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Capítulo 32

Observación de eclipses lunares y solares

Verano. Y luego dijo: 'No yo, sino la luna nueva,

La bella Cynthia te convence de esto y de aquello.
Con igual connivencia no me cegarás.
Pero por abusar tanto de la luna como de mí,
Durante mucho tiempo serás eclipsado por la luna,
Y vivirás mucho tiempo en la oscuridad y no verás la luz.
Fuera con él, su destino no tiene marcha atrás.
Sol. Lo que está eclipsado algún día volverá a brillar;
Aunque el invierno frunce el ceño, la primavera aliviará mi dolor.

Thomas Nashe (1567­1600/01)

Summer y Sol hablando en
“Última voluntad y testamento de Summer” Acto I
1592

32.1 ¿Qué es un eclipse?

En astronomía, un eclipse es el evento en el que un y eclipses solares. La palabra "eclipse" se deriva del griego
cuerpo celeste pasa frente a otro cuerpo celeste o se oscurece ekleipsis de ekleipein ( κλιπιν), que significa "no aparecer,
en la sombra proyectada por un segundo cuerpo. ser eclipsado".
En el capítulo anterior, hablé de un tipo de eclipse: Algún tiempo después del año 1048 d.C., Abraham Ibn Ezra
una ocultación por parte de la Luna de otro objeto celeste. Un
escribió sobre la verdadera naturaleza de los eclipses en su libro Sefer ha­Me'ort.
eclipse solar total es probablemente el evento celeste más
(“El Libro de las Luminarias”). El escribio:
espectacular que se puede observar, como el que se muestra
en la Figura 32.1. En este capítulo, cubriré los dos tipos de la luna tiene muchos movimientos, cambia su
ocultaciones más ampliamente observados que involucran a la Luna: latitud y longitud, y tiene una variabilidad que los
planetas no tienen: su luz crece y mengua, a
veces desaparece y otras veces es eclipsada por
la sombra de la Tierra. El eclipse de Sol es
diferente, porque el Sol en sí no se oscurece;
más bien la Luna lo oculta a la vista.1

En el siglo XIII, el astrólogo, astrónomo y matemático

italiano Guido Bonatti (desconocido).
1296/1300) escribió en su libro Liber Astrononiæ (“Libro de
Astronomía”) que:

se podría decir que la Luna a veces eclipsa al

Figura 32.1. El eclipse solar total del 24 de enero de 1925 (Saros 120).
Pintado a partir de su propio boceto del artista estadounidense Howard
Russell Butler (1856­1934), observado desde Middletown, Connecticut. De la
colección del autor.
Sol; a lo que hay que decir que incluso la Luna a
veces significa reinos
1. Shlomo Sela, traductor, Abraham Ibn Ezra Sobre elecciones,
interrogatorios y astronomía médica: una edición crítica paralela hebreo­
inglés del Libro de las elecciones (3 versiones), el Libro de los
interrogatorios (3 versiones) y el Libro de las luminarias . (Leiden: Brillante, 2011), 455.

© Springer Science+Business Media, LLC, parte de Springer Nature 2020 32­1

RA Garfinkle, Luna Cognita, https://doi.org/10.1007/978­1­4939­1664­1_32
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32­2
y magistraturas2
Bonatti escribió además sobre los daños astrológicos al Sol y
la Luna durante un eclipse cuando:
hay entre ellos (Sol y Luna) y la Cabeza o Cola del
Dragón 12° o menos delante de ellos (porque allí
sufren eclipses, lo cual les es un gran perjuicio)3.
En otras palabras, según Bonatti, un eclipse causaba daños
al Sol y a la Luna y no a los terrícolas.
Como resultado de sus absurdos “engaños mágicos” astrológicos
personificando al Sol y a la Luna y afirmando que podían sentir dolor
durante un eclipse, Dante situó a Bonatti siendo castigado en el
infierno en el Canto 20, línea 126, de su Divina Comedia. 4
En su libro de 1929 Chasing Eclipses, la autora, conferencista,
viajera y astrónoma aficionada estadounidense Rebecca Richardson
Joslin (1864­1934) escribió una explicación fantasiosa de las causas
de los eclipses solares. Ella escribió:
Durante las largas noches, cuando la brillante luna
duerme, las estrellas titilan en el cielo y los planetas
arden constantemente. “Si no fuera por mi rival, el Sol”,
dijo el Viejo en la Luna, “mi pueblo podría verlos brillar
durante el día. Algún día me pararé frente a Su
Majestad por unos minutos, y entonces podrán ver el
cielo estrellado durante el día, y el viejo se enojará
tanto que se le pondrá negro el rostro”.
“No tan rápido, viejito”, dijo el Dios Sol.
“Justo cuando te enorgullezcas de haberlo hecho,
mostraré a millones de personas en la tierra, en
ciudades, pueblos y campos, una escena de grandeza
celestial mucho más allá de cualquier cosa que tú y tu
bolita puedan presentar”.
Y el Viejo en la Luna aceptó el desafío, se refugió y
iluminó su cimitarra creciente para el combate. Su
Majestad el Dios Sol sonrió radiantemente ante la idea
de la batalla, mostrando su rostro completo mientras
se movía sin miedo día tras día.
Y aconteció que los sabios del país profetizaron que la
contienda se llevaría a cabo.5
Por eso, de vez en cuando, las personas se ubican a lo largo
de un camino estrecho donde el cono de sombra de la Luna llega a
2. Guido Bonatti, Bonatti on Basic Astrology, traducido por Benjamin N.
Dykes (Minneapolis, MN: The Cazini Press, 2010), 165.
3.
Ibid., 242. Consulte el Capítulo 2 de este libro sobre la Cabeza y la
Cola del Dragón.
4. Dante Alighieri, La Divina Comedia de Dante Alighieri, traducida por
Charles Eliot Norton. En Los grandes libros del mundo occidental. vol. 21.
(Chicago: Enciclopedia Británica, 1952), 29.
5. Rebecca Richardson Joslin, Persiguiendo eclipses (Boston, MA: Walton
Advertising & Printing Co. 1929), 118, 119.
Observación de eclipses lunares y solares
la superficie de la Tierra, son capaces de presenciar esta
“batalla” entre el Dios Sol y el Hombre Viejo en la Luna. A esta
batalla la llamamos eclipse solar total.
Una vez que la humanidad aprendió a escribir y así
registrar los acontecimientos importantes de sus vidas, otros
comenzaron a descifrar gran parte de estos registros antiguos
para saber qué sucedió en aquellos tiempos lejanos. A lo largo
de la historia registrada se han observado eclipses lunares y
solares, junto con otros eventos celestes, cualquiera que sea el
método en que una sociedad registró tales cosas. Sabemos de
varios eclipses antiguos, tanto solares como lunares, a los que
se alude en una variedad de documentos supervivientes. Con
esta información fragmentaria y modernas fórmulas matemáticas
basadas en los movimientos del Sol y la Luna, los historiadores
han podido determinar la fecha exacta de algunos acontecimientos
históricos e importantes de hace mucho tiempo que tuvieron
lugar durante o cerca de un eclipse. Con estos registros, los
astrónomos modernos también han podido calibrar la variación
de la velocidad de rotación axial de la Tierra durante los últimos 4.000 años.
32.1.1. Conocimiento y miedo del eclipse. Antes de que la
humanidad conociera la mecánica de cualquier tipo de eclipse,
ocurrían en el cielo sin previo aviso, y esto tendía a asustar a la
gente, que temía que un eclipse fuera un presagio siniestro de
que estaban a punto de sucederles cosas terribles. Estos
ataques a la Luna o al Sol fueron obra de algún desagradable demonio del cielo.
En todo el mundo, desde la antigüedad hasta nuestra era
moderna, pueblos astronómicamente poco sofisticados, que en
ese momento no habían aprendido la verdadera causa de un
eclipse solar o lunar, permitieron que el miedo y el terror reinaran
en toda la tierra durante el evento. En algunos casos, un eclipse
cambió el curso de la historia política o militar. Mientras escribo
este capítulo, hay áreas en el mundo subdesarrollado donde un
eclipse será visible, y los líderes locales habrán dado
instrucciones a su gente de permanecer en casa y no mirar el
eclipse. Temen que mirando hacia arriba o incluso estando a la
sombra de la Luna, ese mal, o alguna otra cosa cobarde, les
sobrevenga a los observadores, ya sea individualmente o a toda
su comunidad.
En muchos de estos casos, la gente ha recibido
instrucciones de tocar tambores, disparar flechas o pistolas al
cielo o apaciguar a su deidad con un sacrificio, todo en un
esfuerzo por ahuyentar al monstruo lejos del Sol o la Luna, como
se muestra en Figura 32.2, Figura 32.4 y Figura 32.5.
Me he basado en una serie de fuentes antiguas, en
muchos idiomas diferentes, traducidas al inglés moderno, para
extraer algunos de los eclipses más notables de este registro
antiguo y presentárselos en los siguientes párrafos. También he
explorado la mitología mundial para mostrarles cómo personas
de todo el mundo tenían, en muchos casos, creencias muy
similares sobre las causas de los eclipses, a pesar de que la
mayoría de estas personas no tenían intercomunicación.
Quizás ya en la historia, en el período comprendido entre
los siglos XX y XVI a. C., en la región de Mesopotamia
(generalmente el moderno Irak), se escribieron por primera vez
cuentos sobre las causas de los eclipses lunares. Una colección
de tablillas con inscripciones cuneiformes en idioma acadio,
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Luna Cognita 32­3

