Está en la página 1de 40

UN ENSAYO SOBRE

EL CONOCIMIENTO
,
INDIGENA ,
CONTEMPORANEO

,
CESAR CARRILLO TRUEBA
ERSO
UN ENSAYO SOBRE EL
CONOCIMIENTO INDÍGENA CONTEMPORÁNEO

César Carrillo Trueba

Universidad Nacional Autónoma de México


México 2006
Introducción

El conocimiento tradicional
no es un conocimiento local,
es el conocimiento de lo universal
expresado localmente.
DARRELL A. POSEY

El poder de la imagen, la imagen del poder

Arde una selva. De los anchos troncos ennegrecidos se desprenden


llamas cual ardientes heridas. Una humareda cuasi apocalíptica nu-
bla un tanto la imagen. No se aprecia la magnitud de la superficie
consumida ni hay indicios de las causas. El énfasis está en la des-
trucción, en un fuego que devasta incontables especies, recursos que
encierran un gran potencial, invaluables beneficios para la humanidad
contenidos en ese ecosistema. Es una imagen clara y contundente
-se consume el manto vegetal de la Tierra-, enmarcada en un dis-
curso conservacionista que nos dice que se está cometiendo un daño
al planeta, que se está comprometiendo su futuro y por tanto el de
la humanidad. Ante la alarma que semejante imagen suscita se im-
pone la idea de que es preciso preservar la naturaleza, para lo cual es
necesario aplicar a la letra la actual agenda conservacionista que,
Sustentada en una serie de argumentos de orden científico, propone
que deben ser preservadas vastas zonas naturales consideradas aún
prístinas, protegidas de toda influencia humana con el fin de salvar
los principales ecosistemas de la Tierra así como los seres vivos que los
constituyen. Al parecer un hecho irrefutable.

9
César Carrillo Trueba
PluriveTSO

Lo curioso es que los debates en torno a esta manera de plantear Se les incluye en el estudio diagnóstico con el fin de elaborar una ti-
la conservación de la naturaleza no dejan de acrecentarse, de agudi- pificación de sus actividades en función de los objetivos de conserva-
zarse, al igual que los conflictos que se suscitan allí donde se pone ción que persigue la zona protegida, esto es, se separan las prácticas
en práctica. A muchos extraña esto ya que se trata de una forma de de su contexto cultural, reduciéndolas por lo general a mero ernpi-
proceder totalmente científica, que se percibe como neutra, y por rismo, y se tipifican por su efecto en la conservación. En ocasiones el
tanto ajena a la política y las ideologías. Las áreas naturales prote- conocimiento que subyace a tales prácticas es tomado en cuenta, pero
gidas se establecen en sitios que poseen un valor biológico, lo cual se suele descontextualizar también, separándolo de la cosmovisión en
se sustenta en el inventario de las especies que en ellas se encuen- que se inserta, de los valores que conlleva y otras dimensiones socia-
tran y la importancia que éstas tienen, esto es, si son únicas, raras, si les inherentes a toda forma de conocimiento; sólo se le otorga validez
están en algún grado de peligro -de extinción, amenazadas, etcétera-, en función de los fines que marca la agenda conservacíonista.'
si poseen algún uso potencial relevante y otras características más. Con base en esto se caracterizan los pueblos que allí viven y po-
Se delimita su perímetro y las distintas zonas -generalmente un nú- seen algún tipo de relación con la zona protegida (caza, recolección,
cleo intocable, rodeado de extensiones en donde se permite cierta siembra, etcétera). Así, por ejemplo, se puede establecer que tal pue-
influencia humana. Un reglamento y guardias que se encarguen de blo de cazadores-recolectores que vive en colindancia con una parte
su cuidado son un requisito. de la reserva es poco dañino para ésta debido al bajo impacto de sus
Sin embargo, mirando más de cerca, resulta que estos programas actividades, por lo que serán los indios buenos, mientras que aque-
de conservación son producto de las políticas elaboradas por orga- llos que viven del otro lado y practican la agricultura itinerante -la
nismos internacionales, como el Banco Mundial, son financiados por llamada roza, tumba y quema en México, en la cual se rotan las par-
los mismos y puestos en marcha en colaboración con instituciones celas a sembrar-, alteran la vegetación por su uso del fuego -de allí
nacionales y estatales, organizaciones no gubernamentales dedica- la imagen de la selva en llamas- y por ende son los malos.
das a la conservación, como Conservation International y el World At"paso del tiempo es probable que varias de las prácticas tipifica-
Wildlife Fund, por lo que tanto el diseño como su aplicación son das sean objeto de estudio a fin de determinar con mayor precisión
totalmente verticales y se encuentran desligados del contexto local y su sustentabilidad, su eficiencia, su pertinencia en ese contexto; esto
nacional. En ellos, la presencia de poblaciones locales en la zona misma es, cada práctica y conocimiento que poseen estos pueblos serán
o en sus alrededores es vista como un problema, pero aun así rara vez analizados fuera de su ámbito, con los parámetros de la ciencia, se-
se les toma en cuenta -en ocasiones ni siquiera se les avisa-, y nunca se parando lo considerado útil de lo inútil en función de los objetivos
les consulta o se pide su opinión, pues se les considera ignorantes al que establecen las agendas de conservación, en una dinámica de estig-
respecto. Poco importa que para ellos la zona delimitada sea un lugar matización que en ocasiones convierte a algunos de los habitantes
adonde se dirigen en pos de plantas, madera, presas de caza, miel y
demás recursos, y menos aún que tenga un valor simbólico o ritual.
1 Esto ha sido trabajado en África y el Caribe por James Fairhead y Melissa Leach, véase Sdence, Society and
Power, Cambridge University Press, 2003.

10 11
César Carrillo Trueba Pluriver,o
------------------------------------------------------------
locales en enemigos de la humanidad, cuyas prácticas dañinas afec- farmacéuticos en busca de nuevos medicamentos, lo cual podría hacer
tan la biosfera, mientras que otros, aquellos cuyas prácticas y cono- pensar que no todo es desvalorización de este conocimiento.
cimientos se encuentran en una supuesta armonía con la naturaleza, El problema es que la separación establecida entre conocimiento
serán erigidos en protectores de la misma -aunque es probable que indígena o tradicional y la ciencia lleva implícito un acto de valora-
algún día también sean denostados, cuando un nuevo estudio, ela- ción de una parte y de devaluación de la otra, es totalmente asimé-
borado con otros parámetros y bajo objetivos distintos, muestre lo rrico y genera desigualdades profundas. Es parte de las incontables
contrario. separaciones que ha establecido la cultura occidental a lo largo de
En la medida que la mayor parte de las zonas de valor biológico del su historia, y que constituyen la imagen que ha construido de las
planeta, de gran biodiversidad, coinciden con la presencia de pueblos demás culturas, pasadas y presentes, en la que fundamenta su pre-
indígenas/ -México no es la excepción-, este proceso de estigrnati- ponderancia a escala mundial.
zación de una forma de conocimiento, de un modo de vida, de una
cosmovisión, se halla ampliamente extendido en el mundo y es fuente Del otro lado del espejo
de numerosos conflictos. Sin embargo, esto no sólo ocurre en el ámbi-
to de la conservación de la naturaleza; un panorama similar se puede El mundo en que vivimos es eminentemente pluricultural y en él exis-
encontrar, por ejemplo, en lo que se refiere a la salud, ya que una gran te una gran cantidad de formas de conocimiento. No obstante, en Oc-
parte de la población humana continúa atendiendo sus padecimientos cidente se ha construido una imagen de ellas extremadamente reduci-
con plantas tomadas directamente de la naturaleza, con una medici- da, al separar el contexto cultural y los fines a que responde el cono-
na distinta a la llamada científica -85% de los remedios empleados cimiento en la vida de los pueblos indígenas así como la cosmovisión
en la medicina llamada tradicional se basa en plantas-; en 1988 se que lo sustenta, anulando por completo su historia y la dinámica que
estimaba que 80% de la población del llamado Tercer Mundo acudía lo mantiene vivo y en movimiento. A ella se ha contrapuesto la ima-
regularmente a ésta.' Mas este conocimiento terapéutico es considera- gen que se ha elaborado de la forma dominante de conocimiento, la
do por lo' general también como empírico, cuando no superchería, y se ciencia -un elemento fundamental en la imagen que tiene Occidente
le suele atribuir gran parte de los males de salud que privan en tales de sí como cultura-, lo cual ha resultado en una serie de oposiciones
zonas del planeta. Cierto que en los países del Primer Mundo hay una entre el conocimiento científico y el indígena, en donde uno es teórico
corriente que idealiza este saber por considerarlo natural y por tanto y el otro empírico, el primero es racional mientras el segundo es fun-
puro, así como sectores que acuden a él con mayor frecuencia, y tam- damentalmente irracional, uno abierto y el otro cerrado, y así al in-
bién que es objeto de estudio en un número creciente de laboratorios finito. Una suerte de juego de espejos, donde todas las demás formas
de conocimiento son una imagen inversa de lo que es la ciencia y que,
2 Janis Alcorn, "Noble Savage or Noble State? Northern Myths and Southern Realities in Biodiversity a manera de baraja, se ha ido desplegando a lo largo del tiempo con
Conservation", en Etnoecologica, vol. 11, núm. 3, pp. 7-19, 1994.
3 Norman R. Farnsworth, "Screening plants for new medicínes", en Biodiversity, E. O. Wilson (ed.), Washington
los cambios que va sufriendo su propia imagen -quienes la critican e
D. C. National Academy Press, 1988. idealizan el conocimiento indígena simplemente juegan al revés.

12 13
Cesar Carrillo Trueba Pluriver,o

Sin embargo, basta con mirar detrás de la imagen que se ha for- ginación impone a los hechos; las fuentes de la imaginación suelen
jado de la ciencia, pasar del otro lado del espejo que le devuelve ser también de origen marcadamente cultural"."
su imagen engrandecida, para darse cuenta de que las cosas no Aun así, a pesar de todos los estudios realizados acerca de ella,
son así, que todo va de otra manera. En ello han desempeñado un la ciencia constituye un elemento fundamental en la cosmovisión
papel fundamental los estudios sobre la ciencia, su historia, filo- occidental, ya que proporciona sentido al universo, a su orden y
sofía, ideología y psicología, su relación con la economía, el poder devenir, a la historia humana, al lugar que ocupa esta cultura en el
y otros tantos aspectos cotidianos de su quehacer. La imagen que mundo, y al mismo tiempo legitima la racionalidad prevaleciente en
éstos proporcionan la muestra como una actividad social similar a la sociedad, en la relación entre los individuos así como con los de
muchas otras, realizada por personas que viven en una sociedad y otras culturas. Su brazo armado, la tecnología, le confiere la supre-
una época determinada y comparten por tanto ideas y prejuicios, macía material que ratifica esta manera de ver el mundo. El menos-
muy lejos de ser neutra u objetiva, y cuyo desarrollo no constituye precio hacia otras formas de conocimiento, al igual que su reverso, la
un progreso en sí ni aporta un beneficio a la humanidad y menos idealización de éstas, derivan de ella. No es raro por tanto que, desde
aún constituye el motor del desarrollo social por marcar la pauta cualquiera de las dos perspectivas, simplemente se coloquen todas las
del avance tecnológico; incluso su método, el cual se supone ga- formas de conocimiento no occidental en un solo saco.
rante de su objetividad, es igualmente cuestionado por este tipo
de estudios. Un concepto difuso
Esta imagen, que en mi opinión simplemente torna humano el
trabajo de investigación, es aceptada de buena gana por algunos La definición de lo que es el conocimiento indígena, tradicional o no
científicos, como Stephen jay Gould, quien ve esta actividad "como occidental es algo complicado. Como lo escribió Gregory Bateson,
un fenómeno social, como una empresa dinámica y no como el tra- "nuestras categorías 'religioso', 'económico', etcétera, no son subdi-
bajo de robots programados para recoger información pura". Para él, visiones reales que estén presentes en las culturas que estudiamos
"la ciencia, en la medida que es hecha por individuos, es una actividad sino meras abstracciones que adoptamos en nuestros estudios"." Esta
que hunde sus raíces en la sociedad. Avanza por presentimiento, afirmación es especialmente cierta en lo que se refiere a la imagen
visión e intuición. Gran parte de su transformación a lo largo del que se ha construido del conocimiento que poseen los pueblos indí-
tiempo no debe ser considerada como una aproximación más fina a genas del mundo entero así como del de culturas ya desaparecidas,
la verdad absoluta, sino como la modificación de contextos cultura- pero puede hacerse extensiva al de la misma sociedad occidental, en
les que la influencian fuertemente. Los hechos no son elementos de donde hay otro tipo de conocimiento además del científico. El cono-
información puros y sin mancha; la cultura influye también sobre
aquello que vemos y en la manera en que lo vemos. Además, las teo- • StephenJay Gould, Úl mal-mesure de l'homme (versión en francés de The Missmesure of man), París, Ramsay,
p. 16, 1983.
rías no son deducciones inexorables que obtenemos de los hechos. 5Gregory Bateson [1972], Pasos hada una eeología de la mente, Buenos Aires, Planeta/Carlos Lohle, p. 89,
Las teorías más creativas son, con frecuencia, visiones que la irna- 1992.

14 15
César Carrillo Trueba P¡"ri~er,o

cimiento humano es tan vasto como la misma vida social, es decir, se ella, hasta el de culturas como la que predomina en China, que ha
le encuentra desde la selección de lo que se come y su preparación, mantenido una continuidad de milenios e incluso posee gran cantidad
el tipo de vivienda que se construye, hasta en las observaciones del de obras escritas sobre muy diversos aspectos de su conocimiento.
movimiento de los astros en el cielo, los ritmos climáticos y un largo Este ensayo no pretende por tanto proporcionar una definición
etcétera que incluye aspectos no siempre tangibles para una mente de lo que es el conocimiento tradicional, no occidental o indígena,
educada en Occidente. ni siquiera decidir cuál es el término apropiado para referirse a
En términos generales, todo acto humano implica una serie de éste, ya que la diversidad de formas de conocimiento es demasiado
conocimientos, muchos de ellos tan inconscientes que rara vez les amplia para ser abarcada por un solo término. Si se mantiene el
prestamos atención. En un extremo tendríamos los hábitos, que en- de indígena es porque se refiere exclusivamente al conocimiento
cierran gran cantidad de conocimientos inconscientes, y en el otro que poseen los pueblos indígenas o indios de México, y porque me
aquellas acciones que requieren una conciencia nítida de lo apren- parece más adecuado que el de tradicional, ya que por una parte
dido o por aprender, la mayoría resultado de situaciones poco de- existe un conocimiento popular que también podría denominarse
finidas o complejas. "Hablando en sentido amplio -dice el mismo tradicional -el cual se halla igualmente sometido, como lo explica
Bateson-, podemos permitirnos mantener hundidos en la conciencia Michel Foucault-," y la idea de tradición que impera es más bien la
aquellos tipos de conocimiento que siguen siendo verdaderos inde- de algo inmóvil, estático y conservador, muy a pesar de los esfuer-
pendientemente de los cambios producidos en el ambiente, pero te- zos de numerosos antropólogos por romper con ella."
nemos que mantener en un lugar accesible todos aquellos controles La intención es más bien elaborar una crítica de la visión predo-
de la conducta que deben modificarse en cada caso concreto"." minante en nuestra sociedad de lo que es el conocimiento indígena,
Sin embargo, al referirse al conocimiento que poseen otras culturas, para lo cual se estructura este ensayo en dos tiempos. El primero
por lo general se toma como punto de referencia el conocimiento cien- aborda los lugares comunes en torno a la evolución humana y su sub-
tífico, de manera que son los objetos de estudio de este último los que secuente diversificación -en especial su piedra angular, la revolución
constituyen el universo de conocimiento de las demás culturas, lo cual neolítica-, hasta llegar a la génesis de la cosmovisión mesoamericana
reduce en gran medida el campo que éste abarca en ellas. Además, al y el lugar que ocupa el conocimiento en ella. No es una explicación
emplear a escala mundial este término o alguno de sus sinónimos pormenorizada de esta larguísima historia, sino tan sólo un contra-
(conocimiento tradicional, local, precientífíco, etcétera), se incurre en punteo. El segundo trata de la imagen que en la sociedad occidental
una reducción excesiva, ya que en él se coloca todo lo que es ajeno a se ha creado de la ciencia, y a partir de ella la imagen que se ha cons-
la cultura occidental contemporánea y urbana, desde el conocimiento truido de las formas de conocimiento de las demás culturas.
que pervive en su propio ámbito rural o en sectores marginados de

: Michel Foucault [19761. Genealogía del racismo, Madrid, Ediciones La Piqueta, p. 21, s/f.
Véase por ejemplo, George Balandier [19881. El desorden. La teoría del caos en las ciencias sociales, Barcelona,
6 Idern, p. 169. Gedisa, pp. 35-37, 1989.

