Ciencia, innovación y administración pública: elementos en convergencia

(Science, innovation and public administration: converging elements)

Rolando Bolaños Garita *

RESUMEN
El objetivo primigenio de la presente investigación procuró identificar el reconocimiento que se brinda a los términos
ciencia e innovación administrativa en función del sector público costarricense, conforme las disposiciones normativas,
los elementos teóricos y los instrumentos de planificación vigentes. Así, bajo la perspectiva cualitativa y, empleando la
técnica del análisis documental, se arriba a inferencias que develan el rechazo a considerar lo administrativo
consustancialmente científico dentro del universo burocrático nacional –por parte de los entes ministeriales y la
Academia Nacional de Ciencias–; esto, a pesar del impacto que logra en el servicio público, en la generación de valor
social y del reconocimiento del cual goza sí en otros países como Argentina, México, Panamá y Uruguay, así como por
parte de la UNESCO.
Palabras clave: Gestión pública; Científico-administrativista; Intangibilidad; Ciencias administrativas; Cambio social.

ABSTRACT
The primary objective of this research sought to identify recognition given to the terms science and administrative
innovation in Costa Rica´s public sector, according to regulatory provisions, theoretical elements and current planning
instruments. Thus, from the qualitative perspective and using the documentary analysis technique, inferences are
reached that reveal the refusal to consider administrative inherently scientific within the national bureaucratic universe
–by ministerial entities and the National Academy of Sciences–; even, despite the impact it achieves into public service,
generation of social value and the recognition that other countries such as Argentina, Mexico, Panama and Uruguay
given it, as well as by UNESCO.
Keywords: Public management; Scientific-administrative; Intangibility; Administrative Sciences; Social change.
JEL Classification: H10, O21, O31.

