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cirio codo a lo que ve y le sirve o a lo repre- cismo inaceptable; una gran confusión en las

sentado -mera "representación", perdido el ideas y una incongruencia más o menos grande
ser-, a su pequeñez y mediocridad, a su "mez- en la conducta.
quindad insignificante" (17).
¿Qué pueden hacer quienes, siendo conscien- El carácter científico de la Geografía
¿Se enciende bien cómo conrrasran, respecto tes de este complejo proceso de deterioro hu-
a las limitaciones humanas, el sentido realista mano, deseen hacer algo para evitarlo -y ayu- Luisa M. • Frutos Mejías
de la acción educativa y el sentido contradicto- dar a otros a evitarlo--; para superar -y
rio de la acción manipuladora? ayudar a superar- sus efectos en las personas
y en la sociedad? En mi opinión, rebelarse. La profunda crisis que sufre la Geografía que no es una rama distinta a las demás cien-
¿Contra quién' Anee codo, contra sus propias en las últimas décadas se manifiesta en un aná- cias, sino sólo por su objeto y sus fines, y por
6. SUPERACION complicidades, contra los efectos de la manipula- lisis crítico de las posturas de los anteriores tanto pueden aplicarse unos sistemas de argu-
ción --confusionismo, masificación (o igualiraris- geógrafos, creadores de las Escuelas, "padres" mentación y análisis que nos permitan cali-
Debo terminar. Mas no sin anees advertir mo), infantilismo (o irresponsabilidad), ere.-; de la Geografía, y de los conceptos que defen- ficarla como tal ciencia.
que la manipulación debe ser superada por la contra las ideas reductoras. Se trataría de 1 dieron o pusieron en circulación sobre el méto-
un proceso de rebeldía profunda, compatible do, el objeto o los fines de esca rama del saber.
acción educativa. A pesar de las complicida- LA CLASIFICACION DE LA GEOGRAFIA
des del ser humano; de las diversas modali- con un gran respeto a las personas. En esre Los actuales geógrafos se encuentran anee una ENTRE LAS DEMAS CIENCIAS
dades de complicidad, que se combinan para sentido, rebeldía se identifica con educación. ciencia cuyo objeto es conocer el espacio en el
"armonizar" un optimismo irreal y un cierro- que habitamos y que sin embargo resulta casi
( 17) Ibídem, pág. 6 1. (El subrayado es mío). Si se revisan las clasificaciones que desde
inoperante, precisamente en un momento en
Aristóteles han ido estableciendo los filósofos
que el conflicto entre Ja acción del hombre y el
en relación con los campos del saber, puede
medio se manifiesta de modo evidente, y el es-
apreciarse cómo la Geografía, con tal denomi-
pacio tiende a convertirse, en determinados
nación, no se incluye en ninguno de los cipos
sectores del Planeta, en un "bien raro", con
que se señalan, hasta Kant. En la clasificación
el que se comercia y especula, a la vez que es
Aristotélica, que es Ja primera sistemática, pa-
un "bien social" . ¿Cómo puede participar la rece lógico que esto ocurra, si se tiene en
Geografía en la organización de ese espacio?, cuenta que el nombre de " Geografía" se da
¿Por qué normas deben regirse los investiga- por primera vez al conjunto de conocimientos
dores? , o ¿qué método se puede seguir cuando, e investigaciones sobre Ja Tierra en la época he-
primero de forma más o menos velada, y lenística (siglo lII a.d.C.), un siglo después
después, de modo manifiesto los mismos geó- que Aristóteles escribiese su obra, por lo tanto.
grafos han puesto en duda el carácter científi- Sin embargo, aspectos parciales de las ciencias
co de esta disciplina, al advertir que es sólo de la tierra, que hoy son parte integrante de
"un punto de visea", un modo de enfocar una la Geografía Física, vienen clasificadas entre
serie de objetos pertenecientes a otras ciencias, las Ciencias de Ja Naturaleza, donde también
que el geógrafo intenta en vano, con ese parti- se incluyen las Matemáticas y Ja Física, que-
cular "punto de vista'', sintetizar? La reacción dando diferenciadas de las Ciencias Prácticas,
de los "nuevos geógrafos" contra escas postu- donde se agrupan la Economía, Ja Política y la
ras es drástica: hay que rechazar codo lo ante- Monástica (Etica familiar, social e individual),
rior y comenzar de nuevo, con orro método y de las Ciencias Poéticas o Creadoras y de Ja
otro concepto de la Geografía, considerando Lógica, que viene a ser la introducción a toda

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el hombre, aunque Kant juega claramente con otra coordenada, el tiempo histórico, fuese asi-
Ciencia. Sobre esta misma división del saber miento y el siglo XIX se caracteriza, en ver-
ideas como la del "modo de ser" de los dis- milada tan profundamente por los posteriores
traza la Escolástica su esquema. La Geografía dad, por una serie de adquisiciones científicas
tintos pueblos, no relaciona tal concepto con elaboradores de la ciencia geográfica. Si el pen-
como tal, sigue, pues, sin clasificar, aun cuando y técnicas que permiten profundizar, cada vez
la posibilidad de desentrañar la lógica de su samiento kantiano a este respecto, responde per-
ya era una rama independiente del saber, bien má, en aspectos parciales del saber humano y
proceder respecto a la ocupación del espacio fectamente al grado de conocimiento y a la
que su concepto pudiera diferir del que cene- la naturaleza de las cosas, utilizándose diversos
en el que habitan. Por ramo, cuando Kant concepción de su época, el inmovilismo que
mos de ella en la actualidad. De hecho parece procedimientos de análisis para adquirir tales co-
clasifica la Geografía entre las restantes cien- supone mantenerlo indefinidamente es lo que
que la "espacialidad" que la Geografía implica nocimientos, pero no métodos argumentales dife-
cias consagra su carácter idiográfico, porque ha llevado a la Geografía hasta su crisis actual.