16 17
César Carrillo Trueba Pluri"er,o

No comparto el desencanto por la ciencia de muchos de aquellos la relación asimétrica que ha prevalecido en este punto. Esto puede
que trabajan estos temas. Prefiero asumir todas sus contradicciones y abrir paso a la construcción de un Pluriverso, en donde toda cultura
avanzar en esta forma de conocimiento con la conciencia que brindan -no separada de la naturaleza que la constituye- encuentre su lugar
los estudios acerca de ella, sabiendo que no es la verdad absoluta y que y pueda mantener un intercambio continuo e intenso con otras cul-
mi percepción puede estar sesgada por mis preferencias ideológicas, turas en una relación de igualdad. Creo que es el único camino hacia
por mi simpatía hacia muchas personas que he conocido en las comu- la consecución de un mundo pluricultural, en donde el derecho a la
nidades indígenas donde he tenido la oportunidad de trabajar y una autodeterminación de los pueblos sea verdaderamente una garantía,
gran cantidad de razones más que no viene al caso enumerar. Esto no sin importar su tamaño, modo de vida o forma de conocimiento.
me impide ser crítico para con la ciencia, cuestionar una serie de as-
pectos que cada vez se imponen más en el quehacer científico, como la
visión tan reduccionista que impera en varias ramas -el adaptacionis-
mo reinante en la teoría evolutiva es ejemplo de ello- o la injerencia
creciente de las compañías trasnacionales en ciertos campos, como la
biotecnología, y el entusiasmo que prevalece entre numerosos investi-
gadores por los cultivos transgénicos, por mencionar un caso.
Además, esta posición me permite plantear la equivalencia de
formas de conocimiento distintas, la búsqueda de puentes, de co-
rrespondencia entre ellas, de colaboraciones para fines prácticos, en
especial entre la ciencia y el conocimiento indígena, lo cual me pare-
ce necesario para terminar con la idea de que sólo la ciencia es capaz
de acceder a las leyes naturales, únicas y universales, pero sin caer
en un relativismo absoluto en donde cada cultura accede de manera
única a la naturaleza, generando un conocimiento inconmensurable.
La propuesta es, retomando el relativismo relativista impulsado por
Bruno Latour,? aceptar la indisociable unión de naturaleza y cultura,
la dimensión universal del conocimiento que se genera al interior
de cada una de estas unidades -en la medida que responden a las
necesidades e interrogantes básicas del ser humano-, y romper con

9Bruno Latour, Nous n'avons jamais été modernes. Essai d'anthropologie symétrique, París, La
Découverte, 1991.

18 19
Naturaleza, cultura y conocimiento

Ningún individuo es libre de describir


la naturaleza con absoluta imparcialidad,
pues hasta cuando piensa que está
totalmente libre, se encuentra constreñido
por ciertos modos de interpretación.
BENJAMIN LEE WHORF

Pensamiento y lenguaje

De las teorías que intentan dar cuenta del desarrollo ccgnoscinvo


del ser humano hay una que me parece que sintetiza de manera
contundente tanto el desarrollo ontogénico, del individuo, como la
historia evolutiva de la humanidad misma; es la que postula que el
cerebro del recién nacido -siempre y cuando el embrión haya creci-
do en condiciones adecuadas-, constituye una entidad toüpotencial
para el aprendizaje, y que a 10 largo de este proceso, al adquirir
ciertas capacidades se pierden otras.' Esta teoría se diferencia de
aquellas que plantean que el cerebro se desarrolla por la adquisición
de nuevas habilidades, pero a decir verdad, ambas aproximaciones
son capaces de explicar gran parte de los patrones de aprendizaje,
tanto a nivel psicológico como neuronal. Así, por ejemplo, una vez
que un niño aprende a hablar su lengua materna y en la edad adulta
adquiere dominio de ella, el aprendizaje de otra se torna más difícil
+su pronunciación, gramática, los valores y símbolos que encierran

1 Jacques Mehler, "Connaii.re par désapprenussage", en Lunilé de ¡'homme, 2. Le ccrveuu humain, E. Morin y M.
Piatelli-Palmarini (eds.), París, Seuil, 1974.

2J
César Carr 110 Trueba

--
Pluriverso

las palabras en su contexto social, etcétera-; esto se podría explicar partida de lo que implica el acto de hablar, la misma adquisición
como la inhibición de esas facultades por el desarrollo de las prime- de una lengua, que no es homogénea del conocimiento -que mucho
ras, pero también como el desarrollo de ciertas habilidades y el no ocurre por imitación de lo que hacen los otros-, de la comunica-
desarrollo de las otras. De cualquier manera, en ambos casos esto ción, es decir, del papel del lenguaje en la vida social." No obstante,
no es absoluto, ya que hay una inter ior iz ación del proceso mismo de estoS aspectos han sido analizados con mayor detenimiento por
aprendizaje y, por tanto, es posible mantener cierta habilidad para Edelman, quien integra en el proceso de adquisición del lenguaje
adquirir nuevas capacidades hasta el final de la vida, aunque nunca su dimensión corporal, emotiva, cognoscitiva en diferentes escalas,
igual que en los primeros años. y otrOS aspectos que restituyen al ser humano su totalidad como
Sin caer en la primacía de lo biológico, me inclino por la idea organismo -a diferencia del enfoque que hace de éste tan sólo un
de que, como resultado del proceso evolutivo, el cerebro contiene espíritu o un cerebro vehiculado por un cuerpo cuasi autómata-,
intrínsecamente la capacidad de aprender el lenguaje humano y no mas no como un ente aislado, sino como parte de una comunidad,
el de los simios o las ballenas, y que las habilidades que desarrolle de una cultura y una historia, y en indisociable relación con un
un recién nacido dependerán del contexto en que crezca, es decir, del medio natural.
medio social y natural en que tenga lugar el proceso de aprendizaje, Esto es fundamental, ya que, como lo ha expuesto Benjamín Lee
lo cual ocurre básicamente por la vía del lenguaje, entendido en un Whorf, una lengua no es sólo un medio para enunciar y comunicar,
sentido amplio, esto es, con su dimensión corporal, la intenciona- es la esencia misma del pensamiento, pues en ella va implícita una
lidad que lo acompaña, etcétera. Es decir, que todo ser humano es lógica, valores, símbolos, historia, relaciones sociales, interacciones
capaz de llegar a hablar cualquiera de las lenguas existentes, o va- con el medio, etcétera.
rias de ellas, y de adquirir los modos de razonamiento, los valores
y demás códigos de la sociedad en donde crezca. La manera como El sistema lingüístico de fondo, de cada lengua (en otras palabras, la gramática) no
este proceso ocurre, así como los aspectos cognoscitivos que implica es meramente el instrumento reproductivo para dar voz a las ideas -escribió este
el pensamiento, ha sido explicada por medio del desarrollo de "es- autor-, es más bien el que da forma a las ideas, el programa y guía para la actividad
tructuras latentes" innatas -es la teoría de Noam Chornsky-.? pero mental del indivi.duo, para el análisis de sus impresiones, para la síntesis de su
también por la estrecha relación entre esta base biológica y el me- repertorio mental en movimiento. La formulación de ideas no es un proceso inde-
dio -desde un enfoque epigenético, como lo ha propuesto Gerald pendiente, estrictamente racional en el sentido antiguo, sino que es parte de una
M. Edelrnan? En ambos casos, esto constituye tan sólo el punto de gramática particular, y difiere, desde ligera hasta enormemente, entre gramáticas
diferentes. 5

, Véase por ejemplo Noam Chomsky [19751. Réflcxions sur le langage, Parts, Flamarian, 1981 (versión en
francés de Rcflectiol1s (>11Language), y jcan-Pierre Changeux y Aruoine Danchin, "Apprendre par stabilisation
sélective de synapses en cours de développernent", en ülI1ité de l'homme. 2. Le cerveau l!ullIain, E. Morin y M. 1 Una propuesta de cómo abordar esta cuestión se puede encontrar en Dell Hymes, Foul1dations in
Plalelh-Palmarini (eds.), París, Seuil, p. 84,1974. ~OCiolingUistiCs.
An Elhnograpltic Approach, Philadelphia, University of Pennsilvanya Press, 1974.
J Véase Gerald M. Edehnan [19921. Bi%gie de la consdcnce, París, OdileJacob, 2000 (versión en francés de Benjamin Lee Whorf, "Scíence and linguistics", en Language, Thought al1d Reality, Se1ected Writings of B. L.
Bright Air, Brillian[ Fire: On lhe Matta of Mind). WJl°'f, john B. Carroll (ed.), Cambridgc, The MIT Press, pp. 212-213, 1940.

22 23
César Carrillo Trueba Pluriverso

zándose en pos de otras tierras, estableciéndose en cada uno de los


Se podría decir que en este hecho radica la unidad e igualdad de sitios colonizados, entablando relaciones de distinta índole con el
los seres humanos, y es lo que subyace a la gran diversidad de len- medio, modificando las existentes entre ellos y definiendo nuevas
guas existentes en el mundo -más de seis mil, aunque ciertamente con otros grupos ya diferenciados, tal vez con una lengua y mane-
muchas de ellas cercanas, por lo que, si además consideramos la his- ras distintas. La diversidad de culturas, de lenguas, cosmovisiones
toria de sus hablantes, difícilmente se puede decir que existan tantas y conocimientos que ha existido y existe aún en el mundo tiene su
cosmovisiones como lenguas hay. origen en este proceso.
No se sabe con certeza cuándo apareció esta capacidad cerebral y
los debates siguen siendo intensos al respecto, mas a partir del análi- La diversificación humana
sis de algunos cráneos encontrados se deduce que Hamo habilis, hace.
aproximadamente dos millones de años, pudo haber tenido un len- El culto a la herramienta, a la fabricación de utensilios, como rasgo
guaje articulado. No obstante, es muy probable que éste se desarro- exclusivamente humano, y la idea de un progreso continuo en esta
llara realmente en [arma con el primer Hamo sapiens, que se originó dirección a lo largo de la historia no sólo han recibido severas críticas
en África hace trescientos mil años, cuyo cráneo posee la misma talla de orden teórico, también han sido impugnadas por hallazgos con-
que el nuestro. De él derivan el hombre de Neandertal (Hamo sapiens tundentes procedentes de disciplinas varias, desde la etología -que
neanderthalensis) y el hombre contemporáneo (Horno sapiens sapiens), ha documentado el uso de utensilios por distintas especies anima-
de capacidades muy similares." Este último tiene su origen hace cien les-, hasta la antropología y la arqueología. En esta última, el descu-
mil años en África, de donde migra, hace 55 o 60 mil años, hacia brimiento de herramientas de piedra que datan de 2.5 a 3 millones
Australia, Oceanía y el sureste asiático; de allí se desplaza ocupando de años, cuando el género Hamo aún no aparece en el registro fósil
el resto de Asia y Europa, hace 35 o 40 mil años, y en dirección a y abundan los australopitécidos -de capacidad craneana menor a la
América, quizá también hace 35 mil, aunque la mayoría de los fecha- mitad de la media actual-, sigue levantando intensos debates y en su
mientas ubica este hecho hace 15 o 20 mil años. momento llevó a varios investigadores a ubicar estos homínidos en el
Con base en estos datos, obtenidos por medio de estudios arqueo- género humano, a hacer de ellos nuestros ancestros directos."
lógicos, genéticos, paleontológicos y glotocronologicos,' se especula De igual manera, la falta de correspondencia entre los cambios
en torno a la idea de la existencia de una lengua original de la cual tecnológicos, el tipo de herramientas y los cambios mor íológicos en
derivan todas las demás. Y de igual manera, siguiendo ese itinera- los homínidos o la aparición de nuevas especies de éstos sigue cau-
rio, se puede imaginar a los grupos de Hamo sapiens sapiens despla- sando discusión, principalmente debido a la idea tan enraizada de
que la evolución humana es resultado de cambios graduales -como
• Retorno aquí la clasificación del Neandertal y el ser humano actual como subespecíes de HonlOsapiens, pero
hay quienes los consideran dos especies distintas.
7Luca Cavalli-Sforza [19931. Qui sommes-ncus? Une llistoire de la diversité humainc, París, Albin Michel, • Los detalles se pueden encontrar en Donald Johanson y Lucy Mau.land Edey, The Beginnings Di Humanl'¡nd,
1994. Nueva York, Simon and Shusier, 1981.

24 2S
César Carrillo Trlleba

el crecimiento paulatino del cerebro, algo que no confirma el registro


fósil-, y que la cultura -en este caso la fabricación de utensilios- es
-- Pluriverso

plantea la teoría de los equilibrios puntuados propuesta por Niles


Eldredge Y Stephen Jay Gould.'? El esquema lineal predominante nos
una forma de adaptación de la especie, la cual se desarrolla también ilUpide ver que durante estos largos periodos d~ estabilidad ocurrió,
gradualmente. Desde esta perspectiva, en marcada en la idea lineal or ejemplo, el poblamiento de Asia, Europa y Africa por Hamo erec-
de un progreso lento y continuo, se esperaría que un acontecimiento ~us, o la dispersión de los neandertales por Europa, lo cual implica
evolutivo tuviera aparejado un cambio tecnológico. Sin embargo rara el establecimiento de nuevas relaciones con el medio que habitan y
vez esto se registra así.? Hasta ahora, por ejemplo, la aparición de las entre ellos mismos, el desarrollo de un conocimiento de la región, de
primeras herramientas no coincide con ningún cambio en los aus- los animales y plantas que allí se encuentran, de los fenómenos cli-
tralopitécidos de entonces ni con la emergencia de alguna nueva es- lUáticos, los cambios estacionales, y un largo etcétera que, en suma,
pecie. Asimismo, las herramientas de tipo olduviano, fabricadas en constituye la relación de los homínidos con el tiempo y el espacio, una
Africa hace 1.8 millones de años por Hamo habilis, fueron adoptadas cuestión fundamental en la evolución humana. Como lo señala André
por Hamo ergaster hace 1.6 millones de años -fecha cuando éste apa- Leroi-Gouhran, "el hecho humano por excelencia no es quizá tanto la
rece en el registro fósil-, y predominaron aun durante cerca de 200 creación de herramientas, sino la domesticación del tiempo y el espa-
mil años -cuando hay un cambio en la forma de fabricar las herra- cio, es decir, la creación de un tiempo y un espacio humanos"Y
mientas con la aparición del tipo achuleano-, y se mantuvieron en La perspectiva de este autor permite adentrarse en los procesos
coexistencia con este último durante 500 mil años más. Y este estilo básicos que llevaron a la diversificación humana durante la expan-
de herramientas no fue alterado por la aparición del hombre moder- sión de Hamo sapiens sapiens por el mundo entero, la cual cobra
no, hace 100 mil años, sino hasta 50 mil años después, cuando surge especial intensidad hace alrededor de 40 mil años, y alcanza su auge
un nuevo tipo de herramientas, que por sus numerosas variantes es durante el neol ítico. En esta época los grupos humanos se asientan
conocido bajo diferentes nombres -magdaleniano, auriñaciano, gra- de manera más estable y levantan construcciones de diverso tipo,
vetiano, kosteniano y otros más. confeccionan utensilios cuyo principio básico es similar pero que
Lo anterior muestra que las relaciones entre evolución biológica se diferencian por la búsqueda de formas distintas, como los mangos
y cambio cultural son más complejas de 10 pensado, que la idea de de los sílex, la ornamentación de los instrumentos usados o los mate-
cambio gradual es más bien un prejuicio social que una realidad y riales con que éstos eran confeccionados. Aparecen asimismo las pri-
que el desarrollo tecnológico tampoco sigue esta pauta. Lo que cada meras representaciones artísticas, pinturas rupestres que muestran
vez resulta más evidente es que tras un cambio rápido, en tiempos escenas de animales y humanos, y pequeñas esculturas zoomorfas
históricos o geolcgicos, sigue un periodo de permanencia -éstasis -caballos, mamuts, felinos y otros- y antropomorfas, entre las que
es la palabra técnica-, en donde el cambio es mínimo, tal y como 10
ro la
. exposición más elaborada se encuentra en la magna obra de Stepheri Jay Gould, The SlnJclure of
~volUliol1alY Theory, Cambrídge, Mass/Londres, The 8elknap Press of Harvard University Press, 2002.
, Niles Eldredge y Ian Tauersall, The Myths of Human Evolulion, Nueva York. Columbia University Press, 19~~dré Leroi-Gourhan [19651. Le Gesle ella Parole. La ntémoire el les Rythmes, París, Albin Míchel, p. 139,
pp. 156-157, 1982.

