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Profesor: Jesús

Fernando Ramos
Vargas
Materia: Historia de
Cesar Osvaldo NavaPrieto
México
7MO - A
INDEPENDENCIA DE MÉXICO
INTRODUCCION
A continuación, presentaremos algunas causas tanto internas como externas, que
fueron las causantes para que se diera el proceso de la independización de la
NUEVA ESPAÑA, también hablaremos de las etapas y como fue fueron
desarrollando.

El INICIO, en el cual Miguel Hidalgo y Costilla, junto con otros criollos empezaron
este movimiento, que después en otra etapa lo continuo José María Morelos y
Pavón tras el fusilamiento de Miguel Hidalgo, y como este junto con otros fueron
ORGANIZANDO más y más el movimiento, teniendo diferentes guerras por todo el
territorio mexicano, hasta llegar a la etapa de RESISTENCIA en la que aguantaron
hasta llegar a acuerdos, y tratados.

De igual forma nos adentraremos a las causas que genero el después de esta
guerra para lograr la independencia, que beneficios se obtuvieron y algunas crisis
que generaron.

La Guerra de Independencia de México fue el resultado de un proceso político,


cultural, económico y social resuelto con las armas, que puso fin al dominio
español en la mayor parte de los territorios de Nueva España.

La Guerra de Independencia de México inicia desde el Grito de Dolores, el 16 de


septiembre de 1810, hasta la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de
México, el 27 de septiembre de 1821
CAUSAS INTERNAS Y EXTERNAS

La independencia de México fue un proceso histórico que tuvo lugar entre 1810 y
1821, el resultado de varias causas internas y externas.

Las causas internas se refieren a la desigualdad social, económica, política y


cultural que sufrían los mexicanos bajo el dominio español, los indígenas, negros y
mestizos eran explotados, discriminados y excluidos de los beneficios de la
colonia, la reducción de la participación de los criollos en los asuntos políticos y
administrativos, y el aumento de los impuestos.

Las causas externas se relacionan con las ideas de libertad y las revoluciones
que se dieron en Europa y América, la lustración, la Revolución Francesa, la
Revolución Norteamericana y la Revolución Industrial influyeron en el pensamiento
y la acción de los criollos.

Las reformas borbónicas, que buscaban modernizar a España y lograr más


ganancias de las colonias, generaron descontento entre los criollos al restarles
privilegios comerciales. Además, los peninsulares gozaban de privilegios
económicos y políticos que generaban un gran malestar entre la población criolla.
La sociedad colonial estaba fuertemente estratificada, lo que hacía que a los más
desfavorecidos les resultara virtualmente imposible cambiar su situación.

La influencia de la Revolución Francesa y la Ilustración se manifestó en el


pensamiento crítico y en el cuestionamiento del sistema colonial. La
Independencia de los Estados Unidos también influyó en el proceso
independentista mexicano al demostrar que era posible romper con el dominio
colonial. Los problemas de la Corona española para mantener una comunicación
fluida con Nueva España también contribuyeron a la independencia al debilitar el
control español sobre el territorio.
Primera etapa: Inicio (1810 – 1811)

En esta etapa destaca la participación de los criollos: el padre Don Miguel Hidalgo
y Costilla, los militares Ignacio Allende y Juan Aldama y los corregidores Don
Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez como iniciadores del
movimiento armado. La participación de miles de personas (100,000) de los
estratos sociales más bajos fue decisiva en el desarrollo de la guerra.

Miguel Hidalgo le imprimió un carácter social a la guerra a través de los decretos


promulgados en la ciudad de Guadalajara en diciembre de 1810 y su periódico.

La violencia del estallido insurgente hizo inevitables el saqueo y la rapiña. Ni


siquiera sus dirigentes pudieron impedir que así ocurriera. Hidalgo y sus
partidarios perdieron muchas simpatías por ello.

