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I. OBJETO:
En legal tiempo y forma, venimos a formular denuncia por
violación al art. 64 quarter del Código Electoral (veda de publicidad de actos de
gobierno) y al art. 248 del Código Penal, contra el actual ministro de economía de la
Nación y candidato a presidente de la Nación por el partido Unión por la Patria,
SERGIO TOMÁS MASSA y a la administradora de la Administración Nacional de la
Seguridad Social (ANSES), FERNANDA RAVERTA, conforme los hechos que se
expondrán.
Que, asimismo, a los efectos de evitar que las conductas
denunciadas pudieren entorpecer y afectar el normal desarrollo de la campaña
electoral y de los comicios del día 19 de Noviembre de 2023, venimos a solicitar se
ordene una medida cautelar urgente, con habilitación de día y de hora, mediante la
cual se ordene al sr. Presidente, al ministro de economía, a la administradora de la
ANSES, al jefe de gabinete de ministros y a todo otro funcionario público
perteneciente al Poder Ejecutivo Nacional, que se abstengan de disponer de fondos
para el otorgamiento de créditos o cualquier otra erogación vinculada al anuncio
efectuado el 1 de noviembre de 2023 (conforme se expondrá más adelante), ya que
podría estar dirigida al condicionamiento de los electores en las elecciones del
próximo 19 de noviembre de 2023; ello hasta que se realicen dichos comicios.
III. HECHOS:
El 1 de noviembre de 2023, SERGIO TOMAS MASSA y
FERNANDA RAVERTA, en forma pública, y ratificando ello a través de la
aplicación “X” (ex Twitter), informaron una línea especial de crédito de ANSES para
jubilados, pensionados y trabajadores en relación de dependencia, que será puesta en
marcha a partir del 6 de noviembre próximo. La línea de crédito en cuestión amplía el
monto actual a 1.000.000 de pesos y amplía el tope de ingresos de los beneficiarios, a
tasa muy baja, con la presunta finalidad de que quienes accedan puedan financiar el
pago de sus tarjetas de crédito.
Tal anuncio es claramente violatorio de lo establecido en el
art. 64 quater del Código Electoral, que establece: “Publicidad de los actos de
gobierno. Durante la campaña electoral la publicidad de los actos de gobierno no
podrá contener elementos que promuevan o desincentiven expresamente la captación
del sufragio a favor de ninguno de los candidatos a cargos públicos electivos, ni de
las agrupaciones políticas por las que compiten.
Queda prohibido durante los veinticinco (25) días anteriores a la fecha fijada para
la celebración de las elecciones primarias, abiertas y simultáneas, y la elección
general, la realización de actos inaugurales de obras públicas, el lanzamiento o
promoción de planes, proyectos o programas de alcance colectivo y, en general, la
realización de todo acto de gobierno que pueda promover la captación del sufragio a
favor de cualquiera de los candidatos a cargos públicos electivos nacionales, o de
las agrupaciones por las que compiten.
El incumplimiento de este artículo será sancionado de acuerdo a lo establecido en el
artículo 133 bis previsto en el presente Código”.
Estando prevista la elección presidencial de segunda vuelta
para el 19 de noviembre de 2023, claramente el anuncio mencionado fue formulado
dentro del plazo de veda electoral al respecto, pues tiende necesariamente a captar
voluntades en favor de quien lo formula.
En prueba de lo expuesto, se transcriben a continuación las
capturas de las cuentas de “X” de SERGIO TOMÁS MASSA y de FERNANDA
RAVERTA:
“Hoy, con @FerRaverta anunciamos una medida muy importante para todos los
jubilados, pensionados y trabajadores en relación de dependencia que tiene que ver
con la posibilidad de acceder a los Créditos ANSES y que pondremos en marcha a
partir del 6 de Noviembre.
Por un lado, ampliaremos los montos de los créditos para trabajadores en relación
de dependencia, que pasarán a ser de hasta $1.000.000. Además, para que sean
cada vez más los trabajadores que puedan acceder a estos créditos, incrementamos
el tope de ingresos, que pasará de $700.875 a $1.980.000 (brutos) mensuales. Esto
significa que podrán solicitar este crédito todas aquellas personas que no se
encuentren alcanzadas por el Impuesto a las Ganancias.
La finalidad de este crédito -que tiene una tasa muy baja- es darle la oportunidad a
las familias de saldar su deuda con la tarjeta de crédito o realizar compras que
venían postergando. De esta forma, no solo acompañamos el esfuerzo de las
trabajadoras ylos trabajadores, sino que también revitalizamos el consumo y el
mercado interno de la Argentina.
