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1.1 Definición.
Los embalses superficiales podríamos decir que comienzan como un espacio vacío que se
consigue llenar de agua después de una inversión considerable en estudios, proyectos y
obras de ingeniería. Por contraste, los embalses subterráneos están inicialmente llenos de
agua; en cierta forma podemos decir que han sido construidos por la naturaleza. Ahora bien,
la acción del hombre puede aumentar o reducir el volumen saturado de las formaciones
rocosas de modo que podemos considerar que una característica esencial de los embalses
subterráneos es su capacidad potencial de almacenamiento de agua, más que la existencia
de dicha agua almacenada.
Vamos a pasar revista, muy brevemente, a los diversos tipos de formaciones rocosas en
cuanto a su capacidad de almacenar y proporcionar agua, siguiendo en buena parte, el
trabajo de Thomas (1952), en el que se estudian los acuíferos de los Estados Unidos de
América, ya que éste es el país con más variada experiencia en este campo.
En dicho país, el 90 por 100 de todos los acuíferos explotados, consisten en rocas no
consolidadas, especialmente arenas y gravas. Estos acuíferos a su vez, se distribuyen en
cuatro grupos: ríos o cursos de agua, valles abandonados, llanuras y valles-intermontanos.
Por cursos de agua se entiende los aluviones que forman el cauce de los ríos y sus
inmediaciones; los pozos situados en ellos y próximos a los ríos proporcionan grandes
caudales, debido a la infiltración inducida de las aguas de río. El segundo grupo tiene
características de coeficiente de almacenamiento y permeabilidad análogas al primero, pero
el no estar alimentado por cursos de agua sus posibilidades de caudal permanente de
explotación suelen ser menores. El tercer grupo se refiere a las extensas llanura flanqueadas
normalmente por tierras altas que han constituido una cuenca sedimentaria rellenada con
materiales procedentes de los bordes; el valor de estas llanuras como embalses
subterráneos es muy variado de acuerdo con la mayor o menor abundancia de materiales
permeables. Los valles intermontanos son muy frecuentes en el Oeste de lo Estados Unidos y
están rellenos por enormes volúmenes de rocas no consolidadas procedentes de la erosión
de las montañas limítrofes; la mayor parte de la recarga se suele producir en los abanicos
aluviales que forman al llegar al valle de los barrancos procedentes de las montañas.
Es probable que el grupo primero, es decir, los aluviones próximos a los ríos, sea el más
explotado de España. Los grupos segundo y cuarto no pensamos, que, en principio, tengan
grandes reservas, en cambio, el grupo tercero a que pueden asimilarse gran parte de
nuestras cubetas terciarias continentales es posible que – especialmente en las zonas
marginales – contenga embalses subterráneos de valor considerable; un ejemplo de ello es
la cuenca artesiana de Madrid.
En el trabajo de Thomas citado, las calizas ocupan el segundo lugar después de las rocas
no consolidadas.
El principio básico que rige el movimiento de agua en el seno del acuífero es la ley de Darcy,
que establece que el flujo a través de un medio poroso es proporcional a la pérdida de carga,
a la sección considerada y la conductividad hidráulica, según la ecuación.
Q = k S h/L
En donde:
Q = caudal de agua
S = sección de flujo
K = conductividad hidráulica, una medida de la capacidad del medio poroso para transmitir
agua
En la figura siguiente se observa que entre los puntos 1 y 2, en la dirección del flujo, hay una
pérdida de carga (h), de forma que la expresión de Darcy queda:
Q = k A Dh/L = k A l
Permeabilidad
Volumen de agua gravífica que percola durante la unidad de tiempo a través de la unidad de
superficie de una sección de terreno bajo un gradiente hidráulico igual a la unidad.
K = f(d, s, m, T)
T = temperatura
Arcilla <0,001
Gradiente Hidráulico
En la figura siguiente se indica que el potencial (h) de agua en un cierto punto es la suma de
la carga hidráulica (P/) y de la altura de elevación (z). La energía en el punto A es la
resultante de esas dos fuerzas, ya que la energía ligada a la velocidad del agua (cinética)
puede despreciarse. En cualquier otro punto de la vertical de A varían z y P/ pero la suma
(h) permanece constante. Esa línea vertical se denomina, por tanto, línea equipotencial.
