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ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO

TRIBUNAL DE PRIM ERA INSTANCIA


CENTRO JUDICIAL DE BAYAMON
SALA SUPERIOR

EL PUEBLO DE PUERTO RICO ICRIMINAL NUM. DV12012G0099,


IDFJ2012G0047 y DLA2012G0837
V. I
ISOBRE: ARTS. 106 y 291
PABLO JOSÉ CASELLAS TORO IDEL CODIGO PENAL DE 2004
IY ART. 5.15 DE LA LEY DE ARMAS
ACUSADO IDE 2000

MOCION INFORMANDO
ALEGACIÔN PREACORDADA

AL HONORABLE TRIBUNAL:

Comparece el Pueblo de Puerto Rico y el acusado de epIgrafe por

conducto de los fiscales y el abogado y Ia abogada que suscriben y muy

respetuosamente EXPONEN, ALEGAN Y SOLICITAN:

1. En contra del acusado el PueblO tiene presentados tres cargos.

En los mismos le imputa sendas infracciones a los Arts. 106 y 291 del

COdigo Penal de 2004.1 AsI como otra al Art. 5.15 de Ia Ley de Armas de

Puerto Rico, Ley Nüm. 404 de 2000.2

2. El Pueblo y el acusado por conducto de sus respectivos

representantes legales iniciaron y han sostenido conversaciones con miras

a resolver estos casos mediante una alegación preacordada.

3. En esta jurisdicción, a partir del 29 de junio de 1984 se

aceptaron formalmente y de manera expresa las alegaciones

preacordadas.3 Hoy las mismas se favorecen.

rç1 1
33 LPRA § 4734 y 4919 (Derogado 2012).
2
25 LPRA 458n (Derogado 2020).
En esa fecha se resolvió el caso de Pueblo v. Mojica Cruz, 115 DPR 569 (1984) y en éste
el Tnbunal Supremo en Ia pg. 579 dispuso que "[em el descargo de [su] obligación de
pautar el derecho procesal y particularmente de impartir certidumbre y fluidez a los
procedimientos" aceptO y reglamentó un sistema de alegaciones preacordadas,
independientemente de que en su oportunidad dicho procedimiento se incorporara at
2

4. Hoy dIa Ia jurisprudencia del Tribunal Supremo de Estados

Unidos, asI como del Tribunal Supremo de Puerto Rico reconoce que las

alegaciones preacordadas son completamente válidas y necesarias. Tanto

en Ia jurisdicción federal coma en Puerto Rico Ia gran mayorIa de los casos

penales se resuelven mediante alegaciones de culpabilidad preacordadas.

Pues se reconoce que dicho proceso es beneficioso para ambas partes.4

5. En Pueblo V. TorresIrizarry, 199 DPR 11, 22 (2017), el Tribunal

Supremo señaló que mediante "una alegación de culpabilidad, el acusado

renuncia a ciertas garantlas constitucionales y estatutarias que le cobijan, a

saber: (1) el derecho a un juicio justo, imparcial y piThlico; (2) el derecho

a ser juzgado par un juez o Jurado; (3) a que se establezca su culpabilidad

más allá de duda razonable; y (4) el derecho a presentar evidencia a su

favor y a rebatir Ia prueba en su contra."

w 6. Coma antes indicamos, el mecanismo de las alegaciones

preacordadas, fue avalado par el Tribunal Supremo en el año 1984 y Ia

Asamblea Legislativa lo incorporó a nuestro ordenamiento procesal penal

mediante Ia Ley NUm. 85 de 1988 al aprobar Ia Regla 72 de Procedimiento

Criminal.6 Este escrito cumple con las normas dimanantes de dicha regla.