miembros de la realeza de cualquier mala conducta. En este caso, el
eclipse sirvió como juicio divino.
En el segundo tipo de eclipse lunar causado por una deidad, el papel
de los dioses en la creación de un eclipse está escrito en las líneas 56 a 66 y
en las líneas 109 a 113 en el Mito del eclipse lunar de la siguiente manera:

56 Ea llamó a su hijo Marduk y le dio una orden:

57 'Ve, hijo mío Marduk,
58 el hijo del príncipe, luna Sîn, que está siendo cruelmente
oscurecido en el cielo–
59 su eclipse es evidente en el cielo.'
60 Los Siete son dioses malvados, asesinos e imprudentes.

61 Los Siete de ellos son dioses malvados, que se levantan como

una inundación y arrasan la tierra.
62 Son los que se levantan contra la tierra como un
tormenta.

63 Ellos constantemente giran furiosamente ante la media luna

luna.
64 Una vez que el héroe Ŝamaŝ y valent Adad fueron desviados.

65 los grandes dioses se escondieron,

66 Los dioses Anunna se callaron solos.

[An y Enlil explican a los otros dioses lo que pasó]

109 An y Enlil los llamaron:

Figura 32.2. Nativos de Attopeu, Laos, disparando sus armas a la Luna
temprano en un eclipse lunar total. El dibujo grabado en acero de
1879 es obra del pintor e ilustrador suizo Eugène Burnand (1850­1921)
y acompaña a un artículo titulado “Le Laos et les Populations Sauvages
110 'Han oscurecido al pecado en medio del cielo,
111 le han arrancado la corona
112 se despojó de sus adornos,
113 han oscurecido su amado rostro.' 6
6. MJ Geller, Evil Demons (Helsinki: Univ. de Helsinki, 2007), 253, 254.

de l'Indo­Chine” en la revista Le Tour du Monde, 24. De la colección

del autor.

conocido como Utukkū Lemnūtu (“Demonios malvados”), contiene una

serie de encantamientos que se recitarán para protegerse de los anti­
La humanidad actúa por demonios malvados. La tableta número 16 se
conoce como el mito del eclipse lunar. Aunque los babilonios habían
aprendido a calcular las fechas de los eclipses lunares, todavía
consideraban que eran causados por los siete terroríficos guerreros
demonios, conocidos como los Sibitti [también conocidos como
Sebettu, Sebutti o “Los Siete Divinos”], como se muestra en la Figura
32.3 . . Los Sibitti eran descendientes de la deidad celestial Anu
[también conocida como An] y la diosa de la tierra Ki. Actuaban por
orden de los dioses. Un eclipse podría ser el resultado de acciones de
los propios dioses.
Los Sibitti, con siete cabezas de animales, se consideraban
el cúmulo de estrellas de las Pléyades y, por tanto, eran la melena de
Tauro el Toro. A veces, a los Sibitti se les ordenaba entrar en conflicto
con Sîn, el dios de la luna. Cuando los Sibitti amenazaron e invadieron
el reino de Sîn, bloquearon la Luna provocando un eclipse lunar. Esto
se interpretó como una forma legítima de presagios negativos para el Figura 32.3. Talla en relieve en piedra de tres de los Siete
pueblo y especialmente para su rey terrenal y los miembros de la casa Divinos Sibitti sosteniendo hachas y cuchillos. Del palacio real
real. Recitar el encantamiento absolvería al de Nínive; alrededor del 670 a. C. La altura real es de 0,89 m
(35 pulgadas). Cortesía de los Fideicomisarios del Museo Británico.
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32­4 Observación de eclipses lunares y solares