Si consideramos ahora dos puntos en un cierto acuífero:
I = dh/L
En muchos casos, las líneas equipotenciales no son verticales, es decir, que el flujo no es
horizontal.
Transmisividad
Q=kiS
S=HL
Q=kHiL
La transmisividad es T = k H
Estudio de la Piezometría
Precisión: nivel en cm. Depende del tipo de acuíferos y del objetivo perseguido.
- Instantáneas
- Continuas no registradas
- Continuas registradas
Las medidas piezométricas instantáneas se realizan mediante la denominada “sonda de
nivel” que se basan en la observación de la profundidad del agua mediante el cierre de un
circuito eléctrico cuando un elemento detector establece contacto con el agua.
Otro tipo de sonda es por flotador. Consiste en un cable metálico en cuyo extremo se coloca
un flotador que, al contacto con la superficie del agua provoca pérdida de tensión en el cable
y el accionamiento de un sistema de frenado. Presenta ser los inconvenientes de uso.
Las medidas continuas registradas se llevan a cabo mediante “limnígrafos” que, además de
medir continuamente el nivel mediante flotador y contrapeso, poseen un sistema de registro
grafico en un papel enrollado a un cilindro que gira uniformemente accionado por un
mecanismo de relojería. El giro completo del tambor suele ser semanal pero puede
adecuarse a otras necesidades (diario, mensual o trimestral).
En ciertos casos los errores cometidos al considerar de igual manera las medidas
procedentes de piezómetros perfectos (ranuradas en toda la zona saturada y totalmente
penetrantes) y de piezómetros imperfectos (parcialmente penetrantes o diferencialmente
ranurados) pueden cometerse serios errores. Por ello, es conveniente conocer
adecuadamente las características constructivas de cada piezómetro.
En acuíferos costeros parece necesario tener registros mensuales y, en algún caso, menores.
Lugar geométrico de los puntos que señalan la altura piezométrica de cada una de las
porciones de un acuífero, referidas a una determinada profundidad. Se las representa
mediante líneas de igual altura piezométrica, llamadas líneas isopiezas.
En los acuíferos libres, la superficie piezométrica coincide, a grandes rasgos, con la superficie
freática, es decir, con el límite de saturación. En los acuíferos confinados la superficie
piezométrica es más elevada que el techo de los mismos. En los acuíferos permeables por
fisuración y/o karstificación y, en general, en acuíferos muy heterogéneos, puede ser una
superficie discontinua.
En acuíferos detríticos, puedes existir niveles más o menos aislados por lechos
semiconfinantes. Un caso particular sería el de acuíferos afectados por intrusión marina en
los que la piezometría está directamente afectada por la densidad del agua, que varía en
función de la salinidad.
Mapas piezométrico
- Interpolación interpretativa
- Interpolación triangular
- Tratamiento por ordenador
El fundamento del método es interpolar valores entre puntos cercanos y trazar líneas que
unan puntos de igual piezometría. En cada línea isopieza debe figurar su valor.
El sentido del flujo del agua, por las razones ya comentadas anteriormente, es desde líneas
de mayor altura piezométrica hacia líneas de menos altura piezométrica, en la dirección de
la máxima pendiente, es decir, perpendicularmente a las mismas. Así, es posible, dibujar
flechas que indicas el sentido del flujo.
PERMITEN
Pozos excavados
Sigue siendo la elección más adecuada para explotar acuíferos superficiales, pues su
rendimiento es superior al de un sondeo de la misma profundidad. Otra ventaja en los
acuíferos pobres es el volumen de agua almacenado en el propio pozo.
Sondeos.
Son las captaciones más utilizadas en la actualidad. Los diámetros oscilan entre 20 y 60 cm.
Y la profundidad en la mayoría de los casos entre 30 m y 300 o más. Se instala tubería
ranurada (“rejilla” o “filtro”) sólo frente a los niveles acuíferos, el resto, tubería ciega.
Las técnicas de perforación son variadas:
La percusión es la más sencilla (cable y trépano que golpea) y es lenta pero efectiva para
profundidades moderadas (<150 m) y en ciertas rocas. En la rotación un tricono (en la
imagen) tritura la roca, extrayéndose los detritus mediante la circulación de agua. La adición
de lodos a esta agua puede taponar los niveles acuíferos atravesados.
