Está en la página 1de 13

Historia del Arte Americano I

5. Fiestas y cofradías

AMÉRICA
Fiestas y cofradías

(A) Tipos de fiestas:

- Monárquicas
- Religiosas
- Todo el calendario litúrgico → acontecimientos de la vida de Cristo. Restantes
celebraciones del santoral → devociones específicas en cada región. Y las fiestas
patronales.

Dos momentos:

- Procesional → más dogmático.


- Fiesta en el sentido mundano, popular. Danzas, cantos… actividades de confluencia social.

Punto importante de la fiesta: si venimos diciendo que la soc era muy estratificada y organizada, según en lo
que cada grupo puede participar. Es en las fiestas en la que todos los grupos tienen participación, en mayor
o menor medida, acordes a una org jq pero todos tienen lugar. Txt de Sigaut: si participan o no los negros, si
participan o no los indígenas, cuál es su lugar. Indígenas disfrazados de incas, indumentaria que conocían
pero resignificada para dar cuenta de su legado para pugnar por el reconocimiento de cierto nosequé social.

Espacios conquistados desde los sectores indígenas → ej conventos (acá estudiaban las niñas
independientemente de si siguieran o no la vida religiosa).

S. XVII y XVIII → de grandes tensiones. Fuertemente marcado por las pujas de poder, tensiones. Psjes
pugnado por distinción social en los espacios en que logran insertarse. No sólo espacios soc tmbn espacios
religiosos. En el p. colonial esto no existía, lo religioso era lo social.

Sentido de propaganda → fiesta vinculada a un sentido de estado. Propag caracterizada por proliferación de
escritos: sermones, elem de las misas, pero tmbn prod de lo devocional (txts que relatan milagros,
devocionarios, rezo en el espacio privado, odas, cantos, laudes), muchas veces no logran prender. Una de
las maneras para que prendan tiene que funcionar la imprenta y esto no era tan sencillo. No todas las
cdades tenían y las qu había funcionaban con autorización real. Los jesuitas eran los únicos acá con
imprenta, entonces el no tener el suficiente control era uno de los grandes argum para decir que eran
desestabilizadores de la corona. No tengo una imprenta, ¿qué hago? lo copio a mano, pero el alcance es
más acotado.

Fundo una cofradía, una hermandad, ¿qué tengo que tener? propaganda → generar un milagro. La
justificación para generar una devoción es un milagro que esté entre nosotrxs. Alguien tiene que poner la
guita para armar un retablo, fundar una cofradía, pagarle a alguien que escriba un relato milagroso… qué
necesito? dinero y contactos → necesito poder. Este sujeto entonces va a ser un promotor del culto “un
comitente”. Es más allá que el comitente, tiene que encontrar los medios para que esa img se vuelva
exitosa. Estrategia de promoción social que apuntaba a ser mucho más que un comitente. Esto empieza a
ser identificado por los grupos soc como prestigio ergo mecanismo de distinción y beneficios. Ej.: un
entierro; menos días en el purgatorio; círculo de pertenencia.

Esto es si soy un cófrade común y corriente, pero si soy quien promueve el culto? vas a ser un psje
distinguido: te entierran en la iglesia con los curas, misas (vos pagás por las misas pero si vos tenés un altar
de tu flia, te conseguis un cura al que le pagás una capellanía (que suele ser tu fliar) da misas sobre cosas
que pasen en tu flia) (novenas: se hacen a contraturno).

1
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

GONZÁLEZ - el sistema de las cofradías las nuevas formas de culto y el arte en la baja edad media

Condiciones generales , concepto de cofradía


Hacia 1200, y en Sintonía con los cambios en curso en la sociedad, se difunden en Európa formas de
práctica religiosa que si estaban ancladas en la tradición cristiana desde hacía siglos, tienden ahora a
generalizarse y a adoptar un carácter popular en el marco de las nuevas condiciones sociales.
La existencia de asociaciones de culto ligadas a oficios o a núcleos regionales o sociales determinados se
puede rastrear hasta la Antigüedad.

Desarrolla el origen de los grupos y concluye: Naturalmente la idea de asociación corporativa dedicada al
culto encontró terreno propicio en la visión cristiana en la que en último término la "fraternitas implicaba la
comune cosanguineitá spiritualo dci battezzati con el Cristo, e poiché Dio é amore, la caritas fraternitatis
predicata dagli apostoli". Se constituyeron así tempranamente, ordo fraternitaris, diferentes tipos de
asociaciones pias laicas dirigidas en primer lugar a perseguir la salus animarum, promoviendo como
medio para lograrlo la profesión corporativa del culto divino, la oración y la realización de buenas obras.
¿Qué eran estas asociaciones y cuáles eran sus rasgos distintivos? Según Meersseman "una pia
confraternita, come la corporazione, é una vera societá organica, cio n'associazione di abitanti nello
stesso luogo, che, governata da propri ufficiali e secondo un suo statuto, si raduna periodicamente in vista
dello scopo spirituale comune"

“Los fines a que estaban dirigidas las diferentes cofradías pautaban su plan de acción. Todas tenían en
común el sostenimiento del culto y la fiesta del titular, que solía terminar con un banquete simbólico luego
de la misa y muchas sostenían actividades de caridad, a veces complementarias, pero a veces también
objetivo fundamental de su acción. La primera entre las actividades regulares era la celebración litúrgica
que conformaba el núcleo ritual cristiano.”

las acciones de socorros mutuos establecidas entre sus miembros, ante y postmortem, especialmente el
establecimiento de sufragios por el alma de los difuntos. La periodicidad de la misa variaba pero muchas
hermandades la realizaban una vez por semana.

Las actividades caritativas de las confraternidades tenían sus raíces en diversos tipos de
agrupaciones medievales actuantes desde siglos atrás, cuyos fines ordenaron en un cauce de acción más
general. Entre ellas una de las más importante fue desde un comienzo el servicio dedicado a los muertos.