no interesa a los filósofos y queda marginada rentes. La Lógica sigue siendo la introducción a
si bien reconoce que " la Geografía y la His- Podemos preguntarnos qué otro camino hubie-
ya desde estas primeras etapas, de toda discu- toda ciencia. Así, cuando Varenius, en el siglo
toria llenan el área encera de nuestra percep- ra seguido la Geografía si los geógrafos de la
sión epistemológica, siendo considerada como XVII, escribe su Geographia Genera/is, es-
ción", considera que ambas son descripciones primera etapa hubiesen asimilado la idea de
un instrumento práctico que permite al hom- tá intentando plasmar precisamente ese espíritu
de hechos y cosas, con la única diferencia de Cornee respecto al comportamiento de los
bre moverse con cierta seguridad por la super- científico, y no duda de que la Geografía pueda
que "la Historia es una descripción según el grupos humanos según normas, que, obvia-
ficie de la Tierra, a partir de una serie de cono- ser considerada como ciencia a pesar de que
tiempo y la Geografía es una descripción según mente, repercutirían en su relación con la na-
cimientos astronómico-corológicos, para cuya " los que hasta ese momento escribieron sobre
el espacio". Así condena a la Geografía a ser, turaleza y en su concepción y ordenación del
adquisición se utilizan procedimientos ora es- Geografía lo hicieron detalladamente sólo acer-
como después se ha dicho, " un modo de ver espacio, pudiendo derivarse de ahí leyes de ti-
pecíficamente matemáticos o físicos, en su in- ca de la Especial (Regional) y desarrollaron
las cosas", puesto que aduce que "podemos re- po general. Como es lógico, el modo de con-
tento de obtener las medidas precisas y la lo- poco lo perteneciente a la General, descuidan-
ferirnos a nuestras percepciones empíricas, cebir el objeto y el método de una ciencia a
calización de un punto sobre el Planeta, ora do y omitiendo muchas cosas necesarias, de
bien de acuerdo con conceptos, bien según el través del tiempo va quedando desfasado por
de mera descripción narrativa, que permiten modo que.. a la misma Geografía apenas se
tiempo y el espacio en el que se encuentran la evolución de esa misma ciencia, pero cada
una aproximación a los diversos pueblos le podía aplicar el califi cativo de ciencia" (1).
realmente. La clasificación de las percepciones uno de los pasos dados es necesario para su
según los conceptos es lógica, mientras que la desarrollo. Lo que no podemos hacer es dete-
Después de la definición etimológica que Sin embargo, pese a que no se duda del ca-
que se realiza según el tiempo y tl espacio es nernos en uno de ellos.
de un modo tan vago expone la esencia de la rácter científico de la Geografía, su campo no
una clasificación física. Por la primera obten-
ciencia geográfica ("descripción o escritura de es todavía preciso : abarca codos los aspectos
dremos un sistema de la naturaleza tal como Sin embargo, Humboldt y Ritter se aproxi-
la superficie de la Tierra"), nadie se preocu- físicos de la superficie terrestre pero también la
el de Linneo, y por la segunda una descripción maron más a una concepción científica de la
pa de elaborar otra más precisa, que delimite Cartografía; insiste en los problemas de locali-
de la naturaleztt" (2). Tras este planteamiento, Geografía, al plantear la necesidad de estable-
mejor objeto y mérodos. No es de extrañar zación, y algunos aspectos de la actividad hu-
Kant no pone en tela de juicio la autonomía cer nexos causales, los únicos entendidos como
por tanto, que algunas de las partes que se mana, en particular la navegación, como apli-
de la Geografía, pero tampoco le preocupa de- válidos en ese momento, para alcanzar conclu-
habían considerado hasta entonces geográ- cación práctica de los conocimientos generales,
finir su objeto. ¿Puede entenderse oue debe siones de tipo general. Aunque evidentemente
ficas -pero de hecho rebasan tal definición- de manera que en esta etapa el objeto de la
referirse sólo a los hechos físicos? No, puesto no podían llegar mucho más lejos, ya que
una vez que precisan su propio campo de ac- Geografía aún no se discute, ni mucho menos
que el filósofo alemán es, en realidad, antropo- ni los más avanzados métodos de las Ciencias
ción y su modo de investigar se desgajen defi- el modo de abordarlo.
céntrico. De esta falta de precisión nacen mu- Naturales, que Humboldt dominaba, pasaban
nitivamente de la Geografía. Tal ocurre con la chos de los problemas que van a plantearse
Este sentido geográfico, dominado por la de una clasificación taxonómica, y nada pare-
Astronomía primero, ya en el Renacimiento, después los geógrafos, al intentar delimitar el
Geografía Especial es, sin duda, el que recoge cido a la filosofía de la historia se había plan-
y más tarde con las Ciencias de la Naturaleza, objeto de su ciencia.
Kant, aunque el impacto de los conceptos ge- teado todavía.
que intentan a su vez un conocimiento de par-
ciales aspeccos de la Tierra o de los seres que nerales de Varenius sea evidente. Importa más
Debemos lamentar que Ja concepción de Es este mismo afán de encontrar nexos cau-
sobre ella viven, sin una concreta relación es- el problema de las localizaciones que el de
la organización del espacio y, en relación con Kant sobre el papel del espacio geográfico,
pacial. Pero este proceso, en sí mismo, no aten- . (2) KANT, E. PhysiJche Geographie. Edit. por
restringido a unas coordenadas de localización Rink, 1802. Fragmentos de esta obra son incluidos por
ta contra el carácter científico de la Geografía. SCHAEFER en "Excepcionalismo en Geografía". Ed
(1) VARENJUS, B. Geografía General. Universi- Y descripción, y unido inevitablemente a Ja Universidad de Barcelona ,1974. ·
Toda la etapa comprendida entre el Renaci- dad de Barcelona, 1974. p. 92 .

