Está en la página 1de 11

2 Las revoluciones liberales y burguesas

Qué son

Una revolución es un cambio brusco en las estructuras políticas, económicas o sociales de un país o
región, en un tiempo muy corto y, generalmente, de tipo violento, en su inicio y en las resistencias
que generan esos cambios. Las revoluciones liberales son los cambios que se vivieron en Europa y
América a partir de finales del siglo XVIII, cambios encabezados por la burguesía, pasando del
absolutismo y la sociedad estamental, con una economía agraria, a la democracia, la sociedad de
clases y una economía industrializada.

Cuándo

El origen de estos cambios se va fraguando a mediados del siglo XVIII y no se asentarán


definitivamente hasta un siglo después. El primer cambio violento se producirá en América a partir
de 1776, continuará por Francia en 1789 y se extenderá a toda Europa y América Latina en la primera
mitad del siglo XIX, entre 1820 y 1848.

Dónde

Los cambios alcanzaron a dos continentes: en Norteamérica primero, bajo el poder de Reino Unido, y
por toda Europa después, para continuar por América Latina que entonces estaba bajo soberanía
española y portuguesa en su mayoría.

Por qué

Las causas de estos cambios son múltiples, pero en lo que se refiere a lo político hay un hecho clave:
la Guerra de los Siete Años (1756-1763) trajo consigo una serie de consecuencias políticas,
económicas y sociales que llevaron a la revolución en Norteamérica y Francia, por lo que nos
centraremos en estos dos países.

En lo político, la crisis de la monarquía absoluta de finales del siglo XVIII llegó por la consolidación
del parlamentarismo en el Reino Unido, las nuevas teorías de los filósofos ilustrados sobre el buen
gobierno, sobre todo de Rousseau y Montesquieu, con sus ideas democráticas y la separación de
poderes, unido a la incapacidad del Despotismo Ilustrado por hacer reformas más profundas.

En lo social, el grupo más dinámico, la burguesía, seguía en su ascenso y enriquecimiento que no se


correspondía con su poder real en el sistema estamental. La negativa de los estamentos dirigentes
(nobleza y alto clero) a que los grandes burgueses pudieran ocupar cargos públicos llevó a la
burguesía a romper con el sistema estamental y buscar otras soluciones más revolucionarias.

En lo económico, el desarrollo de la economía en el siglo XVIII (crecimiento de los intercambios


comerciales a nivel mundial) supuso el fin del mercantilismo y la aparición de nuevas teorías como la
fisiocracia de François Quesnay, quien pensaba que para que la agricultura fuera próspera y
produjera más tenía que ser de propiedad privada, o las teorías de Adam Smith, creador del
liberalismo económico, que rechazaba la intervención del Estado y del gobierno en la economía.

1
1. LA REVOLUCIÓN AMERICANA

1.1. La independencia de las trece colonias.

A mediados del siglo XVIII, la costa este de Norteamérica


se encontraba bajo el dominio del Reino Unido, que lo
dividió en 13 colonias desde el río San Lorenzo hasta la
península de Florida. Tras la Guerra de los Siete Años
(1756-1763), en la que participaron los colonos
americanos, los dominios británicos se ampliaron hacia
el norte, hacia el Canadá.

Pero la guerra fue muy costosa para el Reino Unido y


necesitaba tener más ingresos para pagar la deuda. El
Parlamento británico decidió aumentar la presión fiscal
de las colonias para que contribuyeran más a la hacienda
del Reino Unido, bien aumentando los impuestos, bien
creando otros, como la tasa por la importación del té, lo
que llevó a actos de insurrección en algunas colonias
(motín del té de Boston), sofocadas por el ejército inglés.

Los colonos americanos, influidos por las ideas ilustradas


de libertad y de participación en los asuntos públicos,
solicitaron tener representación en el Parlamento de
Londres, pero les fue denegado. Ante la negativa de la
Corona británica a tener representantes de las colonias, representantes de las 13 colonias se
reunieron en Filadelfia y firmaron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de
América en 1776, iniciándose una guerra larga, en la que intervinieron también Francia y España, y
que terminó en 1783 con el reconocimiento de la independencia de las 13 colonias. George
Washington, general del ejército americano fue nombrado su primer presidente.

