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¿Qué es la conversación?

La conversación es una de las formas del lenguaje dialogado, es el


intercambio de ideas, criterios u opiniones entre dos o más personas que se
trasmiten de esa manera sus pensamientos y puntos de vista sobre un
determinado tema.

Es importante para el desarrollo del intelecto, pensamiento y del lenguaje


para desarrollo de tópicos variados.

Lo mejor: la conversación no debe ser monótona.


Se puede tener una conversación de tema libre, temas sugeridos, cotidiana
o espontánea, estructurada o dirigida.

Seleccionar el tema sobre el cual se va a hablar, aunque es obvio que, a


veces, los distintos tópicos surgen por lo fluida que está la conversación y
no es necesario introducir de manera drástica otro, a menos que la previa
conversa hubiese sido incómoda.
Pero se puede regir de los siguientes tópicos
Las personas y el trabajo de los demás, pero también de los fenómenos de
la vida social y de la naturaleza, en la vida social es muy amplio, sobre todo
por la influencia de las redes sociales.

Las obras de arte en cualquiera de sus expresiones. Por su parte, las


experiencias personales son un favorito en las conversaciones; en los
adolescentes y muchos adultos experiencias sexuales.

Hay tips para hacerlo más ameno


Se pueden utilizar preguntas que permitan desarrollar la habilidad para
generalizar, comparar, analizar. Por ejemplo: ¿Qué piensa de?, ¿Que
pasaría sí?, claro que puede utilizarse por qué.

No en todas las conversaciones se deberían hacer preguntas que sean


exactas, precisas y claras que guíen a lo esencial.

Esto porque son estímulos que propician la conversación sin tener que caer
continuamente en las preguntas, la idea es desenvolver el tema acorde a
los distintos puntos de vista y expectativas de las partes. Aunque no
hay problema en hacer preguntas directas cada cierto punto.

Hacer las explicaciones y aclaraciones que garanticen la estructura y la


organización acorde a la conversación para mantener el interés. Se deben
precisar los conocimientos y el lenguaje.

Todo esto son consejos claves para tener una conversación acorde y fluida,
porque es lo primero que debe ser: fluida.

Reglas de cortesía en la conversación


Las reglas de cortesía en la conversación juegan un papel importante en la
vida de todo individuo. Las mismas, denotan la buena educación que posee
la persona que las utiliza. También, estas son inculcadas desde muy
temprana edad. Cuáles son las reglas de cortesía en la conversación Las
reglas de cortesía en la conversación vienen ligadas al respeto y los buenos
modelas. Las mismas, hablan muy bien de quien decida utilizarlas. Además,
ellas están al alcance de todos y en la mayoría de los casos, como fue
mencionado anteriormente, las mismas no son inculcadas desde pequeños.

Por ello, a continuación te dejamos las reglas de cortesía en la


conversación.

Palabras de cortesía
Esta podría ser, sin duda, una de las reglas de cortesía en la conversación
más importante.

Es decir, siempre se debe decir “buenos días”, “buenas noches”, “buenas


tardes”, “por favor”, “gracias”, “disculpe”, “permiso”. Estas palabras, denotan
cortesía y buena educación si son bien utilizadas en el momento adecuado.

Respeto
Para mantener las reglas de cortesía en la conversación siempre se debe
de tener presente el respeto. Por consiguiente, una conversación en la que
no exista el respeto mutuo es una conversación sin cortesía. Por ende, eso
la llevaría a ser una conversación no exitosa.

Cuida los temas de conversación


Si bien en toda conversación siempre se tratan diversos temas, siempre hay
algunos que pueden generar polémica. Por consiguiente, se deben cuidar
de tratar temas polémicos, como lo son la política y la religión.
Respeta los puntos de vista
En toda conversación se argumentan y tratan puntos de vista distintos. Por
consiguiente, siempre se debe respetar la opinión del otro, así no piense
igual que tú. Si bien, siempre existe la opción de refutar la opinión de los
demás. Sin embargo, esto debe de hacerse de manera respetuosa y
dejando ver que respetas su opinión más no la compartes.

