ Postraumática
Cultivo negativo; estafilococos
Peritonitis terciaría coagulasa negativa, enterococos, P. aeruginosa, enterobacterias
Candida spp.
* E. coli, enterococos, estreptococos del grupo viridans, otras enterobacterias.
** B. fragilis, estreptococos anaerobios, clostridios.

Toma de la Muestra
El líquido de la cavidad peritoneal se extrae a través de un procedimiento médico-
quirúrgico llamado paracentesis. El médico esteriliza e insensibiliza una pequeña área del abdomen.
Luego, inserta una aguja a través de la piel del abdomen hasta el espacio peritoneal y extrae un
volumen adecuado de líquido. El líquido se recolecta en un tubo con tapa de rosca estéril y se envía
al laboratorio de bacteriología lo antes posible. Pueden utilizarse también para su recolección frascos
para hemocultivo y procesarse como tal, lo que facilita el aislamiento de microorganismos que se

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Recolección y Procesamiento de Muestras de Líquidos Orgánicos Estériles

encuentren en número escaso, además de diluir el efecto de los antibióticos que puedan estar
presentes en la muestra.

Líquido Pericárdico
El pericardio es un saco fibroseroso de gran consistencia que envuelve completamente el
corazón. Está formado por dos capas, una visceral, llamada epicardio, unida estrechamente a la
superficie del corazón y otra más fibrosa y externa, la hoja parietal, que impide la dilatación del
corazón. Entre ambas hojas existe una pequeña cantidad de líquido, llamado líquido pericárdico en
un volumen entre 15 y 20 mL, el cual favorece el deslizamiento. Normalmente el líquido pericárdico
es claro y seroso. Es un ultrafiltrado del plasma, proveniente de los vasos de las serosas y su
formación está influida por la presión osmótica (retiene líquido gracias a las proteínas), por la
presión hidrostática (saca líquido de los capilares) y la permeabilidad capilar.

Figura 2 Pericardio Figura 3 Líquido en saco pericárdico

Las causas que producen acúmulo de líquido en la cavidad pericárdica son consecuencia de
alteración en el equilibrio de los factores que controlan la formación y reabsorción del mismo, tales
como:
 Disminución de la presión osmótica: enfermedad hepática, síndrome nefrótico.
 Aumento de la permeabilidad capilar: enfermedades inflamatorias, infecciones,
tumores.
 Aumento de la presión hidrostática: insuficiencia cardiaca congestiva, hipertensión
portal.
 Disminución del drenaje linfático: obstrucción linfática, ruptura de los conductos
linfáticos.

La pericarditis (inflamación del pericardio) se puede clasificar según su evolución o según


la causa que la produce (etiología). Por su evolución se clasifica en:

Clasificación de las Pericarditis según su Evolución


Pericarditis aguda
Duración inferior a 6 semanas. Pueden cursar con o sin derrame pericárdico (pericarditis
húmeda o pericarditis seca).
Pericarditis crónica
Duración superior a 6 semanas. Pueden cursar con derrame pericárdico o con marcado
engrosamiento del pericardio que constriñe el corazón impidiendo su llenado (pericarditis
constrictiva), a veces con calcificación grosera de las hojas pericárdicas en forma de cáscara que
oprime al corazón.

Práctica Profesional de Bacteriología. Escuela de Bioanálisis. LUZ. 17


Manual de Procedimientos en Bacteriología Clínica

Clasificación de las Pericarditis según su evolución


Pericarditis infecciosa
Producida por microorganismos; virtualmente cualquier agente infeccioso que alcance el
pericardio es capaz de causar pericarditis. La pericarditis infecciosa es producida principalmente por
virus y, con menor frecuencia, bacterias y hongos. Los virus que más a menudo causan pericarditis
pertenecen a la familia Picornaviridae (Coxsackie B y Echovirus), así como los virus Influenza y
Adenovirus. En el caso de la pericarditis bacteriana, esta afección ocurre con más frecuencia en
hombres entre los 20 y los 50 años, generalmente después de algún tipo de infección respiratoria.
También se puede manifestar luego de infecciones cutáneas u orales que producen bacteriemia y
después de una cirugía de corazón. Las bacterias que con mayor frecuencia infectan el pericardio
son los cocos piógenos (Staphylococcus spp., Streptococcus spp. y N. meningitidis). La pericarditis
crónica es causada principalmente por M. tuberculosis o por Histoplasma capsulatum (Cuadro 7).