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sales entre los daros poseidos hasta ese momen- ocupa entre ellas un lugar aparte. Esta idea del inrerprerando, a veces de modo peculiar, el con- una evolución lejana e histórica sobre un me-
to lo que lleva a la Escuela de Rarzel a un de- geógrafo francés, promotor de la Geografía cepto de ciencia y método científico. Este ais- dio físico cuyos problemas nunca se abordan,
terminismo considerado actualmente exagera- Regional, que considera al hombre como im- lamiento que ha sufrido la Geografía por como si no existiesen o fuesen "secreto de Es-
do y fruto de errores de argumentación lógica portante elemento en el ámbito geográfico, parte de los pensadores profesionales (lo que tado", de uso privativo de los al ros mandos
(la relación causa-efecto entendida como lineal puede parecer hoy extraña, pero recordemos Lacosre denomina, usando la expresión de Bo- de la Nación. Para la Escuela Alemana tam-
y necesaria), cuando no se trataba más que de que todavía los factores físicos eran el objeto chelard, "enclaustramiento epistemológico") bién es la región el objeto por excelencia, pero
la generalización apoyada en un método induc- básico de la Geografía, y el hombre un adi- (5), encierra las discusiones sobre concepto y Hettner intenta justificar el contenido de la
tivo sin una muestra lo suficientemente amplia tamento secundario del mismo. Por igual ra- método en un ámbito tan restringido, permite palabra "región" encontrándose, en su intento,
para dar resultados incuestionables. Ello, en zón, algunos geógrafos, como W ooldridge, defender ideas tan peregrinas y afirmar rotun- con una compleja mezcla de elementos que
modo alguno puede servirnos de base para ne- East, Herber o Schmithüsen, consideran que la damente definiciones tan asombrosas, que en son, en todo o en parte, abordados por otras
gar a la Geografía la posibilidad de ser una Geografía pertenece al grupo de las Ciencias cualquier ciencia en la que se hubiesen plan- ciencias a su vez, pero que en su disposición
ciencia. Otras ramas cayeron también en erro- Naturales. En el extremo contrario, Le Lannou ceado, sólo un poco más abierta a la sociedad regional están ligados por relaciones tan fuer-
res, al desarrollar hipótesis planteadas sobre y otros, para quienes el hombre es el objeto que la ciencia geográfica, habrían levantado tes que constituyen una síntesis de organiza-
un determinado grado de conocimientos, y sin central del análisis geográfico, no dudan en polémicas encontradas entre los filósofos. To- ción espacial natural y humana. Este último
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embargo, rechazadas hoy cales hipótesis, nadie clasificar a la Geografía entre las Ciencias So- 1 davía hoy se aprecia entre algunos geógrafos punto y el anteriormente citado, esto es, Ja
les ha negado su condición científica. Es evi- ciales. esa curiosa mezcla de complejo de inferioridad consideración de los múltiples y heterogéneos
dente que los deterministas construyeron un y superioridad que implica sentirse marginado elementos que se combinan y yuxtaponen en
edilicio lógico muy atractivo, por cuanto re- Obviamente había varios caminos trazados en la construcción del mundo en el que vivi- cada espacio regional, constituyen precisamen-
solvía a un tiempo la unidad y el cientifismo que los geógrafos pudieron seguir para incor- mos, teniendo sólo que limitarse a describir te el "quid" del problema. El geógrafo qui-
de la Geografía, aunque sus argumentos sigan porar de lleno su disciplina a la marcha de las lo que otros han hecho, y a la vez creerse el siera desentrañar esa síntesis. Intuye que Ja
un esquema lógico muy elemental, que presu- demás ciencias. ~Dónde estuvo, pues, la rup- "director de orquesta", único capaz de mostrar importancia de Ja Geografía radica, precisa-
pone entre el medio natural y el hombre una tura que les llevó a negar a la Geografía su ca- la armonía existente entre los diversos elemen- mente, en su capacidad para mostrar que las
relación lineal causa-efecto, concepción que tegoría científica, resrringiéndole a una simple tos físicos y humanos que constituyen la su- relaciones de los elementos que se combinan
está hoy superada. Pero la reacción contra escas descripción, más o menos razonada, de los he- perficie de la Tierra. responden a algun::. lógica. Pero se pierde en
teorías, encabezada por la Escuela Francesa, chos existentes en la superficie terrestre? el análisis de can diversos hechos y, sin hilo
fue can desmesurada que nos hace suponer, Cuando los seguidores de Ratzel no dieron de Ariadna, sin hipótesis previas y teorías ge-
como señala Pinchemel (3), que sus detractores LA GEOGRAFIA, ¿ES UNA CIENCIA? con la vía adecuada para formular hipótesis nerales, no sabe salir del laberinto.
elevaron sus críticas a modo de muro para no que pudieran ser universalmente aceptadas,
dejarse arrastrar también por dichos conceptos. La discusión sobre el carácter científico de la desarrollando un método inductivo incompleto,
De esta manera, Ja mayoría de Jos geógrafos,
Geografía se inicia cuando comienzan a plan- se inicia ya la duda sobre el método geográfico,
en la primera parte de nuestro siglo, sin medicar
Sin embargo, esta postura negativa respecto tearse algunas cuestiones sobre la delimitación que desembocará también en la duda respecto
realmente por qué enfocan así sus investiga-
del determinismo no significa que los que la del objeto y el método geográfico. Dado que de cómo delimitar el objeto que se debe abor-
ciones, las convierten en una superposición muy
adoptaban negasen que la Geografía era una los filósofos, con la excepción de Kant, ya dar. Los franceses lo resuelven en la práctica:
simple de análisis parciales (el clima, el relie-
ciencia. Así, en ausencia de un encuadramien- mencionada, no se habían preocupado del es- la región es el objeto. No importa cuál región
ve, las aguas, la vegetación, la población, Ja
to de esta disciplina en los esquemas confec- pacio que nos rodea, de cómo abordar su co- ni en qué criterios se basa su delimitación · ni
agricultura ... ), sin alcanzar el fin por ellos mis-
cionados por los filósofos, son los mismos geó- nocimiento, de la epistemología de la Geogra- importa, sensu estricto", con qué métod~ se
grafos los que intentan clasificarla entre las fía, en suma, son los mismos geógrafos los que aborde, con tal de que sea minucioso, objeti-
(4) VJDAL DE LA BLACHE, P. " Des caracteres dis-
restantes ciencias, apoyados en la similitud de intentan aclarar su propia situación al respecto, vo (?) y atienda a reflejar del modo más fiel tinctifs de la Géographie". Annales de Géographie,
n. 124, XXII, année, 1913, pp. 289-299.
