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1. Concepto de embalses subterráneos.

1.1 Definición.

El término embalse subterráneo o embalse de agua subterránea se utiliza, por lo general,


para designar lugares donde el agua subterránea se acumula, en condiciones tales, que
hacen adecuada su explotación. El término es bastante amplio, ya que puede aplicarse a
formaciones rocosas que tienen desde unos metros hasta cientos de metros de espesor y
extensión de unas pocas hectáreas o superficies mayores que toda España, y capaces de
proporcionar pozos con caudales que van desde unos litros por hora a cientos de litros por
segundo. Sin embargo, el vocablo “embalse subterráneo” es un término excelente como
concepto general y, además, es análogo al término “embalse superficial”, en cuanto que
ambos encierran la idea de mantener o contener agua en reserva.

1.2 Características hidrológicas esenciales.

Un embalse subterráneo debe contener formaciones rocosas capaces de contener y


dejar pasar el agua de forma que por la acción de la gravedad pueda este líquido moverse
hacia los manantiales o pozos; dicho de otra forma, debe contener rocas porosas y
permeables.

Los embalses superficiales podríamos decir que comienzan como un espacio vacío que se
consigue llenar de agua después de una inversión considerable en estudios, proyectos y
obras de ingeniería. Por contraste, los embalses subterráneos están inicialmente llenos de
agua; en cierta forma podemos decir que han sido construidos por la naturaleza. Ahora bien,
la acción del hombre puede aumentar o reducir el volumen saturado de las formaciones
rocosas de modo que podemos considerar que una característica esencial de los embalses
subterráneos es su capacidad potencial de almacenamiento de agua, más que la existencia
de dicha agua almacenada.

1.3 Principales tipos de embalses subterráneos.

Vamos a pasar revista, muy brevemente, a los diversos tipos de formaciones rocosas en
cuanto a su capacidad de almacenar y proporcionar agua, siguiendo en buena parte, el
trabajo de Thomas (1952), en el que se estudian los acuíferos de los Estados Unidos de
América, ya que éste es el país con más variada experiencia en este campo.

En dicho país, el 90 por 100 de todos los acuíferos explotados, consisten en rocas no
consolidadas, especialmente arenas y gravas. Estos acuíferos a su vez, se distribuyen en
cuatro grupos: ríos o cursos de agua, valles abandonados, llanuras y valles-intermontanos.
Por cursos de agua se entiende los aluviones que forman el cauce de los ríos y sus
inmediaciones; los pozos situados en ellos y próximos a los ríos proporcionan grandes
caudales, debido a la infiltración inducida de las aguas de río. El segundo grupo tiene
características de coeficiente de almacenamiento y permeabilidad análogas al primero, pero
el no estar alimentado por cursos de agua sus posibilidades de caudal permanente de
explotación suelen ser menores. El tercer grupo se refiere a las extensas llanura flanqueadas
normalmente por tierras altas que han constituido una cuenca sedimentaria rellenada con
materiales procedentes de los bordes; el valor de estas llanuras como embalses
subterráneos es muy variado de acuerdo con la mayor o menor abundancia de materiales
permeables. Los valles intermontanos son muy frecuentes en el Oeste de lo Estados Unidos y
están rellenos por enormes volúmenes de rocas no consolidadas procedentes de la erosión
de las montañas limítrofes; la mayor parte de la recarga se suele producir en los abanicos
aluviales que forman al llegar al valle de los barrancos procedentes de las montañas.

Es probable que el grupo primero, es decir, los aluviones próximos a los ríos, sea el más
explotado de España. Los grupos segundo y cuarto no pensamos, que, en principio, tengan
grandes reservas, en cambio, el grupo tercero a que pueden asimilarse gran parte de
nuestras cubetas terciarias continentales es posible que – especialmente en las zonas
marginales – contenga embalses subterráneos de valor considerable; un ejemplo de ello es
la cuenca artesiana de Madrid.

En el trabajo de Thomas citado, las calizas ocupan el segundo lugar después de las rocas
no consolidadas.

Ley de Darcy. Gradiente hidráulico y permeabilidad. Métodos de estimación y medida de la


permeabilidad. Velocidad de flujo. Dominio de validez de la ley de Darcy. Heterogeneidad y
anisotropía.

