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• La legislatura es el lapso de tiempo que transcurre desde el comienzo hasta la expiración del mandato parlamentario,
establecido en cuatro años (arts 68.4 y 69.6) que puede acortarse en caso de disolución anticipada de la cámara porque así
lo decida el presidente del gobierno, no pueda elegirse un nuevo presidente (art. 99) o lo exija el procedimiento agravado
(art. 168) de reforma constitucional. Como medida de precaución el artículo 68.6 exige que el congreso electo deberá ser
convocado dentro de los 25 días siguientes a la celebración de las elecciones, de forma que en el mismo decreto de
convocatoria de elecciones que firma el rey con el refrendo del presidente del gobierno (o del presidente del congreso si
no se hubiera elegido presidente nuevo, se fija la fecha de convocatoria del congreso dentro de ese plazo.
• Los periodos de sesiones son los periodos de trabajo de una cámara dentro de cada legislatura, que según el artículo 73.1
son dos periodos anuales; aunque se podrán celebrar sesiones extraordinarias.
o De septiembre – diciembre.
o De febrero – junio.
➢ Mayoría simple u ordinaria; cuando votan en un sentido más parlamentarios que en el contrario, teniendo en cuenta
que para el acuerdo sea válido los asistentes deben superar la mitad más uno de los miembros del órgano que adopta
el acuerdo.
➢ Mayoría absoluta; la mitad más uno del total de los parlamentarios que compongan un órgano, por tanto, las
abstenciones, votos nulos y ausencias se contabilizan en contra.
➢ Mayorías cualificadas; como la de 3 quintos de cada cámara para la elección de los miembros del TC o la reforma
ordinaria de la CE y los 2 tercios para la reforma agravada; donde otra vez las abstenciones y ausencias se equiparán al
voto en contra.
DERECHO CONSTITUCIONAL II
LECCIÓN 4. EL GOBIERNO Y LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.
1. LA CONFIGURACIÓN CONSTITUCIONAL DEL GOBIERNO.
Como en el resto de los sistemas parlamentarios, el Gobierno español ha pasado ocupar el lugar central del sistema político, por una serie de
causas:
• La creación del Estado social, que exige un Estado intervencionista inevitablemente dirigido por el Poder Ejecutivo;
• Por razones de política electoral, como son, la atenuación de las diferencias ideológicas y el incremento del papel de los
líderes.
Así, en las Constituciones históricas españolas el Poder Ejecutivo se residenciaba en “el Rey y sus ministros” y hay que esperar a la Constitución
de 1931 para que por primera vez se le dedique un título propio y específico al Gobierno, aunque el jefe del Estado podía nombrar y separar
libremente al presidente del Gobierno. La Constitución de 1978, da un paso más en esta evolución histórica, atribuyéndole el monopolio del
poder ejecutivo del Estado y declara que el Gobierno dirige la política interior y exterior (art. 97). De esta manera, se reconoce la evidente
práctica de los sistemas parlamentarios modernos en los que no sólo la división política fundamental es la que se produce entre el Gobierno
(con la mayoría parlamentaria que lo sustenta) y la Oposición, sino que es el Gobierno el que predomina sobre el Parlamento.
De forma paralela se ha ido produciendo en toda Europa un incremento del poder del presidente del Gobierno que ha pasado de ser un primus
inter pares a líder destacado que elige a los ministros, que en la Constitución española se refleja en una serie de artículos que le atribuyen un
relieve especia (sólo él es elegido por el Congreso). En la práctica de nuestra vida política, el papel del presidente no ha dejado de
incrementarse. La Ley 50/1997 reconoce la “dirección presidencial” como uno de los principios de funcionamiento del Gobierno.
2. LA COMPOSICIÓN DEL GOBIERNO.
2.1 LOS MIEMBROS DEL GOBIERNO.
El artículo 98 señala que el Gobierno se compone del presidente, del vicepresidente o vicepresidentes, en su caso, de los ministros
y “de los demás miembros que establezca la ley”. Sin embargo, la ley nunca ha ampliado esta relación y tampoco ha establecido una
composición rígida del propio Gobierno, permitiendo que el presidente pueda fijar el número, denominación y ámbito de competencias de los
ministerios (art. 57.3 LRJSP). Sí permite la ley que haya ministros de dos tipos:
los que sean titulares de un Departamento (el máximo responsable de una organización administrativa jerarquizada) y los que no, conocidos
como “Ministros sin cartera” (art. 4 LG).
La práctica más habitual que han seguido los Presidentes del Gobierno ha sido nombrar uno o dos vicepresidentes (uno político y otro
económico, cuando ha habido dos) y un número de ministros inferior a la veintena. En el lenguaje político cotidiano se usa “Gobierno” en un
sentido más extenso, se suele usar para referirse no sólo a los Ministros, sino también a los Secretarios de Estado, Directores Generales y, en
general, a todos los altos cargos que nombra libremente el Gobierno. La propia imagen corporativa de la Administración General del Estado
incluye el título “Gobierno de España” desde 2007, que debe ser utilizado “en las campañas de publicidad, comunicación y difusión de acciones
institucionales, así como en aquellas otras actuaciones administrativas de especial relevancia que se estimen oportunas, incluyendo las páginas
web correspondientes’’. Art. 2 de la Resolución de 2 de abril de 2007, de la Secretaría General para la Administración Pública, por la que se modifica el Manual de Imagen
Institucional de la Administración General del Estado.