1.2. El nacimiento de los Estados Unidos de América.

Entre 1787 y 1789 se redactó y


aprobó la Constitución de los Estados
Unidos, una República Federal que
reconoce autonomía a cada uno de
los Estados (gobierno autónomo,
constitución propia, asambleas y
legislación en algunas materias), pero
subordinados a la autoridad de un
gobierno federal, cuya sede se
estableció en Washington. Los
poderes del Estado se dividieron en
tres instituciones independientes:

 El ejecutivo está encabezado


por el Presidente, elegido cada cuatro
años por sufragio universal indirecto.
2
Es jefe del Estado, comandante en jefe de las fuerzas armadas y jefe del gobierno, por lo que también
tiene capacidad legislativa. Para esta tarea, elige a colaboradores (Secretarios) y está sometido al
control del legislativo.
 El legislativo: las leyes son elaboradas por dos Cámaras (sistema bicameral):
El Congreso o Cámara de representantes es elegida por sufragio universal directo en proporción a la
población de cada uno de los Estados; el Senado fue creado por la presión de los Estados con menos
población (los del sur), que podrían quedar en minoría en el Congreso, imponiéndose siempre las
leyes elaboradas por los Estados del norte, de ahí que se creara una Cámara de representación
territorial (Senado) formada por dos senadores por cada Estado.
 El poder judicial también es independiente. Los jueces son elegidos y están subordinados al
Tribunal Supremo (especie de ministerio de justicia) en Washington, que es el que interpreta las
leyes y si su aplicación y cumplimento es correcta o no.

2. LA REVOLUCIÓN FRANCESA

2.1. Orígenes y causas.

El movimiento revolucionario que sacudió Francia a partir de 1789 tuvo multiplicidad de causas, pero
se pueden sintetizar en tres principales, que se agravaron durante el reinado de Luís XVI:

A. La mala situación económica, que empeoró tras la Guerra de los Siete Años (1757-1763) y la
Guerra de independencia americana (1776-1783), que llevaron a la ruina de la Hacienda Real. Para
evitar la bancarrota, Luis XVI nombró como ministros de Hacienda a Necker y Turgot (1781), que
intentaron llevar a cabo una serie de reformas entre las que destacan dos:
 Reducir los gastos de la Corte, que fueron publicados a partir de 1788.
 Que las clases privilegiadas pagaran impuestos directos.

La oposición a esta reforma fue tal que Necker dimitió y se recurrió a aumentar los impuestos de
siempre a las clases no privilegiadas.
Las reacciones expresaban el malestar con el mal gobierno de Luis XVI:
 La nobleza y el clero estaban inquietos ante la posibilidad de tener que pagar impuestos.
 La burguesía, la clase social en auge que detentaba el poder económico (eran los más ricos)
quería acceder al poder político para administrar ellos el país al ser los que más contribuían
con sus impuestos.
 El pueblo en general estaba agobiado por los impuestos, los diezmos a la Iglesia, etc.; los
campesinos además tenían que pagar las rentas feudales con las que mantenían el tren de
vida de la aristocracia. Además, el precio del pan no dejó de subir desde 1787, con la
amenaza de una futura hambruna.

B. Las ideas de los Ilustrados, difundidas por La Enciclopedia de Diderot, habían calado en la
burguesía, y pretendía ponerlas en práctica una vez pudieran acceder al poder para acabar con el
Absolutismo y el régimen de privilegios. Estas ideas son:
 El anticlericalismo y el fin de los privilegios (Voltaire).
 La división de los tres poderes del Estado (Montesquieu).
 El Contrato Social (Rousseau) y la idea de derribar un gobierno cuando éste no lo hiciera
bien, es decir, la adopción de la democracia como sistema político.

3
C. La incapacidad del Absolutismo como régimen político y de Luis XVI para mejorar la situación hizo
que se convocaran los Estados Generales, una especie de Cortes generales del Reino que
representaban a los tres estamentos sociales. En palabras de Blois, “hacía falta un gran rey, pero
Francia sólo tenía a Luís XVI”.

2.2. La revolución Constituyente (1789-1792).

Los Estados Generales, compuestos por representantes elegidos de los tres estamentos de todas las
provincias de Francia, se reunieron en mayo de 1789 y presentaron al rey los Cuadernos de quejas,
donde se recogían las aspiraciones del Tercer Estamento: el no privilegiado:
 Igualdad civil de los estamentos, lo que significa el fin de los privilegios en el acceso a los
cargos de la administración, que todos paguen impuestos e igualdad ante la ley.
 Supresión del régimen feudal, de sus impuestos y rentas, como las corveas o prestaciones
personales.
 Que los Estados Generales tuvieran el poder legislativo y se pudieran reunir periódicamente.