El principio básico que rige el movimiento de agua en el seno del acuífero es la ley de Darcy,
que establece que el flujo a través de un medio poroso es proporcional a la pérdida de carga,
a la sección considerada y la conductividad hidráulica, según la ecuación.
Q = k S h/L

En donde:

Q = caudal de agua

S = sección de flujo

K = conductividad hidráulica, una medida de la capacidad del medio poroso para transmitir
agua

h/L = pérdida de carga.

En consecuencia, la velocidad de flujo será v = k i, que es conocida como velocidad de Darcy,


que asume que el flujo tiene lugar a través de toda la sección considerada, pero realmente el
flujo sólo tiene lugar por los espacios porosos, por lo que la velocidad real (velocidad
intersticial) será: V = v/n, en donde n es la porosidad eficaz.

En la figura siguiente se observa que entre los puntos 1 y 2, en la dirección del flujo, hay una
pérdida de carga (h), de forma que la expresión de Darcy queda:

Q = k A Dh/L = k A l

Siendo i el gradiente hidráulico.

Permeabilidad

Volumen de agua gravífica que percola durante la unidad de tiempo a través de la unidad de
superficie de una sección de terreno bajo un gradiente hidráulico igual a la unidad.

K = f(d, s, m, T)

d = diámetro de los granos

s = superficie de los granos


m = porosidad

T = temperatura

Valores normales en terrenos naturales son (en m/ día):

Grava limpia 1000

Arena gruesa limpia 1000 a 10

Arena fina 5a1

Arena limosa 2 a 0,1

Limo 0.5 a 0.001

Arcilla <0,001

Estos valores se refieren a permeabilidad horizontal. La permeabilidad vertical suele ser


entre 2 y 20 veces menor.

El grado de compactación puede afectar notablemente al valor de la permeabilidad, sobre


todo en los materiales más finos.

Gradiente Hidráulico

En la figura siguiente se indica que el potencial (h) de agua en un cierto punto es la suma de
la carga hidráulica (P/) y de la altura de elevación (z). La energía en el punto A es la
resultante de esas dos fuerzas, ya que la energía ligada a la velocidad del agua (cinética)
puede despreciarse. En cualquier otro punto de la vertical de A varían z y P/  pero la suma
(h) permanece constante. Esa línea vertical se denomina, por tanto, línea equipotencial.
Si consideramos ahora dos puntos en un cierto acuífero:

El flujo del agua se dirige de la línea equipotencial 1 a la línea equipotencial 2 y


perpendicularmente a las mismas. El gradiente hidráulico esta definido por:

I = dh/L

Que viene a significar la pendiente de la superficie piezométrica entre los puntos 1 y 2.

En muchos casos, las líneas equipotenciales no son verticales, es decir, que el flujo no es
horizontal.
Transmisividad

Q=kiS

Si la sección tiene una longitud L y una potencia H igual a la del acuífero:

S=HL

Q=kHiL

La transmisividad es T = k H

La ley de Darcy se suele expresar como Q = T i L

La transmisividad tiene dimensiones L2 T-1 y unidades de m2/día

Coeficiente de almacenamiento (S)

Es adimensional. Se refiere al volumen que es capaz de liberar el acuífero al descender en


una unidad el nivel piezométrico (o la presión). Se define como el volumen de agua que
puede ser liberado por un prisma vertical del acuífero, de sección igual a la unidad y altura la
del espesor saturado, si se produce un descenso de la unidad del nivel piezométrico.

Toma valores diferentes según sea el acuífero libre o cautivo.

En un acuífero libre el valor del coeficiente de almacenamiento coincide con el valor de la


porosidad eficaz. En un acuífero cautivo, sin embargo, este volumen de agua que causa un
descenso de una unidad en el nivel piezométrico coincide con la suma del agua liberada por
el acuífero como consecuencia de la dilatación que ésta sufre al descomprimirse y el agua
que cede el terreno al compactarse al armazón por tener que soportar en mayor parte el
peso del terreno suprayacente.
En un acuífero libre: S = 0`05 – 0`003

En acuíferos confinados: S = 10-3 – 10-5


Piezometría. Tipos de nivel piezométrico. Fluctuaciones del nivel Piezométrico.
Superficie piezométrica.

