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La guerra de los mil días

Esta guerra empieza principalmente por conflictos y diferencias políticas entre los liberales y los
conservadores, en el libro nos dice por ejemplo que los liberales a comparación de los
conservadores no tenían derechos políticos, sus votos se hacían a un lado y se quemaban en los
escrutinos electorales, y no ocupaban ningún puesto en las Asambleas Departamentales solo hubo
dos de sus miembros lograron llegar al congreso, el negro Robles en 1894 y Uribe Uribe en 1896.
Los conservadores históricos si tenían derechos, contaban y criticaban y los nacionales
controlaban el senado.

El primer ataque se dio el 17 de octubre de 1899 fue el ataque a Santander, liderada por paulo
Emilio Villar (hizo parte del Estado mayor del ejército rebelde liberal y del partido en Santander)
este ataque fue al cuartel principal de la cuidad mediante la utilización de bombas de dinamita

Luego llega el combate de los obispos el 24 de octubre de 1899 se considera como la primera
derrota de los rebeldes liberales, hundieron su flotilla y dieron muerte a más de 500 liberales y a
su vez un grupo rebelde liderado por Zenón Figueredo fue emboscado por la tropas oficiales y
destruidos por completo en las cercanías de Nocaima, occidente de Cundinamarca

El tercero y más sangriento de los desastres fue la batalla de Bucaramanga se dio el 11 y 12 de


noviembre 1899 cuando los liberales concentrados en la mesa de los santos se lanzaron a tomarse
la ciudad de Bucaramanga, dejaron más de mil hombres muertos (liberales) y por lo menos 500
heridos

En la Batalla de Peralonso 15 y 16 de diciembre 1899, las fuerzas liberales, lideradas por Rafael
Uribe Uribe y Benjamín Herrera, se enfrentaron a las fuerzas conservadoras. Fue una batalla
intensa y sangrienta que se libró durante dos días. Las fuerzas liberales finalmente lograron una
victoria importante en Peralonso

La Batalla de Palonegro del 11 mayo de 1900, tuvo una duración de 14 días, considerada la más
prolongada fue una de las batallas más significativas y sangrientas de la Guerra de los Mil Días en
Colombia, La Batalla de Palonegro tuvo lugar en el departamento de Santander, en el noreste de
Colombia. Fue un enfrentamiento brutal que involucró a miles de soldados de ambos bandos.
Las fuerzas conservadoras, bajo el mando del general Luciano D ‘Elhuyar, se enfrentaron a las
fuerzas liberales lideradas por los generales Rafael Uribe Uribe y Benjamín Herrera. Los
conservadores lograron derrotar a las fuerzas liberales.

El Golpe de Estado del 31 de julio de 1900:

El 31 de julio de 1900, un líder liberal llamado Rafael Uribe Uribe lideró un golpe de estado en
Bogotá, la capital de Colombia, contra el gobierno conservador dirigido por el presidente José
Manuel Marroquín. Uribe Uribe, junto con otros líderes liberales, buscaba derrocar al gobierno
conservador y establecer un régimen liberal en el poder.

El golpe de estado fue exitoso en el sentido de que lograron tomar el control de Bogotá durante
un período de tiempo relativamente corto. Esto marcó un punto crítico en la Guerra de los Mil
Días, ya que los liberales lograron establecer un gobierno en la capital.
Sin embargo, este control no fue duradero, ya que la Guerra de los Mil Días era un conflicto
altamente volátil con muchas facciones y regiones involucradas. Los conservadores y las fuerzas
gubernamentales contragolpearon, y la guerra continuó con feroces enfrentamientos
en todo el país.

Batalla de Aguadulce (1902)

La Batalla de Aguadulce tuvo lugar en la ciudad de Aguadulce, Colombia. Fue una de las últimas
batallas de la guerra.

En esta batalla, las fuerzas liberales, lideradas por el general liberal Benjamín Herrera, se
enfrentaron a las fuerzas conservadoras. Ambos bandos lucharon con determinación, pero al final,
las fuerzas conservadoras resultaron victoriosas.