Art. 1. Declaramos tener el honor de exponer a Su Majestad que los pueblos bretones, tanto de las
ciudades como del campo, son tratados y llevados como esclavos por los nobles y miembros del alto clero.
Fuerzan al Tercer Estado a moler y cocer en sus molinos y hornos banales, para ser robados por empleados
infames que desperdician nuestro grano y nos roban impunemente.
Art. 13. Que en adelante se elegirá a los doce representantes de la comunidad de Pont- L´Abbée de la
siguiente manera: cuatro de entre los burgueses, cuatro de entre los más notables artesanos y cuatro de
entre los más nobles labradores (...)
Cuaderno de quejas de los labradores de Pont-L´Abbé. mayo 1789

El Rey se negó, porque si perdía el poder legislativo ya no sería un rey absoluto por derecho divino y
mandó llamar al ejército para disolver los Estados Generales. Los Estados Generales, con Sieyés a la
cabeza, decidieron seguir reuniéndose, a pesar de la prohibición real, y se declaró Asamblea
Nacional, depositaria de la soberanía nacional, del poder político en definitiva, que el pueblo le había
otorgado con su elección. Había comenzado la revolución burguesa. La amenaza de la intervención
militar hizo que el pueblo parisino decidiera armarse para defender a la asamblea y asaltó la Bastilla,
prisión real y depósito de armas, el 14 de julio de 1789.

4
Con las calles controladas por ciudadanos armados, convertidos en la Guardia Nacional, el Rey cedió
el poder legislativo, que quedó en manos de la Asamblea Nacional, que se dispuso a legislar y a
redactar una Constitución.

La Constitución, que fue aprobada en 1791, convertía a Francia en una monarquía parlamentaria al
estilo inglés:
 El Rey conservaba el poder ejecutivo y el derecho de veto de las leyes aprobadas por la
Asamblea.
 El legislativo quedaba en manos de la Asamblea Legislativa, que representaba a la nación
(los ciudadanos con derecho a voto). Se estableció el sufragio censitario, es decir, sólo
podían votar aquellos que tuvieran un determinado nivel de renta, lo cual excluía a las clases
menos pudientes (sólo podía votar un 20% de la población adulta, excluyendo también a las
mujeres).
 También se votaron otros decretos, como la abolición del régimen feudal y de los privilegios
de la nobleza y la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano (1789).
2.3. La Convención republicana (1792-1794).

Durante el año de 1792 las cosas se complicaron:


 Las monarquías absolutistas, encabezadas por España, Austria y Prusia, declararon la guerra
a Francia.
 Luís XVI, contrario a la Revolución, esperaba una vuelta al absolutismo y vetó continuamente
las leyes aprobadas en la Asamblea.
 La carestía de pan y los problemas económicos se agravaron con la guerra.

El detonante de la situación fue el intento


de huida del rey en agosto de 1792.
Descubierto y apresado, fue acusado de
alta traición y ejecutado en enero de 1793.
Las masas populares (los sans-cullotes) se
armaron dirigidos por los girondinos y los
jacobinos, que disolvieron la Asamblea y la
sustituyeron por una Convención elegida
por sufragio universal como institución de
gobierno y proclamaron la República.

La Convención tenía el poder legislativo,


pero también el ejecutivo, al salir de ésta
los ministros y los diferentes comités ejecutivos de gobierno. El más importante, el Comité de
Salvación Pública, era el encargado de perseguir a los contrarrevolucionarios.

La ejecución del Rey, la dirección de la guerra y los problemas internos (carestía, asaltos a las tiendas,
tumultos en ciudades y el campo) provocaron una fuerte oposición a los jacobinos, los cuales,
dirigidos por Robespierre y Danton, movilizaron a los sans-cullotes y establecieron un régimen de
terror, donde cualquiera podía ser ejecutado en la guillotina por la “Ley de sospechosos”
antirrevolucionarios. Robespierre quedó como único gobernante e inició una dictadura
revolucionaria bajo la sombra de la guillotina.

5
La oposición del ejército y la burguesía creció por los excesos de la Convención Republicana. El 9
Termidor del calendario revolucionario (27 de julio de 1794) se produjo un golpe de estado y se
ejecutó a los dirigentes jacobinos.

