Está en la página 1de 1

Medranda Medranda Ángel Rafael

1317980512
Unidad Educativa “Dr. Luis Aveiga Barberán”

Los derechos de los animales


Inicio
Los animales a lo largo de la historia no han sido merecedores de derechos ya sea porque se
encuentran dentro de la naturaleza de la visión de Kelsen, para otros porque no cuentan con
alma o simplemente porque se considera que no sienten.

Respecto a lo que (Hans, 2002) menciona en su libro, Teoría pura del derecho en su capítulo
referente al positivismo jurídico y doctrina del derecho natural, podemos ver que existía un
conflicto total entre el positivismo jurídico y el derecho natural. Motivo por el cual, durante
mucho tiempo se intentó saber cuál de estos dos era el correcto para la creación de las normas
y así, poder saber cuáles eran mejores, aunque en ese entonces solo se lograba descifrar
cuales eran justas o injustas.

Cuando una sociedad evoluciona y va siendo consciente de que no vive sola en el mundo, de
que tiene que respetar los derechos de los demás y aprender a respetar a la naturaleza, medio
ambiente, flora y fauna es ahí donde se crean los derechos de estos seres vivos capaces de
sentir, prerrogativas para que estos tengan derecho a una vida y a un trato digno, así de esta
manera también se logre un equilibrio del ser humano con la naturaleza que lo rodea.

Desarrollo
Para una mejor explicación de derechos animales, lo más adecuado sería citar textualmente la
Declaración Universal de los Derechos del Animal ya que ahí se explica el porqué del
surgimiento de ésta y nos da el listado de derechos que se les debe de reconocer y de los
cuales se derivan todas las leyes federales, locales y reglamentos alrededor del mundo.

La moral no distingue a los seres que la poseen por el grado de inteligencia o raciocinio, ni
mucho menos por razas, religiones o nivel social. Por lo tanto, observando la conducta de los
animales, bien podemos asegurar que poseen actitudes naturales de moral. Entre ellos se
respetan por la edad, forman sus propios grupos sociales muy solidarios, no matan por placer,
no destruyen el hábitat de otras especies, no invaden territorios ajenos, no mienten, no estafan
etc. A todo este conjunto de actitudes que muchos científicos llaman “instinto” bien podemos
llamar moral, lo que sucede es que nos cuesta mucho reconocer que en muchos casos los
animales poseen cualidades que muchas veces el hombre carece (Quintanilla, 2008).

Conclusiones
Es necesario cambiar el estilo de vida para evitar la matanza innecesaria e injustificada de
animales para consumo humano y cuestiones de vestimenta, calzado y experimentación.

Respetar la escasa normatividad acerca de la protección animal y su bienestar, que es básico e


indispensable para su completo respeto de derechos.

Desde un punto de vista emocional que debemos cuidar a los animales, evitar que sufran y
tratar de acudir y participar de manera directa o indirecta en las peleas de gallos, perros,
corridas de toros, etc.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Hans, K. (2002). Introducción a la teoría pura del derecho.

Quintanilla, R. (2008). La Protección de los Animales. Revista Electrónica de Veterinaria, 9, 1–


9.

También podría gustarte