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PROGRAMA DE DESARROLLO DEL

RIEGO EN LOS VALLES CALCHAQUÍES

PROSAP-UTF/ARG/017/ARG
“Desarrollo Institucional para la Inversión”

La disponibilidad
de agua para riego

Provincia de Catamarca

Santa María, Catamarca


Noviembre, 2014
1. El clima

La disponibilidad de agua es sin dudas, un determinante físico de gran importancia para el


desarrollo agropecuario de la zona ya que las lluvias de Santa María, no alcanzan para
satisfacer los requerimientos hídricos de los cultivos, en ningún mes del año.

El clima de Santa María es templado seco, con veranos cálidos, precipitaciones que oscilan
alrededor de 200 mm anuales e inviernos rigurosos y secos. Según la clasificación de
Thornthwaite, es un clima árido. Las lluvias son torrenciales y concentradas en el verano:
95% del total anual cae en el semestre cálido (octubre a marzo). De diciembre a febrero
ocurren las lluvias de utilidad agrícola: más del 70% del total anual. En el resto de los
meses del año, las lluvias son muy escasas o nulas1 .

Para estimar las necesidades de riego de los principales cultivos se usó el modelo de cálculo
Crowpat. Puede apreciarse en el Cuadro 3 que los requerimientos hídricos de las hortalizas,
que incluyen al pimiento y los frutales (nogal) y vid, están mucho más allá de lo aportado
por las lluvias.

Cuadro 3
Requerimientos de riego
(según el modelo Cropwat)

Frutales y Hortalizas
Alfalfa
Vid (pimiento)
Duración del ciclo
200 145 360
(días)
Fecha de siembra, plantación
15-set 01-oct 15-set
o inicio ciclo
Necesidades de agua del cultivo
600 717 1.200
(mm/ciclo)
Precipitación efectiva en ciclo
151 124 157
(mm)
Necesidades netas de riego en ciclo
448 592 1.043
(mm)

La temperatura media de la zona varía entre 20°C para el mes más caliente (enero) y 9°C en
el mes más frío (julio). Predominan las heladas mixtas provocadas por ingresos de masas de
aire frías y secas, combinadas con la pérdida de calor por radiación. El período medio libre
de heladas es de 220 a 230 días y las más intensas se producen en el trimestre jun-jul-ago.
En el año ocurren alrededor de 42 heladas de las cuales 14, corresponden a julio, 10 a junio
y 10 a agosto, repartiéndose el resto en proporciones decrecientes hasta abril y noviembre,

1
La información climática es escasa. Los registros existentes pertenecen a la desaparecida Estación La
Soledad de Santa María (actualmente Agronomía de Zona), para los períodos 1904-1950 y 1976-1986.
incluso. Para los cultivos estivales es clave la ocurrencia de heladas tardías primaverales,
que llegan a ocurrir hasta en noviembre.

Es necesario agregar al resumen hecho, dos características importantes del clima de Santa
María, con gran influencia en los cultivos, en especial la vid y el pimentón: su alta
heliofanía y sus grandes amplitudes térmicas.

2. Las aguas superficiales

El colector principal del Valle es el río Santa María que nace al oeste de las Sierras de
Quilmes (Catamarca), con el nombre de Río Colorado. Tiene un recorrido de 100 km en
sentido norte-sur, hasta el extremo sur de las Sierras citadas. Allí, el río lleva sus aguas
hacia el este, en el extremo norte del denominado Campo del Arenal y luego vira hacia la
cuenca hidrogeológica de los Valles Calchaquíes en sentido sur-norte. Cruza el territorio
tucumano y ya en Salta, al norte de Cafayate, se une al río Calchaquí, para formar el río de
Las Conchas o Guachipas, que alimenta al dique de Cabra Corral en la Provincia de Salta.

El caudal medio anual es de 2,5 m3/s y permitiría regar aproximadamente 2.500 ha con el
método por manto y suponiendo una eficiencia de conducción mucho más alta que la actual
(30%). Si se usara riego presurizado (goteo o aspersión) podrían regarse alrededor de 4.400
ha (Cuadro 4).

Debe resaltarse además, que el estiaje del río ocurre en los meses de setiembre, octubre y
noviembre, época de gran demanda hídrica para la mayor parte de los cultivos del Sistema,
en especial del pimiento. Y en esos meses, no podrían regarse más que 500 ha por manto o
inundación, también descontando una gran eficiencia de conducción y aplicación.

Cuadro 4
Caudales aforados del río Santa María
Serie 1970 - 1983

Derrame
Caudales Q medio
Sep Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago anual
(m3 /s) Anual
(hm3 )
Promedio 0,76 0,60 0,48 1,13 7,68 8,69 4,85 1,68 1,22 1,05 0,95 0,85 2,46 77,70
Máximo 1,18 0,98 2,66 2,96 23,30 18,40 8,03 2,72 2,22 1,71 1,46 1,26 4,76 150,00
Mínimo 0,43 0,18 0,13 0,13 2,87 4,62 2,08 0,85 0,27 0,37 0,51 0,47 0,60 18,90
Fuente: Aforos Sistemáticos AyEE de la Nación. Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo
Sustentable – Subsecretaría de Recursos Hídricos.