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objeto con algunas de ellas. Para Vida! de la posible, la realidad, la "síntesis" que es tal (5) LACOSTE, Y. "La Geografía" . La Fdosofia
(3) PINCHEMEL, PH. "Géographie et dérerminis· región. Una realidad, por otra parte, fotográ-
B!ache, pertenece al grupo de las Ciencias me" en Bull. de la Société Beige d'Etudes Géographi·
de las Ciencias Sociales, vol. VI de Historia de la
Filosofía: Ideas, Doctrinas, de F. Chátelet. Ed. Espasa
de la Naturaleza, aunque -según subraya- ques, vol. 26, 1957, pp. 211-225 . fica, entendida como el resultado aséptico de Calpe, 1976, pp. 218-272.

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grafía y en lo heterogéneo de sus componen- tariamente las posibilidades de la Geografía,
mos propuesto: la síntesis. Pero aquellos que todológica The Nature of Geography, señala
tes, subrayando que nuestra disciplina abarca cuando en realidad muchos hombres de cien-
meditaron sobre este heterogéneo objeto de la que "la Geografía como ciencia subordina
objetos que son base de otras ciencias, de cu- cia están haciendo, bajo títulos más o menos
Geografía empezaron a dudar de que fuese cualquier otra consideración a la consecución
yas conclusiones y avances se alimenta. Pre- sofisticados, Geografía sin saberlo ( 12), y aca-
abordable con un solo método y de que pudiera de los ideales de certeza, exactitud, universali-
cisamente porque esa es su noción de Geogra- so fuera a ellos a los que habría que acusar de
llegarse a abstracciones con carácter de ley, su- dad y 1elación o sistema, frente al conocimien-
fía, sale en su defensa, adelantándose a toda intrusismo. Ya, mucho antes, De Martonne se
brayando a cambio la importancia de la des- to adquirido por el sentido común o por intui-
posible acusación de intrusismo. Afirma que su planteó esto mismo, al señalar que cuando
cripción, de lo irrepetible, de las combinaciones ción artística ... Busca adquirir el conocimiento
originalidad radica en que es "una manera de cualquier científico, sea botánico, economista o
espaciales. del carácter idiográfico-particular de del mundo en el que vivimos procurando, en
considerar las cosas en sus relaciones con la sociólogo, está ubicando el fenómeno que es-
la Geografía. Bastan las citas de tres geógrafos, la medida en que sea posible, hacer que ese
Tierra, según localización, extensión, variacio- tudia en el espacio geográfico, utiliza como
de sobra conocidos, para que esto quede pa- conocimiento sea cuidadoso y objetivo, presen-
nes locales y regionales, frecuencia e intensi- ciencia auxiliar la Geografía. Igualmente pue-
tente : Hetmer, Hartshorne y Baulig. tar lo que conocemos en forma de conceptos
dad" y para llegar a ello agrupa un "haz de de responderse, con Terán, que, en efecto, "en
de relaciones entre las cosas y de principios
ciencias muy diferentes unas de otras, provis- el método y manera de pensar, en el punto de
Hartshorne refunde las ideas que había ob- aplicables a todas las partes del Mundo. Final-
tas cada una de ellas de su método propio y, vista y espíritu radica una de las originalidades
tenido de Hettner, de modo que su plantea- mente pretende organizar los conocimientos y
por consiguiente, de su autonomía" . La Geo- de la Geografía, pero no la única, y cualquiera
miento es, básicamente, el mismo. Ambos se presentar las mutuas conexiones entre unos
grafía, por tanto, según Baulig, no constituye que sea el desarrollo que adquieran las ciencias
remontan a Kant en su concepción de la na- hechos y los otros, reduciéndolas a un número
propiamente una ciencia, sino "tal vez una particulares siempre subsistirá un objeto formal
turaleza de la Geografía. Hetmer parte del de sistemas tan pequeño como sea posible" (8).
categoría nueva de la inteligencia a la cual el propio de la Geografía, en que se apoye su au-
hecho, ya señalado, de que al abarcar la Geo- En su obra más reciente, Perspective on the
espíritu occidental, y él sólo, consigue lle- tonomía" (13).
grafía elementos tan dispares puede ponerse Nature of Geography (1959), todavía es más
gar" (11). Sin entrar en consideraciones de lo
en duda si todos son suceptibles de agruparse explícito cuando dice que "al fin, como en
que implica la postura de Baulig reflejada en
en una misma disciplina. Al hacer el examen otras ciencias, se debe buscar aquella certeza Todavía podríamos añadir otros argumen-
esta última frase, y centrados en el problema
comparado con otras ciencias llega a la con- y universalidad del conocimiento que haga po- tos a favor del carácter no científico de la Geo-
de que se trata, podemos preguntarnos qué
clusión de que el nexo de unión de esos fenó- sible la construcción de conceptos generales grafía, como el planteado por Marc Boye, que
sentido tiene para Baulig la expresión "enfo-
menos es el enfoque con que se abordan. Si- y de leyes de interrelación entre los facto- diferencia de modo arbitrario "ciencia" y "dis-
res" (9). Es evidente la contradicción de di- que" o "punto de vista". ¿No es, de hecho,
guiendo a su vez la definición de Richthofen, ciplina", caracterizando a la Geografía como
chos enfoques : la Geografía no puede ser a un enfoque peculiar el que permite a los fí-
y Ja clasificación kantiana, considera que la lo segundo (14); o el apoyo que a estas
Ja vez una ciencia idiográfica y nomotética, sicos o a los naturalistas abordar su objeto de
Geografía tiene su origen en la visión de !a ideas presta la teoría de la discontinuidad de
de hechos irrepetibles y, simultáneamente, cien- estudio y analizarlo con precisión, hasta obte-
diversidad espacial y es, con la Astronomía y Ja Brunet, que no permitiría llegar a leyes gene-
tíficos, que Windelband diferencia de manera ner leyes generales? Podría decirse que a la
Geofísica, una de las tres ciencias corológicas,
tan tajante ( 1O). confusión que Baulig parece tener respecto del
mientras la Historia, la Prehistoria y la Paleon- ( 11) BAULIG, H. "La Géographie, est-elle une
objeto de la Geografía, que es realmente su science? ". Annales de Géographie, n. 0 305, LVII année,
tología son ciencias del tiempo, diferenciándo- 1948, pp. 1-11.