I cuerpo de las Reglas de Procedimiento Criminal. En este sentido, en Ia pág. 577, el


Tribunal añadió:

No podemos por ms tiempo ignorar que Ia negociación de


alegaciones de culpabilidad es una práctica generalizada desde hace tiempo
en el sistema procesal, en lo criminal. Se le oculta coma si fuese alga turbio
y misterioso, pero es una realidad que no puede soslayarse por mâs tiempo.
Hay que descorrer su velo de misterio y dejar sentado, a plena luz, que Ia
negociación de alegaciones de culpabilidad es una práctica de gran utilidad
para el sistema de impartir justicia y debe estimularse. ... Sin las
alegaciones preacordadas serIa muy difIcil, si no imposible, enjuiciar a todas
las personas acusadas de cometer delitos dentro de los términos mandados
por el ordenamiento procesal y por Ia Constitución.

Véase en cuanto a esta doctrina: Bordenkircher v. Hayes, 434 U.S. 357, 361 (1978);
Black/edge v. Allison, 431 U.S. 63, 71 (1977); Santobello v. New York, 404 U.S. 257, 260-
62 (1971); Brady v. United States, 397 U.S. 742 (1970); Pueblo v. Torres Cruz, 194 DPR
53 (2015); Pueblo v. Perez Adorno, 178 DPR 946, 955-64 (2010); Pueblo v. Cintrón
Antonsanti, 148 DPR 39 (1999); Pueblo v. Figueroa Garcia, 129 DPR 798 (1992); Pueblo
v. Robles Gonzalez, 125 DPR 750 (1990); Pueblo v. Ayala Rodriguez, 116 DPR 382 (1985)
y Diaz Diaz v. Alcaide, 101 DPR 846, 854 (1973).

Véase tamblén: Pueblo v. Santiago Agricourt, 147 DPR 179, 192 (1998).
6 34 LPRA Ap. II, R. 72.
3

7. Las conversaciones sostenidas por eJ Ministerio Póblico y Ia

representación legal del acusado han sido hechas con pleno conocimiento,

conformidad y voluntariedad del acusado, las mismas son convenientes

para una sana administración de Ia justicia, y en todo momento se han

realizado y materializado conforme al derecho y a Ia ética.

8. En dichas conversaciones el Ministerlo Páblico y Ia

representación legal del acusado han discutido y tornado en consideración

para alcanzar el preacuerdo que aqul se expone, entre otros factores de

hecho y derecho, los siguientes:

(1) La presunción de inocencia y Ia duda razonable que cobija

al acusado.7

(2) La polItica püblica del Gobierno de Puerto Rico a los fines

de promover "el tratamiento adecuado de los delincuentes para hacer

posible su rehabilitación moral y social."8

(3) Asegurar Ia prevención de los delitos, asI como Ia

protecciOn de Ia sociedad. Mediante el castigo justo al autor en proporción

a Ia gravedad del delito y a su responsabilidad de manera tal que se logre

una justicia para las vIctimas de delito.9 Todo esto sin atentar contra Ia

dignidad humana,1° tanto de Ia occisa, el acusado y los testigos.

(4) Las hijas de Ia occisa, favorecen el acuerdo. También 10

favorece el hermano de ésta.

(5) Las normas dimanantes del Código de Etica Profesional


para los representantes del Ministerio Páblico y de Ia representaciOn legal

del acusado, en particular el Canon 5h1

'Art. II § 11 de Ia Constitución de Puerto Rico, 1 LPRA en Ia pág. 359 (2023); Regla 304
(1) de Evidencia, 32 LPRA Ap. VI R.304(1) y Regla 110 de Procedimiento Criminal, supra.
8 Art. VI § 19 de Ia Constitución de Puerto Rico, 1 LPRA en Ia pg. 462 (2023).

Art. 47 del codigo Penal de 2004, 33 LPRA § 4675 (Derogado 2012). Véase: codigo
Penal vigente Art. 11, 33 LPRA § 5011.
10
conforme al Art. II § 1 de Ia Constitución de Puerto Rico, "[Ija dignidad del ser humano
es inviolable." 1 LPRA en Ia pâg. 277 (2023).
'
4A LPRA en Ia pâg. 210 (2022).
(6) La evidencia documental y testifical con que en estos

momentos cuenta el Ministerio Püblico y el acusado.

