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MATÍAS YEATTS - 02/11/2020

La injerencia de las mujeres en la historia de la fundación de Roma. Las teorías de


género aplicadas a la Cultura Clásica.

Las presentes teorizaciones filológicas y culturales acerca de la cultura clásica


son posibles debido a un largo proceso de indagaciones que comienza en la década del
60’. “[…] las mujeres de la antigüedad fueron consideradas legítimo objeto de estudio y
estas preocupaciones obtuvieron el estatus de área de especialización dentro de los
estudios clásicos.” (J. Palacios, 2008, 2). Esta cuestión no deja de ser importante: tener
la posibilidad de observar la historia fundacional de Roma a través de los ojos del
historiador Tito Livio (17 d.C.), quién concibió su obra monumental hace dos milenios,
es para nosotros un gran privilegio. La historia de Roma fue, tantas veces narrada a
partir de los heroísmos de los reyes y guerreros, que encontrar textos como los de Joshel
(1982), Cornel (1999), Pomeroy (1975), Palacios (2008) y otros es como ver la luz al
final de un túnel, una gran y hermosa revelación. Luego de leer estos ensayos críticos y
volver al texto de Livio, uno da cuenta de la injerencia de las mujeres romanas en la
historia de la fundación de Roma; pasando por alianzas y tratados políticos hasta figuras
como Lucrecia y Virginia, las cuales aparecen en el texto de Livio. Las apariciones de
las mujeres son, sin embargo, fugaces. Aparecen en momentos críticos siendo la gran
mayoría de las veces víctimas, a veces fatales, de la historia romana. Al leer el texto de
Livio me dio la sensación de estar ante la presencia de actos sacrificiales por parte de las
mujeres en pos del futuro de los imperios.

Livio plantea la fundación de Roma comenzando por el viaje de la Eneida. El


viaje de los exiliados troyanos luego de sufrir el destrozo y la quema de Troya hacia
nuevas tierras donde poder asentarse. Luego viene el encuentro entre los ejércitos de
Eneas y Latino que deviene en una alianza familiar que es consumada por la entrega,
por parte de Latino, de su hija Lavinia a Eneas. Luego de la alianza Eneas construiría
una ciudad que nombraría en homenaje a su esposa y más tarde nace un niño del nuevo
matrimonio, llamado Ascanio. Lavinia es una mujer muy importante en la leyenda
romana; fue quien – a costa de su carácter (así lo declara Livio) – preserva el trono a su
hijo Ascanio hasta cuando este pueda gobernar. Ascanio sede la ciudad de Lavinia a su
madre y construye una nueva en las colinas de Albano, a esta llamará “Alba Longa”. En
este punto empiezan décadas de sucesiones familiares que reinan “Alba Longa”. El
decimotercero rey es Proca, sus hijos Numitor y Amulio serán determinantes a la
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leyenda. Numitor es expulsado del reinado por su hermano menor Amulio, quien
impiadosamente asesina a los hijos del mismo y convierte a su hija, Rea Silva, en virgen
vegetal. Este hecho no es trivial, el concepto de virgen vegetal es representativo del rol
de la mujer en la ciudadela. El historiador francés lo explica de la siguiente manera:

“tenían por función mantener y vigilar, bajo la autoridad de la Gran Virgen


Vestal (virgo Vestalis maxima), el fuego del hogar público, en el santuario de Vesta, en
el ángulo suroeste del foro romano. ‘Cogidas’ antes de la pubertad, las Vestales servían
en principio durante treinta años, diez de los cuales estaban dedicados al aprendizaje,
diez al servicio propiamente dicho y diez a la instrucción […] El Gran Pontífice podía
así someter la Vestal a un severo castigo corporal si el fuego de Vesta se extinguía por
su culpa; y si su conducta parecía infringir la castidad a la que estaba obligada (este
crimen llevaba el nombre de incesto), la Vestal corría el riesgo de ser enterrada en vida”
(Schied, J., “‘Extranjeras’ indispensables. Las funciones religiosas de las mujeres en
Roma”, en Duby, G. y Perrot, M. [dirs.], Historia de las mujeres. La Antigüedad,
Barcelona, Penguin Random House, 2018, pp. 391-392).