2G 27
e é s a r e a r r i I 1o T r \1 e b a Pluriverso

destacan, en Europa, las célebres Venus -mujeres de formas muy cópico flujo de impresiones que debe ser organizado por nuestra mente, lo
redondas relacionadas con la fertilidad. Esto lleva consigo la géne- cual significa, principalmente, por el sistema lingüístico de nuestras mentes.
sis de un universo simbólico, de mitos y ritos, de una cosmovisión, Cortamos la naturaleza, la organizamos en conceptos y atribuimos significa-
probablemente muy parecida en grandes áreas, como la europea, en dos como lo hacemos, básicamente porque somos parte de un acuerdo para
donde hay indicios de intercambio y asimilación de objetos de ca- organizado de esta manera, un acuerdo que se sostiene por medio de nuestra

rácter religioso -como las Venus- de una región a otra. comunidad de habla y que se halla codificado en el patrón de nuestro lengua-
Es asimismo a lo largo de este proceso que se díversífícan las len- je. El acuerdo es, por supuesto, implícito y no establecido, pero sus términos

guas, lo cual da una mayor cohesión y unidad a los distintos grupos son absolutamente obligatorios; no podemos hablar a menos de suscribi.r la

humanos ya constituidos, y cuyo resultado será la conformación de organización y clasificación de los datos que el acuerdo decrer a.P

una sociedad, de una cultura propia estrechamente ligada al am-


biente en donde se desenvuelve. Este entramado es fundamental para entender de otra manera los
inicios de la agricultura y la domesticación de animales, la llama-
La idea de sociedad -afirma Mary Douglas- es una poderosa imagen, capaz par sí da revolución neolítica, y evitar así los esquemas neodarwinistas y
misma de dominar a los hombres, de incitarlos a la acción. Esta imagen posee una economicistas que han mantenido una visión estrictamente deterrni-
forma: tiene sus fronteras exteriores, sus regiones marginales y su estructura inter- nista, según la cual los cazadores-recolectores sufrieron una penuria
na. En sus contornos contiene el poder de recompensar el conformismo y repeler alimentaría así como una presión demográfica que los habría lleva-
la agresión. En sus márgenes y en sus regiones no estrucruradas existe energía. do a abrazar la agricultura y la cría de animales. En este sentido,
Todas las experiencias que experimentan los hombres en cuanto a las estructuras, y a la luz de nuevos hallazgos, resulta ilustrativo el caso de Medio
los márgenes y las fronteras son un reservario de símbolos de la sociedad.V Oriente, uno de los sitios en donde tuvo lugar este acontecimiento a
lo largo de un periodo que va de 12 mil a 6 300 a.c., y de donde se
El conocimiento que se genera al interior de toda sociedad se ha- difundió hacia otras partes, principalmente a Europa. "El paso a la
lla completamente embebido en esta trama, en donde naturaleza y agricultura no es, en sus inicios, una respuesta a una situación de
cultura se entrelazan de manera ind isociable , y se cristaliza en la penuria",lt sostiene el arqueologo jacques Cauvin, ni tampoco a una
lengua, tal y como lo explica B. L. Whorf: supuesta presión demográfica, ya que, como lo han mostrado diver-
sos estudios, "el crecimiento de un grupo humano primitivo se ve
Disectamos la naturaleza siguiendo líneas trazadas por nuestras lenguas menos limitado por la capacidad de su entorno para. alimentarlo que
nativas. No podemos encontrar en el mundo fenomenológico las categorías por un umbral cuantitativo de naturaleza estrictamente sociológica,
y tipos que aislamos de él, ya que éstos miran directamente a la cara de todo
observador; por el contrario, el mundo se nos presenta como un caleidos-
1] B .
I'J enJarnín Lee Whorf, 0r. cit., pp. 213-214.
l2 Mary Douglas [1967], D~ la souillure Cedo[ranccsa de Purity llnd Dunger), París, Maspero, p. 130, 1971. acques Cauvin, Naissancc des divinités, naissance de l'agriculture, París, Flarnarion, p. 91,1997.

2R 29
César Carrillo True.ba Pluriverso
----------------------------------------------------
más allá del cual el sistema social no puede funcionar ya sin una una humanidad cotidiana"." Simultáneamente emerge la figura del
tensión que perjudica la cohesión del grupo"." y tras analizar los [Oro como la representación de todos los animales, de lo masculino,
datos que han resultado de distintas excavaciones, concluye que "la pero subordinado a la Diosa Madre. Estas imágenes se van a difundir
economía agrícola aparece más bien como un caso particular de una por todo Medio Oriente a lo largo del neolítico -el toro representado
adaptación más profunda de las sociedades humanas a sí mismas y bajo la forma de distintos animales de cornamenta prominente-,
a las tensiones que sufren, la cual tiene lugar por medio de nuevas convirtiéndose en los símbolos predominantes. Esto, a decir del mis-
modalidades de la vida colectiva"." mo autor, habría constituido una suerte de "mutación mental" -un
De igual manera, todo indica que la domesticación de animales no poco de la misma manera como, de acuerdo con Thomas S. Kuhn,
puede ser explicada con esos esquemas, y la idea de que la cabra fue se genera un paradigma-, la cual, al igual que éste, con el tiempo
domesticada por pueblos de caz adores-recolectores nómadas resul- imprimió un nuevo orden en la vida de esos pueblos y en su relación
ta asimismo errónea, pues los hallazgos muestran que esto ocurrió con la naturaleza, en donde tuvo entonces cabida una vida centrada
alrededor de 8 mil años a.C.; en pueblos sedentarios que plantaban en la agricultura y la cría de animales.
distintas especies silvestres en proceso de domesticación -como las A pesar de la interesante propuesta de Cauvin, la relación entre
lentejas y el sorgo- y una especie de trigo ya domesticado. Este hecho estos dos fenómenos no aparece suficientemente clara. Sin embargo,
permitió, unos quinientos años después, la emergencia de pueblos su valor radica en romper con los lugares comunes y poner en relieve
pastores nómadas, la cual tampoco se debe a presión demográfica el papel de lo cultural, lo simbólico, mostrando así la complejidad del
alguna ni a fenómenos climáticos u otros de orden natural. asunto. Su conclusión al respecto vale la extensión:
A decir de ]acques Cauvin, habría que buscar las causas en otro
ámbito. Al parecer, en los inicios de esta transformación, alrededor No habría que buscar una relación de causalidad propiamente dicha entre los
de 9 500 años a.C., tuvo lugar un importante cambio en la cosmovi- dos fenómenos, sino más bien una "correspondencia" entre dos vertientes,
sión de los pueblos cazadores-recolectores de esa área con la aparición interior y exterior, de una sola y única mutación: sólo el cambio cuantitativo
de figurillas femeninas -hasta entonces predominaban las zoomor- en la economía de producción y sus efectos en las estructuras de la sociedad
fas- que poco a poco fueron asociadas a "la idea de fecundidad, de tienen la categoría cronológica de "consecuencias" derivadas de ese cambio
maternidad, de realeza y de dominio de las fieras", conformando un inicial, simultáneamente ideológico y practico.l''
culto a una Diosa Madre que aparecerá ligada posteriormente al ámbi-
to agrícola. Esta transformación rompe con las representaciones que Cazadores-recolectores y agricultores del Nuevo Mundo
prevalecían anteriormente, carentes de jerarquía, al generar una se-
paración en "el imaginario humano entre un 'arriba' y un 'abajo', en- Aunque hasta mediados del siglo xx se consideraba el Medio Oriente
tre un orden de la fuerza divina personificada y dominadora, y el de la CUna de la civilización por haberse domesticado en esa zona los
15 Idem, p. 93.
"rs /ciem, p. 102.
16 Idem, p. 95. 1delll, p. 278.

30 31
C é s a Carrillo Trlleba Pluriverso
------------------------------------------------------------

animales y las plantas que constituyen el sustento en los países el papel desempeñado por África en el desarrollo de la agricultura,
europeos, las investigaciones en arqueología y otras disciplinas, así de sus técnicas y de sus recur sos't" Esto es aún visible en lo que
como la difusión de los estudios efectuados varios años atrás por se refiere a su zona tropical, en donde, al igual que en Amazonia,
Nikolai 1. Vavilov acerca de los centros de origen, pusieron en relie- destacan los tubérculos, en este caso el ñame, cuya domesticación se
ve la importancia de las demás regiones en donde este mismo pro- considera de menor importancia ya que sus prácticas relevan de la
ceso tuvo lugar. Y aunque todavía no existe un consenso en torno horticultura, que no es vista como agricultura debido a que en lugar
a las fechas en que éste ocurrió en los diferentes continentes, su de semillas se siembran partes vegetales, como esquejes, y por ser
emergencia bajo distintas condiciones naturales, contextos cultura- más antigua, lo cual durante mucho tiempo fue sinónimo de primi-
les e historias se encuentra ligada a la de cosmovisiones diferentes tivo, mientras la agricultura marcaba el inicio de la civilización.
así como a una diversificación lingüística que resultó en aproxi- ,Mesoamérica es un sitio indiscutible de domesticación de plantas
madamente doce mil lenguas, de las cuales sólo queda la rnitad!? y animales, sobre todo por el maíz, alrededor del cual crecieron
La explicación más común que se esgrime recae nuevamente en el las diferentes sociedades que han ocupado este territorio a lo largo
esquema neodarwinista, a saber, que esto se debe al aislamiento de la historia. El acervo cultural de los primeros agricultores de
físico de las poblaciones y su adaptación al medio. Me parece que esta región proviene del mismo tronco del que derivan los demás
es más probable que esto resulte de un reacomodo social, como lo habitantes nativos del continente, de aquellos grupos de cazadores-
propone Cauvin, lo cual habría proporcionado una mayor cohesión recolectores que pisaron esta parte del planeta tal vez hace 35 mil
a los grupos constituidos, lo que a su vez pudo haber influido en las años, fecha que establecen algunos estudios, o bien entre 20 y 15
relaciones entre éstos. mil años, como lo indican otros -la discusión es tal, que incluso se
Los sitios en donde se originó la agricultura y la cría de animales cuestiona que la primera migración haya sido por el norte, como
siguen siendo objeto de investigaciones y debates. En América, por siempre se ha planteado, debido a que los indicios humanos más
ejemplo, no termina de ser aceptada la zona amazónica por no ha- antiguos provienen de Sudamérica.
berse generado en ella ningún cereal o animal, pero es allí donde se La imagen de los cazadores-recolectores dista mucho de la que
domesticó la yuca, un alimento fundamental en las zonas tropicales se ha popularizado -Museo Nacional de Antropología incluido-, en
de Centro y Sudamérica; lo mismo ocurre en el caso de África, en el donde se les presenta como hordas casi simiescas que se desplazan
cual, como lo señalan Roland Porteres y]acques Barrau, "los prejui- sin cesar de un sitio a otro, dedicados a la caza de grandes mamuts
cios coloniales y un desconocimiento del origen de varios cultígenos y a escabullirse del temible tigre dientes de sable. Se sabe que, en

africanos y, más en general, de la prehistoria del continente, habían realidad, permanecían largo tiempo en una zona, siguiendo itinera-
hecho que durante mucho tiempo se minimizase y hasta ignorase rios más o menos definidos, o bien alternando asentamientos con el

20 Roland Porteres y Jacques Barrau, "Comienzos, desarrollo y expansión de las técnicas agrícolas", en HisLoria
19 Luisa Maffi, "linguistic Diversity", en CulLural and SpiriLual Values oJ BiodivasiLy, Darrell A. Posey (edJ.
Londres, UNEPfIT,p. 22,1999. general de AJrica, vol. 1,]. Ki-Zerbo (ed.), París, uNESCorrecnos, p. 720,1982.

~12 33
César Carrillo Trucba P 1 u r i ver s o

-----
cambio de estación, recolectaban una gran cantidad de tubérculos, acuerdo con este punto de vista, se podría esperar que un rápido crecimiento de
semillas, frutas y otras partes de plantas, y propiciaban y favorecían población sólo ocurra cuando lo permitan ciertas condiciones especiales.j '
algunas más; cazaban animales pequeños y pescaban mucho más de
lo que se pensaba -ya fuera en los ríos o el mar-, elaboraban gran El casa de los pueblos cazadores-recolectores de la costa noroeste
variedad de instrumentos punzocortantes empleando materiales de de Norteamérica Y California es ilustrativo al respecto. Esta zona
distinta naturaleza -hueso, concha, marfil, piedra, madera, etcéte- se hallaba poblada por numerosos asentamientos de alta densidad
ra- y enterraban a sus muertos. Llegaron a constituir sociedades de demográfica, pertenecientes a distintas culturas -tan sólo en Cali-
gran complejidad -como las llamadas jefaturas de la costa noroeste fornia había cerca de sesenta lenguas distintas cuando llegaron los
de lo que actualmente es Estados Unidos- y, mientras algunos pue- europeos-, cuyos habitantes vivían de la caza, la pesca y la recolec-
blos se entregaron a la vida agrícola -aunque siempre manteniendo ción" principalmente de bellotas.
ciertas actividades de recolección, caza y pesca-, ellos continuaron
con su modo de vida hasta la llegada de los europeos a América. La El sedentarismo, la alta densidad poblacional y los órdenes de rango social en
vasta red de intercambio que existía en el continente les permitía California y la costa noroeste muestran un contraste tan agudo con el modelo
allegarse algunas de las plantas domesticadas, las cuales cultivaban etnográfico generalizado de movilidad, amplia dispersión, cazadores-recolectores
de manera marginal, así como otros objetos y materiales, y poseían igualitarios, que algunos arqueólogos se preguntan si las culturas prehistóricas
perros desde 6 500 a.e. El arte no estaba ausente de su vida, como lo tardías de aquellas áreas pueden relegarse a la misma categoría de "Arcaico" que
muestra la elaborada cestería, de gran belleza, que manufacturaban las de los cazadores-recolectores menos complejas. Las sociedades de California y
muchos de estos pueblos. la costa noroeste eran comparables en algunos aspectos a las sociedades "forrnati-
La transición hacia la agricultura ha sido explicada igualmente vas" de otras regiones basadas en la agricultura. 22

recurriendo a la receta de la presión demográfica y la penuria que


conllevó, o bien, a súbitos cambios climáticos. Sin embargo, varios En suma, la sedentarización, la complejidad y la desigualdad social
son los casos documentados en donde esto no se cumple, como lo tuvieron lugar en pueblos de cazadores-recolectores, esto es, en au-
muestra Stuart j. Fiedel, quien se aleja de los lugares comunes al sencia de la famosa revolución neolítica.
mostrar la complejidad de este acontecimiento. Lo mismo se puede decir respecto al conocimiento que poseían
estos pueblos, anteriormente subestimado, y que las investigaciones
Los modelos de cambio cultural por simple presión demográfica han sido criticados efectuadas en las últimas décadas han puesto en relieve. No sólo po-
por los arqueólogos [,.. 1 quienes ven el crecimiento de la población dependiente seían un profundo conocimiento de los astros, el clima y el territorio,
de otros factores como el medio ambiente, la tecnología y la estructura social. De sino que conformaron un vasto saber acerca de animales y plantas.

1, Id
21 Stuart ]. Fíedel [19921. Prehistoria de América, Barcelona, Critica, p. 121, 1996. fin, pp, 166-167.

34 35
César Carrillo Trucha P t u r i ~e T s o

La caza implica un conocimiento minucioso de la conducta, de la o en pequeii.as barrancas, más húmedas y calientes; incluso alterar
época de apareamiento, de la reproducción, los sitios de anidamien- la estructura de la vegetación al clarear los árboles que proporcionan
to, el movimiento y de otros tantos aspectos de la vida animal; el sombra a plantas que se deseaba hacer crecer más rápidamente al
conocimiento de la vida de los insectos es indispensable para la co- sol, o eliminando aquellas que crecen en la parte baja del bosque
lecta de miel, huevos, larvas y organismos ya formados; por su parte, para plantar especies que necesitan sombra.
la recolección requiere el conocimiento de una amplia diversidad de Este tipo de prácticas, con el cúmulo de conocimientos que las
plantas, de su época de floración y fructificación, su reproducción, sustenta, habría llevado, bajo ciertas circunstancias, a la domesti-
sus variaciones -de tamaño, sabor, color, etcétera- y su distribución cación de las primeras plantas en Mesoamérica, y tal vez en el resto
en el territorio; casi lo mismo en el caso de los hongos. Este saber se del mundo, como lo plantean Alejandro Casas y Javier Caballero. A
entrelazaba en su universo simbólico con mitos y ritos, de manera diferencia de las teorías que sostienen que ésta se llevó a cabo re-
que se establecían vínculos de ascendencia con ciertos animales, moviendo las plantas de su lugar, es decir, ex situ -las más eurocen-
metáforas diversas con las plantas e itinerarios que entretejían ciclos tristas dan prioridad a la domesticación de cereales, mientras otras
naturales con acontecimientos mitológicos, en donde el movimiento privilegian la de tubérculos por ser anterior-, estos investigadores de
de los astros constituía la tela de fondo. la UNAM sostienen que la agricultura podría ser el resultado de "una
Sin embargo, ya fuera por la recurrencia de los recorridos o por larga historia de manejar in situ la vegetación natural"."
tener un mayor grado de sedentarización, la relación con el mundo Las relaciones que establecen por medio de este tipo de manejo
vegetal no se limitaba a la observación, la exploración y la recolección los seres humanos con la vegetación silvestre y algunos de sus ele-
de especies; incluía asimismo la intervención directa sobre éstas, lo mentos se pueden agrupar en tres grandes rubros: la tolerancia, que
cual implica un conocimiento más fino de los procesos ecológicos, las consiste en dejar, en los sitios que son alterados por alguna razón,
interacciones de las plantas y de éstas y los animales, de las caracte- aquellas plantas que los benefician de alguna manera -para obtener
rísticas de las semillas, el crecimiento, la diferencia entre las varieda- madera, como alimento, etcétera-, el fomento o la inducción de es-
des en [unción del suelo, la humedad, la temperatura, la incidencia de pecies deseadas, y la protección de todas ellas de plantas que las afec-
los rayos del sol y otros factores más. Así, con base en esto y en una tan de alguna manera -al competir por el agua, la luz o la sombra y
constante retroalimentación entre la observación, el establecimiento demás recursos-, así como de animales que las depredan. Al interior
de un orden y la práctica, los cazadores-recolectores dispersaban de este universo se efectúa una labor de selección de variedades, de
semillas, plantaban esquejes y cuidaban plantas que tenían buen aquellos individuos apreciados por su sabor, tamaño, tallo resistente
sabor o fruto más grande, mientras, al ser removida la vegetación u Otra característica. El resultado es un gradiente de transformacio-
para establecer un nuevo asentamiento, se dejaban en pie otras por nes en el genotipo y el fenotipo de las poblaciones de una especie, así
su utilidad. Todas estas intervenciones podían llegar a modificar en
cierto grado la abundancia de alguna variedad o su distribución al
,.
> Alejandro Casas y Javier Caballero. "Dornesiicación de plantas y origen de la agricultura en Mesoamérica",
moverlas para que crecieran junto a un curso de agua, por ejemplo, en Ciencias, núm. 40, p. 44,1995.