(7) Las dificultades que acarrea el sustituir testimonios,

cuando hay testigos que no estân disponibles.'2 Ahora algunos de los

testigos del Pueblo no lo están y tampoco el perito del acusado, pues éste

fall eció.

(8) El cambio experimentado en el derecho a juicio por

jurado, pues hoy dIa Ia norma requiere que los veredictos tanto para

culpabilidad como para Ia no culpabilidad sean por unanimidad.'3

(9) El hecho de que ya se celebró un juicio en contra del

acusado y el veredicto de culpabilidad emitido no fue por unanimidad,

razón por lo cual se ha ordenado un nuevo juicio. El acusado ahora

reclamó que el nuevo juicio sea por Jurado y asI se está celebrando. Por

tanto, esto hay que verb a Ia luz de lo resuelto por el Tribunal Supremo de

Puerto Rico en Plard Fagundo v. Tribunal Superior, 101 DPR 444 (1973).

En este caso en Ia pâg. 451, el Tribunal Supremo resolvió "que teniendo en

cuenta tanto el interés del Estado como el del acusado, Jo justo y razonable

( ,) es que solo puede celebrarse un segundo juicio cuando el jurado no puede

/ ponerse de acuerdo en el primero."

(10) El tiempo transcurrido desde Ia fecha de los alegados

7V hechos hasta el presente. En los pliegos acusatorios se alega que los

hechos ocurrieron el 14 de julio de 2012 por lo que han transcurrido. un

poco más de once años.

(11) Siendo los hechos del 14 de julio de 2012 el Código Penal


c aplicable a estos es el que fue aprobado mediante Ia Ley Nm. 149-2004.

Es decir, el conocido como Código Penal de 2004. El Art. 303 del Código

12 Regla 806 de Evidencia, supra; Crawford v. Washington, 541 U.S. 36 (2004); United
States v. Salerno, 505 U.S. 317 (1994) y Pueblo v. Torres Garcia, 137 DPR 56 (1994);
entre otros.

13
Ramos v. Louisiana, 590 U.S. , 206 L. Ed. 2d, 583 (2020); Pueblo v. Rivera Torres
II, 204 DPR 288 (2020) y Pueblo v. Centeno, 208 DPR 1 (2021).
5

Penal actual, es decir el del 2012,14 establece que "[l]a conducta realizada

con anterioridad a Ia vigencia de este Código en violación a las

disposiciones del Código Penal aquI derogado o de cualquier otra ley

especial de carâcter penal se regirá par las leyes vigentes al momento del

hecho." El Código Penal vigente entró en vigor el 1 de septiembre de 2012,

por tanto, no le es de aplicación a los hechos imputados al acusado. Dichos

hechos, como se señaló, se rigen por el Código Penal de 2004.

(12) El dictamen emitido por el Tribunal de Circuito Federal

para el Primer Circuito en el caso U.S. v. Case//as Toro, 807 F. 3d 380

(2015). En éste se resolviO que al acusado por exceso de publicidad se le

habIa quebrantado el debido proceso de ley, se dejó sin efecto Ia convicción

y se autorizó u.n nuevo juicio, el cual nunca se celebró, pues el Ministerio

Püblico federal desistió de iniciar el nuevo proceso. El acusado en dicho

proceso solicitO que el juicio se celebrara fuera de Puerto Rico, reclamo que
g
se le denegó, y ello provocó ante Ia extensa publicidad el dictamen del

Tribunal de Circuito Federal.