Puede verse claramente como el comportamiento sexual de las mujeres está


fuertemente enjuiciado por la moral romana. Para que una mujer fuera honrada, esta
debía mantener la castidad (pudicitia). Así, las mujeres que llevaban una vida
deshonrosa no eran denominadas materfamilias, sino que eran vistas como prostitutas.
El ejemplo está claro en la denominación que recibió Larentia (esposa de Fáustulo) a
quien llamaban “loba”, en latín lupus, que se transcribe como “ramera”. El contraste
está en Lucrecia, quien es otorgada el premio a la esposa virtuosa.

“Lo central es que la condición de la “madre de familia” estaba indisolublemente


vinculada a la conducta sexual de la mujeres (Rouselle, 1991b: 302), inclusive,
en el caso de aquellas que aún no habían procreado. (Palacios J, 2008, 14)

Más tarde la vestal es violada y engendra gemelos, uno de ellos sería el fundador
de Roma, Rómulo. Rea declara como padre a Marte. Livio al buscar las razones de esta
declaración deja entrever la moral romana con respecto a la sexualidad femenina: “ya
sea porque realmente lo creía, o porque la falta pudiera parecer menos grave si una
deidad fue la causa de la misma” (Livio T, 27 a. C.–25 a. C., 10). El rey ordena que se
tire a Rómulo y Remo al Río Tiber por la posible amenaza a su poder en el futuro. Sin
embargo, estos sobreviven y son encontrados por Fáustulo quienes lo da a su esposa

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Larentia para el cuidado. Una vez jóvenes, los gemelos toman venganza y asesinan a
Amulio. A partir de acá comienza una disputa hacia el poder. Al estar en igualdad de
condiciones deciden dejarlo a las deidades. El augurio de Rómulo es posterior en
términos temporales, pero en cantidad doblega los pájaros vistos por Remo, así en el
fragor de la disputa por el poder Rómulo asesina a su gemelo y se queda con la corona.
Rómulo lleva cabo importantes diligencias: llamó a su gente a un concilio otorgando un
cuerpo de leyes, creó un senado y expandió los muros de la ciudad. A pesar del poder y
la fortaleza de la ciudad, aparece un problema: falta de descendencia lo cual amenazaba
con una posible ruina de Roma. Había pocas mujeres y el casamiento entre ciudades
vecinas estaba prohibido. Así, aparecerá un hecho violento en la historia romana para
conseguir prolongar la dinastía. Rómulo invita a los pueblos vecinos a un juego de
honor en el cual concurren doncellas y familias. En medio del espectáculo las mujeres
son capturadas por los jóvenes romanos. Una vez más parece que Livio nos otorga un
hecho importante para el análisis de género. Livio cuenta que hay una doncella entre
todas, “notable por su gracia y su belleza”, que es raptada y ante “ las múltiples preguntas
de a quién estaba destinada, siempre le contestaban: "Para Talassio. ".” (Livio T, 27 a. C.–
25 a. C., 14). Aquí vemos la situación de la mujer ante el matrimonio, para ella el
matrimonio no es un acto, no es una acción en la que tiene capacidad de decisión. El
matrimonio para la mujer era un cambio de condición, el de estar bajo potestad del
hombre (mater). “

Una vez más, la escasez de vocabulario indoeuropeo respecto del parentesco


femenino refleja esta situación de la mujer. El “matrimonio” suponía para ella el
abandono de su clan para entrar en el del marido. Respecto del papel
desempeñado por este, los términos son verbales; en cambio, para la esposa son
nominales. Este fenómeno se debe a que la mujer no realizaba un acto al
contraer matrimonio, sino que simplemente cambiaba de condición. El marido
“toma” o “conduce” a la mujer en matrimonio (uxorem ducere, alicuius filiam
ducere in matrimonium); el padre la “da” 12 (dare filiam in matrimoniun). No
hay verbo que designe para ella la acción de casarse. (Palacios J, 2008, 11 &12)

Este extracto es muy importante para comprender el rol de la ciudadana


femenina en el matrimonio, la mujer debe aceptar un destino no consensuado.