Las normas de cortesía son modelos de comportamiento adecuados


para vivir en sociedad. Este tipo de pautas comportamentales son
evidentes en nuestras interacciones con los otros en la vida cotidiana, y
reflejan la calidad de nuestro modales y nuestras habilidades sociales.
Estos códigos de comportamiento son necesarios para una buena
adaptación a la sociedad, y es por esto que desde la etapa formativa, los
niños aprenden estas normas dentro de su círculo familiar y son
reforzadas por los profesores dentro de sus experiencias escolares.
Pensando en la importancia de estos modelos de comportamiento para
las interacciones humanas, hoy queremos compartir contigo algunas de
las normas de cortesía más importantes.

¿Cuáles son las principales normas de


cortesía?
Aunque el aprendizaje de las normas de cortesía se sitúa en la infancia,
estas son necesarias tanto para niños como adultos, pues constituyen
elementos fundamentales de las relaciones humanas. Si quieres saber
de qué va todo esto, algunas de las principales normas de cortesía son:

1. Puntualidad
La puntualidad es una de las normas de cortesía que debe cultivarse
para toda la vida. Esta es una de las cualidades de una persona más
valoradas, pues evidencia respeto por el tiempo propio y el de los
demás. Esto es valorado como un valor supremo y la impuntualidad es
tomada como algo negativo que puede deteriorar la imagen que los
demás tienen de ti.
2. Respeto
El respeto es la capacidad de tratar a otros con amabilidad y
consideración con el fin de no ofender ni generar ningún
perjuicio. Este valor parte de la aceptación de los otros como seres
valiosos aunque sean diferentes a nosotros. Dentro de las normas de
cortesía, el respeto se evidencia desde lo físico y lo verbal, además del
comportamiento adaptado a ciertos espacios.
3. Higiene y limpieza
La higiene y la limpieza hacen parte de nuestro cuidado personal y es
una actitud muy valorada en diferentes contextos. Ser limpio y contar
con una buena presentación personal es una actitud muy valorada en
cualquier espacio pues no solo revela el autocuidado, sino el respeto
por las personas con las que interactúas.

4. Prudencia
Cuando hablamos de prudencia, nos referimos a la capacidad de pensar
antes de decir o hacer algo, con el fin de no incomodar a otras
personas, o de dar o recibir algún tipo de perjuicio.

5. Códigos de vestimenta
La presentación personal hace parte importante de las normas de
cortesía, es por eso que desde niños, en las escuelas se hace uso del
uniforme para escolar, para ir moldeando nuestra capacidad de
vestirnos de acuerdo con la ocasión.

Los códigos de vestimenta responden a la habilidad de vestirte


correctamente de acuerdo con el lugar que vas a visitar. Por ejemplo, si
vas a una fiesta formal, sería de mal gusto presentarte con ropa de
playa.

6. Lenguaje adecuado
Dentro de las normas de cortesía, es importante prestar atención al uso
del lenguaje de acuerdo al contexto en el que estamos. De hecho, la
cortesía comunicativa es un área en la que se estudian los usos del
lenguaje en diferentes escenarios y situaciones.
En ejemplos terrenales, esto significa que no te expresas igual a cuando
estás en una clase con tus profesores que cuando estás con tu grupo de
amigos.
Aprender sobre los tipos de lenguaje y las fórmulas de cortesía
comunicativa, no solo te ayudará a comprender este fenómeno, sino a
ser más consciente de tus formas de expresión.

Normas de cortesía para niños


En términos generales, las normas de cortesía anteriores funcionan
tanto para los niños como para los adultos. No obstante, acá te
pondremos algunos ejemplos de normas de cortesía para niños con el
fin de que sea más fácil aplicarlas en su proceso formativo.
7. Buen trato
Es importante que los niños aprendan a tener un buen trato con los
demás sin importar si son sus pares o personas adultas. Este
comportamiento está relacionado con la amabilidad y la capacidad de
entablar buenas relaciones.
8. No avergonzar a otros
En la infancia somos especialmente proclives a burlarnos de otras
personas, no obstante este es un comportamiento abusivo sin importar
cuántos años tengamos. Es por esto que es necesario educar a nuestros
niños en respeto y amor, dentro de lo que se incluye ponerse en el
lugar de los otros y evitar burlarse de ellos, para no caer en algún
tipo de conductas nocivas como el bullying.
9. Prestar atención
Aprender a prestar atención es necesario, no solo para tener buenas
relaciones interpersonales, sino para nuestro propio beneficio. Dentro
de las normas de cortesía se incluye, prestar atención a nuestros
interlocutores con el fin de comprender a plenitud lo que tienen
para decirnos.
Enseñar a nuestros niños a prestar atención tanto a sus familiares,
como a sus profesores y compañeros, es necesario para que tengan un
proceso de aprendizaje efectivo.
10. Saludar y despedirse
Esta es una de las normas de cortesía básicas que debe aprenderse
desde la infancia. Sin importar en donde estemos, siempre que
lleguemos o nos vayamos de algún lugar debemos saludar y
despedirnos. Esto denota que valoramos la presencia de las personas
con las que interactuamos y es un signo de buena educación.