I\ (13) La publicidad que los hechos alegados en estos casos han

generado y Ia que se espera que se siga generando.15 Esta situación es tan

notoria que este Tribunal puede tomar conocimiento judicial de Ia misma.'6

Coma cuestión de realidad, en Pueblo v. Echevarria Rodriguez I, supra, el

I Tribunal Supremo reconoció que Ia situación en cuanto a Ia publicidad en

dicho caso era "lo suficientemente palpable coma para que podamos tomar

conacimiento judicial de Ia misma."17 La doctrina reconoce que "[e]s

( innegable el potencial de perjuicio que representa para un acusado Ia

publicidad masiva de los procedimientos criminales, particularmente en Ia

14 33 LPRA § 5412.
15 Véase
sobre publiddad: Pueblo v. Mo/man, Such, 137 DPR 664 (1994); Pueblo v.
EchevarrIa Rodriguez I, 128 DPR 299 (1991); Pueblo v. Hernández Mercado, 126 DPR 427,
437-38 (1990); Pueblo v. Dones, 106 DPR 303 (1972) y Pueblo v. Fournier, 77 DPR 222
(1954) y Ernesto L. Chiesa Aponte, Procedimiento Criminal y Ia Constitución, Etapa
Adjudicativa, Ediciones Situm, 2018, pg. 387; entre otros.

16 Regla 201 de Evidencia, 32 LPRA Ap. VI R. 201.

17 128 DPR en Ia pg. 326 n.16.


etapa de juicio. El debido proceso de ley no tolera un procedimiento en el

que Ia publicidad adversa al acusado ha privado a éste de su derecho a un

juicio justo e imparcial."8 Como cuestión de realidad, el 1. de octubre de

2023 cuando comenzó este proceso, el Tribunal emitió una serie de

órdenes a los fines de garantizar Ia selección de un Jurado justo e imparcial

y que éste adjudique el proceso amparándose solo en Ia evidencia que

desfile en el juicio'9

(14) Las lecciones aprendidas durante estos años, por

ejemplo: lo resuelto por el Tribunal de Circuito Federal en cuanto a Ia

publicidad, los cambios en los veredictos del Jurado, y los cambios en

cuanto a Ia disponibilidad detestigos.

(15) La disponibilidad y capacidad del acusado para continuar

y desplegar una intensa Iitigación. En estos casos el acusado ha desplegado

una intensa litigación en Ia cual en multiples ocasiones ha recurrido al

Tribunal de Apelaciones y al Tribunal Supremo de Puerto Rico. Un ejemplo

de ello es Pueblo v. Case/las Toro, 197 DPR 1003 (2017).

(\\ ambas partes.


(16) La representación legal adecuada y efectiva que tienen

(17) La complejidad de los casos.

(18) La salud del acusado.

(19) La edad del acusado.

18Ernesto L. Chiesa Aponte, Procedimiento Criminal y Ia Constitución, Etapa Adjudicativa,


Ediciones Situm, 2018, pg. 387.

'9E1 Tribunal dispuso: (a) que se utilizará el método largo para seleccionar el Jurado; (b) se
permitiré y llevar a cabo un voir dire extenso y riguroso; (c) que dicho voir dire se
7 > dividirá en dos partes, Ia primera en cuanto a los criterios generates de los candidatos para
servir de jurado y Ia segunda sobre et tema de Ia publicidad; (d) que el tema de Ia
publicidad se cubrirã de forma individual con cada uno de los potenciales jurados; (e) se le
otorgarén al acusado y at Ministerio Piblico diez perentorias adicionates a las autorizadas
en Ia Regta 123 de Procedimiento Criminal; para un total de veinte perentorias para cada
parte; (f) desde el comienzo se informe a los potenciates miembros del jurado que hay una
posibilidad real que una vez el panel quede constituido se ordene su secuestro por el
tiempo que dure el proceso; explicéndole que ello se hace para garantizar que adjudiquen
los casos amparéndose solo en Ia prueba desfilada en el juicio y, reconociéndole que dicha
orden implicar sacrificios para ellos y gastos para el Poder Judicial, pero que no pueden
culpar at acusado ni at Ministerlo Póblico por las inconveniencias que le pueda acarrear el
secuestro, pues el ánico propósito del mismo es garantizar el derecho del acusado a que
su juiclo se ventile ante un Jurado imparcial; y (g) se impartirén instrucciones cuidadosas
y exhaustivas sobre su responsabilidad de rendir un veredicto fundamentado en Ia prueba
admitida en el juicio y no a base de Ia información que hayan podido obtener por otras
fuentes.
7

(20) Las alegaciones por conveniencia como factor a

considerar por un acusado para alcanzar una alegación preacordada.2° Y,

en consideración a que Ia prueba del Ministerio Püblico podrIa producir una

convicción mâs allá de duda razonable.

