EDITORIAL DIRECCIÓN EDITORIAL

MVZ. Cert. Luis Fernando Martínez Cornejo

Año / Volumen 6 · Número 1
Enero-Febrero 2022
REMEVET, Año / Volumen 6, No. 1, Enero-Febrero 2022, es una
publicación bimestral editada por REMEVET, S. DE R.L. DE C.V.
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ÍNDICE
SÍNDROME VESTIBULAR PERIFÉRICO SECUNDARIO A MANEJO DEL COLAPSO TRAQUEAL EN PERROS
LINFOMATOSIS EN NERVIO VESTIBULOCOCLEAR POR LINFOMA
DIFUSO DE CÉLULAS B GRANDES E INFILTRACIÓN A HIPÓFISIS
EN UN PERRO
CORTÉS-NIETO Y ANDREW LINKLATER
LUNA-SÁNCHEZ AD
SANTOSCOY-MEJÍA CE
REYES-MATUTE A
PAG 9 PAG 21
CONOCIENDO A NUESTEOS ESPECIALISTAS TRAUMATISMO TORÁCICO

JOSÉ MAURO VICTORIA JOLLE KIRPENSTEIJN

MORA
PAG 18 PAG 27
DISCOPATÍA CERVICAL EN UN PERRO: REPORTE DE UN CASO ¿CUÁNTO TE CUESTA CADA CLIENTE?

MORALES-MADUEÑA DY IGNACIO MÉRIDA-ISLA

REYES-ALVA HJ
35 41
FERNANDO VALERA SÁNCHEZ
PAG ALEX GRASSIE PAG

ACTUALIDADES EN EL USO DE LA DIMETILARGININA SIMÉTRICA EN TRATAMIENTO DE LA PIODERMITIS BACTERIANA EN PERROS

LOS PERROS Y GATOS
DEL-ANGEL-CARAZA J
PÉREZ-SÁNCHEZ AP GESSICA ARIANE DE MELO CRUZ
PERINI-PERERA S JESSICA RIBEIRO SOLE
QUIJANO-HERNÁNDEZ IA
PAG 44 PAG 48
XXX Aniversario del Hospital Veterinario para
Pequeñas Especies de la FMVZ-UAEM
El Hospital Veterinario Pequeñas Especies de la
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de
la Universidad Autónoma del Estado de México
en su origen proviene de pensamientos, un espíritu
emprendedor de un grupo de personas de llevar a cabo
cambios, de experimentar con ideas propias y ajenas;
y proponer con intuición, apertura y flexibilidad el
desarrollo de actitudes de cooperación y de trabajo
en equipo, así como el experiencia de adaptarse a los
nuevos roles en una sociedad de continuo cambio y
sensibilidad ante las necesidades de los otros con su
desarrollado poder de comunicación, así como una
visión prospectiva, entendiendo como prospectiva a
la ciencia que tiene por objeto el estudio de las causas.
Siendo una disciplina que estudia el futuro desde un
punto de vista social, económico, político, científico
y tecnológico.
Estas dos cualidades, que ya lo mencionaba Gastón
Berger, filosofo francés, uno de los fundadores de la
prospectiva; la definía como la ciencia que estudia
el futuro para comprenderlo y poder influir en el,
fueron el secreto de cómo crear, tener una idea,
plantear un proyecto, iniciarlo y desarrollarlo, ver los
frutos del mismo, y continuar trabajando para que se
transformara y dar frutos de mejor calidad.
Para el Hospital, a mediados de la década de los 80´s
fueron el inicio y planteamiento de la idea; siendo
el 14 de febrero de 1992 el inicio de este fantástico
proyecto, con tres objetivos principales: la extensión,
la docencia y la investigación.
En este año 2022 a tres décadas de su fundación se
notan los frutos del arduo trabajo enfocado en cumplir
con los objetivos planteados:
La extensión (servicio a la comunidad), con la oferta de
servicios médicos y quirúrgicos veterinarios de vanguardia,
ofreciendo un promedio de 13,000 servicios anuales en
todas sus áreas de trabajo (Medicina interna, de Urgencias,
Cirugía de tejidos blandos y de Traumatología y Ortopedia,
Anestesiología, Imagenología, como las principales).
La docencia, con la formación de Médicos Veterinarios en
el área de la Medicina y Cirugía en Perros y Gatos, en sus
diferentes programas (Estancias, Residencia-Especialidad). Al
contar con una plantilla de profesores con una formación médica
y científica de acorde a los perfiles académicos internacionales,
líderes de opinión de diferentes áreas de la medicina y cirugía
en perros y gatos. Un programa de “Especialidad” robusto
con 25 años, pionero en el Padrón Nacional de Posgrado de
Calidad del CONACyT como especialidad veterinaria, con
grado de consolidación con cuatro re-acreditaciones otorgadas,
de donde han egresado más de 300 especialistas de todos
los Estados de la Republica Mexicana, y de otros países de
América Latina y Europa.
La investigación, al ser un centro donde se desarrolla el
conocimiento científico y realizar investigación clínica
(sin maltrato animal), con la consolidación de un Cuerpo
Académico en “Medicina y Cirugía Animal” y generación de
una línea de investigación inserta en el “Programa Institucional
de Ciencias Agropecuarias y Recursos Naturales de la UAEM”
donde se forman alumnos con grados de Maestría y Doctorado,
al desarrollar investigación en enfermedades que aquejan
a los perros y gatos; dando como resultado además de la
formación de recursos humanos de primer nivel, la generación
de conocimientos difundidos al la comunidad medica con la
publicación de trabajos en revisas científicas con índice de
impacto, revistas de divulgación, libros y capítulos de libro,
y memorias de congresos.
Todos estos logros han sido posibles con el esfuerzo de todos
los que en algún momento transitaron por este Hospital
Veterinario Pequeñas Especies de la FMVZ UAEM durante
estos 30 años, académicos, personal administrativo, de
mantenimiento y vigilancia.
Hoy nos congratula y enorgullece ser parte de este gran
proyecto, materializado, y consolidado y que ha contribuido
al desarrollo profesional y personal de muchos alumnos
de Especialización, de Maestría y Doctorado, Estancias
Rotatorias, Servicio Social y Practicas Profesionales, que
confiaron en nuestra institución.
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REMEVET Ene-Feb 2022;6(1):9-18
SÍNDROME VESTIBULAR PERIFÉRICO SECUNDARIO A LINFOMATOSIS
EN NERVIO VESTIBULOCOCLEAR POR LINFOMA DIFUSO DE CÉLULAS
B GRANDES E INFILTRACIÓN A HIPÓFISIS EN UN PERRO
Palabras clave
• Síndrome vestibular periférico
• Linfoma multicéntrico
• Linfoma B difuso de células
grandes
• Hipófisis
INTRODUCCIÓN
U na causa frecuente de Síndrome Vestibular en perros
es la presencia de neoplasias en el sistema nervioso
central (SNC) que pueden ser primarias, por metástasis o por
infiltración. El linfoma es la neoplasia hematopoyética más
frecuente en perros. La prevalencia de linfoma en el SNC es
baja y con mayor frecuencia se desarrolla como parte de un
proceso multicéntrico o sistémico. En medicina humana la
infiltración a hipófisis es infrecuente, sin embargo, el linfoma
difuso de células B grandes (LDCBG) debe considerarse en el
diagnóstico diferencial de los tumores de la hipófisis. En este
artículo se presenta el caso de una perra Borzoi de 10 años con
antecedente de linfoma multicéntrico, la cual presentó signos
asociados a síndrome vestibular periférico debido a infiltración
en nervio vestibulococlear, como hallazgo a la necropsia.
CASO CLÍNICO
Fue presentada al Hospital Veterinario de Especialidades
UNAM una perra Borzoi de 10 años, adoptada a los seis años.
No contaba con calendario de vacunación, ni desparasitación
Neurología
Autores
Cortés-Nieto Y1 Luna-Sánchez AD,2 Santoscoy-Mejía CE,3
Reyes-Matute A4
1 Residente del Hospital Veterinario de Especialidades de la FMVZ-UNAM.
2 Residente del Departamento de Patología de la FMVZ-UNAM.
3 Académico del Departamento de Medicina y Cirugía de Pequeñas
Especies de la FMVZ-UNAM.
4 Académico del Departamento de Patología de la FMVZ-UNAM.
vigente. No convivía con otros animales y su dieta se basaba
en alimento comercial mezclado con comida casera preparada.
Los propietarios comentaron que 11 meses antes presentaron a
la perra por linfadenomegalia submandibular derecha a MVZ
quien realizó biopsia incisional y estableció el diagnóstico
de linfoma difuso de células pequeñas de bajo grado; indicó
tratamiento quimioterapéutico CHOP de 19 semanas que se
extendió hasta seis meses por inconsistencia de los propietarios.
A pesar de la irregularidad en la administración, la paciente
presentó buena respuesta.
Fue presentada al Hospital Veterinario de Especialidades
– UNAM (HVE) por ataxia y ladeo de la cabeza hacia la
izquierda, además de hiporexia, vómito y depresión de tres
semanas de evolución. El propietario refirió que una semana
antes acudió con MVZ por linfadenomegalia submandibular
derecha; indicó prednisona a dosis reducción (2mg/kg PO SID
por 7 días, 1mg/kg PO SID por 7 días, 0.5 mg/kg PO SID por
7 días y 0.5mg/kg PO cada 48 horas por 7 días) se observó
disminución de la linfadenomegalia, sin embargo persistían
los demás signos.
REMEVET · Ene-Feb 2022 9
 Neurología
Síndrome vestibular periférico secundario a linfomatosis en nervio vestibulococlear por linfoma difuso de
En el HVE al examen físico general se observó condición
corporal 2/5, gingivitis, halitosis y presencia de sarro en molares
y premolares. Al examen neurológico se apreciaron nistagmos
horizontales y verticales, ladeo de la cabeza hacia la izquierda
(Imagen 1), ataxia vestibular sin afección propioceptiva. Se
estableció neurolocalización en sistema vestibular periférico
de probable origen neoplásico.
Imagen 1. Paciente con ladeo de la cabeza hacia el lado izquierdo.
Por los antecedentes de la paciente, se realizó estudio
radiográfico control de campos pulmonares donde no
se observó infiltración. En el perfil integral se encontró
hematocrito 0.58 L/L (0.37-0.55), hemoglobina 197 g/L
(120-180), eritrocitos 8.5 x 1012/L (5.5-8.5) asociado a
eritrocitosis por hemoconcentración secundaria a pérdidas
por vómito; incremento de sólidos totales 78 g/L (60-75)
asociado a inflamación crónica por linfoma multicéntrico,
sin descartar hemoconcentración por pérdidas gastroentéricas;
trombocitopenia 171 x 109/L por consumo y linfopenia 0.1 x
109/L por glucocorticoides exógenos (prednisona).
Una semana después se realizó resonancia magnética (RM)
donde se informó cerebro normal con congestión venosa
del cuarto ventrículo asociada a vasculitis o infiltración
meníngea perivascular por linfoma. Debido a éste resultado
se realizó toma de líquido cefalorraquídeo (LCR) sin encontrar
alteraciones relevantes.
La paciente mantuvo la signología de alteración vestibular
periférica por lo que se realizó hisopado ótico donde se
registró presencia de cocos 1+ y malassezia 2-3/campo en
ambos oídos, asociado a otitis externa. Se indicó tratamiento
con gentamicina/tiabendazol/dexametasona para ambos oídos.
10 REMEVET · Ene-Feb 2022
células b grandes e infiltración a hipófisis en un perro
Dos meses después la paciente continuaba con hiporexia y
persistían los signos de síndrome vestibular periférico. Con el
fin de descartar metástasis abdominal se realizó ultrasonido,
encontrando lesiones heterogéneas hipoecoicas en la región
cortical de ambos riñones sugerentes de infiltración neoplásica,
además de incremento en la relación corteza médula asociado
a hidronefrosis (Imagen 2).
Debido al deterioro físico de la paciente se le consideró no
apta para retomar protocolo quimioterapéutico. El propietario
solicitó la eutanasia y autorizó la necropsia.
Imagen 2. Corte sagital de riñón izquierdo donde se observan
múltiples lesiones hipoecoicas en región cortical.
ESTUDIO POSTMORTEM
Hallazgos macro y microscópicos
En el estudio postmorten se encontró: linfadenomegalia de
linfonodos superficiales retromandibulares, preescapulares,
poplíteos e inguinales. En la cavidad torácica, la superficie
pulmonar tenía nódulos blanco-amarillentos, bien delimitados
y firmes de distribución multifocal que afectaban el 50% del
parénquima pulmonar y que profundizaban al corte. Los
linfonodos peribronquiales y mediastínicos estaban aumentados
de tamaño. En ambos riñones se apreció hidronefrosis y se
encontraron lesiones nodulares neoplásicas que afectaban al
80% del parénquima (Imagen 3).
Después de retirar el encéfalo, en la base del cráneo se observó
un crecimiento en placa café claro de aspecto carnoso que se
extendía a la zona correspondiente a el nervio vestibulococlear
izquierdo. La hipófisis tenía aspecto edematoso y estaba
incrementada de tamaño.
Microscópicamente las lesiones nodulares encontradas en
linfonodos, superficie pulmonar y riñones, correspondieron a
linfocitos neoplásicos grandes dispuestos en patrón difuso, con
conteo de seis mitosis/CAP. Esta población celular neoplásica
también se observó infiltrando a la hipófisis y a la dura madre
de los nervios vestibulococlear izquierdo. De acuerdo con estos
hallazgos se emitió el diagnóstico de linfoma multicéntrico
 Neurología
Síndrome vestibular periférico secundario a linfomatosis en nervio vestibulococlear por linfoma difuso de
células b grandes e infiltración a hipófisis en un perro

Imagen 3. Corte sagital de riñón izquierdo donde se aprecian Signos

múltiples lesiones nodulares neoplásicas que afectan el 80% del Teniendo en cuenta las funciones del sistema vestibular, los
parénquima.. hallazgos del examen neurológico que son indicativos de
disfunción vestibular incluyen ataxia vestibular caracterizada
por ladeo de la cabeza con desviación del tronco ipsilateral y
nistagmo patológico (Tabla 1).1, 2

Es importante realizar el examen neurológico de manera

adecuada, ya que la presentación e interpretación de los
signos nos permite diferenciar si enfrentamos alteración en
el sistema vestibular periférico o central. Se ha identificado que
a través de los signos presentados por el paciente es posible
la localización exitosa en el 91.4% de los casos (Tabla 2).3
Tabla 1. Signos clínicos asociados a síndrome vestibular 1

difuso de células grandes. No se encontró afección a cerebro,

cerebelo, médula espinal o médula ósea.