Galerías
Ya existían galerías para agua en Mesopotamia en el siglo IV a, C. Con una ligera pendiente,
el agua sale al exterior por gravedad, sin bombeo.
Se utilizan en los mismos casos que los excavados pero con mayor rendimiento.
Generalmente en buenos acuíferos superficiales cuando se requieres grandes caudales. Su
radio equivalente puede avaluarse mediante la siguiente fórmula (CUSTODIO, 1983, p.
1823):
re = Radio equivalente
n = Número de drenes
Captaciones de agua subterránea. Definición y tipos de captaciones. Galerías,
Pozos excavados. Sondeos.
Una captación de agua subterránea es toda aquella obra destinada a obtener un cierto
volumen de agua de una formación acuífera concreta, para satisfacer una determinada
demanda.
La elección del tipo de captación vendrá condicionada en esencia por los siguientes factores:
Permite conocer también elementos tales como el radio de influencia del sondeo y la
amplitud de la zona de llamada a la captación, que será determinante para el
establecimiento de los perímetros de protección.
Tipos de Ensayo
A caudal constante
Régimen permanente
Régimen variable
Prueba en bombeo
Prueba en recuperación
A caudal variable
Bombeos escalonados
Cuando se realiza el ensayo a caudal constante es preciso mantenerlo sin variación a lo largo
de toda la prueba.
Se denomina régimen permanente a aquel en el cual los niveles no varían con el tiempo,
mientras que en el régimen variable sí se producen estas variaciones.
Desde el punto de vista práctico, antes de empezar el ensayo se mide la profundidad del
nivel del agua en el pozo de bombeo y en los de observación, si los hubiere. Como
consecuencia de un bombeo a caudal constante Q, los niveles descenderán durante un
cierto tiempo. Si se interpretan los resultados de la variación de niveles en función del
tiempo de bombeo, se estaría en un caso de régimen variable.
Transcurrido un tiempo, los niveles se estabilizan o varían tan poco que pueden considerarse
estabilizados. Interpretando los descensos totales habidos, con niveles estabilizados en el
pozo de bombeo y los piezómetros de observación, se estaría en un caso de régimen
permanente.
Cuando se para el bombeo, los niveles comienzan a ascender, tratando de alcanzar la cota
inicial en reposo. Si se interpreta la evolución de los niveles después de la parada, se está en
el caso de régimen variable en recuperación.
Por último, en el caso de bombeos a caudal variable pueden existir dos modalidades.
Junto con las medidas de caudal, nivel y conductividad eléctrica se acompañarán los
resultados de los análisis físico-químicos completos de las muestras de agua
anteriormente reseñadas.
Si la concentración de ion cloruro está estabilizada pero supera el límite establecido para
el sector hidrogeológico, el titular aportará documentación fehaciente de cual era el
régimen de explotación de su pozo, incluyendo análisis de las aguas extraídas, antes de
que surtiese afectos en Canarias la definición de dominio público hidráulico contenida en
la Ley nacional 29/1985, de 2 de agosto. Del análisis de dicha documentación y previos
los informes pertinentes, el Consejo Insular de Aguas resolverá lo que proceda.
Al menos una vez al año todas las obras de captación en explotación deben efectuar un
aforo de su caudal, siguiendo las prescripciones técnicas anteriores, y notificar sus resultados
a la Administración Hidráulica, adjuntando la documentación descrita.
Agua Subterránea
El agua subterránea es el agua que se encuentra entre las partículas del suelo y las rocas y
entre las grietas del lecho rocoso. El agua subterránea puede ser encontrada debajo de la
superficie de la tierra en la mayoría del sureste de los Estados Unidos. Debido a su
disponibilidad y buena calidad, en general, el agua subterránea es usada ampliamente para
uso doméstico y otros propósitos.
El agua subterránea es una parte integral del ciclo de agua, como se ilustra en la figura 1. El
ciclo empieza con la precipitación sobre la superficie. Los escurrimientos de la lluviavan
directamente a los lagos y arroyos. Algo del agua que se filtra en la tierra es usada por las
plantas para la transpiración. El agua restante, llamada agua de recarga, es llevada a través
del suelo a la zona saturada,donde el agua llena todos los espacios entre los espacios entre
las partículas del suelo y las rocas.