Al principio, el ejército insurgente controló importantes regiones como San Miguel


el Grande, Celaya, Salamanca y Guanajuato (después de tomar la Alhóndiga de
Granaditas). Los miles de seguidores no tenían ninguna preparación militar ni
armas de guerra, por lo que cayeron muertos o heridos o desertaron frente al
Ejército realista comandado por Félix María Callejas.
En las diferentes campañas militares: del Monte de las cruces, de Aculco, o de
Puente de Calderón, el ejército insurgente fue perdiendo hombres y fuerzas y los
dirigentes fueron apresados y asesinados; las cabezas de Miguel Hidalgo, Ignacio
Allende, Juan Aldama y Jiménez fueron trasladadas de Chihuahua a Guanajuato y
colocadas en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas como
escarmiento.
Segunda etapa: Organización (De la muerte de Miguel Hidalgo 1811, hasta el
fusilamiento de José María Morelos y Pavón el 22 de diciembre de 1815)

A la muerte de los principales caudillos, la dirección del movimiento quedó a cargo


del sacerdote José María Morelos y Pavón, quien, junto con otros caudillos, formó
un ejército disciplinado militarmente e imprimió el carácter político al movimiento a
partir de la organización de un Congreso Constituyente y la promulgación de la
Constitución de Apatzingán (1814) en la que se consignó la soberanía de la
nación, la división de poderes, la abolición de las castas y el reparto de la riqueza,
entre otras cosas.

A pesar de la insistencia de Ignacio López Rayón que señalaba que la soberanía


residía en el rey Fernando VII, el Congreso se reunió con dos diputados elegidos
popularmente y seis nombrados, entre ellos Ignacio López Rayón. El Congreso de
Anáhuac se inauguró el 14 de septiembre de 1813 en la ciudad de Chilpancingo,
allí José María Morelos, presentó el discurso "Sentimientos de la Nación" en el
que plasmó su ideario político. El 6 de noviembre, el Congreso suscribió la
Declaración de Independencia redactada por Carlos María de Bustamante, donde
se asentaba que la América Septentrional rompe y disuelve la dependencia del
trono español.

En octubre de 1814 se promulgó el "Decreto Constitucional para la libertad de la


América Mexicana", primera Constitución de México, que tuvo gran influencia del
ideario político de Morelos, a pesar de ello, las diferencias entre el Congreso y
José María Morelos fueron permanentes.

Los documentos Sentimientos de la Nación y Decreto


Constitucional para la libertad de la América
Mexicana (conocida como Constitución de Apatzingán)
tuvieron una clara influencia de la Constitución española de
corte liberal, promulgada en Cádiz en 1812, de corte liberal,
que limitaba los poderes absolutos del rey y establecía las
garantías individuales.

La Constitución de Cádiz de 1812 estableció:

1. La soberanía reside en la nación (y no en la monarquía)


2. La división de poderes:

 Legislativo: Cortes
 Judicial: tribunales
 Ejecutivo: rey, con poderes limitados

3. La igualdad de los ciudadanos ante la ley, eliminando los privilegios


estamentales
4. Los derechos individuales a la educación, a la libertad y a la propiedad
5. La libertad de imprenta
6. La religión católica como única

En esta etapa el ejército insurgente estuvo conformado por hombres leales y


valientes como los hermanos Galeana: Pablo, José Juan y Hermenegildo; los
Bravo: Miguel, Víctor, Maximiliano, Leonardo y Nicolás, además de Vicente
Guerrero, José Mariano Herrera y Mariano Matamoros. Dicho ejército obtuvo
importantes victorias militares, poniendo en peligro la estabilidad del gobierno
Novohispano.

La derrota de los insurgentes fue producto de varios motivos:

1. La llegada de refuerzos militares procedentes de España


2. El restablecimiento del absolutismo en España

3. El nombramiento de Calleja como Virrey de la Nueva España

4. El sometimiento de Morelos al Congreso

5. El cansancio y debilitamiento de las tropas insurgentes

La Constitución de Apatzingán es reconocida


como la primera carta magna que tuvo México.
Fue promulgada el 22 de octubre de 1814 por el
Congreso Chilpancingo, en los tiempos del
virreinato de Nueva España. Su nombre oficial
fue Decreto Constitucional para la Libertad de la
América Mexicana y también se le conoce
como Constitución de 1814.