Además, el presidente tiene otras funciones encomendadas en otras leyes, como son:
• Dirección de la política de defensa y la gestión de las situaciones de crisis que le atribuye la Ley Orgánica de Defensa
Nacional (LO 5/2005, de 17 de noviembre).
En relación con otros órganos constitucionales, el presidente del Gobierno:
• Refrendar los actos del Rey de mayor relevancia;
• Sancionar las leyes (art. 64.1 CE);
• Proponer al Rey la convocatoria de un referendo consultivo, previa autorización del Congreso (art. 92 CE);
• Presentar una cuestión de confianza ante el Congreso (art. 112 CE),
• Disolver las Cortes Generales o una sola de las dos Cámaras (art. 115 CE);
• Presentar el recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional (art. 162.1 CE).
del Presidente, puede crear Comisiones Delegadas del Gobierno con el fin de estudiar y presentar propuestas conjuntas al Consejo en materias
de varios Departamentos o de resolver aquellos temas que afectando a más de un Ministerio no deban resolverse en Consejo.
En la duodécima legislatura existen siete Comisiones Delegadas:
1. Comisión Delegada del gobierno para Asuntos Económicos;
2. Comisión Delegada del gobierno para la Seguridad Nacional;
3. Comisión Delegada del gobierno para Asuntos de Inteligencia;
4. Comisión Delegada del gobierno para Política Científica y Tecnológica,
5. Comisión Delegada del gobierno para Política de Igualdad;
6. Comisión Delegada del gobierno para Asuntos Culturales;
7. Comisión Delegada del gobierno para Asuntos Migratorios.
6. LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.
La Constitución de 1978 denomina uno de sus títulos como “Del Gobierno y de la Administración”, reconociendo así la importancia que tiene
para el Estado el entramado de órganos administrativos encargado de realizar la función ejecutiva y sin el cual las leyes no pueden
materializarse en la sociedad. Pero también la dualidad del título nos hace reflexionar sobre los distintos planos en los que se encuentra el
Gobierno y la Administración: mientras aquél se caracteriza por su capacidad para fijar libremente los objetivos políticos que debe perseguir el
Estado, la Administración artículo 103 CE “sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de
eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho”.
La Administración es la herramienta que usa el Gobierno democrático para realizar su política, pero esa herramienta está previamente fijada
en la Ley y estrictamente sometida a ella en dos aspectos:
En su actuación externa, que le obliga a actuar con imparcialidad, como en su propia formación y composición, pues el art. 103 no sólo
determina que los órganos de la Administración del Estado son “creados, regidos y coordinados de acuerdo con la ley”, sino que añade
que el estatuto de los funcionarios públicos se establecerá mediante ley que deberá regular el acceso a la función pública de acuerdo con los
principios de mérito y capacidad. Este sometimiento de la Administración a la ley es el control judicial de su actuación, que se recoge en el
artículo 106 de la Constitución.
La Ley más relevante que hace efectivo este control judicial es la Ley 29/1998, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-
administrativa.
• La Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público regula la Administración General del Estado
diferenciando entre los órganos centrales, los órganos territoriales, y la Administración Institucional.
• la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, regula el
procedimiento de actuación de las Administraciones en relación con los particulares.
Otras leyes relevantes en la configuración legal de la Administración estatal son:
• la Ley Orgánica 5/2005, de 17 de noviembre, de la Defensa Nacional;
• la Ley Orgánica 2/1986 de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de 13 de marzo.
Estas y otras muchas leyes atinentes a la Administración civil y militar han dado cumplimiento a los diversos mandatos constitucionales, muy
especialmente a los que, como el artículo 93 y 104, ponen bajo la dirección del Gobierno democrático a las Fuerzas Armadas y a las de
Seguridad. Así, por ejemplo:
• La Ley Orgánica 4/2010, de 20 de mayo, del Régimen disciplinario del Cuerpo Nacional de Policía;
• La Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la Carrera Militar.
DERECHO CONSTITUCIONAL II
LECCIÓN 4. LAS FUNCIONES DE LAS CORTES.
El artículo 66 de la Constitución, tras señalar que las cortes generales representan al pueblo español, especifica que ejercen la potestad
legislativa del Estado de esta forma se recogen las tres funciones clásicas del parlamento que son la legislativa, presupuestaria y la
controladora.
1. LA FUNCIÓN LEGISLATIVA.
La función legislativa se concreta en la elaboración de diversos tipos de leyes mediante diversos procedimientos legislativos y diversos
contenidos.
En el estado democrático de partidos la importancia del procedimiento legislativo se debe a que es una forma de control democrático en
cuanto la mayoría debe debatir con la minoría la normas que aprueban, exponiendo públicamente las razones y pudiendo la minoría
criticarlas.
