El empirismo es una corriente filosófica que se centra en
la idea de que todo conocimiento se deriva de la
experiencia sensorial directa. Los empiristas sostienen que el conocimiento no puede existir a priori, es decir, antes de la experiencia, y que todas nuestras ideas y conceptos se originan en la observación y la percepción. Este enfoque filosófico se ha desarrollado a lo largo de la historia de la filosofía, con figuras destacadas como John Locke, George Berkeley y David Hume. Según el empirismo, la mente humana es en gran medida una "tabla rasa" al nacer, y adquirimos conocimiento a medida que interactuamos con el mundo a través de nuestros sentidos. Las experiencias sensoriales se convierten en la base de nuestras creencias y conocimientos, y cualquier afirmación que no pueda vincularse a la experiencia directa es vista como carente de fundamento. El empirismo ha tenido una influencia significativa en la epistemología y la metodología científica, ya que promueve la observación y la experimentación como medios principales para adquirir conocimiento. Sin embargo, también ha sido objeto de críticas y debates filosóficos en relación con la naturaleza de la mente, la percepción y la posibilidad de conocimiento absoluto. En resumen, el empirismo es una corriente filosófica que enfatiza la importancia de la experiencia sensorial directa como fuente primaria de conocimiento, y ha desempeñado un papel fundamental en la formación de la epistemología y la filosofía de la ciencia.