Esta participación mediante la memoria, que se manifestaba de un modo inorgánico en las inscripciones
en las matriculas catedralicias o monásticas a cambio de pagos o donaciones e incluso en las profesiones
tardías en las órdenes de reguLares (professio ad sucurremdum) que buscaban garantizar la inscripción
necrológica en el registro de la misma y así la conmemoración futura de los hermanos, es sin duda la
base sobre la que se establece el objetivo central de la conmemoración de los muertos en las cofradías.
Las misas propiciatorias del perdón de los pecados se fundaban en el dogma de la comunión de los
santos.

Desde esta época, los laicos se recomendaban a las oraciones de una comunidad monástica asignando
un terreno o una renta anual a la misma con el fin de ser recordado en el memento o recordatorio de la
misa conventual.

las confraternidades conferían a sus miembros cierta "guarantee of eternity" asegurando cuidados para la
vida posterior a la muerte.

2
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

Otra tradición relacionada con la muerte y recogida por las hermandades fue la actividad de los fosores,
que procuraban el entierro caritativo de los muertos y oraban por ellos'. Naturalmente la asistencia a
pobres, viudas, mujeres solas y necesitados era un lugar común de la práctica de las virtudes cristianas,
que pasó a integrar las fetividades de muchas de las hermandades.

Las cofradías harán suyas y combinarán muchas de estas actividades, en un ordenamiento seguido
regularmente por sus integrantes y condensado en torno al culto de Dios y del titular. Creo que vale la
pena apuntar que la preexistencia de estas diferentes asociaciones presenta el surgimiento de las
cofradías como una institucionalización regulada de un conjunto de prácticas sociales ya vigentes.

La constitución corporativa de la piedad laical sobre estas bases, sufrió una notable expansión a partir de
los cambios producidos en la sociedad europea en la baja Edad Media. En lineas generales las
transformaciones ocurridas hacen a una concepción más abierta del culto, que deja atrás la antigua vida
contemplativa, signada por el aislacionismo y el cerramiento, que tan bien habían representado los
monasterios y abadías con sus gruesos muros.

La parroquia será la unidad religiosa y social, el ámbito en el que los hombres crecen y se forman en los
enclaves urbanos y los villorrios rurales y a ellas se sumará, a partir del primer cuarto del siglo Xlii, la
acción del clero regular mendicante. Los nuevos institutos religiosos surgidos entonces (la orden
dominicana fue aprobada por Honorio III en 1216 y la regla definitiva de los franciscanos por Inocencio la
en 1223, mientras que los mercedarios se constituyeron en 1218), representan la nueva actitud, que
tendrá gran importancia, tanto en relación con la expansión social del culto, como en la introducción de
nuevos relatos, concepciones y procedimientos, aún artísticos, con que esa socialización se
operacionalizaba.

Ambos aspectos, el social y el artístico, eran dos caras de un mismo cuerpo, cuya esencia estaba
proporcionada por la idea de hacer de la vida religiosa una parte sustancial de la vidá social ligada al
resto de las actividades y formulaciones que esa vida proponía e inserta en sus propias características y
peculiaridades.

● Este desplazamiento de la religiosidad ​de cello in saeculum es el marco en el que se da el


surgimiento de la cofradías, "agrupación de fieles ​erigida canónicamente con la finalidad de
promover la vida cristiana entre sus miembros por medio de actos de culto y obras de caridad",
corno una de las formas organizativas que la nueva tendencia adopta.
● Asociacionismo: ​característico de la estructuración social de la baja Edad Media y que brinda el
modelo de unidad social cohesionada en tomo a ciertos fines y que sirve de matriz al
establecimiento de agrupaciones particulares de culto. Las cofradías fueron expresión de la
espiritualidad laica y proveyeron a las nuevas clases sociales de medios para ejercitar una vida
litúrgica mú particularizada, autónoma y creativa.
● La nueva sociabilidad encuentra una manifestación propicia en las actividades comunes: la
oración, las actuaciones piadosas, la práctica de la caridad y el establecimiento de sufragios
ofrecidos por los difuntos, que daban a los cofrades los beneficios de un colectivismo
multiplicador, al miismo Tiempo que producían una integración efectiva de los miembros,
involucrados por iguaL y solidariamente en un conjunto de actividades que remiten a un sistema
de valores vivido en común, situación que sin duda se reforzaría en aquellos casos en los que los
cofrades compartían además la profesión y el gremio.
● De este cruce de la posibilidad de poner en ejecución los valores generales del ​universo
cristiano y de la satisfacción de la necesidad de asegurar la salvación, garantizar la
integración social, lograr seguridad en la vida y en la muerte y obtener un mareo de
contención afectiva, surge la seducción que la pertenencia. a una cofradía ofrecía.
● Autonomía y particularización fueron dos caras complementarias del proceso asociativo que dio
origen y vida a las cofradías y que permitió enlazar conceptos generales con necesidades
concretas y socialmente delimitadas.