Tercera etapa: Resistencia (Del fusilamiento de


José María Morelos y Pavón 1815, hasta inicios de 1821)

Después del fusilamiento de Morelos muchos insurgentes se dispersaron


generando guerrillas aisladas que no representaron peligro para el gobierno
novohispano. Mientras tanto en España, el rey regresó al poder tras la derrota de
Napoleón en 1815, y se inició una política de “reconquista” de las colonias
americanas. Al mismo tiempo, Juan Ruiz de Apodaca, nuevo virrey en 1816,
implementó una doble política: por un lado, declaró la amnistía o indulto para los
insurgentes que quisieran dejar la guerra; por otro lado, inició una campaña militar
persiguiendo ferozmente a los insurgentes.

A pesar de ello, la lucha revolucionaria no se acabó, en algunas partes del


territorio se mantuvieron brotes guerrilleros, principalmente las comandadas por
Vicente Guerrero en las montañas del Sur, por Guadalupe Victoria en Veracruz y
por Francisco Javier Mina en el Bajío.

Después de estas acciones militares, los insurgentes que no pidieron el indulto


fueron cayendo poco a poco, para 1819 solo quedan algunos brotes guerrilleros
como los de Pedro Ascencio y Vicente Guerrero.

La tercera etapa de la independencia de México es la resistencia y cuenta entre


criollos a Guadalupe Victoria, Pedro Ascencio y Vicente Guerrero. Se desarrolló
entre diciembre del año 1815 y febrero de 1821.

La organización del movimiento rebelde desató una dura contraofensiva por parte
del ejército realista, en cabeza de Félix María Calleja, quien a través de la fuerza y
también de la persuasión redujo considerablemente la fuerza y el ánimo de los
rebeldes criollos.
En una estrategia de defensa más que de ataque los rebeldes se mantuvieron en
pie de lucha en zonas que resultaban muy agrestes para los soldados españoles.

Durante este periodo es importante destacar el apoyo a la causa independentista


por parte de Francisco Javier Mina, liberal español que luchó y murió por los
valores insurgentes, en el año 1817.

Cuarta etapa: Consumación (Desde la promulgación del Plan de Iguala el 24 de


febrero de 1821 hasta la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México
el 27 de septiembre de 1821)

Hacia 1820, después de 10 años de guerra, la Nueva España se encontraba en


crisis económica y la población estaba cansada. Mientras tanto en España, los
liberales lograban el restablecimiento de la Constitución liberal de Cádiz, obligando
al rey Fernando VII a jurarla, con lo cual el gobierno recayó en la Junta que
convocó a las Cortes, incluyendo a los representantes de las colonias americanas.
En 1820, la Junta proclamó una serie de decretos en contra del poder de la iglesia:

 La supresión del fuero eclesiástico


 La reducción de los diezmos
 La abolición de las órdenes monásticas
 La abrogación de la Inquisición

En la Nueva España, el virrey Apodaca y la real Audiencia fueron obligados a jurar


la Constitución liberal de Cádiz y aplicar las medidas expresadas, situación que
afectaba los intereses y privilegios de los grupos de poder como la Iglesia, los
grandes comerciantes, los altos jefes del ejército y los terratenientes. Estas élites
conservadoras decidieron acabar con el dominio español para seguir conservando
su poder, para ello designaron al criollo Agustín de Iturbide como jefe militar para
unir sus intereses con los de los principales caudillos insurgentes

La desarticulación de la lucha
insurgente después de la muerte de
Morelos y el cansancio de los
guerrilleros fueron los elementos
consideradas por Vicente Guerrero para aceptar la unión con Agustín de Iturbide
como único camino para lograr la independencia. Guerrero aceptó que Iturbide
asumiera el mando de las tropas unidas bajo el nombre de Ejército Trigarante,
portando una bandera con los colores verde, blanco y rojo, que representaban
unidad, religión e independencia. Iturbide proclamó el Plan de la américa
Septentrional, mejor conocido como el “Plan de Iguala” donde quedaron
plasmados los intereses de los diferentes grupos: la igualdad e independencia
defendida por los insurgentes, la religión católica como única y la monarquía como
forma de gobierno.