En este estado democrático el “ITER LEGIS” (procedimiento legislativo) es regulado de manera detallada tanto en la constitución como los
reglamentos parlamentarios y además es considerada como una manifestación más del parlamentario que no solo está pensando en favorecer
la estabilidad de los gobiernos sino también como garantía al pluralismo político y social.
En general, el procedimiento legislativo se divide en tres fases:
• LA INICIATIVA
La iniciativa gubernamental recibe el nombre de ‘’proyectos de ley’’, y las demás ‘’proposiciones de ley’’. La Constitución en el art
89 atribuye prioridad a los proyectos de ley que, a las proposiciones y le reserva a la iniciativa gubernamental la iniciativa en las
leyes de planificación económica y de presupuestos (arts. 131 y134).
El artículo 87 de la Constitución atribuye la iniciativa legislativa:
o Gobierno;
o Congreso;
o Senado;
o Asambleas de las Comunidades Autónomas;
o No menos de 500.000 ciudadanos.
• LA FINAL O DE PUBLICACIÓN.
La Constitución especifica que los proyectos deberán ser aprobados en el Consejo de Ministros y remitirse al Congreso con una exposición de
motivos, de esta manera se marca el papel prevalente del Congreso sobre el Senado. Si el Senado aprobara un VETO, el Congreso puede
ratificar el proyecto de ley por mayoría absoluta (lo que hasta la fecha siempre ha sucedido en los pocos vetos aprobados).
Si se tratara de ENMIENDAS, la Constitución establece que el texto debe volver al Congreso para que éste por:
• Mayoría simple en el caso de las leyes ordinarias admita o rechace.
• Mayoría absoluta en el caso de las orgánicas admita o rechace.
Una vez aprobado así un proyecto o proposición de ley, el presidente del Congreso remite al Rey el texto para que en el plazo de quince
días sancione, promulgue y ordene su publicación, acciones que son obligatorias para el Rey, así la Constitución no le permite vetar una
ley o negar su firma.
2. LA FUNCIÓN PRESUPUESTARIA.
La función presupuestaria se considera como una función distinta a la legislativa, a pesar de que los Presupuestos se aprueban por una Ley y
que únicamente se distingue de las demás leyes por algunas peculiaridades procedimentales y de contenido.
El artículo 134 de la Constitución determina estas especialidades:
El Gobierno tiene el monopolio de la iniciativa de la Ley de Presupuestos, que tienen CARÁCTER ANUAL; por eso, el Gobierno
debe presentar el proyecto de presupuestos al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior.
El proyecto de Presupuestos se tramita con mayor preferencia al de las demás leyes y además las enmiendas que impliquen
aumento del gasto o disminución de los ingresos requerirán la conformidad del Gobierno para su tramitación. Además, las leyes
de estabilidad presupuestaria han establecido a partir de 2002 un trámite previo: cada año, el Gobierno debe proponer a las
Cortes el “objetivo de estabilidad presupuestaria” para los tres años siguientes, cuya función es la de fijar un “techo de gasto” de
los Presupuestos Generales.
La Ley de Presupuestos debe incluir la totalidad de los gastos e ingresos del sector público y la Constitución prohíbe
expresamente que cree tributos (art.134.7), prohibición que el Tribunal Constitucional ha interpretado literalmente, de tal
manera que es inconstitucional la creación de un tributo (art. 31.1 CE), pero no la creación de una prestación patrimonial de
carácter público (art. 31.3 CE).
DERECHO CONSTITUCIONAL II
En los primeros años tras la creación de la Constitución el gobierno aprovechaba la ley presupuestaria para modificar numerosas leyes de
menor nivel, el tribunal constitucional consideró que esto no se podría realizar, pero si se permitían que se produjese modificaciones en las
leyes que tuviesen relación directa con los gastos e ingresos o con la política económica del país.
Ante esta prohibición de usar la ley presupuestaria como vehículo para modificar otras leyes, el Gobierno socialista envió junto al proyecto de
ley de presupuestos para 1994 una LEY-ÓMNIBUS para modificar así otras muchas leyes, que popularmente se conocía COMO “LEY DE
ACOMPAÑAMIENTO”, según el Tribunal Constitucional es constitucional.
4. OTRAS FUNCIONES.
La constitución establece en un buen número de artículos numerosas otras funciones de las cortes que se pueden agrupar en dos apartados:
• La elección de miembros de otros órganos constitucionales (del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial, del
Tribunal de Cuentas, del Defensor del Pueblo), que diversas leyes han ido ampliando (Junta Electoral Central, Consejo de Radio Televisión
Española, etc.)
• La autorización previa para que los poderes públicos puedan realizar una serie de actos como la autorización de ciertos tratados y
acuerdos internacionales y la autorización para que las Comunidades Autónomas celebren convenios de colaboración. De forma
individual, el Congreso autoriza el estado de excepción, la convocatoria de referendos… Por su parte, el Senado debe autorizar al
Gobierno para que pueda realizar la coacción estatal contra una determinada Comunidad Autónoma que no cumpliere sus obligaciones
constitucionales.