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ANALISIS JURISPRUDENCIAL

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

Procedencia:
Corte Suprema Justicia Sala de Casación Penal. Proceso n°33586
Tipo de sentencia:
Casación.
Procesado:

Magistrado Ponente:

Hechos:
1. Hechos facticos.
“El 13 de septiembre de 2008, hacia el medio día, JOSÉ DIOMEDES
DÍAZ ULCUÉ y WILSON FERMÍN CABRERA VALENCIANO, abordaron
en la carrera 11 zona de almacenes YEP, el vehículo taxi de servicio
público, conducido por el señor YIMY ALEXANDER ARÉVALO SALAZAR
y momentos después, esto es, aproximadamente a las 12:30 de la tarde,
el mentado conductor le fue segada la vida por disparo de arma de fuego.
“El hecho se presentó frente a la vivienda ubicada en la transversal 2 A
Bis A No. 9-63 del Barrio Villa Salen de Florencia – Caquetá.
2. El 27 de febrero de 2009, la Fiscalía Doce Seccional con sede en
Florencia, Caquetá, presentó escrito de acusación en el cual le imputó al
incriminado JOSÉ DIOMEDES DÍAZ ULCUÉ la realización del delito de
homicidio, definido por el artículo 103 del Código Penal, con las
modificaciones punitivas introducidas por el artículo 14 de la Ley 890 de
2004, en concurso con el de fabricación y porte de armas de fuego o
municiones, definido por el artículo 365, cuya punibilidad fue modificada
por el artículo 38 de la Ley 1142 de 2007 (4 a 8 años), con la
circunstancia de mayor punibilidad definida por el artículo 58.10 del
Código Penal, por obrar en coparticipación criminal.
3. Ante el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Florencia, el día 24 de
marzo de 2009 se llevó a cabo la audiencia de formulación de acusación -
en la cual la Fiscalía acusó al imputado del referido concurso de delitos-,
el día 15 de abril la audiencia preparatoria, en la que se resolvió sobre la
pertinencia y conducencia de practicar las pruebas pedidas por las partes
y, posteriormente, el día 2 de junio de 2009 el juicio oral. El día 3
siguiente se anunció el sentido condenatorio del fallo.
4. La sentencia fue proferida el 25 de agosto de 2009, y con ella se puso fin
a la instancia condenando al acusado JOSÉ DIOMEDES DÍAZ ULCUÉ a
la pena principal de doscientos ochenta (280) meses y quince (15) días
de prisión, así como a la accesoria de inhabilitación para el ejercicio
de derechos y funciones públicas por término igual al de la pena
privativa de la libertad, al tiempo que no le concedió la suspensión
condicional de la ejecución de la pena ni la sustitutiva de la prisión
domiciliaria, entre otras decisiones, como consecuencia de
encontrarlo autor penalmente responsable del concurso de delitos
de homicidio simple y tráfico, fabricación o porte de armas de fuego
o municiones, a él imputado en la acusación.
5. Apelada esta determinación por la defensa, el Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Florencia, mediante sentencia de segunda instancia
proferida el 1º de octubre de 2009, al resolver la impugnación interpuesta
decidió impartirle íntegra confirmación.
6. En providencia de veintiocho de septiembre último, la Sala decidió
inadmitir la demanda de casación presentada, pero al detectar la
posible vulneración de una garantía fundamental, dispuso que una
vez se surtiera el trámite relacionado con el mecanismo de la insistencia,
retornaran las diligencias a fin de realizar el estudio atinente al
acatamiento del principio de legalidad de la pena, respecto a la sanción
accesoria de inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones
públicas, y emitir la determinación correspondiente
La norma demandada:
Problema jurídico:
¿Aplicación del principio de legalidad a la pena o condena del procesado José
Diomedes Díaz Ulcué?
El principio de legalidad es un derecho, garantía constitucional y legal. Que
dentro de un Estado Social de Derecho es respetable. El fin que busca este
principio es proteger al procesado del poder sancionador que puede ser
arbitrario, además que es titular el Estado por medio de jueces.
Las sanciones que este el Estado por medio de juez sea bajo el principio de la
legalidad nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto
que se le imputa.
En este caso particular de la presente sentencia del señor José Diomedez Diaz
la adecuación de la pena interpuesta por el juez de segunda fue corregida
parcialmente la parte de aplicación del inciso 3 del art 52 del C.P. por solo
aplicarle el mínimo inhabilidad de 20 años.