En la tinción de hematoxilina se observó infiltración de la

duramadre del nervio vestíbulo coclear izquierdo (Imagen
4). Se realizó panel de inmunohistoquímica en los linfocitos
neoplásicos de la hipófisis donde se observó inmunopositividad
intensa membranal con CD10 y nuclear para con PAX5,
confirmando el origen de linfocitos B. Fue inmunonegativo
para CD3, CD79 y MUM1.

DISCUSIÓN
El sistema vestibular es el sistema sensorial principal que junto
con los sistemas propioceptivo y visuales generales, mantiene
el equilibrio. Además, se encarga de coordinar la postura del
cuerpo y la posición ocular en relación con el movimiento de
la cabeza.1

Los componentes anatómicos del sistema vestibular se dividen

en periféricos y centrales. Las estructuras periféricas están
ubicadas en el oído interno y consisten en los receptores,
ganglios y axones periféricos de la división vestibular del VIII
nervio craneal. Los componentes centrales comprenden los
núcleos vestibulares en el bulbo raquídeo y las proyecciones
vestibulares hacia el cerebelo, la médula espinal y el tronco
encefálico rostral.1
Imagen 4.
Micrografía teñida
con HE donde se
identifica duramadre
con infiltración por
linfoma difuso de
células B grandes.
Síndrome vestibular periférico
La causa más frecuente de síndrome vestibular periférico en
perros y gatos es la otitis media. Puede llegar a representar
casi el 50% de los casos de enfermedad vestibular periférica en
perros. Los organismos aislados con mayor frecuencia incluyen
especies de Estafilococos, Pseudomonas, Streptococcus,
Proteus, Malassezia y Candida. El síndrome vestibular
periférico idiopático es la segunda causa de disfunción
vestibular periférica en perros.1 Existen otras causas asociadas
al síndrome vestibular periférico que se presentan con menor
frecuencia, entre las cuales se incluyen pólipos nasofaríngeos,
traumatismo en oído medio e interno, neoplasias primarias en
el oído medio-interno o secundarias que afecten directamente
a los nervios vestibulococleares ya sea por infiltración o
compresión.4
REMEVET · Ene-Feb 2022 11
 Neurología
Síndrome vestibular periférico secundario a linfomatosis en nervio vestibulococlear por linfoma difuso de
células b grandes e infiltración a hipófisis en un perro

Tabla 2. Signos clínicos utilizados en la clasificación del síndrome vestibular central y periférico
4
LINFOMA CANINO
El linfoma canino corresponde a
un grupo de neoplasias originadas
del tejido linforreticular; tiene
incidencia anual estimada de 13
a 114 por cada 100,000 perros
(EUA), representa del 7 al 14% de
todas las neoplasias y el 83% de
las neoplasias linfoides malignas
diagnosticadas en esta especie.6, 7

Puede presentarse en cualquier

etapa de la vida con rango de
edad de 6 a 10 años y afecta
Síndrome vestibular central principalmente a animales
Para el síndrome vestibular central, las etiologías más frecuentes son afecciones gerontes. Específicamente en caso
inflamatorias, las neoplasias y alteraciones vasculares.3 Con pocas excepciones, las causas de perros con linfoma en SNC se
del síndrome vestibular central si no se identifican y tratan de inmediato se asocian con identificó promedio de vida de 7.4
deterioro neurológico (Tabla 3), incluso la muerte.1 años.8 Tiene predisposición racial
por el Bóxer, Cobrador Dorado,
Tabla 3. Diagnósticos diferenciales del síndrome vestibular central4 Cobrador del Labrador, Cocker
Spaniel, Beagle, Basset Hound, San
Bernardo, Pastor Alemán y Terrier
Escocés. 7, 9, 10

No se ha establecido etiología
definitiva para el desarrollo de
linfoma, entre las teorías se
mencionan factores ambientales
como exposición prolongada
a campos magnéticos y
herbicidas como el ácido
2,4-diclorofenoxiacético. En otras
especies se ha asociado a virus
oncogénicos como la leucemia
viral felina (gatos), leucosis
enzóotica (bovinos), virus de la
leucemia bovina (bovinos, caprinos
y ovinos), enfermedad de Marek y
reticuloendoteliosis aviar (aves),
La resonancia magnética (RM) es el estudio de imagen preferido para pacientes con entre otros.10 En el humano se
disfunción vestibular central.1 Las imágenes de RM de campo alto proporcionan imágenes conoce que las infecciones por
detalladas de estructuras anatómicas y, por lo tanto, se pueden detectar incluso pequeñas virus de Epstein-Barr, Herpesvirus
lesiones en el tronco encefálico o el oído interno. Por otro lado, se ha identificado que es humano y Helicobacter pilori,
más precisa la consistencia entre el examen neurológico y los hallazgos de la RM para están asociadas a diferentes tipos
el síndrome vestibular central que para el periférico.3 de linfoma.11

Existen diversas neoplasias asociadas al síndrome vestibular central. Los tumores En humanos, el linfoma difuso de
intracraneales primarios más frecuentes en perros son los meningiomas y los gliomas.1 células B grandes (DLBCL por
Los adenomas y carcinomas son las principales neoplasias hipofisiarias.5 La incidencia de sus siglas en inglés), presenta una
tumores secundarios en SNC puede estar aumentando porque los animales con neoplasias mutación en el gen TRAF3; este
sistémicas están siendo tratados con agentes quimioterapéuticos que prolongan la vida de codifica una proteína reguladora
los pacientes, permitiendo más tiempo para que ocurra la metástasis al SNC.5 de la homeostasis de las células
B, que a la vez funciona como

12 REMEVET · Ene-Feb 2022

 Neurología
Síndrome vestibular periférico secundario a linfomatosis en nervio vestibulococlear por linfoma difuso de
supresor tumoral de neoplasias de este origen celular, por lo
que su inactivación por deleción se relaciona con el desarrollo
de diversas neoplasias de células B y mieloma múltiple.
Actualmente se conoce que los perros con linfoma de células
B también presentan esta mutación, lo que convierte al perro
en modelo útil para la investigación.10
Las presentaciones más frecuentes del linfoma canino son:
multicéntrico (84-86%), gastrointestinal (5-7%), mediastínico
(4-5%) y cutáneo (3–6%); con menor frecuencia se presenta
la forma primaria extranodal (<3%) que puede desarrollarse
en SNC, hígado, bazo, riñón, médula espinal, ojo, corazón,
vejiga, cavidad nasal, entre otros.6,7,10
El linfoma en el SNC con frecuencia se desarrolla como parte
de un proceso multicéntrico o sistémico.6 Afecta a la médula
espinal y es el segundo tumor intracraneano más frecuente
en gatos. En perros, el linfoma del SNC es el tercer tumor
intracraneal secundario y representa sólo el 4% de los tumores
intracraneales primarios.8 Los signos clínicos producidos
por los tumores del SNC son inespecíficos y dependen de la
ubicación de la lesión.6
El linfoma suele infiltrar vía meníngea, perivascular,
intravascular, intraparenquimatosa, periventricular, a los
plexos coroideos, glándula hipófisis, cerebelo, médula espinal
y sistema nervioso periférico.12-15 Las células de linfoma
pueden acceder al SNC por ruta hematógena, extendiéndose
directamente desde los huesos adyacentes o por crecimiento
centrípeto a lo largo de las estructuras neurovasculares.16
Este tipo de infiltraciones es difícil identificarlas en la RM
por lo que se diagnostican en la necropsia. En SNC hay pocas
publicaciones donde se describe la infiltración a hipófisis
como el caso de nuestra paciente12-19. En medicina humana
la infiltración a hipófisis es poco frecuente, se encuentran
documentados pocos casos y una característica en común es
que se originan de linfocitos B.
La neurolinfomatosis es una condición rara definida como
infiltración de nervios periféricos o raíces nerviosas por linfoma
o leucemia. El síndrome puede ocurrir como la manifestación
inicial de una enfermedad neoplásica, presentarse al mismo
tiempo que una neoplasia sistémica o representar la progresión
de la enfermedad en pacientes diagnosticados y tratados
previamente por linfoma.20-25
Los hallazgos clínicos comprenden la linfadenomegalia u
organomegalia de hígado y bazo, además de radiografía,
ultrasonido o RM, sugerentes de proceso neoplásico y
alteraciones inespecíficas y variables en los estudios de
laboratorio que pudieran asociarse con linfoma como anemia
no regenerativa, trombocitopenia, neutropenia, linfopenia
o linfocitosis e hipercalcemia debido a la liberación del
péptido relacionado con la hormona paratiroidea (PTHrP) en
linfomas de células T. Los signos clínicos se relacionan con
la presentación u órganos afectados y van desde depresión,
anorexia, pérdida de peso, fiebre, disnea, tos (mediastínico),
vómito, diarrea (alimentario), múltiples placas cutáneas
14 REMEVET · Ene-Feb 2022
células b grandes e infiltración a hipófisis en un perro
(cutáneo), convulsiones, parálisis y paresia (SNC).
Basándose en la presentación se utiliza un sistema de
estadificación clínico que brinda información para predecir
el comportamiento biológico y pronóstico de vida de los
pacientes, que suele ser desfavorable en estadios avanzados
de la enfermedad (III, IV y V) y con subestadio b.1,3,25
Idealmente el diagnóstico integral se basa en el examen físico,
diagnóstico por imagen, hematología, estadificación clínica,
citología, histología e inmunofenotipificación. Inicialmente,
la punción con aguja delgada de un linfonodo aumentado de
tamaño puede brindar información útil para el diagnóstico.
La histopatología es indispensable para determinar el tipo y
otorgarle un grado con base a la morfología celular, tamaño
de la célula, patrón de crecimiento e índice mitósico.19,25
En general, puede ser difícil diagnosticar y tratar perros con
afectación del SNC por linfoma debido a los signos clínicos
inespecíficos. En el pasado, estos perros fueron diagnosticados
post mortem; actualmente, el diagnóstico ante mortem se
respalda mediante evaluación del LCR en combinación con
hallazgos de RM. El análisis del LCR refleja anormalidades
inespecíficas, principalmente se pueden detectar células
neoplásicas exfoliadas en linfoma del SNC.1 Las características
del LCR en perros con linfoma del SNC incluyen recuentos
altos de glóbulos blancos y proteínas, y del 95% al 100% de
células linfoides anormales.6 El resultado positivo para la
citología del LCR es confiable para tumores linforreticulares.
Sin embargo, es importante considerar que los resultados
negativos no descartan el linfoma.17
Solo un pequeño porcentaje de los linfomas caninos se
clasifican como de bajo grado (5–29%), son de lenta
progresión y se componen por células pequeñas (1 a 1.25
diámetros eritrocíticos) con bajo índice mitósico (0-5 mitosis/
CAP). Este tipo de linfomas muestran menor respuesta a la
quimioterapia y corto tiempo de supervivencia. Los linfomas
de grado intermedio y alto grado se componen por células
medianas y grandes (1.5 o ≥ 2 diámetros eritrocíticos), son
de rápida progresión y tienen mayor índice mitósico (grado
intermedio: 6-10 mitosis/CAP, alto grado: >10 mitosis/CAP);
suelen tener respuesta a la quimioterapia, significativamente
mejor que los tumores de bajo grado. En el perro, el linfoma
de alto grado es similar al linfoma no Hodgkin (NHL) del
humano, siendo el DLBCL el subtipo más frecuente en ambas
especies.7,10,27
La identificación del inmunofenotipo es importante en
el pronóstico y se ha convertido en paso esencial en su
clasificación debido a la relación entre el comportamiento
biológico y la respuesta al tratamiento.6 Para la identificación
se emplean anticuerpos específicos dirigidos a estadios de
diferenciación celular que permite identificar el linaje celular,
su semejanza con los estadios celulares normales y clasificarla
de acuerdo con la nomenclatura de la Organización Mundial
de la Salud (OMS). No todos los anticuerpos empleados en
humanos han sido probados en perros; comúnmente se utiliza