Para Baulig el problema se plantea, en prin- principal problema, suma unos conocimientos
se ambos grupos de las ciencias sistemáticas ( 6). (12) ANUCHIN, V. A. "Teoría de la Geografía'',
cipio, de modo similar, pues estriba igual- epistemológicos no menos confusos, y llama en Nuevas Tendencias en Geografía, dir. por R. J.
Hartshorne asume claramente esta clasificación. Chorley. Ed. lnst. de Estudios de Administración Lo-
mente en lo impreciso del objeto de la Geo- "punto de vista" a una postura de la mente
Afirma, incluso, que "los que no la aceptan cal, Col. Nueva Geografía, Madrid, 1975. (Ed. ingle-
que nos impulsa a la búsqueda de la verdad sa 1973). pp. 69-99.
han tratado de cambiar repetidas veces el ob- (6) HARTSHORNE, R. Metodi e Prospettive della sobre las cosas, esto es, a la ciencia. Si nos plan- (13) TERAN, M. DE. "La siruación actual de la
jeto y el contenido, acercándolo a lo que se- Geografia. Ed. Franco Agneli, Milán, 1972. Tr~~ - de la Geografía y las posibilidades de su futuro". Estudio pre-
obra '"Pers¡:ective on the Nature of Geography , 1959, teamos así la cuestión, nos llena de perpleji- liminar al vol. IV de la Enciclopedia Labor. 1960.
gún ellos debe ser una ciencia" pero "es mi Cap. 11, pp. 194 y ss. P. XXXII.
dad, como a Anuchín, esta actitud de los geó-
impresión que la larga historia de tales ten- (7) Ibídem, p. 202.
(8) HARTSHORNE, R. The Nature of Geography. grafos, permanentemente a la defensiva, ese (14) BOYE, M. "La Géographie, est-elle une scien-
tativas es el resultado de frustraciones perso- cie? lntroduction aux problemes de codifications dans
Publicaciones de la Asociación of Amencan Geogra- "complejo de inferioridad" que ya se ha men- le traitement automatique de I'information geographi-
nales o profesionales" (7). Y sin embargo, el phers vol. XXIX, p. 430. que" . Cahiers de Géographie de Quebec, n. 0 32, 1970,
(9) HARSTHORNE, R. Metodi... p. 203 . cionado antes, ese empeño en limitar volun- pp. 157-167. Vid. p. 166.
propio Hartshorne, ya en su primera obra me- (10) Enciclopedia GER. vol. V, pp. 597 Y ss.

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rales (15), pero tales planreamienros sólo su- EL CONCEPTO DE CIENCIA particular con la incorporación de las cien- sucesos irrepetibles, como los históricos, que
pondrían alargar innecesariamente esta expo- cias sociales, y se hayan planteado diferentes darán lugar a las llamadas ciencias idiográficas.
sición. El concepco de ciencia, relacionado desde la métodos de argumentación para alcanzar los Por otro lado, los positivistas no comtianos
época clásica con las posibilidades de conoci- conocimientos científicos. Considerada como un creen igualmente que sólo son verificables cien-
miento humano de tipo universal, ha sido ex- conocimiento por demostración es, según Jas- tíficamente los hechos físicos y naturales. Has-
Ante tanta postura dubitativa o negativa se
puesco y defendido por un gran número de pers, "toda noción clara nacida por vía racio- ta aquí nadie podría dudar de que, al menos,
alzan, a partir de la década de los cincuenta,
filósofos. No se trata aquí de hacer un estu- nal, por representación reflexiva". Para Hux- los diferentes elementos que componen la
voces airadas que acusan a estos geógrafos, y
dio exhaustivo de estas definiciones, sino de ley puede llamarse ciencia "todo conocimiento Geografía Física, no sólo aisladamente sino en
a Jos que escribieron ames de estas fechas, de
señalar algunas, por otra parte bien conocidas, que reposa sobre pruebas (evidencias) y so- sus combinaciones, responden a leyes natura-
haber llevado a la práctica sus teorías, llegando
que nos permitan aclarar si este calificativo <le bre el razonamiento", y Hume lleva hasta el les y, por lo tamo, pueden ser considerados ob-
a plantear Jos estuci;us y problemas geográfi-
"ciencia" puede ser aplicado a la Geografí:i. extremo estos planreamienros, al considerar jeto de ciencia.
cos de modo totalmente acientífico, haciendo que sólo hay explicación científica si se inclu-
de Ja Geografía innecesariamente una ciencia ye esencialmente referencia a leyes, entendien-
Desde Platón sólo se ha considerado 01mo Ahora bien, el mismo Aristóteles y, pos-
de lo excepcional y a la vez una ciencia excep- do por ley "enunciados de forma universal,
ciencia (episteme) "el saber racional válido teriormente Bacón y los restantes filósofos de
cional por la misma negación de su carácter con contenido empírico, que expresan regula- la ciencia, pese a su postura excluyente de los
que versa sobre lo universal y tiene carácter de
científico. Todas estas nuevas tendencias, ex- ridades" ( 19), siendo sólo ciertas "las propo- hechos humanos tienen en cuenta en sus clasi-
necesidad", a diferencia del saber vulgar (do-
presadas en el polémico artículo del malogra- xa) u "opinión fundada en las apariencias sen- siciones que se desarrollan sistemáticamente, ficaciones a las ciencias humanas, llamadas tam-
do Schaefer (16), que encierra ya un valor de sibles y variables" ( 17). Mientras la ciencia sin aplicación al mundo, esto es, los axiomas bién ciencias del espíritu (tan reales como las
símbolo, tienen algo muy positivo: la creen- permite llegar a conclusiones generales, a "co- lógicos y los teoremas matemáticos" (20). de la naturaleza, para Ostwald), o de la socie-
cia cierta de que los hechos geográficos son su- nocimientos ciertos por causas" (cognitio certa dad. La filosofía de Comte es, en este sentido,
c: pti b~.es de s·: r trr. tados científicamente, y si no per cattsas), a leyes, la "doxa" u opinión se EL OBJETO CIENTIFICO a todas luces revolucionaria al considerar que
se ha hecho eso ames es a causa de un en- queda en el saber particular, contingente, que las sociedades, por constituir un verdadero
foque equivocado del problema, de un remar se basa en los sentidos y en la imaginación. ¿Qué objetos o fenómenos son, por tanto, organismo, responden a las leyes de carácter
subyacente a que la Geografía, generalizando Objetivamente considerada, por tanto, la cien- capaces de ser así tratados? ¿Dónde está general en su comportamiento, pudiendo, por
y abstrayendo, pueda convertirse de hecho cia es un conjunto de preposiciones estructura- el límite objetivo del conocimiento científico:> tamo, ser estudiadas científicamente (21).