En las épocas de estiaje del río Santa María, son volcados a su cauce, aguas del río
Ampajango que tiene un caudal prácticamente constante durante todo el año (Cuadro 5). Y
no se puede dejar de mencionar que diversas fuentes de datos y usuarios del río Santa
María, indican que su caudal promedio es actualmente menor: 1,5 m3/s, pero no hay
registros sistemáticos y metódicos de caudales desde 1983.
Cuadro 5
Parámetros básicos de los ríos
de la Cuenca Santa María

Caudal mínimo
Superficie Módulo medio
Río medio anual
(km2) (m3 /s)
(m3 /s)
Santa María 7.427 2,46 0,60
Ampajanjo 144 0,34 0,32
Amaicha 182 0,37 Sin datos
Managua 100 0,34 Sin datos

Fuente: Aforos Sistemáticos de Agua y Energía.


Subsecretaría de Recursos Hídricos, Secretaría de Recursos
Naturales y Desarrollo Sustentable de la Nación.

3. Las aguas subterráneas

Las características hidrogeológicas del Valle de Santa María, están vinculadas a las rocas
aflorantes de sus bordes, que permiten el escurrimiento de las aguas hacia la parte baja y el
relleno sedimentario del fondo del valle, base de los reservorios de agua subterránea. Las
rocas del basamento precámbrico, el núcleo de las montañas, están constituidas por gneises
y granitos de baja permeabilidad secundaria y solo dejan circular el agua, a través de
fracturas y grietas.

El río Santa María contribuye a la recarga de los acuíferos profundos, principalmente


durante la época de crecientes del verano, donde alcanza sus mayores caudales y escurre
sobre un lecho arenoso, factor que aumenta las posibilidades de infiltración. La recarga
desde los flancos oriental y occidental del Valle es importante, ya que muchos de los
acuíferos en explotación, se relacionan a depósitos distales de conos aluviales, originados
por estas corrientes descendentes.

Las lluvias caídas en el Valle como ya se indicó, son escasas, torrenciales y de corta
duración. Sin embargo, la elevada permeabilidad de los sedimentos cuaternarios en el
piedemonte y en la zona baja del valle, facilita la infiltración a los acuíferos. La zona de
descarga del agua subterránea proveniente del sur y sudeste, está controlada por la
estructura que ha determinado el ascenso de bloques menores que afloran desde Chañar
Punco hasta más allá de Fuerte Quemado. Esta estructura positiva que cierra parcialmente
el Valle, es un factor muy importante que controla la presencia, distribución y movimiento
del agua subterránea.

El Valle presenta buenos reservorios de agua subterránea en su parte baja. Las áreas
favorables se encuentran en ambas márgenes del río Santa María, aunque la derecha tiene
una franja útil menor, debido al control de los niveles de sedimentos terciarios que afloran
en el sector. La margen izquierda del río, en la parte distal de la zona de aportes de los
conos aluviales, presenta muy buenas condiciones para la explotación de aguas
subterráneas de buena calidad. Los niveles de agua en el subsuelo varían con la altura
topográfica relativa: en la zona más baja de la llanura de inundación del río, hay surgencia
natural y a medida que se asciende topográficamente por los conos aluviales, los niveles de
agua se encuentran a mayor profundidad 2 .

De acuerdo a la interpretación geofísica e hidrogeológica realizada, se determinó la


presencia de dos sistemas de acuíferos en el Valle. El primero, denominado Sistema
Acuífero Superior (SAS), tiene una profundidad que llega hasta los 130 metros, con
sedimentos gruesos, bloques de arenas y gravas y el Sistema Acuífero Inferior (SAI), más
desarrollado y ubicado en el centro del Valle, tiene profundidades que llegan hasta los 250
metros, con sedimentos de arenas medianas a finas.

De la información obtenida en la gran cantidad de perforaciones censadas, puede concluirse


que gran parte de ellas solo capta agua del SAS, es decir de pozos del orden de 100 m de
profundidad, con caudales que varían de 50 a 100 m3/h. El otro grupo de perforaciones
capta de ambos sistemas acuíferos, en profundidades menores a 150 m y producciones de
150 a 200 m3/h.

La cuenca hidrogeológica del Valle de Santa María tiene una superficie aproximada de 180
km2, con una parte de ese territorio asentado en áreas de recarga muy profundas y sobre
sedimentos gruesos que hacen difícil la perforación de pozos con equipos convencionales.
Por tal motivo, es posible definir un territorio con aguas subterráneas de un acceso seguro y
de bajo costo, restringido a una superficie menor: 100 km2 a 1,5 km a cada lado del Rio
Santa María. A sus lados, existe un considerable espacio (80 km2), en donde las
perforaciones son posibles pero encontrarán mayores dificultades físicas y por lo tanto, será
necesario evaluar la factibilidad económica de usar estas fuentes de agua subterránea para
la agricultura (Mapas 3 y 4).

Mapas 3 y 4
Areas con posibilidades de acceso

2
No obstante lo indicado, dentro de la gran extensión del Valle, pueden aparecer variaciones locales en las
condiciones hidrogeológicas . Para perforaciones concretas, los especialistas recomiendan la ejecución de
estudios geofísicos mediante la aplicación de sondeos eléctricos verticales (SEV), a fin de determinar los
niveles acuíferos y la profundidad total de la perforación
al agua subterránea

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