*
Doctor en Ciencias de la Administración, UNED-Costa Rica; tutor e investigador en su Escuela de Ciencias de la Administración;
rbolanos@uned.ac.cr; https://orcid.org/0000-0002-7864-3458.
INTRODUCCIÓN
Este ensayo responde a la necesidad de lograr
aproximaciones sobre el entorno científico en la
Administración Pública costarricense, con miras a la
innovación para el mejoramiento en el accionar de las
instituciones que conforman el sistema administrativo
público. Esto, toda vez que el término innovación ya no
resulta extraño dentro del argot burocrático, aunque,
no necesariamente se comprenda en toda su esencia;
más aún, que se tenga claridad sobre cómo una
determinada institución pública genera innovación
según sus posibilidades –materiales y justifica la existencia de las Ciencias de la
presupuestarias–, y apoyada en criterios técnicos y
científicos, no así casuísticos, improvisados o
coyunturales.
¿Qué implica ser científico de la
Administración Pública para de esta manera dirigir sus
esfuerzos prácticos en acciones innovadoras de corte
estatal? Según Fox y Miller (1999, p.17), en materia de
normas de investigación sobre los asuntos públicos a
los interesados les conciernen situaciones, porque el
contenido de dicho campo está imbuido en proyectos,
intensiones y energías colectivas dirigidas a
problemas, al tiempo que la cultura y las estructuras
que las aprisionan y capacitan delimitan a su vez lo que
es factible, lo que es posible y lo que resulta pertinente.
I ENFOQUE METODOLÓGICO
La investigación se llevó a cabo desde la perspectiva
inductivo-cualitativa, conforme las técnicas del análisis
de contenido –a través del análisis documental–, con
el propósito de identificar, analizar y sintetizar toda
aquella información que resultara pertinente para la
consecución del objetivo general planteado, el cual se
redactó de la siguiente manera: Identificar el
reconocimiento que se brinda a los términos ciencia e
innovación administrativa en función del sector público,
conforme las disposiciones normativas, los elementos
teóricos y los instrumentos de planificación vigentes.
De esta forma, se echó mano a fuentes
documentales físicas y electrónicas, teniendo como
elementos comunes de búsqueda con los temas claves
de ciencia e innovación en la administración pública.
Por otro lado, la principal limitante resultó de
la imposibilidad de aplicar la entrevista semi-
estructurada a la Dirección Ejecutiva de la Academia
Nacional de Ciencias de Costa Rica, al igual que al
personal especialista del Sector de Ciencias Sociales
y Humanas de la UNESCO en San José, Costa Rica,
a pesar de las solicitudes realizadas.
II RESULTADOS
II.1 Ciencia e innovación en la Administración Pública
Tal y como afirma Gallardo (2020), en la actualidad
suele darse un gran valor al término ciencia y lo que
esta comprenda, al constituirse en un “ideal” de
conocimiento a partir del cual se organiza la sociedad
y se configura una imagen del ser humano, del mundo
natural, del planeta y del universo en general. Dicha
posición devela que la ciencia nunca estará
desaparejada de su verdadero objetivo: la persona
humana en cualquiera que sea su entorno, razón que
Administración, ya que, las organizaciones públicas y
privadas son efectivamente grupos humanos regidos
bajo normas escritas y no escritas, que nacen a la vida
por una razón social, económica o mixta. Desde ahí,
deben analizarse y renovarse constantemente en sus
diferentes facetas o funciones, logrando una
segmentación disciplinar de manera tal que, todo lo
que comprenda una organización pública sea producto
de un diseño particular conforme los principios de
planificación, organización, dirección, control y
evaluación.
Siguiendo lo anterior, Dahl (citado en
Sánchez, 2001) acota que si alguna vez existe una
ciencia de la Administración Pública, derivaría en el
entendimiento del comportamiento humano en el área
demarcada por las fronteras de esta misma, por cuanto
todas las ciencias sociales son dependientes de las
motivaciones del hombre y de sus respuestas.
De esta forma, se infiere que el centro del
modelo científico administrativista público será el
personal burocrático y su gestión dentro de la
institución a la que pertenezca, así como la forma en
que la misma logre tecnificarse, adaptarse o
modernizarse a las condiciones de su entorno (social,
jurídico, económico-presupuestario, teórico, etc.).
En consecuencia, un enfoque sobre la gestión
del funcionariado estatal en materia de innovación
conlleva dirigirse a la Carta Iberoamericana de
Innovación en la Gestión Pública –en adelante la
Carta–, aprobada por la XIX Conferencia
Iberoamericana de Ministras y Ministros de la
Administración Pública y Reforma del Estado en
Andorra, octubre de 2020 (CLAD, 2020), misma que,
tal y como indica Ramió (2021), enuncia que la
innovación pública puede subdividirse en dos grandes
ámbitos: 1) Servicios a la ciudadanía: creación y
mejora de políticas, productos y servicios de impacto
directo en la ciudadanía; y 2) Procesos internos:
mejora de procesos y políticas de gestión internas
dentro de la administración. De igual manera, la Carta
rescata la necesidad de guiarse bajo criterios
científicos, ya que “La gestión pública es cada vez más
compleja y cambiante, y apela a una gestión del
conocimiento de alta intensidad, de gestión basada en
información compleja que requiere del apoyo científico
para su interpretación” (2020, p.16).
La anterior acotación reafirma lo
imprescindible de que la gestión administrativa pública
sea diseñada (o rediseñada) con fundamento
científico1, lo que en muchos casos contrasta con la
realidad burocrática, por ser esta producto más bien de
la costumbre y las valoraciones poco profundas, no así
de una prognosis o una prospectiva administrativista
lograda bajo condiciones científicas a nivel teórico,
conceptual o metodológico. La aplicación de aquellas
dos técnicas para con lo prescrito en la Carta seguiría
el siguiente razonamiento analítico:
a. En referencia a los servicios hacia la
ciudadanía, que agrupa los siguientes
vectores:
 Creación o mejora de los servicios
públicos
 De políticas públicas.
 Transformar los servicios públicos al
ciudadano para que sean digitales.
Nótese, que los anteriores vectores ostentan
un efecto hacia lo externo de las instituciones, toda vez
que se enfilan hacia una comunicación para con la
ciudadanía y una mejora en la prestación de los
servicios públicos, lo cual comulga, para el caso
particular de Costa Rica, con la esencia del artículo 4
de la Ley General de la Administración Pública 6227,
al disponer lo siguiente:
La actividad de los entes públicos
deberá estar sujeta en su conjunto a
los principios fundamentales del
servicio público, para asegurar su
continuidad, su eficiencia, su
adaptación a todo cambio en el
régimen legal o en la necesidad
social que satisfacen y la igualdad en
el trato de los destinatarios, usuarios
o beneficiarios. (Asamblea
Legislativa, 1978)
Ahora, valórese inmediatamente la siguiente
acepción de Vásquez (2012) avalada por la Comisión
1
Son varios los momentos en la obra de Ramió (2021) en que
enfatiza sobre la cientificidad de lo público, ya que, entre otras
valías, una administración inteligente y científica no solo será
capaz de afrontar con más garantías los retos de la presente
década (por ejemplo, los ODS), sino que también contribuirá
Económica para América Latina (CEPAL) de las
Naciones Unidas para efectos de esquematización del
desarrollo nacional:
La prospectiva aporta teorías,
métodos y herramientas útiles para
la construcción de un futuro
deseado. Supone movilizar
capacidades sociales (técnicas,
cognitivas, institucionales) para
construir visiones compartidas del
porvenir, identificar sus
determinantes claves, así como los
posibles elementos y factores tanto
de ruptura como de continuidad. En
breve, requiere disponer de las
formas de organización y de acción
necesarias para su consecución.
(2012)
De esta forma, al momento de construir un
proceso investigativo en cuanto a las capacidades
institucionales y la consiguiente implementación de
innovaciones hacia lo externo, el mismo deberá ser
producto de un ejercicio prospectivo, valorando
asimismo elementos de corte social, jurídico, cultural,
ambiental o cualquiera que provenga del exterior de la
propia organización.
Dicho ejercicio debe lograrse incorporando,
en lo que corresponda, al resto de instancias de la
administración central y descentralizada, siendo que
todas ellas conforman un subsistema administrativo,
que es a su vez apéndice de un sistema político mayor,
correspondiéndole por lo tanto al Ministerio de
Planificación Nacional y Política Económica
(MIDEPLAN) dirigir y articular –o al menos acompañar
mediante la instrumentación técnica que este
