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PASADOS DE ROSCA
(Tribulaciones de un matrimonio que quiere
vivir en paz)
COMEDIA DISPARATADA
TEMA: Un matrimonio debe atravesar un día especial en que su hija
intenta rebelarse haciendo una porno para Internet y en que hay apariciones
fantasmáticas de miembros de la familia que anuncian otras catástrofes
Obra registrada Autor: Carlos Cazila
carloscazila@gmail.com
mensaje70@yahoo.com.ar

+54911-4172-8732 (móvil) +5411-4374-2841


ORIGEN: Argentina

PERSONAJES:

NINA, la madre.
JULIAN, el padre.
LUCY, joven empleada doméstica/ABUELA.
PROFESOR ASTROSO/ ABUELO.
FLORENCIA, hija adolescente
ALDO, robusto novio de Florencia

La acción transcurre en el living de la casa. Julián lee en sus libros.

NINA: (Entra) ¡Julián! ¡Tengo un presentimiento!... ¿Julián? ¿Me estás


escuchando?
JULIAN: ¿Eh? ¿Qué?
NINA: ¡Que tengo un presentimiento!
JULIAN: (Reflexiona) Pre…sentimiento…o sea, un sentimiento antes del
sentimiento. ¿De qué sentimiento?
NINA: ¡Ay, no sé!... ¡Ahora otro!
JULIAN: ¿Dos veces el mismo o es distinto?
NINA: Basta de filosofía; algo pasa.
JULIAN: ¿Algo como qué?
NINA: Ya te dije que no sé, pero algo pasa.
JULIAN: Entonces, un consejo: déjalo pasar.
NINA: ¿Es que no entendés? ¡Largá ese libro!
JULIAN: Si lo largo tengo que escucharte.
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NINA: Noté cosas raras. Hay extrañas señales. Todo a partir de anoche. Vi
algo diferente en la luna. El día de hoy prometía ser un día como todos, sin
embargo, salí a colgar la ropa y ví algo raro en el Sol y en el chillido de los
pájaros.
JULIAN: ¿Y sólo por eso tengo que escucharte?
NINA: ¿Te parece poco?... La mitad de las plantas abría sus flores. La otra
mitad, las cerraba, y así sucesivamente; abrían y cerraban, abrían y
cerraban. La atmósfera se volvió pesada, y venían del aire unas vibraciones
extrañas…Vibraciones, sí vibraciones que todavía estoy sintiendo, ¿vos
no?
JULIAN: ¿Vibraciones?, ¿pero qué historia es esa?
NINA: Lo que oís. Miré hacia arriba…Quise desentrañar ese misterio que
venía más allá de las sábanas que flameaban con insistencia.
JULIAN: ¿Las sábanas?
NINA: Y más arriba, el vuelo de los patos mostraba un extraño enigma.
JULIAN: Te aconsejé que no miraras los patos
NINA: …Y esta vez depositaron extraña lluvia.
JULIAN: ¿Encima eso?
NINA: Debajo de eso, estaba yo. Pero ninguna excrecencia de los patos me
alcanzó. Todo extraño, más que extraño. Aun dentro de esta casa, se siente
una atmósfera extrañísima. Hasta el humo de tu pipa es diferente.
JULIAN: ¿Qué? ¿esto también?
NINA: ¿No notás una conjunción de extrañas cosas?
JULIAN: ¿Pero en qué? ¡Por favor!
NINA: ¿Es que no me escuchás?
JULIAN: No sé. Vas a terminar por influenciarme. ¡Se apagó la pipa!
NINA: ¿Y eso no te parece también extraño?
JULIAN: Extraño es que no se apague.
LUCY: (Entra) ¡Señora! ¡Señora! ¡Los peces!
NINA: (Presiente) ¡Ay! ¿Los peces?
LUCY: ¡Sí, señora, los peces!
JULIAN: ¡Bueno! ¿Qué pasa con los peces?
LUCY: ¿Con los peces…?
NINA: ¿Qué? ¿También vibraron?
LUCY: Peor que eso. Se volaron.
JULIAN: ¿Cómo que se volaron?
LUCY: Parecía que todo venía normal, como siempre, pero empecé a sentir
algo raro, entonces miré hacia la pecera y vi que la mayoría saltaba para
afuera.
NINA: ¿Se arrojaron los peces?
JULIAN: ¿Tenía agua la pecera?
NINA: ¿Se suicidaron?
LUCY: No sé, señora, se fueron por el desagüe.
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NINA: ¡Ahora sí, estoy segura, son extrañas señales!