3
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

Tipos de cofradías
La clasificación de las hermandades no es siempre clara en los primeros tiempos.
Con las salvedades hechas, las tendencias haciafines específicos señalan algunos grandes tipos de
hermandades crecientemente diferenciados, que en seguida rellenaremos con atención particular a las
cofradías españolas, ya que es su modelo el que operará en América.
1. devocionales: culto de Virgen, de Cristo o de los santos considerados intercesores y modelós
morales. Fueron comunes, especialmente en España las de santos mártires y sobre todo los
venerados en pareja, como Cosme y Damián, Crispín y Crispiniano y Fabián y Sebastián, pero las
más usuales de este tipo, tanto en Italia corno en Francia y España fueron sin ninguna duda las
confraternidades devotas de la Virgen, difundidas con el impulso que el culto mariano toma en la
baja Edad Media. En España, fueron particularmente populares las del Rosario, establecidas en
los siglos XVI y XVII, comúnmente en iglesias dominicas.
Estas hermandades devocionales cumplían las celebraciones correspondientes al día del titular y a veces
las fiestas conexas a su persona (por ejemplo las hermandades dedicadas a la Virgen festejaban a
menudo todas sus fiestas: Purificación, Anunciación, Visitación, Asunción, Natividad, del Rosario) así
como las acciones ligadas al culto específico si las había (como rezar el rosario en las cofradías
homónimas). Mantenían el altar y la imagen y costeaban su iluminación. En cambio las actividades
caritativas se veían por lo general reducidas al espacio interno de la cofradía, sea en forma de ayuda en
la necesidad o en la enfermedad de los hermanos, de acompañamiento a los entierros y del
establecimiento de sufragios por los muertos, adoptando a veces hacia afuera la forma de un
cumplimiento meramente simbólico, destinado a efectuar un mandato esencial de una forma más o
menos convencionalizada antes que a asumir realmente una función asistencial particular.

2. Asistenciales: funcionaban como organizaciones de bien público, limitando al mínimo su actividad


específicamente religiosa. Estas congregaciones, en algunos casos de gran influencia y cercanas
al poder real, nobiliario o municipal según el caso, fueron comunes.
3. Penitenciales: dirigidas a "exaltar el valor de la penitencia" como modo de satisfacción de los
pecados, ligadas, especialmente en España, a las hermandades de la Vera Cruz, que asumían un
rol pedagógico en relación con la Pasión de Cristo. Se dividían entre “los de luz” y “los de sangre”.
Organizaban la procesión del Jueves Santo, confesados y comulgados, vestidos con una túnica
pero descalzos y precedidos por un crucifijo; cofrades y cofradesas de luz iban con SUS candelas
iluminando a los disciplinantes que se azotaban por (las calles. Luego se curaban las heridas y se
realizaba una colación en conmemoración de la Cena. Fuera de esta función específica
desarrollaban las actividades comunes a todas las hermandades: misas, sufragios, asistencia a
los entierros y ayuda en la adversidad con los hermanos y en caso de desgracia general (peste,
tempestad, peligro del rey) podían efectuar otra procesión. Era común que celebraran las fiestas
de la invención de la Santa Cruz y la de su Exaltación.
4. Gremial: confonnaba el órgano devocional de una profesión u oficio determinado. Es comúnmente
considerado un género en sí, aunque corresponde la salvedad que en este caso el recorte está
dado por la pertenencia profesional de sus integrantes antes que por los objetivos particulares de
la hermandad, lo que cambia la perspectiva del ordenamiento. Las cofradías de oficios fueron,
como dijimos, comunes en toda Europa tempranamente y en general cumplen con las funciones y
formas organizativas básicas adscriptas a las devocionales, a veces incorporando la asistencia
hospitalaria para los hermanos.

El mundo conceptual cristiano y la práctica


Así vistas, las cofradías serían un modelo amplio de participación y acción social capaces de ser
orientadas a diversos fines, aunque enmarcadas siempre en el espacio de los valores y las actividades
pautadas por la práctica cristiana, una herramienta plástica útil para vincular valores y necesidades de
índole diversa, de modo tal que se establezca entre ellos una especie de circuito ecológico en el que la
energía puesta para dar respuesta a ciertos problemas pueda al mismo tiempo utilizarse para solucionar
otros.

4
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

Este ejercicio implicaba la puesta en práctica del valor cristiano de la caridad y por lo tanto servía
personalmente al ejecutante para dirigir sus actos en un sentido agradable a Dios y así mejorar sus
posibilidades de ganar la vida eterna. La cofradía simplemente articulaba estos dos aspectos en una
rutina de acción predeterminada y desarrollada además en relación con la celebración de una figura
emblemática de la función que agregaba el valor del culto y la devoción a Dios y a los santos, al de la
caridad y el servicio al prójimo.

los planes de acción que rigen las actividades promovidas constituyen la articulación del universo de
valores absolutos cristianos con las práctica efectiva de los cofrades, que podríamos graficar como sigue:

Los mundos posibles. Esta estructuración religiosa, moral y social vinculaba diferentes tipos de realidades
o mundos. El fundamento aparece como un conjunto de ideas y valores que constituyen la concepción
cristiana, su visión del mundo y su realización histórica, que podríamos llamar, flexibilizando la acepción
del término, ​mundo posible​, el reino de Dios.

las cofradías tomaban en cuenta para su acción algunos conceptos centrales que en cierto, modo
sintetizaban las prescripciones generales del cristianismo. El cumplimiento de los mandamientos en
particular era considerado un paso decisivo para la salvación.

Acá hablá sarasa del mundo cristiano hasta que concluye:


Para que esta vinculación entre este mundo ideal cristiano MI y el mundo real del que participaban los
fieles (que llamaremos mundo real M2) exista, es preciso que haya accesibilidad entre ellos, definiendo
este concepto como la imaginabilidad de un mundo o el conocimiento que desde cierta situación (M2) se
tiene acerca de otros mundos posibles (Ml Y3.Esta accesibilidad está dada en nuestro caso por la
confianza de los cristianos en el arco epistémico y en los contenidos de los dogmas prescriptos por la
Iglesia que constituyen el vínculo y definen las expectativas de la comunidad cristiana en relación cón el
mundo sobrenatural.

Los efectos morales de este conjunto de proposiciones pueden ser proyectados a un mundo
posibk futuro M3, en el que los sujetos de la acción pueden imaginarse en una situación asta cierto punto
causalmente determinada por su conducta actual aunque también por acción de la gracia. La orientación
de la conducta tiende a establecer ciertas presunciones prospectivas en las que acciones en la vida M2
conducen (o deberían conducir o colaborar a hacerlo) a los fines salvacionistas de los fieles.