Se ha definido el concepto de nivel piezométrico como la altura de la superficie libre de agua


sobre el nivel del mar, en los acuíferos libres. En los confinados. Es la altura que alcanzaría el
agua en el interior de un sondeo hasta equilibrarse con la presión atmosférica.

Estudio de la Piezometría

- Variaciones naturales. Cíclicas (estacionales, de corta duración). Accidentales.


Factores: precipitación. Evapotranspiración, mareas.
- Variaciones artificiales, intervención del hombre.
- Factores: recarga, bombeos.

Medidas de nivel Piezométrico

Puntos de observación: pozos, piezómetros, zanjas, manantiales, salidas a ríos,…

Precisión: nivel en cm. Depende del tipo de acuíferos y del objetivo perseguido.

Variaciones verticales: piezómetros perfectos e imperfectos. Nivel medio.

Simultaneidad. Niveles estático y dinámico. Nivel de referencia.

Las medidas piezométricas pueden ser:

- Instantáneas
- Continuas no registradas
- Continuas registradas
Las medidas piezométricas instantáneas se realizan mediante la denominada “sonda de
nivel” que se basan en la observación de la profundidad del agua mediante el cierre de un
circuito eléctrico cuando un elemento detector establece contacto con el agua.

Constan de electrodo, cable eléctrico y detector.

Otro tipo de sonda es por flotador. Consiste en un cable metálico en cuyo extremo se coloca
un flotador que, al contacto con la superficie del agua provoca pérdida de tensión en el cable
y el accionamiento de un sistema de frenado. Presenta ser los inconvenientes de uso.

Las medidas continuas no registradas se llevan a cabo mediante “limnímetros” que se


instalan en los pozos de observación. Constan de un sistema de flotador y contrapeso que
debe estar bien calibrado para las oscilaciones previstas del nivel. Da buen resultado para
profundidades no muy elevadas.

Las medidas continuas registradas se llevan a cabo mediante “limnígrafos” que, además de
medir continuamente el nivel mediante flotador y contrapeso, poseen un sistema de registro
grafico en un papel enrollado a un cilindro que gira uniformemente accionado por un
mecanismo de relojería. El giro completo del tambor suele ser semanal pero puede
adecuarse a otras necesidades (diario, mensual o trimestral).

La máxima sofisticación de estos instrumentos se obtiene mediante un registrador que


almacena los datos en un disquete que permite el tratamiento informativo de los registros.
Incluso, es posible utilizar una emisora que envía los datos a tiempo real hasta el centro
receptor.

Aspectos prácticos de las medidas piezométricas

Cuando se trata de conocer la situación piezométrica de un cierto acuífero, es esencial que


las medidas a realizar en los distintos puntos de observación sean “simultáneas”
entendiendo por tales a aquellas que se realizan dentro de un periodo de tiempo tan corto
que no se presuman variaciones debidas a recargas o fuertes bombeos.

En ciertos casos los errores cometidos al considerar de igual manera las medidas
procedentes de piezómetros perfectos (ranuradas en toda la zona saturada y totalmente
penetrantes) y de piezómetros imperfectos (parcialmente penetrantes o diferencialmente
ranurados) pueden cometerse serios errores. Por ello, es conveniente conocer
adecuadamente las características constructivas de cada piezómetro.

En cuanto a la periodicidad de las medidas, depende del objetivo perseguido.

En acuíferos costeros parece necesario tener registros mensuales y, en algún caso, menores.

Fluctuaciones del nivel piezométrico

La observación de las variaciones del nivel piezométrico en un cierto punto proporciona


información sobre la respuesta del acuífero a procesos de recarga o de extracción, así como
sobre la tendencias en el almacenamiento.