JULIAN: ¿Extrañas señales porque no te cagaron los patos y porque los
peces debían estar cagados de hambre?
LUCY: Eso no, señor.
JULIAN: No importa. Dígales que vuelvan
LUCY: Ya se los llamo. (Lucy sale)
NINA: No sé cómo podés ser tan desaprensivo.
JULIAN: ¿Desaprensivo porque sólo me dejo guiar por la lógica?
NINA: ¡Qué lógica ni lógica! ¡Están pasando cosas y vos hablás de lógica!
JULIAN: ¡Yo siempre me alimenté de eso!
NINA: Te habrás alimentado vos, que los demás…
JULIAN: ¿Qué querés decir? ¿Estás negando lo que siempre supe aportar?
NINA: No me hagas reir. Gracias a que vivimos en la casa de mi abuelo,
que si fuera por tus aportes…profesor de Filosofía…
JULIAN: (Extrae dinero de diversos bolsillos, incluso de las medias) ¿Sí?
¿Qué podés decir de esto y también de este capital?
NINA: ¿Cobraste la retroactividad? ¡Mirá que trabajar diez años gratis!
JULIAN: Pero dio sus frutos, mirá, mirá…
NINA: (Toma un puñado) ¡Venga! (los cuenta) Es todo cambio chico…
JULIAN: ¡Ah! ¡Para desplumarme no hay cambio chico!
NINA: (Lo detiene) ¡Vos, a lo tuyo!
JULIAN: ¡Sí, a lo mío! (El perro vuelve a ladrar) ¡Y hagan callar a ese
perro!
NINA: Es que también está muy raro…(dice hacia interior) ¡Lucy, haga
callar al Abu!
JULIAN: ¡Abuelo, lindo nombre para ponerle a un perro!
NINA: Sabés que la nena le encuentra la mirada y los dientes del
abu…(Vuelve a ladrar) ¡Lucy, haga que se calle!
FLORENCIA: (Entra) Ni esperen que se calle.
NINA: ¡Florcita, un beso a mami!
FLORENCIA: Sólo una cosa les voy a pedir: Que en el día de hoy, no me
hablen.
NINA: Pero nena, nenita, ¿qué tiene el día de hoy?
FLORENCIA: ¡Ya lo van a saber!
NINA: ¿Vos también notás algo especial?
FLORENCIA: Dije que no quiero hablar. (le quita el dinero a Florencia y
lo cuenta)
NINA: ¡Pero sólo te pedimos que digas por qué!
FLORENCIA: ¡Ya se van a enterar!
NINA: ¡Ah, Flor! ¡Nos olvidamos de preguntarte dónde estuviste todos
estos días!
FLORENCIA: Haciendo la pre.
NINA: ¿La pre? ¿La pre de qué?
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FLORENCIA: De lo que sea (va a interior)


NINA: (A Julián) ¿La escuchaste?
JULIAN: ¿Eh?
NINA: Habla de la pre…Se la ve rara… ¿Tendrá que ver con eso extraño
en los patos?
JULIAN: (Ajeno) Pato me dejaron a mí.
LUCY: (Entra) Señora, señora, ha entrado un profesor.
JULIAN: ¿Un profesor?
PROFESOR: (Entra. Se presenta) Parapsicólogo Astroso, el mismo pero
cualquier otroso..No me salen rimas (Lucy sale a interior)
NINA: No importa. Lo llamé para que nos ayude.
PROFESOR: ¿A ver? ¿Para que los ayude en qué?
NINA: Profesor, usted tendría que saberlo.
PROFESOR: ¿Y qué piensa, que soy adivino?
NINA: ¿Entonces, para qué vino?
PROFESOR: Ahora sí le salió con rima
JULIAN: Está bien, pero para qué?
PROFESOR: Eso, eso, ¿para qué vine?
NINA: Usted ya debería saber que lo necesitamos.
PROFESOR: ¿Y usted sabe qué es lo que yo necesito?…(A Julián) ¿Y
usted, lo sabe?
JULIAN: Lo que yo necesito es que me dejen leer tranquilo.
PROFESOR: Leer tranquilo altera la tranquilidad.
JULIAN: ¿Sí? ¡Yo sólo sé que nada sé!
PROFESOR: No importa. Adoro la ignorancia… (Le arrebata el libro) A
ver…A ver…. Lee su título) “Tratado de la virginidad”…Pero… ¿De qué
siglo es esto?
JULIAN: (Se lo quita) Es un secreto.
PROFESOR: La virginidad no es secreto de nadie.
LUCY: (Entra) ¡Señora, señora, los patos le cagaron la ropa!
JULIAN: (A Nina) ¿Viste? Ya te dije que no había misterios.
NINA: ¿Qué sabrás vos del vuelo de los patos?
PROFESOR: Tiene cara de no que no sabe.
JULIAN: ¡Yo sólo sé…! que algo sé.
LUCY: No hay que saber: Las manchas desaparecieron como por milagro.
PROFESOR: ¿Y entonces, qué hago yo acá?
NINA: Lo llamé para lavar… dudas.
PROFESOR: Ah…
LUCY: Y yo me voy a lavar los platos.
PROFESOR: ¡Momentito!, si hay platos, hay comida.
NINA: Ni por casualidad. El almuerzo ya pasó.
PROFESOR: ¿Y no le queda nada, ni un poquitito, como para sobornar a
un mentalista?
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NINA: (A Lucy) Vaya, vaya a ver si queda algo de soborno.