disponga– cualquier ejercicio de esta envergadura,
conforme las potestades de imperio ya aclaradas en
Bolaños (2009).
b. En cuanto al ámbito de los procesos
internos, señalando que pueden a su vez
ordenarse desde cuatro estrategias:
 Innovaciones de procesos y flujos
internos.
 Innovaciones de cultura y gestión del
personal público.
 Innovaciones organizativas.
de manera decisiva a superar los déficits y problemas
estructurales de las instituciones iberoamericanas
(corrupción, clientelismo, debilidad institucional, confusión
entre modelos de gestión, etc.).
  Innovaciones en las normas
administrativas internas.
Este abanico de posibilidades para la
innovación a lo interno obliga a un autodiagnóstico
tanto sobre las fortalezas como sobre las debilidades,
a fin de lograr un mejoramiento de alcances amplios
(reorganización) o moderados (reingeniería), y que
resultan totalmente procedentes para la Administración
Pública (Bolaños, 2010, 2013). Nuevamente, será
resorte del MIDEPLAN disponer del acompañamiento
instrumental y funcionarial pertinente para que las
instituciones públicas, ahora mediante una prognosis
administrativa, cristalicen una innovación en sintonía
con sus carencias, recursos y proyecciones; lo anterior,
dado que:
La prognosis administrativa, es
decir, la investigación científica de lo
que está ocurriendo, la previsión de
las acciones que deberán realizarse
en el futuro de acuerdo con los datos
que arrojen la experiencia y la
investigación, y por último, la
exposición objetiva de la previsión,
es decir la planificación, deben
constituir una actividad
especializada continua en toda
organización. (Galván, 1983, p. 89)
De esta forma, al alinear los tipos de
innovación gubernativos dispuestos en la Carta con su
respectiva técnica constructivista2, y todo esto bajo el
alero técnico y dinamizador del MIDEPLAN, daría
como resultado un andamiaje como el que se muestra
en la Figura 1 siguiente.
2
El constructivismo propugna que el conocimiento no está
simplemente dado y debe irse armando, construirse por
medio de los “trozos” de datos a los que tenga acceso quien
investiga un determinado fenómeno –o problema–. Defiende
la relatividad del entorno conforme el bagaje que ostenta la
Figura 1: Prototipo del esquema para la
innovación pública en Costa Rica
Fuente: Elaboración propia.
Cabe observar que, indistintamente de que se
trate de una innovación externa producto de un
ejercicio prospectivo, o interna, lograda por una
prognosis administrativa, el resultado serán acciones
inmateriales –dada la intangibilidad de lo producido
desde las Ciencias Administrativas–, las cuales forman
parte del public value implícito en la Administración
Pública según Canel (2018) y que pueden
conceptualizarse como innovaciones tecnológicas
administrativistas, o sea, todo acto que conlleve una
actualización, modernización o implementación en el
accionar de un sistema administrativo (público o
privado), sea por medio de normas, procesos o
metodologías para la mejor provisión de bienes o
servicios. Dicho acto se diferencia de cualquier otro
cambio circunstancial por no haberse instaurado
anteriormente (novedoso) y no ser un simple cambio
cosmético, lo que permite aquilatarlo como fuera de los
estándares regulares. (Bolaños, 2021)
II.2 Un corpus teórico-conceptual propio
Según Portillo (2021) una verdadera ciencia produce
nuevos conocimientos, mejora métodos y técnicas de
investigación, crea nuevas teorías y descarta otras a
partir de las nuevas evidencias, al igual que pone a
prueba los conocimientos, dialoga y se alimenta de los
hallazgos de otros campos del conocimiento
(disciplinas). En esa línea, el autor se refiere a tres
elementos comunes que posee toda ciencia: 1) el uso
persona investigadora, quien tiene interés en interpretar y
comprender lo investigado en su esencia particular, sin
pretender generalizar estadísticamente, en razón de lo sui
generis de aquello que le interesa.
de un lenguaje más formal, 2) el cuerpo creciente de
conocimiento sobre un objeto de estudio y 3) la
aplicación del método científico que permite la
comprobación y verificación de los enunciados.
De esta manera, campo disciplinar, conforme
su propia evolución, diseña nuevas formas para
abordar investigativamente el objeto3 de su interés.
Comúnmente, se asocia la evolución de las Ciencias
Administrativas a las llamadas Revoluciones
Industriales. Por el contrario, Torres expresa su
renuencia a compartir la visión de otros autores al
respecto y ser partidario más bien de la expresión
Revolución Científica y Tecnológica, ya que, esta
implica “la integración absoluta que se produce entre la
ciencia y la tecnología” (2016, p.5). Igualmente, el
mismo autor se desmarca del esquema evolucionista-
científico de Thomas Kuhn propuesto en su concepción
de los paradigmas y los diferentes tipos de ciencia
(normal y extraordinaria) cuando, por el contrario, la
ciencia se integra con la tecnología y pudiere
incorporar cualquiera de aquellos dos tipos.
Lo inmediatamente anterior fortalece el
engarce provisto en la expresión innovaciones
tecnológicas administrativistas, ya que la misma
abarca al apartado tecnología y, al unirlo al de
innovación –que siguiendo el fundamento de la Carta
es obra de un esfuerzo científico dentro del campo de
lo público– da como resultado un macro-concepto,
capaz de incluir actualizaciones, modernizaciones o
implementaciones técnicas y conceptuales a favor del
engranaje administrativo estatal.
Los avances de gran envergadura como los
antes anotados radican según Feyerabend (1985) en
que, usualmente, algunos de los principios implicados
en la determinación de los significados de los puntos
de vista o teorías más antiguas resultan inconsistentes
con las nuevas teorías, que son mejores. Ante ese
panorama, procede eliminar los viejos principios
molestos o insatisfactorios y sustituirlos por una nueva
gama de principios o teoremas, obligando a eliminar
también los antiguos significados o conceptos.
II.3 La innovación en y para lo público: una dispersión
aún latente.
Bien indica Isaza (2020) que, sin incurrir en análisis
críticos, resulta poco claro arribar a cuál es el
significado de “innovación pública” o “innovación en la
Administración Pública” por parte de diferentes
3
Hobbes (2010) concebía el objeto a la manera de
representar mediante pensamientos la representación,
apariencia o cualidad de un cuerpo externo a nosotros, y, a la
actores, considerando la misma autora que, entre
2000-2010 han surgido estudios que propenden una
nueva noción, cuya diferencia para con las
comúnmente conocidas radica en el papel que juegan
los actores del sector público como innovadores y no
solo como promotores de innovaciones de otros, así
como al intento de extrapolar el significado económico
del concepto del sector privado a la esfera pública.
De seguir la tesis anterior, y sopesando otras
con las que guarda cierta afinidad temática, entre las
que se cuentan las propuestas por Brandão y Bruno-
Faria (2013), Andion, Ronconi, Lima, Ribeiro y Duarte
(2017), Orozco y Barboza (2017), Lewis, Ricard & Klijn
(2017), Unceta y Barandiarán (2019), Chávez (2021),
Eslava y Silva (2021), Gómez y Moreno (2021), Font,
Salvador y Suárez, (2021), Hoyos-Restrepo, Saldana-
Corte y Redondo-Soto (2021) y Ávalos (2002), se
obtendrían al menos las siguientes inferencias
anticipadas:
 Se está cada vez más próximo de contar
con una concepción teórica y práctica
que comprenda o acerque la innovación
en la esfera de lo público y lo privado,
rescatando, claro está, las diferencias en
cada caso.
 La gama de actores que, tal y como se
verá en lo consiguiente, pueden innovar,
comprende al Estado mismo, a las
Universidades y Centros de
investigación, hasta las empresas (sin
importar su tamaño), stakeholders y la
sociedad civil.
Un ejemplo de esto último se observa en la
investigación de Bermúdez (2009), presentando datos
indispensables de considerar referente al tema aquí
desarrollado. Así, al encuestar a 368 personas entre
los años 2005 (300 ese año) y 2006 (68 ese año), tanto
del sector público como del privado, algunas de ellas
asistentes al I Encuentro Nacional Universidad-
Empresa en el 2006 y entre los que se encontraban
directores de unidades académicas universitarias,
personas investigadoras, docentes, coordinadores de
servicios en empresas, directores de proyectos,
dueños o gerentes de empresas, asesores o
consultores, gerentes de operaciones y gerentes de
ventas, se hallaron las siguientes opiniones acerca del
amplísimo concepto de la innovación:
ciencia, como el conocimiento de las consecuencias y
dependencias de un hecho respecto a otro.
 Cuadro 1. Respuestas relacionadas a la innovación en Costa Rica, en términos porcentuales