3G 37
-
César Carrillo Trueba Pluriverso

como en la abundancia de las especies que constituyen las comuni- encontrado los restos más antiguos de domesticación de plantas en
dades vegetales. Mesoamérica, que datan de aproximadamente 8 000 a.e. -ciertamen-
La manipulación sostenida de ciertas características del sistema te, los debates en torno a las fechas son interminables. Las primeras
reproductivo u obtenidas por medio de la formación de híbridos, especies que presentan cambios debido a manipulación humana son
por ejemplo, permite la supervivencia de variedades que no po- el guaje Y la calabaza, seguidos del chile y el aguacate. En el caso de
drían hacerla sin la ayuda del hombre. Dichas modificaciones pue- Tehuacán, de acuerdo con Richard S. MacNeish, los dos primeros
den llegar a tal grado que las poblaciones y el medio en que crecen eran sembrados en las barrancas que mantenían una mayor hume-
se diferencian de lo silvestre y su cultivo tiene lugar entonces en un dad, mientras el chile se plantaba en los márgenes del río, junto con
ambiente fuertemente transformado por los humanos, esto es, ex el aguacate, que no es nativo de esa región. El maíz hace su aparición
situ. Sin embargo no todas las especies son llevadas a este grado de en los tres sitios alrededor de dos mil años después, bajo la forma de
domesticación; más bien se establece un gradiente de interacciones una pequeña mazorca con minúsculos granos, comparados con los
que va desde las plantas cultivadas hasta las silvestres, de la vegeta- actuales que se piensa deben su tamaño a una mutación súbita resul-
ción modificada a la no alterada. De esta manera se puede obtener tado de la estructura genética de esta planta -aunque hay polémica al
a lo largo del año una gran diversidad y abundancia de recursos respecto. Del frijol silvestre se tiene evidencia muy antigua, alrededor
con relativamente poco trabajo, y no sólo de plantas, sino también de 8 000 a.e., pero las especies domesticadas datan de cerca de 4 000
de animales de diferente índole -aves, mamíferos, insectos, etcéte- a.e. Como se ha señalado, esta combinación es muy nutritiva debido
ra- que por la misma razón viven o transitan por esos sitios. a que el frijol suple la carencia del maíz en lisina, un aminoácido
Desde esta perspectiva, y con base en una idea de Earl e. Smith, esencial para los humanos.
quien trabajó con Richard S. MacNeish en el valle de Tehuacán, Ca- En cuanto a las causas que dieron origen a la agricultura en Meso-
sas y Caballero plantean que las primeras plantas cultivadas en esa américa, Kent V. Flannery, quien llevó a cabo las investigaciones en
zona podrían haber sido magueyes y nopales, debido a su fácil ma- Guilá Naquitz, en el valle de Oaxaca, descarta con argumentos sóli-
nejo, ya que se propagan vegetativamente, lo cual habría permitido dos cualquier explicación que aluda a cambio climático alguno, a la
un incremento en su abundancia para el consumo, explicación que presión demográfica -era muy baja- o a un proceso de adaptación,
concuerda con los datos arqueológicos que muestran su uso regular y se inclina por la idea de que ésta es resultado, más bien, de una
en la alirnentación.?" Aunque no se tienen datos que evidencien la estrategia que buscaba nivelar las variaciones entre la cantidad de
existencia de dicho manejo de la vegetación, hay suficientes indicios productos obtenida del manejo de la vegetación en la estación de se-
de que éste habría sido el más factible en sitios secos, como Tehua- cas y la de lluvias con el fin de mantener una cierta abundancia a lo
can, el valle de Oaxaca y la sierra de Tamaulipas, en donde se han largo del año. El crecimiento poblacional fue posterior y reducido.25

" Kenr y. Flannery, "Los orígenes de la agricultura en México: las teorías y las evidencias", en Historia de la
agricultura. Época prehispanica, siglo XVI, tomo 1, Teresa Rojas Rabiela y William T. Sanders (eds.), México,
H Idem, p. 39. I~AH, pp 241-242, 1985.

38 39
César Carrillo Trueba P 1 u r i ver s o
----------------------------------------------------------------
Esta idea es interesante y coincide tanto con la propuesta de Ale- un sitio privilegiado y tramó relaciones con los cultivos propios de
jandro Casas y Javier Caballero, como con lo que plantean André cada región y otras plantas silvestres. La conjunción de estos ve-
G. Haudricourt y Louis Hédin, quienes hacen un recuento de las getales Y las presas de caza, el pescado y otros recursos propios de
diferentes situaciones en que se llevó a cabo la domesticación de cada zona, conformó dietas muy variadas y estilos culinarios dis-
plantas en el mundo, y concluyen que en todos los casos se presenta tintos. Este proceso de unificación y diversificación se sintetiza en
una alternancia estacional marcada, un clima no frío, la presencia de la imagen que brinda André Leroi-Gourhan de los factores que en él
especies que forman reservas durante una época del año o en algún interv ienen.
periodo de su vida y cuyo genoma tiene ciertas características, y la
permanencia de una cultura en ese lugar." El medio exterior -constituido por los rasgos de la posición geográfica, zoológica y
Aun cuando no se ha establecido con exactitud en dónde se domes- botánica, así como por los que confiere la vecindad con otros grupos humanos- es
ticó cada especie, lo que se conoce hasta ahora del caso mesoameri- muy variable de un grupo a otro; y e! medio interior, que contiene las tradiciones
cano parece coincidir con estas características. La idea de que hubo mentales de cada unidad étnica, no es menos variable. Se puede plantear que e! en-
varios lugares donde esto se efectuó de manera simultánea es poco voltorio técnico de cada grupo es único en sus aspectos y que una misma película
probable, ya que, a juzgar por la intensa red de intercambio que exis- material no puede envolver dos veces un mismo grupo ni dos grupos diferentes en
tía en este territorio, es más factible que del sitio en el que se inició la historia humana; y los productos de! contacto de estos dos medios, el interior y
la domesticación hayan sido llevadas a otro -como parece haber su- el exterior, constituyen soluciones individuales a problemas forzosamente diferen-
cedido con el aguacate y el maíz en el caso de Tehuacán, donde antes tes. Es por ello que cada instante que transcurre en cada pueblo es distinto a todos
de la llegada de este último se consumía un cereal del género Setaria, los precedentes y futuros. El genio étnico radica en gran parte en esas condiciones
conocido como chupandilla- y de allí a otro lugar, en un proceso de siempre únicas que se crean. 27

difusión que en poco tiempo abarcó toda el área, llegando incluso


hasta la zona árida de Norteamérica y a Sudamérica. El resultado de este proceso fue la formación de aproximadamente
De esta manera, el cultivo de maíz en milpa, esto es, junto con 250 pueblos de diferente lengua, habitando un territorio de gran di-
frijol, calabaza, chile y otras plantas más, fue adoptado por pueblos versidad natural y unidos por una forma de vida tejida alrededor del
de distinto origen y lengua -pertenecientes a 16 familias lingüísti- cultivo del maíz. Una historia llena de intercambios, imposiciones,
cas- que ingresaron a este territorio en diferentes épocas y ocuparon apropiaciones, disputas y alianzas fue limando algunas diferencias y
las muy diversas regiones mesa americanas -semiáridas, templadas, exacerbando otras, de manera que se llegó a conformar una unidad
cálidas y húmedas, etcétera. Allí moldearon su hábitar , creando pai- en la imagen del mundo que éstos tenían, pero sin perder sus parti-
sajes tan diversos como el territorio mismo, en donde el maíz ocupó CUlaridades. Las muy distintas variedades de maíz que han existido

lt, André G. Haudricourt y Louis Hédin, t:honulle eL les plantes cultivées, Parts, Éditions A. M. Métailié, 1987. " Andre Leroi-Gourhan, Choml11e etla malihe. Milieu etlechiqlles, París, Albin Michel, p. 357, 1945.

40 41
--
César Carrillo Trueba P l u r i ver s o

en Mesoamérica y los sistemas empleados para su cultivo dan fe de Simbólicas -el maíz rojo se considera como "madre del maíz", que
semejante diversidad; su unidad se aprecia en el lugar que ha ocupado protege a los demás. .
esta planta en la cosmovisión de sus pueblos a lo largo de la historia. Este equilibrio dinámico es la base sobre la cual, a partir de los
primeros maíces que comenzaron a difundirse, en cada región se
La unidad cultural de Mesoamérica originaron nuevas variedades o razas. De acuerdo con E. ]. w-u.
hausen, L. M. Roberts, P. C. Mangelsdorf y Efraím Hernández Xo-
Una de las principales características del maíz es su enorme variabi- locotzi28 -pionero en México en este campo-, de allí se generó una
lidad, ya que, a diferencia de otros cereales cultivados, esta especie primera camada de variedades, las cuales poseían características
no se autopoliniza, sino que las flores de una planta polinizan las de que las hacían aptas al cultivo bajo ciertas condiciones naturales
otras; en la medida que cada inf lorescencia, la cual da origen a una -de humedad, temperatura, altitud, etcétera- y culturales -terrazas,
mazorca, está formada por varias flores pequeñas, y cada una deellas riego, asociación con diferentes plantas, etcétera. Como otra de las
puede ser polinizada por las de distintas plantas, la variación que características del maíz es la formación de híbrido s de mayor vigor
tienen sus granos puede ser muy grande, dependiendo de las plantas al cruzarse las distintas variedades, el intercambio de un sitio a otro
en sus inmediaciones. Esto proporciona al maíz una gran diversidad se volvió común -incluso entre regiones distantes- y su cruza dio
genética, y por tanto una riqueza de caracteres que puede resultar origen a nuevas razas. La cruza con razas de maíces procedentes de
interesante para su cultivo en ciertas condiciones. No obstante, es Sudamérica, que se habían desarrollado allí a partir de maíces ante-
un rasgo que constituye al mismo tiempo un problema, ya que torna riormente llevados de Mesoarnérica, enriqueció ambos intercambios,
difícil la preservación de los caracteres seleccionados. Así, por un al igual que la hibridación con sus parientes silvestres, los teosintes,
lado es preciso escoger con gran cuidado las mazorcas que se van a que se favorecían intencional mente cerca de las milpas. El intercam-
emplear para la nueva siembra -lo cual se suele hacer con base en bio de experiencias en torno a su cultivo seguramente acompañó el
determinados rasgos visibles, fenotípicos, que sirven como marcado- de las variedades mismas. .
res de los caracteres que se desea mantener-, lo cual puede llevar a Esto hizo del maíz una planta omnipresente en Mesoamérica,
prácticas muy estrictas, en donde se evita al máximo la mezcla con ocupando una gran variedad de sustratos, tipos de suelo, climas
otras variedades; y por otro lado, se buscan nuevas variedades que y altitudes -desde el nivel del mar hasta 3 000 metros. Y de este
tengan características interesantes, no sólo para el incremento en la mismo proceso deriva el número de variedades y subvariedades de
producción -como el tamaño, la resistencia a la sequía o el exceso maíz que hay y ha habido en Mesoamérica -actualmente se estima
de agua, al viento o las plagas, etcétera-, sino también que posean en casi sesenta, pero hay mucho debate alrededor de ello, ya que
cualidades nutritivas, culinarias -de consistencia y sabor- e incluso los estudios genéticos muestran tal continuidad entre una y otra,
que pareciera imposible definir una sola-; las diferencias se man-
rs E. J Wellhausen, L M. Roberts, Efrafm Hernández X. y P. e Mangelsdorf, "Razas de mafz en México. Su tienen por tanto debido a la intervención humana. Así, hay varie-
origen, características y distribución", en Xolocotzia. Obras de Efraim Hernández Xolocotzi, tomo 11, México,
UACH, pp. 609-732, 1951. . dades cuyo tamaño no pasa de 1.5 m, mientras otras llegan hasta

42 43
César Carrillo Trlleba P l u r i v e T s o

5; la longitud de las mazorcas va de 7 a 32 cm., aunque la mayor í , do el maíz haya alcanzado cierta altura. La manera de preparar el
mide entre 15 y 20 cm. Su· forma puede ser cónica, cilíndrica, casi terreno depende de distintos factores, pero sobre todo del sistema
redonda, elipsoide , alargada, corta, delgada, ancha, así como una empleado, lo cual ha variado a lo largo del tiempo -han existido de
combinación de estas características, con un olote delgado o an- camellones, chinampas, terrazas, de riego, etcétera-; sin embargo,
cho. Las hay de granos agudos, redondos, claramente puntiagudos, el más sencillo y difundido parece ser el conocido como roza, tum-
anchos, cuadrados, angostos, largos, de muy pequeños a grandes y ba y quema, en donde se devasta una pequeña porción de bosque o
masivos, lisos o estriados, dentados, fuertemente aserrados, con una selva, se cortan árboles y arbustos, y se queman. Al cabo de un bre-
ligera o profunda depresión -una suerte de canalito que se forma en ve lapso, al inicio de las lluvias, se realiza la siembra, después de lo
la cara externa del grano. Las hileras que forman van de 8 a 22, ya cual es preciso cuidar regularmente la milpa, removiendo las hierbas
sea totalmente rectas o casi en espiral. Por su consistencia y sabor, que impiden el crecimiento del maíz y alejando aquellos animales que
su uso puede ser muy específico o servir para varios propósitos; lo perjudican. 'La cosecha se efectüa a mano, sin ayuda de instru-
hay para palomitas, como el reventador; para totcpos, como el za- mento alguno. La selección de los granos que serán sembrados en
palote chico; para pozole, como el cacahuacintle ; para piriole , como la siguiente temporada -la cual se llevará a cabo en otra parcela a
el harinoso de ocho; para tesguino, como el dulcillo del noroeste, fin de que en la anterior se renueve la vegetación y la fertilidad del
y un largo etcétera. Por su color, algunos se emplean para preparar suelo- se realiza escogiendo las mejores mazorcas; el grano maci-
platillos de naturaleza ritual, como los tamales azules, o directa- zo, las hileras parejitas, la base bien llena y el ancho del olote son
mente como ofrenda, como los rojos. Los nombres constituyen una algunas de las características empleadas -ciertamente, difieren de
verdadera constelación, con inmensas variaciones regionales: palo- un sitio a otro. Cada agricultor mantiene unas cuantas variedades
mera, arrocillo amarillo, chapalote, nal-tel , olotón, cónico, reventa- que poseen rasgos que le permiten enfrentar condiciones adversas.
dor, tehua, tabloricillo, jala, corniteco, tepecintle, olotillo, tuxpeno, Así, se suele contar con maíces que crecen en distintas situaciones
chalqueño, bolita, perla, pepítilla, zapalote grande y celaya, entre topográficas -en ladera pronunciada, en el margen de un río, etcéte-
muchos otros, además de los que reciben en las diferentes lenguas ra-, para temporal y tonamil-la siembra de invierno-, de diferentes
indígenas. ciclos de maduración -si por alguna razón falla el primero, se em-
Sin embargo, la manera como se siembra tradicionalmente, no plea uno de ciclo más corto para poder cosechar algo al término de
el sistema productivo empleado, es muy similar en todo el territo- la temporada-, para fines culinarios específicos, y con otras tantas
rio mesoamericano; se hace un pequeño hoyo con bastón plantador características más.
-conocido también como coa, espeque y bajo otros nombres-, Y Esta forma de cultivo, que difiere por completo de la empleada en
se coloca uno o varios granos -para asegurar que alguno brote>. la mayoría de los cereales y se asemeja más a las llamadas prácticas
manteniendo cierta distancia entre cada hoyo a fin de intercalar de horticultura, fue un factor fundamental en la conformación de la
otros cultivos -principalmente calabaza, frijol y chile, pero también tnanera de ver el mundo en Mesoamérica, en la forma de relacionar-
chayote, cebollín y muchos más- ya sea al mismo tiempo o cuan- se al interior de las comunidades y de los distintos pueblos, y entre