1.2 LAS COFRADÍAS COMO FORMA DE RELACIÓN SOCIAL


1.2.1 Valores, normas, prácticas.
El carácter asociativo de Las cofradías se basaba naturalmente en el consenso de los hermanos respecto
de los fines y medios de acción. Creadas con el fin de poner en ejercicio las virtudes cristianas y de
colaborar a la dirección espiritual de sus miembros y así a su salvación, las cofradías constituyen una
manifestación clara de la articulación de acciones e ideas. Su razón de ser como orden social era
configurar una construcción dirigida a posibilitar el ejercicio de ese çuerpo de ideas y valores absolutos y
fines específicos en una práctica pautada y ordenada, capaz de darle eficacia einp frico regulando la
satisfacción de los intereses de sus miembros y proporcionando así materialidad a ese conjunto ideal por
medio de la puesta en marcha de un plan de acción definido que implicaba formas organizativas, anclajes
institucionales e incentivos a la. conducta particular de sus integrantes.

5
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

La pertenencia a una cofradía no era obligatoria ni coactiva, sino voluntaria, pero sin embargo, y como
manifestación visible de la participación en el orden vigente, implicaba una connotación en la
consideración social y en la misma medida, una prescripción tácita.

Las acciones propuestas se fundaban en mandatos o exigencias derivadas de las máximas que
sustentaban este orden legítimo y que hasta cierto punto obligaban al actuante a seguir pasos
predeterminados' 6. La relación social establecida por las cofradías asume un carácter pactado, hecho
que se produce por medio de un compromiso de conducta futura que presupone en cada integrante la
presunción de que los otros se comportarán de un modo semejante.
La implícita (y a veces explícita) validez consensual del sistema de ideas y valores subyacente daba
legitimidad a este orden, en la medida en que sus proposiciones y máximas eran consideradas aptas para
convertirse en modelos de conducta, y su observancia un constitutivo importante para lograr la salvación.

1.2.2 El estatuto de las cofradías


la acción de las cofradías se regía ya tempranamente por medio de estatutos o constituciones en las que
se declaraban los fines y actividades propuestos.

La aceptación de los estatutos se establecía mediante el compromiso de los miembros, asumido al


ingresar -comúnmente mediante la lectura al postulante de la regla-, de llevarlos adelante, tanto en lo que
hace a la participación públicaen las funciones y actividades de la hermandad como en lo relativo a
guardar una conducta privada adecuada. '
Se evitaba el juramento. Existía un estatuto explícito que, al menos después del 1200, reglamentaba los
requerimientos del ingreso, la participación de los miembros y que describía la forma organizativa y los
medios necesarios para la consecución de sus fines, lo que implicaba prácticas que se consignaban en
los diferentes apartados.

la existencia de los estatutos las provee de una forma concrete de ejecución, que compromete la
conducta de los integrantes en una rutina mutuamente estipulada y regida por modos de gobierno y
administración creados con ese fin.
Se establecen nuevas formas de conducta.
En primer lugar, solía incorporarse un preámbulo o prólogo, que operaba en parte como una declaración
general de principios y fines, en parte como una síntesis de antecedentes históricos, aprobaciones
vigentes, prerrogativas, bulas e indulgencias concedidas a la cofradía, si las había. Luego se entraba
directamente en los capítulos de la regla, que definían los aspectos concretos del plan de acción
agrupados en una serie de renglones que, con variantes según los casos, se encuadran en los puntos
siguientes:

1. Determinación del universo social al que estaban dirigidas y las condiciones y


2. requerimientos precisos para acceder a la hermandad.
3. Organización de la fiesta principal y procesiones conexas si las había.
4. Ingresos, libros de cuentas y de asiento de cofrades.
5. Forma de elección y responsabilidades de los cargos.
6. Otras celebraciones anuales.
7. Perfil moral de los cofrades y conducta pública
8. Obligatoriedad en el cumplimiento de La regla.
9. Misas, ejercicios, oraciones y procesiones periódicas.
10. Pedido de, limosna.
11. Custodia de los bienes.
12. Asistencia a los enfermos.
13. procedimiento de enterramiento de los hermanos.
14. Rezos y sufragios por las almas de los muertos.
15. Juntas y actos de gobierno (suele incluir orden jerárquico).
16. Determinación del ámbito de funcionamiento (capilla, altar).
17. Funciones específicas,, si la cofradía las tenía.

6
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

Los estatutos que rigen las cofradías cumplen así una triple función: (1) establecen un conjunto
de fines y acciones consensuados, (2) que presuponen el logro de cierto estatus moral, a través
(3) de un mareo procedimental definido. De este modo pautan sus actividades y convierten sus
objetivos generales en una serie de acciones definidas cuyo cumplimiento implica la obtención de
un correcto posicionamiento moral.

Validez de los estatutos (MEH...........)


Las constituciones requirieron tempranamente de la aprobación real y eclesiástica para legitimar su
validez y la consiguiente existencia de la cofradía. Fue la Iglesia la rectora de todo esto.
Mientras que los asuntos relativos al gobierno, administración, organización y economía recaían en la
Junta Directiva y particularmente en el hermano mayor, la supervisión e implementación de los asuntos
religiosos quedaba a cargo del responsable.eclesiástico de la cofradía, comúnmente perteneciente a la
orden o iglesia donde estaba establecida la hermandad.

Composición social
las cofradías ordenaban socialmente la práctica del culto y el ejercicio de las virtudes cristianas,
segmentándolos según criterios definidos y explícitós. Esta particularización social del culto en sectores
ligados por algún tipo de afinidades éstamentarias, profesionales, geográficas o corporativas, fue sin duda
un aspecto esencial de las nuevas condiciones de la práctica cristiana, pero como ocurría en el terreno de
los fines y de las funciones, tampoco en el aspecto relativo a la configuración social puede hablarse de
una
concepción universal que oriente los procedimientos de selección de las hermandades.
En las cofradías ligadas a guildas o gremios de oficios, que conformaron una buena parte de las
asociaciones de culto registradas desde el siglo XIII, el recorte de los integrantes era consustancial a la
hermandad misma y comúnmente su estructura jerárquica estaba ligada a los prohombres del dicho
oficio, como decían los cerrajeros catalanes, aunque a menudo con cierta flexibilidad. Los yeseros de la
cofradía de la Natividad de Nuestra Señora de Burgos sólo admitían oficiales examinados y aprobados en
el oficio...