Periodo 2005 Periodo 2005 Periodo 2006

Encuestados 300 Encuestados 300 Encuestados 68
Definición de Porcentajes Prácticas Porcentajes Efectos de la Porcentajes
innovación de respuesta innovadoras de respuesta innovación de respuesta
Creación e 47,3 Inversión en 24,7 Mejora de la calidad 66,2
implementación de un tecnología dura. de los productos o
nuevo desarrollo servicios.
técnico o tecnológico.
Puesta en marcha de 37,8 Productos y 21,8 Cumplimiento de los 33,8
una modificación o servicios. reglamentos o
cambio para mejorar. normas.
Aplicación diferente de 10,7 Comunicación y 19,8 Aumento de la 64,7
los conocimientos educación. capacidad de la
actuales en la solución organización.
de problemas.
Otros 3,7 Procesos 17,8 Ampliación de los 48,5
productivos y clientes, usuarios,
administrativos. consumidores o
beneficiados.
Ferias y promoción 7 Desarrollo de la 51,5
de nuevos variedad de
mercados. productos o servicios.
Inversión en 6 Incremento de los 45,6
tecnología suave. ingresos o beneficios.
NS/NR 1,3
Avance de la salud y 33,8
la seguridad.
Otros. 2,9 Menor impacto 29,4
medioambiental.
Otro(s) 2,9
Totales 100 100 100

Fuente: Elaboración propia con base en Bermúdez (2009).

Del Cuadro 1 se evidencia la variedad de
razonamientos para un mismo tema; lo que en primer
lugar no resulta una falencia, pero sí ensancha la
confusión temática, al no disponerse en el ambiente
nacional de políticas diáfanas y transversales sobre lo
que comprende la innovación en el sector público. Lo
anterior se acentúa al no contar con un órgano que, tal
y como el director4 de una orquesta sinfónica, guíe a la
constelación de organismos públicos dedicados,
propensos o interesados en la innovación.
Ahora bien, según se indicó en un apartado
previo, sería el MIDEPLAN quien dirija e instrumente lo
relativo a la innovación administrativista pública a nivel
de la administración central y descentralizada tomando
como base, entre otros, lo establecido en los artículos
16, 17 y 18 de la Ley de Planificación Nacional 5525,
al disponer el primero de aquellos lo siguiente:
Artículo 16.- Los ministerios e
instituciones autónomas y
semiautónomas llevarán a cabo una
labor sistemática de modernización
de su organización y
procedimientos, a fin de aumentar la
eficiencia y productividad de sus