(21) El tiempo que el acusado estuvo confinado por motivo del

veredicto de culpabilidad, el fallo y Ia sentencia dictada en su contra en el

juicio anterior. El veredicto y fallo de culpabilidad fue emitido el 22 de

enero de 2014. En esa fecha el Tribunal ordenó el ingreso del hoy acusado

al penal. La sentencia fue dictada el 6 de febrero de 2014. Del 22 de

enero al 6 de febrero de 2014 el acusado estuvo confinado y en espera de

sentencia. Este periodo a;sciende a quince (15) dIas, en calidad de

detención preventiva.2' ...... Una vez dictada Ia sentencia, -6 de febrero de

2014- y hasta que se anuló el veredicto, fallo y sentencia, el acusado

estuvo confinado hasta el 21 de agosto de 2020, es decir, por espacio de

seis (6) años, seis (6) meses y once (11) dIas. Luego de Ia decision de

Ramos v. Louisiana, supra, al acusado se le impuso una fianza, Ia cual éste

(,I prestO, por lo que se ordenó su excarcelación. Conforme a Ia Regla 184 de

Procedimiento Criminal, supra, el acusado tiene derecho a que de Ia

sentencia que ahora se le imponga se descuente totalmente el término de

prisión que ya cumplió. Es decir, los quince (15) dIas de detención

preventiva, asI coma los seis (6) años, seis (6) meses y once (11) dIas.

Reconocemos que no tiene derecho, ni es acreedor a que se le abone el

término en espera de este nuevo juicia y que estuvo baja fianza.


(22) La Ley Nám. 87-2020 mediante Ia cual se enmendó el

J Art. 11 del Plan de Reorganización 2-2011, segCin enmendado, conocido

20
North Carolina v. Alford, 400 U.S. 25, 37 (1970).
21
El Departamento de correccion y Rehabilitaaón del Gobierno de Puerto Rico reconoce
dos tipos de detención preventiva. La primera es cuando se ingresa a una persona por Ia
comisión de un alegado delito y éste no presta Ia fianza. La segunda es cuando Ia persona
es declarada convicta por un delito, se ordena su ingreso en espera de sentencia. Este
periodo que transcurre entre el ingreso y el dictar sentencia se considera también como
detención preventiva.
como el "Plan de Reorganización del Departamento de Corrección y

Rehabilitación de 201L"22

(23) La Ley Nüm. 85-2022, Ia cual entre otras cosas enmendó

el Art. 308 de Ia Ley Nüm. 146-2012 y el Art. 3 de Ia Ley Nüm. 118 de 22

de Julio de 1974, segün enmendada y conocida como "Ley de Ia Junta de

Libertad Bajo Palabra."23

(24) El costo de Ia IitigaciOn tanto para el Pueblo como para el

acusado.

(25) Elcalendario del Tribunal, asI como de los representantes

legales del Ministerio Piiblico y del acusado.

(26) El tiempo que.consumirIa un nuevo juicio.

9. Las partes reconocen que las penas que disponen los delitos

que se le imputan al acusado son las siguientes:

(a) BaJo el Art. 106 del COdigo Penal de 2004, "pena provista

para el delito grave de primer grado." Es decir, noventa y nueve (99) años

de reclusiOn.24

(b) BaJo el Art. 291 del COdigo Penal de 2004, pena para

"delito grave de cuarto grado." Es decir, "pena de reclusiOn entre seis (6)

meses un dIa y tres (3) años."25

(c) Bajo el Art. 5.15 de Ia Ley de Armas de 2000, pena por

un término fijo de cinco (5) años. "De mediar circunstancias agravantes, Ia

V pena establecida podrá ser aumentada hasta un mximo de diez (10) años;

de mediar circunstancias atenuantes, podrá ser reducida hasta un mInimo

( de Un (1) año." Por disposición del Art. 7.03 de Ia Ley 404,26 todas las

penas de reclusion que se impongan bajo Ia Ley de Armas de 2000, serán


() cumplidas consecutivamente entre 51 y consecutivamente con las impuestas

22
Leyes de Puerto Rico 2020, Lexis Nexis, pâgs. 1732-40.

23 Leyes de Puerto Rico 2022, Lexis Nexis, págs. 825-30.


24
Art. 107 y Art. 16 (a) Código Penal 2004, 33 LPRA § 4735 y 4644(a). (Derogado 2012)
25
Art. 16 (d) del Código Penal de 2004, supra. (Derogado 2012).