Síndrome vestibular periférico secundario a linfomatosis en nervio vestibulococlear por linfoma difuso de
células b grandes e infiltración a hipófisis en un perro
un grupo de marcadores que han demostrado utilidad y eficacia
diagnóstica.
Del 60 al 80% de los linfomas caninos se originan de células B,
los linfomas de células T representan el 10 al 38%, los linfomas
mixtos de células B y T equivalen al 22% y menos del 5% lo
conforman los linfomas no B y T, cuyo origen se especula es
de las células NK.1 Conocer el origen celular es importante
pues se sabe que la respuesta a la quimioterapia es mejor en
pacientes con linfomas de células B (de grado intermedio o
alto), mientras que los pacientes con linfomas de células T
(o bajo grado) tienen pronóstico menos favorable.7,10,25 Se
ha determinado que el linfoma difuso de células B grandes
predomina en la forma multicéntrica de linfoma.26
Actualmente el linfoma canino se clasifica basándose en la
adaptación de la clasificación de neoplasias hematopoyéticas en
humanos de la OMS. Aunque esta adaptación permite identificar
el origen y subtipos de los linfomas en perros, es importante que
el médico veterinario no extrapole los datos de supervivencia y
respuesta terapéutica en humanos, pues estas características no
han sido establecidas en animales domésticos.7, 10
El tratamiento integral de linfoma se basa en el estadio y
subestadio clínico, presencia o ausencia de enfermedad
paraneoplásica y estado de salud del paciente. La quimioterapia
con protocolo CHOP (ciclofosfamida, doxorrubicina,
vincristina y prednisona) es el tratamiento de elección, induce
remisión completa en el 80 a 95% de los casos con tiempo de
sobrevida de 6 a 12 meses y se estima que aproximadamente
del 20 al 25% de los pacientes tratados vivirán hasta 2 años.1,19
Se ha calculado que con este protocolo para linfoma células
B, la primera remisión es de 5 a 11 meses, mientras que en
pacientes con linfoma de células T es de 1.5 a 7 meses.28
Se ha postulado que la mayor parte del compromiso del
SNC en perros con linfoma se debe a metástasis de linfoma
multicéntrico y se asocia con quimioterapia durante un período
prolongado, incluso puede estar asociado con recaída de la
enfermedad sistémica. Hoy en día, no se han realizado estudios
de factores de riesgo o pronóstico relacionados con la recaída
del SNC en medicina veterinaria.
La quimioterapia puede causar la remisión completa del
linfoma periférico, pero el linfoma puede progresar al SNC,
ya que la mayoría de los medicamentos quimioterapéuticos
empleados en el linfoma multicéntrico no cruzan la barrera
hematoencefálica en cantidad suficiente para eliminar las
células tumorales en el SNC.17 Es posible que la radioterapia
pueda tener papel importante en la mejora de los signos clínicos
en perros con disfunción neurológica grave. Sin embargo,
deben tenerse en cuenta los efectos secundarios de la radiación
en el SNC al desarrollar un plan de tratamiento.26
El pronóstico de los pacientes con linfoma es variable debido a los
factores que influyen en la respuesta al tratamiento. Entre estos
se ha identificado que los más importantes son la estadificación
clínica (pacientes en estadios IV y V y/o subestadio b tienen un
Neurología
pronóstico desfavorable), la gradificación otorgada mediante
histopatología (grado intermedio y alto grado presentan menor
tiempo de supervivencia) y la inmunofenotipificación.7
En medicina humana se informa que el linfoma primario del SNC
pocas veces afecta a la glándula pineal, pero debe considerarse
en el diagnóstico diferencial de los tumores de glándula pineal
en el contexto clínico apropiado. Puede afectar tanto a pacientes
inmunocompetentes como inmunocomprometidos, aunque los
pacientes inmunocomprometidos se presentan a edad más
temprana. Se ha estudiado que existen otras neoplasias con
características de imagen semejantes para tumor de región
pineal como son el pineoblastoma y el tumor de células
germinales.29
El linfoma canino es una de las neoplasias más frecuentes y
estudiadas en medicina veterinaria, por su amplia variedad de
presentaciones clínicas, respuesta al tratamiento y pronóstico
de vida. La importancia de su clasificación de acuerdo a la
estadificación clínica, histopatología e inmunofenotipificación
tiene relación con el comportamiento biológico, respuesta al
tratamiento y tiempo de sobrevida, ya que se conoce que los
pacientes en estadios avanzados de la enfermedad (III, IV y
V) o subestadios b y de células T son de mal pronóstico, por
lo cual es fundamental realizar un diagnóstico integral. 7, 10, 25, 28
El presente informe correspondió a una perra con linfoma
multicéntrico que presentó signos asociados a síndrome
vestibular periférico. Aunque generalmente los pacientes con
linfoma multicéntrico suelen presentar síndrome vestibular
central, en el caso de nuestra paciente la propiocepción
no se vio afectada. El síndrome vestibular periférico fue
confirmado durante la necropsia por linfomatosis a nervio
vestibulococlear, si bien la presentación multicéntrica es la
forma más frecuente del linfoma, la infiltración a hipófisis y
nervios vestibulococleares es inusual y hay pocas publicaciones
en humanos y en animales domésticos. La infiltración a
órganos abdominales fue diagnosticada por ultrasonido
donde se encontraron nódulos neoplásicos en ambos riñones.
También se realizó RM y no se reportaron lesiones sugerentes
de infiltración a SNC. Fue hasta el estudio histopatológico
donde se identificó la infiltración a hipófisis y duramadre de
nervio vestibulococlear.
La infiltración neural se denomina neurolinfomatosis y en
perros se ha informado en nervios periféricos y nervios
craneales como el trigémino asociado a diversos subtipos de
linfomas de células B y T.5-6 En medicina humana la mayoría
de los casos corresponden a DLBCL y se estima que 5% de
estos desarrollan neurolinfomatosis. Las lesiones periféricas
pueden localizarse en cualquier nivel de los plexos, raíces
nerviosas o nervios periféricos, mientras que la infiltración
a nervios craneales se ha reportado en la anastomosis de los
nervios V – VIII, II, VI, IX, X y XI. Se ha determinado que la
forma de diseminación es vía leptomeníngea y hematógena. 24,
30
En este caso, la neurolinfomatosis se desarrolló a nivel del
nervio vestibulococlear izquierdo, causando signos clínicos
de síndrome vestibular periférico.
REMEVET · Ene-Feb 2022 15
 Neurología
Síndrome vestibular periférico secundario a linfomatosis en nervio vestibulococlear por linfoma difuso de
células b grandes e infiltración a hipófisis en un perro

16 REMEVET · Ene-Feb 2022


Síndrome vestibular periférico secundario a linfomatosis en nervio vestibulococlear por linfoma difuso de
células b grandes e infiltración a hipófisis en un perro
La infiltración a hipófisis es poco frecuente y en perros se
encuentran algunos estudios retrospectivos recientes. En uno
de ellos se evaluaron 37 casos de linfoma canino y sus subtipos
con afección primaria o secundaria a sistema nervioso; se
encontraron 14 perros con infiltración a hipófisis (todos
asociados a linfoma multicéntrico) y la infiltración también
estaba presente en otras regiones del sistema nervioso como:
meninges, plexos coroideos, ventrículos, intraparenquimatoso,
intravascular, perivascular y en nervios periféricos. Doce
de estos casos correspondieron a linfomas de células B y
se clasificaron como DLBCL, (subtipos centroblástico,
inmunoblástico y plasmocitoide) y linfoma intravascular
de células B.5 En otro estudio del 2018 se revisaron 207
hipófisis, de las cuales 4 presentaron infiltración por linfoma
relacionada a la forma multicéntrica; en esta serie no se
realizó inmunofenotipificación.22 En ambos estudios no se
refieren la historia clínica, signos neurológicos o pruebas
diagnósticas complementarias aparte de la histopatología o
inmunofenotipificación. Los autores resumen que las principales
lesiones hipofisiarias son la hiperplasia adenohipofisial y el
microadenoma pituitario y se mencionan otras neoplasias
secundarias como el melanoma oral, carcinoma urotelial,
carcinoma nasal, ependimomas y meningiomas.22 Otros
autores también describen al hemangiosarcoma, sarcoma
histiocítico y diferentes variedades de carcinomas como
tumores secundarios de la hipófisis.10, 19
En general, la infiltración a hipófisis es poco frecuente y puede
ser asintomática; en humanos la incidencia reportada es de 1.8
a 4% de todos los tumores metastásicos y se sugiere que ocurre
vía hematógena por ausencia de la barrera hematoencefálica.
14,34
Cuando hay infiltración neoplásica en la hipófisis
macroscópicamente se observa incremento de tamaño,
que incluso puede ocupar parte del tercer ventrículo y
causar hidrocefalia obstructiva; estas lesiones sí pueden
ser identificadas mediante RM. 12, 23-25 En nuestra paciente,
a la evaluación macroscópica de la hipófisis se encontró
notable aumento de tamaño; la infiltración fue confirmada
hasta el estudio histopatológico, en el cual se observó que
tanto la adeno como la neurohipófisis presentaban células
neoplásicas infiltrando aproximadamente el 50% del órgano.
La hidrocefalia por obstrucción no estuvo presente en este
caso.
Para la inmunofenotipificación del linfoma se utilizaron los
anticuerpos CD10 y PAX5 que mostraron inmunopositividad
focal e intensa en membrana y núcleo, respectivamente; CD3,
CD79 y MUM1 fueron negativos. Se clasificó como linfoma
difuso de células B grandes (DLBCL), misma clasificación que
según la literatura revisada puede infiltrar al sistema nervioso
incluyendo nervios e hipófisis tanto en humanos como en
perros.12, 13, 20, 23, 24,25, 30, 32 La OMS además menciona que en
humanos cuando involucra riñones y glándulas adrenales tiene
mayor riesgo de infiltrar hacia SNC, como en este caso.
Neurología
Es importante considerar que inicialmente la paciente
no presentaba signos neurológicos asociados a síndrome
vestibular y las alteraciones encontradas se enfocaron en
linfoma multicéntrico. Sin embargo, existen varios casos
publicados donde los pacientes tienen la presentación de
linfoma multicéntrico que posteriormente puede diseminarse
a varios órganos incluido el SNC, como ocurrió en este caso;
el cual presentó infiltración hacia nervio vestibulococlear y por
ende, síndrome vestibular periférico. La diseminación de la
neoplasia tampoco se asoció con signos clínicos o alteraciones
en los estudios de laboratorio que sugirieran alteración a
nivel hipofisiario. A pesar de realizar RM y análisis de LCR,
no se confirmó la sospecha de infiltración al SNC, esta fue
identificada hasta el estudio postmortem. Se ha determinado
que el método de diagnóstico estándar para identificar la
participación del SNC en el linfoma en perros es el análisis
de LCR. Un resultado positivo es confiable, sin embargo, los
resultados negativos no descartan el linfoma. También con la
necropsia se confirmó la infiltración a riñones previamente
diagnosticada por ultrasonido, además de pulmones. Es
importante mencionar que en los linfonodos evaluados ya no
se encontraban linfocitos neoplásicos.
Se tiene el conocimiento que el protocolo CHOP indicado
para esta paciente era de 19 semanas; sin embargo, se extendió
hasta seis meses por irregularidad de los propietarios. Como
ya se mencionó, este es el tratamiento de elección para el
linfoma y la literatura consultada refiere que en los de células
B la primera remisión es de 5 a 11 meses 19 o de 284 días
28 y que en pacientes que concluyeron satisfactoriamente
un primer ciclo de seis meses con tiempo de remisión
prolongado, se puede alcanzar una segunda remisión de 214
días (7 meses),28 el promedio del tiempo de sobrevida libre
de progresión reportado es de 222 días (7.4 meses) y la media
de supervivencia de 318 días o 10.6 meses (con un rango de
6 a 12 meses).29 En este caso, el tiempo de sobrevida libre de
progresión fue de 10 meses, la remisión de cuatro meses y el
tiempo de supervivencia fue de 11 meses. Se sugiere que la
ligera disminución en la remisión se debió a la irregularidad
en la aplicación del protocolo quimioterapéutico; sin embargo,
el tiempo de supervivencia coincide con los valores referidos
en la literatura y el tiempo de sobrevida libre de progresión
incluso fue mayor a lo esperado pese a la infiltración a sistema
nervioso.
Debido al antecedente de linfoma multicéntrico que presentaba
la paciente, es frecuente asociarlo con síndrome vestibular
central secundario a infiltración por linfoma en SNC. Sin
embargo, al realizar el examen neurológico se identificó que
nuestra paciente no tenía déficit propioceptivo, por lo cual se
determinó que el síndrome vestibular era periférico.
La causa más frecuente del síndrome vestibular periférico es
la otitis media, durante el hisopado que se realizó a la paciente
encontraron escasa cantidad de bacterias. Sin embargo, no
se consideró como causa primaria del síndrome vestibular
REMEVET · Ene-Feb 2022 17
 Neurología
Síndrome vestibular periférico secundario a linfomatosis en nervio vestibulococlear por linfoma difuso de
células b grandes e infiltración a hipófisis en un perro

periférico debido a la correlación de los otros signos clínicos

que presentaba. La segunda causa, es el síndrome vestibular
idiopático (perro geronte). El diagnóstico se realiza mediante Referencias escaneando el
descarte de causas menos frecuentes como pueden ser los siguiente código QR.
pólipos nasofaríngeos, traumatismos y/o neoplasias en oído
medio e interno, los cuales se descartaron mediante la RM
donde no se identificaron alteraciones.

Fue hasta el examen postmortem donde se identificó la

presencia de células neoplásicas que recubrían la duramadre
del nervio vestibulococlear izquierdo, con lo cual se confirmó
el diagnóstico de síndrome vestibular periférico y se descartó
el de síndrome vestibular idiopático. Por lo tanto, se debe
considerar a la linfomatosis como diagnóstico diferencial en
pacientes que presenta características similares a las de este
caso.

Conociendo más de nuestros especialistas...

· Egresado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma del
Estado de México, en el Año de 1988.
· Internado Rotatorio en el Hospital Veterinario de la F.M.V.Z. de la Universidad Nacional
Autónoma de México (1989-1990).
· Residencia Rotatoria en el Hospital Veterinario de la F.M.V.Z. de la Universidad Nacional
Autónoma de México (1990-1991).
· Especialidad en Medicina y Cirugía De Perros y Gatos, Realizado en la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia de la U.N.A.M. (1989-1991).
· Máster en Traumatología y Cirugía Ortopédica en Animales de Compañía, por la Facultad de
Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, España (Curso 2007-2008).
· Doctorado en Ciencias Veterinarias por la Universidad Complutense de Madrid España, Tesis
Doctoral: Estudio Experimental de la Osteonecrosis inducida mediante Radiofrecuencia Percutánea
en Huesos Largos de Perros (2006-2008).
· Académico Fundador del Hospital Veterinario para Pequeñas Especies de la Universidad
Autónoma del Estado de México (12 de Febrero de 1992).
· Coordinador General del Hospital Veterinario Para Pequeñas Especies de la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia F.M.V.Z. U.A.E.M. (1995-1999).
· Subdirector Administrativo de la Facultad de Medicina Veterinaria Y Zootecnia de la Universidad
Autónoma del Estado de México (1999-2005).
DR. EN C. JOSÉ · Profesor de la Especialidad en Medicina y Cirugía de Perros y Gatos que oferta el Hospital
MAURO VICTORIA Veterinario Para Pequeñas Especies de La F.M.V.Z. U.A.E.M. Toluca, México (Desde 1996 A la
MORA Fecha).
· Profesor de la Asignatura de Traumatología y Ortopedia de la Especialización en Medicina y
Cirugía en Pequeñas Especies, Hospital Veterinario Para Pequeñas Especies, F.M.V.Z. U.A.E.M.
(desde 1996 - a la Fecha).
· Tesorero del Colegio Estatal de Médicos Veterinarios Zootecnistas Estado de México, A.C. (2001).
· Encargado del despacho de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (Junio 2001).
Asesor de Tesis de Licenciatura, Maestria y Doctorado en Medicina Veterinaria y Zootecnia
F.M.V.Z.U.A.E.M. (1992- a la Fecha).
· Coordinador del Hospital Veterinario Pequeñas Especies de la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma del Estado de México ( 27 de Junio de 2019
a la fecha).