El pericardio puede reaccionar de tres formas diferentes a los agentes infecciosos:


 Pericarditis aguda idiopática, resultado de la infección por virus.
 Pericarditis aguda purulenta, resultado de la infección bacteriana (excepto M.
tuberculosis).
 Pericarditis crónica, resultado de la infección por M. tuberculosis.

En la mayoría de los casos los microorganismos alcanzan el pericardio a través de la


sangre. En raras ocasiones entran en el pericardio por extensión directa desde el pulmón o
miocardio, o por inoculación directa durante la cirugía, procedimientos médicos invasivos o
traumatismo. Las infecciones virales suelen seguir la vía hematógena y afectan tanto al miocardio
como al pericardio. Los neumococos y otras bacterias, patógenos pulmonares primarios,
generalmente afectan al pericardio por extensión de una neumonitis adyacente. Sin embargo, las
bacterias que causan con frecuencia bacteriemia (Staphylococcus spp., N. meningitidis y H.
influenzae), es más probable que lleguen al pericardio por vía hematógena. La existencia previa de
pericarditis no infecciosa, como en la uremia o tras la cirugía cardíaca, puede incrementar la
susceptibilidad a la pericarditis bacteriana hematógena.

Pericarditis autoinmune o por hipersensibilidad


Siguen en frecuencia a las virales. Las más frecuentes son la post-infarto y la post-
pericardiotomía que aparecen, como indica su nombre, tras una agresión al corazón por un infarto o
por cirugía. Se producen por una reacción inflamatoria de mecanismo inmunológico frente a
componentes del corazón. Muchas enfermedades inmunitarias, como el lupus eritematoso o la
artritis reumatoide, pueden cursar con derrame pericárdico.

Pericarditis no infecciosas
Distintas circunstancias clínicas pueden acompañarse de derrame pericárdico, como el
hipotiroidismo y la insuficiencia renal crónica avanzada (con pocos signos inflamatorios), o la
infiltración neoplásica (con mayor frecuencia el cáncer de mama), o tras la radioterapia.

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Recolección y Procesamiento de Muestras de Líquidos Orgánicos Estériles

Cuadro 7 Clasificación y Agentes Etiológicos de Pericarditis Infecciosa

Toma de la Muestra
El estudio de laboratorio del líquido pericárdico aporta datos importantes o sugerentes
sobre la etiología. El procedimiento para su obtención, llamado pericardiocentesis, es realizado por
el médico tratante. Es una técnica invasiva peligrosa debido a la adyacencia al corazón, por lo cual
es necesario realizar un monitoreo electrocardiográfico durante la toma de la muestra. La vía de
abordaje más usada es la subxifoidea.

Se deben recoger tres tubos con tapa de rosca estéril: uno de ellos con anticoagulante para
prevenir la coagulación espontánea, uno para cultivo y otro para estudio bioquímico. El estudio
microbiológico debe incluir la coloración de Gram, Ziehl-Neelsen y cultivo para investigación de
bacterias aerobias, anaerobias, micobacterias y hongos. Las muestras deben ser enviadas
inmediatamente al laboratorio.