26
25 LPRA 460 (b) (Derogada 2020).
bajo cualquier otra ley. Además, cuando se usare un arma en Ia comisiOn

de cualquier delito y como resultado de tal violación si alguna persona

sufriera daño fIsico o mental, Ia pena establecida para el delito se duplicarâ.

10. El preacuerdo alcanzado por las partes es el siguiente:

El Ministerio Páblico enmienda el pliego acusatorio en el


(a)
caso DV12012G0099 donde se imputa el delito de asesinato en primer
grado, para que impute el delito de asesinato en segundo grado. Hecha Ia
enmienda, el acusado registrará alegación de culpabilidad.

(b) En el caso DFJ2012G0047 eI acusado registrará alegación


de culpabilidad por el delito segiin imputado.

(C) En el caso DLA2012G0837 el acusado registrarâ alegación


de culpabilidad por el delito segün imputado.

(d) De conformidad con Ia Regla 72(1)(d) de Procedimiento


Criminal, supra, las partes reconocen que Ia disposición autoriza a "acordar
que determinada sentencia especIfica es Ia que dispone adecuadamente del
caso." Al amparo de esta disposiciOn las partes acuerdan las siguientes
sentencias:

En el caso DV12012G0099 Ia pena maxima de


(1)
veinticinco (25) años de cârcel, mâs el pago de Ia pena especial.

(2) En el caso DF32012G0047 Ia pena maxima de tres


çS (3) años de cárcel, más el pago de Ia pena especial.

(3) En el caso DLA2012G0837 una pena maxima de


diez (10) años de cárcel, duplicado al amparo del Art. 7.03 de Ia Ley de
Armas, para un total de veinte (20) años, más el pago de Ia pena especial.

Las penas en los casos: DV12012G0099 y


(4)
DF32012G0047 së cumplirán de forma concurrente entre Si, para
veinticinco (25) años. Estas penas a su vez serán consecutivas con las
dictadas en el caso DLA2012G0837 para un total de cuarenta y cinco (45)
años.

7*7J
C
(5) Las penas especiales se pagarIan de conformidad a
lo dispuesto en los Arts. 49 (I) y 67 del Código Penal de 2004.27

(6) Las penas impuestas seran para cumplir en prisión.

11. Las partes reconocen conforme a Ia Regla 72 de Procedimiento

Criminal, supra, que:

(a) El Tribunal no ha participado en las conversaciones que

han dado lugar a este preacuerdo.

27
33 LPRA 4677 (I) y 4695. (Derogado 2012).
10

(b) El Tribunal tiene facultad para aceptar o rechazar este

preacuerdo, a aplazar su decision hasta recibir y considerar el informe

presentencia.

(c) Si el preacuerdo es aceptado por el Tribunal, éste

informarâ al acusado que el mismo será incorporado y se hará formar parte

de Ia sentencia.

(d) Si el preacuerdo es rechazado por el Tribunal, éste asI Ia

informará a las partes y advertirá al acusado personalmente en corte

abierta que el Tribunal no está obligado por el preacuerdo, y brindará al

acusado Ia oportunidad de retirar su alegación. Le advertirâ, además, que

si persiste en su alegación de culpabilidad, Ia determinación final de los

casos podrIa ser menos favorable que Ia acordada entre el Ministerio

Püblico y su representación legal. El acusado reconoce que en caso de un

veredicto y fallo de culpabilidad se expone a una pena de noventa y nueve

(99) años de cárcel en el caso DV12012G0099; una pena de veinte (20)

años de cárcel -pena maxima con agravantes y duplicada- en el caso

DLA2012G0837; y una pena de tres (3) años de cárcel en el caso

r)
DF32012G0047. Ella, para una pena maxima total de 119 aPios de cárcel.