Poco a poco el Plan fue ganando adeptos, tanto del lado de los criollos como de
los españoles, el virrey Juan O´Donojú formalizó la Independencia del Imperio
Mexicano (como se llamó en ese momento) mediante la firma de los Tratados de
Córdoba con Iturbide. Los tratados señalaban que se ofrecería la Corona a
Fernando VII “o al que las Cortes del imperio designen”, mientras tanto gobernaría
una junta provisional. O´Donojú hizo la entrega formal de la Ciudad de México el
27 de septiembre de 1821 a las tropas del Ejército Trigarante al mando de Iturbide.

El Plan de Iguala o Plan de


Independencia de la América Septentrional
fue un documento político proclamado por
Agustín de Iturbide el 24 de febrero de 1821
en la ciudad de Iguala de la Independencia,
Guerrero; en el cual se declaraba a la Nueva
España como país soberano e independiente.

Los tratados de Córdoba fueron los primeros documentos en


los que una autoridad española reconoció la independencia de
México. Fueron firmados el 24 de agosto de 1821 por el
general criollo Agustín de Iturbide, comandante del Ejército
Trigarante, y por Juan O’Donojú, jefe político superior del
Virreinato de Nueva España. En ellos se estableció que
CONSECUENCIAS
México sería un imperio monárquico constitucional moderado,
gobernado por un miembro de la familia real española o, en su
defecto, por alguien designado por el Congreso
1- Eliminación
Constituyente. Los de castas
tratados de Córdoba fueron rechazados por
el gobierno de España, que no reconoció la independencia de
México hasta 1836.
Desde principios de la época
colonial, la sociedad novohispana
se vio jerarquizada por un sistema de castas. Este sistema separaba a las
personas y les daba ciertos rangos basados en su etnia, lo cual dictaba en parte a
qué actividades se dedicarían o podrían ejercer los individuos.

Los españoles “puros” nacidos en Europa eran los únicos que podían ejercer
cargos públicos, y en un nivel más bajo se encontraban los criollos, europeos
nacidos en América, quienes podían adquirir tierras, pero no ejercer ninguna labor
política.

Al principio, las castas se dividieron en 16 jerarquías principales, pero llegó un


momento en que estas ya no pudieron contarse objetivamente gracias a la
constante mezcla.

El cura Hidalgo, denominado padre de la independencia, era criollo y fue motivado


en parte por la desigualdad social de este sistema.

Al declararse la guerra de independencia, la jerarquización por castas fue


eliminada y en el nuevo México independiente, diferentes aspectos como la
educación o la experiencia militar serían los medios por los cuales se llegará a la
política.

2- Crisis económica

La guerra de independencia resultaría


muy costosa para México. La nación
resultó devastada y empobrecida, ya
que sus principales actividades
económicas (agricultura, minería y
producción industrial) fueron
abandonadas por los obreros, quienes
fueron a luchar en el campo de batalla.

En esta etapa, México perdió a medio millón de personas en combate, quienes en


su mayoría eran trabajadores del campo y las minas. Además, cuando los
españoles abandonaron el país se llevaron consigo todas sus riquezas, hundiendo
aún más a la nación.

La economía de México era muy dependiente de su plata y oro, pero las minas se
encontraban en el centro del país, área fuertemente devastada por la guerra.
También fueron destruidas plantaciones, haciendas resultaron quemadas y el
ganado fue sacrificado.