En la figura siguiente se esquematiza la evolución del nivel piezométrico en un punto en el


que se observa unas variaciones en dientes de sierra, que se pueden relacionar con periodos
secos y húmedos, por ejemplo, y una tendencia (marcada con línea de trazos) que indica un
descenso progresivo de niveles, que podría relacionarse con un proceso de sobreexplotación
(explotación superior a la recarga).
Superficies piezométrica

Lugar geométrico de los puntos que señalan la altura piezométrica de cada una de las
porciones de un acuífero, referidas a una determinada profundidad. Se las representa
mediante líneas de igual altura piezométrica, llamadas líneas isopiezas.

En los acuíferos libres, la superficie piezométrica coincide, a grandes rasgos, con la superficie
freática, es decir, con el límite de saturación. En los acuíferos confinados la superficie
piezométrica es más elevada que el techo de los mismos. En los acuíferos permeables por
fisuración y/o karstificación y, en general, en acuíferos muy heterogéneos, puede ser una
superficie discontinua.

En acuíferos detríticos, puedes existir niveles más o menos aislados por lechos
semiconfinantes. Un caso particular sería el de acuíferos afectados por intrusión marina en
los que la piezometría está directamente afectada por la densidad del agua, que varía en
función de la salinidad.

Mapas piezométrico

Se refieres a una fecha dada. La equidistancia depende de la precisión y la densidad de las


medidas, de los valores del gradiente hidráulico, de la escala del mapa y de la precisión de la
nivelación. En general, es del orden del metro (0.5 1 ó 2 m.) para los mapas 1:10,000 y
1:25,000; y de 5 ó 10 metros para los 1:50,000 y 1:100,000.

Trazado de las curvas isopiezas

- Interpolación interpretativa
- Interpolación triangular
- Tratamiento por ordenador
El fundamento del método es interpolar valores entre puntos cercanos y trazar líneas que
unan puntos de igual piezometría. En cada línea isopieza debe figurar su valor.

El sentido del flujo del agua, por las razones ya comentadas anteriormente, es desde líneas
de mayor altura piezométrica hacia líneas de menos altura piezométrica, en la dirección de
la máxima pendiente, es decir, perpendicularmente a las mismas. Así, es posible, dibujar
flechas que indicas el sentido del flujo.

PERMITEN

 Conocer el sentido del flujo


 Diferenciar áreas de recarga y descarga
 Identificar divisorias hidrogeológicas
 Manifestar relaciones río – acuífero
 Mostrar diferencias de parámetros hidrodinámicos
Piezometría (II). Interpretación de mapas piezométricos. Relaciones entre los
acuíferos y las superficies libres de agua. Manantiales.

Interpretación de mapas piezométricos

A. Análisis morfológico de la superficie piezométrica


B. Estudio de la estructura del acuífero
C. Estudio del comportamiento hidrodinámico del acuífero
D. Análisis de las fluctuaciones piezométricas
a.-Análisis morfológico
 Trazado de líneas de corriente
 Ejes principales de flujo
 Perfiles piezométricos
 Régimen de flujo uniforme o no uniforme
 Tipos de superficie (plana, cilíndrica, radial divergente o convergente, domos,
depresiones)

b) Estudio de la estructura del acuífero


 Identificar heterogeneidades y anomalías del acuífero
 Evaluar la distribución espacial de los parámetros hidrodinámicos
(permeabilidad, transmisividad y flujo)

c) Estudio del comportamiento hidrodinámico


 Aplicación de la ley de Darcy Q = T i l
 A caudal constante, para una misma anchura de sección T 1 i1 = T2 i 2. Las
variaciones de transmisividad se reflejan en el gradiente.

d) Análisis de fluctuaciones piezométricas

Hidráulica de captaciones: Fundamentos


Tipos de Captaciones

Para extraer agua de terreno se utilizan diversos tipos de captaciones, reseñamos


brevemente los más utilizados:

Pozos excavados

Es el tipo de captación más antiguo y más elemental. En la actualidad se excava con


máquinas y en rocas duras, aunque en muchos países continúan realizándose manualmente.
Generalmente, el agua entra en el pozo por el fondo y las paredes, a través de los huecos
que se dejan entre las piedras o ladrillos.

Sigue siendo la elección más adecuada para explotar acuíferos superficiales, pues su
rendimiento es superior al de un sondeo de la misma profundidad. Otra ventaja en los
acuíferos pobres es el volumen de agua almacenado en el propio pozo.

