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Ejecutaban todo el trabajo pesado, ya fuera en las minas o en el campo. Algunos, los
más afortunados, podían dedicarse a administrar las propiedades rurales o los
negocios de los amos, al trabajo doméstico, a la educación de los hijos de los
patricios y de los plebeyos enriquecidos. Algunos se convertían en gladiadores, el
oficio era luchar hasta morir en los juegos romanos. Otros trabajaban como
remeros en las embarcaciones romanas. Estos últimos eran propiedad del Estado y
llevaban una vida muy desdichada: encadenados bajo cubierta, la suerte estaba
atada a la nave. Si esta era atravesada por el espolón de una nave enemiga se
hundían con ella.
El tratamiento dado a los esclavos fue endureciéndose con el pasar de los siglos. El
esclavo público recibía mejor trato que el esclavo privado, a este lo alimentaba el
amo, suministrándole la dieta que se le antojara. Para que se vistiera le entregaba
anualmente un par de zuecos y una túnica estrecha y pobre. La habitación del
esclavo era una celda pequeña y para la atención en caso de enfermedad habitaban
una enfermería. Con un sentido práctico los amos les daban la libertad a los viejos y
enfermos, quienes después andaban errantes.
El amo podía matar al esclavo y lo hizo hasta que el emperador Claudio restringió
este derecho. Ninguna norma regulaba el horario de trabajo y el esclavo laboraba
mientras no dormía. Los castigos no se ajustaban con las faltas. Eran azotados y
marcados con hierro caliente, les cortaban las orejas, la nariz o la lengua, les
rompían los dientes y los mutilaban en sus órganos genitales. A las mujeres las
violaban y atormentaban cruelmente. La muerte del esclavo estaba autorizada en
el Digesto, la famosa colección de leyes romanas.
¿Quiénes eran considerados esclavos? Fundamenta tus respuestas
La esclavitud no fue igual en todas las épocas. En los primeros tiempos de Roma los
esclavos eran poco numerosos y formaban parte de la familia como servidores. La
mayoría trabajaba en el campo. A medida que Roma va conquistando nuevos
territorios, llegan a la ciudad grandes cantidades de esclavos capturados como
prisioneros de guerra que se venden igual que cualquier mercancía. Había dos tipos
de esclavos: los públicos y los privados. Los primeros pertenecen al Estado y
trabajan en servicios públicos, como por ejemplo en las minas estatales, que era
quizás el trabajo más penoso. Los privados pertenecen a familias particulares y
suelen trabajar en el servicio doméstico o en la agricultura. Generalmente se les
trataba mejor que a los públicos. En cuanto al status jurídico del esclavo, al principio
no tiene ningún derecho. Se le considera una cosa (la palabra más antigua para
referirse a un esclavo es mancipium, de género neutro). No puede casarse ni tener
propiedades. Posteriormente, se permite el matrimonio entre esclavos, aunque los
hijos son también propiedad del amo. También se les permite ahorrar para comprar
a otro esclavo que le ayude en sus tareas o incluso comprar su libertad.