en Ja ciencia de dominio que evidenremenre es, das lógicamente, es un sistema. Subjetivamente Y, en resumen, ¿son los hechos geográficos
remor que se agudizó a raíz de Ja ligazón del considerada, la ciencia es una capacidad, una suceptibles de ser aprehendidos científicamen- De este modo, al ser considerado el hom-
determinismo a Ja geopolítica y al nazismo disposición o hábito del intelecto humano (18). te? bre no sólo como individuo, sino también co-
alemán. mo grupo o colectividad, es defendible la pos-
En su raíz, esta concepción de la ciencia Para Aristóteles sólo puede constituir cien- tura de los que, en la línea de Cornee, pero
no ha variado mucho posteriormente; aunque cia aquel conjunto de conocimientos capaces abarcando ambos planteamientos, advierten
Sin embargo, como tampoco parece que que, "los fenómenos sociales, al tener como
se haya precisado más, haya habido diversos de ser elaborados en un edificio lógico de don-
hasta este momento la Nueva Geografía haya sujeto una masa y no una persona, no pueden
enunciados, se hayan diversificado las ramas cla- de se pueden obtener conclusiones concretas.
alcanzado sus paradigmas, podemos replantear- ser considerados como libres, sino como deter-
sificadas bajo el epígrafe de "científicas'', en Esto no ocurre -según el filósofo griego-
nos la pregunta sobre el carácter científico .:le con los acontecimientos humanos, singulares minados por leyes naturales bastante exactas",
Ja Geografía de un modo objetivo, esto es, wn- (15 ) BR UNET, R. Les pbénomenes de discontim•ilé y libres, y por ello no incluye la Historia en
e11 Géograpbie. C.N.R.S. París, 1968. (19) LAMBERT, K. y BRITTAN, G. lntroducció11
siderando qué se entiende por ciencia, qué ob- (16) ~ CH A EFER, F. K. Excepcionalismo en Geo- su clasificación de las ciencias. Es, de hecho, a la Filosofia de la Ciencia. Edit. Guadarrama, Madrid,
jetos son suceptibles de tratamiento científico, grafía. Ed. Universidad de Barcelona, 1974, p. 44. el mismo criterio que hace a Widelband dis- 1975, pp. 117-8.
( 17) FRUTOS, E. Historia de la F•losafía y de las (20) HARRE, R. Introducción a la Lógica de las
y qué método debe aplicarse a tales objetos, Ciencias. Librería General, Zaragoza, 1967, PP· 13_ Y tinguir, como ya se ha citado, enrre fenómenos Ciencias. Nueva Labor, 1973, p. 50.
para analizar después si esas condiciones se ss. Nótese la similitud de la cita de Hartsborne sena- naturales, aprehensibles científicamente, que (21) Enciclopedia GER, vol. V, pp. 597 y ss.
lada más arriba y esta definición de Platón. FRUTOS, E. La Sociología Positivista de Augusto
cumplen en ella. (18) Enciclopedia GER, vol. V, pp. 597 Y ss. forman parte de las ciencias nomotéticas, y los C omte. Instituto Social León XIII. Madrid, 1956.

22 23
aunque se tenga en cuenca la " libertad indivi- Antes de encrar en discusión, no obstante, que para que la generalización sea válida es corrige el anterior). Asimismo Britten y Lamban
dual de los que integran la masa. Así nin- sobre si el método utilizado en Geografía es preciso que la enumeración de las partes sub- señalan que algunas ciencias, como la Econo-
guna ciencia que estudie actuaciones humanas válido o no, veamos algo más de cerca qué es jetivas resulte completa (enumeración de to- mía, pueden plantearse en términos de reduc-
colectivas puede ser calificada estrictamente co- método científico. dos Jos singulares en los que el universal se ción (28). El patrón reduccivo pone de mani-
mo "ciencia del hombre" , cuyo objeto sean realiza) o, al menos, suficiente, que es mucho fiesto que "explicación y predicción no son ne-
hechos individuales, sino como ciencia social, Para muchos filósofos el único método váli· más viable. Sólo si es incompleta, no sufi- cesariamenre simétricas, sino más bien indepen-
de la que pueden derivarse leyes probabilísti- do es el deductivo, que va de lo universal a ciente, se puede invalidar. Por esto, frente a dientes", frente a los que opinan que sólo
cas (22). Y este probabilismo no resta nada al lo particular, y que, permite, por tanro, la cons- Jos que niegan que un argumento inductivo hay explicación cuando hay predicción.
carácter científico de tales disciplinas cuando, trucción en silogismos categóricos o hipotéticos. sea científico, otros filósofos opinan que "las
resp:cto a Jas ciencias físicas, no sólo Russell Ahora bien, si todos los razonamientos de este generalizaciones estadístico-inductivas represen-
Por último, existe el tipo de explicación te-
sino otros filóso fos y científicos consideran, tipo, que como Hume señala, llevan a una tan un gran papel en el desarrollo de las cien-
leológica que es, según algunos pensadores,
cada vez más, que no se puede alcanzar Ja ver- necesaria referencia a leyes, siempre son cien- cias, y sobre todo en las ciencias sociales".