4 La posición en cuanto a la existencia de un organismo de
este tipo no es exclusivamente nuestra; así se extrae de
Herrera (2015), al referir que la adopción de una política
científica nacional requiere la creación de organismos
específicamente encargados de su elaboración y control
posterior, debiendo participar en la elaboración de los planes
de desarrollo, con la misión específica de aportar toda la
información técnica necesaria, y de adecuar la política
científica a la consecución de las metas fijadas por el plan.
 actividades y con el propósito de
lograr el mejor cumplimiento de los
objetivos que persigue el Sistema
Nacional de Planificación.
(Asamblea Legislativa, 1974, p.5)
Empero, debe analizarse igualmente el papel
que sobre la innovación en y para la gestión pública
ostentaría el Ministerio de Ciencia, Innovación,
Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT),
resultando obligatoria entonces consultar la Ley de
Promoción de la Ciencia y la Tecnología 7169, al igual
que la Ley de Creación de la Promotora Costarricense
de Innovación e Investigación 9971.
En primera instancia, y tal y como se anotó en
otros momentos (Bolaños, 2017), se toma nota sobre
la existencia del Sistema Nacional de Ciencia y
Tecnología (SNCyT), traído a la luz conforme el
artículo 7 de la Ley 7169 de 1990, sistema este que se
conformará por el conjunto de instituciones, entidades
y órganos del sector público, del sector privado y
de las instituciones de investigación y de educación
superior, cuyas actividades principales se enmarquen
en el campo de la ciencia y la tecnología, o que
dediquen una porción de su presupuesto y recursos
humanos a actividades científicas y tecnológicas.
Consiguientemente, el artículo 12 de la misma ley
explicita que sin perjuicio de la autonomía que les
otorga el artículo 84 de la Constitución Política de la
República, las universidades estatales forman parte del
SNCyT únicamente para que participen en sus
deliberaciones, con el objeto de que, por medio de los
mecanismos legalmente pertinentes, se pueda lograr
la necesaria coordinación con ellas.
Lo anterior, ciertamente fortalece las
posibilidades del SNCyT, considerando que las
universidades públicas se constituyen en las
principales propulsoras de las investigaciones en el
campo científico-tecnológico a nivel de educación
superior nacional, sin evidenciarse distingos entre un
campo de acción u otro, o sea que, por medio de las
respectivas Vicerrectorías de Investigación, pueden
lograrse proyectos investigativos y publicaciones en
campos como: ingeniería de sistemas, mecánica, civil,
forestal, química; medicina, sociología, derecho,
administración y economía, etc. Entonces, podemos
afirmar que uno de los brazos operativos del SNCyT ya
está constituido y ha venido brindando aportes
tangibles a la sociedad costarricense.
5
Dicha holgura no es exclusiva del ambiente nacional, ya que,
una miopía disciplinaria es enunciada por Josep Pont Vidal,
docente de la Universidade Federal do Pará (Belén, Brasil),
en razón de una “falta de estudios empíricos, cuya debilidad
En cuanto a la Ley de Creación de la
Promotora Costarricense de Innovación e
Investigación 9971, considérese el término innovación,
disponiéndose que el mismo:
Se entiende como un producto o
proceso, o combinación de ambos,
nuevo o mejorado, que difiere
significativamente de los productos o
procesos previos del actor
responsable de la innovación y que
se hace disponible a potenciales
usuarios o ha sido puesto en uso por
el actor responsable de la
innovación. (Asamblea Legislativa,
2021)
A pesar de ello, no es clara ni la presencia ni
la incidencia de las ciencias administrativas en la
innovación dentro del propio aparato estatal5, a pesar
de lo plasmado en el artículo 1 de la Ley 6362 que
establece: “Se declara de interés público la formación
profesional y la capacitación del personal de la
Administración Pública en ciencias y técnicas
administrativas, como el medio más adecuado para
promover el mejoramiento integral de ésta.” (Asamblea
Legislativa, 1979). En esa misma línea, súmese la Ley
9529 del año 2018, que en su artículo 14 dispone que
se considerarán profesionales en ciencias económicas
las personadas graduadas en: Administración,
Economía, Estadística, Seguros y Actuariado.
Se denota la permanencia dentro del
andamiaje jurídico nacional de normas que reconocen
a lo administrativo como una ciencia en sí misma,
siendo la Administración Pública en términos generales
el objeto de su existencia y esfuerzos investigativos, tal
y como, análogamente, el cuerpo humano y todo lo
relacionado a este lo es para las Ciencias Médicas.
La falta de un encadenamiento claro y
enérgico entre las leyes arriba referenciadas, ocasiona
la ausencia de las innovaciones tecnológicas
administrativistas dentro del contexto de lo estatal, lo
cual se evidencia en los últimos Indicadores
Nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación, Costa
Rica 2017 (MICITT/SPIS, 2019). En ellos, en ciertos
momentos se señala que las Ciencias Sociales se
corresponden con las Ciencias Económicas y las
Ciencias de la Educación (p.79) aunque, para otros
efectos (p.173), estas últimas aparecen de forma
segregada de su aparente tronco común: las Ciencias
de observaciones es atribuida por algunos autores a la falta
de perspectivas de la disciplina académica de las Ciencias de
la administración”. (2016, p.8)
Sociales. Aquella misma omisión consta en el Plan de su esquema orientador, tal y como se muestra en la
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2022- Figura 2.
2027, al no incluir a las Ciencias Administrativas dentro
Figura 2. Esquema del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2022-2027

Fuente: MICITT (2021).