Lo más alto de la zona saturada es la capa o manto freático que, si la geología local no es
complicada, es el nivel al cual el agua se mantiene en un pozo. El agua se mueve dentro de
la zona saturada desde áreas donde la capa de agua es alta hacia áreas donde ésta es baja,
por lo que el agua subterránea se transforma en lago, arroyos u océanos. Esta sale del
subsuelo y forma el agua superficial, cuando esta agua se evaporaa la atmósfera y se
condensa, viene la precipitación completando el ciclo del agua.
El agua puede ser encontrada debajo de la tierra casi en cualquier sitio. Cerca del 97 por
ciento del agua dulce del mundo es agua subterránea. La calidad y cantidad del agua
subterránea disponible varía de sitio a sitio. Las reservas mayores de agua subterránea son
llamadas acuíferos.
Las formaciones no consolidadas están compuestas de arena, grava, piedras, tierra suelta
o material de suelos. LA cantidad de agua subterránea en una formación consolidada varía
en dependencia de la compactación del material sólido y la finura de sus granos. Las
formaciones de arena, grava, y piedras generalmente producen acuíferos de gran capacidad,
sin embargo, los suelos formados por partículas muy finas suelen tener bajas cantidades de
agua.
La mayoría de las personas está más familiarizada con el agua superficial que con el agua
subterránea. Los depósitos de agua superficial como lagos, arroyos y mares pueden ser
vistos en los alrededores, pero no así los depósitos de agua subterránea. Existen algunas
diferencias entre el agua subterránea y el agua superficial que vale la pena. El agua
subterránea usualmente se mueve mucho más lentamente que el agua superficial. El agua
en un arroyo puede moverse a varios pies por minutos, mientras que el agua subterránea
puede moverse sólo a varios pies por mes. Esto es debido a que el agua subterránea
encuentra una fricción o resistencia mayor al moverse a través de los espacios pequeños de
las rocas y del suelo. Existen excepciones a esta regla, un ejemplo son los ríos subterráneos
en cavernas de roca caliza donde el agua puede moverse relativamente más rápidamente.
Los intercambios de agua entre los depósitos de agua superficial y los acuíferos son
importantes. Los ríos usualmente empiezan como pequeños arroyos y aumentan el caudal
empiezan como pequeños arroyos y aumentan el caudal a medida que fluyen hacia el mar. El
agua que ellos ganan frecuentemente viene del agua subterránea. Esta corriente se
denomina corriente ganante. Es posible que las corrientes viertan agua al subsuelo en
algunos puntos. En estos casos, los acuíferos son rellenados o recargados por agua de
corrientes de pérdida. Un arroyo que fluye cerca de la superficie de un acuífero perderá
agua hacia el acuífero si la superficie de agua del arroyo es más alta que la capa de agua del
acuífero en la tierra adyacente. En las figuras 3ª y 3b se ilustra la pérdida o ganancia de agua.
Manantiales
En términos generales, puede decirse que son brotes naturales de aguas subterráneas. Más
precisamente, se trata de puntos o zonas de un terreno en los que una cantidad apreciable
de agua fluye a la superficie de modo natural, procedente de un acuífero o depósito
subterráneo. O sea que son vertedores o desagües por los que emerge la recarga recibida
por el acuífero que se encuentra bajo ellos.
Cuando el flujo natural de aguas subterráneas o provenientes de partes más profundas del
interior del planeta (aguas fósiles) aparece en la superficie de los continentes, se forman los
manantiales; pero cuando ese flujo hídrico llega a cursos de agua se una a ellos. También
puede formar lagunas o lagos.
Su origen puede ser atmosférico (caso del agua de lluvia que se filtra en la tierra y surge en
otro lugar de menor altitud) o ígneo (por lo cual nacen manantiales de agua caliente y
géiseres).
Según el tipo de surgimiento de las aguas: a) rocosos, o sea que brotan entre rocas basales;
b) de vertedero o “vertientes”, cuando el lugar de la salida original de las aguas queda
saturado por rocas de desprendimiento que la obligan a brotar en la superficie por un
conducto situado generalmente en la parte inferior de la ladera.
Por otra parte, según la dirección del curso que las aguas subterráneas siguen antes de su
salida al exterior, se dividen en a) descendentes o de derrame, cuando los valles están
situados bajo el nivel de las aguas subterráneas, y b) ascendentes, cuando las aguas manan
por presión hidrostática.