Otro hecho determinante para la historia sucede a causa de las puellae Sabinas.
Luego de que los pueblos fracasen en la venganza contra Roma por la captura de sus
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doncellas y sean colonizados los Sabinos deciden atacar cuando ven la oportunidad. En
medio de la confrontación de ambos ejércitos las doncellas (capturadas por los romanos
anteriormente) al ver a sus familiares y actuales esposos enfrentándose
sanguinariamente intervienen en un acto heroico. Entonaron una súplica: "están
hastiados de estos lazos de parentesco, de estas uniones matrimoniales, vuelquen su ira
sobre nosotras; somos nosotras la causa de la guerra, somos nosotras las que han herido
y matado a nuestros maridos y padres. Mejor será para nosotras morir antes que vivir sin
el uno o el otro, como viudas o huérfanas " (Livio T, , 27 a. C.–25 a. C., 16). El
historiador romano, con esta cita, nos da una imagen clara de un heroísmo despojado de
las Sabinas. Con esta súplica, logran la conmoción de ambos líderes y además del cesar
de la guerra, la unión de ambos ejércitos en un solo Estado. En este punto se da una gran
migración hacia Roma de los padres y familiares de las doncellas secuestradas, los
cuales fueron concedidos la ciudadanía a pedido de Hersilia (Esposa de Rómulo) quien
pidió que sus vidas fueran perdonadas.

El texto de Livio narra la historia desde hechos que a él le fueron narrados como
históricos. No debe desmerecerse la leyenda y la narración del historiador por su época
o su sustento arqueológico, Joshel (1982) explica por qué: “la pregunta para nosotros no
es si las víctimas, villanos y héroes son ficcionales, sino la manera en la que Tito Livio
cuenta su historia, ofreciendo un plano para su presente imperial.” (Joshel, 1982, 6).
Más allá de la ficción que contengan las leyendas de Livio, no deja de ofrecernos un
presente moral, ético, cultural, de la civitar Romana. Como ya vimos en medio de sus
relatos pueden entreverse la moral y la ética romana, las creencias y sus costumbres.

La violación de Lucrecia precipitó la caída de la monarquía y la fundación de la


República, y la versión romana de la libertad. El intento de violación de Virginia
perteneció a un conflicto entre grupos privilegiados y no privilegiados (patricios
y plebeyos), conocido como Conflicto de los Órdenes; el evento devino en el
derrocamiento de los decemviri, funcionarios que habían abusado de su misión
original de codificar la ley, y se inició un extenso proceso de reforma que
eventualmente cambió la forma de las instituciones políticas romanas. (Joshel,
1982, 4)

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El extracto de Joshel ejemplifica lo que se defiende en este trabajo teórico. La
disputa entre Colatino y Tarquino el Soberbio acerca de la “virtud” de las mujeres es
representativa de tanto la cultura patriarcal romana como de un pasado no tan lejano al
nuestro. No son hechos apartados ni aislados, el tiempo nos concede la suerte de mirar
hacia atrás y poder juzgar la cultura clásica a partir de nuestras nuevas perspectivas de
género.

BIBLIOGRAFÍA

- Palacios, J (2008), “LAS RELACIONES DE GÉNERO EN ROMA.


FORMULACIONES SOCIALES Y CULTURALES DE LA DIFERENCIA”,
Buenos Aires, Opfyl.
- Joshel, S.R. (1992) ―The Body Female and the Body Politic: Livy‘s Lucretia
and Verginia‖, Pornography and Representation in Greece and Rome, Edd.
Amy Richlin, Oxford, Oxford University Press. (Trad. Patricio Couceiro)
- Tito Livio (27 a. C.–25 a. C.), Historia de Roma desde su fundación, Imprenta
Real de Madrid, España.
- Cornell, T. J., Los orígenes de Roma, c. 1000-264 a.C. Italia y Roma de la Edad
del Bronce a las guerras púnicas, Crítica, Barcelona, 1999
- (Schied, J., “‘Extranjeras’ indispensables. Las funciones religiosas de las
mujeres en Roma”, en Duby, G. y Perrot, M. [dirs.], Historia de las mujeres. La
Antigüedad, Barcelona, Penguin Random House, 2018, pp. 391-392).

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