Una posible explicación al respecto la
proporciona Sánchez, quien en su Diccionario de la
ciencia (2019) refiere a la aparente predictibilidad
matemática sí dispuesta en otras ciencias, no así en
las sociales, aún y cuando estas últimas logren
proponer ideas y teorías científicas que no han sido
matematizadas. Y si bien el autor deja clara su
intención de no restar valor a ninguna disciplina en
particular, se percibe un dejo de depreciación y
selectividad científica en su obra, perceptible en otros
espacios gubernativos, académicos y bibliográficos, tal
y como en el programa Red de Talento Costarricense
en el Extranjero (TICOTOTAL) de la Academia
Nacional de Ciencias, que dice reunir a científicos e
ingenieros costarricenses que estudian o trabajan en el
exterior (ANC, 2022), aunque, al profundizar sobre
las áreas de las ciencias, ingenierías y tecnologías que
se aceptan en él, la persona interesada se topará con
la siguiente salvedad:
 Figura 3. Áreas de las ciencias, ingenierías y tecnologías aceptadas por la ANC-TICOTOTAL
Fuente: Adaptado de ANC (2022).
Sin embargo, la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), sobre la que aparentemente se basan los
criterios de selección de TICOTOTAL, no incurre en
exclusiones como las anteriores6, al punto de contar
con un Sector de Ciencias Sociales y Humanas
comandado por una Subdirección General; más aún,
dicho organismo dispone del Premio UNESCO/Juan
Bosch para la promoción de la investigación en
ciencias sociales en América Latina y el Caribe, el cual
es concedido bianualmente.
Ahora bien, la preocupación por las actitudes
científicamente excluyentes no es únicamente nuestra,
toda vez que en la obra de Gutiérrez (2021), a la sazón,
un profesional de las Ciencias de la Salud
(Microbiología), quien en varios momentos de su obra,
a pesar de referirse a las Ciencias Sociales –dentro de
las que común y erróneamente se inserta a las
Ciencias de la Administración–, rescata lo preocupante
de no otorgarle a aquellas el nivel que merecen, por
ejemplo, al no incorporarlas en los planes nacionales
6
Estas posturas no necesariamente se notan en varios de los
organismos apuntados por Lemarchand (2010), por ejemplo,
CONICET (Argentina), CONACYT (México), SENACYT
(Panamá) y la ANII (Uruguay). En idénticos términos habría
de desarrollo científico y tecnológico como un
componente esencial. Esta visión científicamente
holística del autor resulta todavía más clara cuando
acota que “la actividad científica es, por definición,
transformadora y cuestionadora de concepciones
existentes sobre la realidad natural y social.” (p. 104),
lo que se suma a lo apuntado por Díaz (2022) al argüir
que el mejoramiento de la democracia, la inclusión
social y cultural y, en general, del país (Costa Rica) es
consecuencia directa de la investigación en ciencias
sociales.
III CONCLUSIONES
Ciencia e innovación no resultan términos
desconocidos dentro del universo (teórico y práctico)
de la administración pública costarricense, debiendo
más bien estar en función de la gestión de su
funcionariado y en cualquiera de los aspectos que este
abarque; siempre con la firme intención de lograr un
perfeccionamiento de los servicios brindados interna y
externamente por parte de las instituciones que
que referirse a entidades de naturaleza regional como el
Instituto para la Educación Superior en América Latina y El
Caribe de la UNESCO o la European Federation of
Academies of Sciences and Humanities.
conforman el sistema político-administrativo autóctono. como campo científico en Costa Rica, lo cual, no ocurre
en otras latitudes, queda evidenciado en el Plan
Esta búsqueda continua de la innovación en
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2022-
lo público se ve propulsada por elementos
2027, dejándolo fuera de cualquier mecanismo de
internacionales como la Carta Iberoamericana de
medición, tal y como Indicadores Nacionales de
Innovación en la Gestión Pública, o nacionales como la
Ciencia, Tecnología e Innovación. Todo esto, a
Ley de Planificación Nacional 5525 y las Leyes 6362 y
contrapelo de lo que un organismo mundial del calibre
9529. No obstante, y aún y cuando se dispone de tales
de la UNESCO sí contempla para las Ciencias Sociales
elementos, el actual Sistema Nacional de Ciencia y
y Humanas.
Tecnología –con todo y su amplitud de instituciones
públicas, privadas, y académicas– no reconoce a las Por lo tanto –y para el caso costarricense,
Ciencias Administrativas como un trozo más del aunque bien puede extrapolarse a otras latitudes–,
cosmos científico a disposición del ser humano y, resulta impostergable desechar la suposición errada de
particularmente, del funcionariado responsable de que las instituciones pertenecientes a la Administración
establecer métodos y acciones científicas para todo Pública acceden, principal o exclusivamente, al
aquello que circunde sus funciones y produzca bienes ambiente tecnológico al incurrir en una transformación
o servicios para la población del país. digital7 producto de una aprehensión de las
herramientas computacionales –y que según Salvador
Igualmente, es notoria la ausencia del
(2021) y Trujillo y Álvarez (2021) conlleva cambios
MIDEPLAN como instancia responsable de propulsar a
culturales, organizativos y relacionales–, por cuanto
lo interno de la administración pública su cientificidad,
según se razonó en un apartado previo, el espectro de
sea a nivel de procesos o de servicios, con el fin de
la tecnología administrativista es más extenso y
mantener una continua actualización y modernización
comporta la inmaterialidad de los actos relacionados
del valor público que cada institución pública está
con normas, procesos o metodologías para la mejor
llamada a generar. Cientificidad esta que incluye un
provisión de los bienes o servicios gubernativos, según
corpus teórico-conceptual propio a nivel de las
principios de eficiencia, eficacia, economía, publicidad
Ciencias Administrativas, dando paso al macro-
y seguridad8, reiterando también lo indicado por Jara
concepto de innovación tecnológica administrativista,
(2021, p.24) en cuanto a la premisa de que la
al amparo incluso del bloque normativo vigente.
innovación pública genera valor público como cambio
La reticencia por considerar lo administrativo social.
REFERENCIAS
Academia Nacional de Ciencias. (2022). Conozca acerca de TICOTAL. Recuperado el 29 de junio de 2022 de
http://ticotal.cr/conozca-acerca-de-ticotal.html