Líquido Pleural
La cavidad pleural es el espacio entre el pulmón y la parte inferior de la pared torácica
(derecha e izquierda). Los pulmones a su vez están recubiertos por una capa de células mesoteliales
denominada pleura, que es de dos tipos: la pleura visceral, que está en contacto con el pulmón, y la
pleura parietal, que está por fuera del pulmón y que cubre la parte interna del tórax. Entre ambas
capas circula el líquido pleural que es un ultrafiltrado plasmático procedente de ambas hojas
pleurales. Su reabsorción se realiza vía linfática, en su mayor parte a través de la pleura parietal, con
un flujo de intercambio diario de sólo unos pocos mililitros al día. La función del líquido pleural es
lubricar y permitir el deslizamiento uniforme de ambas pleuras, una sobre la otra, en cada
movimiento respiratorio. El líquido pleural usualmente no contiene células y sí las presenta son
pocas. Su consistencia es similar a la del suero, pero con bajo contenido de proteínas. La presencia

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de numerosas células sanguíneas blancas en el líquido pleural es indicativa de un proceso infeccioso,


enfermedad autoinmune o procesos malignos.

El acúmulo o incremento del líquido pleural se denomina derrame pleural. Cuando éste
existe, en cantidad apreciable, en general está indicado su estudio. En condiciones normales, el
espacio pleural contiene de 1 a 10 mL de fluido. Se considera patológico un volumen de líquido
pleural que pueda ser detectado radiológicamente. El derrame pleural se produce cuando hay un
desbalance entre la producción y reabsorción de líquido pleural. Clásicamente los derrames
pleurales se clasifican como trasudados o como exudados.

Trasudados
Son consecuencia de un aumento de la presión microvascular o de la disminución de la
presión oncótica de la sangre o de la combinación de ambos; las proteínas son inferiores a la mitad
de los valores hallados en suero, clásicamente menos de 3 g/dl., la glucosa no está disminuida, la
deshidrogenasa láctica (LDH) no está aumentada, recuento de leucocitos por debajo de 1000/mm 3,
colesterol inferior a una cuarta parte del valor sérico.

Exudados
Son consecuencia de un aumento de la permeabilidad de la superficie pleural en general por
inflamación de diversas causas. Si el derrame pleural es un trasudado no hay que investigar más,
pero si es un exudado, se debe investigar su etiología. La cual puede ser debido a:
 Infecciones (neumonías de diversa etiología, abscesos supra e infradiafragmáticos,
tuberculosis, infecciones micóticas, complicaciones infecciosas del SIDA).
 Tumorales (tumores parenquimatosos pulmonares, mesotelioma, tumores metastásicos,
linfomas, tumores ováricos).
 Enfermedades sistémicas (lupus sistémico, artritis reumatoide, dermatomiositis,
polimiositis, esclerodermia, vasculitis, derrames pleurales secundarios a lesiones
cardíacas).
 Digestivas (pancreatitis aguda y los pseudoquistes pancreáticos, perforaciones del tubo
digestivo esofágicas o de estómago, peritonitis, manipulaciones quirúrgicas).

Toma de la Muestra
La obtención de líquido pleural para su estudio, se realiza por punción quirúrgica de la
pared torácica (toracocentesis), por el médico tratante con aspiración del líquido mediante una
jeringa heparinizada y separación inmediata en diferentes tubos para recuento celular, estudio
bioquímico, microbiológico y anatomopatológico. La toracocentesis está indicada sí el derrame es
muy pequeño o sí el paciente tiene una falla cardiaca congestiva. Mientras que esta técnica no debe
practicarse si el derrame no es bilateral y comparable en tamaño, cuando el paciente presenta dolor
de pecho pleurítico o si está febril. La muestra de líquido pleural tiene que obtenerse en condiciones
de anaerobiosis. El estudio microbiológico debe incluir la coloración de Gram, Ziehl-Neelsen y
cultivo para investigación de bacterias aerobias, anaerobias, micobacterias y hongos. Las muestras
deben ser enviadas inmediatamente al laboratorio. Actualmente se pueden detectar antígenos
bacterianos para S. pneumoniae, S. aureus y H. influenzae. También pueden detectarse virus por
PCR.