Figura 32.4. Esta ilustración en blanco y negro indica claramente que esto muestra a los peruanos asustados por un eclipse
lunar. Observe que las estrellas son visibles cerca de la Luna. Compárese con la versión revisada en color, de mayor
distribución (Figura 32.5), en la que las estrellas no son visibles. Además, en la versión en color, la brillante iluminación de las
personas y el edificio, las sombras en el suelo y la forma del eclipse dan la impresión incorrecta de que se trata de un dibujo
de un eclipse solar parcial o anular que estaba en curso. Los nativos tocan un tambor y a lo lejos un hombre toca un cuerno y
otras personas tienen las manos levantadas hacia la Luna. Al parecer se desconoce la fecha del eclipse representado en el
dibujo. Notará que existen varias diferencias entre esta ilustración y la versión posterior en color. Esta versión es del grabador
francés Bernard Picart (1673­1733). Del capítulo titulado “Dessertation sur les Peuples de l'Amerique” en el volumen 1 de
Cérémonies et Coutumes Religieuses de Tours les Peuples du Monde (1723–37; “Ceremonias y costumbres religiosas de las
diversas naciones del mundo conocido”). De la colección del autor.

Los “ellos” de estas líneas son los Sibitti. Los dioses Anunna eran
las antiguas deidades ctónicas de la fertilidad y el inframundo. Durante la
oscuridad del eclipse, los Sibitti pudieron causar problemas, caos y dolor
en todo el país. Ea era su dios del agua dulce, los encantamientos y la
sabiduría. Marduk era el dios patrón de Babilonia y Ŝamaŝ [también
147 Toma la [tetera de cobre, 'héroe] del [cielo.' que elimina cualquier
mal con su colosal [ruido aterrador]
148 hacer terroríficos [ruidos con el poderoso cetro de madera de
e'ru],
149 y lanzar [el encantamiento de Eridu].7

conocido como Utu] era el dios Sol. Una nota interesante es que Ŝamaŝ
Los mesopotámicos creían que los eclipses lunares eran presagios
era descendiente de Sîn, el dios de la Luna.
que presagiaban la muerte de su rey. Con el conocimiento de un eclipse
inminente, el rey abandonaría su trono, se vestiría con ropas de plebeyo y
Para protegerse de la maldad del eclipse, se recitó un encantamiento
se escondería. Se seleccionó a un plebeyo para reemplazar al rey, vestirse
según lo ordenado por Ea a Marduk en las líneas 146 a 149 de la siguiente con ropas reales y ocupar su lugar en el trono.
manera:

146 (Marduk tomó nota… ¿qué (sé)… ve a mi Después de que terminó el eclipse y el verdadero rey aparentemente había
hijo, 7. Ibíd., 255.
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Luna Cognita 32­5

Figura 32.5. Esta figura es una versión en color ampliamente distribuida del dibujo original (Figura 32.4). El título impreso de esta ilustración
indica claramente que muestra a los peruanos asustados por un eclipse lunar. Debido a la brillante iluminación de las personas y el edificio,
las sombras en el suelo y la forma del eclipse, parece que el creador de esta ilustración ha convertido un eclipse lunar ( Figura 32.4) en un
eclipse solar parcial o anular. Los nativos tocan un tambor y a lo lejos sólo un hombre toca un cuerno. Aquí falta el niño que se sostiene las
orejas en la ilustración original y la ubicación de los otros niños y los perros también es diferente. Los títulos son ligeramente diferentes. Al
parecer se desconoce la fecha del eclipse representado en el dibujo y tampoco el autor de esta versión. De la colección del autor.