El barroco todo el tiempo es el juego entre el ser y el parecer → el crear la fiesta, la propaganda. La arq
​ aCasa​.
efímera es bastante metafórica para dar cuenta de esto. Txt de Lía Munilla L

Catafalcos que se ponían al interior de la iglesia, para mostrar el ataúd. Impo las telas ricas y el dorado.

Arcos de triunfo → pensar la relación con los retablos y las portadas retablo. Un tipo de soporte o un formato
que se replica casi tres veces entre un adentro y un afuera. Reiteración de un motivo formal. En Ame no
estaban todas las cdades amuralladas, entonces ¿dónde poner el arco? es un elem que queda extrapolado.
Recuperación de un repertorio clásico, ig de relato heróico.

Monumentos → fuerte relación entre estos y todo un saber de la trad clásica. Pensar en la reurbanización
de Roma. Elem casi como monolitos para jq el espacio.

Estampas conmemorativas.

Jeroglíficos → reprod de ig que son estas estampas → propaganda muy concreta de estos psjes. Aparecen
de repertorios igs muy conocidos. De la mq, ej cumpleaños del rey.

Todo el mundo sale a las ventanas, a los balcones, cuelgan telas, tapices, sacan pinturas… es una manera
de enjoyar a la cdad, de vestirla.

Fiestas religiosas, la más impo es la del Corpus pq da cuenta del triunfo del cristianismo, la victoria de la
transubstanciación. Históricamente siempre es la fiesta que mayor aportes eco tuvo. Cómo se saca el
cuerpo de Cristo a la calle? Que esta hostia salga para ser preservada y exhibida → grandes custodias. Hay
un beneficio que se le da a ciertas iglesias de exhibir el cuerpo de Cristo siempre (como cuerpo presente), el
requisito es que tiene que recibir culto todo el tiempo → capillas ardientes: vela prendida (ej Iglesia del
Pilar). La custodia: elem con basa y pie que sostiene la hostia (también puede cumplir función de relicario).

7
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

En la procesión la custodia la puede llevar el Obispo abajo de un dosel o llevarlas adentro de otra gran
custodia.

Empieza con la tarasca (en España en Ame en algunos lugares), procede del bestiario medieval. Animal
que fue domado por Sta Marta (única mujer que la logró domar). Da cuenta de que todo el mundo se
somete a la verdadera fe. Después vienen los gigantes, representan las distintas etnias. Después vienen los
carros procesionales, cada uno lleva una devoción. La celebración pasa por los lugares más importantes →
puja de poder.

Dos versiones: andas o carro. No puede cargar cualquiera las andas. Película: ​Mi querida cofradía​.

Bailes y juegos → fuerte tradición prehispánica. Voladores y la del acróbata acostado que tenía que levantar
un tronco con los pies y girarlo. Este saber que va a migrar hasta un mazo de cartas que llega a la corona.
La fiesta tiene una parte del entretenimiento, para la iglesia el juego de azar no está permitido, H la corona
concede que se haga el juego de la baraja española pq entiende que el divertimento es sano. Hay una tesis
de una piba que dice que la baraja del otro lado funcionaba como tarot. Estas barajas funcionaban para
todos los estratos sociales.

Indulgencias, crédito espiritual.

Obras pías → relato de la Virgen de la Merced: la pareja que aparece son los que hacen la restauración.

Capellanía: los conventos y las iglesias regulares funcionaban como bancos en el periodo colonial. Funciona
como un préstamo hipotecario. Para que el tercero pueda acceder a ese préstamo tiene que tner limpieza
de sangre y poner un bien par ser hipotecado. Los conventos regulares se convierten en grandes
prestamistas pero no tienen forma de cobrar esos intereses (mueren, hay inflación…), entonces son
grandes propietarios pero no pueden manternerlo. Son ricos en propiedades pero pobres en capital. Tienen
locales, chacras, campos en alquiler. Llega a tal nivel la acumulación que para el ult tercio del XVIII están en
crisis financiera. Los bienes están a nombre del convento no de personas, ergo no lo pueden vender, no
pueden adquirir capital líquido. Entonces crean capellanías: regular que no cobra sueldo sino porcentajes de
lo que pusieron los otros. Con esas rentas van subsistiendo. Por lo gral las capellanías son fundadas por los
mismos miembros de la flia.

8
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

Nueva España

RODRÍGUEZ MOYA + BELTRÁN - Barroco festivo: arte y ritual en la Nueva España

La fiesta en los virreinatos americanos constituye una manifestación artística y ritual barroca de primer
orden. Las celebraciones de la entrada del virrey, los triunfos militares, la canonización de los santos, etc
fueron momentos en los que la sociedad virreinal ​exhibía adhesión ideológica y cultural a la Monarquía
Hispánica.

El barroco se expresó en la producción literaria y artística. A través de la arq efímera con catafalcos, y
monumentos que manifestaron su lenguaje barroco con su componente mestizo y popular. Hubo
construcción de tablados y galerías, y construcción de espacios de riqueza y espectacularidad para generar
la ficción de un tiempo nuevo. También hubo una ​complejidad iconográfica en los programas decorativos
de los arcos de triunfo dedicados a los virreyes. También hubo utilización temprana de los ​libros de
emblemas y repertorios simbólicos ​como fuente de inspiración.