Por otro lado, también, ampliamos el monto de los créditos para jubilados y
pensionados, que pasará de $400.000 a $600.000.
Además, quienes ya tengan un crédito otorgado con anterioridad, podrán solicitar
una ampliación del monto en forma virtual, a través de la página web de ANSES.
Para más información sobre los Créditos ANSES pueden ingresar a
https://anses.gob.ar”
"@FerRaverta
anunciamos una medida muy importante para todos los jubilados, pensionados y
trabajadores en relación de dependencia que tiene que ver con la posibilidad de
acceder a los Créditos ANSES y que pondremos en marcha a partir del 6 de
noviembre.
Por un lado, ampliaremos los montos de los créditos para trabajadores en relación
de dependencia, que pasarán a ser de hasta $1.000.000. Además, para que sean
cada vez más los trabajadores que puedan acceder a estos créditos, incrementamos
el tope de ingresos, que pasará de $700.875 a $1.980.000 (brutos) mensuales. Esto
significa que podrán solicitar este crédito todas aquellas personas que no se
encuentren alcanzadas por el Impuesto a las Ganancias.
La finalidad de este crédito -que tiene una tasa muy baja- es darle la oportunidad a
las familias de saldar su deuda con la tarjeta de crédito o realizar compras que
venían postergando. De esta forma, no solo acompañamos el esfuerzo de las
trabajadoras y los trabajadores, sino que también revitalizamos el consumo y el
mercado interno de la Argentina”.
Esta maniobra podría conformar una herramienta espuria
para inducir y condicionar el voto de una porción del electorado afectando su libertad
de elección, vulnerando sus derechos políticos y generando una desleal competencia
electoral frente a las agrupaciones que participarán de los comicios del 19 de
noviembre 2023.
“7º) Que es del caso recordar aquí que, mediante las elecciones, el pueblo pone en
ejercicio su soberanía a efectos de constituir directa o indirectamente a las
autoridades de la Nación (cf. Fallos CNE 3352/04 y 3533/05). En este sentido, se ha
definido a la democracia como el "régimen en el cual los gobernantes son escogidos
por los gobernados, por medio de elecciones sinceras y libres" (Duverger, Maurice,
"Los partidos políticos", Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1957, página
376).-
Resulta -entonces- que las elecciones son algo más que una técnica para la
designación de las autoridades de la Nación. En efecto, éstas adquieren así el
sentido de una consulta a la opinión y voluntad popular, un medio a través del cual
el cuerpo electoral expresa su pensamiento sobre la conducción del Estado (cf. Fayt,
Carlos Santiago, "Sufragio y Representación Política", Ed. Bibliográfica Omeba, Bs.
As., 1963, página 112), a la vez que tienen por finalidad esencial legitimar y limitar
el poder (cf. Mackenzie, W. J. M., "Elecciones libres", Ed. Tecnos S. A., Madrid,
1962, página 159).-
“8º) Que las prácticas clientelares -entre las que se encuentra la denominada
"compra de votos"- conspiran precisamente contra la expresión de libre voluntad
que constituye un presupuesto indispensable del ejercicio del sufragio. Así, se ha
explicado que el clientelismo se sitúa en el origen del concepto de clientela romana,
donde se designaba a un conjunto de relaciones de poder, dependencia política y
económica que se establecía entre individuos de status desiguales, basadas en el
intercambio de favores. En las sociedades modernas las relaciones clientelares han
logrado sobrevivir y adaptarse, tanto frente a la administración centralizada como
frente a las estructuras de la sociedad política (elecciones, partidos, parlamentos)
(cf. Bobbio, Norberto; Matteucci, Nicola y Pasquino, Gianfranco, Diccionario de
política, 8º edición, Siglo XXI editores, Madrid, 1994, página 234).-
“10º) Que "la compra de votos" -como la que en este caso los recurrentes
denuncian- se presenta entonces como la práctica típica del clientelismo político-
electoral, pues -aun cuando aquélla puede presentarse como fenómeno autónomo-
éste constituye su contexto natural. En efecto, ésta ha sido definida como el
mecanismo en el que los votantes son "sobornados" para que se comprometan a un
particular y determinado comportamiento electoral (cf. Pfeiffer, Silke, "Compra de
votos y sus implicancias para la democracia: evidencias de América Latina" en
www.globalcorruptionreport.org/download/ger2004/es/ compra_de_voto), afectando
así las bases mismas de la representación y de la democracia.-
Se ha destacado, por otra parte, que a medida que "la compra y venta de votos" se
enraíza en la cultura política de un país, se estimula al comprador para que busque
más recursos con qué incentivar la actividad (cf. Pfeiffer, Silke,op.cit.).