Andion, C., Ronconi, L., Lima, R., Ribeiro, A. y Duarte L. (2017). Civil society and social innovation in the public
sphere: a pragmatic perspective. Brazilian Journal of Public Administration, 51 (3), 369-387. DOI:
http://dx.doi.org/10.1590/0034-7612143195
Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. (1974). Ley de Planificación Nacional 5525. Mimeografiado.
Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. (1978). Ley general de la Administración Pública 6227.
Recuperado el 25 de enero de 2022 de
http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_norma.aspx?param1=NRM&nValor1=1&nVa
lor2=13231&nValor3=127653&strTipM=FN
Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. (1979). Ley de capacitación del personal de la Administración
Pública 6362. Recuperado el 21 de junio de 2022 de
http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_norma.aspx?param1=NRM&nValor1=1&nVa
lor2=31243&nValor3=32957&strTipM=FN

7
El Índice de Transformación Digital de las Instituciones
Públicas arroja datos sobre el poco avance por parte del
conglomerado gubernativo al respecto, siendo que solo
el 1,3% alcanza los niveles de optimizando y avanzado, y
el 59,2% indican no tener una hoja de ruta digital en la que se
incorporen proyectos, objetivos o metas relacionados con la
transformación digital. (Contraloría General de la República,
2022)
8
Estos principios resultan consustanciales de los recursos
bajo administración del Estado, según el Reglamento a la Ley
de la Administración Financiera de la República y
Presupuestos Públicos, Decreto Ejecutivo 32988-H-P-PLAN
(2006).
Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. (1990). Ley de Promoción de la Ciencia y la Tecnología 7169.
Recuperado el 15 de junio de 2022 de
http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_norma.aspx?param1=NRM&nValor1=1&nVa
lor2=11908&nValor3=125828&strTipM=FN

Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. (2021). Ley de creación de la promotora costarricense de
innovación e investigación 9971. Recuperado el 15 de junio de 2022 de
http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_norma.aspx?param1=NRM&nValor1=1&nVa
lor2=94421&nValor3=128141&strTipM=FN
Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. (2018). Reforma integral Ley Orgánica del Colegio de
Profesionales en Ciencias Económicas 9529. Recuperado 13 de 22 de junio de 2022 de
http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_norma.aspx?param1=NRM&nValor1=1&nVa
lor2=86457&nValor3=112173&strTipM=FN
Ávalos, R. (2022). Innovación de la Gestión Pública: análisis y perspectiva. Revista Gestión y Estrategia, (8), 6-17.
https://doi.org/10.24275/uam/azc/dcsh/gye/1995N08/Avalos (Original work published 1 de diciembre de 1995
Bermúdez, J. C. (2009). Las tendencias de la gestión de la innovación en la función pública: El caso de Costa Rica.
Revista Centroamericana de Administración Pública, (56-57), 123-170.
Bolaños, R. (2009). Una propuesta técnico-conceptual para el diseño organizacional en la Administración Pública.
Revista de Ciencias Económicas, 27 (2), 185-212.
Bolaños, R. (2010). Un abordaje teórico, jurídico y conceptual para los términos reorganización y reestructuración
administrativa en Costa Rica. Revista Nacional de Administración, 1 (1), 147-156.
Bolaños, R. (2013). ¿Es factible hablar de reingeniería en la Administración Pública? Revista Nacional de
Administración, 4 (1), 147-156.
Bolaños, R. (2017). El sistema nacional de ciencia y tecnología. Rectoría y mecanismos de articulación conducentes
a la sociedad del conocimiento. Anuario del Centro de Investigación y Estudios Políticos, (8), 10-39.
Bolaños, R. (2021). Investigación y pedagogía desde y para una visión administrativa. Revista Colombiana de
Ciencias Administrativas, 3 (2), 7-26. https:// doi.org/10.52948/rcca.v3i2.431

Brandão, S.M. y Bruno-Faria, M. de F. (2013). Innovación en el sector público: análisis de la producción científica en
revistas nacionales e internacionales del área de la administración. Revista de Administração Pública, 47 (1),
227–248. https://bibliotecadigital.fgv.br/ojs/index.php/rap/article/view/7319
Canel, M.J. (2018). En busca de un marco para medir el valor intangible de la gestión pública. Análisis de casos
prácticos de evaluación del «valor público». Gestión y Análisis de Políticas Públicas, (19), 70-87. DOI:
https://doi.org/10.24965/gapp.v0i19.10446

Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo. (2020). Carta iberoamericana de innovación en la

gestión pública. https://clad.org/wp-content/uploads/2020/10/Carta-Iberoamericana-de-Innovacion-10-
2020.pdf
Chávez, N. (2021). Análisis de la cultura de innovación en Instituciones de Educación Superior. Ciencia
Administrativa, (2), 14-29. https://www.uv.mx/iiesca/files/2022/04/02CA2021-2.pdf
Contraloría General de la República. (2022). Informe N° DFOE-CAP-SGP-00002-2022 sobre los resultados del Índice
de Transformación Digital en el Sector Publico. Recuperado el 16 de junio de 2022 de
https://cgrfiles.cgr.go.cr/publico/docs_cgr/2022/SIGYD_D/SIGYD_D_2022011410.pdf
Díaz, D. (2022). Voz experta: ¿Qué aportan las investigaciones en Ciencias Sociales a Costa Rica? Recuperado el
24 de junio de 2022 de https://www.ucr.ac.cr/noticias/2022/06/09/voz-experta-que-aportan-las-
investigaciones-en-ciencias-sociales-a-costa-rica.html