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Recolección y Procesamiento de Muestras de Líquidos Orgánicos Estériles

Figura 4 Toracocentesis

Líquido Sinovial
Las articulaciones, algunas móviles y otras inmóviles, son las uniones entre los huesos. Las
articulaciones libremente móviles están compuestas por un cartílago articular hialino y una cápsula
fibrosa revestida por una membrana en su superficie interna. El líquido sinovial ocupa la cavidad
articular y actúa como lubricante manteniendo un grado mínimo de fricción entre los huesos durante
el movimiento o durante la sustentación del peso corporal y es quien aporta la nutrición para el
cartílago articular. Este líquido es un ultrafiltrado del plasma, trazas de proteínas, de lípidos y ácido
hialurónico. Contiene pequeñas cantidades de proteínas de alto peso molecular como fibrinógeno y
globulinas. De hecho, la concentración de proteínas totales e inmunoglobulinas es un tercio de la del
plasma, mientras que la glucosa y ácido úrico son comparables. Es producido por diálisis del plasma
a través de la membrana sinovial y secreción de un complejo proteína–hialurónico. Es claro o
amarillo pálido y normalmente presenta de 200–2000 leucocitos por µl.

La infección de una articulación usualmente es secundaria a una diseminación hematógena


de bacterias, pero puede también ocurrir después de inyección de corticoesteroides en el interior de
la articulación o después de la inserción de material protésico. Aunque con frecuencia ocurre
infección en una sola articulación (monoarticular), una bacteriemia persistente puede sembrar más
de una articulación y producir una infección poliarticular.

Toma de la Muestra
La punción de la cavidad articular y extracción del líquido sinovial recibe el nombre de
artrocentesis y se recomienda cuando se observen los signos clásicos de inflamación: rubor, dolor,
calor y edema asociado a la artritis. Para ello, el medico utiliza una jeringa desechable con aguja
muy fina, previa asepsia del área: Una vez extraído el líquido sinovial se coloca en un tubo con tapa
de rosca estéril o en frascos de hemocultivo y se envía al laboratorio inmediatamente.

Práctica Profesional de Bacteriología. Escuela de Bioanálisis. LUZ. 21


Manual de Procedimientos en Bacteriología Clínica

Hueso

Ligamento
Cartílago

S Líquido sinovial
inovio Sinovio

Hueso
Figura 5 Artrocentesis

Diagnóstico Microbiológico
Los líquidos orgánicos son muestras microbiológicas de primer orden por reflejar el patrón
infeccioso de los tejidos colindantes, por lo que deben ser manejados con extremo cuidado.

Transporte y Manejo de Muestras


Como ya se ha indicado S las aspiraciones percutáneas de líquido cefalorraquídeo, pleural,
inovio
pericárdico, peritoneal y sinovial deben realizarse bajo anestesia local y previa asepsia de la piel, de
las diferentes regiones anatómicas implicadas, con alcohol y solución de povidona-yodada, para
evitar la contaminación de las muestras y prevenir la introducción de cualquier microorganismo en
espacios anatómicos estériles.

Para el aislamiento de la mayoría de las bacterias es suficiente un volumen de 2-5 mL, pero
a mayor volumen habrá mejores posibilidades de aislamiento de algunos patógenos que se
encuentren en pequeñas cantidades. Las muestras deben ser recolectadas directamente en tubos
estériles con tapa de rosca. Si se sospecha de una infección por bacterias anaeróbicas, debe colocarse
la muestra rápidamente en viales anaeróbicos preparados en una atmósfera libre de oxígeno y
cerrados con un tapón de goma a través del cual se inyecta el líquido. Con respecto al líquido
peritoneal y sinovial pueden utilizarse frascos de hemocultivo y procesarse como tal.