11. Decir permiso, por favor y gracias


Existen un conjunto de oraciones que funcionan como fórmulas
comunicativas que reflejan nuestro grado de respeto por los otros.
Aprender a agradecer, a pedir un favor cuando necesitamos algo de los
otros, o a pedir permiso para interrumpir o abandonar un lugar, es
necesario para entablar interacciones relacionales sanas.

RIESGOS DE TRABAJO
Se consideran riesgos de trabajo, en la modalidad de teletrabajo, los accidentes y las
enfermedades que ocurran a los teletrabajadores con ocasión o a consecuencia del teletrabajo que
desempeñen en forma subordinada y remunerada, así como la agravación o reagravación que
resulte como consecuencia directa, inmediata e indudable de esos accidentes y enfermedades.

Conozcamos algunos ejemplos cuando se considera un accidente laboral.

• Así mismo, son considerados accidentes laborales


aquellos sufridos en el lugar y horario de trabajo.
• También, aquellos accidentes “in itinere”, es decir,
aquellos sufridos por el trabajador al ir y volver de éste. Sin
embargo, para que sea catalogado de esta manera, se requiere
de lo siguiente: que el accidente ocurra en el camino de ida o
vuelta; que no se generen interrupciones entre el trabajo y el
momento del accidente; y que se lleve a cabo el itinerario usual.
• Son considerados accidentes laborales aquellos sufridos por
el trabajador en el trayecto a recorrer necesario para
cumplir con la misión convocada; así como el generado
durante la realización de la misma dentro del horario de trabajo.
• Aquel accidente producido en actos de salvamento, siempre y
cuando tengan conexión con el trabajo; sin importar si ha sido
por orden del empleador o por voluntad propia.
• Todos aquellos accidentes generados con ocasión o por
consecuencia de la realización de las labores de cargos de
carácter sindical o de gobierno. Así como los accidentes
producidos al ir o volver de realizar dichas labores o funciones.
• Todas aquellas enfermedades que el empleado contraiga a
partir de la realización de sus obligaciones laborales, que
no estén estipuladas en la clasificación de enfermedades
profesionales u ocupacionales.
• Las enfermedades o secuelas que reaparecen o se
agravan a causa de la realización del trabajo.
• Del mismo modo, todas aquellas enfermedades intercurrentes
que constituyan complicaciones a causa del accidente de
trabajo. Ahora bien, para ser considerada como enfermedad
intercurrente debe existir una relación de causalidad entre el
accidente laboral inicial y la enfermedad derivada.
• Se considera accidente laboral aquel que se produzca por
la realización de actividades deportivas, recreativas o
culturales, sin importar si se actúa por orden del empleador o
por cuenta propia.
• Y por último, se consideran accidentes de trabajo a los
derivados de la realización de las tareas habituales de un
trabajo y de la confianza que éstos inspiran al accidentado.
Qué no son considerados accidentes de
trabajo
• Aquellos que se producen por imprudencia temeraria del
empleado, es decir, cuando el accidentado ha actuado
indebidamente o en contra a las normas de acción de la
actividad o de la orden establecida por el empleador.
• Los generados por una fuerza mayor ajena al trabajo. Por
ejemplo, una fuerza mayor que no tenga ningún tipo de relación
con la labor que se está realizando al momento de presentarse
el accidente. En este caso, no suponen causas de fuerza
mayor: una insolación, rayos, fenómenos relacionados con la
naturaleza.
• Los accidentes generados a dolo del trabajador
accidentado, es decir, cuando el trabajador causa consciente,
voluntaria y maliciosamente el accidente, para obtener
beneficios por ello.
• Y aquellos accidentes provocados por otras personas
cercanas al entorno, como por ejemplo, el empleador, un
compañero de trabajo o un tercero.

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