Diámetro = 1 a 6 metros o más. Profundidad = generalmente 5 a 20 metros

Sondeos.

Son las captaciones más utilizadas en la actualidad. Los diámetros oscilan entre 20 y 60 cm.
Y la profundidad en la mayoría de los casos entre 30 m y 300 o más. Se instala tubería
ranurada (“rejilla” o “filtro”) sólo frente a los niveles acuíferos, el resto, tubería ciega.
Las técnicas de perforación son variadas:

La percusión es la más sencilla (cable y trépano que golpea) y es lenta pero efectiva para
profundidades moderadas (<150 m) y en ciertas rocas. En la rotación un tricono (en la
imagen) tritura la roca, extrayéndose los detritus mediante la circulación de agua. La adición
de lodos a esta agua puede taponar los niveles acuíferos atravesados.

La rotopercusión puede avanzar en rocas muy duras a gran velocidad.


Se denomina desarrollo a los trabajos posteriores a la perforación para aumentar el
rendimiento de la captación: extrayendo la fracción más fina en materiales detríticos,
limpiando restos de lodos de perforación o disolviendo la roca con ácido en calizas.

Galerías

Ya existían galerías para agua en Mesopotamia en el siglo IV a, C. Con una ligera pendiente,
el agua sale al exterior por gravedad, sin bombeo.

Se excavan igual que en minería. En Canarias es la captación más frecuente, generalmente


con varios km de longitud.

Pozos excavados con drenes radiales

Se utilizan en los mismos casos que los excavados pero con mayor rendimiento.
Generalmente en buenos acuíferos superficiales cuando se requieres grandes caudales. Su
radio equivalente puede avaluarse mediante la siguiente fórmula (CUSTODIO, 1983, p.
1823):

re = Radio equivalente

re= o,8 Lm(0,25)1/n

Lm = Longitud media de los drenes

n = Número de drenes
Captaciones de agua subterránea. Definición y tipos de captaciones. Galerías,
Pozos excavados. Sondeos.

Definición y tipos de captaciones

Una captación de agua subterránea es toda aquella obra destinada a obtener un cierto
volumen de agua de una formación acuífera concreta, para satisfacer una determinada
demanda.

La elección del tipo de captación vendrá condicionada en esencia por los siguientes factores:

 Características hidrogeológicas del sector.


 Características hidrodinámicas de los materiales acuíferos que se pretenda captar.
 Volumen de agua requerido
 Distribución temporal de la demanda

METODOS MÁS COMUNES DE PERFORACION DE POZOS

La rotación se centra en la acción de arrancar partículas por medio de un elemento cortante


sometido a una fuerza giratoria y, que provoca una rotura de la roca por compresión.

La rotopercusión se basa en la combinación de las dos técnicas anteriores, y es aquella a la


que al efecto del golpeo se superpone una acción de giro del útil de perforación.
Ensayos de bombeo

Finalizada la construcción de la obra de captación se procede a determinar su caudal óptimo


de explotación mediante la ejecución de denominado ensayo de bombeo.

La prueba consiste en bombear durante un cierto tiempo, a caudal constante o a caudal


variable, y observar la evolución del nivel del agua, tanto en el propio sondeo como en otros
cercanos.

El análisis de los datos obtenidos suministra información sobre el acuífero: permeabilidad,


transmisividad, coeficiente de almacenamiento, presencia de barreras o bordes
impermeables, bordes de recarga, etc.

Permite conocer también elementos tales como el radio de influencia del sondeo y la
amplitud de la zona de llamada a la captación, que será determinante para el
establecimiento de los perímetros de protección.

Respecto a las características constructivas de la perforación, los ensayos de bombeo


permiten conocer la calidad de la construcción (eficiencia del pozo), las pérdidas de carga, el
caudal más aconsejable de bombeo y la colocación idónea de la bomba.

Tipos de Ensayo

En general, se pueden diferenciar dos tipos distintos:

A caudal constante

Régimen permanente

Régimen variable
Prueba en bombeo

Prueba en recuperación

A caudal variable

Bombeo a caudal crítico

Bombeos escalonados

Cuando se realiza el ensayo a caudal constante es preciso mantenerlo sin variación a lo largo
de toda la prueba.