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19
 Urgencias Traumatismo torácico

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REMEVET Ene-Feb 2022;6(1):21-24
MANEJO DEL COLAPSO TRAQUEAL EN PERROS
Autor
Andrew Linklater, DVM, DACVEC
Lakeshore Especialistas Veterinarios, Glendale,
WI, Estados Unidos
Palabras clave
• Colapso traqueal
• Diagnóstico
• Manejo médico
• Stent intraluminal
C uando los pacientes se presentan en dificultad respiratoria
(o con cualquier problema potencialmente mortal), es la
regla cardinal en la medicina de emergencia tratar primero
el problema potencialmente mortal. Los diagnósticos solo
se realizan cuando la condición del paciente lo permite. Los
pacientes con dificultad respiratoria grave pueden no tolerar
muchos diagnósticos (es decir, radiografías). Una historia
completa y un examen físico completo, prestando atención
a los detalles del patrón respiratorio ayudarán a localizar la
enfermedad en una región particular del tracto respiratorio;
información a menudo suficiente para enfocar los diagnósticos.
Al hacer preguntas históricas, se le debe pedir al propietario
que describa el carácter del patrón respiratorio (posición
corporal, componente abdominal), nivel de energía, si los
signos están asociados con la actividad, problemas médicos
anteriores, ruidos realizados durante la respiración (sibilancias,
chirridos, gorgoteos, etc.), así como presencia y carácter de
secreción nasal u ocular. Se debe prestar especial atención al
carácter de la tos (productiva, hora del día, etc.). Al igual que
cualquier otra obstrucción de las vías respiratorias superiores,
las situaciones que conducen a la hipertermia (ejercicio,
clima caluroso, emoción) pueden iniciar un círculo vicioso
en estos pacientes que no tienen la capacidad de disipar el
calor normalmente.
Respiratorio
El colapso de la tráquea comúnmente se presenta con un
historial de un progreso de la tos, a menudo durante días o
semanas. La tos de “bocina de ganso” puede estar presente,
pero también puede ser una tos seca o no productiva. Puede
haber náuseas o arcadas después de comer o beber. La dificultad
respiratoria puede ocurrir en la inspiración, la espiración o
ambas dependiendo de si el colapso es intra o extratorácico.
Primero se debe realizar un examen a distancia para evaluar la
frecuencia respiratoria y el esfuerzo, la posición del cuerpo, la
evidencia de secreción u ortopnea y el color de la membrana
mucosa; esto se puede realizar mientras se administra
oxígeno. Uno debe determinar si la dificultad respiratoria
es con inspiración, espiración o ambos; el patrón puede ser
sincrónico o asincrónico y los ruidos sutiles (de obstrucción
de las vías respiratorias superiores) se pueden oír escuchando
atentamente. La ortopnea en perros se observa con extensión
de la cabeza y el cuello, abducción de los codos, respiración
con la boca abierta y de pie o reclinado esternal.
Los hallazgos del examen físico a menudo incluyen ruidos
fuertes en las vías respiratorias superiores que pueden estar
presentes con inspiración o espiración; La cianosis y el colapso
están presentes en los casos más graves y una tos paroxística
con o sin palpación traqueal. Los sonidos de los pulmones a
REMEVET · Ene-Feb 2022 21
 Respiratorio
menudo reflejan los ruidos de las vías respiratorias superiores,
pero pueden ser fuertes o sibilantes, y la temperatura puede
ser elevada.
La intervención para mascotas con dificultad respiratoria o con
insuficiencia respiratoria inminente debe hacerse de manera
expedita. El tratamiento de emergencia debe consistir en
oxígeno, que se puede administrar a través de una caja torácica
cerrada (solo para mascotas pequeñas), collar de oxígeno,
cánula nasal o flujo. Los pacientes con dicha caja de oxígeno
deben tener un O2, CO2, temperatura y humedad ambientales
estrechamente. Los pacientes con insuficiencia respiratoria
inminente deben tener sus vías respiratorias aseguradas. Se
debe practicar y dominar la intubación de secuencia rápida
para tales situaciones: se debe obtener acceso intravenoso
y administrar un anestésico inyectable de acción rápida (los
ejemplos incluyen propofol, etomidato / benzodiazepina,
alfaxolona o ketamina / benzodiazepina combinación). La
intubación debe seguirse con ventilación manual con oxígeno
al 100%; esto se puede realizar con una Resucitador Manual
o una máquina anestésica, asegurando que el gas anestésico
se elimine de la máquina. Después de colocar el tubo, se debe
confirmar la colocación y asegurar el tubo.
Cuando se controlan las vías respiratorias del paciente, esto
permite otras intervenciones terapéuticas (como la colocación
de un catéter intravenoso, la administración de medicamentos,
etc.) y procedimientos diagnósticos (radiografías, análisis de
sangre, lavado traqueal) que se realizarán en una situación
controlada.
Los pacientes con dificultad respiratoria leve pueden responder
bien a la administración de oxígeno junto con la sedación para
aliviar la dificultad respiratoria. El autor usará comúnmente
butorfanol (0.2-0.4 mg / kg IV o IM) con o sin acepromazine
(0.05-0.1 mg / kg IV o IM). El butorfanol se puede administrar
de forma segura por vía intravenosa o intramuscular a estos
pacientes; aunque se informa que los opioides causan depresión
respiratoria en las personas, esta no ha sido la experiencia del
autor con el butorfanol.
Es posible que se requieran líquidos en pacientes para la
reanimación y/o rehidratación. La recuperación de la sedación
debe ser lenta y controlada para minimizar la exacerbación de
la enfermedad respiratoria.
Manejo médico
Afortunadamente, no todos los pacientes con colapso traqueal
(CT) se presentan en una crisis. En estos casos podemos
proceder con un verdadero plan de diagnóstico que luego
dicta la terapia adecuada.
El enfoque diagnóstico del CT en perros implica primero
confirmar el diagnóstico: la sospecha clínica basada en la
señalización, la historia completa y un examen físico completo
generalmente lo lleva al 90% del camino. Las pruebas
confirmatorias pueden incluir radiografía torácica, fluoroscopia
y traqueobroncoscopia. Las Radiografías Torácicas –
especialmente cuando se optimizan tomando películas
inspiratorias, espiratorias y dinámicas para la tos – a menudo
22 REMEVET · Ene-Feb 2022
Manejo del Colapso Traqueal en Perros
pueden confirmar el diagnóstico. La Fluoroscopia es una
prueba útil cuando la sospecha clínica de CT persiste en la cara
de las radiografías torácicas normales. La traqueobroncoscopia
se considera el estándar de oro para confirmar el diagnóstico,
evaluar los lúmenes traqueales y bronquiales, clasificar la
gravedad y el alcance de la enfermedad y recolectar muestras
de diagnóstico comunmente mediante una citología obtenida
con cepillado de la mucosa traqueal.
Grados de colapso traqueal
• Grado I: Ligera laxitud de la membrana traqueal dorsal, los
extremos del anillo de cartílago están más separados, la luz
reducida en un 25%
• Grado II: Laxitud de la membrana dorsal con aplanamiento
moderado del cartílago traqueal, lumen esta reducido en un
50%
• Grado III: Membrana dorsal flácida y cartílagos elípticos
con aplanamiento severo, lumen reducido 75%
• Grado IV: Membrana dorsal flácida, cartílagos completamente
aplanados y pueden invertirse, lumen reducido en el 100%
El trabajo diagnóstico de un perro con CT sospechado o
confirmado también debe incluir la evaluación de enfermedades
comórbidas, que son muy comunes en esta población de
pacientes. La obesidad, las enfermedades cardíacas, la
bronquitis crónica, los alérgenos inhalados, las enfermedades
endocrinas no tratadas o incompletamente optimizadas, la
hipertensión pulmonar y las enfermedades estructurales
adicionales de las vías respiratorias pueden desempeñar un
papel en la potenciación del CT y contribuir a la progresión. El
manejo de las afecciones comórbidas es vital para proporcionar
alivio y comodidad a largo plazo para los pacientes con CT.
Se ha descrito un síndrome de hepatopatía que se presume
secundario al CT en perros, con documentación de mejoría
significativa en los ácidos biliares después de la colocación
de la cánula endotraqueal. Esta puede ser una de las varias
explicaciones potenciales para la hepatopatía identificadas en
el trabajo inicial en un paciente con CT, pero siempre se debe
considerar una lista de diagnósticos diferenciales.
La terapia médica específica para el CT incluye antitusivos,
esteroides antiinflamatorios, corrección de insultos /
irritantes ambientales y, en menor medida, antibióticos
y broncodilatadores. Porque esta es una enfermedad de
degradación y trauma del cartílago progresivo, romper el
ciclo de la tos es fundamental para retrasar la progresión de
la enfermedad. Por la misma razón, identificar y eliminar
todas las causas potenciadoras de la tos (irritantes inhalados,
traumatismos de collares, insuficiencia cardíaca congestiva,
obesidad, endocrinopatía, etc.) también es crucial para un
manejo exitoso.
La elección del antitusivo a menudo se basa en la disponibilidad
o preferencia: la hidrocodona suele ser el antitusivo de primera
línea; las alternativas incluyen butorfanol, codeína, lomotil
(difenoxilato/atropina), dextrometorfano y tramadol. Cada uno
de estos medicamentos conlleva diversos grados de éxito. Es
Manejo del Colapso Traqueal en Perros
importante tener un plan para reevaluar la respuesta a la terapia
y generar un plan nuevo si la tos no se reduce drásticamente.
Las dosis antiinflamatorias de esteroides son excelentes para
eliminar la inflamación asociada con la tos crónica, así como
la inflamación de afecciones secundarias. Sin embargo, la
terapia con esteroides sistémicos crónicos puede potenciar la
enfermedad al aumentar de peso, atrofia muscular, retención
de sodio, aumento del jadeo y reducción de la función inmune.
Los corticosteroides inhalados como la fluticasona utilizando
un inhalador espaciador AeroDawgTM permiten el control de
la inflamación con efectos sistémicos mínimos.
Los antibióticos empíricos o impulsados por el cultivo se
pueden usar para tratar infecciones secundarias, y los efectos
inmunomoduladores de ciertos antibióticos como la doxiciclina
también se pueden usar a largo plazo. Es probable que los
pacientes con TC no tengan un sistema de ascensor muco-ciliar
normal, por lo que pueden ocurrir infecciones locales. Los
broncodilatadores también pueden ayudar a reducir cualquier
broncoespasmo en las vías respiratorias pequeñas, así como
a fortalecer los músculos de la respiración, aunque estos
medicamentos generalmente tienen un éxito limitado.
Si la terapia médica optimizada falla, la intervención
quirúrgica o la cánula endotraqueal deben considerarse como
una opción para mejorar la función respiratoria general. Esto
es considerado un procedimiento de rescate por muchos, pero
puede mejorar sustancialmente a los pacientes con un alto
grado de colapso traqueal. El manejo médico es necesario en
todos los pacientes después de la colocación de un cánula o
el manejo quirúrgico.
Manejo quirúrgico (compilado en asociación con mi colega,
Janice Buback, DVM, DACVS)
La tráquea en el perro se extiende desde el cartílago cricoides
de la laringe hasta la bifurcación de los bronquios del tronco
principal (la carina traqueal). La tráquea canina está compuesta
por 35 cartílagos traqueales hialinos en forma de “C”, unidos
dorsalmente por la mucosa traqueal dorsal (membrana) y
unidos por ligamentos anulares que permiten la flexibilidad
de la tráquea. En CT, los anillos de cartílago son hipocelulares
con menos glicosaminoglicano, sulfato de condroitina y calcio
que los anillos normales. Esto resulta en el aplanamiento de
los anillos que conduce al estiramiento, laxitud y redundancia
de la membrana traqueal dorsal. La luz traqueal cervical se ve
comprometida en la inspiración, la luz traqueal intratorácica
en la espiración, lo que resulta en la obstrucción de las vías
respiratorias. Hay varios tejidos importantes cercanos a la
tráquea que el cirujano debe considerar al operar, incluidos
los nervios laríngeos recurrentes, las glándulas tiroides y
paratiroides, la arteria tiroidea caudal, la arteria carótida y
el esófago.
A lo largo de los años se han utilizado varias técnicas
quirúrgicas para controlar el CT, incluido el plegamiento de
la membrana traqueal, la transección de anillos de cartílago,
los cánulas intraluminales, las prótesis intratraqueales rígidas,
Respiratorio
los cánulas intraluminales flexibles expandibles, los cánulas
extraluminales, los cánulas de anillo “C” y las prótesis de
espiral extraluminal. La mayoría de estos han arrojado
resultados insatisfactorios o potencialmente mortales, pero
los que resistido la prueba del tiempo y todavía se usan hoy en
día incluyen las cánulas de anillo C y las cánulas expandibles-
flexibles intraluminales.
Las cánulas de polipropileno en forma de “C” son los
más adecuados para el colapso traqueal cervical. Estos se
colocan quirúrgicamente a través de un enfoque ventral de
la tráquea. La parte rígida del anillo en forma de “C” se
coloca dorsalmente y la membrana traqueal dorsal se sutura
a ella. Es muy importante durante la colocación de los anillos
“C” para proteger el suministro de sangre traqueal y los
nervios laríngeos recurrentes. El daño a cualquiera de los
dos puede resultar en necrosis traqueal y parálisis laríngea
respectivamente. La colocación quirúrgica de cánulas de anillo
“C” en el colapso bronquial intratorácico y del tronco principal
está contraindicada ya que la morbilidad asociada con este
procedimiento es alta. A la luz de esto, se desarrollaron las
cánulas intraluminales y expandibles.
Los cánulas auto expandibles intraluminales han pasado por
varios diseños y sistemas de colocación. El sistema más actual
y efectivo hasta la fecha es la cánula Nitinol (aleación de níquel
titanio). Estas cánulas se pueden colocar a través de técnicas
mínimamente invasivas, evitando el sangrado y lesiones de
los nervios laríngeos recurrentes. Se pueden utilizar en la
tráquea cervical e intratorácica. La colocación de cánulas en
los bronquios del tronco principal es muy controvertida y en
este momento no se recomienda.
Colocación de cánula traqueal intraluminal de Nitinol
Hay muchos aspectos a considerar cuando se habla de la
colocación de cánula traqueal intraluminal en perros. Los
propietarios deben ser conscientes de que la enfermedad
subyacente es progresiva (que puede incluir el colapso de los
bronquios del tronco principal) y que la colocación del cánula es
un procedimiento paliativo, no una cura para el CT. La mayoría
de los pacientes a los que se les coloca un cánula traqueal
mejoran sustancialmente, sin embargo, continuarán teniendo
signos clínicos (como tos) y requerirán de un manejo médico
después de la colocación, probablemente indefinidamente para
la mayoría de los pacientes. Las complicaciones asociadas con
la colocación del cánula incluyen fractura o migración del
cánula, tejido de granulación excesivo e infecciones.
La colocación de la cánula requiere uno o dos episodios
anestésicos y radiografía digital o fluoroscopia para monitorear
y confirmar la colocación. Se requiere una medición cuidadosa
de la anatomía del paciente con un sistema calibrado, ya que
las cánulas vienen en una variedad de tamaños y anchos que
deben ajustarse adecuadamente. La cánula viene constreñido al
catéter de despliegue, y cuando está completamente desplegado
alcanza una longitud nominal cuando está completamente
expandido. Las cánulas de Nitinol se acortan y extienden a
medida que se despliegan. En una situación óptima, la cánula
REMEVET · Ene-Feb 2022 23
 Respiratorio Manejo del Colapso Traqueal en Perros

no se expandirá completamente ni se acortará por completo (a seis meses) junto con cambios en el estilo de vida y manejo
su longitud nominal), por lo que su posición está asegurada y médico continuo.
la tráquea se abre al máximo; esto hace que elegir la longitud La literatura reciente (Weisse, JAVMA, 2019) ha informado
y el diámetro correctos sea un desafío. que casi el 50% de los pacientes pueden requerir más de una
La colocación de la cánula de nitinol intraluminal requiere una cánula. El pronóstico a corto plazo es bueno, con >90% de los
medición calibrada de la longitud y el diámetro máximo de la perros que sobreviven al alta y un 80-90% de los perros que
tráquea de un paciente, la selección de una cánula de tamaño tienen una mejoría significativa en sus signos clínicos. Las
adecuado y el monitoreo de la colocación con radiografía complicaciones mayores ocurren con el 50% de los pacientes
digital o fluoroscopia. La cánula debe extenderse a través de que reciben una cánula y el tiempo medio de supervivencia
toda la longitud de la región colapsada y, con mayor frecuencia, fue de >1000 días.
toda la longitud de la tráquea está canulada. La cánula tampoco
debe colocarse a menos de 1 cm de la bifurcación ni de la Un agradecimiento especial a mis colegas mencionados
laringe. Los cursos están disponibles para aprender y practicar anteriormente que ayudaron a recopilar esta información.
la colocación de cánulas y generalmente se recomienda la
capacitación personalizada. El tamaño incorrecto de la cánula Referencias disponibles bajo petición.
(demasiado largo/corto/pequeño/grande) puede resultar en un
mayor riesgo de complicaciones.
Después de la colocación del cánula, es común que algunos de
los siguientes medicamentos se usen solos o en combinación:
prednisona, hidrocodona, broncodilatadores y antibióticos.
Además, se requiere seguimiento (volver a verificar los
exámenes y las radiografías de 2 a 3 semanas y luego cada

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24 REMEVET · Ene-Feb 2022

REMEVET Ene-Feb 2022;6(1):27-30
Urgencias
TRAUMATISMO TORÁCICO

Autor
Jolle Kirpensteijn, DVM, PhD.
Diplomado ACVS & ECVS
Director de Relaciones Profesionales, Hill’s Pet Nutrition, Topeka, Kansas, EE. UU.
Contacto:
Correo electrónico: jolle_kirpensteijn@hillspet.com
www.purrpodcast.net @drjolle @purrpodcast

INTRODUCCIÓN
La cirugía torácica de emergencia plantea un desafío para el
veterinario en ejercicio. Los casos de trauma a menudo se
presentan sin previo aviso y necesitan atención veterinaria
inmediata. El tórax es para muchos cirujanos un lugar
incómodo para realizar la cirugía, especialmente cuando se
ha producido un trauma.

