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LOS SACRAMENTOS DE CURACION NOS LLEVAN A DIOS

Realiza la lectura de las siguientes citas bíblicas:

🟊 Levítico 5, 20-26
🟊 Evangelio de San Mateo 18, 15-18
🟊 Santiago 5, 13-16

Dios hubiese podido escoger muchas otras maneras para


perdonarnos, pero escogió dejarnos el sacramento de la
reconciliación.
Este ministerio dado en las propias obras de Jesús aquí en la
tierra es mostrado de forma muy clara en la Biblia, como lo
acabamos de leer.

EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA Y DE LA RECONCILIACIÓN

A este sacramento se le denomina de muchas maneras:


1. CONVERSIÓN: porque realiza sacramentalmente la llamada de Jesús a la conversión, la
vuelta al Padre del hombre que se había alejado por el pecado.
2. PENITENCIA: porque consagra un proceso personal y eclesial de conversión, de arrepentimiento
y de reparación por parte del cristiano pecador.
3. CONFESIÓN: porque la declaración o manifestación, la confesión de los pecados ante el
sacerdote, es un elemento esencial de este sacramento.
4. PERDÓN: porque, por la absolución sacramental del sacerdote, Dios concede al penitente "el
perdón y la paz".
5. RECONCILIACIÓN porque otorga al pecador el amor de Dios que reconcilia.

Este sacramento está constituido por el conjunto de tres actos realizados por el penitente, y por la
absolución del sacerdote. Los actos del penitente son: el arrepentimiento, la confesión o manifestación
de los pecados al sacerdote y el propósito de realizar la reparación y las obras de penitencia.

Los efectos espirituales que tiene el sacramento de la Penitencia son:

 La reconciliación con Dios por la que el penitente recupera la gracia;


 La reconciliación con la Iglesia;
 La remisión de la pena eterna contraída por los pecados mortales;
 La remisión, al menos en parte, de las penas temporales, consecuencia del pecado;
 La paz y la serenidad de la conciencia, y el consuelo espiritual;
 El acrecentamiento de las fuerzas espirituales para el combate cristiano.
Sólo los sacerdotes que han recibido de la autoridad de la Iglesia la facultad de absolver pueden
ordinariamente perdonar los pecados en nombre de Cristo. La fórmula de absolución expresa el
elemento esencial de este sacramento:
«Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección
de su Hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el
ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».
🟊 Para hacer una buena confesión es necesario seguir los siguientes pasos:

LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

El sacramento de la Unción de los enfermos tiene por fin conferir una gracia especial al cristiano que
experimenta las dificultades inherentes al estado de enfermedad grave o de vejez. Cada vez que un
cristiano cae gravemente enfermo puede recibir la Santa Unción, y también cuando, después de haberla
recibido, la enfermedad se agrava.

Lo esencial de la celebración de este sacramento consiste en la unción en la frente y las manos


del enfermo, unción acompañada de la oración litúrgica del sacerdote celebrante que pide la gracia
especial de este sacramento.

Los efectos espirituales que tiene el sacramento de la Unción de los enfermos son:

 La unión del enfermo a la Pasión de Cristo, para su bien y el de toda la Iglesia;


 El consuelo, la paz y el ánimo para soportar cristianamente los sufrimientos de la enfermedad o
de la vejez;
 El perdón de los pecados si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la
penitencia;
 El restablecimiento de la salud corporal, si conviene a la salud espiritual;
 La preparación para el paso a la vida eterna.

Sólo los sacerdotes, es decir presbíteros y obispos, pueden administrar el


sacramento de la Unción de los enfermos, y para conferirlo emplean el óleo
bendecido por el obispo, o, en caso necesario, por el mismo presbítero que
celebra.
Las palabras que pronuncia el ministro en esta unción son: “Por esta Santa
Unción, y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la
gracia del Espíritu Santo, para que, libre de tus pecados, te conceda
la salvación y te conforte en tu enfermedad”.

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