Eslava, A. y Silva, S. (2021). Innovación publica como gobierno del cambio social. OPERA, (28), 97-110. DOI:
https://doi.org/10.18601/16578651.n28.05
Feyerabend, P.K. (1989). Límites de la ciencia. Explicación, reducción y empirismo. Barcelona, España:
 Paidós/Universidad Autónoma de Barcelona.
Font, M., Salvador, Y. y Suárez, M.A. (2021). El ecosistema InnovAP: más que un espacio de colaboración. Revista
Reflexiones, 100 (2). DOI: https://doi.org/10.15517/rr.v100i2.42357
Fox, C.J. y Miller, H.T. (1999). Normas de investigación en asuntos públicos. Gestión y Política Pública, 8 (1), 5-19,
http://www.gestionypoliticapublica.cide.edu/?page_id=310
Gallardo. A. (2020). Perspectivas filosóficas de la ciencia. San José, Costa Rica: EUNED.
Galván, J. (1983). Proceso administrativo. — 2. ed. —. San José, Costa Rica: EUNED.
Gómez, C.F. y Moreno, A. (2021). Organisational Innovation in Bureaucracies: An Impossible Mission? Dirección y
Organización, (74), 54-66. DOI: https://doi.org/10.37610/dyo.v0i74.602

Gutiérrez, J.M. (2021). Reflexiones desde la academia: universidad, ciencia y sociedad. San José, Costa Rica:
EUCR.
Herrera, A. (2015). Ciencia y política en América Latina. Buenos Aires, Argentina: Biblioteca Nacional.
Hobbs, T. (2010). Leviatán: o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil. — 2. ed. —. México:
Fondo de Cultura Económica.
Hoyos-Restrepo, L. J., Saldana-Corte, C. y Redondo-Soto, D. C. (2021). Metodologia de evaluacion de eficiencia no
parametrica para proyectos de innovacion publica. Caso de estudio: Centro de Innovacion Social de Narino
(CISNA). OPERA (28), 169-192. DOI: https://doi.org/10.18601/16578651.n28.08
Isaza, C. (2020). El discurso de la innovación en la Administración Pública y su adopción en Iberoamérica: un análisis
de los Congresos del CLAD. Reforma y Democracia, (77), 127-156.
Jara, I. (2019). Colaboración ciudadana para la innovación y creación de valor público. Caso Ecuador. Revista de
Administración Pública del GLAP, 3 (4), 22-32. https://lagpa.iias-iisa.org/publications.php

Lemarchand, G. (Editor). (2010). Sistemas nacionales de ciencia, tecnología e innovación en América Latina y el
Caribe. Montevideo, Uruguay: UNESCO.
Lewis, J.M., Ricard, L.M. & Klijn, E.H. (2017). How innovation drivers, networking and leadership shape public sector
innovation capacity. International Review of Administrative Sciences, 84 (2), 288-307. DOI:
10.1177/0020852317694085

Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones. (2021). Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación 2022-2027. San José, Costa Rica: MICITT.
Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones/Secretaria de Planificación Institucional y Sectorial. (2019).
Indicadores Nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación Costa Rica 2017. San José, Costa Rica:
SPIS/MICITT.
Ministerio de Hacienda, Ministerio de la Presidencia y Ministerio Planificación Nacional y Política Económica. (2006).
Reglamento a la Ley de la Administración Financiera de la República y Presupuestos Públicos, Decreto
Ejecutivo 32988-H-P-PLAN. Recuperado el 11 de abril del 2020 de
http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_norma.aspx?param1=NRM&nValor1=1&nVa
lor2=56874&nValor3=127570&strTipM=FN
Orozco, J. y Barboza, L.M. (2017). Diálogos de CTI: Hacia la generación de indicadores de ciencia, tecnología e
innovación en Costa Rica. En G. Dutrénit y J.M. Natera, Procesos de diálogo para la formulación de políticas
de CTI en América Latina y España, pp.161-193. Buenos Aires, Argentina: CLACSO.
https://www.jstor.org/stable/j.ctv253f57x.9
Pont, J. (2016). Modelos innovadores de administración y gestión pública: Hacia la emergencia de nuevos
paradigmas. Gestión y Análisis de Políticas Públicas, (16), 6-26. DOI:
http://dx.doi.org/10.24965/gapp.v0i16.10364
Portillo, M. (2021). Pedagogía. Formación del pensamiento pedagógico contemporáneo. San José, Costa Rica:
EUNED.
Ramió, C. (2021). Innovación pública en Iberoamérica: Presente y tendencias de futuro. Caracas, Venezuela: CLAD.
Salvador, M. (2021). Transformación digital y función pública: capacidades institucionales para afrontar nuevos
retos. Documentación Administrativa, (8), 25–42. DOI: https://doi.org/10.24965/da.i8.11030
Sánchez, J.J. (2001). La Administración Pública como ciencia. Su objeto y estudio. México: Plaza y Valdés.

Sánchez, J.M. (2019). Diccionario de la ciencia. México: Ediciones Culturales Paidós.

Tórres, R. (2016). Los nuevos paradigmas en la actual revolución científica y tecnológica. San José, Costa Rica:
EUNED.
Trujillo, F. y Álvarez, D. (2021). Transformación digital de la Administración Pública: ¿Qué competencias necesitan
los empleados públicos? Gestión y Análisis de Políticas Públicas, (27), 49-67. DOI:
https://doi.org/10.24965/gapp.i27.10923

Unceta, A. y Barandiarán, X. (2019). Social Innovation as an instrument for Public Innovation. Business and Society
Review, (61), 100-111. DOI: 10.3232/UBR.2019.V16.N1.04.
Vásquez, J. (2012). Marco conceptual y metodológico de la Prospectiva.
https://biblioguias.cepal.org/ProspectivayDesarrollo/Prospectiva