Evaluación histórica y examen físico

El paso más importante en el tratamiento de pacientes torácicos
(perros y gatos) es la evaluación y estudios iniciales. Los
pacientes con traumatismo torácico son, por definición,
emergencias y su velocidad de acción depende de cuán
disneaicos sean. En el ABC nuestro enfoque principal debe
cubrir el sistema respiratorio.

ABCD y signos clínicos

El soporte vital básico de un paciente debe seguir los siguientes
pasos: Las anomalías clínicas pueden incluir contusiones,
traumatismos pulmonares, costillas fracturadas, ruptura de los
A Establecimiento de las vías respiratorias/oxígeno músculos intercostales, lesión penetrante en el tórax, hernias
B Soporte respiratorio/pared torácica (diafragmáticas y ventrales) y hemorragia en el tórax o en la
C Soporte Circulatorio/MM/Pulso pared torácica.
D Discapacidades/neurología/postura
Terapia inicial
Después de un soporte vital básico tendrá más tiempo para La terapia inicial debe incluir el suministro de oxígeno,
realizar un examen físico más completo. Las heridas torácicas calmar al paciente (y al propietario) y abordar las heridas.
más comunes que se presentan son los incidentes de perros Especialmente, en heridas torácicas abiertas o en caso de un
pequeños - perros grandes. Los perros pequeños (el Jack Russel tórax inestable, los vendajes de apoyo pueden prevenir un
en particular) son agarrados al pecho por el perro grande neumotórax continuo y asfixia.
y sacudidos por un tiempo. Esto causa múltiples orificios
de punción torácica y un extenso daño por cizallamiento y
desgarro de los tejidos más profundos. Para evaluar el daño
exterior, siempre recorte toda el área afectada en busca de
agujeros de punción. Otras causas comunes de traumatismo
de tórax son los accidentes automovilísticos y los eventos
traumáticos contundentes y penetrantes (por ejemplo, balas).
REMEVET · Ene-Feb 2022 27
 Urgencias
DIAGNÓSTICO
Las radiografías son esenciales para diagnosticar la extensión
del daño (Fig. 1). Es importante evaluar ambos lados del tórax
para ver si hay contusiones pulmonares, neumotórax, fracturas
de costillas, hernias y líquido pleural. En caso de neumotórax y
disnea obvia, se deberán colocar drenajes torácicos o evacuar el
aire mediante centesis. Como se dijo anteriormente, las heridas
a menudo son pequeñas en el exterior, pero el daño interno
es extenso. Los antibióticos de amplio espectro siempre están
indicados en casos de traumatismo torácico. La administración
intravenosa es el método preferido.
Figura. 1
Aspecto
típico de
un perro
pequeño
con heridas
penetrantes
en el pecho
Intervención quirúrgica
La cirugía exploratoria siempre debe realizarse en perros con
traumatismo torácico / abdominal y si hay:
1. Una conexión abierta con la pleura o el peritoneo
2. Pecho extenso inestable
3. Enfisema progresivo de cuello y pecho
4. Gas libre en la cavidad abdominal
5. Hernia extensa de órganos abdominales o torácicos
(como los pulmones)
6. Cualquier signo de daño en los órganos internos o
hemorragia incontrolable
Sin embargo, el perro debe estabilizarse antes de realizar la
cirugía. En caso de heridas abdominales, se prefiere un abordaje
ventral. El trauma torácico a menudo se aborda lateralmente,
pero en los casos de trauma extenso bilateral se puede realizar
una esternotomía ventral. Después de la incisión inicial en
la piel, se evalúa el daño al subcutis, los músculos y la caja
torácica. Los desgarros musculares simples se pueden suturar
en primer lugar, pero las fracturas y avulsiones de costillas
extensas a menudo necesitan técnicas de reconstrucción
innovadoras. El objetivo es el restablecimiento de la presión
pleural negativa para permitir la expansión pulmonar completa.
Después de la reconstrucción de una pared torácica hermética,
los otros tejidos se suturan principalmente sobre los drenajes
de Penrose. Se ha descrito coaptación externa para el manejo
del tórax inestable, con éxito variable (Fig. 2).
28 REMEVET · Ene-Feb 2022
Traumatismo torácico
Figura 2. Un
vendaje de
apoyo puede
ser útil en
ciertos perros
con taumatismo
torácico
Cuidados postoperatorios
El cuidado postoperatorio es tan importante como la cirugía
misma. La asistencia respiratoria (tubo de oxígeno o caja
torácica) es esencial en estos casos. La mayoría de los perros
son pequeños, hipotérmicos y en estado de shock. Serán
necesarias almohadillas térmicas, ambiente de temperatura
controlada y soporte de fluidos. La analgesia es de extrema
importancia en cualquier caso de trauma. El dolor impide el
buen funcionamiento de casi cualquier sistema del cuerpo.
HERNIA DIAFRAGMÁTICA
La Hernia Diafragmática (HD) es una complicación común
después de un traumatismo contundente o agudo en el
abdomen y el tórax y debe abordarse adecuadamente. La HD
puede causar un compromiso importante para las funciones
respiratorias y cardiovasculares:
1) La pérdida de la función del diafragma causa dificultad
respiratoria
2) El traumatismo y la presión en los pulmones causan
atelectasia y desajuste ventilación-perfusión
3) La presión al corazón causa disminución en el
rendimiento cardíaco
4) Disminución del retorno venoso debido a la hernia de
órganos y la presión sobre las venas grandes
5) La isquemia de los órganos abdominales herniados
producirá derrame pleural y shock.
6) La distensión de la hernia de estómago puede impedir
aún más la función respiratoria y cardiovascular.
Los signos clínicos incluyen disnea, taquipnea, respiración
con la boca abierta (gato), cianosis, sonidos cardíacos
amortiguados, sonidos gastrointestinales en el pecho y
disminución del tamaño abdominal. La disnea a menudo
aumenta significativamente si el paciente está estresado. Los
pacientes con HD crónica se diagnostican con frecuencia
debido a la intolerancia al ejercicio o disnea que progresa
lentamente. Estos signos son causados por cantidades
crecientes de líquido pleural con mayor frecuencia causadas
por un segmento hepático atrapado. Un incidente traumático
leve agudo puede empeorar repentinamente o desencadenar
estos signos clínicos.
 Urgencias Traumatismo torácico

puede ser desmoronadizo y demasiada tensión puede provocar

DIAGNÓSTICO
La forma más fácil de diagnosticar una HD es tomar una
radiografía (Fig. 3). La pérdida de una silueta diafragmática
y la presencia de órganos abdominales son signos evidentes. A
veces, el diagnóstico es más difícil debido al derrame pleural
y la hernia de una pequeña cantidad de contenido abdominal
(como el hígado o el epiplón). El examen ultrasonográfico
es en estos casos una excelente manera de confirmar su
diagnóstico preliminar.
Figura 3. Radiografía del estómago atrapado en una hernia
diafragmática felina (cortesía del Dr. W.T.C. Wolvekamp
fracturas hepáticas. El aumento del desgarro diafragmático
siempre es aconsejable en lesiones más pequeñas. Las
rupturas diafragmáticas se dividen en desgarros radiales y
circunferenciales y combinaciones de estos. Los desgarros
circunferenciales son más difíciles de reparar debido a la falta
de tejido para restaurar la inserción diafragmática.
Se pueden usar suturas simples interrumpidas o continuas de
un material blando monofilamento (como el monocrilo) para
suturar el desgarro diafragmático. El avance diafragmático
aliviará parte de la tensión en la línea de sutura en casos de
pérdida de tejido.
Los defectos grandes en el diafragma pueden ser reparados por
autógenos de materiales extraños. Los pliegues abdominales
transversos bilaterales, la submucosa del intestino delgado de
cerdo y los injertos de malla de polipropileno se pueden usar
para cerrar defectos diafragmáticos.

Después de la atención
El Edema Pulmonar por Reexpansión (EPRE) es la
complicación más desafiante después de la reparación de HD.
El EPRE es más común en casos con atelectasia pulmonar de
larga duración; el pronóstico es extremadamente reservado,
pero la presión positiva al final de la espiración en combinación
con una monitorización intensiva puede mejorar el resultado
de estos pacientes.

Manejo inicial BIBLIOGRAFÍA

El manejo inicial es idéntico al del paciente con traumatismo • Orton EC. Cirugía torácica de animales pequeños. Williams y Wilkins,
Malvern, PA 1995:55-83.
de tórax. La cirugía es esencial para corregir el problema, • Wilson GP 3rd, Hayes HM Jr. Hernia diafragmática en el perro y el gato: una
pero el momento de la cirugía a menudo se debate. Muchos visión general de 25 años.
• Semin Vet Med Surg (Small Anim) 1986 Nov;1(4):318-26
cirujanos prefieren hacer la cirugía temprano, directamente
después de la estabilización inicial. En la Universidad de
Utrecht decidimos hacer cirugía inmediata en casos que
son extremadamente disneaicos y no pueden ser tratados
adecuadamente por terapia conservadora (caja torácica, etc.),
aquellos que tienen signos de atrapamiento gástrico y en casos
con lesiones perforantes en el pecho o el abdomen. La hernia
del estómago a menudo conduce a distensión gaseosa gástrica
y disnea grave y potencialmente mortal. La intervención
inmediata de las hernias diafragmáticas causadas por un
traumatismo contundente rara vez es necesaria, excepto si el
estómago se encuentra en el tórax. En todos los demás casos
tendemos a esperar para estabilizar al paciente y permitir la
demarcación de los bordes del diafragma.

Manejo quirúrgico
Todas las hernias diafragmáticas se abordan a través de una
celiotomía craneal de la línea media. Si es necesario, esta
incisión se puede extender mediante una esternotomía caudal
de línea media. Las adherencias de los órganos herniados al
tórax se diseccionan suavemente y los órganos se desplazan en
la cavidad abdominal. A menudo, el tejido hepático atrapado

30 REMEVET · Ene-Feb 2022

Traumatismo torácico
Urgencias

REMEVET · Ene-Feb 2022 33

REMEVET Ene-Feb 2022;6(1):35-39
Neurología
DISCOPATÍA CERVICAL EN UN PERRO: REPORTE DE UN CASO
Autores
Morales-Madueña DY
Reyes-Alva HJ
Hospital Veterinario para Pequeñas Especies de la
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la
Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca-
México. Contacto: reyeshavet@gmail.com