“12º) Que, ahora bien, resulta indispensable establecer una línea divisoria entre la
denominada "compra de votos" y otras formas legales de influir y determinar el
sentido del voto. En efecto, las campañas electorales -entendidas como el conjunto
de actividades realizadas con el propósito de promover o desalentar expresamente la
captación del sufragio a favor o en contra de candidatos oficializados a cargos
públicos electivos (cf. artículo 64 bis del Código Electoral Nacional)- así como las
promesas que en ellas se formulan, se dirigen a grupos particulares de interés, a la
vez que generan expectativas legítimas y pueden convertirse en la base con la cual
monitorear a un candidato una vez que está en el poder (cf. Pfeiffer, Silke, ob. cit.).-
“13°) Que, sobre esa base y en virtud del efecto extremadamente pernicioso que las
prácticas clientelares como las denunciadas en estos autos tienen sobre los
principios fundamentales del régimen representativo y en particular sobre la
expresión genuina de la voluntad del elector que es su presupuesto, diversos países
comenzaron a incorporar en sus legislaciones disposiciones que prevén
consecuencias de índole variada. Así, se establecen previsiones tendientes a
prevenirlas impidiendo su concreción o dificultarlas mediante la instauración de
mecanismos -v. gr. el voto secreto- que les resten ocasión de realizarse. A su vez,
para el supuesto de que se efectivicen, se prevé su neutralización mediante la
anulabilidad de los actos viciados o de sus consecuencias -v. gr. nulidad de la
elección o del título surgido de ella- y se contemplan también sanciones de tipo
penal para quienes incurren en actividades de esa especie.-
En efecto, las acciones que tienen por fin lesionar de algún modo la sinceridad de
los comicios y particularmente del sufragio son hechos ilícitos que constituyen en
muchos casos delitos penales, aunque no siempre configurando tipos autónomos y
específicos sino que en ocasiones simplemente se trata de prácticas tipificadas
independientemente de la órbita electoral -como cohecho, malversación de caudales
públicos, soborno, etc.-. No obstante ello, la especificidad del ámbito electoral ha
dado lugar a la regulación de figuras penales propias, ya sea que se las incluya en
los códigos o leyes electorales o en los cuerpos penales propiamente dichos.-
“15º) Que esos cuerpos normativos contienen asimismo previsiones en relación a las
diversas prácticas identificadas con la denominada "compra de votos". El citado
código mexicano establece la sanción de multa y de prisión para quien "[s]solicite
votos por paga, dádiva, promesa de dinero u otra recompensa durante las campañas
electorales o la jornada electoral" (artículo 403, inc. VI), o "lleve a cabo el
transporte de votantes, coartando o pretendiendo coartar su libertad para la emisión
del voto" (inc. IX), u "[o]tenga o solicite declaración firmada del elector de su
intención o el sentido de su voto, o bien que, mediante amenaza o promesa de paga o
dádiva, comprometa su voto en favor de un determinado partido político o
candidato" (inc. XI).-
Por su parte, el artículo 41-A de la citada ley Nº 9.504 de Brasil prevé la pena de
multa y la cancelación del registro o -en su caso- del diploma para el candidato que
incurra en captación ilícita de sufragio, constituida por la conducta de "donar,
ofrecer, prometer o entregar al elector, con el fin de obtener su voto, bien o ventaja
personal de cualquier naturaleza, inclusive empleo o función pública, desde el
registro de la candidatura hasta el día de la elección". Resulta por demás ilustrativo
lo expresado por el Tribunal Superior Electoral de ese país en relación a la norma
mencionada, entendiendo que tal previsión no requería la participación directa del
candidato, sino que también se configuraba el ilícito cuando intermediaban otros
agentes -encargados de la campaña o miembros del partido-, ello en virtud de que el
objetivo de la norma es "preservar la autonomía de la voluntad de los electores,
concretar la soberanía popular mediante sufragio universal -el voto directo y
secreto- sin interferencias perniciosas" (cfr. Jurisp. Trib. Sup. Eleit., Acórdao Nº
791, AgRgRO nº 791/MT, del 12 de abril de 2005).-
“16º) Que, en ese sentido y más allá de lo saludable que podría resultar una