Se denomina régimen permanente a aquel en el cual los niveles no varían con el tiempo,
mientras que en el régimen variable sí se producen estas variaciones.

Desde el punto de vista práctico, antes de empezar el ensayo se mide la profundidad del
nivel del agua en el pozo de bombeo y en los de observación, si los hubiere. Como
consecuencia de un bombeo a caudal constante Q, los niveles descenderán durante un
cierto tiempo. Si se interpretan los resultados de la variación de niveles en función del
tiempo de bombeo, se estaría en un caso de régimen variable.

Transcurrido un tiempo, los niveles se estabilizan o varían tan poco que pueden considerarse
estabilizados. Interpretando los descensos totales habidos, con niveles estabilizados en el
pozo de bombeo y los piezómetros de observación, se estaría en un caso de régimen
permanente.

Cuando se para el bombeo, los niveles comienzan a ascender, tratando de alcanzar la cota
inicial en reposo. Si se interpreta la evolución de los niveles después de la parada, se está en
el caso de régimen variable en recuperación.

Por último, en el caso de bombeos a caudal variable pueden existir dos modalidades.

La primera consiste en mantener la depresión fija al nivel de la bomba y medir cómo va


variando el caudal con el tiempo. Se le denomina prueba a caudal crítico y se utiliza
exclusivamente en acuíferos colgados que reúnan determinadas características.

La segunda modalidad es la de caudales escalonados. En esta se fijan a voluntad distintos


caudales, midiéndose la depresión producida por cada uno de ellos. Se utilizan para calcular
las pérdidas de carga en el pozo, como consecuencia de una construcción defectuosa.

El ensayo de bombeo es el método científico utilizado para determinar las características


hidrodinámicas de una captación, a partir de las que se obtiene el caudal óptimo de
explotación.
Conceptos básicos

Normas para la realización de aforos en pozos

Los aforos de caudal de pozos se realizarán siguiendo las prescripciones siguientes:

 Se tendrán en cuenta e “efecto de almacenamiento”, por lo que deberán iniciarse los


aforos después de un periodo mínimo de bombeo continuado de setenta y dos (72)
horas con el máximo caudal de la explotación, lo cual se acreditará fehacientemente.
 Mediante parada, mínima de una hora y máxima de seis, y arranque de la bomba se
iniciará el bombeo con el caudal que se estime tiene la captación.
 Se anotarán la hora y nivel de inicio de la prueba y los descensos de nivel (en
centímetros) .
 Si antes de las 48 horas del inicio del bombeo no se ha logrado la estabilización del
caudal, nivel y conductividad eléctrica con el primer caudal, se disminuirá el de
bombeo mediante llave compuerta de estrangulamiento o llave de retorno al pozo y
reiniciará el proceso tras la fase de parada antes descrita.
 El caudal resultante, expresado en litros/segundo, será el caudal de la captación, y el
producto de éste por treinta (30) el volumen máximo de extracción anual, expresado
en decámetros cúbicos al año (dam3/año), que será el de inscripción administrativa.
Se entenderá en todo caso que, durante cualquier día del año, no se podrá bombear
un volumen superior, expresado en metros cúbicos, al resultado del caudal de la
captación multiplicado por ochenta y seis (86).
 Terminado el bombeo, se medirán los niveles de recuperación en la misma escala de
tiempos señalada para alcanzar el nivel de comienzo del bombeo.

Junto con las medidas de caudal, nivel y conductividad eléctrica se acompañarán los
resultados de los análisis físico-químicos completos de las muestras de agua
anteriormente reseñadas.

Si comparando los análisis anteriores no se ha producido variación en la concentración


de ion cloruro y ésta es inferior al límite establecido en este Plan para el sector
hidrogeológico al que pertenece el pozo, se podrá inscribir administrativamente al caudal
resultante del aforo según se ha indicado antes.

Si se observa variación en la concentración de aquel ion, la inscripción tendrá carácter


provisional, con reserva cautelar, quedando obligado el peticionario a repetir el aforo
con caudales decrecientes, hasta conseguir estabilización de caudal, nivel y
concentración en ion cloruro, condición necesaria para la inscripción definitiva del caudal
así obtenido.