E n la columna vertebral de los perros se encuentran

discos intervertebrales (DI) entre cada cuerpo vertebral,
a excepción de C1-C2 y en el sacro. Están conformados
Palabras clave
por un anillo de cartílago fibroso que rodea a un núcleo • Discopatía cervical
pulposo, se articulan con las placas terminales vertebrales,
estabilizados por ligamentos longitudinales dorsal y ventral. • Radiografía
Su función es dar estabilidad a la columna vertebral y resistir • Resonancia magnética
cargas deformantes, permitiendo flexibilidad en los límites • Slot ventral
fisiológicos normales (1). En sitios con mayor carga y
deformación los DI son de un mayor grosor (C4-C5, C5-C6
y L2-L3). La hernia del DI es una de las causas más frecuentes
de lesión de la médula espinal (LME) en los perros y afecta con
mayor frecuencia al segmento toracolumbar. La degeneración
del DI ocurre por envejecimiento y se considera un proceso
de deterioro progresivo normal; en 1952, Hansen clasificó la
degeneración del DI como: tipo I o metaplasia condroide y
tipo II o metaplasia fibroide, ambos tipos pueden provocar
contusión y/o compresión de la médula espinal (2). En 1970,
se describió por primera vez un tipo de extrusión de DI en
la región cervical, asociada a discos no degenerados, que
puede ocurrir durante situaciones de ejercicio extremo o
traumáticas, originando contusión de la médula espinal con
escasa o inexistente compresión, esta patología actualmente
se conoce como: extrusión aguda no compresiva del núcleo
pulposo o Hansen III. (3). Además, en el 2012, Beltrán y cols.,
identificaron otra condición patológica que afecta la región retrogen del factor de crecimiento de fibroblastos expresado
cervical: extrusión aguda compresiva del núcleo pulposo CFA12 (FGF)-4, como el causante de la condrodisplasia
hidratado, no degenerado (4). y degeneración del DI en razas condrodistróficas, siendo
éstas las más afectadas (8). Esta patología se presenta en los
cachorros de 2 a 9 meses de edad afectando en un 80% a
Metaplasia condroide Dachshund, Beagle y Caniche, pero existen también reportes
Puede presentarse en todos los DI se caracteriza por la pérdida en razas no condrodistróficas de talla grande (5,6,7). Brigitte
de glicosaminoglicanos, aumento del colágeno y disminución en 2010 mencionó que la calcificación de los DI T10 y T13
del contenido de agua, Briguitte en 2010 reportó en estudios suceden con mayor frecuencia en razas Dachshund y se pueden
histopatológicos el reemplazo de las células mesenquimales observar radiográficamente a partir de los 8 meses de edad (8).
por condrocitos en todos los discos intervertebrales a lo largo
de la columna vertebral; la calcificación del núcleo pulposo Metaplasia fibroide
y su consiguiente pérdida de las propiedades hidroelásticas Es un proceso senil que afecta a un cierto número de DI en
(4,5) ocasionan el debilitamiento progresivo del anillo fibroso, cualquier región de la columna vertebral, caracterizada por un
predisponiendo así a la ruptura completa del anillo fibroso y el aumento del colágeno fibroso del núcleo pulposo generando
material extruido hacia dorsal de forma aguda puede provocar que el anillo fibroso se degenere progresivamente (9). Ocurre
una contusión y/o compresión de la médula espinal. En el 2017, entre los 7 y los 12 años, el 40 - 60% de los perros mayores de
Brown E, y cols. reportaron en sus estudios la asociación de un 7 años muestran evidencia de degeneración del núcleo pulposo
REMEVET · Ene-Feb 2022 35
 Neurología
y del 10 - 30% exhiben una protuberancia macroscópica
(“abultamiento” dorsal). Se ha reportado principalmente en
razas no condrodistróficas, pero diversos autores reportan que
la raza Beagle tiene una incidencia 10 veces mayor. Estudios
recientes han demostrado que un 62 - 92% de los perros de
razas no condrodistróficas, con un peso superior a 20 kilos,
pueden sufrir este padecimiento (10).
Se debe valorar la severidad de la lesión medular aguda asociada
a una extrusión/protrusión discal para tener un pronóstico
preciso y un manejo adecuado del paciente. La escala de
grado de lesión medular espinal más utilizada es la descrita
por Griffiths en 1982, que posteriormente fue modificada por
Sharp y Wheeler en 2000, clasifican la lesión dependiendo
de la signología neurológica: Grado 1: algesia espinal; Grado
2: déficit propioceptivo/ataxia; Grado 3: paresia/plejia no
ambulatoria con función urinaria normal; Grado 4: plejia con
o sin alteración de la micción; Grado 5: plejia con ausencia
del dolor profundo y alteración de la micción (11). El abordaje
diagnóstico debe realizarse mediante hallazgos del examen
neurológico para localizar el sitio de lesión y con la ayuda de
estudios de imagen avanzada como la Resonancia Magnética
(RM) que permite obtener imágenes tridimensionales de la
lesión, ayudando a la planificación quirúrgica (12).
CASO CLÍNICO
Se recibió en el HVPE – FMVZ - UAEMex un perro, raza
Schnauzer miniatura, macho entero, de 12 años y 5.8 kg de
peso corporal, con historia clínica de presentar claudicación
grado 2 del miembro torácico izquierdo desde hace 8 días
aproximadamente. Al examen físico general se encontraron
constantes fisiológicas dentro de rangos normales; al examen
neurológico se percibió tetraparesia ambulatoria, braquiataxia
bilateral severa y dolor grave a la extensión, flexión (ventral y
lateral) del cuello, reflejos flexores disminuidos en miembros
torácicos y normales en miembros pélvicos, propiocepción
disminuida en miembros torácicos y pélvicos. Analizando
los hallazgos clínicos descritos se estableció un síndrome
espinal C6 - T2 y un diagnóstico presuntivo de hernia
discal extrusiva. Posteriormente se realizaron estudios de
laboratorio: hemograma, química sanguínea y urianálisis,
no observándose alteraciones patológicas evidentes. Se
realizó estudio radiográfico ortogonal del segmento vertebral
cervical, en donde se observó cierre de espacio intervertebral
entre C4 - C5 y C5 - C6 y neoformaciones óseas ventrales
entre C6 - C7 (Figura 1), correspondiendo al sitio de lesión
brindado por el examen neurológico. Se hospitalizó e instauró
tratamiento conservador con analgésicos (Carprofeno,
Tramadol, Pregabalina) a dosis terapéuticas recomendadas.
A las 48 horas después de la hospitalización presentó vejiga
plétora de difícil vaciamiento a la expresión manual, por lo
que se realizó sondeo uretral rígido con sistema de recolección
abierto; a los 7 días post tratamiento presentó tetraparesia no
ambulatoria y debido a la respuesta desfavorable, se realizó
una RM del segmento cervical en donde se apreció en cortes
36 REMEVET · Ene-Feb 2022
Discopatía cervical en un perro: Reporte de un caso
sagitales en ponderación T2 la evidencia de patrón extradural
a nivel de C3 - C4 con aproximadamente 30% de compresión
del parénquima medular, así como abombamientos dorsales
de los discos intervertebrales en C4 - C5 y C5 - C6 (Figuras
2 y 3). A las 72 horas después de tomar el estudio de imagen
avanzada se realizó procedimiento quirúrgico: “Slot ventral”
en C3 - C4 y “fenestración de DI” en C5 - C6, continuando
con tratamiento post quirúrgico con Ceftriaxona, Amoxicilina/
ácido clavulánico, Omeprazol, Tramadol, Pregabalina,
Cisaprida, Nicergolina. A las 24 horas el paciente presentó
leve algesia cervical, braquiataxia y reflejos flexores normales
de los miembros torácicos, a las 72 horas del postquirúrgico
mejoró la braquiataxia, disminuyó el dolor cervical. A las
96 horas se desafió retirando la sonda uretral y se observó el
posicionamiento y control voluntario de la micción, dándose
de alta al paciente. Un año después de la cirugía el paciente
continúa realizando sus actividades de manera rutinaria normal
sin complicaciones.
DISCUSIÓN
Muchos estudios reportan que la HDI cervical en perros tiene
una incidencia del 12.9 - 25.4%, el DI C2 - C3 es el más
afectado en razas pequeñas y el C6 - C7 en razas grandes.
Autores en estudios recientes han informado que DI C5 - C6
y C6 - C7 son los sitios comúnmente afectados en general
en perros (13,14). Debido a la relación anatómica que existe
entre el amplio canal vertebral cervical y la médula espinal,
los signos neurológicos suelen ser ligeros o inaparentes.
Diversos estudios reportan que un total del 15 - 61% de los
casos presentan signos de hiperpatía cervical, cuello acortado
y fasciculaciones de la musculatura cervical, sin déficits
neurológicos. Por tanto, pueden producirse extrusiones del
núcleo pulposo del DI sin comprometer gravemente la médula
espinal. Sin embargo, del 15 - 50% de los casos se puede
presentar paresia o plejia y en estos casos, es necesario evaluar
las motoneuronas para localizar el segmento espinal afectado,
entendiendo así que una lesión en C1-C5 producirá normo/
hiperreflexia de los miembros torácicos y pélvicos, mientras
que lesiones en C6-T2 producirán hipo/arreflexia de miembros
torácicos (15,16). En casos muy graves, se reporta la pérdida
del dolor profundo y la dificultad o parada respiratoria, pero
rara vez se informa. El paciente anteriormente descrito en
sus estudios radiográficos ortogonales de la región cervical,
presentó neoformación de puentes óseos en C4 -C5 y C6 - C7,
cierre de espacio intervertebral entre C4 – C5 y C5 - C6 , sin
embargo, en las imágenes por RM presentó HDI extrusiva
en el DI C3 - C4 y HDI protrusiva en el DI C4 - C5 y C5 -
C6, presentando signos neurológicos graves, incluyendo la
retención urinaria con difícil expresión manual, que de acuerdo
a la escala de Sharp y Wheeler, 2000, se clasificaría como una
lesión medular grado 4, contrastando así con lo reportado
anteriormente por Ryan y col, 2008, Hillman y col, 2009,
Dewey y Col, 2016, Brisson, 2010. Así mismo, resaltamos
que la utilización de radiografías convencionales para el
Discopatía cervical en un perro: Reporte de un caso Neurología

