En la actualidad, existen y difieren distintos grupos y partidos políticos en las

sociedades modernas, y es natural que existan dudas sobre cómo o porqué se

concibieron estos grupos e ideologías políticas, asimismo se manifiesta la duda
sobre si en todos los casos surgió de la misma forma. Debido a esto, diversos
autores decidieron fundamentar diversas teorías para tratar de explicar el origen
de dichos fenómenos de representación política.
En relación a las teorías de partidos políticos, se puede iniciar analizando la
etimología de dicho tópico; Giovanni Sartori (2011) discute ampliamente en su
famoso libro “Partidos y sistemas de partidos” el término “partido” y sus relaciones
con otros términos que aluden a grupos conocidos como “facciones”, este autor
analiza la palabra “partido” por su significado etimológico equivalente a “parte”, de
igual forma, la palabra “partido” tiene otro significado que sugiere también
participación: en inglés se habla de partaking o partnership, o en francés, partager,
que implica compartir.
Asimismo, teniendo presente la vital función de participación de los partidos
políticos, La obra de Edmund Burke realiza la más clara defensa de los partidos en
el siglo XVIII, argumentando que los partidos políticos eran capaces de colaborar
en la búsqueda del interés general, además, los conceptualiza como aquellos
conjuntos de ciudadanos que buscan que prevalezca el interés general de la
sociedad.
Precisamente, ese interés conecta o puede conectar unos partidos con otros, y
de ahí radica el principio de un sistema de partidos. De esta manera, el interés de
representación política en las formaciones partidistas tienen como objetivo servir
para mantener vivo el sentido de libertad y pueden operar como controles útiles
para mantener un gobierno democrático; como resultado, la función de los partidos
en la actualidad es transformar las distintas preferencias de los ciudadanos en
plataformas programáticas donde las diferentes dimensiones de lo público se
agrupen y se traten de forma coherente.

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 Dentro de este orden de ideas, Francisco Paoli ha manifestado es su escrito
“Historia y Teoría de los Partidos Políticos” tres teorías básicas sobre el
establecimiento de los partidos políticos modernos:
La primera enfatiza la condición del desarrollo histórico y sostiene que su
aparición es el resultado de un conjunto de factores respecto al reconocimiento del
derecho al voto y el establecimiento de los sistemas electorales, dando paso a un
sistema democrático. Tal es el caso de Estados Unidos, ya que tuvo un proceso
de surgimiento de los partidos y de su aceptación social como actores políticos
con legitimidad, además, se empezó a notar su utilidad como instrumento de la
democracia representativa, desarrollándose hasta como se le conoce hoy en día
A su vez, la segunda teoría explica el surgimiento de los partidos políticos a
partir de que se ponen en vigor leyes que permiten el ejercicio de los derechos de
reunión y de libre asociación, permitiendo el establecimiento de cuerpos políticos
que posteriormente deliberaron en asambleas y en organización de partidos. Tal
es el caso de México en el siglo XIX con la integración de grupos políticos que
compartían ideas y proyectos, organizados a manera de asociaciones, sin
estructura, estatutos o liderazgos corporativos. Y cuya función era más la de
respaldar a líderes militares y políticos que pudieran aspirar al poder público, y
llevar con ellos las ideas de su gremio.
En realidad, la primera y la segunda teoría pueden verse como complementarias
y dependientes entre sí, ya que la segunda da acceso al ejercicio de los derechos
de reunión y asociación para tratar asuntos políticos para lograr la conquista de
posiciones, mientras que la primera otorga ese derecho al voto que permite
aquella representación política que aspiran los grupos políticos formados.
Finalmente, la tercera teoría considera que el nacimiento de los partidos
políticos se debe a una revolución o ruptura que se da en cierto momento de las
sociedades tradicionales. Dicha teoría justifica que los partidos se forman como
resultado de procesos de modernización tanto económica, cultural o ambas, y al
ser factores determinantes en una sociedad pues conlleva grandes cambios en la
colectividad y las relaciones de ésta con el estado. De esta manera los partidos

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políticos tienen estímulos amplios para lograr organizarse dependiendo del
contexto que haya y sobre el sistema democracia que se esté ejecutando.
Esta teoría se puede ejemplificar tomando a Venezuela en su contexto
histórico; En la Independencia nace lo que es considerado la primera facción
política aunque no del tipo partidista, su causa fue el surgimiento de agrupaciones
políticas de duración pequeña pero de paso trascendental, por ejemplo, los
conservadores y radicales. Igualmente un factor importante es la generación del
28, conocida como la revuelta estudiantil contra la dictadura de Juan Vicente
Gómez, funcionando como un embrión para el nacimiento de diversos partidos
políticos modernos. A la vez, en 1958 con el retorno de la democracia se volvieron
a legalizar distintos partidos y se celebró el Pacto de Punto Fijo.
En síntesis, como es lógico que los partidos funcionen como instrumentos tanto
de representación y participación política, también tienen la capacidad de poder
movilizar al electorado y animarlo a votar por sus propuestas, candidatos y, en
general, a participar en las decisiones públicas. Sin embargo, principalmente los
partidos políticos nacen por la necesidad de crear una democracia y el cómo se
conciban va a depender rotundamente del contexto histórico y cultural que tenga
cualquier Estado, de esta manera, las teorías del surgimiento de partidos se
determinan y se agrupan dependiendo del Estado del que se trate.

Bibliografía
Sartori, Giovanni, Partidos y sistemas de partidos, Madrid, 2011.
Burke, Edmun, Reflexiones sobre la Revolución Francesa, 1790
Paoli, Francisco, Historia y Teoría de los Partidos Políticos, México, 2016.

Tatiana Farias
Sistemas Electorales
Prof. Jenny Guzmán
Noviembre, 2022