44 45
César Carrillo Trueba
P l u T i v e T s o
------------------------------------------------------
éstos. Como 10 explica André Haudricourt, las actividades produc- por el contrario, el cultivo de tubérculos, como, por ejemplo, el
tivas preponderantes en una sociedad propician ciertas formas de ñame, requiere una minuciosa preparación del terreno, incluso ca-
relación con la naturaleza y entre los seres humanos, e influyen en var el espacio en donde éste crecerá, y colocar allí cuidadosamente
la génesis de los elementos que conforman el universo simbólico la parte vegetativa; hay que emplazar una rama a un lado con el fin
de los pueblos. Así, por ejemplo, mientras entre los pastores de bo- de que, al crecer, la planta pueda enredarse en ella. La cosecha se
rregos -animales indefensos ante un depredador- se establece una efectúa asimismo con precaución para no dañar el tubérculo, y por la
relación de desigualdad entre el pastor y su rebaño, lo cual tiene rnisma razón se envuelve en hoja de coco. No es extraño que en esos
como correlación la de un gobernante y su pueblo, y a nivel simbóli- pueblos se haya desarrollado la metáfora del humano como un ser
co la de un dios que vela por su rebaño -la tradición judeocristiana vegetal, al cual hay que cuidar, en especial las condiciones en que
está llena de ello-, entre los pueblos cazadores la relación con los crece, su medio, que lo puede afectar fuertemente.
animales es de igual a igual, ya sea porque éstos son antepasados de . Esto puede incluso tener influencia en la conformación de la es-
los humanos, por encontrarse ligados debido al tránsito de esencias tructura social, en las mismas relaciones de parentesco, como lo
o porque en algún momento fueron iguales -los animales hablaban sugiere Haudricourt. El cultivo por medio de granos es de linajes, ya
y se comportaban como humanos. que en cada cosecha se obtienen individuos distintos a causa de la
De igual manera, contrasta la actitud entre pueblos que cultivan hibridación; el de tubérculos es por medio de clones, pues en cada
cereales y aquellos dedicados al cultivo de tubérculos, aunque hay ce- siembra se reproduce una parte del mismo individuo, que se ha visto
reales que requieren cuidados similares a éstos. Los cereales de grano que se comporta en determinada manera ante ciertas circunstancias
duro, como el trigo y la cebada, que son sembrados al volea, en mo- por lo que se conservan numerosos clones con diferentes caracte-
nocultivo, no requieren deshierbe y el pisoteo de un rebaño puede rísticas -resistencia a la sequía, etcétera-, los cuales son sembrados
hasta beneficiarios cuando se acaba de sembrar, y son cosechados en determinadas circunstancias para garantizar la cosecha. Los mi-
con una hoz metálica que corta las espigas junto con otras hierbas, tos melanesiOs, por ejemplo, consignan esta imagen, estableciendo
por lo que la acción del agricultor es directa y con pocos cuidados, una analogía entre el ciclo de cultivo del ñame y la relación de es-
y la principal preocupación al final es "separar el grano bueno del tos pueblos con sus antepasados que dieron origen a los clanes que
malo", separar las semillas de las otras hierbas y seleccionar la semi- Conforman su sociedad -concebidos a semejanza de los clones.P La
lla para la siguiente siembra. Esta metáfora, por demás conocida, es IInPOrtancia d e 1a 1id ea d e l"iriaje en 1a hiistorra
.' d e Europa no necesita
clave en la religión judeocristiana, y de ella se desprende la idea de comentario alguno.
mejorar algo separando aquello que es malo, los individuos conside- Obviam 1 .
ente que estas re aciones se tornan más complejas en la
realidad _ .
rados no adecuados." no se trata de regresar a la Idea de que la infraestructura
lo
André G .
,. Aridré G. Haudricoun, "Dornesucauon des anirnaux, cuhure des plantes el trauerneru d'aUlrLtl", en tn tliO"l . HaudncOllrt, "Nature er culture dans la civilisation de l'igname: l'orígíne des clones et des clans",
L Homme, vol. 2, núm. 1, pp. 40-50, 1962. me, vol. 4, pp. 93-104, 1964.

4G 47
Cé ar Carrillo Trucba

---
PluritJerso

determina la superestructura. Las mediaciones son múltiples, so- una realidad objetiva de la que se obtiene un conocimiento a posteriori, pues las
bre todo por los acontecimientos históricos que las moldean Con relaciones nunca son en un solo sentido, sino siempre recíprocas; además, hay
el tiempo, las influencias externas, los cambios sociales, políticos que evitar la acción artificial. Esta [arma de ver las cosas hizo que en matemáticas
tecnológicos, etcétera. El mismo Haudricourt y Joseph Needham -e; dominara el álgebra sobre la geometría; en física, las acciones a distancia -como el
más grande especialista en historia de la ciencia en China-, propor_ magnetismo y la resonancia acústica-, sobre el choque de la mecánica; en medici-
cionan un buen ejemplo de ello al comparar el desarrollo del cono. na, la acción a distancia de los piquetes y las puntas de fuego -la acupuntura y la
cimiento en la Grecia antigua y en esa nación asiática. moxa-r. sobre la acción directa de la cirugía. Finalmente, en sociología, los sabios y

los santos, en lugar de ser jefes que conducen y legislan, sólo actúan con su ejemplo
Los elementos que podrían haber dado origen a un desarrollo análogo al de la cien- y sugerencias.
cia griega se encontraban en las obras de la escuela política de Mo Ti, que floreció en
China durante la época de los reinos combatientes, cuando había muchos pequeños La conclusión es de gran interés para el tema que aquí nos ocupa:
estados en guerra, los unos contra los otros. Los estados más importantes eran los "Esto parece probar que las ideas y los métodos de la ciencia no son
que, en el oeste, dominaban la cría de ganado, y aquellos que, al este, dominaban resultado de las técnicas, sino del conjunto de la práctica social."
la navegación. Se tenía así una situación análoga a la del Mediterráneo europeo, en En el caso de Mesoarnérica, aunque es evidente el lugar que el maíz
particular a la de Grecia. Las características del pensamiento y de la ciencia de la ocupa en la cultura, poco se ha explorado este tipo de relaciones. La
Grecia antigua se explican a veces por la importancia del ganado -la relación entre historia que refleja su domesticación y difusión es muestra de que fue
pastor y oveja-, de la navegación -la relación entre timonel y remero-, de la pira- un factor fundamental en la unidad de los pueblos de esta parte del
tería, la guerra y la esclavitud que resulta de éstas -la relación entre amo y esclavo. mundo. La forma como se lleva a cabo su cultivo, de manera colectiva,
Esto genera una visión dualista del mundo -la relación entre espíritu y materia, entre en pequeños grupos, ha impreso características propias a la organiza-
divinidad y universo- así como la idea de que el espíritu humano es capaz de dedu- ción social. Asimismo, la forma tradicional de sembrarlo, por medio
cir a priori las leyes a las que debe obedecer el mundo [...] No obstante, la unidad del bastón plantador y cuidando de manera individual cada planta,
geográfica de China y su aislamiento de las otras regiones civilizadas, la orillaron proporciona, como lo señala María de los Ángeles Romero Pr izz i;" un
muy pronto a una unidad política. Por su carácter masivo, el medio geográfico de mayor rendimiento por unidad de tierra sembrada, a diferencia del
Asia oriental-tan distinto al de la región mediterránea- junto con la importancia cultivo con arado, mediante el cual se obtiene un mayor rendimiento
de la agricultura en relación al ganado y la navegación, orientaron la sociedad china por hora/hombre, lo cual constituye una lógica económica y social
en otra dirección. A ello contribuyeron también el triunfo político de los sociólogoS distinta. Finalmente, en el ámbito simbólico conformó una mitología
confucianistas en el gobierno del Estado, y el remplazo de todas las escuelas por la
de los biopsicólogos taoístas que promulgaban una mejor salud y una vida más lar-
"J
va oseph Needham y André G. Haudricourt, "La science chinoise antique", en Histoire genérale des scicnces,
ga para los individuos. Con la doctrina de Mo Ti desaparecieron los embriones de
II 1. l. la science antiguc et médiévale, René Talan (ed.), París, PUF, p. 200, 1957.
las ciencias deductivas que más se parecían a las de Occidente [... ] Para un laoísla Marta de los Ángeles Romero Frizzi "La agricultura en la época colonial" en I..n agricultura en lien·as
lile .: , ' .

o un coníucianista no se puede definir a priori los términos, ya que éstos suponen X1canas desde sus olfgenes hasta nuestros días, Teresa Rojas (ed.), México, CNcA/Grijalbo, p. 168, 1991.

48 49
César Carrillo Trueba P l u r i ver s o
-------------------------------------------------------------

de gran riqueza, metáforas y representaciones, dando origen a una .t·vidades aún vigentes o bien constituir meras reminiscencias.
a ac 1 .'
cosmovisión que compartieron todos los pueblos mesoamericanos íritus o seres sobrenaturales que cuidan de los animales que
LOS es P
la cual mantiene su resonancia hasta nuestros días. ' o pescan de las plantas que se colectan o los árboles que se
se caz' an .
.ban en el monte como el llamado dueño de los an imales o el
dern ' . . ..
Génesis de una cosmovisión - del monte a los cuales hay que retr ibuir por lo recibido, ya
~eW' . .
relación existente con ellos es de reciprocidad, muy proba-
que la
La cosmovisión, como lo señala Alfredo López Austin, nte derivan de la manera de ver el mundo cuando el modo
1
beme
. cl'pal de vida lo constituían la recolección, la caza y la pesca; si
pnn ,,' .
tiene su fuente principal en las actividades cotidianas y diversificadas de todos se han mantenido hasta nuestros días es porque estas son activida-
los miembros de una colectividad que, en su manejo de la naturaleza y en su trato des aún importantes en muchos pueblos indígenas de Mesoamérica
social, integran representaciones colectivas y crean pautas de conducta en los y por su arraigo en el imaginario. La obligación de compartir, de
diferentes ámbitos de acción [... ] Las acciones repetidas originan sistemas ope. repartir las presas, de caza entre los miembros de una comunidad
rativos y normativos. El trato social confronta los distintos sistemas producidos es tal vez parte indisociable de esta concepción.
por medio de la comunicación, y los sistemas adquieren congruencia entre sí y Un origen similar podría tener la idea de que, desde el nacimiento,
un alto valor de racionalidad derivados tanto de la racionalidad de la acción coti- el espíritu de todo individuo se ve ligado a un animal o a una fuerza
diana como de la que obligan los vehículos de comunicación.P natural que se convierte en su "tona", de tal manera que lo que le
ocurre a éste repercute en aquél, quedando así indisolublemente li-
Dicha racionalidad, erigida en verdad, rige la vida y la manera de gados debido al tránsito de esencias que subyace a esta concepción;
pensar de quienes crecen y viven inmersos en ella. Sin embargo, por sin embargo, sólo conoce la identidad de éste quien posee la habili-
ser resultado de una larga historia, ésta jamás es totalmente cohe- dad de manejarlo y es capaz de adquirir su aspecto a voluntad -sea
rente, ya que posee elementos que proceden de contextos naturales un animal o una fuerza natural, como un rayo o un remolino-, los
y sociales distintos -sin mencionar la dimensión de este aspecto demás la ignoran.
cuando se toma en cuenta la visión de grupos que se distinguen al la división del espacio en cuatro puntos o rumbos bien podría
interior de cada sociedad o la percepción de cada individuo. provenir de las primeras épocas de sedentarización, no forzosamente
Así, aun cuando la cosmovisión mesoamericana se formó alrede- debida a la agricultura -aunque habría alcanzado su pleno desarrollo
dor del maíz, mantiene rasgos de épocas anteriores al inicio de la con ésta-, ya que es común a los pueblos americanos y se asocia con
agricultura, los cuales pueden seguir vivos por encontrarse ligados la existencia de cuatro grupos o clanes que compartían un espacio
por igual. los extremos de estos ejes revisten muy diversos símbolos
-puntos cardinales, colores, animales, astros, deidades, montañas,
etcétera_, conformando un orden espacial determinado, el cual se
33 Alfrcdo Lópcz Ausun, "El núcleo duro, la cosmovisión y la tradición mesoarnericana", en Cosmovisi6n, ritual
e identidad de los pueblos indígenas de Mcxico, J. Broda y E Báez (eds.), México, CNCA/FCE, p. 62,2001. Sobrepone a la topografía, recreando la estructura misma del cosmos.

50 51
César Carrillo Trueba

Cada cerro, valle, cueva


",
río manantial volcán o Jormacío-,
rocosa
-------- ----- se levanta una troje,
P l u r i ver

símil
s o

de una montaña que, al igual que


es análogo a una parte de éste. Cuatro cerros sostienen su anda '. C1.HJ.l '11 1" " d 1 '
. . m1a]e, tiene las serm as, os corazones e marz.
comunicando con el mundo de abajo y el de arriba, cada uno de ello ésta con 1
' sitios el ser humano se halla a sus anchas, lo cua no suce-
En estoS ...
integrado por varios niveles -generalmente nueve. Los ámbitos de~ nte el río o una cueva, en donde cualquier [alta cometida
de en e 1 mo , ..
dorruriio de los seres sobrenaturales se encuentran bien deli mitado do y no enmendada o algún descuido en ese instante pueden
s en el pasa ..
y toda incursión humana requiere su autorización lo que l' '
1'1">0
'fatídicos. Hay incluso sitios vedados, encantados, adonde no
, H1P lea resu 1tal ....,
una petición -alguna plegaria, por ejemplo- y, si se sale bien libra_ cceder. y si en este tipo de circunstancias el rito es un acto
se d e b e a .. .
do, una retribución -se puede sacrificar un animal doméstico. Cada fundamental, de supervivencia, y parte esencial del conocrrmento que
parcela desmontada es una porción de bosque o selva cedida por éstos debe poseer todo miembro de una comunidad, el mito es su comple-
para el usufructo humano. Una oración maya, compilada por Erie mento. Como lo explica Alfredo López Austin,
Thompson, ilustra lo primero.

si la vida cotidiana es el caldo de cultivo del mito, el mito se convierte, recípro-


¡Oh dios, padre mío, madre mía, señor de los montes y los valles, espíritu de la camente, en un instrumento y en una guía de la vida cotidiana. Como guía es un
selva, trátame bienl Vaya hacer como siempre he hecho. Vaya hacerte mi ofren- refuerzo de las técnicas, de la conducta de los hombres frente a sus semejantes y de
da, para que sepas que vaya molestar tu corazón. Permítelo. Vaya mancillarte los deberes frente a los dioses, del saber sobre la naturaleza de las cosas, del cono-
[a destruir tu belleza] a labrarte para poder vivir. Permite que ningún animal me
cimiento de la sucesión de los ciclos temporales. El mito no describe ni proscribe
persiga, que no me pique ninguna serpienr.e, ningún alacrán, ninguna avispa. No explícitamente. No muestra con claridad meridiana las concepciones de las leyes
permitas que me caiga encima un árbol [al derribarlo] ni que me corte hacha ni del cosmos. Pero es una forma de expresión sintética de las ocupaciones y preocu-
machete. Con todo mi corazón vaya labrarte.?"
paciones del hombre en el diario contacto con sus semejantes y con la naturaleza.
Como instrumento, el mito educa, impone o apoya razones, justifica conductas. Es,
Tras la cosecha, la vegetación se regenera parcialmente y se vuelve a en resumen, mucho más que un relato. Es una institución de enorme vitalidad que
cortar al cabo de cierto tiempo; si se deja "enmantar" por completo, Conjuga creencias con saberes prácncos.P
regresa a su antiguo guardián.
Por el contrario, el poblado es un espacio cedido completamente Pero el mito no sólo contiene conocimientos prácticos. Al retrasar el
a los seres humanos, en donde cada casa es una suerte de micro- origen de las cosas, proporciona una dimensión temporal al mundo
cosmos, sostenida por cuatro postes y con un techo de cuatro aguas -el tiempo anterior y el actual y las transformaci.ones ocurridas en-
-más difícil de construir que una casa de planta circular, conocida tre uno y otro-, establece relaciones profundas entre los elementos
también en Mesoamérica, pero limitada a la Huasteca-, junto a la qUe lo componen, y crea un orden que trasluce claramente en algu-

Ji J. Eric S. Thompson, Historia y relil:.~6nde los mayas, México, Siglo XXI, p. 242, 1970.
"A1fredo Lopcz Austin, El conejo en la cara de la luna, México, INIICr-:CA, p. 34, 1994.