Ciclos festivos regios: teatralidad y creatividad barrocas

La tipología de fiestas reales desplegada en el virreinato novohispano fue idéntica con respecto a España.
Fue en las juras reales donde se desplego toda la pompa y magnificencia. La sucesión era un momento
crítico en la monarquía, momento en que los súbditos juraban fidelidad y la alegría se manifestaba en la
riqueza de las indumentarias de los participantes, decoraciones de tablas, galerías, arcos de triunfo
y obeliscos.

La primera exaltación regia tuvo lugar en México en 1599 por Felipe III y la plaza mayor mostró su
barroquismo ilusorio en los ​tres tablados frente a los 3 frentes más importantes: Las casas reales, la
iglesia catedral y el Cabildo​, decorados con alfombras moriscas, terciopelos carmesí, esculturas y pinturas
alegóricas, y el imprescindible retrato.

Durante el siglo XVIII el despliegue por este motivo fue aún más espectacular. Han quedado testimonios en
numerosos grabados, especialmente en la segunda mitad del siglo cuando el barroco se termina para dar
paso al clasicismo.

Joyas, indumentarias y tejidos de la china quedan reflejadas en las relaciones festivas con gran
minuciosidad. ​La teatralidad inunda el ceremonial de esta época, con fuegos artificiales, carros
alegóricos, estructuras móviles, retratos alegóricos, etc.

Se producen cambios estéticos → ​obeliscos, pirámides, montes parnasos, arcos de triunfo y


pabellones, anuncian el fin del barroco.

La jura de Carlos III sucedió en Puebla en 1760, para la cual se construyó un obelisco en la Plaza Mayor,
rematado por una escultura de bulto del monarca. ​Se materializó el fin del barroco en el depurado
diseño y en la utilización de inscripciones como único adorno de este obelisco definitivo.

Otro gran festejo espectacular en torno al rey fueron sus exequias. El ritual no era tan complejo, se
trasladaba toda la atención al edificio fúnebre efímero. En él se concentraba la intención artístico creadora.
En la cdmx se destacó en esta labor, especialmente en los ​catafalcos ​levantados en la iglesia principal. Los
colores que pintaban estas arq contribuyen a resaltar su aspecto barroquizante: imitación de jaspes,
mármoles, colores fúnebres, bronces, dorados y platas, y adornos de calaveras coronadas enfatizaban su
carácter mortuorio, en contraste con escenas animadas en las que simbólicamente se reflejaba al monarca.

El atrio del convento de San Francisco ​fue el inicio para la exhibición de esta ​arquitectura creativa
durante las exequias de Carlos V. La pira de Felipe II y III posee una sencillez estructural, aunque ya era
barroca. La pira de Felipe IV consagró en lo efímero la barroquizacion de la arq, mediante la construcción de
una estructura de 3 cuerpos superpuestos decrecientes.

9
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

También se construyeron catafalcos para la dinastía Borbón, más innovadoras y con curvas y contracurvas,
con movimiento y ligereza, con un evidente barroquismo.

Traspasada la mitad del siglo XVIII las piras recogerán las tendencias de otras estructuras efímeras,
recurriendo también a obeliscos y pirámides y depurando sus formas, ​como se impuso desde la recién
fundada Academia de San Carlos de México.

Estas arquitecturas fueron el soporte de la persuasión ideológica y política de la monarquía a través


de imágenes simbólicas, donde las virtudes del monarca se hacían patentes y donde se garantiza
visualmente la continuidad de la dinastía. ​Hasta el propio monarca se hacía presente en bulto y como en
vida. Existía también un parangón con los grandes emperadores y monarcas de la biblia y de la historia:
Salomón, Numa Pompilio, etc.

Cabe destacar también las producciones efímeras dedicadas a conmemorar a las reinas. Se diferenciaban
en poco con las del monarca, es en el programa iconográfico donde divergen, porque en ellos se tiende a
exaltar los valores femeninos.

● Austrias → exaltan el papel devoto e incluso santo de la reina


● Borbones → se destaca virtudes más propias de la ilustración

Lo interesante es que todos ellos tienen el denominador común de utilizar una retórica de símbolos que se
asocian a la rena tan barrocos como el águila, la azucena o la flor de lis, las lágrimas, la rosa, la palmera o
la paloma, entre otros.

El reflejo del monarca: los festejos del virrey.

La ausencia de los reyes en la mayoría de las cortes vinculadas a la monarquía hispánica se acentúa en el
caso americano por la inmensa lejanía. A diferencia de lo que sucede en Portugal, Flandes o Italia, ningún
rey decide visitar las ciudades americanas → ​recursos que simbolizaron la presencia regia → retratos y
pendones en las juras o los cenotafios vacíos en las exequias. ​Había de todas formas otro problema:
los viajes y entradas triunfales del monarca en las ciudades americanas.

Es por esto que la figura del virrey es especialmente importante, que se transforma en la ¨imagen viviente¨
del monarca. Los virreyes de la nueva españa y Perú entran a las ciudades de forma triunfal, bajo grandes
arcos que los asemejan a los grandes dioses del olimpo y a los emperadores de la antigüedad.

El nombramiento del cargo de virrey se reserva en los siglos XVI y XVII a las casas nobles más relevantes:
Mendoza, Pacheco o Velasco, los linajes más poderosos de la corona de Castilla. En el siglo XVIII la
cumbre militar va a ocupar estos lugares.

Tras recibir su nombramiento, los virreyes se desplazan de la corte a la ciudad de Sevilla, donde se alojaban
en los reales alcázares esperando la flora que lo llevaría de viaje. Una vez llegado, atracan en el islote de
San Juan de Ulúa, frente a las cosas de Veracruz y a partir de este momento da inicio a un ​viaje
ceremonial por tierras del virreinato, uno de los recursos barrocos más cohesionado y efectivo. ​De
esta manera, no sólo los ropajes y riquezas contribuyen a este evento, sino también una serie de
elementos artísticos funcionaban como escenario para este teatral evento. ​La tipología es la del ​arte
festivo: ​arcos de triunfo, grandes tablados. galerías con estatuaria, enmascaramiento de fachadas con
lienzos, espejos y velas o disposición de luminarias en las cornisas de los edificios. De esta manera, el viaje
de los virreyes no es un simple viaje sino que es una ​construcción ritual barroca ​que incluye todo tipo de
recursos arq, teatrales, escultóricos, textiles, eléctricos, lumínicos, sonoros y olfativos.