La falta de productos llevó a los gobernantes a exportar los bienes más básicos y,
ante la crisis económica, el gobierno decidió crear más dinero, lo que llevo a una
alta inflación y fuerte devaluación de la moneda.

3- Crisis política

La larga batalla por la independencia


fue combatida por diferentes bandos,
todos con diferentes ideas sobre la
nueva nación independiente.

Cuando la lucha culminó, no había un plan establecido sobre qué sería de México,
siendo el país forjado por incesables golpes de estado.

Durante los siguientes 30 años, México tendría cerca de 50 gobernantes,


resultado de estos golpes militares. Entre 1821-1880, 61 personas tomaron el
cargo del país; otras áreas como el ministerio de finanzas fueron dirigidas por 112
líderes entre 1830 y 1863.

4- Una nueva forma de gobierno: el Imperio mexicano

Tras 11 años de lucha, en 1821 el trono antes ocupado


por el virrey quedó libre. En la disolución de la
independencia, se estableció que México sería una
monarquía constitucional; mientras un monarca se
encarga del poder ejecutivo, el congreso lideraría el poder
legislativo.
El país se dividió entre monárquicos –quienes apoyaban la implementación de la
monarquía y apoyaban a Agustín de Iturbide a ocupar el puesto–; y los
republicanos, quienes temían un nuevo régimen y preferían una forma de gobierno
tal como en Estados Unidos.

Cuando Francisco VII de España fue llamado a tomar el trono, este declinó
diciendo que no reconocía la Independencia de México, por lo que el trono fue
asignado a Iturbide en 1822.

Sin embargo, no todos estaban de acuerdo con esta medida y en 1823, Antonio
López de Santa Anna inició un movimiento para anular la monarquía y convertir a
México en república. Iturbide abdicaría el trono en 1823.

5- La constitución de 1824

Tras varias batallas políticas, un grupo de federalistas


planeó modelar una constitución similar a la de Estados
Unidos.

Los opositores se negaban, afirmando que el sistema federal


norteamericano no podría funcionar en México debido a las
diferencias entre estas dos naciones. Sin embargo, los
federalistas ganaron el debate, creando así la Constitución
de los Estado Unidos Mexicanos en 1824.

México estaría organizado por 19 estados y 4 territorios, siendo la separación del


poder en tres entes: ejecutivo, legislativo y judicial. La constitución también
establecía que el presidente cumpliría términos de 4 años.

De igual manera se cumplirían las demandas de los centralistas, nombrando el


catolicismo la religión oficial de México, además de otorgar fueros al clero y la
milicia.

6- Abolición de la esclavitud
México, como la gran mayoría de los países de
América recibieron esclavos como consecuencia de la
colonización.

Búsquedas por abolir esta condición inhumana


comenzaron en la cuna de la independencia, donde el
cura Hidalgo estableció, desde su decreto
revolucionario en 1810, la liberación de esclavos.

Así como el proceso de independencia fue largo,


también se atrasó la abolición de la esclavitud, ya que
en todas las luchas, la esclavitud pasaba a segundo plano.

Incluso el emperador Agustín de Iturbide tuvo dificultades, pues abolir la esclavitud


en aquél entonces era meterse con propiedad privada.

No sería hasta la creación de la Constitución de 1824 que se estableciera que


ningún ciudadano de suelo mexicano sería tratado o vendido como esclavo,
poniéndose fin a esta práctica en el país.

7- El primer presidente de México

Tras la abdicación de Agustín de Iturbide, Guadalupe


Victoria fue electo presidente en las primeras elecciones
del país.

Victoria buscó ser imparcial en su gobierno y su administración fue positiva en


políticas del exterior, logrando que Europa reconociera la Independencia de
México y forjando tratados amistosos de intercambio comercial.

Sin embargo, su búsqueda de imparcialidad chocó con su idea de complacer a


todos. A eso, sumándole la extremadamente volátil situación política del país,
Victoria tuvo dificultad llevando a cabo acciones significativas, mientras firmaba
tratados para delimitar y asegurar la frontera norte, la condición económica del
país se veía cada vez más afectada.
COMPLEMENTO.

