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Con los ojos en lo eterno

Serie: La cruz de Cristo


Colosenses 3.1-4 (RVR60)
1
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado
a la diestra de Dios. 2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3Porque
habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4Cuando Cristo, vuestra vida,
se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

“Si habéis resucitado” la implicación es que “para resucitar hay que morir primero”

No hablamos de martirizar el cuerpo para con la


pretensión de ser perfeccionados por la practica
de nuestros rituales, por piadosos que estos
sean

“Si pues habéis resucitado”


Debemos ser consecuentes con lo que profesamos

Hace referencia a

Colosenses 2.12
12sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también
resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le
levantó de los muertos.

Jesús no solo es el objeto de nuestra fe, sino


que también es la fuente de nuestra vida
buscad las cosas que están arriba, donde está Cristo. El
verbo buscad implica un esfuerzo perseverante;

Es un buscar para producir y no de encontrar

"Según lo indica el contexto, el apóstol se refiere a realidades tales


como compasión, bondad, humildad, mansedumbre, longanimidad,
paciencia, el espíritu perdonador, y sobre todo amor"

Cuando escuchamos de padecer, persecución,


negación, etc, muchos salen huyendo.
Pero eso es porque nuestros ojos están puestos en el lugar equivocado

V2 Poned la mira en las cosas de arriba no en


las de la tierra
En las cosas que están arriba coloquen toda su atención, no en las cosas
que están sobre la tierra.

Jesús decidió ir a la cruz porque veía la gloria


que estaba delante de Él
Hebreos 12.2
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante
de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

2
Buscad las cosas de arriba
Salmo 73.25
¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

Salmo 73.26
Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para
siempre.

Tesoros en los cielos

Mateo 6.20
sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no
minan ni hurtan.

Mateo 6.33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas.

Ojos en lo eterno, no en lo temporal

2 Corintios 4.18
no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven
son temporales, pero las que no se ven son eternas.

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