Consideraciones de la Corte:
Según ha sido indicado por la Corte , en criterio que en esta ocasión se reitera,
acorde con la preceptiva contenida en el artículo 29 de la Carta Política “nadie
podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa”;
disposición que establece el principio de legalidad de los delitos y las penas, el
cual, desde la época de la Revolución Francesa, tiende a proteger la libertad
individual frente a la arbitrariedad de los funcionarios judiciales y garantiza a la
postre, tanto el principio de igualdad de las personas ante la ley, como el de
seguridad jurídica.
En este sentido la Corte Constitucional ha dejado sentado que:
“El principio constitucional de la legalidad tiene una doble condición: de un lado
es el principio rector del ejercicio del poder y del otro, es el principio rector del
derecho sancionador.
“Como principio rector del ejercicio del poder se entiende que no existe facultad,
función o acto que puedan desarrollar los servidores públicos que no esté
prescrito, definido o establecido en forma expresa, clara y precisa en la ley. Este
principio exige que todos los funcionarios del Estado actúen siempre
sujetándose al ordenamiento jurídico que establece la Constitución y lo
desarrollan las demás reglas jurídicas.
“La consagración constitucional del principio de legalidad se relaciona con dos
aspectos básicos y fundamentales del Estado de derecho: con el principio de
división de poderes en el que el legislador ostenta la condición de representante
de la sociedad como foro político al que concurren las diferentes fuerzas
sociales para el debate y definición de las leyes que han de regir a la
comunidad. Y de otro lado, define la relación entre el individuo y el Estado al
prescribir que el uso del poder de coerción será legítimo solamente si está
previamente autorizado por la ley. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a las
leyes preexistentes al acto que se le imputa.
“Su posición central en la configuración del Estado de derecho como principio
rector del ejercicio del poder y como principio rector del uso de las facultades
tanto para legislar -definir lo permitido y lo prohibido- como para establecer las
sanciones y las condiciones de su imposición, hacen del principio de legalidad

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una institución jurídica compleja conforme a la variedad de asuntos que
adquieren relevancia jurídica y a la multiplicidad de formas de control que
genera la institucionalidad”.
En este caso, acorde con la normativa sustancial por la que se rige el presente
asunto, atendiendo la época en que se llevó a cabo la conducta que fue objeto
de investigación y juzgamiento -13 de septiembre de 2008-, cuando la pena de
inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas se impone como
accesoria a la de prisión, su tiempo de duración debe ser igual a ésta y hasta
por una tercera parte más, sin que pueda exceder de veinte años.
Precisado lo anterior, se observa que los juzgadores de instancia condenaron a
JOSÉ DIOMEDES DÍAZ ULCUÉ a la pena accesoria de inhabilitación para el
ejercicio de derechos y funciones públicas por un tiempo igual al señalado como
pena privativa de la libertad, es decir a doscientos ochenta (280) meses y quince
(15) días, o lo que es lo mismo, a veintitrés (23) años, cuatro (4) meses y quince
(15) días, pena esta última que supera en tres (3) años, cuatro (4) meses y
quince (15) días, la legalmente aplicable, atendiendo la fecha de los hechos y lo
dispuesto por los artículos 51 y 52 de la Ley 599 de 2000.
Como ya ha sido advertido, con el fin de salvaguardar el principio de legalidad
de las penas, establecido en el artículo 29 de la Carta Política, la Corte hará uso
de la facultad otorgada por el artículo 184 del Estatuto Procesal de 2004 para
corregir oficiosamente este desacierto y, en consecuencia, casará parcialmente
la sentencia impugnada para fijar la pena de inhabilitación para el ejercicio de
derechos y funciones públicas en el término máximo de duración permitido en la
ley.
Decisión:

Nota: Si hubiera salvamento de voto, se debe incluir ese apartado

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