sobrevivió, el rey impostor fue asesinado para cumplir el presagio donde está parado.
profético. Entonces el verdadero rey saldría de su escondite y
El registro afirma que el pueblo indio pensaba que la cabeza
recuperaría el lugar que le correspondía en el trono.
cortada del gigante asura Rāhu (un semidiós budista de cuatro
Esto se conocía como el “ritual del rey sustituto”. Si Júpiter era
cabezas y cuatro caras) ocasionalmente intentaba, y en ocasiones
visible durante el eclipse el rey estaba fuera de peligro
lograba, devorar el Sol o la Luna.
de todos modos.
Este semidiós era conocido como ministro de los demonios y tenía
En la India existe la posibilidad de que el verdadero Rig Veda
una gran enemistad hacia otros cuerpos celestes (dioses).
es anterior a los registros del Medio Oriente y del Lejano Oriente.
Los eclipses aparecen en el relato mitológico de que, siendo todavía
Los estudiosos no están totalmente de acuerdo, pero se cree que la
una serpiente completa, Rāhu había bebido un néctar divino,
referencia más antigua a un eclipse solar se encuentra en el Libro V
conocido como amrita. Este néctar pertenecía al Sol y a la Luna.
(Mandala), Versículo 40 (Sukta), Línea 5 (Rik) de este documento y
Los dioses notificaron a la bella diosa Mohini, el avatar de Vishnu.
está fechado alrededor de octubre. 23, 4677 aC Este eclipse ocurrió
Mohini cortó la cabeza de Rāhu antes de que el néctar pudiera bajar
tres días antes del equinoccio de otoño y se conoce como Eclipse
por la garganta del demonio. Un eclipse solar comienza cuando la
Solar de Atri. El pasaje dice:
cabeza de Rāhu se come al Sol y termina cuando el Sol sale por la
Oh Surya, cuando el descendiente de Asura abertura en la garganta de Rāhu. En la mitología védica, Rāhu era
Svarbhanu, te traspasó de principio a fin con oscuridad. conocido como el asura Svarbhānu (que literalmente significa
Todas las criaturas parecían alguien desconcertado, "Esplendor de resplandor"). Svarbhānu era también el dios de
que no conoce el lugar. Venus. En una versión diferente del
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32­6
Según la tradición, Svarbhānu usó su magia para hacer desaparecer el
Sol, causando un gran daño tanto a los humanos como a los otros dioses.
El mundo se salva cuando, cediendo al llamamiento de los dioses,
aparece el gran sabio Atri y deshace la magia negra de Svarbhānu. El
Sol vuelve al cielo. En otra obra védica, el Pancavia­Brāhmaa (“El
Brahmana de los veinticinco capítulos”), fechada entre 900 y 600 a.C.,
se habla de otro eclipse solar total, pero en esta obra, a diferencia de los
libros mitológicos, el escritor da una buena descripción de lo observado
al final de la totalidad. El autor escribe que el Sol se volvió negro, luego
plateado, seguido de rojo antes de que el Sol recuperara completamente
su gloria en el cielo. El problema con las referencias en estas antiguas
obras indias es que no hay forma de vincular la descripción a ningún
eclipse total específico, ni de establecer las fechas exactas en que se
escribieron los libros. Algunos historiadores astronómicos piensan que
la referencia más antigua en el Rig Veda es a un eclipse que pudo haber
ocurrido el 25 de julio de 3928 a. C. (sin Saros). Esta fecha es muy
incierta y es sólo cuestión de especulación.
De la mitología antigua egipcia encontramos un cuento donde un
monstruo es el causante de los eclipses solares. Los egipcios pensaban
que los eclipses solares eran causados por una batalla entre su dios Sol,
Re [también conocido como Ra] y Apep [también conocido como Aapep,
Apepi, (Apophis en griego)]. Apep era la deidad monstruo­serpiente no
adorada del caos, la oscuridad y el mal. Cada día, mientras Re, en su
barcaza celestial, se ponía en el horizonte occidental, Apep intentaba
evitar que el dios Sol hiciera su viaje a través del inframundo, por lo que
la oscuridad prevalecía hasta el amanecer, cuando Re derrotaba una
vez más a Apep y se elevaba en el este. A veces, esta batalla se libraba
durante el día (un eclipse solar) con Apep ganando, pero las victorias de
Apep eran de corta duración (unos pocos minutos), porque Re siempre
triunfaba al final.
Después de muchas batallas, Re mató a Apep, cortó el cuerpo de la
serpiente y lo quemó. Un mito egipcio alternativo dice que Apep se tragó
a Re provocando el eclipse solar, pero que los defensores de Re
rápidamente mataron a Apep y lo abrieron, liberando así a Re para brillar
nuevamente. Luego, Apep descendería de regreso al inframundo donde
se guardaban los otros seres muertos. Apep sería revivido para atacar a
Re una y otra vez.
Para los Lakota Sioux de las llanuras americanas, un eclipse
solar también fue provocado por un monstruo que se tragó el Sol.
El "monstruo devorador" es Lya y los eclipses solares se llamaban
"Wit'e", que significa "el sol muere". Los indios dispararon flechas al cielo
para ahuyentar al aterrador monstruo devorador de sol.
Los indios pomo del oeste americano explicaban que los eclipses
se producían cuando la Osa Mayor caminaba por la Vía Láctea y se
topaba con el Sol. El Sol se negó a apartarse del camino de la Osa
Mayor y se produjo una pelea. Durante la pelea, el Sol queda eclipsado.
Los eclipses lunares también fueron el resultado del encuentro de la Osa
Mayor con la hermana del Sol, la Luna, a lo largo de la Vía Láctea y
también pelearon. Los indios tewa, una rama lingüística de los pueblo
del suroeste americano, temían que el padre Sun estuviera enojado con
ellos y se hubiera ido a su hogar en el inframundo.
Los indios aztecas de México creían que un niño
Observación de eclipses lunares y solares
Los que entran al mundo durante un eclipse pueden nacer con labio
leporino, bizco, sin nariz o tener alguna otra deformidad monstruosa. Las
mujeres embarazadas debían permanecer en casa durante un eclipse.
Otro método empleado para evitar estos problemas, era colocar un trozo
de arcilla blanca en la boca de la futura mujer. Los indios también hacían
ruidos fuertes durante un eclipse solar. En Colima, México, la gente
también comía tierra y piedras para protegerse de la maldad del eclipse.
Explicaron que un eclipse solar era el resultado de que su diosa madre
colocara su mano sobre el Sol y la Luna para apagar la luz.8
El pueblo Nootka que vivía a lo largo de la costa oeste de la isla
de Vancouver en Columbia Británica, Canadá, creía que se producía un
eclipse cuando el Sol o la Luna eran devorados y tragados por la Puerta
del Cielo. Sus vecinos de la isla, los Kwakiutl, consideraban que el