2.4. El Directorio (1795-1799).

En el poder se establecieron ahora miembros de la alta burguesía, los cuales iniciaron una purga de
jacobinos (el Terror blanco). Aprobaron la Constitución de 1795, de corte más moderado: el poder
legislativo pasó a tener dos cámaras: la de los Ancianos, que proponía las leyes, y el Consejo de los
500 que las aprobaba, elegidas por sufragio censitario. Estas dos cámaras elegían el poder ejecutivo,
llamado Directorio, confiado a 5 miembros, en el que empezaron a entrar militares.

La crisis económica fue en parte mitigada por el botín e impuestos que se enviaban desde los
territorios conquistados: Italia, los Países Bajos, los principados del Rin, donde se crearon repúblicas
hermanas similares a la francesa y que pagaban tributos en su reconocimiento.

Las conquistas hicieron que el ejército interviniese en política cambiando los resultados electorales y
sofocando sublevaciones jacobinas y monárquicas. Una vez que los militares consideraron agotado el
sistema del Directorio dieron un golpe de Estado el 18 brumario de 1799 y el poder pasó a manos de
un Consulado de tres miembros: Sieyès, Ducos y Napoleón Bonaparte.

Estados Asamblea Asamblea Convención


Directorio Consulado
Generales Constituyente Nacional republicana
1789 1789-1791 1791-1792 1793-1795 1795-1799 1799-1804
Según normas Constitución Constitución Constituciones
del Antiguo Régimen moderada radical conservadoras
Período monárquico Período republicano

3. LA EUROPA DE NAPOLEÓN

3.1. El Consulado.

El general Napoleón Bonaparte consiguió entrar en el


Consulado gracias a su enorme prestigio entre el pueblo
por sus campañas militares en Italia y Egipto, entrando así
un militar en la dirección de la República. El Consulado,
además de tener el poder ejecutivo tenía capacidad
legislativa, es decir, podía elaborar y aprobar leyes sin
necesidad del poder legislativo, un poder legislativo que
era elegido por sufragio universal, pero cuyos candidatos
eran seleccionados por los cónsules.

En el poder, Napoleón pudo realizar sus campañas


militares contra la Gran Coalición (Austria, Prusia, Rusia,
Gran Bretaña…) cuyas victorias motivaron por el pueblo su
elección como Cónsul único vitalicio en 1802. Los acuerdos
de paz con Gran Bretaña, los éxitos militares, la bonanza económica de esos años achacada a la
gestión del general, hizo que la Asamblea, en reconocimiento a su labor, modificará de nuevo la
6
Constitución en 1804 por la cual la República de Francia era confiada a un Emperador, Napoleón, que
fue elegido por amplia mayoría tras un referéndum.

3.2. El Imperio napoleónico.

En cuanto a la política interior, destacan sus reformas administrativas como la creación del
Ministerio del Interior, sobre todo de una policía secreta para evitar conflictos y sublevaciones en el
interior de Francia.

Se produjo una centralización administrativa y la división de Francia en departamentos de igual


tamaño, gobernados por un Prefecto, elegido por el Emperador y que era su representante en ese
departamento y responsable ante los ministros de París.

También es de destacar la redacción del Código Civil Napoleónico (1804), que recopiló toda la
tradición legal francesa desde 1789 para acabar definitivamente con el Antiguo Régimen. Al estar las
leyes recogidas por escrito, se evitaban así abusos y diferentes interpretaciones en los delitos.

La política exterior estuvo plagada de guerras contra las potencias absolutistas que pretendían
derrocar la revolución francesa. En el continente, victorias como la de Austerlitz (1805) le hicieron
dueño de Europa, reorganizando Napoleón el mapa del continente.
 Territorios administrados directamente por Francia, es decir, pertenecientes al Imperio, que
alcanza la frontera del Rin (Bélgica y Holanda), Piamonte y la Toscana en Italia, Cataluña y la
costa dálmata.
 Estados o reinos vasallos gobernados por familiares o generales de Napoleón: el Reino de
Holanda por Luis Napoleón (1806), España, por José Napoleón (1808), el Reino de Italia, de
Nápoles por Murat (1805), de Suecia por Bernardotte, etc. También creó la Confederación
del Rin y el Ducado de Varsovia, que pretendían actuar como estados tapón contra Austria,
Prusia o Rusia, y unir pueblos con culturas y lenguas comunes.