52 53
César Carrillo Trlleba

nas narraciones o se encuentra consignado en las distintas clasifi_


- original. Queda después depositado
P l u r i ver s o

en la bodega en espera de su nacimiento en


caciones, imbuidas por completo en la división del cosmos en pares otro ser humano.
36

opuestos -frío/calor, húmedo/seco, etcétera-, en donde se ordenan,


de acuerdo con distintos criterios y propósitos, animales, plantas, El cultivo de maíz rige el ciclo anual, alrededor del cual se estruc-
montañas y valles, suelos, etcétera. Es así como el conocimiento par- tUra la
observación del movimiento de los astros -la importancia
. de
ticipa en la constitución de la cosmovisión, es así como contribuye a Venus en la astronomía mesoamericana tiene que ver con ello->;" y
su génesis y transformación. cuya característica principal es la alternancia de la temporada de
El maíz yace en el centro de esta cosmovision y la estructura. Es lluvias Y la de secas, el tiempo de preparación de la parcela y el ini-
un elemento fundamental de los mitos de origen -en algunos de cio de la siembra, el transcurso del crecimiento y la cosecha. Este
ellos, el ser humano está hecho de maíz o procede de esta planta-, y rasgo constituye la impronta de su origen -en una zona de fuerte
su aparición marca un antes y un después en la historia humana. Es contraste estacional-, y se arraiga en las raíces de la visión dualista
metáfora de la vida misma, en especial del nacimiento, crecimiento, _lluvias/secas-, consolidándola, por lo que, aun cuando en parte
reproducción y muerte del ser humano, que "deben ser explicados a del territorio mesoamericano se lleva a cabo la siembra de invierno
partir de la idea cíclica de salida del 'corazón' de la bodega, penetra- en la época de secas, las principales fiestas, como lo indica Alfredo
ción en el ser que se gesta, ocupación que hace crecer y de potencia López Austin , son en todas partes la de la Santa Cruz y la del día de
generativa, maduración -o sequedad o calentamiento- paulatinos Muertos, que marcan, respectivamente, el fin de la época de secas y
con la edad y, por fin, muerte y regreso del 'corazón' al mundo sub- el de la de lluvias.
terráneo". Así, continúa Alfredo López Austin, Tan preponderante era el maíz como metáfora de la vida misma
que, cuenta Sahagún, entre los nahuas del siglo XVI, cuando nacía
el hombre, como todos los seres de su mundo, tiene un "corazón" que le trans- un niño se le encomiaba diciéridole , "es tu salida el mundo. Aquí
mite las características de su especie y le da fuerza vital. Este "corazón" procede, brotas y aquí floreces";" y se le cortaba el ombligo sobre una ma-
como todos los otros "corazones", de la gran bodega de riquezas. El hombre no zorca de maíz.
puede separarse en vida de su "corazón" [ .. ] El "corazón" del hombre, como el
del maíz, debe cumplir el ciclo de presencia/ausencia sobre la tierra. Viene de la Es verosímil-explica López Austin- que los antiguos nahuas creyeran que pasaba
gran bodega y espera el momento de otro nacimiento [... ] Cuando el "corazón" al maíz parte de la fuerza de crecimiento de la que estaba cargado el recién nacido.
sale del cuerpo del hombre que ha fallecido para ser reciclado, debe pasar por En efecto, la mazorca quedaba ligada a la vida del ni.ño. Los granos se guardaban
una purificación que lo vuelve a su estado original. Así queda listo para tornar al para su siembra, y su cultivo era sagrado. Los padres del niño usaban los frutos
mundo: sin deudas, sin memoria. Debe regresar íntegro a la bodega, como debe
hacerla el "espíritu" del maíz. Puede empezar a pagar y enmendar culpas sobre l<

" ~lfredo Lcpez Ausrin, Tamoanchan y Tlalocan, México, FeE, p. 164, 1995.
la tierra en calidad de "espíritu" en pena. Va después al mundo de los muerto>-
,,\~ase
·C· Anlhonv.,Avení Conversing .wilh the Planels, Nueva York, Times Books, 1992.
donde se purga totalmente de la vida y de la memoria, tornando a su estado Ilado en Alfredo López Ausun, op. cü., p. 209,1995.

54 5S
César Carrillo Trueba

---
Pluriverso
----------------------------------------------------------------
para hacerle el primer atole. Después, cuando el niño crecía, un sacerdote guardaba COn los astros, los sistemas de cultivo, el calendario solar y el ritual
el maíz reproducido y lo entregaba al muchacho para que sembrase, cosechase e _el primero de 365 días, que regía el ciclo agrícola, y el segundo de
hiciese con lo cosechado las ofrendas a los dioses en los momentos más importan_ 260 días-, y los inicios de una forma de escritura, entre otras crea-
tes de su vida" ciones. Esta herencia fue desarrollada por otras culturas a lo largo
del tiempo en diferentes partes del territorio, aunque no de manera
Todos estos elementos fueron conformando una visión del mundo muy homogénea ni simultánea, ni con la misma magnitud, profundidad y
elaborada, al interior de la cual se desarrollaron conocimientos de estética -por ejemplo, en el Occidente no se genera una escritura ni
gran precisión en diferentes áreas -astronomía, medicina, etcétera- y se emplea el cero en las matemáticas- 41 y alcanza su auge en el pe-
una religión compleja, manejada por una clase sacerdotal que retornó riodo Clásico, con una fuerte división entre las ciudades y el mundo
los mitos y ritos existentes para reelaborarlos y legitimar su dominio rural, entre regiones y al interior de cada sociedad, lo cual llevó a
en una sociedad que cada vez se tornaba más jerárquica. La cultura conflictos de dominio, rebelión y guerra. Paradójicamente, las artes
olmeca marca el inicio de este proceso, alrededor de 1 200 a.C.. y se y las ciencias logran un esplendor incomparable.
erige en ejemplo para otras partes del territorio en donde tenía lugar Resultado de estas desigualdades, las zonas rurales mantuvieron
una división social similar. "Todo el conjunto de símbolos religio- una tradición oral por sobre la escrita o la pictográfica, un calen-
sos olmecas parece referirse a un complejo código que abarca -en dario más ligado a los asuntos agrícolas, una organización social
unidad indisoluble- la cosmovisión, el poder y la segmentación menos jerárquica, y un saber en donde la teoría no se separa de la
social", explica López Austin , y éste pudo difundirse con facilidad práctica. Es por ello que, al declinar las épocas de auge, las comu-
debido a que en él "se sobreponen dos ámbitos: el de la estructu- nidades de estas áreas se vieron menos afectadas en su modo de
ra del cosmos (con una acrecentada referencia a los poderes de la vida y de ver el mundo. Como lo explica López Austin,
reproducción vegetal) y el del poder político, que implica la recia
implantación de la división social jerárquica", lo cual permitió que sobre el fuerte núcleo agrícola de la cosmovisión pudieron elaborarse otras
los habitantes de esas regiones vieran su cosmovisión identificada construcciones. Algunas fueron producto del esfuerzo intelectual de los
con los símbolos enarbolados por las elites." sabios dependientes de las cortes. A la creación inconsci.ente, acendrada
Con base en un profundo conocimiento del movimiento de los por los siglos, se unió otro tipo creativo muy diferente, el marcadamente
astros, las matemáticas, el manejo del exceso de agua propio de la individualizado, consciente, reflexivo. Sin embargo, los principios fun-
zona tropical húmeda en donde habitaron, y otros factores más, damentales, la lógica básica del complejo, siempre radicó en la actividad
los olmecas construyeron un orden espacial y temporal específico. agrícola, y ésta es una de las razones por las que la cosmovisión tradicio-
Muestra de éste son las urbanizaciones que levantaron y su relación nal es tan vigorosa en nuestros días.42

39 ¡dcm.
" ¡ciem.
-o Alfredo López Austin, Breve historia de lá tradición religiosa mesoamericana, México, \lA, UNAM, pp. 44-45,
1998. ., Alfrcdo Lopez Austin Tamoanchan y Tlalown, México, rcc, p. 16, 1995.

5Ci 57
César Carrillo Trueba

La irrupción europea

Cuando llegaron los europeos a América, dos visiones del mundo,


dos modos de vivir, se confrontaron con gran intensidad. En la ima-
gen del mundo que habían construido a lo largo del tiempo los pue-
blos indígenas mesoamericanos, los seres humanos y la naturaleza
formaban una unidad indisoluble, al igual que lo natural y lo sobre-
natural, el individuo y la sociedad. La relación con el mundo a su
alrededor, con la naturaleza y los demás grupos humanos, así como
su conocimiento son parte indisociable de tal cosmovisión y, por
tanto, comparten sus características.
La visión del mundo de los españoles de entonces, origlnada en la
Edad Media, se asemejaba en ciertos rasgos a la indígena. En ella el
mundo natural se encontraba ligado también al sobrenatural, a las
fuerzas del bien y el mal, a Dios, los santos y el diablo, Satanás, y
era escenario de sus pugnas; los seres maravillosos que poblaban el
mundo ignoto, rnaléficos como las sirenas y benéficos como los uni-
cornios, son muestra de ello. Pero no sólo la naturaleza era escenario
de esta pugna, también lo era el mundo de los humanos; no son po-
cos los episodios de la conquista de América en donde la aparición
de algún santo o virgen inclinó la balanza en favor de los españoles,
como la batalla de Centla, en 1519, donde la participación de Santia-
go Matamoros fue decisiva -las representaciones coloniales de este
santo lo muestran en lucha contra un indígena, generalmente bajo
su caballo, en lugar de un moro, como originalmente se presentaba.
No es de extrañar, por tanto, que los dioses mesoamericanos hayan
sido asociados con el diablo, por medio de los cuales éste engañaba
a los indios, ni que se atribuyera a su influencia cada nueva rebelión
contra los españoles."

"Véase Luis Weckmann, La herencia medieval de México, México, El Colegio de México, p. 222,1984.

58
Cesar Carrillo Trueba PlUl"¡verso

Los vasos comunicantes del cosmos. Es una lógica que se extiende también a lo nuevo, a lo
recién conocido, a la innovación, y por tanto a la generación de cono-
Al romper con este tipo de oposiciones se puede dar paso a las con- cimiento, lo cual a su vez la refuerza y contribuye a mantener su le-
fluencias, a la búsqueda de puntos de coincidencia así como a la gitimidad. Como lo explica Mary Douglas, los individuos, de alguna
construcción de correspondencias entre las categorías de cada cultu- manera, "al construir su interpretación de la naturaleza, constriñen
ra, equivalencias que permitan comprender los conceptos, la manera igualmente la construcción de su sociedad"." Este proceso incluye
de designar el mundo. Ciertamente, como lo señala Mary Douglas, la lógica que imprimen las relaciones de poder -"cuando una ana-
"cada universo debe entenderse como un todo, engendrado en un tipo logía corresponde a una estructura fundada en la autoridad o en la
especial de experiencia social"," sin embargo, la enorme diversidad superioridad, esta estructura social refuerza las relaciones lógicas en
de lenguas y culturas que pueblan el planeta -incluida la occidental cuestión y les otorga prominencia"-ll así como los conflictos sociales
y su forma de conocimiento, la ciencia- conforman conjuntos con que de ello derivan -"cuando seleccionan entre las analogías natura-
rasgos similares por la cercanía que existe entre muchas de ellas, ya les aquéllas a las que se van a adherir, seleccionan al mismo tiempo
sea por [armar parte de un área cultural, como el caso de Mesoamé- a sus aliados y sus enemigos, así como el esquema de sus relaciones
rica, por compartir una historia, por haber mantenido intercambios sociales futuras"." No hay cultura alguna que escape a esta indiso-
de manera prolongada, y otras causas más. La convergencia de rasgos ciable relación entre conocimiento y sociedad -aunque, ciertamente,
por habitar ambientes similares puede generar asimismo agrupacio- como ya se mencionó con anterioridad ésta se presenta siempre de
nes varias, al igual que el hecho, aunque remoto, del origen común manera más compleja.
de la humanidad. Debido a todos estos factores, dicha diversidad está Desde esta perspectiva, las diferentes formas como cada cultura
lejos de ser un ente de mil cabezas, un infinito cúmulo de maneras de delimita lo humano de lo no humano se pueden agrupar, de acuerdo
designar el mundo, y es posible por tanto establecer una "serie finita con la propuesta de Philippe Descola, en cuatro grandes ontologías
de pautas utilizadas para conceptualizar la realidad", en palabras de o modos de identificación, como él los denomina. El totemismo, en
Mary Douglas." donde se emplean las "discontinuidades empíricamente observables
No obstante, dichos patrones generales deben efectivamente con- entre especies naturales para organizar conceptualmente un orden
templar las múltiples relaciones que mantienen con los diferentes segmentario que delimita unidades sociales"; el animismo, que se
contextos sociales en donde se originan, debido a que se encuentran basa en "las categorías elementales que estructuran la vida social para
estrechamente ligados a las relaciones que mantienen entre si los in- organizar en términos conceptuales las relaciones entre los seres hu-
tegrantes de cada cultura así como con los de otras culturas; cons- rnanos y las especies naturales"; y el naturalismo, cuyo fundamento es
tituyen la racionalidad que rige la vida misma y el orden y devenir

ro Mary Douglas [1986], Cornrncnt pensent les institutiol1s, París, La Découverte, p. 99, 2004.
8 Mary Douglas [1973], Sobre la naturaleza de las cosas, Barcelona, Cuadernos Anagrama, p. 45, 1975. " ¡dern, p. 101.
9 ¡dern. " Jdcm, p. 99.

108 109
César Carrillo Trucha

--
"la creencia de que la naturaleza efectivamente existe [... J que ciertas naturalista, como lo expone el mismo De scol a , "el toternismo y el
cosas deben su existencia y su desarrollo a un principio ajeno tanto animismo [y añadiríamos el analogismoJ nos parecen representacio-
a la suerte como a los efectos de la voluntad humana!' El primero nes interesantes desde el punto de vista intelectual, pero falsas; tan
es común a muchos pueblos del mundo, como los australianos, el se- sólo manipulaciones simbólicas de ese campo de fenómenos especí-
gundo predomina entre los pueblos amazónicos, mientras el tercero fico y circunscrito que nosotros llamamos naturaleza". Esto permite
corresponde a la visión occidental y constituye la base de la ciencia entonces asumir una "perspectiva desprejuiciada", en donde "la exis-
El cuarto modo de identificación, elaborado más recientemente por tencia misma de la naturaleza como dominio autónomo está tan lejos
Descola, es el analogismo, en el cual lo humano y lo no humano se ca- de ser un dato primario de la experiencia como los animales que
racterizan por la existencia de una multiplicidad de singularidades. hablan o los lazos de parentesco entre hombres y canguros"."
De igual manera, Descola propone agrupar los modos de relación
En este tipo de ontología, el conjunto de lo existente se encuentra totalmente frag- con lo no humano en tres grandes rubros. La reciprocidad, que "se
mentado en una pluralidad de instancias y determinaciones, por lo que la asocia- basa en un principio de estricta equivalencia entre los humanos y los
ción de singularidades puede tomar cualquier tipo de camino. Por diversa que sea no humanos que comparten la biosíera, la cual es concebida como
la morfología de los conjuntos de humanos y no humanos que permite el analogis- un circuito cerrado horneostático", en donde éstos "contribuyen con-
mo, éstos se presentan, sin embargo, siempre como unidades constitutivas de un juntamente por medio de sus intercambios recíprocos al equilibrio
colectivo mucho más amplio, que es coextensivo al mundo. Cosmos y sociedad son general del cosmos" -el modo de relación que prevalece en los pue-
aquí casi indiscernibles, sin importar el tipo de segmentación interna que requiera blos indígenas mexicanos. La rapacidad puede ser vista como la an-
semejante conjunto tan extenso para seguir siendo operativo." títesis de la primera, ya que en ella los no humanos "no participan
en una red de intercambio con los humanos y no se ofrece ningún
Es aquí donde él ubica a los pueblos mesoamericanos. equivalente por la vida que se les quita" -un ejemplo de ello son los
El establecimiento de estos patrones rompe con la idea tan cara al pueblos jíbaros del oriente de Ecuador y Perú, que practican este
relativismo absoluto de que existen diferencias insalvables entre las modo de relación a pesar de mantener una relación estrecha con
culturas, y contribuye a una mejor comprensión de éstas -las com- lo no humano. La protección sería otro modo de relación con lo no
binaciones entre estos modos de identificación, por ejemplo. Asi- humano, pero ésta sólo "predomina cuando una gran colección de
mismo, evita el universalismo, que coloca a la ciencia por encima de no humanos son percibidos como dependiendo de los humanos para
todas las demás formas de conocimiento, y desde cuya perspectiva su reproducción y bienestar [. .. ] El vínculo de dependencia con Ire-
Cuencia es recíproco y algo utilitario, porque la protección de los no
humanos generalmente asegura efectos benéficos"."
lJPhilippe Descola, "Construyendo naturalezas, eco logia simbólica y práctica social", en Naturaleza y soc,dud,
perspectivas anlropol6gicas, P Descola y G. Pálisson (coords.), México, Siglo XXI, pp. 101-123, 1996.
1. La obra donde Descola desarrolla su teoría completa verá la luz a fines de 2005 y muy probablement~
diferirá en varios aspectos de sus versiones anteriores, sobre las que se basa lo aquí expuesto. Este adel"ntO 1, Philippe Dcscola, 01'. cit., p. 109.
fue tomado de su cátedra impartida en el Colegio de Francia. l. Idem, pp. 110- J 11.