Procesamiento
El procesamiento bacteriológico de todos líquidos orgánicos es similar. Los líquidos claros
o ligeramente turbios deben centrifugarse para concentrar los microorganismos a 1.500 revoluciones
por 15 minutos. Se retira el sobrenadante con una pipeta estéril y se coloca en un tubo estéril con
tapa de rosca, dejando alrededor de 1 mL de líquido para resuspender el sedimento. La resuspensión
del sedimento se realiza por agitación del material, preferiblemente en un vortex, y se utiliza para
hacer el frotis directo y la siembra de los medios de cultivos. En el caso de líquidos purulentos, el
extendido y la inoculación de los medios de cultivo se hacen directamente sin centrifugar el líquido.

Las muestras de líquido pleural y sinovial frecuentemente se coagulan, los coágulos que se
forman pueden atrapar en su interior los microorganismos presentes en la muestra, lo que dificulta
su detección. Para evitar esto se puede agregar al tubo una pequeña cantidad de sulfonato sódico de
polianetol (SPS) o de heparina estéril antes de la toma de la muestra.

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Recolección y Procesamiento de Muestras de Líquidos Orgánicos Estériles

Examen Directo Coloreado con Gram


Todos los líquidos deben ser examinados de rutina mediante la coloración de Gram. Deben
reportarse los siguientes elementos: polimorfonucleares, bacterias (morfología, afinidad tintorial y
agrupación), levaduras, etc. Sí el médico lo solicita puede realizarse también coloración de Ziehl
Neelsen y sí el laboratorio dispone de microscopio de fluorescencia pueden hacerse de rutina
extendidos coloreados con Naranja de Acridina.

Técnicas Adicionales en Muestras de LCR


Otros procedimientos que ayudan a detectar la presencia de diversos microorganismos, así
como antígenos o sustancias bacterianas en muestras de LCR son los siguientes:

Tinta China
Si se sospecha de meningitis por Cryptococcus, debe mezclarse una gota del sedimento del
LCR con una gota de tinta china sobre un portaobjeto limpio, se cubre con una laminilla y se
observa al microscopio con baja intensidad de luz con el objetivo de 40X. La presencia de células
con apariencia de levaduras, en gemación y encapsuladas son presuntamente diagnósticas de
criptococosis (ver Figura 13). Debe tenerse cuidado en la diferenciación de levaduras no
encapsuladas, eritrocitos, leucocitos y burbujas de aire. En algunos casos de meningitis por
Cryptococcus neoformans puede haber o no una pequeña respuesta celular y disminución en los
valores de la glucosa. La positividad del examen directo de tinta china puede llegar a un 80-85%.

Figura 6 Tinta China: Formas capsuladas de C. neoformans (Visualizados con el


objetivo de 10X y 40X, respectivamente).

Phadebact
Es una técnica de coaglutinación en lámina que permite la identificación rápida y directa en
muestras de LCR de antígenos capsulares de los siguientes microorganismos: S. pneumoniae, H.
influenzae tipo b, N. meningitidis Grupos A, B, C, Y, W135 y S. agalactiae (estreptococo B).

Fundamento: anticuerpos desarrollados en conejo y específicos contra S. pneumoniae, N.


meningitidis, H. influenzae tipo b y S. agalactiae, acoplados a la proteína A en la superficie de
estafilococos no viables al mezclarse con una muestra de LCR infectada con uno de estos
microorganismos, forman una red de coaglutinación visible a simple vista, al reaccionar los
antígenos específicos en la superficie celular con los anticuerpos específicos del reactivo.