Si la concentración de ion cloruro está estabilizada pero supera el límite establecido para
el sector hidrogeológico, el titular aportará documentación fehaciente de cual era el
régimen de explotación de su pozo, incluyendo análisis de las aguas extraídas, antes de
que surtiese afectos en Canarias la definición de dominio público hidráulico contenida en
la Ley nacional 29/1985, de 2 de agosto. Del análisis de dicha documentación y previos
los informes pertinentes, el Consejo Insular de Aguas resolverá lo que proceda.

o El método e instrumentos de medida de volúmenes y tiempos, o directamente


del caudal, cumplirá las mismas especificaciones que se exigen para el aforo en
galerías.
o Como anejos a la documentación del informe del aforo se incluirá:
o Descripción y fotografías del sistema de medición;
o Descripción y fotografías de los elementos electromecánicos del equipo
de bombeo,
o Curvas característica (caudal-altura manométrica-rendimiento-potencia)
de la bomba,
o Consumo energético por lectura real en los equipos de medida de la obra
electrificada.

Al menos una vez al año todas las obras de captación en explotación deben efectuar un
aforo de su caudal, siguiendo las prescripciones técnicas anteriores, y notificar sus resultados
a la Administración Hidráulica, adjuntando la documentación descrita.

Agua Subterránea

¿Por qué preocuparse por el agua subterránea?

El agua subterránea es el agua que se encuentra entre las partículas del suelo y las rocas y
entre las grietas del lecho rocoso. El agua subterránea puede ser encontrada debajo de la
superficie de la tierra en la mayoría del sureste de los Estados Unidos. Debido a su
disponibilidad y buena calidad, en general, el agua subterránea es usada ampliamente para
uso doméstico y otros propósitos.

El agua subterránea es considerada frecuentemente una fuente inagotable, pero


recientemente las circunstancias indican que el agua subterránea es muy vulnerable a la
contaminación y a su desaparición.En el sureste, la contaminación es la mayor amenaza. Se
han encontrado contaminantes que amenazan a la salud de las personas en la mayoría de las
reservas de agua subterránea de la región. Podría ser muy costoso el remover algunos de
estos contaminantes, por lo cual el agua resulta virtualmente inservible por varios, debido a
esta amenaza, es importante entender el proceso mediante el cual el agua subterránea se
hace disponible para su uso y como las actividades humanas algunas veces ponen en peligro
este recurso.

El agua subterránea dentro del Ciclo del Agua

El agua subterránea es una parte integral del ciclo de agua, como se ilustra en la figura 1. El
ciclo empieza con la precipitación sobre la superficie. Los escurrimientos de la lluviavan
directamente a los lagos y arroyos. Algo del agua que se filtra en la tierra es usada por las
plantas para la transpiración. El agua restante, llamada agua de recarga, es llevada a través
del suelo a la zona saturada,donde el agua llena todos los espacios entre los espacios entre
las partículas del suelo y las rocas.

Lo más alto de la zona saturada es la capa o manto freático que, si la geología local no es
complicada, es el nivel al cual el agua se mantiene en un pozo. El agua se mueve dentro de
la zona saturada desde áreas donde la capa de agua es alta hacia áreas donde ésta es baja,
por lo que el agua subterránea se transforma en lago, arroyos u océanos. Esta sale del
subsuelo y forma el agua superficial, cuando esta agua se evaporaa la atmósfera y se
condensa, viene la precipitación completando el ciclo del agua.

Donde se encuentra el agua subterránea

El agua puede ser encontrada debajo de la tierra casi en cualquier sitio. Cerca del 97 por
ciento del agua dulce del mundo es agua subterránea. La calidad y cantidad del agua
subterránea disponible varía de sitio a sitio. Las reservas mayores de agua subterránea son
llamadas acuíferos.

Los acuíferos ocurren en dos tipos de formaciones geológicas. Las formaciones


consolidadas son aquellas compuestas de rocas sólidas, donde el agua subterránea se
encuentra en las grietas que estas poseen. La cantidad de agua en una formación
consolidada depende de la cantidad de grietas que existen y del tamaño de éstas. Por
ejemplo, las formaciones calizas frecuentemente contienen cavernas con mucho agua en su
interior.