Propuestas del Plan de Iguala

El Plan de Iguala contiene 23 artículos, que a grandes rasgos realizan las siguientes propuestas:

 Proclamar la Independencia de México, tanto de España como de cualquier otra potencia

extranjera.

 Adoptar la monarquía constitucional como forma de gobierno, con el rey Fernando VII o

alguno de los integrantes de la familia real española como emperador.

 Reconocer el cristianismo católico, apostólico y romano como religión única del pueblo y el

Estado mexicanos.

 Establecer la unión e igualdad entre todos los mexicanos, fueran de origen americano,

peninsular, africano o indígena.

 Convocar a un Congreso para redactar la constitución del Estado mexicano.

 Establecer una junta provisional para gobernar el país hasta el momento en que se reuniese el

Congreso y el emperador asumiera el poder.

 Formar un ejército protector del nuevo gobierno y de las tres garantías esenciales del plan:

independencia, religión y unión. Ese ejército integraría a realistas e insurgentes.

 Respetar la propiedad privada.

 Mantener los fueros y privilegios del clero regular y secular.

 Recompensar los esfuerzos realizados por los militares de ambos bandos durante la Guerra de la

Independencia.

Causas y consecuencias del Plan de Iguala


Causas

Entre las principales causas del Plan de Iguala se destacan las siguientes:

 La rebelión liberal encabezada por el coronel Rafael de Riego en Sevilla el 1 de enero de 1820.

Esta sublevación impuso a Fernando VII la vigencia de la Constitución española de 1812.


 El rechazo de los realistas mexicanos, que en su mayoría eran conservadores, a depender de

una España liberal. Fue ese temor lo que impulsó a muchos realistas a romper con la metrópoli,

reconciliarse con los insurgentes y proclamar la Independencia.

 El cansancio de la sociedad mexicana ante una guerra que se había vuelto interminable y que

había provocado miseria y gran cantidad de muertos.

 La convicción de Iturbide de que no era posible seguir combatiendo a los insurgentes y de que

era necesario encontrar una solución política que conciliara intereses diversos.

 El Abrazo de Acatempan, protagonizado por Iturbide y Guerrero el 10 de febrero de 1821, que

selló la reconciliación entre insurgentes y realistas.

Consecuencias

Las principales consecuencias del Plan de Iguala fueron las siguientes:

 La formación del Ejército Trigarante, que recorrió gran parte del país para combatir o

convencer de deponer las armas a los que pretendían seguir luchando. Este ejército entró

triunfalmente en Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821.

 La firma de los Tratados de Córdoba, mediante los cuales el capitán general de Nueva España, el

español Juan O’Donojú, reconoció a México como una nación soberana e independiente, a

condición de que fuera gobernado por un miembro de la familia real española.

 La disolución del Virreinato de Nueva España, que había sido creado en 1535.

 La redacción del Acta de Independencia de México, el 28 de septiembre de 1821.

 El nacimiento del Primer Imperio Mexicano, encabezado por Iturbide, que logró el consenso de

diversos sectores para proclamarse emperador.


 Los intentos fallidos de reconquista hispánica, luego del desconocimiento de la validez de los

Tratados de Córdoba por parte del Gobierno español, en 1822.

 La firma del Tratado de Santa María-Calatrava por el cual en 1836 la Corona española

reconoció a México como Estado soberano e independiente.

CONCLUSION

En síntesis, podemos señalar que la independencia de México no se logró con la


guerra, sino que fue una consumación negociada entre los representantes de los
grupos del poder y los caudillos revolucionarios. Así mientras los ricos
terratenientes, alto clero y militares, conservaron sus privilegios, al pueblo solo les
ofrecieron una independencia que no entendían, con leyes que les eran ajenas e
incluso contrarias a sus intereses.

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