Práctica Profesional de Bacteriología. Escuela de Bioanálisis. LUZ. 23


Manual de Procedimientos en Bacteriología Clínica

Microorganismo con antigenos


correspondientes Coaglutinación

Anticuerpos ligados a estafilococos

Figura 7 Reacción de coaglutinación (Phadebact)

Procedimiento: La muestra se centrifuga sólo sí presenta eritrocitos debido al daño


accidental de los vasos capilares durante la punción lumbar. Calentar la muestra en baño de María a
80°C durante 5 minutos y dejar enfriar. El calentamiento tiene como objetivo separar los complejos
inmunes (uniones antígeno-anticuerpo) y exponer mejor los antígenos bacterianos, además de
destruir los anticuerpos que puedan producir reacciones falsas positivas (Esto no afecta el
polisacárido bacteriano debido a que es un antígeno termoestable). El tiempo y temperatura de
calentamiento pueden variar dependiendo del equipo comercial que se emplee. Agitar bien los
reactivos antes de usarlos y colocar una gota de cada reactivo en diferentes óvalos de la lámina.
Añadir una gota de la muestra en cada gota de reactivo. Mezclar suave y completamente con un
palillo o un asa desechable, usando uno para cada reactivo. Balancear la lámina y leer el resultado
dentro de un minuto. Aunque la reacción de coaglutinación es estable, la desecación de los reactivos
puede ser malinterpretada como una reacción positiva.

Figura 8 Procedimiento para la realización del Phadebact

Resultados
 Negativo: La ausencia de reacción indica que la muestra no está infectada con los
microorganismos investigados o que la cantidad de antígeno en la muestra es
insuficiente.
 Positivo: Una reacción significativamente más intensa de uno de los reactivos en
comparación con los otros tres reactivos constituye un resultado positivo.

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Recolección y Procesamiento de Muestras de Líquidos Orgánicos Estériles

 Resultados indeterminados: ocurren cuando la coaglutinación con dos o mas


reactivos es de igual intensidad y rapidez. En este caso debe emplearse un test
diferente o esperar los resultados del cultivo.

Figura 9 Lectura de la reacción del Phadebact

Limitaciones del Procedimiento


 Como los reactivos contienen anticuerpos dirigidos contra los antígenos capsulares
de los microorganismos investigados, los microorganismos desposeídos de cápsula
no reaccionan en el test.
 Aunque raramente, pueden ocurrir reacciones cruzadas. Hasta ahora, se han descrito
entre cepas de S. pneumoniae con H. influenzae tipo b y K. pneumoniae; de H.
influenzae con E. coli K1, y de N. meningitidis y H. influenzae con P. mirabilis.

Otros Métodos Inmunológicos para la Detección de Antígenos o Sustancias


Bacterianas
Diversos procedimientos inmunológicos han sido desarrollados para el diagnóstico rápido
de meningitis bacteriana. Además de las técnicas de coaglutinación y aglutinación con partículas de
látex, la inmunofluorescencia, el hinchamiento de cápsula y la contrainmunoelectroforesis, son
algunas de las técnicas más conocidas. La mayor utilidad de estas técnicas es en aquellos casos en
los que es particularmente necesario establecer un diagnóstico presuntivo inmediato y confiable para
aplicar una terapia antibiótica adecuada ó bien para detectar antígenos microbianos cuando el cultivo
del LCR permanece negativo.

Detección de amebas de vida libre


Las infecciones por amebas de vida libre constituyen una de las infecciones oportunistas
emergentes de gran interés médico; aunque su frecuencia es baja, se han descrito en casi todo el
mundo y su diagnóstico depende del grado de sospecha clínica, pero especialmente de su pesquisa
anatomopatológica y de laboratorio. Su investigación en muestras frescas de LCR y en muestras
fijadas y teñidas está indicada en cuadros clínicos de meningoencefalitis de dudosa etiología y en
pacientes con antecedentes de haber nadado en estanques o piscinas de agua dulce antes de la
aparición de síntomas. La identificación de las amebas en preparados frescos de LCR es difícil, ya
que se requiere de experiencia y el conocimiento de sus características morfológicas. Se debe tener
la precaución de bajar el condensador para aumentar el contraste o emplear microscopio de contraste
de fases para facilitar su visualización. Si el LCR es centrifugado y el sedimento resuspendido en
agua, las amebas son transformadas a un estado flagelado, característica que debe ser tenida en
mente y explorada en el laboratorio en los casos en que se sospeche de infección por Naegleria u
otras amebas de vida libre. El sedimento del LCR debe ser teñido con Giemsa, Hematoxilina y
Eosina, o una Coloración Tricrómica. Los parásitos teñidos son reconocidos con mayor facilidad