110 111
Pluriverso
César Carrillo Trueba

La [arma como cada cultura ordena y clasifica el mundo, las cate- la complejidad y el capricho incontrolables del mundo de los dioses y los espíritus

gorías que emplea, ha generado tantos debates que el mismo Descola [... ) En realidad, una de las enseñanzas de los estudios recientes de las cosmologías

no es concluyente -distingue dos modos de categorización. No obs- africanas es precisamente que los dioses de una cultura determinada construyen

tante, sus observaciones al respecto son por demás interesantes. efectivamente un esquema que interpreta la enorme diversidad de la experiencia
cotidiana en [unción de la acción de unos cuantos, relativamente pocos, tipos de

Ante lodo, la clasificación de plantas y animales es sólo un aspecto limitado fuerzas [... ) Por tanto, igual que los átomos, las moléculas y las ondas, los dioses

de la objetificación social de la naturaleza, ese proceso por el cual cada cultu- sirven para dar unidad a la diversidad, simplicidad a la complejidad, orden al des-

ra dota de un relieve particular ciertos rasgos del ambiente que le circunda y orden, y regularidad a la anomalía. ia

ciertas formas de relaciona miento práctico con él. Para entender ese proceso
es necesario asimismo tomar en cuenta dimensiones como las teorías locales Tal es la labor de toda teoría, explicar lo visible por medio de lo in-
sobre el funcionamiento del cosmos, las sociologías y antologías de seres no visible, y en ello coinciden incluso científicos como Francois Jacob,
humanos, las representaciones espaciales de dominios sociales y no sociales, quien sostiene que "en su esfuerzo por cumplir su función y encon-
las prescripciones y proscripciones rituales que gobiernan el tratamiento de trar un orden en el caos del mundo, mitos y teorías científicas ope-
diferentes categorías de seres y las relaciones con ellos, etcétera.
l7 ran según el mismo principio. Se trata siempre de explicar el mundo
visible por medio de fuerzas invisibles, de articular lo que se observa
Estos aspectos del conocimiento conforman un vasto campo poco con lo que se imagina"."
explorado desde el punto de vista simétrico, ya que al ser tratados Los conceptos que conforman las teorías tanto en el pensamiento
se suele recurrir a las oposiciones de siempre -empirismo y teoría, africano como en la ciencia resultan de una serie de abstracciones
etcétera. Entre los escasos estudios efectuados destaca el de Robín que permite delimitarlos y analizarlos aislados de lo demás, para
Horton, quien intentó demostrar, a la luz del conocimiento antropO- después reintegrarlos a las situaciones que se desean explicar por
lógico de los años sesenta y tomando como ejemplo el pensamiento medio de las teorías. "Sólo a partir de los estudios más recientes de
tradicional africano, que dichas oposiciones carecen de fundamen- las cosmologías africanas -continúa Horton-, que exponen las creen-
to, y que las similitudes entre la ciencia y éste son mayores de lo cias religiosas en el contexto de las diferentes contingencias cotidia-
nas que están destinadas a explicar, hemos empezado a ver que el
pensado.
pensamiento religioso tradicional opera también mediante un proce-
Algunos escri.tores mo d ernos megan
. que e1 pensarruento
. re l"IglOSOtrla dicional sea so semejante de abstracción, análisis y reintegración"."
d . n contraste
pensamiento teórico en senti o a 1guno. Para apoyar su negativa, pone e
. -' dI' das con
la simplicidad, regularidad y eleganCIa de los esquemas teoncos e as cien
18 R b .
B o in Horton [19671, "El pensamiento tradicional africano y la ciencia occidental", en Ciencia y bruyna,
I.a~celona, Cuadernos Anagrama, p. 76, 1988.
lo Fran~ois jacob, Le jeu des possibles, París, Fayard, 1981.
Robin Horton, op. cit., p. 82.
\7 ldem, pp. 104-105.

112 113
César Carrillo Trueba
Pluri'llerso

Las metáforas empleadas para designar los nuevos conceptos tienen


ea entre la ciencia y el conocimiento indígena, la elaboración de
asimismo un origen similar, ya que en ambos casos son retomadas
enfoques y conceptos adecuados, nuevos modos de aproximación,
de fenómenos bien conocidos. "Ya examinemos átomos, electrones y
de equivalencias y correspondencias posibles constituye, a pesar de
ondas, o dioses, espíritus y entelequias, vemos que casi siempre las
resultar de la interacción mantenida a lo largo del tiempo entre
nociones teóricas proceden de experiencias cotidianas relativamente
Occidente y el resto del mundo, tan sólo un primer paso. Para an-
simples, de analogías con los fenómenos naturales". Esto explica por
dar se requiere la participación activa de los pueblos indígenas. La
qué en la sociedad occidental, en donde la preponderancia está en
definición de 10 que es el conocimiento indígena, su delimitación y
los objetos, en 10 no humano, las metáforas suelen ser de este tipo,
la valoración de sus elementos preponderantes sólo puede venir de
mientras en las sociedades africanas prima lo humano. Aun así, en
los propios indígenas.
los dos casos la metáfora es un abstracción, por lo que en su elabo-
ración se eliminan muchas de las características que posee aquello
Conflictos y jerarquías
que le dio origen; por ejemplo, "la definición de un dios puede omitir
toda clase de referencias sobre su aspecto físico, su dieta, su tipo de
Dice Louis Dumont que el reconocimiento del "otro" -de una cultura
vivienda, sus hijos, sus relaciones con sus esposas, etcétera". No obs-
diferente- se puede realizar de dos maneras: por medio del conflicto
tante, tal abstracción suele ser percibida de manera asimétrica.
o por medio de la idea de jerarquía -entendida como una propuesta
teórica y no como un esquema que implica valores de superioridad
Esa omisión de muchas dimensiones de la vida humana en la definición de los
e infer ioridad->," y me parece que en este caso su planteamiento re-
dioses -concluye Horton- es la que les confiere ese aura refinada y atenuada que
sulta muy apropiado. Ciertamente, el conflicto ha sido una constante
llamamos "espiritual". Pero, propiamente, esa "espiritualidad" no tiene nada de re-
en la historia de la relación mantenida entre Occidente y los pueblos
ligiosa, de mística o de tradicional. Es resultado de un proceso de abstracción,
indígenas. La imposición de tecnologías, de cierto tipo de educación
semejante al que interviene en los modelos teóricos occidentales: el proceso por el
que pretende dejar de lado la cultura del "otro", su modo de vida y su
que los rasgos de los fenómenos que constituyen prototipos y tienen pertinencia
conocimiento, ha generado reacciones muy diversas por parte de los
explicativa se incorporan a un esquema teórico, mientras que se omiten los rasgos
indígenas, desde una pertinaz resistencia hasta el enfrentamiento
que no son pertinentes."
abierto y violento, pasando por la apropiación de ciertos elementos
-como en el caso de las plantas-, pero integrados en el contexto pro-
Todas estas propuestas -que se encuentran aún en elaboración, y
pio, en la cultura indígena. En este tipo de procesos emerge con gran
las de Horton datan de varias décadas- conforman una valiosa ini-
fuerza y claridad el conocimiento indígena, como punto de apoyo
ciativa. Sin embargo, en la construcción de una relación simétri-
en el mantenimiento de un modo de vida, de una cosmovisión, pero

II ldem, p. 84.
" Louis Dumont, Essais sur ¡'individualisme, Parts, Seuil, p. 261, 1983.

114
11 :J
César Carrillo True.ba Pluriverso

también en su aspecto dinámico, como la capacidad de innovar y de sabe que si se establece un monocultivo, cuando disminuye el precio
allegarse elementos ajenos sin perder 10 propio. del café no se obtiene nada de éste, mientras que bajo el sistema de
La imposición de cultivos comerciales, por ejemplo, como el café, propósitos múltiples siempre se obtiene algo -medicinas, madera,
bajo la forma de paquetes tecnológicos que incluyen variedades de comida y otros beneficios."
alto rendimiento, fertilizantes, pesticidas y otros insumos, con la Otro ejemplo de conflicto es el que tiene lugar a causa de la biopira-
idea de que se debe cultivar como monocultivo a pleno sol para así tería, principalmente por su práctica sistemática en los últimos años
aumentar la rentabilidad y lograr cierta competitividad en el mer- y la conciencia que esto ha conllevado en las comunidades indígenas,
cado, suele ser aceptada porque generalmente se regalan las plantas generando mayor valoración de sus recursos y su conocimiento, así
y un apoyo económico para iniciar, pero rara vez se sigue la lógi- como de las estrategias a seguir ante este problema, mismas que han
ca impuesta. En la mayoría de los casos son integrados al contexto sido planteadas incluso en foros internacionales, tanto gubernamen-
particular de cada comunidad indígena, mezclando las variedades tales -es el caso de la Convención de Río sobre biodiversidad-, como
mejoradas con las criollas, en un cultivo bajo la sombra de árboles alternativos, ya sea convocados por organizaciones no gubernamen-
frutales, maderables, de varias especies de leguminosas -que fijan tales, académicas o por los propios pueblos indígenas.
nitrógeno en el suelo- y otros más, al tiempo que entre los cafetos se Sin embargo, como lo plantea el mismo Dumont, el conflicto no es
favorecen, se propician y se siembran plantas medicinales, alimen- lo más deseable para lograr el reconocimiento del "otro", por lo cual
ticias, y de una gran diversidad de usos. El empleo de agroquímicos es preciso buscar otras vías que conduzcan a él. La idea de jerarquía,
es más bien esporádico cuando no inexistente, se deshierba con ma- la cual tampoco está exenta de conflicto pero no de igual naturaleza,
chete y se cosecha con ayuda de la familia o en grupos organizados. puede ser una alternativa. A partir del trabajo de Robert Hertz sobre
En todo este proceso de imposición-apropiación de un recurso ajeno la lateralización del cosmos y su reflejo en el cuerpo humano, donde
entra en juego el conocimiento indígena. La determinación del lugar cada cultura le atribuye características distintas a cada mano, Du-
adecuado, si en ladera o plano, el tipo de suelo, la orientación, las mont plantea la cuestión del valor que éstas adquieren -en algunas
especies de árboles que hay que dejar en pie, las que hay que intro- culturas, por ejemplo, una es pura y la otra no, mientras en otras una
ducir para obtener sombra, para el aprovechamiento de otro tipo, es diestra y la otra lo opuesto, la siniestra- así como la imposibilidad
para ayudar al café -como las leguminosas-, las de aquellas que se desde una perspectiva simétrica de conferir superioridad a alguna
pueden plantar entre los cafetos sin que éstos sean afectados, y otros de ellas; esto es, cuando se miran como parte de una entidad que
tantos factores son resultado de su acción. Es un trabajo de arqui- las contiene -el cuerpo humano-, al interior de la cual se les puede
tectura vegetal muy fino, en donde se recurre al conocimiento de los considerar equivalentes, en un mismo plano de igualdad, aun cuando
ciclos de vida, las relaciones entre especies, el uso de cada una de desempeñan labores distintas.
ellas, etcétera. Además, existe el conocimiento de factores de orden
económico y social como, por ejemplo, los ciclos de incremento y 2)El caso de la Chinanlla Baja es analizado en César Carrillo Trueba, Las plantas en la vida de los pueblo.1 de la
Chillantla Baja, tesis profesi,;nal, México, Facultad de Ciencias, U,,",,""', pp. 315-320, 2002.
de cremento en los precios de este tipo de productos, por lo que se

117
l1G
P 1 u r i u e r s o
César Carrillo True.ba

solamente de qué manera se los integra o se retama su conocimiento


Es decir, en el momento que dos entidades diferentes y has-
para lograrlos -como ocurre en el caso de la conservación de la na-
ta opuestas en sus características, pero con funciones igualmente
turaleza. En esto consistiría el verdadero diálogo intercultural, que
importantes, son vistas desde la perspectiva de la teoría de las je-
tanto ha sonado últimamente.
rarquías, se logra un principio de simetría sin menoscabo de la indi-
En el ámbito del conocimiento es innegable que en varias regio-
vidualidad, de la propia identidad. Dumont toma como base de esta
nes del mundo ya se vislumbran esbozos e intentos de este diálo-
discusión la cuestión de los valores sociales en Occidente y en las
go; sin ello no existirían propuestas tan elaboradas ni experiencias
demás culturas. "¿Cómo podemos construir un paso entre nuestra
ilustrativas. En muchos casos, este diálogo ha logrado impulsar en
ideología moderna que separa valores de 'hechos' y las otras ideolo-
los pueblos indígenas la definición y valorización de su propio co-
gías en donde los valores se encuentran 'imbricados' en la concep-
nocimiento, al mismo tiempo que la adquisición de elementos de la
ción del mundo?"?" Esta interrogante se puede extender a todos los
ciencia sin que se devalúe el primero. Tal es el caso de algunos pro-
aspectos de la relación entre estos dos tipos de sociedad, incluido el
yectos de educación intercultural, por ejemplo, con larga experien-
del conocimiento. El punto es aceptar que existe una categoría que
cia, muy bien planteados, con avances interesantes, y una visión
se halla por encima de la ciencia y las demás formas de conocimien-
autocrítica de sus logros y fracasos, así como de otros relacionados
to =llámese metaconocimiento o simplemente conocimiento en su
con el uso de recursos naturales, establecidos bajo un espíritu de
sentido más amplio-, la cual engloba la producción de conocimiento
colaboración entre investigadores y comunidades indígenas.
en todas las culturas que han existido y que existen actualmente. De
Es difícil aceptar, cuando se tiene un poco de experiencia en el
hecho este esquema resulta más complejo, con varios niveles, cuan-
campo, que el diálogo intercultural es algo que "fluye de manera
do se considera la existencia de tradiciones o áreas culturales -como
natural". Todo lo contrario, se trata de un acto que tiene lugar en un
Mesoamérica- que reúnen a varias sociedades que comparten una
contexto generalmente de dominación, muchas veces con problemas
serie de rasgos por tener el mismo origen, una historia común, o por
de devaluación cultural a causa del racismo imperante y con gran
alguna otra causa.
recelo debido a las múltiples historias de abuso. Es por ello que suele
Cabe señalar que el conocimiento nunca interactúa fuera del con-
implicar cierta tensión y, en ocasiones, puede llegar a generar fric-
texto social, por lo que este enfoque jerárquico se debe emplear en
ción en grado considerable, lo cual es relativamente normal. En un
la relación que existe entre las comunidades indígenas y la sociedad
medio cultural homogéneo, como lo explica Jorge Gasché, el diálogo
no indígena en cada región, en cada país y entre grandes áreas cultu-
parte de la "connivencia a priori en cuanto a lo que cada uno puede
rales a escala mundial. Esto presupone establecer acuerdos en cada
esperar del otro y generalmente las expectativas se cumplen a través
uno de los asuntos que conciernen a los pueblos indígenas y no de-
de las respuestas verbales y se confirman en los actos y las conductas
cidir de manera unilateral cuáles son los objetivos a alcanzar ni ver
que obedecen a rutinas socio culturales". Esto no ocurre en el diálogo
intercultural, en donde

H Louis Dumont 01'. cit., pp. 237 Y 261.

1J9
118
Césor Carrillo True.bo Pluriverso

este a priori consensual no se puede asumir como dado. Al contrario, lo que está de esta categorización se impone al conocimiento indígena una sig-
dado es la diferencia en el universo sociocultural con referencia al cual cada nificación que no tiene en las sociedades indígenas y que proviene de
hablante e interactuante se sitúa. Este universo es el conjunto de las evidencias una tradición científica occidental"." La búsqueda de corresponden-
vivenciales que conforman el horizonte (en el sentido fenomenológico de Husserl) cia entre culturas distintas no debe convertirse en la reducción de los
de la cotidianidad, y ésa, evidentemente, es distinta para un docente urbano y un elementos de una a los de la otra, en la sumisión de la dominada.
indígena del bosque. La palabra de cada uno opera, desde luego, con referencia a Es claro que no se trata de un ejercicio fácil. Basta pensar en la
evidencias distintas que son el conjunto de las experiencias cotidianas que han dificultad que implica el establecimiento de correspondencias entre
dejado huella en la memoria y en las rutinas discursivas y de conducta de la per- los conceptos que en las culturas indígenas unen explícitamente
sona (el hábitus, si se quiere retomar esta noción acuñada por Bourdieu y Elias) valores e ideas, y los occidentales que los llevan implícitos pero
y que motivan y dan sentido a su manera de actuar. En este caso, el consenso que en general son difíciles de discernir. Tal vez, como lo propone
sobre el significado y el alcance práctico de las palabras es algo por lograr, pues Louis Durnont , habría que crear una nueva categoría, la de "valor-
no está dado.P idea" o "idea-valor";" para así tornarlos explícitos -por ejemplo, el
concepto de biodiversidad me parece que podría ser integrado con
Se trata de un ejercicio de traducción intenso, en el que no se debe facilidad en esta categoría ya que claramente otorga valor a lo diver-
evitar la falta de coherencia ni la tensión entre las partes -como si so, además de originarse en un contexto que ponderaba este rasgo
fuera algo anormal. Más bien, como lo señala Mary Douglas, hay que en la sociedad.
desconfia r de la claridad y perfección excesiva, 26 de la supuesta ar-
manía, ya que es muy probable que se deba a la imposición de los pa- Del Universo cerrado al Pluriverso infinito
rámetros de una de las partes, generalmente la dominante. Es el caso
del establecimiento de categorías occidentales a manera de casilleros, El conocimiento indígena es universal por su temática, sus alcan-
que son llenados con aspectos del mundo indígena, las cuales, como ces, por responder a las preocupaciones más profundas del ser hu-
explica Gasché, "no cumplen con una función lógica operativa que mano, a las interrogantes fundamentales que encontramos en toda
permitiera ganar, por medio de su manejo, una mayor comprensión cultura, y por constituir un elemento central en la reproducción de
de la realidad indígena. Las categorías en sí no sirven más que para la vida, su mantenimiento y florecimiento. Poco importa si los in-
catalogar los hechos culturales indígenas, hacer inventarias, pero no tegrantes de un pueblo indígena, de una cultura determinada, son
articulan entre ellas los contenidos que abarcan". Además, "a través poco numerosos o si se hallan confinados a una pequeña región, en
riesgo de desaparecer, o en cualquier otra circunstancia que permi-
tiera minimizar su existencia.
25Jorge Gasché, "Niños, maestros, comuneros y escritos antropologtcos como fuentes de contenidos indígenas
escolares y la actividad como puma de partida en los procesos pedagógicos íruerculturales: un modelo
sintáctico de cultura", en Educando en la diversidad. Investigaciones y experiencias educativas interculwrales y
bilingües, j. Gasché, M. Bertely y R. Modesta (eds.), México, Paidós (en prensa). 21 Jorge Gasché, oro cit.
26 Mary Douglas [19731, Sobre la naturaleza de las cosas, Barcelona, Cuadernos Anagrama, pp. 37-38, 1975. 18 Louis Dumont, oro cit., p. 243.