(e) El Tribunal al decidir sobre Ia aceptación de esta

alegación preacordada deberá cerciorarse que Ia misma ha sido hecha con

pleno conocimiento, conformidad y voluntariedad del acusado. Ademâs,


que es conveniente a Ia sana administración de Ia justicia, y que ha sido
/ lograda conforme al derecho y a Ia ética. A este fin las partes reconocen

( que el Tribunal podrá requerir del Ministerio Pblico y de Ia representación

C legal del acusado, aquella información, datos y documentos que tengan en

su poder y que estime necesarios, y podra examinar al acusado y a

cualquier otra persona que a su juicio sea conveniente.

12. El Ministerio Páblico certifica que con relación a los testigos de

cargo, ha cumplido con sus obligaciones frente a estos, y ello de


11

conformidad con Ia Carta de Derechos de las VIctimas y Testigos de Delito,

Ley Ntim. 22 de 1988.28

13. El acusado informa al Tribunal que es ciudadano

norteamericano.29
14. El acusado reconoce: (a) que está conforme con Ia

representaciOn legal que le han brindado el Lcdo. Harry N Padilla y Ia Lcda.

Kendys Pimentel; (b) que en su opinion ha recibido de éstos una

representación legal adecuada y efectiva a lo que tenIa pleno derecho;3°

(C) que en su opinion, durante el proceso de alegación preacordada

también ha recibido de éstos una representación legal adecuada y efectiva


a lo que tenIa pleno derecho;3' (d) que el Lcdo. Harry N. Padilla desde que

comenzó a representarlo -septiembre de 2012- y hasta el presente lo ha

mantenido informado de todos los asuntos que han surgido en el desarrollo

de estos casos; igual ha hecho Ia Lcda. Kendys Pimentel desde que

comenzó a representarlo -octubre de 2023- y hasta el presente; 32 y (e)

una vez dictada Ia sentencia, no tendrá derecho de apelar Ia misma.

15. El acusado reconoce que tiene derecho a que este Tribunal

antes de dictar sentencia encomiende realizar y una vez preparado

28
25 LPRA § 73 et. seq.
29
Pad/I/a v. Kentucky, 559 U.S. 356 (2010) y Regla 72 (7) de Procedimiento Criminal,

5L(V.K- tL supra.
°
Art. II § 11 de Ia Constitución de Puerto Rico, 1 LPRA en Ia pâg. 359 (2023); Pueblo v.
Lopez Guzmán, 131 DPR 867 (1992) y Pueblo v. Morales Suárez, 117 DPR 497 (1986).
Enmienda VI de Ia Constitudón de Estados Unidos, 1 LPRA en Ia pág. 198 (2023); Missouri
v. Frye, 566 U.S. 134, 138 (2012); Martinez v. Ryan, 566 U.S. 1, 12 (2012); Strikland v.
Washington, 466 U.S. 668 (1984); United States v. Cronic, 466 U.S. 648, 653-54 (1984);
Wainwright v. Torna, 455 U.S. 586 (1982) y McMann v. Richardson, 397 U.S. 759, 771
(1970), entre otros.
n '
Lafler v. Cooper, 566 U.S. 156 (2012); Missouri v. Frye, supra; Pad//la v. Kentucky,
supra; Hi/I v. Lockhart, 474 U.S. 52 (1985) y Argersinger Ham/in, 407 U.S. 25 (1972).
32
La obligación de todo abogado de mantener informado a su cliente de todo asunto
importante que surja en el desarrollo del caso, emana del derecho constitucional a una
representación legal adecuada y efectiva que garantizan el Art. II § 11 de Ia Constitución
de Puerto Rico y Ia Enmienda VI de Ia Constitución de Estados Unidos. Además, como
norma ética dicha obligación Ia recoge el Canon 19 del Código de Etica Profesional, 4 A
LPRA Ap. IX C.19. Véase sobre esta obligación: In re: Polanco Ortiz, 196 DPR 126, 133
(2016); In re Acosta Grubb, 119 DPR 595, 603 (1987); Otero Fernández v. De San Juan,
116 DPR 733, 746 (1985) y Co/on Prieto v. Geigel, 115 DPR 232, 239 (1984).
12