Las formaciones no consolidadas están compuestas de arena, grava, piedras, tierra suelta
o material de suelos. LA cantidad de agua subterránea en una formación consolidada varía
en dependencia de la compactación del material sólido y la finura de sus granos. Las
formaciones de arena, grava, y piedras generalmente producen acuíferos de gran capacidad,
sin embargo, los suelos formados por partículas muy finas suelen tener bajas cantidades de
agua.

El agua subterránea puede salir espontáneamente formando manantiales o puede ser


extraída a través de un pozo. Un manantial ocurre cuando la capa de agua alcanza la
superficie de la tierra, tal como se ilustra en la figura 2.
Agua subterránea y agua Superficial

La mayoría de las personas está más familiarizada con el agua superficial que con el agua
subterránea. Los depósitos de agua superficial como lagos, arroyos y mares pueden ser
vistos en los alrededores, pero no así los depósitos de agua subterránea. Existen algunas
diferencias entre el agua subterránea y el agua superficial que vale la pena. El agua
subterránea usualmente se mueve mucho más lentamente que el agua superficial. El agua
en un arroyo puede moverse a varios pies por minutos, mientras que el agua subterránea
puede moverse sólo a varios pies por mes. Esto es debido a que el agua subterránea
encuentra una fricción o resistencia mayor al moverse a través de los espacios pequeños de
las rocas y del suelo. Existen excepciones a esta regla, un ejemplo son los ríos subterráneos
en cavernas de roca caliza donde el agua puede moverse relativamente más rápidamente.

Los intercambios de agua entre los depósitos de agua superficial y los acuíferos son
importantes. Los ríos usualmente empiezan como pequeños arroyos y aumentan el caudal
empiezan como pequeños arroyos y aumentan el caudal a medida que fluyen hacia el mar. El
agua que ellos ganan frecuentemente viene del agua subterránea. Esta corriente se
denomina corriente ganante. Es posible que las corrientes viertan agua al subsuelo en
algunos puntos. En estos casos, los acuíferos son rellenados o recargados por agua de
corrientes de pérdida. Un arroyo que fluye cerca de la superficie de un acuífero perderá
agua hacia el acuífero si la superficie de agua del arroyo es más alta que la capa de agua del
acuífero en la tierra adyacente. En las figuras 3ª y 3b se ilustra la pérdida o ganancia de agua.
Manantiales

Salida natural de agua, un manantial se puede definir como la intersección de la superficie


piezométrica y la topografía.

En términos generales, puede decirse que son brotes naturales de aguas subterráneas. Más
precisamente, se trata de puntos o zonas de un terreno en los que una cantidad apreciable
de agua fluye a la superficie de modo natural, procedente de un acuífero o depósito
subterráneo. O sea que son vertedores o desagües por los que emerge la recarga recibida
por el acuífero que se encuentra bajo ellos.
Cuando el flujo natural de aguas subterráneas o provenientes de partes más profundas del
interior del planeta (aguas fósiles) aparece en la superficie de los continentes, se forman los
manantiales; pero cuando ese flujo hídrico llega a cursos de agua se una a ellos. También
puede formar lagunas o lagos.

Su origen puede ser atmosférico (caso del agua de lluvia que se filtra en la tierra y surge en
otro lugar de menor altitud) o ígneo (por lo cual nacen manantiales de agua caliente y
géiseres).

Los manantiales se pueden clasificar de acuerdo con varios criterios:

Según el tipo de surgimiento de las aguas: a) rocosos, o sea que brotan entre rocas basales;
b) de vertedero o “vertientes”, cuando el lugar de la salida original de las aguas queda
saturado por rocas de desprendimiento que la obligan a brotar en la superficie por un
conducto situado generalmente en la parte inferior de la ladera.

Por otra parte, según la dirección del curso que las aguas subterráneas siguen antes de su
salida al exterior, se dividen en a) descendentes o de derrame, cuando los valles están
situados bajo el nivel de las aguas subterráneas, y b) ascendentes, cuando las aguas manan
por presión hidrostática.

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