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Salud mental: una propuesta para

conocer los derechos

Erradicar prejuicios es uno de los objetivos de las Kermés en Salud


Mental que se hicieron durante octubre y en estos primeros días de
noviembre, en diferentes espacios públicos de Paraná. La iniciativa
apunta también a difundir los alcances de la ley nacional y, de algún
modo, a seguir reclamando por lo que aún resta implementar.

Mónica Borgogno / mborgogno@eldiario.com.ar

Un equipo integrado por profesionales de la Facultad de Trabajo Social (UNER) y del


Hospital Escuela de Salud Mental de Paraná, puso a andar un singular proyecto con el fin
de visibilizar el contenido de la Ley Nacional nº 26.657 de Salud Mental, tanto en lo que
respecta a los derechos que habilita como los aspectos que es necesario reforzar.

La iniciativa se denomina Kermés de la Salud Mental y consiste en llevar propuestas lúdicas


y de recreación, a diferentes espacios públicos de la capital provincial, para que cada uno
pueda “pescar derechos” vinculados a la salud, la educación, y el juego; probar el “ta-te-ti de
las emociones” o intentar voltear tarritos con leyendas que invitan a “derribar mitos”
asociados a la locura y la salud mental.

La postal de una niña junto a un adulto jugando al ta-te-ti con fichas con caras tristes,
enojadas o contentas, tal vez sintetiza la propuesta y da una primera idea del tipo de
encuentro que imaginaron sus organizadores.

EL DIARIO entrevistó a la licenciada en Trabajo Social y Magister en Salud Mental, Delfina


Recalde, principal responsable del proyecto en cuestión. “Esta Acción de Extensión surgió
del trabajo conjunto entre la cátedra Salud Mental. Campo y Supuestos, de la Licenciatura
en Trabajo Social y el equipo de Extensión Comunitaria y Epidemiología del Hospital
Escuela de Salud Mental de Paraná”, dijo, antes de añadir que “el principal fin es difundir la
Ley Nacional de Salud Mental n° 26.657 a partir del desarrollo de experiencias lúdicas en
diferentes espacios públicos. Esto es, favorecer la promoción de la salud y la salud mental
comunitaria”.

En efecto, durante octubre se organizaron instancias con juegos típicos de una kermés, con
consignas muy particulares. Ya estuvieron en el barrio Anacleto Medina, en la Escuela Raúl
Záccaro y en el Comedor del barrio Los Berros. En la semana entrante ocurrirá lo propio en
la Escuela Estrada.

Antes de arribar a cada uno de esos lugares con las propuestas lúdicas, se realizaron
jornadas de sensibilización sobre la temática, en las que se brindó información acerca del
contenido de la ley vigente, para promover la participación de vecinos y la comunidad en
general.

En diálogo

“La actual ley nacional prevé el fin de los hospitales monovalentes, también llamados
hospitales psiquiátricos o manicomios; mientras tanto los existentes tienen que adaptarse a
lo establecido hasta lograr su sustitución definitiva”, recordó Recalde, para enseguida
agregar que la norma supone un cambio de paradigma en la atención de la salud. En ese
sentido dijo que lo que se pretende es “centrarse en un modelo de cuidado de la salud
mental en la comunidad, que se respeten los vínculos sociales, la inclusión, y se tengan en
cuenta las particularidades de los territorios”.

No obstante, la entrevistada remarcó que queda mucho por hacer. “Hay que seguir
trabajando para que todo eso se garantice, para que haya servicios de salud mental en los
hospitales generales, en los centros de atención primaria, y se generen dispositivos
alternativos. Falta un presupuesto mayor para contar con más recursos que permitan
implementar estas acciones”.

Más adelante, ante una consulta puntual, Recalde se refirió a los desafíos y labores
pendientes. “Nos falta trabajar para conmover algunos imaginarios sociales respecto de la
locura, el encierro, la peligrosidad y entender que el conflicto, el padecimiento, es parte de
la vida y nos atañe a todas las personas. En eso todavía tenemos que dar una batalla, para
transformar el modelo de salud mental. Aún existen en la provincia hospitales monovalentes
y si bien hay equipos de profesionales que atienden en hospitales generales, siguen siendo
insuficientes, porque se necesitan más recursos”, insistió.

En el modo de enunciar la realidad de la salud mental, hizo ver lo minucioso de la tarea que
encaran con estas propuestas -y otras tantas, con el mismo objeto-, la mirada
esperanzadora respecto de los cambios sociales posibles y también, la visión a largo plazo
para mover y conmover a la sociedad toda.

En la semana se desarrollaron estas jornadas de juegos en la Escuela secundaria Záccaro.

Encuentro

Como toda kermés, es de libre alcance, aunque desde la organización, adaptan los juegos y
consignas según el público que se acerca a cada uno de los lugares. “Básicamente,
trabajamos contenidos alusivos a través de diversos ejes como el concepto de salud mental
que está expresado en el artículo 3° de la ley y que dice que se trata de un proceso
determinado por lo económico, lo social, e histórico, y del pleno goce de los derechos
humanos. Es decir, es una concepción integral de la salud”, definió.

El acento puesto en la perspectiva de derechos, es otro de los pilares. Según resaltó


Recalde, “la salud mental tiene que ver con las condiciones de vida, la posibilidad de acceso
a derechos y, por otra parte, con el hecho de que todos padecemos, es decir, no son otras
las personas con problemas de salud mental, sino que todos tenemos conflictos, porque la
salud mental es inherente a todos”.

Derribar algunos mitos es otro de los objetivos que persiguen. Por caso, una pirámide de
tarritos con diferentes leyendas, invita a “voltear prejuicios, esos que asocian la locura con
la peligrosidad, el encierro o la medicación”, apuntó la coordinadora.

En suma, la propuesta es “apostar al intercambio, a la recreación, y al diálogo que, en sí


mismo, constituye una práctica de salud mental y su promoción”, redondeó.
Por más derechos

A Recalde también se le preguntó sobre las últimas embestidas y cuestionamientos a la


legislación. “Creemos que esta propuesta de la kermés aporta en dar a conocer la ley que
está enmarcada en estándares internacionales de salud mental y además viene a dar
garantías en el cuidado y la atención en salud mental. No se trata de modificar o restar
algún aspecto de la ley, sino de luchar por una implementación total”.

Una mirada integral

“Apuntamos a que todas las personas podamos ver cómo la salud mental se vincula con las
condiciones de vida y la posibilidad de acceso a derechos”, dijo Recalde, antes de indicar
que “todos, sin excepción, tenemos padecimientos y conflictos”. La entrevistada subrayó
que “buscamos derribar algunos mitos que ligan a la locura con la peligrosidad, con el
encierro y la medicación”.

Vale consignar que este tipo de intervenciones lúdicas, en territorio, se constituyen en un


contexto de postpandemia, luego de un encierro forzado, en el que la vida se transformó en
relación a las “rutinas, temporalidades, espacios y relaciones”.

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