Primero hacia un gran viaje, y luego terminaba en la ciudad de México. Con cada viaje virreinal, el nuevo
gobernante ​volvía a recorrer la ruta de Hernán Cortés, ​recordando a los súbditos su debida fidelidad al
rey de España, y recibiendo agasajos → ¨Magnífico constructo simbólico¨.

10
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

Tras las primeras jornadas, el virrey llega a Tlaxcala, donde había arcos de triunfo y estructuras efímeras. El
virrey realiza una entrada triunfal a caballo. Esto viene de la alianza de los Tlaxcaltecas con las tropas
cartesianas para la conquista del imperio azteca.

En cualquier caso, existe una pugna entre Tlaxcala y Puebla, que luego se hace más rico y termina por
recibir siempre al virrey en el siglo XVIII.

Las ​grandes entradas triunfales siguen siempre el mismo esquema: entrega de llaves en un tablado
cercano a la ciudad, inicio del desfile a caballo por las calles con la milicia en formación de valla, llegada al
templo mayor de la ciudad para los oficios religiosos, y final en el ayuntamiento de Gobierno o de los
Virreyes. En puebla sucede lo mismo, entra con un ​caballo blanco.

A diferencia de lo que sucede con los tablados para las juras o con los catafalcos para las exequias reales,
las entradas triunfales de los virreyes no suelen generar imágenes grabadas ​quizá por tratarse de un
festejo que no protagoniza el rey.

José Joaquín Magón ​Portada erigida en la Catedral de Puebla para el virrey marqués de las Amarillas, de
1755. → lienzo que ilustra la entrada del virrey. El lienzo muestra un arco efímero adosado a la fachada de
la catedral de Puebla, al virrey, junto al pendón con las armas del reino, a los seises del corto retirando las
espuelas y al obispo esperante en la puerta de acceso al templo.

La presencia de esta obra de arte y de una enorme cantidad de relaciones festivas, refleja la importancia
ceremonial de la ciudad de Puebla.

Luego, tras días de reposo, los virreyes se iban a Cholula (...) en Otumba se entrega el ​bastón de mando
entre el virrey entrante y el saliente. ​La entrada en cdmx será de inusitado esplendor. Las ceremonias se
iniciaban en los alrededores de la ciudad, en la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, con grandes
banquetes de recepción (...) finalmente termina en la plaza mayor, y entraba a la Catedral Metropolitana por
una fachada enmascarada con arco de triunfo de una cara. Luego se dirige al ​Palacio de los Virreyes ​de
gran importancia simbólica para la Nueva España, pues no sólo era la residencia del virrey, sino también ​el
espacio representativo de la alianza de los dos orbes hispanos.

Durante su gobierno, los virreyes disfrutaron del ambiente de una ​verdadera corte festiva barroca: ​pases
y veladas en la alameda de México, grandes cortejos acuáticos, festejos y bailes en la residencia campesina
del bosque de Chapultepec, etc.

Algunas obras que hacen referencia a esto:

● ​ e
Paseo del virrey Don Francisco Fernández de la Cueva y su esposa por el Canal de la Viga, d
Pedro Villegas. 1706.
● Desfile de un Virrey en la Plaza Mayor de México. ​Anónimo. Siglo XVIII.

Los viajes de los virreyes fuera de México no fueron habituales, pero están documentados. Con la llegada
de un nuevo virrey al puerto de Veracruz, el gobernador saliente era despedido por las autoridades ​frente a
la ermita de Santa Ana.

En las pocas ocasiones en las que el virrey muere, se organizan magníficas exequias. (Bucareli y Ursúa en
1779 o Matías de Gálvez en 1785).

El caso más destacado fue el del II conde de Revillagigedo, ya que se conserva un grabado de un túmulo
levantado en la nave de la iglesia de San Francisco de México. Se trata de un tradicional tumulto
organizado en grados, con sonetos, odas y jeroglíficos circulares adosados y un remate en forma de clásico
obelisco. ​Esta estructura apunta, junto al túmulo por Carlos III, el fin del barroco festivo en la Nueva
España, y los inicios de una nueva era vinculada al neoclasicismo impuesto desde la Real Academia
de Bellas Artes de San Carlos, ​etapa que se verá tempranamente truncada con el estallido de la guerra de
Independencia de España, las insurgencias y finalmente la Independencia de México en 1821.

11
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

SIGAUT - La fiesta del Corpus Christi y la formación de los sists visuales

(p.123) La capacidad didáctica de fiestas y procesiones y el capital visual que acumulaban las convirtieron
en herramientas privilegiadas para activar la devoción. La conciencia de este poder las transformó en un
campo donde se manifestaron compromisos y disidencias, al mismo tiempo que se promovía la articulación
expresiones culturales renovadoras por medio de las invenciones, la música, las comedias o
representaciones, las danzas y mascaradas.

Ese potencial simbólico me condujo hacia la fiesta del santísimo Sacramento en relación con la formación
de los sistemas visuales. Se ha estudiado para algunos casos europeos cómo la fiesta de Corpus Christi
impuso sus códigos de representación sobre las demás. Lo mismo sucedió en la Ciudad de México dónde
está centrado en estudio durante los siglos XVI al XVIII.