devorador del orbe celeste era la Boca del Cielo.
En la mitología de los indios Cherokee de las llanuras americanas,
una rana verrugosa gigante hace el trabajo sucio de comerse
temporalmente el Sol o la Luna.
En la zona de lo que hoy es Oregón, el pueblo de Tillamook creía
que un espíritu maligno hablaba con la Luna y le impedía brillar durante
un eclipse lunar.
En el Lejano Oriente, en la antigua China, la gente creía que los
eclipses solares eran causados por un legendario dragón celestial que
devoraba el sol. La palabra china para eclipse es "chih" o "Shih", que
significa "comer". La noción de que un eclipse es un presagio de
problemas se menciona en un poema de una colección de poesía
antigua, conocida como la Reina como:
En la conjunción [del Sol y la Luna] en el décimo mes
En el primer día de la Luna, que era pecado­
maou,
El sol fue eclipsado,
Algo de mal agüero,
Entonces la Luna se hizo pequeña,
Y ahora el sol se hizo pequeño
De ahora en adelante la gente inferior
Estará en un caso muy deplorable.
El Sol y la Luna anuncian el mal.
No siguiendo sus propios caminos,
En todo el reino no hay gobierno [adecuado],
Porque los buenos no están empleados.
Para que la Luna sea eclipsada
No es más que una cuestión fácil;
Ahora que el Sol ha sido eclipsado,
¡Qué malo es!9
8. J. Eric S. Thompson, “La diosa de la luna en América Central: con notas
sobre deidades relacionadas” Contribuciones a la antropología y la historia
estadounidenses 29 (30 de junio de 1939), 165.
9. WT Lynn, “The Chinese Eclipse of BC 776” The Observatory 14 (No. 179)
(septiembre de 1891), 309. El poema es una reproducción de la traducción del
chino de James Leggee (1815–97) en sus Chinese Classics, vol. . 4 La reina (1866).
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Luna Cognita
Los antiguos chinos consideraban de mal augurio:
Cualquier cosa que perturbe la regularidad del movimiento
o las apariciones de los cuerpos celestes es10.
Tenían la creencia de que un dragón invisible vagaba por el cielo
y que cuando este monstruo se enfadaba con la gente, devoraría el sol.
Para ahuyentar al dragón, la gente hacía ruidos fuertes, como golpear
ollas y sartenes o tocar tambores. Estos rituales parecieron funcionar,
porque el Sol eventualmente reaparecería. Este miedo a un monstruo del
cielo, que representa las fuerzas de la oscuridad, que se come al Sol, que
representa las fuerzas de la luz, era un mito universal en las culturas
antiguas de todo el mundo.
El uso de un eclipse solar que siembra miedo entre personajes de
ficción ha aparecido en varias obras de ficción a lo largo de los siglos
como un dispositivo para lograr algo en la trama del autor del libro. Uno
de los primeros usos del “eclipse literario” para que un personaje use su
capacidad de predecir un eclipse para confundir a oponentes sin
educación puede haber sido en el libro Syntagma rerum ab Imperatore
Alexio Comneno gestarum, de alrededor del año 1120 d.C.
por la princesa, historiadora, administradora de hospital, médica y erudita
bizantina Anna Comnene [también conocida como Anna Comnena
(1083­1153)]. En 1885, el autor de aventuras británico Sir Henry Rider
Haggard (1856­1925) utilizó el “eclipse literario” en su novela Las minas
del rey Salomón.
Posiblemente el “eclipse literario” más famoso sea el ficticio
descrito por el autor, empresario, humorista, conferencista y editor
estadounidense Mark Twain [seudónimo de Samuel Langhorne Clemens
(1835–
1910)] en su libro de 1889 Un yanqui de Connecticut en la corte del Rey
Arturo. En el cuento, el yanqui de Connecticut de Twain es
transportado de regreso al 19 de junio de 528 en Camelot, Inglaterra.
Está a punto de ser quemado en la hoguera, por orden del Rey Arturo,
cuando comienza un eclipse solar total justo cuando una antorcha está a
punto de iniciar el fuego a los pies del yanqui. Los cientos de
Los espectadores se asustan cuando el cielo se oscurece:
La oscuridad crecía constantemente, la gente estaba cada
vez más angustiada….
Pronto:
Se volvió más y más oscuro y más y más negro, mientras
yo luchaba con esas incómodas ropas del siglo VI. Por fin
llegó la oscuridad total, y la multitud gimió de horror al
sentir la fría y extraña brisa nocturna que soplaba por el
lugar y ver las estrellas salir y titilar en el cielo. Por fin el
eclipse fue total y me alegré mucho, pero todos
10. SNK, “El eclipse de Chung K'ang” Nature 32 (julio de 1885), 276.
32­7
demás estaba en la miseria, lo cual era bastante natural.11
32.1.2 Eclipses históricos antiguos. Durante los últimos siglos, los historiadores
de la astronomía han intentado fechar acontecimientos históricos antiguos
utilizando los eclipses lunares y/o solares mencionados en los textos
antiguos. Esto se combina con las descripciones de otras alineaciones
celestes de estrellas y planetas que eran visibles en el momento del evento,
y otras pistas textuales, como las estaciones. Algunos de sus resultados
parecen muy plausibles y otros pueden ser o no la fecha correcta del evento.
Los siguientes acontecimientos históricos antiguos y los eclipses que se
utilizan para fecharlos son el resultado combinado de fórmulas cada vez
mejores, los últimos descubrimientos arqueológicos, nuestro conocimiento
de la mecánica de los eclipses, los movimientos de la Luna y el lento cambio
en la velocidad de rotación. de la Tierra desde la antigüedad hasta la
actualidad.
En la actualidad, los primeros registros existentes de cualquier tipo
de eclipse real parecen ser los escritos en huesos de oráculos chinos por el
pueblo Shang. Estos registros son para eclipses lunares en 1361 a. C., 1342
a. C., 1328 a. C., 1311 a. C., 1304 a. C. y 1217 a. C. El más antiguo de estos
huesos de oráculo es del 1307 a. C., donde el eclipse se describe como:
Tres llamas devoraron el Sol y se hizo visible una gran
estrella.
Existe un registro similar para un supuesto eclipse solar en 1217 a.
C., pero los cálculos modernos no muestran que un eclipse solar fuera visible
en China en ese año en particular.
Los científicos no están totalmente de acuerdo sobre si los eclipses solares
del 7 de mayo de 2165 a. C., del otoño de 2158 a. C., del 21 de octubre de
2137 a. C. y/o del 13 de octubre de 2128 a. C. se registraron en otros huesos
de oráculo.12
Sabemos que el eclipse solar total del 21 de octubre de 2137 a. C.
fue visible en el norte de China.13 El eclipse ocupa un lugar importante en la
tradición astronómica china, debido al destino informado de los dos
astrónomos reales Hsi (fl. c.
2137 a. C.) y Ho (fl. c. 2137 a. C.) quienes aparentemente no lograron
