Guatemala, 2 de octubre de 2023

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Estimada Comunidad Educativa

Liceo Javier

Solo el amor es capaz de convertir a las personas en seres para los demás, despojándolos del
ego y la mezquindad que provoca el individualismo y la codicia. Alejarse del amor es alejarse del
Dios de la Vida que nos invita a construir su reino.

Un grupo de personas con gran poder político y económico en Guatemala, producto del
egoísmo y una ausencia total de conciencia ciudadana, están llevando al país por caminos que
creíamos ya superados.

Causa importante que provocó el conflicto armado en Guatemala, fue el cierre de espacios de
participación política para grupos no hegemónicos que planteaban opciones diferentes de
desarrollo.

Durante décadas, a partir de 1954, vivimos la imposición de una sola mirada de país,
persiguiendo, encarcelando, torturando y asesinando a todos aquellos que no estaban de
acuerdo con la Guatemala que teníamos.

Diversas fueron las formas de expresión de esa lucha contra un modelo autoritario y represivo,
que se tejió por varias décadas por parte de los sectores de poder. La más extrema fue la lucha
armada, la cual dejo muerte y destrucción.

Hubo otras formas que, dentro del marco jurídico del Estado de Guatemala, intentaron por
medio de la participación política democrática, asumir la conducción de ese Estado. Al ser voces
disonantes y “peligrosas” para el statu quo, fueron asesinadas antes de que participaran en
procesos eleccionarios. En no pocas ocasiones los golpes de estado de corte militar rompieron
reiteradamente la institucionalidad del país, dando paso a gobiernos de facto como en 1963,
1982 y 1983.

En Guatemala estamos viviendo con asombrosa impunidad, el irrespeto de la voluntad popular

que el 20 de agosto decidió dar su voto por un cambio de rumbo. Hoy los golpes de estado ya
no se consuman desde los cuarteles sino desde los tribunales de “justicia”.

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Como seres humanos, cristianos y educadores, no podemos dejar de pronunciarnos ante la

irracional miopía de un pequeño, pero poderoso sector, de las élites políticas y económicas
que por sus abyectos intereses están mutilando el futuro de millones de niños/as y jóvenes que
aspiran a vivir en un mejor país.

Como educadores ignacianos que intentamos seguir el modelo de Jesús de Nazareth, estamos
llamados a anunciar la buena nueva y a denunciar todo atropello que atente contra la dignidad
humana.

Con el derecho que nos asiste el artículo 136 de la Constitución Política de la República de
Guatemala, requerimos al Presidente de la República, Magistrados de la Corte Suprema de
Justicia y Corte de Constitucionalidad, que actúen denodadamente para detener los atropellos
del Ministerio Público y algunos tribunales del Organismo Judicial que se han convertido en
sicarios del Derecho.

Hay un dolor que no ceja su llanto hasta que se respete la voluntad que un pueblo, cansado de
tanta ignominia, manifestó en las urnas su soberana voluntad.

Estamos en un delicado momento histórico, un punto de inflexión: o se respeta el Estado de

Derecho o retrocederemos en el tiempo político y jurídico más de 40 años.

A cada familia le invitamos a informarse por medios de comunicación serios, y a reflexionar en

casa sobre el futuro que queremos y el que nos quieren imponer.

Solo desde el amor y el servicio construiremos una Guatemala diferente.

Atentamente,

Consejo Directivo
LICEO JAVIER

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