Desde el punto de vista de la historia del arte la importancia de la fiesta radica en su capital visual formado
por la acumulación de metáforas, alegorías e imágenes cristianas de larga tradición occidental mezcladas
con manifestaciones propias de una sociedad pluriétnica y pluricultural como lo fue México Tenochtitlan
desde el siglo XVI. El temprano mestizaje de la Ciudad de México se expresó en la celebración del
santísimo Sacramento, donde la voluntad de incorporar a todos habla de una identidad en gestación, para
lo cual era absolutamente necesaria una comunidad de significados simbólicos. En este trabajo trataré de
mostrar cuáles fueron algunos de esos elementos que se incorporaron a la fiesta del Corpus Christi y de qué
manera y cuándo pasaron a las representaciones visuales en formato de cuadros y biombos desde
mediados del siglo XVII.

De un extremo a otro de Europa se encuentran rasgos similares para la celebración que optó por el formato
procesional que el cristianismo había heredado del acervo cultural romano y muchos elementos del
carnaval. La Eucaristía debía ir en manos de un sacerdote rodeada por eclesiásticos y seglares.

(p.124) La procesión estaba presidida por la tarasca, animal fantástico entre dragón y serpiente,
confeccionado con madera, pasta y tela que en algunos casos llevaba músicos y danzantes en su parte
superior. La tarasca representaba el mal y el pecado derrotado por el Santísimo Sacramento, simbolizando
el triunfo eucarístico. En México la tarasca fue uno de los elementos menos problemáticos de la procesión y
su clara relación con el pecado vencido la libró de cuestionamientos.

Seguían los gigantes que por parejas representaban las distintas partes del mundo o las distintas etnias que
se rendían ante la presencia del santísimo. Luego salían las danzas representadas, esto es, escenas
bíblicas, mitológicas e históricas, las danzas tradicionales y las danzas de indios negros y mulatos. Seguían
los gremios organizados con sus banderas y estandartes y con las andas del santo protector de su oficio.
Está primera parte de la procesión se cerraba con los carros sobre los cuales se representaban breves
autos sacramentales.

Los músicos abrían la segunda parte que daba paso al contingente religioso. Entraban a la procesión las
órdenes religiosas por orden de antigüedad de llegada a tierras americanas. Detrás salían las parroquias en
señal de preeminencia del clero regular sobre el secular. Ambos grupos también sacaban cruces y
estandartes etc. Incluso en el siglo XVIII se colocaban altares durante el recorrido procesional.

(p.125) Pasaba luego el cabildo catedral con sus mejores ornamentos y seguía el Santísimo Sacramento
que salía bajo palio y las varas estaban sostenidas en el siglo XVI por el virrey, presidente de la audiencia y
los oidores y oficiales propietarios de Su Majestad.

Las invenciones eran ingeniosas creaciones que servían para divertir y asombrar a la gente, mecanismos
más o menos elaborados de donde aparecían palomas, imágenes de santos, manos junto con pétalos de
flores y perfumes.

Las luces de luminarias eran parte fundamental de la fiesta y las complicaciones a las que podían llegar
sobrepasa nuestra imaginación.

12
Historia del Arte Americano I
5. Fiestas y cofradías

Las comedias son sin duda una de las más grandes creaciones de la fiesta del Corpus, sin embargo con el
correr del siglo XVII su presencia disminuyó.

Así como la presencia del Rey en la procesión madrileña del Corpus marcaba la diferencia con cualquier
otra fiesta peninsular, en la Ciudad de México la presencia del virrey y el arzobispo era la que establecía la
misma posibilidad diferenciadora con otras ciudades de Nueva España. Del mismo modo la presencia o
ausencia de los indios y los negros en la fiesta se convirtió en uno de sus elementos constitutivos por su
intervención en danzas y mitotes, por su relación con las distintas corporaciones urbanas, así como por su
temprana presencia en el llamado teatro de evangelización.

(p.127) La actividad de los indígenas estuvo bajo la mirada de Don Juan de Zumárraga, primer obispo y
luego arzobispo de México . En las fiestas del Corpus también se organizaba el mitote que llamaban de
Moctezuma, antes dedicado a la gentilidad y luego a Jesucristo. La danza de Moctezuma ha sido
identificada como la representación de la conquista de México y su incorporación a Castilla y está
documentada desde 1526. En ese mismo año se encuentra la primera mención de la celebración de la
fiesta del Corpus Christi en las actas del Cabildo de la ciudad.

En 1544 Zumárraga consideró que la procesión del santísimo Sacramento estaba llena de vanidades,
juegos, danzas y liviandad. Criticó el uso de máscaras y disfraces, los bailes y los triunfos profanos por parte
de los españoles, y en cuanto a los naturales le preocupaba que “la costumbre que han tenido de su
antigüedad de solemnizar las fiestas de sus ídolos con danzas sones y regocijos” se mezclará en la fiesta
cristiana, motivo por el cual la presencia de los naturales se vio muy limitada por varios años, incluso
después de la muerte del arzobispo en 1548.

La llegada del arzobispo Montúfar y la reunión de los dos primeros Concilios provinciales mexicanos en
1555 y 1565 dejaron su secuela en la celebración del Corpus en la catedral. Ya empezaron a hacer
celebraciones mensuales dentro de la iglesia en homenaje al SS y desde 1560 aumentaron los gastos.

(p.129) Después de la reunión del tercer Concilio provincial mexicano en 1585, donde se expresó cierto
nivel de control sobre la fiesta del SS, se nota un cambio importante, que es la participación sistemática de
hombres de letras del clero secular.

(p.131) La memoria de la fiesta, gestada desde la época del virrey Velasco, con una amplia participación
indígena que se lograba “sin costa con sólo mandarlo a los intérpretes”, mostraba una ciudad llena de
músicos indios provenientes de distintos pueblos que acompañan a las danzas desde la mañana hasta la
noche, con vigüelas de arco que tañían durante los ocho días acompañando sus cantos con danza de
españoles y villancicos y todos los oficios con sus invenciones.

(p.132) La crítica situación de la ciudad hacia 1620 se revela en la confrontación de las cifras: mientras se
gastaban $3500 para la fiesta solamente 500 iban para Obras Públicas.

13

También podría gustarte