"120 121
César Carrillo Trueba Pluriverso

Hay una paradoja matemática relativa a los sistemas no medibles, No obstante, esto sólo es posible en la medida que prevalezca la
denominada de Banach y Tarski, la cual postula de manera simpli- igualdad y la justicia, es decir, el derecho a la libre determinación
ficada que si se comparan dos sistemas distintos, sin importar su de los pueblos, lo cual implica que la autonomía de los pueblos indí-
tamaño -podrían ser la Luna y una pelota de ping pong-, para cada genas deje de ser letra muerta en un convenio que nunca se respeta,
elemento que definamos en uno de ellos (1, 2, 3, ... n) encontraremos cuando no es aplastada violentamente. Ello no significa sentarse a
un equivalente en el otro (1', 2', 3', ... n'), por lo que ambos serán serne . esperar la llegada de una nueva era, más bien se trata de construir
jantes." Me parece que esta paradoja se puede emplear a manera de una forma distinta de relación que contemple otro mundo posible
analogía en el caso de las distintas formas de conocimiento que exis- y, en este sentido, el conocimi.ento indígena es un elemento funda-
ten, las cuales constituyen sistemas no cuantificables. Así, por cada mental. Son alentadas las experiencias de los pueblos indígenas que
tema, interrogante, necesidad práctica, forma de causalidad o cual- viven en un régimen de autonomía y han logrado establecer objetivos
quier otro elemento que forme parte del conocimiento de una cultura, propios para su desarrollo, reforzando el conocimiento y creando
es posible hallar equivalencia en la otra, aun cuando la magnitud del agendas de investigación para proyectos de colaboración con institu-
conocimiento de una sea infinitamente mayor al de la otra -como la ciones de investigación y organizaciones no gubernamentales -como
Luna y una pelota de ping pong-, lo cual suele ser el caso cuando se parece ser el caso de los cuna de Panarná.:'"
compara la ciencia con el conocimiento de algún pueblo indígena. En México uno de los casos más conocidos es el de los zapatistas en
El universalismo, que postula la existencia de leyes únicas y uni- Chiapas, quienes, aun en ausencia de autonomía tras la cancelación
versales, sólo discernibles por medio de la ciencia, se comporta como de los Acuerdos de San Andrés por parte del Estado, han logrado de-
la teoría geocéntrica de Ptolomeo, que colocaba a la Tierra en el cen- finir sus necesidades y aspiraciones en unidades espaciales regidas
tro del Universo y el resto de los planetas y demás cuerpos celestes gi- por asambleas, involucrando en varios proyectos a organizaciones
rando a su alrededor. El relativismo absoluto, por su parte, multiplica no gubernamentales, académicos y otros miembros de la sociedad
esta imagen, creando un sistema como el concebido por Fontenelle en civil, tanto nacional como internacional, con logros relevantes en
donde existe una pluralidad de mundos, aislados unos de otros, con determinados campos como el de la educación. Otras experiencias,
vidas paralelas, sin posible comunicación. El relativismo relativista menos conocidas y quizá de menor magnitud pero igualmente inte-
propone la existencia de un Pluriverso compuesto de innumerables resantes, se van abriendo camino en distintas partes del país, con
universos, naturalezas-culturas, abierto e infinito, cuya topología re- proyectos diversos que abarcan desde la salud hasta el manejo y
sulta de la interacción de sus componentes al igual que su devenir. Es conservación de bosques yagua, estableciendo colaboraciones con
la única forma que puede permitir el libre desenvolvimiento de esta distintos sectores de la sociedad. La construcción de un Pluriverso
constelación de saberes, el paso, reformulando la idea de Alexandre está en marcha.
Koyré, de un Universo cerrado a un Pluriverso infinito.
29laura Elena Morales, "De grandes y pequeñas cosas o la paradoja de Banach y Tarski", en Ciencias, nÚOl
JO Darrell A. Posey, "Ethnobíology/Ethncecology in rhe conternporary World: Towards a new ímer-disciplinary
71, pp. 46-54, 2003.
and inter-cultural scíence", en Elnoecologica, vol. IV, núm. 6, pp. 106-116,2000.

122 123
Bibliografía

Alcorn, janis, "Noble Savage or Noble State? Northern Myths and Southern Realities in
Biodiversity Conservation", en Etnoecologica, vol. 11, núm. 3, pp. 7-19, 1994.
Agrawal, Arun, "On power and indigenous knowledge", en Cultural and Spiritual Values
oJ Biodiversity, Darrell A. Posey (ed.), Londres, UNEP/lTP,
pp. 177-180, 1999.
Aveni, Anthony, Conversing with the Planets, Nueva York, Times Books, 1992.
Bailloud, Gerard, "Avant l'histoire", en Histoire de la France rurale. Des origines ¿¡ 1340,
George Duby y Armand Wallon (eds.), vol. 1, París, Seuil, 1975.
Balandier, George, 1988, El desorden. La teoría del caos en las ciencias sociales, Barcelona,
Gedisa, 1989.
Bartra, Armando, "Teoría y práctica del racismo. Plantaciones y monterías en el Porfi-
riato", en Ciencias, núms. 60-61, pp. 72-79, 200l.
Bartra, Roger, El salvaje en el espejo, México, UNAMIERA,
1992.
--, El salvaje artificial, México, UNAMIERA,1997.
Bateson, Gregory, 1972, Pasos hacia una ecología de la mente, Buenos Aires, Planeta/Car-
los Lohle, 1992.
Berman, Monis, 1981, El reencantamiento del mundo, Santiago de Chile, Cuatro Vientos,
1987.
Bonfil Batalla, Guillermo, 1987, México Profundo. Una civilización negada, México, CNCA!
Grijalbo, 1990.
Bury, john, s/í., La idea del progreso, Madrid, Alianza Editorial, 1971.
Carrillo, Ana María, "Los médicos y la 'degeneración de la raza indígena'", en Ciencias,
núms. 60-61, pp. 64-70, 200l.
Carrillo Trueba, César, Las plantas en la vida de los pueblos de la Chinantla Baja, tesis
profesional, México, Facultad de Ciencias, UNAM,
2002.
Casas, Alejandro y Javier Caballero, "Domesticación de plantas y origen de la agricultu-
ra en Mesoamérica", en Ciencias, núm. 40, pp. 36-45, 1995.
Cauvin,]acques, Naissance des divillités, naissance de l'agriculture, París, Flamarion, 1997.
Cavalli-Sforza, Luca, 1993, Quiénes somos: historia de la diversidad humana, Barcelona,
Crítica, 1994.

J25
César Carrillo Trlleba P l u r i ver s o

Condorcet, 1795, Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano, 2 Fiedel, Stuart J, 1992, Prehistoria de América, Barcelona, Crítica, 1996.
vols., Madrid, Calpe, 1921. Flannery, Kent V, "Los orígenes de la agricultura en México: las teorías y las evidencias",
Coriat, Benjamín, 1976, Ciencia, técnica Y capital, Madrid, Blume, 1978. en Historia de la agricultura. Época prenispanu:a, siglo XVI, tomo 1, Teresa Rojas Rabiela
Crosby, Alfred W, 1986, Imperialismo ecológico, Barcelona, Crítica, 1988. y William T Sanders (eds.), México, lNAH, 1985.
Changeux, Jean-Pierre y Antoine Danchin, "Apprendre par stabilisation sélective de Flores y Troncoso, Francisco de Asís, 1888, Historia de la medicina en México desde la
synapses en cours de développernent", en L'unité de l'homme. 2. Le cerveau humain, época de los indios hasta la presente, edición facsimilar, 3 vols., México, IMSS, 1982.
E. Morin y M. Piatelli-Palmarini (eds.), París, Seuil, 1974. Foucault, Michel, 1976, Genealogía del racismo, Madrid, Ediciones La Piqueta, s/í,
Chomsky, Noam, 1975, Re~exiones sobre el len!;,TUaje,
Barcelona, Planeta/De Agostoni, 1984. García Canclini, Néstor, Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la moderni-
Delgado Ramos, Gian Carlo, Biodiversidad, desarrollo sustentable y militarización, Méxi- dad, México, cNcAlGrijalbo, 1989.
co, uNAM/Plazay Valdés, 2004. Gasché, Jorge, "Niños, maestros, comuneros y escritos antropológicos como fuentes de
Descola, Philippe, Les lances du crépuscule. Relations ]ivaros, Haute-Amazonie, París, contenidos indígenas escolares y la actividad como punto de partida en los procesos
Plon, Col. Terre Hurnaine, 1993. pedagógicos interculturales: un modelo sintáctico de cultura", en Educando en la di-
--, "Construyendo naturalezas, ecología simbólica y práctica social", en Naturaleza versidad. Investigaciones y experiencias educativas interculturales y bilingües, J. Gasché,
y sociedad, perspectivas antropológicas, P Descola y G. Pálisson (coords.), México, M. Bertely y R Modesta (eds.), México, Paidós (en prensa).
Siglo XXI, pp 101-123,1996. Gould, Stephen jay, 1983, La falsa medida del hombre, Barcelona, Crítica, 2003.
Douglas, Mary 1973, Pureza y peligro. Un análisis de los conceptos de polución y tabú, --, 1996, La grandeza de la vida. La expansión de la excelencia desde Platón a Darwin,
Madrid, Siglo XXI, 1991. Barcelona, Crítica, 1977.
--, 1973, Sobre la naturaleza de las cosas, Barcelona, Cuadernos Anagrama, 1975. --, 2002, La estructura de la teoría de la evolución, Barcelona, Tusquets, 2004.
--, 1986, Cómo piensan las instituciones, Madrid, Alianza Editorial, 1996. Gruzinski, Serge, 1988, La colonización de lo imaginario, México, FCE, 1991.
Duchet, Michele, 1971, Antropología e historia en el siglo de la luces, México, Siglo XXI, --, Painting the Conquest, París, Flamarion, 1992.
1984. --, 1999, El pensamiento mestizo, Barcelona, Paidós, 2000.
Dumont, Louis, 1983, Ensayos sobre el individualismo, Madrid, Alianza Editorial, 1987. Habermas, Jürgen, 1968, Ciencia y técnica como ideología, Madrid, Tecnos, 1984.
Edelman, Gerald. M., Bright Air, Bril1iant Fire: On the Matter of Mind, Nueva York, Basic --, 1983, "La modernidad, un proyecto incompleto", en La posmodernidad, México,
Books, 1992. Kairos/Cololón, 1988.
Eldredge, Niles y Ian Tattersall, 1982, Los mitos de la evolución humana, México, FCE, 1986. Hanke, Lewis, 1974, La humanidad es una, México, FCE, 1985.
Fairhead,]ames y Melissa Leach, "Declarations of difference", en Beyond Farmer First, 1. Haudricourt, André G., "Dornestication des animaux, culture des plantes et traiternent
Scoones y J Thompson (eds.), Londres, CTAlllED/ITD, 1994. d'autruí", en L'Homme, vol. 2, núm. 1, pp. 40-50, 1962.
--, SCience, Society and Power, Cambridge, Cambridge University Press, 2003. --, "Nature et culture dans la civilisation de l'igname: l'origine des clones et des
Farnsworth, Norman R, "Screening plants for new medicines", en Biodiversity, E. O clans", en I:Homme, vol. 4, pp. 93-104, 1964.
Wilson (ed.), Washington D. e, National Academy Press, 1988. Haudricoun, André G. y Louis Hédin, L'homme et les plantes cultivées, París, Éclitions A
Feyerabend, Paul K, 1975, Tratado contra el método, Madrid, Tecnos, 1982. M. Métailié, 1987.

12G n7
César Carrillo Trucba P 1 u r i ver s o

Horton, Robin, 1967, "El pensamiento tradicional africano y la ciencia occidental"


---- Martínez, Henrico 1606, Repertorio de los tiempos e historia natural de esta Nueva España,
, en
Ciencia y brujería, Barcelona, Cuadernos Anagrama, 1988. Méxi.co, CNCA,1991.
Hymes, Del!, Foundations in Sociolinguistics. An Ethnographic Approach, Philadelphia, Mehler, Jacques, "Connaitre par désapprentissage", en L'w1ité de l'homme. 2. Le cerveau

University ofPennsilvanya Press, 1974. humain, E. Morin y M. Piatelli-Palmarini (eds.), París, Seuil, 1974.

jacob, Francois, 1981, El juego de lo posible, Barcelona, Grijalbo, 1982. Morales, Laura Elena, "De grandes y pequeñas cosas o la paradoja de Banach y Tarski",

Johanson, Donald y Maitland Edey, 1981, El primer antepasado del hombre, Barcelona en Ciencias, núm. 71, pp. 46-54,2003.
Planeta, 1982. ' Morazé, Charles, La science et lesfactwrs de l'inégalité, París, UNESCO,
1979.

Landa, fray Diego de, ca. 1560, Relación de las cosas de Yucatán, México, Porrúa, 1982. Mumford, Lewis, 1934, Técnica y civilización, Madrid, Alianza Universitaria, 1982.
Needham, Joseph y André G. Haudricourt, 1957, "La science chinoise antique", en
Latour, Bruno, 1991, Nunca hemos sido modernos, Madrid, Cátedra, 1993.
--, Petite reflexión sur le wlte moderne de dieux faitiches, París, Synthelabo, col. Les Histoire genérale des sciences. Vol. 1. La scrence antique et médiévale, René Taton (ed.),

empecheurs de penser en rond, 1996. París, PUF,1957.


Ortiz de Montel!ano, Bernardo, 1990, Medicina, salud y nutrición aztecas, México,
Le Goff, jacques, Pour un autre Moyen Age, París, Gallimard, 1977.
Leroi-Gourhan, André, L'homme et la matiere. Miliw et techiques, París, Albin Michel, Siglo XXl, 1997.
Porteres, Roland y Jacques Barrau, "Comienzos, desarrollo y expansión de las técnicas
1945.
agrícolas", en Historia general de África, vol. 1,]. Ki-Zerbo (ed.), París, unssco/Tec-
--, 1965, El gesto y la palabra, Caracas, Imprenta Universitaria de Caracas, 1971.
López Austin, Alfredo, Los mitos del tlawache, México, Alianza Editorial, 1990 (existe nos, 1982.
Posey, Darrel A., "Cu\ture and Nature-The Inextricable Link & Maintaining the Mo-
una edición del nx, UNAM).
saic", en Cttltural and Spiritual Values of Biodiversity, Darrel A. Posey (ed.), Londres,
--, El conejo en la cara de la luna, México, INI/CNCA,
1994.
--, Tamoanchan y Tlalocan, México, FCE,1995. UNEP/lT,1999.
__ , "Ethnobiology/Ethnoecology in the contemporary World: Towards a new in ter-
--, Breve historia de la tradición religiosa mesoamericana, México, lIA,UNAM,1998
disciplinary and ínter-culrural scíence", en Etnoewlogica, vol. IV,núm. 6, pp. 106-
--, "El núcleo duro, la cosmovisión y la tradición mesoamericana", en Cosmovisióll,
ritual e identidad de los pueblos indígenas de México, J Broda y F Báez (eds.), México, 116,2000.
CNCAlFCE,
2001. Renouard, Yves, Les hommes d'affaires italiens du Moyen Age, París, Armand Colin, 1968.
Romero Frizzi, María de los Ángeles, "La agricultura en la época colonial", en La agri-
Lozoya Legorreta, Xavier, Plantas, medicina y poder. Breve historia de la herbolaria mexi-
cana, México, rrc/Paix, 1994. cultura en tierras mexicanas desde sus orígenes hasta nuestros días, Teresa Rojas (ed.),

--, "La herbolaria medicinal de México", en La medicina invisible, X. Lozoya y C. Zolla México, CNcAlGrijalbo, 1991.
Rousseau, Jean Jacques, 1754, El origen de la desigualdad entre los hombres, México,
(eds.), México, Folios, 1983.
Lozoya Legorreta, Xavier y Enrique Gómez (eds.), Fito[ármacos, México, IMSS/FARMASN Glijalbo, 1972
sCHwABE,1997. Sahlins, Marshall, 1972, Economía de la edad de piedra, Madrid, Akal, 1983
Shapin, Steven, 1996, La revolución científica. Una interpretación alternativa, Barcelona,
Maffi, Luisa, "linguistic Diversity", en Cultural and Spiritual Values of Biodiversity,
Darrell A. Posey (ed.), Londres, UNEP!lr,1999, Paidós, 2000.

129
128
César Carrillo Trueba

Simmel, Georg, 1903-1923, Philosophie de la modemité, París, Payot, 1989.


Thompson, J. Eric S., Historia y religión de los mayas, México, Siglo XXI, 1970.
Thuillier, Pierre, 1980, La trastienda del sabio, Barcelona, Fomalba, 1983.
-,1988, De Arquímides a Einstein, México, Alianza/enea, 1990.
Weckmann, Luis, La herencia medieval de México, México, El Colegio de México, 1984.
Wellhausen, E.]., L. M. Roberts, Efraím Hernández X. y P. C. Mangelsdorf, "Razas de maíz
en México. Su origen, caracteristicas y distribución", en Xolocotzia. Obras de Efraím
HemándezXolocotzi, tomo u, México, UACH, pp. 609-732, 1951.

Whorf, Benjamín Lee, 1940, Lenguaje, pensamiento y realidad, Barcelona, Barral, 1971.

130

También podría gustarte