REMEVET · Ene-Feb 2022 37

 Neurología
Figura 1. Radiografía laterolateral izquierda derecha del segmento vertebral
cervical de un perro, posición neutral. Se aprecia cierres en los espacios
intervertebrales C4 - C5 y C5-C6 (X); neoformaciones óseas ventrales entre
C6-C7 (flecha).
Figura 2. Resonancia Magnética de cuello de un perro, A) Corte sagital,
secuencia de STIR. Se observa que los DI correspondientes a C3 - C4 (flecha
verde) y C5 - C6 se encuentran “abombados” hacia dorsal, reduciendo
ventralmente por compresión el espacio subaracnoideo e interrumpiendo
el flujo normal del líquido cefalorraquídeo (LCR), también comprimiendo
ligeramente la médula espinal en su aspecto ventral. B) Corte transverso,
secuencia T2. se observa un “abombamiento dorsal lateral izquierdo del DI
C3 - C4, que provoca compresión ventrolateral del espacio subaracnoideo
y médula espinal, ya que se observa un anillo incompleto hiperintenso
correspondiente al LCR.
Figura 3. Resonancia Magnética de cuello de un perro, cortes transversos
con secuencia T2. C) Se observa que el Dl C4 - C5 se encuentran ligeramente
protruído dorsalmente (flecha amarilla) comprimiendo a la médula espinal
y al espacio subaracnoideo y disminuyendo el flujo del LCR en esa zona. D)
Se aprecia una ligera protrusión en la porción dorsal del DI que comprime
ventral y lateral derecha al espacio subaracnoideo C5-C6, que genera la
disminución del flujo normal del LCR.
38 REMEVET · Ene-Feb 2022
Discopatía cervical en un perro: Reporte de un caso
diagnóstico de discopatías es limitada y no debe
de ser la primera opción, ya que permite solo ver
hallazgos relacionados con la posible degeneración
discal (espondilosis/discoespondilosis, cambios en
las apófisis articulares compatibles con osteoartritis,
calcificación de los DI, por mencionar algunas) o
signos relacionados con HDI (disminución del
espacio intervertebral y del espacio articular a nivel
de las apófisis articulares), considerando que no
siempre se manifiestan los hallazgos radiográficos
antes descritos, como por ejemplo puede existir
una degeneración del DI sin pérdida del espacio
intervertebral, por lo tanto no se descarta que exista
una lesión de la médula espinal, como fue el caso
de nuestro paciente (16). Hetch y cols, en 2009
reportan que la precisión para identificar el sitio
de lesión basado solo en radiografías simples varia
en un 51 - 61%, por lo que la RM se convierte en
la herramienta diagnóstica de imagen insustituible
para la correcta localización del segmento afectado
y un preciso diagnóstico de HDI. El tratamiento
conservador consiste en: reposo absoluto en jaula
de 4-6 semanas, uso de fármacos como los AINE´s,
opioides, análogos del ácido gamma-aminobutírico
(GABA), abordaje de alteraciones de la micción
(terapia farmacológica, cateterismo uretral o
expresión manual) y la fisioterapia, solo está
justificado en pacientes con grados 1 o 2 de disfunción
neurológica, incluyendo la HD aguda del núcleo
pulposo no compresiva (5,15,17). El tratamiento
quirúrgico (slot ventral, fenestración discal,
laminectomía, hemilaminectomía, por mencionar
algunas), está indicado para pacientes con grados 3,
4 o 5 de disfunción neurológica; compresión de la
médula espinal observada en la RM y en perros con
respuesta no favorable o reincidente al tratamiento
conservador, aunque es importante señalar que
previo y posterior a la intervención quirúrgica es
necesario brindar un tratamiento similar (17). En el
caso de nuestro paciente, el tratamiento conservador
no era la primera opción, sin embargo, la limitación
económica por parte del propietario nos llevó a
tomar esta alternativa. Debido a la nula respuesta
y a la exacerbación de los signos neurológicos,
se aceptó posteriormente la realización de la RM,
la cual nos permitió realizar una planificación
quirúrgica óptima, para realizar un Slot ventral en
C3 - C4 y fenestraciones profilácticas de los DI C4
- C5 y C5 - C6, varios estudios informan un buen
pronóstico en pacientes con HDI después de una
cirugía descompresiva, teniendo una recuperación
funcional completa después de 5 a 7 días (18), sin
embargo, nuestro paciente a las 24 horas del post
quirúrgico presentó algesia moderada en el cuello,
recuperó significativamente la propiocepción y
función motora de los 4 miembros y moderada
Discopatía cervical en un perro: Reporte de un caso
braquiataxia bilateral; a las 72 horas se observó braquiataxia
leve y disminuyó el dolor cervical, moviendo el cuello sin
dificultad. A las 96 horas se desafió retirando la sonda uretral,
observando el posicionamiento y control voluntario de la
micción, dándose de alta a las 120 horas del post quirúrgico.
Al dar seguimiento 1 año después, el paciente se encuentra
viviendo de manera normal sin complicaciones motoras o de
dolor. El tratamiento quirúrgico de Slot ventral se realizó 72
horas después de observar una significativa compresión del
espacio subaracnoideo y la médula espinal por la porción
dorsal del anillo fibroso degenerado a nivel de C3 – C4 que
interrumpía el flujo laminar del LCR. El acceso ventral del
DI permitió la extracción de material extruido degenerado
ubicado en la porción ventral del canal vertebral, liberando
la compresión al parénquima de la médula espinal (17,18).
Se reportan complicaciones asociados con el procedimiento
quirúrgico de Slot ventral, que incluyen el empeoramiento del
estado neurológico, algesia cervical persistente, hemorragia,
acidosis respiratoria, arritmias cardíacas, hipotensión y
bradicardia que puede ocasionar la muerte del paciente, así
como inestabilidad y subluxación vertebral, sin embargo, el
paciente no presentó ningún tipo de complicación durante
y después de la cirugía, teniendo una evolución favorable
inmediata en el post quirúrgico (3,17,18).
Referencias escaneando el siguiente código QR.
Neurología
CONCLUSIONES
Un adecuado examen neurológico permitirá localizar el sitio
de lesión, para que después apoyado de técnicas diagnósti-
cas de imagen se pueda visualizar, permitiendo un diagnós-
tico definitivo más preciso, accediendo a una mejor planea-
ción del procedimiento quirúrgico a realizar y así mejorando
el pronóstico.
En ocasiones los hallazgos radiográficos no logran explicar
la semiología del paciente, por lo que es necesario que el
Médico Veterinario conozca las limitaciones y beneficios
de cada herramienta diagnóstica de imagen para la correcta
evaluación del sistema nervioso central.
Las limitantes de los estudios radiográficos engloban la baja
especificidad sobre la ubicación correcta de una HDI, ya
que no proporciona información sobre la lateralización de la
protrusión/extrusión, la extensión y el grado de compresión
de la médula espinal, por lo tanto, no debe de ser la primera
opción en pacientes con déficits neurológicos.
La RM es considerada la prueba de oro, ya que ofrece un 98.5
– 100% de la ubicación exacta del sitio, extensión y grado de la
lesión medular, permite la visualización de la médula espinal,
facilitando así, la evaluación comparativa cuando múltiples
sitios están afectados, con la detección de cambios de señal
intramedular o extramedular y la clara observación de la HDI,
que permite un diagnóstico y pronóstico efectivo.
REMEVET · Ene-Feb 2022 39
REMEVET Ene-Feb 2022;6(1):41-42
¿CUÁNTO TE CUESTA CADA CLIENTE?
D esde hace mucho tiempo se utilizan parámetros de control
de centros veterinarios importados desde los Estados
Unidos en todas las clínicas del mundo. Sin importar si las
realidades legislativas o de mercado son equivalentes o no.
Por eso se asume como normal el uso de los gastos frente a
los ingresos brutos como indicador de la salud de cada centro
veterinario. Es cierto que son parámetros que deben conocerse
en todos los centros para evitar entrar en situaciones de exceso
de gasto o de falta de productividad, aunque los parámetros
varían de un país a otro. Las partidas de gastos se reparten
en 3 grupos de distinta importancia. La partida más grande,
el personal, la sigue el costo de los productos vendidos y por
último los gastos operativos o de explotación.
Dependiendo de las fuentes y el modelo de negocio, cada
partida tendrá un valor u otro, para dejar un beneficio antes
de impuestos determinado. Esto forma parte de la decisión de
objetivos, que como ya se ha dicho, depende del modelo y la
propuesta de valor. Algunos centros funcionan con márgenes
de más del 25% y otros apenas lo tienen del 5%.
Esto es algo sencillo y que se aplica en todos lo ámbitos de la
vida, desde la economía familiar, donde el gasto en vivienda
no debería superar el 30% de los ingresos totales, al fútbol,
donde los salarios de los futbolistas no pueden suponer más
del 70% de los ingresos del club al que pertenecen.
En veterinaria, sin embargo, estas cifras no se utilizan de la
manera adecuada en la mayoría de los centros. La explicación
es sencilla, no dan una imagen dinámica, por lo que su control
regular no aporta ninguna mejora. Si que son muy útiles para
marcar unos objetivos de negocio, pero eso, al veterinario de
a pie, le sirve de poco o nada. Además, mientras en Estados
Unidos tienen más o menos calculado que los ingresos de un
centro por medicamento pueden ser el 19% de los ingresos
totales, en España, esa cifra es difícil de alcanzar. En definitiva,
que hay ciertos parámetros que no pueden viajar del Oeste al
Este tan fácil como se piensa.
Administración
Autores
Ignacio Mérida-Isla
Fernando Valera -Sánchez
Alex Grassie
Contacto: nacho@assisvba.es; valeraenjaen@gmail.com; alex.
grassie@dvm.com.mx
Además, existe un segundo problema. Sabemos que el costo de
la partida de gastos variables (costo de los productos vendidos)
en los centros se encuentra entre el 25 al 35% (aunque se puede
llegar al 20% sin dificultad), si está bien gestionado y los
precios están calculados de forma proporcional. Sin embargo,
sabemos que el costo variable de un chequeo anual y vacuna
no es proporcional al de una cirugía. La vacuna puede costar
alrededor de 4 euros y el chequeo ser vendido a 40 euros,
lo que implica que el costo variable de ese servicio es un
10%. Sin embargo, en una cirugía preventiva como pudiera
ser una ovariohisterectomía de gata, que tiene de costo de
todos los productos del servicio alrededor de los 30 euros y
que se vende al cliente a 150 euros, ese porcentaje variable
es del 20%. Y, por último, ese paciente crónico que se lleva
medicación además de unas pruebas y que puede que tenga un
gasto variable del 50% de lo que termina pagando.
Entones, ¿cómo podemos repercutir los costos en cada
servicio? La respuesta simple es… no se puede ni se debe. Lo
cierto es que podría hacerse, pero sería una tarea muy grande
para ser afrontada de manera fiable. Pero muchos veterinarios
se preguntarán ¿para qué quiero saber eso? La respuesta es
aún más sencilla, para saber que clientes me son rentables.
¿Quién es más rentable, ese dueño que solo vacuna sus tres
perros una vez al año o ese otro que solo me visita para
REMEVET · Ene-Feb 2022 41
 Administración
esterilizar su gata aprovechando una campaña? Esta misma
pregunta existe en medicina humana e incluso en otros sectores
como la banca.
¿Cómo saber que clientes me son rentables?
Por eso, había que encontrar un parámetro que nos permitiera
saber eso mismo y que hasta el momento no se había descrito
ni en Europa ni en Estados Unidos. Se trata del costo por
cliente (CPC) (En centros donde se trabaje con asociaciones
que tengan muchas mascotas puede considerarse el gasto por
mascota).
La fórmula de su cálculo es bien sencilla. Tomamos todos los
gastos del centro (todas las salidas de caja, por citar algunas;
costos laborales, costo de los productos vendidos, costos fijos,
publicidad, seguros, especialistas externos, etc) y las dividimos
por el número de clientes activos en ese mismo periodo. Si
tenemos unos gastos de 100 mil euros en doce meses y tenemos
mil clientes activos, el costo es de 100 euros por cada uno de
los clientes.
Y este dato nos sirve para varias cosas, por citar algunas;
• En caso de tener un grupo de clínicas, para comparar
entre ellas lo que cuesta cada cliente activo. De esta manera
conocemos la eficiencia de cada centro.
• Para categorizar clientes, puesto que aquellos cuyo
consumo sea más alto que el CPC serán considerados mejores
que aquellos que no, y por tanto, se podrá decidir acciones
publicitarias diferentes para cada uno de ellos.
42 REMEVET · Ene-Feb 2022
¿Cuánto te cuesta cada cliente?
• Para decidir si una campaña de captación de clientes
ha tenido éxito o no. Al costo de la campaña, hay que sumarle
el costo normal de los clientes. Por ejemplo, si hacemos una
campaña de castración de gatos que nos cuesta 1.000 € y
conseguimos 10 nuevos clientes, esos 10 clientes nos cuestan
100 € cada uno más el costo habitual.
• Presupuestar gastos. Al conocer el gasto promedio por
cliente anual, puede hacerse un seguimiento mensual de si se
cumplen los objetivos o en algún mes no superan. Supongamos
que el CPC es de 120 euros al año, lo que equivale a 10 euros
al mes. Si un mes se ven 50 clientes y los gastos son de 10
mil euros, supone un CPC mensual de 20 euros, el doble del
objetivo anual marcado.
• Para comparar productividad entre empleados. Si
se conoce el número de clientes que ve cada empleado en
un periodo de tiempo y el costo laboral de cada unidad de
veterinario a tiempo completo en ese tiempo, nos permite
conocer la productividad de cada unidad productiva.
Existe un último uso alternativo para aquellos
negocios que tienen un peso importante de áreas de negocio
relacionadas con los productos en lugar de los servicios. Es
el costo por transacción. Este parámetro puede calcularse
mensualmente y hacerlo de manera proporcional. Por ejemplo,
un centro tiene unos ingresos por servicios del 60% y por
tienda del 40%. Tomamos todos sus costos y los repartimos
proporcionalmente. Cada parte será dividida por el número de
transacciones de servicios y productos, lo que dará el costo
por transacción de servicios y productos. Esto ayudará mucho
a decidir la viabilidad de ciertas áreas de negocio.
En resumen, este parámetro no viene a sustituir a ninguno,
sino a complementar los ya existentes. Si un centro tiene un
costo por mascota más alto que otro similar, tendrá que ver las
distintas partidas en las que ahorrar o mejorar la facturación,
como se ha hecho hasta ahora. Lo que sí que permitirá con
mayor efectividad es conocer si la inversión en publicidad
compensa verdaderamente, puesto que no siempre más clientes
es la solución, ya que estos pueden tener un costo excesivo si se
añade a su costo de adquisición el costo normal de cada cliente.
Ver programa
 Nefrología
ACTUALIDADES EN EL USO DE LA DIMETILARGININA SIMÉTRICA EN
LOS PERROS Y GATOS
Autores
Del-Angel-Caraza J1
Pérez-Sánchez AP²
Perini-Perera S3
Quijano-Hernández IA¹
INTRODUCCIÓN
En la practica clínica es necesario conocer el grado de función
renal del paciente, tanto para el proceso diagnóstico general,
como en la toma de decisiones terapéuticas en presencia de
enfermedad renal. Para alcanzar fin, debemos utilizar de
forma simultánea diferentes parámetros de análisis, como
son la evaluación de la tasa de filtración glomerular (TFG),
densidad urinaria (DU), excreción de proteínas urinarias
y medición de la presión arterial sistémica.; De forma
independiente, estos cuatro parámetros evalúan la función
renal desde en diferentes perspectivas, pero cuando se
estudian en conjunto facilitan una evaluación integral de la
masa renal presente en el paciente (Del-Angel-Caraza y col,
2018).
Actualmente en la clínica de perros y gatos, para medir la TFG
predomina el uso de la medición de la concentración sérica
de biomarcadores endógenos como la concentración sérica de
creatinina (CrS) y urea. Sin embargo, estos dos analitos son
poco específicos, ya que su concentración varía por diferentes
causas como la pérdida de masa muscular; además de que son
marcadores tardíos de enfermedad renal ya que se requiere una
pérdida de más del 75% de nefronas funcionales para que se
alteren. Por lo que todos los esfuerzos se han centrado en la
investigación de nuevos biomarcadores endógenos tempranos
de la TFG como es el caso de la dimetilarginina simétrica
(SDMA por sus siglas en ingles).
El SDMA como biomarcador de la TFG y su utilidad
clínica
Como se menciono anteriormente, el SDMA es un biomarcador
endógeno de la TFG, así que, es un analito que viene a
complementar a los otros marcadores que se utilizan en la
clínica diaria, como son la creatinina y urea séricas. En ningún
caso debe ser considerado una prueba superior a las otras y
44 REMEVET · Ene-Feb 2022
REMEVET Ene-Feb 2022;6(1):44-46
1.Hospital Veterinario para Pequeñas Especies, FMVZ-Universidad
Autónoma del Estado de México, Toluca-México.
2.Hospital Veterinario para Perros y Gatos, FMVZ-Universidad Popular
Autónoma del Estado de Puebla, Puebla-México.
3.Departamento de Pequeños Animales, FV-Universidad de la República,
Montevideo-Uruguay.
Contacto: delangelvet@hotmail.com
Palabras clave
• Tasa de filtración glomerular
• Enfermedad renal
• Dimetilarginina simétrica
• SDMA
• Biomarcador
mucho menos única para diagnóstico, ya que su valor debe
de ser interpretados en relación con los resultados de los otros
análisis.
El SDMA, tienen una producción constante en el organismo,
siendo una molécula pequeña de carga positiva, por lo que es
filtrada fácilmente en la membrana basal glomerular de forma
constante, no sufre reabsorción tubular, y es excretada casi en
su totalidad por el riñón (en un 90%), aunque una pequeña
cantidad puede ser eliminada por vía hepática; todo lo antes
mencionado la hace un buen candidato como biomarcador
endógeno de la TFG.
La principal característica que presenta el es que su
concentración sérica sale de los valores de referencia cuando
se presenta una disminución de las nefronas funcionales a
partir del 40%, a diferencia de la CrS que lo hace con una
disminución del 75%. Además de que la CrS al depender
del metabolismo del músculo, no es un buen marcador de la
TFG en animales con pobre masa muscular; como lo son los
animales viejos o con enfermedades crónicas que provocan
Actualidades en el uso de la Dimetilarginina Simétrica en los Perros y Gatos
una perdida de la masa muscular, a diferencia del SDMA que
tiene un metabolismo diferente por lo que su concentración
sérica no se ve afectada por la pérdida de masa muscular. Por
tal motivo, se considera que el SDMA es un marcador más
temprano para detectar una alteración de la TFG (Del-Angel-
Caraza y col, 2018).
¿El SDMA se puede alterar por causas no renales?
El SDMA es un marcador de la TFG, útil para diagnosticar
una enfermedad renal, pero algunas causas pre o post renales
pueden alterar también los valores de este analito, tales como la
deshidratación; de aquí la importancia de medir conjuntamente
la DU con un refractómetro, para evaluar la capacidad de
concentrar la orina del paciente. Ya que con una DU cercana
al punto crítico (1.030 en perros y 1.035 en gatos), es posible
que el SDMA salga del rango de referencia temporalmente,
solo por qué el riñón se encuentra concentrando la orina debido
a que el paciente esta deshidratado o hipotenso, y cuando este
estado se corrige el SDMA volverá a sus valores de referencia.
Otra posible causa prerenal asociada a un incremento de SDMA
puede ser la presencia de un Linfosarcoma en perros. En
nuestra experiencia, en pacientes con este diagnóstico pueden
tener un SDMA fuera del rango de referencia en comparación
con otros tipos de tumores, pero por el momento no esta del
todo claro el mecanismo fisiopatológico de esta asociación. Y
finalmente, en un paciente con obstrucción uretral o ureteral,
como causas postrenales.
Así que, es de suma importancia realizar una evaluación
completa del paciente, tener claro las posibles patologías
concurrentes, y realizar protocolos de estudios integrales. En
nuestra experiencia, el error mas común es medir el SDMA
cuando el paciente esta deshidratado y sin una medición
conjunta de la DU.
Método de obtención de la muestra de sangre
En la clínica diaria, el SDMA es útil para realizar el
diagnóstico precoz de la Enfermedad Renal Crónica (ERC)
tanto en perros como en gatos. El mejor momento para iniciar
con el proceso diagnóstico es cuando el paciente presenta
factores de riesgo para presentar esta enfermedad, pero se
encuentra hemodinámicamente estable (no deshidratado,
hipotenso, chocado, etc…). Con un ayuno de solidos
de 8 horas, sin retirar el agua se realizará la obtención de
muestras; le sugerimos primero obtener la muestra de orina
y posteriormente la muestra de sangre, solicitando un perfil
integral que incluya: hemograma, perfil bioquímico incluyendo
el SDMA, urianálisis, ratio proteinuria-creatininuria (PU:CU),
y realizando la medición de la presión arterial de forma no
invasiva. Especialmente en los perros, antes de medir el
SDMA, se recomienda medir la DU, ya que de estar cercana
al punto critico, cabe la posibilidad de que el riñón del
Nefrología
paciente este concentrando la orina por una deshidratación
subclínica, debiendo obtener una nueva muestra de sangre y
orina cuando el paciente se encuentre más estable. Por otro
lado, si el paciente tiene estudios previos donde se evidencia
una azotemia renal persistente que demuestra una TFG más
alterada, ya no será necesario medirlo.
Tomando decisiones con los valores del SDMA
Los valores de referencia del SDMA en los perros y gatos
adultos es <14 mg/dL; en los cachorros de perro y gato, y
galgos los valores de referencia pueden ser un poco más altos
16 mg/dL, inclusive pueden llegar hasta 19 mg/dL en algunos
galgos adultos. Por lo tanto, en un perro o gato adulto considere
que existe una disminución de la TFG a partir un valor de
SDMA ≥15 mg/dL.
De forma convencional, en pacientes con factores de riesgo
para desarrollar ERC, con valores de SDMA entre 15-19 mg/
dL, que se han medido al menos dos veces en intervalos de
3 a 4 semanas, se confirma la alteración de la TFG. Y con
un valor ≥20 mg/dL en la primera evaluación, descartando
alteraciones pre o post renales, se confirma la disminución de
la TFG con una mayor sensibilidad (McKenna, y col 2020;
Sargent y col 2021).
¿Cómo medir el SDMA?
Dependiendo del fabricante, el SDMA se puede medir en suero
o plasma. Puede ser procesado en laboratorios de referencia
de IDEXX con la técnica de cromatografía líquida con
espectrometría de masa, siendo éste el método de referencia.
Actualmente, es posible medirlo con pruebas de consultorio
procesadas en analizadores bioquímicos como el Catalyst One-
IDEXX ó Bionote-Vcheck, según las instrucciones de cada
fabricante.
En nuestra experiencia, en un ensayo clínico al utilizar el
valor de ≥20 mg/dL, se observó una buena correlación entre el
método de referencia y la prueba de inmunoensayo fluorescente
Vcheck para considerar una alteración de la TFG.
Los posibles escenarios de los parámetros a considerar en la
evaluación de la TFG en perros y gatos se muestran la Tabla 1.
Es posible encontrar algunos casos donde se presenta
azotemia sin una elevación del SDMA, lo cual puede deberse
a variabilidad analítica o biológica, por lo que se recomienda
repetir la medición de los parámetros.
Una vez que hemos repetidos los estudios podemos estadificar
al paciente en un estadio de la ERC, según los criterios de
la IRIS (IRIS 2019); y tomar mejores decisiones en lo que
respecta al pronóstico, y estrategias terapéuticas.
REMEVET · Ene-Feb 2022 45