7
La guerra contra Gran Bretaña fue más por motivaciones económicas y por el enfrentamiento
colonial que mantenían ambos países durante todo el siglo XVIII. Esta lucha tuvo lugar en el mar,
donde Gran Bretaña se mostró más eficaz: con su victoria en Trafalgar (1805) contra las flotas
francesa y española evitó la invasión de Inglaterra, a lo que Napoleón respondió con el bloqueo del
continente para ahogar económicamente a su enemigo, algo infructuoso por la carencia de barcos
de guerra y la existencia de países aliados de Gran Bretaña, como Portugal.

Su intento de invasión de Portugal abrió nuevos frentes en España (1808) y dispersó sus ejércitos. La
desastrosa campaña en Rusia (1812) cambió el rumbo de la guerra y le obligó a pedir la paz, siendo
exiliado en la isla de Elba. Sin embargo, en 1815 regresó, iniciando el Imperio de los 100 días hasta su
definitiva derrota en Waterloo por los ejércitos británico (Wellington) y prusiano (Von Blücher), tras
la cual fue apresado y enviado a la isla de Santa Elena en el Atlántico, donde murió.

4. LA RESTAURACIÓN ABSOLUTISTA

Entre 1814 y 1815, los países


que vencieron a Napoleón
encabezados por Reino Unido,
Austria, Prusia y Rusia, se
reunieron en el Congreso de
Viena, en el que también
participó Francia. Encabezados
por el primer ministro
austriaco, Metternich, se
propusieron volver a la
situación anterior a la
Revolución Francesa de 1789.

- En primer lugar, se restauró el absolutismo y a los monarcas depuestos por Napoleón, los cuales
consideraban tener el poder legitimado por Dios para eliminar la democracia y gobernar sin límites.
- Se reconstruyó el mapa de Europa: Francia volvió a las fronteras de 1791 y las potencias
vencedoras se repartieron territorios en función de sus intereses, sin tener en cuenta a las
poblaciones de esos lugares. Prusia consiguió más territorios al oeste del Rin, Austria se anexionó
gran parte del norte de Italia (Véneto y Lombardía), Rusia consiguió Finlandia y gran parte de Polonia,
Holanda se anexionó Bélgica, formando el Reino de los Países Bajos, etc.
- Se firmó también la creación de la llamada Santa Alianza, una alianza militar entre Prusia, Rusia,
Austria y Francia para sofocar rápidamente cualquier intento revolucionario.

En el nombre de la Santísima e Indivisible Trinidad [...], sus Majestades han convenido en los artículos
siguientes:
Art. I. En conformidad con las palabras de las Santas Escrituras (…), los tres monarcas contratantes
permanecerán unidos por los lazos de una verdadera e indisoluble fraternidad, y considerándose como
compatriotas se prestarán en todo lugar y ocasión, asistencia, ayuda y socorro; (…) para proteger la religión, la
paz y la justicia.
Art. II. (…) la nación cristiana de que ellos y sus pueblos forman parte no tiene realmente otro Soberano que
Aquél a quien sólo pertenece en propiedad el poder, porque sólo en Él se hallan todos los tesoros del amor, de
la ciencia y de la sabiduría infinita, es decir: Dios, nuestro Divino Salvador Jesucristo, el Verbo del Altísimo,
palabra de Vida.

8
Art. III. Todas las potencias que quisieren solemnemente confesar los principios sagrados que han dictado el
presente acto, y que reconocieren cuán importante es a la dicha de las naciones, demasiado largo tiempo
agitadas, que estas verdades ejerzan en adelante sobre los destinos humanos toda la influencia que les es
propia, serán recibidas con tanto anhelo como afecto en esta Santa Alianza.
Hecho por triplicado y firmado en París el año de gracia de 1815 el 26/14 de septiembre.
FRANCISCO-ALEJANDRO-FEDERICO GUILLERMO.

5. LAS REVOLUCIONES LIBERALES

Son una serie de oleadas revolucionarias que se sucedieron por toda Europa occidental entre 1820 y
1848, con el fin de establecer sistemas liberales en las monarquías europeas.

Las principales causas de estos movimientos hay que buscarlas en las ideas de la Revolución Francesa
sobre la soberanía nacional y la igualdad civil, que fueron extendidas por los ejércitos napoleónicos
por toda Europa; de hecho, muchos de los países ocupados adoptaron sistemas liberales similares al
francés, con Constituciones, como España. Por otro lado, fracasó el intento de la Santa Alianza de
volver a restaurar las monarquías absolutas en toda Europa como si nada hubiese ocurrido desde
1789: los ciudadanos con libertades volvieron a ser súbditos de un rey absoluto y las nuevas
naciones, pueblos con lazos culturales comunes, volvieron a ser gobernados por monarcas
extranjeros.