Práctica Profesional de Bacteriología. Escuela de Bioanálisis. LUZ. 25


Manual de Procedimientos en Bacteriología Clínica

que los no teñidos. Además, hay técnicas directas con anticuerpos inmunofluorescentes que pueden
ser de utilidad.

Cultivo Bacteriológico
Las muestras de los diferentes líquidos orgánicos (LCR, Pericárdico, Pleural, Sinovial y
Peritoneal) son cultivados rutinariamente en los siguientes medios:
 Sangre Humana (SH)
 Agar Chocolate (GC)
 Agar MacConkey (MC)
 Agar Sabouraud (SB)
 Agar Sangre Humana Anaerobiosis (SHA)
 Caldo Tioglicolato Suplementado(CT)
 Caldo Soya Tripticasa Suplementado con Isovitalex (CSTs)

Las placas de SH y GC se incuban en microaerofilia para favorecer la recuperación de


microorganismos exigentes como neiserias patógenas, Streptococcus spp., Haemophilus spp. y
Listeria spp. El CT y el CSTs permiten recuperar microorganismos presentes en bajo número y
microorganismos de crecimiento fastidioso, y se incuban, al igual que las placas de MC y SB en
aerobiosis. En el caso de líquido peritoneal se aconseja utilizar una placa de sangre Humana
Anaerobiosis con Gentamicina (SHAG) para la investigación de bacterias anaerobias, ya que esta
muestra puede contaminarse fácilmente con el contenido intestinal. Las placas para investigación de
bacterias anaerobias deben incubarse por un mínimo de 48-72 horas en anaerobiosis. Todos los
medios de cultivo se incuban a 35-37ºC. En el caso de sospecha de M. tuberculosis o de otras
micobacterias debe incluirse la coloración de Ziehl-Neelsen y cultivo para micobacterias.

Figura 10 Esquema para el Procesamiento se Líquidos Normalmente Estériles

Reporte de los Resultados

Informe provisional negativo de directo coloreado con Gram: Al examen microscópico


directo coloreado con Gram no se observó morfología bacteriana. Reportar siempre la presencia de
Polimorfonucleares y su cantidad (escasos, moderados o abundantes).

Informe provisional positivo de directo coloreado con Gram: Al examen microscópico


directo coloreado con Gram, se observaron (describir la morfología, afinidad tintorial y agrupación

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Recolección y Procesamiento de Muestras de Líquidos Orgánicos Estériles

bacteriana). Reportar siempre la presencia de Polimorfonucleares y su cantidad (escasos, moderados


o abundantes).

Cultivo negativo: No se observó crecimiento bacteriano después de 48 horas de incubación.


Especificar si fue mayor el tiempo de incubación.

Cultivo positivo: Reportar: Género, Especie y resultado de las pruebas de susceptibilidad.

Práctica Profesional de Bacteriología. Escuela de Bioanálisis. LUZ. 27


Manual de Procedimientos en Bacteriología Clínica

Bibliografía Consultada
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Nervioso Central. Procedimientos en Microbiología Clínica. SEIMC. 2003.
3. Forbes, B.; Sahm, D. Weissfeld, A. Bailey & Scout. Diagnóstico Microbiológico. Editorial
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28 Maracaibo, 2010
Universidad del Zulia

Práctica Profesional de Bacteriología. Escuela de Bioanálisis. Facultad de Medicina. Maracaibo 2010.

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