examine un informe presentencia sobre su persona.33 Sin embargo, el

acusado libre y voluntariamente renuncia expresamente a dicho derecho y

solicita del Tribunal que dicte sentencia al momento en que se apruebe este

preacuerdo.

POR TODO LO CUAL se solicita de este Honorable Tribunal que:

(a) se dé por enterado del preacuerdo que han alcanzado las


partes;

(b) acepte el preacuerdo aquI informado;

(c) una vez hecha Ia enmienda al pliego acusatorio

DV12012G0099, acepte las alegaciones de culpabilidad segn antes

expuestas; y

Cd) finalmentedicte sentencia bajo los términos y condiciones

del preacuerdo alcanzado por las partes.

En Bayamón, Puerto Rico hoy de octubre de 2023.

(/\ ) REPRESE TANT DEL


MINISTE 0 P' LICO
FISCALIA DE BAYAMON
MIRANDA FI LOPEZ RIVERA
REPRESENTANTE DEL
MINISTERIO PUBLICO
FISCALIA DE BAYAMON
APARTADO 1857 APARTADO 1857
BAYAMON, PUERTO RICO 00960 BAYAMON, PUERTO RICO 00960
7_7 ---

F EWIN RTIZ RIV RA III FISCAL IV N E. RIVERA LABRADOR


RPRESENfrANTE DEL REPRESENTANTE DEL
MINISTERIO PCJBLICO MINISTERIO PUBLICO
FISCALIA DE BAYAMON FISCALIA DE BAYAMON
APARTADO 1857 APARTADO 1857
BAYAMON, PUERTO RICO 00960 BAYAMON, PUERTO RICO 00960

LCDO. HARRY N. PADILLA MARTINEZ LCDA. KMENTEL SOTO


¯RUA NUMERO 7026 RUA NU ER 14,086
ABOGADO DEL ACUSADO ABOGADA DEL ACUSADO
APARTADO 2131 P.O. BOX 270184
MAYAGUEZ, PUERTO RICO 00681 SAN JUAN, PUERTO RICO 00927
TEL. 787-834-4140 TEL: 787-370-0091
EMAIL: hn.Dadillahotmail.com EMAIL: kendyspimenteftäyahoo.com

Regla 162.1 de Procedimiento Criminal, supra.


13

JURAMENTO

Yo, Pablo José Casellas Toro, mayor de edad, soltero,

desempleado de cincuenta y nueve años de edad, vecino de Guaynabo,

Puerto Rico y habiendo estudiado un grado de maestrIa en seguros, bajo

juramento declaro: que he leIdo el escrito que antecede, que lo

expresado en el mismo es cierto, pues los hechos en éste expuestos,

me constan de proplo y personal conocimiento, y estoy consciente de su

contenido. Además, acepto el mismo de forma libre, voluntaria y con

pleno conocimiento. Además declaro que al momento en que leI,

estudié y firmé este documento no habIa ingerido medicamento que me

impidieran entender el mismo en toda su extension. Y, que tanto el

Lcdo. Harry N. Padilla como Ia Lcda. Kendys Pimentel siempre

estuvieron presentes y dispuestos a contestarme cualquier pregunta que

g le hiciera, asI corno aclarar cualquier duda que tuviese o me surgiese.

Al momento de firmar este documento no tengo duda alguna y acepto el

mismo de forma libre, voluntaria y con pleno conocimiento.

/ 42_. En Bayamón, Puerto Rico, el 24 de octure de 2023.


----- )

PABLO JOSE CASELLAS TORO

Jurado y suscrito ante mI, en Bayamón, Puerto Rico, eI de


I
octubre de 2023.

a Sala

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