La Guerra de los Mil Días en Colombia no tuvo un ganador claro y decisivo. En última instancia, el
conflicto terminó sin una victoria militar definitiva para ninguno de los bandos en lucha, los
liberales o los conservadores. Más bien, la guerra concluyó con la firma de un tratado de paz que
puso fin a las hostilidades y estableció condiciones para la reconciliación y la restauración del
orden político.

El Tratado de Wisconsin, firmado el 21 de noviembre de 1902, marcó el final oficial de la Guerra de


los Mil Días. Este tratado fue mediado por Estados Unidos y estableció términos para la amnistía,
la reconciliación y la participación política de ambas facciones en el conflicto. También facilitó la
transición hacia un gobierno civil y democrático en Colombia.

Durante la Guerra de los Mil Días, Panamá experimentó un período de inestabilidad política y
social. El conflicto afectó la economía de la región, ya que Panamá dependía en gran medida del
comercio con Colombia y la interrupción causada por la guerra tuvo graves consecuencias
económicas.

La situación en Colombia, incluida la guerra, también influyó en el proceso que llevó a la


independencia de Panamá en 1903. Los panameños estaban descontentos con el gobierno
colombiano y buscaban independizarse. El papel de Estados Unidos en el apoyo a la independencia
de Panamá es una parte importante de esta historia. El 3 de noviembre de 1903, Panamá se
separó de Colombia con el respaldo de Estados Unidos y se convirtió en un país independiente.

Después de su independencia, Panamá mantuvo una estrecha relación con Estados Unidos, que
incluyó la construcción del Canal de Panamá y el control de la Zona del Canal de Panamá por parte
de Estados Unidos hasta 1999. La Guerra de los Mil Días y los eventos posteriores contribuyeron a
dar forma a la historia y la política de Panamá en el siglo XX.
Personaje 1: María, esposa del General Rafael Reyes.
Personaje 2: Ana, esposa del líder liberal Rafael Uribe Uribe.
Personaje 3: Clara, esposa del presidente conservador José Manuel Marroquín.
Personaje 4: Elena, esposa del líder liberal Eustaquio Palacios.
Personaje 5: Isabel, esposa de un periodista.

(Están reunidas en una casa durante la guerra, preocupadas y conversando)

María: (Inquieta) Chicas, no puedo evitar pensar en cómo nuestras vidas han cambiado debido a
esta guerra. Mi esposo está en el frente de batalla y no sé si volverá.

Ana: (Asintiendo) María, entiendo tus preocupaciones. Mi esposo estaba involucrado en política, y
ahora se encuentra en el centro de la lucha entre liberales y conservadores.

Clara: (Nerviosa) Lo mismo sucede conmigo. Mi esposo lidera a los conservadores, y cada día temo
por su seguridad.

Elena: (Suspirando) Mi esposo es un líder liberal, y aunque comparte sus ideales, siempre tengo
miedo de que algo le pase en medio de esta violencia.

Isabel: (Preocupada) Y yo, chicas, mi esposo es periodista y está documentando todo esto. A veces
me preocupa que decir la verdad lo ponga en peligro.

María: (Reflectiva) A pesar de nuestras diferencias, compartimos el temor y la incertidumbre que


esta guerra nos ha traído. ¿Cómo podemos sobrellevar esto?

Ana: (Con determinación) Tal vez podamos apoyarnos mutuamente y mantenernos unidos en
estos tiempos difíciles. Nuestras voces también son importantes.

Clara: (Asintiendo) Es cierto. Debemos ser fuertes y solidarias, como lo son nuestros esposos en
sus respectivos roles.

Elena: (Con esperanza) A pesar de la guerra, no perdamos la esperanza de un futuro mejor para
nuestro país y nuestras familias.

Isabel: (Sonriendo) Juntas somos más fuertes. Superaremos esto y estaremos aquí para apoyar a
nuestros esposos ya Colombia.

(Las mujeres se abrazan y continúan su conversación, encontrando consuelo y fortaleza en su


amistad mientras enfrentan los desafíos de la Guerra de los Mil Días).

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