idóneo para las Ciencias Sociales, la Historia
dad absciura, sino un grado máximo de proba- cíficos, eso no significa que sean !a única for- Por ello afirman que "las respuestas inductivas
particularmen te, y aún la Biología. Se apoya
bilidad (23). En conclusión, podemos decir que ma de argumentar explicaciones cienríficas, tienen calidad de explicación auténtica" (26).
este método en el principio de que hay aconte-
también Ja Geog rafía Humana y Económica, subrayan Brinen y Lamban (24).
c1m1entos que no pueden tratarse ni inductiva-
en cuanto contiene la acción y comportamien- Existe, por tanto, una controversia sobre el mente ni deductivamente, sino que "la expli-
to del hombre como grupo en relación con el El otro modo de raciocinio es el inductivo,
cientifismo del método inductivo que permite cación se da en términos de fines y metas de
espacio, puede ser objeto científico. En este que va de Jo particular a lo general: de un
defender con apoyo suficiente cualquiera de ciertos procesos". En especial señalan que
sentido lo entendieron los defensores de la enunciado condicional y de su premisa menor
las dos posturas. gran parte de la conducta humana no se
Nueva Geografía, apoyá ndose en la existencia se concluye su premisa mayor. Con frecuencia
se ha co nsiderado esta argumentación en puede predecir y por eso no puede explicarse
de estas normas o leyes de comportamiento Pero además de estos dos métodos de adqui- causalmente . . ., ni con la argumentación de
para elaborar los modelos, instrumenro válido Lógica como poco válida, pues las ge-
neralizaciones parecen no ser legítimas, ya sición de conocimientos pueden señalarse al- Hume, siendo, por tanro, inapropiada una re-
de análisis hasta llega r a teorías ¡ienerales que gunos más, aplicables a ramas del saber muy ferencia· a leyes, puesto que en la conducta
abarquen Jos paradigmas p-eoP,ráficos, que pro- que la conclusión no debe afirmar más que
las premisas, ni los términos pueden entrar en específicas. Lucasiewicz defiende que "la in- del hombre no hay leyes bajo las que puedan
pon 1¡an hirótesis, permitan descubrir las regu- ducción no es más que un caso de reducción", subsumirse las acciones particulares" (29). Así,
laridades y formular las leyes. ella con más extensión que dichas premisas.
Pero esta objeción no es válida más que para puesto que la reducción puede darse por ge- la explicación teleológica hace referencia a los
las relaciones de extensión que supone :m neralización de la premisa menor (inducción), propósitos, deseos, creencias, mocivos y razo-
lo que en realidad representaría un método in- nes que no permiten predecir la conducta con-
EL METODO CIENTIFICO silogismo. La interpretación verdadera, a partir
ductivo-deductivo, y sin tal generalización lle- ningún grado de certeza, pero sí explicarla
de un razonamiento inductivo, considera no un
varía a un método reductivo no inductivo. De "post facto", apoyándose en acontecimientos
todo colectivo, sino distributivo. Como Scuart
Podríamos, por tanto, afirmar que la Geo- esta manera, las Ciencias de la Naturaleza, cien- anteriores. El lazo entre causa (motivo) y efec-
Mili demostró, el predicado no se aplica a una
grafía tiene un objeto verificable científicamen- cias empíricas, usarán métodos reductivos-in- to (hecho) es analítico. Y en tanto estos auto-
colección de individuos, sino al "tipo de ser
te. Pero ¿cómo abordar su análisis ? Precisa- ducrivos, existiendo, además, otra clase de cien- res defienden que el hombre actúa por me-
universal" que en ellos se realiza. La aplica-
mente algunas de las más duras críticas a Ja cias, las históricas, cuya ordenación sería im- tas, éste sería el procedimiento de argumenta-
bilidad del predicado no depende de su indivi-
Geografía elaborada anteriormente han ata- posible sin el argumento reductivo (27). La
dualidad, sino, precisamente, del "tipo universal"
cado Ja utilización de un método equivocado, que realiza (25). De ello mismo se deriva propiedad reductiva requiere dos principios : (26) LAMBERT, K. y BRITTAN, G . Üp. cit., p. 49.
cuando no la falta de todo método, entendien- que se expliquen las propiedades de los "to- (27) HARTSHORNE, R. Metodi ... pp. 177-8.
(22) D"ORS, A. El sistema de las Ciencias. Pam- dos" en términos de las propiedades y sus BIELZA, V. "La ampliación conceptual y metodológica
do aquí por método el modo de argumentación Je la Geogra/ia Económ.ica en las última.r décadas".
plona, 1970, p. 30.
o edificio lógico que permita llegar a conclu- (23) RUSSELL, B. Principia mathematica. partes (micro-reducción) y que las propiedades Estudios en Hom enaje al Dr. Frutos Cortés, Universi-
(24) LAMBERT, K. y BRITTAN, G. Ü p. cit., p. 44. de las partes difieran de las de los " todos" dad de Zaragoza, 1977 , pp. 3 1-49.
siones, el camino que se sigue para llegar a un
(25) FRUTOS, E. Introducción a la Filoso/ia. Libre- (28) LAMBERT, K . y BRITTAN, G . Üp. cit., p . 82.
saber válido. ría Ge nerd. Zaragoza, 1952, p. 104. (principio de reducción de las propiedades, que (29) Ibídem, pp. 70-2 .

