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Derecho t9
Derecho t9
DERECHO II “B”
Carnet. 0229-23-20997
Es el formato que adoptan los acuerdos libres entre particulares. Ese mismo contrato es esencial en
derecho laboral aunque adquiere unos ribetes muy peculiares, se aducen que el derecho laboral lo ha
incorporado por cuestiones coyunturales, a falta de otras figuras que expliquen el inicio del nexo. En
otras palabras el derecho laboral ha venido aceptando el contrato por las deficiencias propias de una
nueva rama jurídica que, por sus precarios inicios, el contrato es un ancho espacio donde cabe cualquier
disposición mutuamente convenida; la relación por su parte prescinde de la importancia del contrato.
El objeto, en el contrato de trabajo, es una actividad idónea, un servicio que presta el trabajador en
beneficio del patrono, quien en compensación del salario que paga tiene derecho a los frutos del
trabajo, Si se contrata a una empresa mercantil para ejecutar una labor, no estaríamos frente a un
contrato laboral sino a uno de tipo mercantil. Es manifiesta la tendencia. También se llama a este tipo de
contratos.
EL CONTRATO DE TRABAJO
EL CONTRATO
El contrato forma parte de mapa genético del derecho privado y es una institución muy
importante en algunas secciones del derecho público. Sin contratos no se puede concebir a una
sociedad. Es el formato que adoptan los acuerdos libres entre particulares. Ese mismo contrato es
esencial en derecho laboral aunque adquiere unos ribetes muy peculiares. ¿Cuál es la importancia del
contrato en esta rama tan especial? La corriente privatista exalta la importancia de los contratos como
la figura más importante del vínculo mientras la corriente publicista le concede un papel secundario. El
debate conduce al inevitable dilema: ¿Qué es más importante, el contrato o la relación? Sin contrato no
se generan las obligaciones laborales, no entra a funcionar la normativa laboral - dicen los privatistas-;
los publicistas rebaten afirmando que la relación, los hechos mismos, desplazan en importancia al
contrato; que surgen obligaciones laborales con el hecho mismo de la prestación de servicio y que la
lectura de las realidades del servicio sobrepasa al contenido del contrato en caso de discrepancia,
simulación o disminución de derechos.
Dentro del sector mayoritario de la doctrina laboral, que es de corte publicista, predomina la
tendencia a minimizar al contrato como una institución o elemento que pertenece a otra disciplina
jurídica. Aducen que el derecho laboral lo ha incorporado por cuestiones coyunturales, a falta de otras
figuras que expliquen el inicio del nexo. En otras palabras el derecho laboral ha venido aceptando el
contrato por las deficiencias propias de una nueva rama jurídica que, por sus precarios inicios, tomaba
prestadas figuras de otras disciplinas especialmente de la que fue su rama matriz. En todo caso es una
institución ajena que tiene una innegable raigambre civil, en cambio, la relación atiende a cuestiones de
hecho, de la realidad. El contrato es producto de la autonomía de la voluntad, la que no puede
desplegarse a sus anchas en la especialidad laboral. Por eso surgen los mínimos de ley y los derechos
irrenunciables.
Esa "crisis de personalidad" entre lo privado y lo público está desde el principio y se va a seguir
manifestando. El contrato es un ancho espacio donde cabe cualquier disposición mutuamente
convenida; la relación por su parte prescinde de la importancia del contrato. Aquí el enfrentamiento que
se expone desde los primeros artículos del Título II (que precisamente se denomina Contratos y Pactos
de Trabajo). Sin embargo, son esferas concéntricas en que los puntos de divergencia son menores y de
poco efecto práctico. Atinadamente la legislación mexicana claramente estipula que la prestación de un
trabajo y el contrato celebrado, producen los mismos efectos. Nuestro código se orienta en esa misma
dirección aunque son varios los pasajes en que habla de "contrato o relación de trabajo” (artículo 24),
solamente “relación" pero predomina la mención de “contratos"; al hablar de terminación el articulo 76
hace referencia a relación y el siguiente a contratos.
Todo contrato, especie de negocio jurídico, debe tener en cuenta tres elementos del negocio civil:
1) Capacidad
2) Consentimiento
3) Objeto
CAPACIDAD
CONSENTIMIENTO
OBJETO
El objeto, en el contrato de trabajo, es una actividad idónea, un servicio que presta el trabajador
en beneficio del patrono, quien en compensación del salario que paga tiene derecho a los frutos del
trabajo.
Este elemento implica que una parte de la ejecución de los trabajos o compromisos laborales la
lleve a cabo una persona individual (o natural), por la otra parte, el beneficiario del servicio puede ser.
Indistintamente, una persona individual o jurídica. Si se contrata a una empresa mercantil para ejecutar
una labor, no estaríamos frente a un contrato laboral sino a uno de tipo mercantil. Es manifiesta la
tendencia.
SUBORDINACIÓN
Es el elemento más destacado del nexo laboral que lo distingue de cualquier otro del amplio
abanico de los contratos. Consiste en la voluntaria sujeción de una persona a seguir las instrucciones de
otra dentro del contexto de los servicios pactados. Implica la disposición del trabajador de actuar,
respetar y cumplir con las órdenes que se le impartan. Conlleva la facultad del empleador para exigirle al
trabajador, ante todo, la prestación personal del servicio y por lo mismo, el cumplimiento en cualquier
momento de la jornada, de órdenes relacionadas con la ejecución del trabajo, así como de imponerle
condiciones y reglamentos.
REMUNERACIÓN O PAGO
Es el elemento más destacado del nexo laboral que lo distingue de cualquier otro del amplio abanico de
los contratos. Consiste en la voluntaria sujeción de una persona a seguir las instrucciones de otra dentro
del contexto de los servicios pactados.
Prestación personal del servicio es un elemento que implica que una parte de la ejecución de los
trabajos o compromisos laborales la lleve a cabo una persona individual (o natural), por la otra parte, el
beneficiario del servicio puede ser.
El contrato, como anteriormente se indicó, es una institución típicamente contractual que campea a sus
anchas en el derecho privado y si existe un derecho laboral es para limitar los excesos que podrían
derivarse de acuerdos abusivos o leoninos al amparo de una supuesta libertad.
Bibliografía
El Contrato Individual de Trabajo, del Libro El Derecho Laboral Guatemalteco – Luis Fernández
Molina