Nefrología
Tabla 1. Ejemplos de las principales combinaciones de parámetros a considerar en la evaluación de la TFG en perros y gatos
CrS: Creatinina sérica; DU: Densidad urinaria; PC: Punto crítico (>1.030 en perros y >1.035 en gatos); ++Probable efecto prerenal (deshidratación),
repetir con una DU por debajo del PC, *Repetir en 4 semanas
Consideraciones
• Recuerde que es necesario realizar la medición del SDMA
junto con los otros parámetros del laboratorio, al menos con
la CrS y la DU.
• No se deben de tomar decisiones diagnósticas basadas
únicamente en la concentración sérica de SDMA.
• El SDMA puede alterase también por causas pre y post
renales.
• Siempre es necesario hacer una reevaluación del paciente
con el fin de confirmar los resultados.
• El SDMA es un analito nuevo en su uso en la clínica de
perros y gatos, por lo que es de gran importancia tener una
búsqueda constante de la información que surja en el futuro
sobre su uso e interpretación, debido a que continua en estudio.
El SDMA es un analito útil para la evaluación de la TFG en
perros y gatos, con pocos años en el mercado, y como cualquiera
otra prueba diagnóstica, solo aporta información. Así que,
la información del paciente, obtenida de la historia clínica,
examen físico, diagnósticos de enfermedades concurrentes,
46 REMEVET · Ene-Feb 2022
Actualidades en el uso de la Dimetilarginina Simétrica en los Perros y Gatos
estudios de laboratorio y de imagen, presión arterial, etc.., son
lo que permiten tener los elementos necesarios para emitir un
diagnóstico, en este caso de una ERC.
“El diagnóstico no lo hace una prueba, lo emite el medico al
analizar toda la información del paciente”.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
• Del-Angel-Caraza J y col. ¿Qué es la dimetilarginina simétrica y como interpretar sus
valores en la clínica de perros y gatos? REMEVET 2018;2(10):6-10. https://remevet.com
• IRIS-International Renal Interest Society. IRIS Staging of CKD (modified 2019).
http://iris-kidney.com/pdf/IRIS_Staging_of_CKD_modified_2019.pdf (Ultimo acceso
29 de Enero de 2022).
• McKenna M, y col. Relationship between serum iohexol clearance, serum SDMA
concentration, and serum creatinine concentration in non-azotemic dogs. J Vet Intern
Med 2020;34(1):186-194.
• Sargent HJ, y col. The new age of renal biomarkers: does SDMA solve all of our
problems? J Small Anim Pract 2021;62(29):71-81.
 Dermatología

TRATAMIENTO DE LA PIODERMITIS BACTERIANA EN PERROS

Autores
Gessica Ariane de Melo Cruz1 Pioderma superficial: colonización
Jessica Ribeiro Sole 2 bacteriana en la superficie de la
piel
1 Analista Técnica Ourofino Salud Animal
gessica.cruz@ourofino.com Fuente: Halliwell e Lloyd (1998)
2 Consultora de Demanda Ourofino Salud Animal

INTRODUCCIÓN
Las piodermas bacterianas son el grupo más representativo de
enfermedades de la piel en perros y se definen como infecciones Pioderma superficial: invasión de
bacterianas caracterizadas por la presencia de pus en la piel, los folículos pilosos por bacterias
que pueden tener una etiología inflamatoria y/o neoplásica, Fuente: Halliwell e Lloyd (1998)
además de infecciosas. Existe una microbiota natural en
la piel de los animales y cuando existe un desequilibrio de
origen alérgico, endocrino, inmunológico, o por la presencia
de ectoparásitos, puede haber un crecimiento anormal de estos
microorganismos dando lugar a diversas alteraciones. (Codner
& Rhodes, 2003; Rosser 2004; Kelany, 2011).

Cualquier animal es susceptible de desarrollar pioderma, pero

algunas razas como Bull Terrier, Pastor Alemán y razas de
pelo corto como Doberman, Pinscher, Gran Danés, Boxer y
Dachshund se consideran más predispuestas a alteraciones
dermatológicas. La especie de bacteria más frecuentemente
aislada en casos de pioderma superficial y profunda es
Staphylococcus pseudointermedius, además de otros agentes Pioderma profunda: la infección
como S. aureus y S. scheleiferi spp. Coagula con menor se extiende más allá del folículo
frecuencia (Codner & Rhodes, 2003; Rosser 2004; Kelany, piloso hacia la dermis
2011). Fuente: Halliwell e Lloyd (1998)

En cuanto a los tipos, las piodermas se clasifican según la

profundidad de la infección y/o presentación clínica, las cuales
pueden considerarse externas, superficiales y profundas (Ihrke,
2006).

Signos Clínicos
La presencia de prurito, pérdida de cabello, secreción purulenta
y especialmente la presencia de pápulas son características
tanto de la afectación cutánea superficial como de la profunda.
Con la progresión de la infección puede ocurrir la formación
de pústulas foliculares, que al romperse forman costras y
48 REMEVET · Ene-Feb 2022
Tratamiento de la piodermitis bacteriana en perros
collares epidérmicos, además de forunculosis y celulitis.
(Rosser, 2004).
Lesiones con pápulas, pústulas y costras
Fuente: Kelany (2011)
Lesión típica de pioderma profunda
Fuente: Schroeder
Diagnóstico
Es importante descartar inicialmente algunas condiciones
clínicas como demodicosis, malaseziosis, dermatofitosis, entre
otras causas de foliculitis, además de un tamizaje para identificar
causas primarias y predisponentes, con el fin de establecer
un tratamiento asertivo y evitar infecciones recurrentes que
contribuyan a los casos de resistencia bacteriana.
El raspado de piel es una prueba fundamental para realizar el
diagnóstico diferencial, ya que permite identificar la presencia
de ácaros y bacterias. El cultivo de hongos y la tricografía se
utilizan para la detección de hongos. El examen citológico
se puede realizar imprimiendo frotis de pústulas y áreas
adyacentes, collares epidérmicos, costras o vías de drenaje. La
Dermatología
Mastín Napolitano con pioderma profunda (forunculosis)
después de demodicosis.
Fuente: Kelany (2011
presencia de bacterias fagocitadas y neutrófilos degenerados
en gran cantidad como hallazgo citológico determina el
diagnóstico de infección bacteriana. (Nobre, 1998, Nuttall,
2003; Rocha, 2008).
En casos de recurrencias, se recomienda realizar un cultivo
bacteriano y antibiograma, el cual debe ser recolectado
preferentemente de pústulas, pápulas y nódulos intactos.
(Concepción & Fabris, 2000).
Tratamiento
Para el éxito terapéutico, es fundamental identificar la causa
predisponente de la pioderma, así como el diagnóstico
diferencial con otros agentes. A menudo, por una serie
de razones, el médico no es capaz de realizar todos los
procedimientos de diagnóstico para dilucidar los factores
involucrados en los diversos casos de pioderma, un hecho
que a menudo conduce a la adopción de un tratamiento
empírico. Incluso si el tratamiento se prescribe sin que se haya
establecido un diagnóstico claro, el tratamiento en sí puede
considerarse un procedimiento de diagnóstico.
El tratamiento con antibioticoterapia sistémica debe realizarse
correctamente, respetando las dosis e intervalos recomendados,
y para ello es importante el compromiso del tutor, ya que el
tratamiento debe prolongarse hasta la completa resolución
del cuadro infeccioso, siendo l la interrupción temprana la
principal causa de las recaídas (Vitale, 2009).
Cuando sea necesario, se puede establecer un protocolo de
tratamiento sistémico, cuyo objetivo principal es tratar la causa
subyacente, tratar la infección y los síntomas, asociado al
REMEVET · Ene-Feb 2022 49
 Dermatología Tratamiento de la piodermitis bacteriana en perros

tratamiento tópico, cuyo objetivo principal es también ayudar
al tratamiento de la infección.
Con el hallazgo de datos de susceptibilidad variable entre las
cepas de S. pseudointermedius aisladas de pioderma canina
frente a los antibióticos más utilizados en dermatología
veterinaria, actualmente se debate la importancia del uso
racional de antibióticos para el tratamiento de enfermedades
de la piel. Por lo tanto, el clínico debe guiar la elección
del antibiótico en base a los resultados de las pruebas de
sensibilidad. Cuando se hace de forma empírica, la elección
depende de la experiencia y preferencia de cada clínico, pero
las bases antibióticas más utilizadas para el tratamiento de
la pioderma son prácticamente las mismas. Es importante
que, entre los antibióticos disponibles, se tenga en cuenta
individualmente cada caso a la hora de elegir, así como el
nivel de afectación de la dermis, el estado clínico general del
animal y su competencia inmunológica (Conceição & Fabris,
2000; Bloom , 2009; Kelany y Galal, 2011).
Las cefalosporinas y las aminopenicilinas siguen siendo los
antibióticos de elección para el tratamiento de la pioderma
superficial. En casos resistentes, o con base en los resultados
de los exámenes de cultivo y antibiograma, se pueden usar
asociaciones de sulfa, como la sulfadimetoxina asociada con
ormetoprima, así como las fluoroquinolonas (Hillier et al.,
2014).
Las fluoroquinolonas son antibióticos bactericidas de amplio
espectro cuyas ventajas incluyen su administración una vez
al día, excelente penetración tisular y su actividad frente a
S. pseudointermedius, entre otros microorganismos invasores
secundarios gramnegativos. La potente capacidad de
penetración en los tejidos se debe en parte a la absorción del
fármaco por los macrófagos, lo que conduce a una mayor
concentración del fármaco en los sitios inflamados. La
enrofloxacina generalmente tiene perfiles de sensibilidad
favorables, ya que necesita ser inducida por mutaciones
genéticas en lugar de transferencia de plásmidos (Ihrke, 2006).
Por tanto, dado el escenario actual, las cefalosporinas siguen
siendo los antibióticos sistémicos de primera elección, pero
el veterinario puede contar con otros principios activos para
el tratamiento de la pioderma superficial canina.
Hillier, A., Lloyd, D. H., Weese, J.S., Blondeau, J. M., Boothe, D., Breitschwerdt, E.,
Guardabassi, L., Papich, M.G., Rankin, S., Turnidge, J.D. & Sykes, J.E. Guidelines
for the diagnosis and antimicrobial therapy of canine superficial bacterial folliculitis
(Antimicrobial Guidelines Working Group of the International Society for Companion
Animal Infectious Diseases). Vet. Dermatol., 2014.
Ihrke, I. Integumentary infections. In: GREENE, C.E. Infectious Diseases of the Dog
and Cat. 3. ed. St. Louis: Saunders Elsevier, 2006. Chap.85, p.807-823
Kelany, W.M. & Galal, H.M. Diagnosis of recurrent pyoderma in dogs by traditional
and molecular based diagnostic assays and its therapeutic approach. Journal of American
Science, 7(3), 2011
Nobre, M., Meireles, M. M., Gaspar, L. F., Schramm, D. F. R., Souza, L. F. S. L. & Souza,
L. 1998. Malassezia pachydermatis e outros agentes infecciosos nas otites externas e
dermatites em cães. Ciência Rural, 28(3), 447- 452.
Nuttall, T. 2003. Malassezia Dermatites. In: Foster, A. &Foil, C. BSAVA Manual of Small
Animal Dermatology (2a ed., p. 175-180). British Small Animal Veterinary Association,
Quedgeley, Gloucester, UK.
Rocha, N. S. 2008. Exame citológico no diagnóstico de lesões da pele e subcutâneo.
Revista Clínica Veterinária, 76, 76-80.
Rosser Junior, E. J. 2004. Pústulas e Pápulas. In: Ettinger, S. J. & Feldman, E. C. Tratado
de medicina interna veterinária doenças do cão e do gato (5a ed.). Guanabara Koogan,
Rio de Janeiro, BR.
Schroeder, H. Canine Bacterial Pyoderma. Willow Park Veterinary Hospital, Willow
Glen, Pretoria. Disponível em: Acesso em: 20/05/2012
Vitale, C. 2009. Methicillin-Resistant canine pyoderma. In: Bonagura, J. D. & Twed. D.
C (Eds.) Kirk’s Current Veterinary Therapy XIV (14a ed.). Saunders Elsevier.
• Sargent HJ, y col. The new age of renal biomarkers: does SDMA solve all of our
problems? J Small Anim Pract 2021;62(29):71-81.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bloom, P.B. Diagnosing and treating canine bacterial pyodermas. Nebraska Veterinary
Medical Association / Convention Proceedings, Jan/2010.
Codner, E. C. & Rhodes, K. H. 2003. Pioderma. In: Tilley, L. P. & Smith Junior, F. W. K.
Consulta veterinária em 5 minutos - Espécies canina e felina. (2a ed.). São Paulo: Manole.
Conceição, L.G.; Fabris, V.E. Piodermite canina: etiopatogenese, diagnóstico e terapia
antimicrobiana sistêmica. Uma breve revisão. Revista Cães & Gatos, 86(14), nov/dez
2000

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