predecir su ocurrencia. Su historia fue escrita como “Yin Cheng” en una
sección del Shang shu [también conocido como Shu Ching], que es uno de
los libros de registro de historia de la dinastía Hsai. El libro nos dice que:
El primer día del último mes de otoño, el Sol y la Luna no se
encontraron armoniosamente en Fang. Los ciegos tocan sus
tambores; los oficiales 11. Lawrence Teacher, ed., The
Unabridged Mark Twain (Philadelphia: Running Press, 1979), Vol 2, 983,
984. El rey liberó al yanqui y le ordenó vestirse como un príncipe: “el sexto
torpe”. ropa del siglo”. Una nota al margen sobre Mark Twain es que nació
durante la aparición del cometa Halley en 1835 y murió, como había predicho,
cuando regresó en 1910.
12. Las fechas de los acontecimientos que ocurrieron antes del 14 de octubre de 1582
d. C. se dan en el calendario juliano. El número de Saros se da para todos los eclipses
así numerados.
13. Algunas fuentes afirman que este eclipse imprevisto ocurrió ya en 2158 o en 2136
a. C. Los estudios modernos lo sitúan en octubre de 2137 a.
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y la gente común corría.14
Fang es la cuarta casa del Dragón Azul de las veintiocho
constelaciones chinas. La salida helicoidal de Fang anunció la llegada
del equinoccio de primavera.
Pobres Hsi y Ho. Su flaco favor a su emperador Chung K'ang
(que reinó entre c. 2142 y c. 2130 a. C.) ha servido como advertencia de
que si su deber real es predecir eclipses solares, también es su deber
disparar flechas al cielo y golpearlas. tambores para ahuyentar al dragón
que devora el sol. Será mejor que cumplas con tus deberes asignados
o si no. Según la tradición de este eclipse, Hsi y Ho estaban borrachos
y no pudieron predecir el eclipse. No lograron disparar sus flechas al
cielo ni tocar sus tambores.
El emperador Chung K'ang, el cuarto emperador de la dinastía Hsai,
ordenó que los astrónomos fueran decapitados como castigo. Desde
entonces, no hay ningún registro de un astrónomo real chino que eludiera
sus deberes por estar borracho cuando se produjo un eclipse sobre
China.
¿La no predicción de Hsi y Ho es una realidad o una ficción?
Los estudiosos ahora creen que los chinos no podían predecir eclipses
tan atrás en el tiempo, por lo que parece poco probable que los dos
astrónomos fueran ejecutados por no predecir el eclipse, sino que fueron
ejecutados debido a la intensa confusión entre la gente debido a la el
fracaso de los astrónomos en realizar los ritos habituales para impedir
que el dragón tuviera su comida celestial.
astronomía lunar”), menciona en su nota número 55 que fue
Pocos libros de la antigua China sobrevivieron a los intentos de
un emperador de destruir toda la historia de China escrita antes de su durante el Durante un eclipse solar total, los “demonios” traen
ascenso al poder en 221 a. C. Uno de los supervivientes del emperador enfermedades
Qin Shi Huang [también conocido como nombre personal Ying Zheng (259– gente de la Tierra. Kepler explicó esto con más detalle cuando
escribió:
210 aC; reinado 221–210)] la purga está en la obra del siglo III, “Anales
de los libros de bambú”. 15 Aunque fueron escritos casi dos mil años
después del eclipse de 2137 a.C., registran que:
En el quinto año de su [Chung K'ang], en otoño, en el
noveno mes, en el día kang sui [47º del ciclo], que era el
primer día del mes, hubo un eclipse de sol, cuando ordenó
al príncipe de Yin que liderara las fuerzas imperiales para
castigar a Hsi y Ho.16
Si se puede confiar en los “Libros de Bambú” (y algunos eruditos
dudan de su exactitud), entonces este eclipse solar puede ayudar a los
historiadores al darles el nombre de un emperador y la fecha real de un
antiguo evento celestial. La fecha dada en los “Libros de Bambú” concilia
con los cálculos modernos sobre cuándo debería haber sido visible un
eclipse en el norte de China.
En el siglo IV a.C., el astrónomo chino Shih Shen escribió que
un eclipse solar ocurre sólo el día 14. Ibíd., 276. Fang es un asterismo
en la constelación de Escorpio.
15. El primer emperador de China, Qin Shi Huang, comenzó en 213 a quemar la mayoría
de los libros existentes, para que los historiadores no pudieran comparar su reinado con
el de los gobernantes anteriores. Hizo enterrar vivos a 460 eruditos por poseer cualquier
de los libros prohibidos.
16. F. Crawford Brown, “El eclipse en China” Pop. Astro. 39 (10) (núm.
390) (diciembre de 1931), 569.
Observación de eclipses lunares y solares
una luna nueva. Los eclipses también se mencionan en el libro
chino Yi Jing (c. siglo II a. C.; “Libro de los cambios”), mientras
que en su libro del siglo I d. C., titulado Ling Xian
(“La Constitución Espiritual del Universo”), el astrónomo,
cartógrafo, erudito literario, poeta y estadista chino Zhang Heng
[también conocido como Chang Hêng (78­139 d.C.)] explicó la
mecánica de los eclipses y las ocultaciones de la siguiente manera:
El Sol es como el fuego y la Luna como el agua.
El fuego emite luz y el agua la refleja.
Así, el brillo de la Luna se produce por el resplandor
del Sol, y la oscuridad de la Luna se debe a que
(la luz del) Sol está obstruida.
El lado que mira al sol está completamente
iluminado y el lado que está lejos de él está oscuro.
Los planetas (así como la Luna) tienen la misma
naturaleza que el agua y reflejan la luz. La luz que
emana del Sol no siempre llega a la Luna debido
a la obstrucción de la propia Tierra.
Esto se llama “anux”, un eclipse lunar. Cuando (un
efecto similar) ocurre con un planeta (lo llamamos)
una ocultación; cuando la Luna cruza (la trayectoria
del Sol) entonces hay un eclipse solar.17
A principios del siglo XVII, cuando Johannes Kepler
escribió su viaje ficticio a Lebana (la Luna) en su Somnium,
Sive Astronomia Lunaris (“El sueño, una obra póstuma sobre
al cono de sombra de la Luna e infectan a la
¿Subyace una consideración física y se mezcla
con la explicación jocosa de la razón por la cual
los eclipses de sol y de luna traen tanta desgracia?
No hay duda de que a los espíritus malignos se
les llama potestades de las tinieblas y del aire. Por
lo tanto, los consideraríais sentenciados y, por así
decirlo, desterrados a las regiones sombrías, al
cono de sombra de la tierra. Por lo tanto, cuando
este cono de sombra toca la luna, los demonios
invaden la luna en masa, utilizando el cono de
sombra como escalera. Por otro lado, cuando el
cono de sombra de la luna toca la tierra en un
eclipse total de sol, los demonios regresan a través
del cono a la tierra.18
