Está en la página 1de 6

6 pasos para tomar buenas

decisiones
Por
Joselo Mercado
-
10/27/2016

Durante mi desempeño pastoral, una de las cosas que regularmente encuentro es


la poca capacidad de muchos creyentes para tomar decisiones importantes. En
algunos casos veo hermanos muy independientes en la toma de sus decisiones.
Para ellos el buscar dirección de la iglesia y la Biblia parece algo no necesario.
En otras palabras, toman decisiones de una forma muy independiente y auto
suficiente. Por otro lado hay creyentes que el simple hecho de saber que tienen
que tomar una decisión importante los paraliza y espiritualizan las decisiones de
una forma que no es bíblica. Para ellos la única forma de tomar una decisión es
cuando los cielos se abren y una voz audible les muestra el camino a seguir.

A continuación deseo compartir algunos principios que nos den las herramientas
bíblicas para tomar decisiones de una forma sabia y bíblica.

Debo señalar que en lo referente al tema, personalmente me he beneficiado en


gran manera de dos libros: Step by Step [Paso a paso] (James Petty) y Just Do
Something [Solo has algo] (Kevin DeYoung). No obstante ha sido de mayor
importancia el aprender principios bíblicos a través de los años, eso es lo que me
ha ayudado a tomar decisiones sabias. El conocer la palabra de Dios nos ayuda a
informar nuestra conciencia y por consiguiente esta nos dirige a tomar decisiones
bíblicas.

1. Identifica la necesidad de tomar una


decisión
Primeramente debemos tener el discernimiento de saber que una decisión debe
ser tomada. Todos los días tomamos decisiones, decidimos lavarnos los dientes
(espero que nadie se niegue a tomar esa decisión), decidimos comer, ir a trabajar,
etc. Estas son decisiones que para tomarlas no necesitamos dirección alguna.
Simplemente son parte de nuestro diario vivir. Por ejemplo: ir a la iglesia cada
domingo es algo que no debe ser una decisión para el creyente, sino una
convicción y parte de nuestra vida. Pero en ocasiones nuestra rutina es
interrumpida por decisiones más trascendentales, tales como: ¿Me debo casar con
esta persona? ¿Será sabio cambiar de trabajo? Me gustaría comprar un auto,
¿puedo hacerlo? ¿Tendremos las finanzas para comprar una casa? Tenemos que
observar que es importante tomar este tipo de decisiones, pues van a tener
repercusiones en aspectos de nuestra vida. Por consiguiente, debemos tomarlas
con sobriedad y seriedad.

2. Comienza orando
El proceso debe comenzar y terminar pasando tiempo con Dios en oración.
Además durante el mencionado proceso debes orar regularmente, pidiendo a
Dios que te de su dirección en la toma de la decisión. Pastoralmente uno de los
problemas que encuentro con frecuencia es que personas vienen con decisiones
tomadas a “pedir consejo”. En este tiempo de oración abre tu corazón a Dios, dile
cuáles son tus inclinaciones y preferencias. Pídele que te de la humildad de morir
a ti y seguir su voluntad. Examina tu corazón por motivaciones pecaminosas que
pueden nublar el proceso de decidir sabiamente. En muchas ocasiones la persona
que desea un auto nuevo, comienza justificando todas las razones por las cuales
debe comprar el auto con los asientos de cuero y todas las comodidades. Dile a
Dios, es mi deseo pero tomaré la decisión que la realidad de mi vida dicte.

3. Investiga
Muchas veces encuentro a personas que desean tomar una decisión y no tienen
todos los datos, no están bien informados. Continuando con el ejemplo de
comprar un auto. Desean comprar un auto pero no saben cuánto pueden pagar.
No tienen un presupuesto creado y no tienen idea de cuánto costará el seguro.
Necesitas todos estos datos antes de tomar una decisión. Antes de entregarle el
corazón a alguien, necesitas conocer a la persona. Antes de decidir qué trabajo
vas a aceptar, necesitas saber cuánto es la paga y los beneficios.

También es importante que investigues tu corazón. Este es parte constante del


proceso. Estoy convencido que Dios usa este proceso de tomar decisiones, para
ayudarnos a crecer en santidad. Es de mayor importancia lidiar con nuestro
pecado que tomar la mejor decisión. De qué importa tener lo que deseas, si tú no
creciste en el proceso.

4. Investiga la Biblia
Busca qué dice la Biblia sobre el tema que es parte de tu decisión. Si es una
decisión financiera, debes estudiar pasajes sobre mayordomía de dinero y sobre
no amar las cosas de este mundo. Si la decisión te da temor, deberías estudiar
pasajes que hablan sobre confiar en Dios y la protección que brinda a sus hijos.
Si tú no conoces la Biblia, es bueno preguntar a alguien que te ayude en esto.

5. Busca sabiduría
Si bien es fundamental la búsqueda de la sabiduría bíblica, también debes buscar
la sabiduría de personas sabias que respetas. Es importante que no vayas a la
persona que te va a decir lo que deseas escuchar. Ve a la persona que te va a
ayudar a discernir lo que la Biblia dice al respecto.

Ora para que Dios ponga convicción y certeza en la dirección que estás tomando.
La oración no es algo que haces al final de la decisión. Debe estar
constantemente en cada paso y cada momento. Le estás diciendo a Dios:
“dependo de ti en esta decisión”. Mientras más tiempo pasas con Dios, más
deseas ser como él y anhelas más su voluntad.

6. Toma una decisión con convicción


Al tomar la decisión al final del proceso, hazlo con fe, recordando que Dios te
está dirigiendo. En Romanos 14:23 leemos: “Pero el que duda, si come se
condena, porque no lo hace por fe; y todo lo que no procede de fe, es pecado”.

Una de las aplicaciones de este texto, es cuando hemos informado nuestra


conciencia con la Palabra de Dios. Entonces podemos movernos con confianza
sabiendo que buscamos la dirección de Dios. Esto nos debe ayudar si vienen
tiempos difíciles después de la decisión. Miramos atrás y decimos, Dios me guío,
busqué sabiduría y él me dará la gracia para continuar adelante. Un ejemplo de
este tipo de decisiones en mi vida, fue la de seguir le llamado ministerial. Muchas
veces han venido tiempos difíciles y la tentación es rendirse. En esos momentos
recuerdo el proceso que seguimos cuando tomamos la decisión. Recuerdo que
Dios nos guío y esto me anima a continuar.

El evangelio nos ayuda a tomar decisiones. No tenemos que temer equivocarnos.


Sabemos que la sangre de Cristo cubre multitud de pecados y esto nos libera y
motiva a confiar en Dios y a saber que su gracia cubrirá nuestras fallas. Lo
importante es que con buena conciencia, tratamos de seguir principios bíblicos
para su gloria.

Artículo anterior¿Oras como un no creyente?


Artículo siguienteLo mejor de las partes aburridas de la Biblia
Joselo Mercado
José Mercado (Joselo) es oriundo de Puerto Rico. Renuncia a su carrera de consultora en el año 2006 para ingresar al
colegio de pastores de Sovereign Grace Ministries. Es el pastor principal de la Iglesia Gracia Soberana en Gaithersburg,
Maryland. Está casado con Kathy Mercado y es padre de Joey y Janelle.

También podría gustarte