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ción para las ciencias del hombre (30). A pro- biendo obtenido sólo algunas generalizaciones formarla, preceder a la lógica de los he- problema para ser tratado científicamente, si
pósito de este planteamiento ya se ha señalado parciales. Juillard expresa muy bien esta sima- chos" (32). Sin embargo, pronto se deriva puede aplicarse a este objeto no sólo un méto-
más arriba que si bien el comportamiento del ción: el geógrafo había partido de casos par- hacia modelos empírico-analíticos, como seña- do reductivo o teleológico sino también induc-
hombre, como ente individual, no responde, en ticulares, localizados, complejos pero poco ex- Jan Vagaggini y Dematteis (33), de manera tivo, y aún deductivo, la Geografía es, sin duda,
efecto, a normas y es hasta cierto punto impre- tensos. Se esforzaba por ampliar después su que puede afirmarse un retorno al método in- una rama de Ja ciencia y debe ser tratada co-
visible, el comportamiento de una colectividad h az de observaoon · es y comparaciones para ductivo-deductivo,
. o hipotético-inductivo-deduc-
. , mo tal.
no se ajusta a tales conceptos. Por lo tanto, no . una orga01zac1
conce b1r · ·o'n planetaria del es- ovo,_ que es, en realidad, , .el que se adecua
.
tiene que ser tratado, necesariamente, con este pac10 , 1·mpulsado a gene- ¡ roe¡or a la Geografia. Permite esto considerar,
· · a1 h acer esto se veia Otro problema es si los geógrafos no han
tipo de explicación. · ' a caer en ¡a abst rae cºón
rahzar, 1 . Pero enton- como Bunge , hace en , . su Teorethical Geography,, respondido hasta ahora a ello. Quizá pueda
,
ces le parec1a que empeza ba a salirse de su 1 que los metodos . clas1cos y Jos
. ..actuales no vanan justificarse su lenta evolución si se observa
papel y deia· b a su tra ba¡o
· me
· ompleto (31) · de modo esencial en su 10100, en tanto am- que hasta la década de los cuarenta la socie-
Los métodos aplicados por Jos geógrafos res-
bos métodos abordan racionalmente el objeto dad no demanda a la Geografía un concurso
ponden, según las Escuelas, a algunos de l~s Por esto los seguidores de la Nueva Geogra- de la investigación sobre Ja base de Ja reco- activo en Ja construcción del mundo, al estar
señalados. Los ambientalistas-deterministas un- fía acusan a la Escuela vidaliana de separarse pilación de datos.
Jizaron un tipo de argumentación inductivo- satisfecha Ja curiosidad del hombre con Ja ex-
del camino científico y condenar a la Geo- plicación descriptiva de las diversidades exis-
deductiva, o quizá, incluso hipotético-inductivo- grafía al ostracismo, retrocediendo sobre los Al margen de estas tendencias, los defenso- tentes entre un lugar y otro, como Hartshor-
deductiva, puesto que basándose en la teoría
avances metodológicos conseguidos por los res de Ja Geografía Semiótica vuelven de nue- ne indica (34). Pero el desarrollo de la crisis
de que existe una adaptación de Jos seres vivos
deterministas. No obstante, el método argu- vo los ojos a un método de tipo teleológico, global de nuestra época hace que sea cada vez
al medio, y apoyándose en unas cuantas mues- mental apoyado en la relación lineal causa- subrayando lo irrepetible de cada actuación más indispensable, como Lacoste afirma, "sa-
tras, intentaron llegar a Ja conclusión general
efecto ya está superado epistemológicamenre humana. Pero podríamos decir que tales actua- ber emprender Ja elaboración metódica del
de que Jos factores físicos de Ja superficie de la
cuando nace Ja nueva corriente geográfica. Los ciones marcan las discontinuidades señaladas utillaje intelectual que permita captar el es-
Tierra determinan, con valor de necesidad, el
primeros geógrafos actuales que sig~en ,t~l ten- por Brunet y que, como se indicó ya, éstas no pacio, lugar donde se entrecruzan múltiples
tipo humano y su comportamiento. Su error
dencia se apoyan en un método h1potenco-de- impiden que los conjuntos sigan presentando conrradicdones que originan Ja crisis. El por-
estuvo en el escaso número de verificaciones
ductivo asimilando a él la construcción de los unas regularidades suceptibles de desembocar venir de Ja Geografía radica en constituirse
y Ja generalización demasiado precipitada a
modelo~ matemáticos desarrollados a partir de en leyes, evidentemente probabilísticas y no es- verdaderamente en cuanto ciencia que pue-
partir de ellas. Por eso, como reacción, Vida!
Leví-Straus. Para Bochenski lo que realmente tocásticas, pero leyes generales al fin. de proporcionar los medios para comprender
afirma rotundamente que " todo lo humano
utilizan es una condensación del método reduc· mejor el mundo y actuar más eficazmente" (35).
está contaminado de contingencia", y por lo
tivo progresivo y del regresivo. El primero .su· CONCLUS!ON
tanto no es tan simple la aplicación de un
pone una verificación, el segundo es ~~phca- (32) RAYMOND, H. "La actualicé des modeles gra-
método inductivo al ser necesario conocer to- phiques en Géographie Humaine". Cahiers de Géogra-
ción. Se trata de plantear una abstraccion mi- Planteado todo lo anterior, sólo una conclu- phie de Quebec, n. 0 26, 1968, pp. 177-216.
dos los casos posibles para sacar conclusiones:
cial y a partir de ella, "en lugar de dejar ª !os sión es posible: si el objeto de la Geografía, (33) VAGAGGINI, v. y DEMATIEIS, G. I Metodi
esto significa, implícitamente, hacer inviable ,malitico della Geografia. Nuova Italia. Firenze, 1976.
hechos indicar por sí mismos de qué manefll constituido por combinaciones espaciales de p. 75.
tal método y, en cambio, derivar hacia un ti-
se combinan, como en el proceso inductivo, ,se hechos físicos y humanos, no ofrece ningún (34) HARTSHORNE, R. Metodi . .. , p. 24.
po de explicación reductiva o incluso te!eoló- (3 5) LACOSTE, Y . Üp. cit., p. 271.
postula que su ensamblaje se efectúa segun
gica, que permita explicar de manera razona-
una cierta lógica". Se admite así, que "la teo-
da con fundamento en el pasado, pero que
ría es indispensable para progresar y que en
n~nca alcanzará el principio de generalización.
Geografía ha llegado el momeo~~ en ~ue la
Es por esta causa por la que la Geografía esta-
lógica del hombre puede perm1t1rse, sm de·
ba todavía, al mediar el siglo XX, en una
etapa precientífica, de mera recogida de da.t~s (30) Ibídem., p. 76. , . . d f ·.
(31) JUILLARD, E. "La Reg10n: essa1 de e in\
y clasificación de tipos, sin ninguna operat1v1- tion", en Annales de Géographie, Septiembre-Octubre
dad ni posibilidad de proyección al futuro, ha- 1962, pp. 483-499.

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