tipificación más precisa de esta clase de conductas, nuestro Código Electoral
Nacional contiene una numerosa serie de previsiones de diversa índole tendientes a
preservar la autonomía y libertad del elector. Puede señalarse, en primer lugar y sin
pretender agotar la enumeración, el citado artículo 13 que prevé que "[e]l elector
tiene derecho a guardar el secreto del voto", constituyendo uno de los mecanismos
más eficaces para tutelar la libertad del elector, y consecuentemente, en orden a
garantizar la sinceridad de su acto. Consecuentemente, se tipifican en el Título VI,
Capítulo II Delitos electorales que sancionan el incumplimiento de tales
prohibiciones (cf. artículos 128, 131, 135 y 136).-
Cabe, finalmente, señalar la penalización de las conductas dirigidas directamente a
afectar la libertad del votante durante el acto electoral. En tal sentido, el artículo
139 tipifica el comportamiento de quien impidiera el ejercicio del derecho al
sufragio, ya sea con violencia o intimidación -inc. a-, o privándolo de su libertad -
inc. c-. El mismo artículo reprime además el acto, no ya de impedir la emisión del
voto, sino de afectar la sinceridad del mismo, al prescribir que "[s]e penará con
prisión de uno a tres años a quien [...] [c]ompeliere a un elector a votar de manera
determinada" -inc. b-. En igual sentido, el artículo 140 impone pena de prisión a
quien "con engaños indujere a otro a sufragar en determinada forma o a abstenerse
de hacerlo".-
“17º) Que, sin embargo, todo lo expuesto no suple -como se dijo- la necesidad de
contar con normas específicas que contemplen consecuencias de carácter
sancionatorio para los autores de conductas como las denunciadas en estos autos.
No es ocioso recordar que previsiones de esa índole no resultaron ajenas a nuestro
ordenamiento. En efecto, el artículo 5º del Título Especial de “los delitos contra la
soberanía del pueblo" del Código Penal, incorporado por el decreto 11.976/45 -
aprobatorio del "Estatuto orgánico de los partidos políticos"- establecía la
imposición de pena de prisión "al que, mediante dádivas, ventajas o promesas, para
sí o para otro, indujere a un elector a ejercer su sufragio de una manera
determinada o abstenerse de hacerlo, en una elección nacional, provincial,
municipal o de un partido político".-
Frente a la claridad, extensión y solidez de los fundamentos del fallo que nos hemos
permitido transcribir en sus aspectos fundamentales, surge evidente que los hechos
materia de esta denuncia se enmarcan en las conductas allí censuradas.
Nuestro país no ha sido ajeno a prácticas clientelares como éstas. Antes de la llamada
Ley Sáenz Peña que estableció el voto universal, secreto y obligatorio, ellas eran
moneda corriente.
Lo propio sucedió a partir del golpe de estado del 6 de septiembre de 1930 que dio
comienzo precisamente a lo que los historiadores inmortalizaron como “La década
infame” basada en el autodenominado “fraude patriótico”.
Recuperada definitivamente la democracia en 1983 y sobre la base del Estado de
Derecho que le sirve de columna vertebral, las conductas denunciadas no pueden ser
más que censurables y los órganos jurisdiccionales tienen la obligación de impedirlas
y sancionarlas.
V. CALIFICACIÓN LEGAL:
El hecho descripto en el punto III (al resultar violatorio del
artículo 64 quater del Código Electoral), constituye el delito previsto en el art. 133 bis
del Código Nacional Electoral, que dice: “Publicidad de actos de gobierno. Los
funcionarios públicos que autorizaren o consintieran la publicidad de actos de
gobierno en violación de la prohibición establecida en el artículo 64 quater, serán
pasibles de inhabilitación de uno (1) a diez (10) años para el ejercicio de cargos
públicos.”
Asimismo, las conductas descriptas, resultarían
constitutivas del delito de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de
funcionario público previsto en el art. 248 del Código Penal, en cuanto dice: “Será
reprimido con prisión de un mes a dos años e inhabilitación especial por doble
tiempo, el funcionario público que dictare resoluciones u órdenes contrarias a las
constituciones o leyes nacionales o provinciales o ejecutare las órdenes o
resoluciones de esta clase existentes o no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento le
incumbiere”.
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