Este es un caso en el que un hombre, con un alto grado de conocimiento de
astronomía para su época, permitió que persistieran las supersticiones sobre los males
de un eclipse. Separados por miles de kilómetros de cualquier fuente europea, los nativos
inuit de las regiones árticas también creían que el 17. Joseph Needham, Science and
Civilization in China, vol. 3 (Cambridge Univ. Press, 1970), 414.
18. Johannes Kepler, Kepler's Somnium, traducido por Edward Rosen (Madison: Univ.
Wisconsin Press (1967), 63. Labana es la palabra hebrea para la Luna y Kepler usó esa
palabra para nombrar su luna en su libro.
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Luna Cognita
Moon causó enfermedades y que un eclipse lunar señaló que
pronto les sobrevendría una epidemia.
En la literatura occidental, una de las primeras descripciones
existentes de los efectos aterradores sobre la población a lo largo
de la trayectoria de un eclipse solar total probablemente se refiere
al eclipse del 6 de abril de 648 a. C. (Saros 38), descrito por el
poeta lírico griego Arquíloco (c. (680­645 a. C.).
Arquíloco fue citado por Aristóteles en su Retórica:
No hay nada en el mundo inesperado, nada que
pueda jurar imposible ni aún maravilloso, ahora que
Zeus, el padre de los olímpicos, ha hecho la noche
del mediodía ocultando la luz del brillante sol, de
modo que un terrible temor invadió a la humanidad.
De ahora en adelante todo es digno de ser creído o
esperado.19
En su “Conferencia Halley sobre eclipses históricos” de
1921, el historiador y astrónomo británico John Knight
Fotheringham (1874­1936) afirmó que este eclipse descrito por
Arquíloco constituye la fecha fija más antigua de la historia griega
y ayuda a las calculadoras astronómicas modernas a establecer
la tasa de cambio. en la aceleración de la Luna a lo largo de los
siglos.20
Otro registro muy conocido de un eclipse solar nos llega
del instrumento de escritura de Plutarco en su biografía sobre
Pericles. Esta biografía está contenida en su obra más amplia
conocida como Las vidas de Plutarco. Escribiendo unos 500 años
después de la Guerra del Peloponeso, Plutarco prepara el
escenario diciéndoles a sus lectores que mientras Pericles y sus
soldados y jinetes atenienses están cargados en ciento cincuenta
barcos de guerra (trirremes) y están a punto de zarpar para
hacerse a la mar hacia librar la guerra contra los lacedemonios
(espartanos) un eclipse solar oscurece la escena. Plutarco no
nos dice si el eclipse había comenzado antes o después de que
el gran general subiera también a su propio trirreme, pero luego:
Sucedió que el sol fue eclipsado y llegó la oscuridad,
y todos se asustaron mucho, considerándolo como
un gran presagio.
En consecuencia, Pericles, viendo que su timonel
estaba temeroso y completamente perplejo, levantó
su capa ante los ojos del hombre y, cubriéndolos
así, le preguntó si pensaba que así era . vol. 2,
traducido por JM Edmonds (Cambridge, MA: Harvard Univ. Press,
Loeb Classical Library número 259, 1954), 135.
Algunos eruditos consideran que el eclipse al que se hace referencia corresponde
al eclipse solar anular del 27 de junio de 661 a. C. (Saros 55). En la nota a pie de
página de esta cita, Edmonds afirma que el eclipse: “prob. árbitro. al eclipse que
normalmente se fecha el 6 de abril de 648 a. C., pero recientemente se fijó el 5 de
abril de 647 a. C.; la del 27 de junio de 660 a. C., que fue total en Tasos y no en
Paros, también caería durante la vida de Arquíloco”. Edmonds atribuye estas fechas
adicionales a Frederich Karl Ginzel, sin datos de referencia. Tenga en cuenta que
no hubo eclipse solar total el 5 de abril de 647 a. C. ni el 27 de junio de 660 a. C.,
pero en cada caso hubo uno visible en Grecia un año antes.
20. John Knight Fotheringham, Eclipses históricos: siendo la conferencia Halley ,
pronunciada el 17 de mayo de 1921 (Oxford: Clarendon Press, 1921), 21, 22.
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nada espantoso. “No”, dijo el timonel.21
Los astrónomos han llegado a la conclusión de que este
pasaje histórico describe la reacción de los guerreros de Pericles al
ver y estar aterrorizados por el eclipse solar anular del 3 de agosto
de 431 a. C. (Saros 48). Así, los hombres que fueron entrenados
para ser valientes en la batalla quedaron asustados por este
fantástico acontecimiento celestial.
Escribiendo sólo unas pocas décadas después de esta
guerra, el historiador griego Tucídides (c. 460­c. 400 a. C.) contó la
historia del impacto negativo de este evento celestial en el ejército
ateniense en su Historia de la Guerra del Peloponeso. Tucídides escribió:
Durante el mismo verano, al comienzo de un mes lunar
(el único momento, al parecer, en que esto es posible),
el sol fue eclipsado al mediodía; asumió la forma de
una media luna y volvió a llenarse, y durante el eclipse
algunas estrellas se hicieron visibles.22
Dado que Tucídides menciona que el Sol adoptó “la forma de
una media luna”, parece que el ejército ateniense presenció sólo un
profundo eclipse solar parcial ese día, pero incluso la extraña
iluminación y las marcadas sombras producidas por un profundo
eclipse solar parcial los aterrorizaron. Los cálculos modernos
muestran que, de hecho, este eclipse fue un eclipse anular a lo largo
de la línea central, siendo la anularidad visible al noreste de Grecia
sobre Europa del Este y la parte occidental del Mar Negro. Por tanto,
Pericles y sus hombres presenciaron un profundo eclipse parcial.
Plutarco relató otro incidente antiguo en el que un eclipse
infundió miedo en la población en su libro sobre la vida del político y
general ateniense Nicias [también conocido como Nikias (c. 470–
413 a. C.)]. Plutarco menciona el eclipse lunar total del 28 de agosto
de 413 a. C. (Saros 60). Esto ocurrió poco después de lo que debería
haber sido la batalla terrestre final durante la invasión ateniense de
Sicilia durante la Guerra del Peloponeso. Los siracusanos habían
derrotado rotundamente a los atenienses. En retirada, Nicias había
terminado de cargar su ejército en sus trirremes en preparación para
su salida de Sicilia cuando:
Hubo un eclipse de luna por la noche.
Esto fue un gran terror para Nicias y para todos aquellos que
eran lo suficientemente ignorantes o supersticiosos como para
temblar ante tal espectáculo.
Plutarco nos dice que para el momento de este eclipse lunar:
El oscurecimiento del sol hacia finales de mes ya era
entendido, incluso por la gente común, como causado
de una manera u otra.