Muchas personas pertenecientes a la burguesía se agruparon en sociedades secretas que planeaban


golpes de Estado y revoluciones para volver a implantar regímenes parlamentarios en sus países,
como los carbonarios en Nápoles y España.

5.1. La revolución de 1820.

Fue en España donde se inició el primer movimiento revolucionario en 1820 tras el levantamiento
militar del coronel Riego que obligó a Fernando VII a jurar la Constitución liberal de 1812.
Inmediatamente se extendió por el sur de Italia y Grecia. En este país, la revolución liberal se mezcló
9
con una guerra de independencia nacional contra el Imperio Turco que acabó en 1829 con su
independencia. La reacción de la Santa Alianza fue inmediata, enviando ejércitos a sofocar las
sublevaciones de España en 1823 y de Italia.

5.2. La revolución de 1830.

Se inició en Francia, donde la política del rey Carlos X era cada vez más autoritaria, prohibiendo
incluso la libertad de expresión y persiguiendo a la oposición liberal. En julio, la ciudad de París se
sublevó contra el Rey, que fue expulsado, y proclamó como nuevo rey a Luis Felipe de Orleans (1830-
1848), que aprobó una Constitución liberal muy restringida, de tipo doctrinario. La revolución se
extendió por Bélgica, también de tipo nacional, que se independizó de Holanda, y por Alemania e
Italia, donde en algunos principados se aprobaron constituciones liberales, como en Sajonia
(Alemania) o Piamonte (Italia).

5.3. La revolución de 1848.

Es la revolución más compleja y extendida de las tres. En ella, se mezclan reivindicaciones políticas
por parte de los liberales más democráticos, y sociales por parte de una emergente clase trabajadora
que empieza a organizarse para pedir mejoras en su forma de vida.

Comenzó en Francia, donde Luis Felipe de Orleans fue depuesto por un levantamiento de
trabajadores de París que proclamó la Segunda República y pidió reformas más radicales para
democratizar la política en Francia. Ante el radicalismo y la tensión por las nuevas reformas, la alta
burguesía apoyó la candidatura a la presidencia de la República de Luis Napoleón, de tendencia más
doctrinaria y autoritaria, que en 1851 dio un auto golpe y se convirtió en Emperador con el nombre
de Napoleón III, origen del II Imperio francés.
En otros países, la revolución también tuvo un carácter nacionalista. En Italia, el liberal Reino de
Piamonte intentó librar al norte de Italia del control por parte de Austria, lo que le llevó a una guerra

10
que perdió. El Imperio Austríaco impuso a gobernantes absolutos y bajo su control a los pequeños
estados italianos.
En Alemania fueron los trabajadores y estudiantes de todos los principados y estados los que
pidieron la unión de todos los alemanes bajo una constitución conjunta, dentro de un Estado liberal.
Se convocó un Parlamento en Frankfurt y se elaboró un proyecto de Constitución que ni el Rey de
Prusia ni el Emperador de Austria aceptaron.

Consecuencias

Para 1848 se extendieron por gran parte de Europa los sistemas liberales, pero en su versión más
restringida, el liberalismo doctrinario. Tanto los monarcas europeos como la alta burguesía
recelaban de que el pueblo pudiera tener poder político, por lo que en la revolución de 1848
decidieron enfrentarse a los revolucionarios.

Liberalismo doctrinario Liberalismo democrático

Sufragio censitario en base a la riqueza. Sufragio universal masculino.

Limitación en las libertades (reunión, expresión). Libertades fundamentales toleradas.

Preponderancia del ejecutivo, preferentemente Preponderancia del legislativo, bajo un régimen


en manos de la monarquía. republicano.
Sistema bicameral con Cámara alta por Sistema bicameral con elección en ambas
nombramiento vitalicio. Cámaras por sufragio.
Clases sociales altas (burguesía industrial y Clases sociales: burguesía media-baja,
financiera). profesionales liberales y trabajadores.
Defensa del igualitarismo social (reducir las
Defensa del orden y la paz para los negocios.
diferencias).

Por otra parte, aparece un nuevo movimiento en los estados alemanes e italianos, el del
nacionalismo, que intentó en 1848 sin éxito unir a todos los habitantes con una misma lengua en un
solo estado, cosa que fracasó en este momento, pero dejó las bases para futuras unificaciones.

11

También podría gustarte