Universidad Autónoma de Baja California

CUES

“Practica 7”

ALUMNO: Yelina Yajaira Quintana Frausto

DOCENTE: Leonardo Daniel Zamarripa Córdova
GRUPO: 423-2
MATERIA: Histología

FECHA: 07/10/2023
Introducción
El tejido respiratorio es un componente fundamental del sistema respiratorio
humano, encargado de facilitar el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre
el organismo y el medio ambiente. Este tejido está formado por una compleja red
de estructuras anatómicas y celulares que trabajan en conjunto para llevar a cabo
la función vital de la respiración.

La eficiencia del tejido respiratorio radica en su capacidad para maximizar la

superficie de contacto entre el oxígeno del aire y los capilares sanguíneos, donde
se produce el intercambio gaseoso esencial para la vida. A lo largo de este proceso,
el tejido respiratorio también filtra y humidifica el aire inhalado, protegiendo las vías
respiratorias de partículas dañinas y microorganismos.

Este tejido incluye diversas estructuras, como los bronquios, bronquiolos, alvéolos
pulmonares y los vasos sanguíneos que los rodean. Además, está compuesto por
diferentes tipos de células, como los neumocitos, células ciliadas y células
caliciformes, cada una con su función específica en el proceso de respiración.
Procedimiento

Al inicio de la practica nos colocamos la bata del laboratorio, el docente nos dio la
entrada al laboratorio y procedimos a tomar los microscopios para realizar la
práctica.

Como de costumbre, el docente nos dio una breve introducción del tejido
respiratorio.

En esta ocasión no pudimos conseguir pulmones para apreciarlos en el microscopio

y tuvimos que observar las laminillas que nos proporciono el docente.

Fue una práctica muy rápida en consecuencia a la falta de los pulmones.

Por último, lavamos nuestro portaobjetos y limpiamos nuestras mesas de trabajo,

llevamos los microscopios a su lugar y dimos por concluida la práctica.
Fotos de clase
Conclusion
En conclusión, el tejido respiratorio es un sistema esencial para la vida humana,
cuya función principal es facilitar el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono
entre el organismo y el ambiente. A lo largo de esta descripción, hemos explorado
su anatomía y funcionamiento, destacando su compleja red de estructuras y células
que trabajan de manera coordinada para mantenernos vivos.
La eficiencia del tejido respiratorio radica en su capacidad para maximizar la
superficie de contacto entre el aire inhalado y los capilares sanguíneos, permitiendo
que el oxígeno se difunda hacia la sangre y que el dióxido de carbono sea eliminado
del cuerpo. Además, el tejido respiratorio realiza funciones adicionales, como la
filtración y humidificación del aire, que son fundamentales para mantener la salud
de las vías respiratorias.
Es importante resaltar que el tejido respiratorio puede verse afectado por diversas
enfermedades y afecciones, como la bronquitis, el asma, la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón, entre otras. Por lo tanto, es
crucial cuidar nuestra salud respiratoria a través de hábitos de vida saludables y
evitar la exposición a factores de riesgo como el tabaquismo y la contaminación del
aire.
En resumen, el tejido respiratorio es un componente vital de nuestro organismo que
nos permite obtener el oxígeno necesario para la supervivencia y eliminar los
productos de desecho. Su comprensión y cuidado adecuados son fundamentales
para mantener una buena calidad de vida y prevenir enfermedades respiratorias
que pueden comprometer nuestra salud.