21. Plutarco, Las vidas de Plutarco: Pericles y Fabio Máximo, Nicias y Craso, vol. 3,
traducido por Bernadotte Perrin (Cambridge, MA: Harvard Univ. Press, Loeb
Classical Library número 65, 2001), 101, 103. La brecha de 500 años puede
provocar una alteración en algunos hechos históricos.
22. Tucídides, Historia de la guerra del Peloponeso, vol. 1, Libro 2, 28 traducido por
Charles Forster Smith (Cambridge, MA: Harvard Univ.
Press, Loeb Classical Library número 108, 1980), 309, 311. Las estrellas visibles
probablemente eran los planetas Venus y Júpiter, porque Venus estaba sólo a unos
20° y Júpiter a 43° del Sol durante el eclipse.
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por la luna; pero no era fácil comprender qué era lo que
encontraba la luna y cómo, estando en su plenitud, de
pronto perdía su luz y emitía toda clase de colores. Los
hombres lo consideraron extraño, una señal enviada por
Dios en anticipación de diversas grandes calamidades.
Pronto ocurrió una calamidad sobre Nicias y sus fuerzas
atenienses. Asustada por el eclipse, Nicias decidió que no podían
navegar, pero que habían:
esperar otro periodo lunar completo.
Esta demora de un mes en la navegación dio tiempo suficiente a
los siracusanos para derrotar a la flota de Nicias y luego capturarlo y
ejecutarlo a él y a sus compañeros oficiales. Los soldados atenienses
supervivientes fueron esclavizados.23
En el libro 7 (50:4) de su Historia de la Guerra del Peloponeso,
Tucídides también describió este eclipse lunar total que tanto asustó a
Nicias y sus hombres. Tucídides cuenta una versión ligeramente diferente
de los hechos. Plutarco afirmó que el adivino de Nicias, Estilbides (fl. c.
413 a. C.), estaba ausente, pero Tucídides escribió:
Pero después de que todo estuvo listo y cuando estaban
a punto de partir, la luna, que casualmente estaba
entonces llena, fue eclipsada.
Y la mayoría de los atenienses, tomando en serio el
incidente, instaron a los generales a esperar. Nicias, que
también era demasiado dado a la adivinación y cosas
similares, se negó incluso a discutir más la cuestión de su
expulsión hasta que hubieran esperado tres veces nueve
días, como prescribía el adivino. Tal fue, pues, la razón
por la que los atenienses tardaron y permaneció
encendido.24
En las ruinas de la ciudad portuaria de Ugarit, en el mar
Mediterráneo, en la actual Siria, se descubrió una tablilla de arcilla de
terracota que podría ser un récord para el eclipse solar total verificable
más antiguo de Oriente Medio. Este eclipse ocurrió el 5 de marzo de
1223 a.C. (Saros 20). La trayectoria del eclipse atravesó Siria.
Los astrónomos de Babilonia registraron en tablillas de arcilla de
terracota los acontecimientos astronómicos que observaron y se basaron
en esos registros para obtener una buena comprensión del funcionamiento
de los cielos. Las tablillas de terracota asirias llamaron la atención de los
eruditos occidentales en las décadas de 1870 y 1880, cuando los
aldeanos locales desenterraban ladrillos para utilizarlos en sus edificios.
Los arqueólogos del Museo Británico pudieron adquirir los ladrillos y
llevarlos a Inglaterra. Entre los datos de los ladrillos se encuentran los
registros de observaciones de eclipses que van desde aproximadamente
el 700 al 50 a.C.
23. Plutarco, Las vidas de Plutarco: Pericles y Fabio Máximo, Nicias y
Craso, vol. 3, (Cambridge, MA: Harvard Univ. Press, Loeb Classical Library
número 65, 2001), 289–293.
24. Tucídides, Historia de la guerra del Peloponeso, vol. 4, Libro 7, 50
traducido por Charles Forster Smith (Cambridge, MA: Harvard Univ.
Press, Biblioteca Clásica Loeb número 169, 2003), 101,
Observación de eclipses lunares y solares
Las tablillas han sido denominadas colectivamente “Textos astronómicos
babilónicos tardíos”. Los registros de eclipses lunares cubren el período
comprendido aproximadamente entre 690 y 47 a. C. y los registros de
eclipses solares cubren desde 369 a 89 a. C. Los estudiosos estiman
que la colección representa quizás sólo el diez por ciento de lo que
realmente registraron los observadores del cielo babilónicos.
Uno de los primeros registros de un eclipse solar, que se cree
que se produjo simultáneamente con el evento celestial, se encuentra
en una tablilla de terracota babilónica. Allí se registra que en:
El día veintiséis de Siván, el día se convirtió en noche, y
apareció fuego en medio de los cielos.
Esto aparentemente describe los 3 minutos, 56 segundos.
eclipse solar total de larga duración del 31 de julio de 1063 a.C. (Saros 38).25
Otra tablilla de la colección del Museo Británico que contiene un
registro de eclipses es parte del libro asirio conocido como Canon
epónimo de Nínive y en ella un escriba escribió lo siguiente:
Eponimia de Bur­sagale [(fl. c. 763 a. C.)], gobernador
de Gozán, tuvo lugar una revuelta en Assur en el mes de
Siván y el Sol quedó eclipsado.
El registro describe así el eclipse solar total de cinco minutos de
duración del 15 de junio de 763 a.C. (Saros 44). Este registro histórico
ha permitido a los historiadores fijar otras fechas antiguas mencionadas
en otras tablillas asirias.26 Este eclipse también fue mencionado en el
Libro bíblico de Amós. En este libro (Amós 8:9), el profeta menor Amós
(fl. c. 750 a. C.) escribió: Y sucederá aquel día, dice el Señor Dios, que
haré que el sol se ponga al mediodía, y oscureceré la
tierra en un día claro.27
Estas referencias independientes al mismo eclipse solar permiten
a los historiadores señalar fechas y eventos históricos antes y después
de este eclipse con un alto nivel de precisión.
Además de la posible referencia de Arquíloco, también se puede
aludir al eclipse solar anular del 27 de junio de 661 a. C. en la inscripción
de otra de las 3.000 tablillas asirias de su colección del Museo Británico.
Aunque esta tablilla afirma que el extraño efecto duró tres días, los
historiadores suponen que este eclipse no fue observado por el escriba,
sino que fue observado a cientos de kilómetros de distancia y la
exactitud de las noticias del evento cambió cuando los supersticiosos
El escriba escribió el siguiente relato:
Te­umman [El rey de Elam] ideó el mal y Sîn [el dios de
la luna] ideó contra él 25. E. Walter Maunder, The
Astronomy of the Bible (Londres: Hodder and Stoughton, 1909), 120.
26. Ibíd., 121. Véase también WT Lynn, “Assyrian Eclipses” The Observatory
14 (No. 178) (agosto de 1891), 285.
27. La Biblia paralela del laico: versión King James, Biblia en lenguaje
moderno, Biblia viva, versión estándar revisada (Grand Rapids, MI:
Zondervan Bible Publishers (1973), 2220.