LUCY: ¿Voy?
NINA: Sí, vaya, vaya.
PROFESOR: Y no vuelva con las manos vacías…Y hablando de manos
vacías… (Hace gesto de solicitar dinero) ¿Cuánto…?
NINA: ¿Cuánto qué?
PROFESOR: No pretenderá que me vaya ni con el estómago ni con las
manos vacías.
NINA: Eso trátelo con mi marido.
JULIAN: ¿Eh? (Ve al otro con la mano tendida. Busca en sus bolsillos. Le
entrega dos billetes que encuentra) Con tal que se vaya…
PROFESOR: (Muestra la otra) Mi mano sigue vacía. (Julián le entrega
uno más, y el otro exhibe la otra mano) ¡Sigue vacía!
JULIAN: (Le coloca un libro) Ahora tiene las manos llenas.
PROFESOR: No es mi tema. (Se lo devuelve)
LUCY: (Vuelve con un pan) Su tema, profesor.
PROFESOR: (menosprecia) ¿Esto?
NINA: Sufrimos de abstinencia. El resto se lo comió el Abu.
PROFESOR: Sí, pero…¿El elixir sagrado?
LUCY: (Deja ver un vaso que traía a escondidas) Acá está. ¿Pensó que se
había evaporado?
PROFESOR: (toma de un solo trago) ¡No, lo evaporo yo!
NINA: Bueno, profesor, ¿al final, qué opina?
PROFESOR: (Devuelve el pan a Lucy) Este soborno está duro. (Lucy sale)
NINA: ¡Profesor, a usted como astrólogo! ¿Qué me dice de influencia de
los astros? Tenemos a Júpiter en la casa de Marte, a la Luna en la casa de
Saturno, y a ninguno en su casa…¡Decile, Julián, decile!
JULIAN: No es cierto, la nena volvió recién.
NINA: El Sol, hablo del Sol. Decía que lo noto distinto. El astro Febo hace
guiñadas que apuntan directamente para acá.
PROFESOR: ¡Pero, mi estimada! ¿Qué importancia pueden tener el Sol, la
Luna, Neptuno y todas las constelaciones juntas?
JULIAN: Para ella, tienen.
NINA: Presiento que están por pasar cosas.
JULIAN: Eso, eso, presiente, no deja de presentir. Ya lleva como cuatro
presentimientos, ¿no es cierto?
NINA: Cuatro y unos cuantos más.
PROFESOR: Pero entonces, considérese privilegiada. ¡Hay tantos lugares
dónde no pasa nada!
NINA: ¿Y quién me va a conjurar los planetas?
PROFESOR: Bueno, respetable señora, no seamos más papistas que el
papa.
NINA: Yo pensé que usted…
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JULIAN: Ella pensó que usted… en cambio yo pensé que… (a ella) ¿Qué
pensaba yo?
NINA: Pensábamos, pensábamos, pero…
JULIAN: ¿Pero qué?
PROFESOR: (Señala una botella que hay en el ambiente) Pero venga más
elixir sagrado… (Se dirige a ésta)
NINA: ¿Esto también?
JULIAN: (Al profesor) Ya cobró. Ya tomó. Ahora tómeselas de una vez.
NINA: Antes, que diga lo que tiene que decir.
PROFESOR: Lo dicho, dicho está, por mucho que se diga.
NINA: ¿Y para eso le abrí las puertas de esta casa?
LUCY: (entra con un plumero) No, señora, fui yo.
PROFESOR: Es lo que yo digo.
LUCY: Es lo que él dice.
NINA: Pero, entonces, diga profesor, ¿es cierto que no sabe nada?
PROFESOR: Con una ayudita, le puedo decir unas cuantas cosas…
NINA: Entonces, diga, profesor, diga.
LUCY: Diga ahora, diga.
PROFESOR: (A Lucy) Digo que admiro ese cuerpecito.
LUCY: Para eso no se necesita ser astrólogo
JULIAN: Claro que no.
NINA: ¿Eh?
PROFESOR: (Por Lucy) ¡Claro que sí, es la anatomía la que inspira, y ya
estoy viendo lo que ustedes quieren ver! La clave está en las fiestas
lupercalias, bacanales griegas, ¡fiesta, sí, festa, festa, todo es festa, festa,
festa!
NINA: ¡Profesor!
LUCY: ¿Doy para tanto, profesor?
NINA: ¿Y las demás somos de palo? (mira a Julián) Perdón…
PROFESOR: ¡De mi inspiración sale la razón!... Comparto el misterio de
las de las dionisíacas, de las carnestolendas, del ascetismo, del escepticismo
y del ¡hip!…ismo. (Lucy le quita la botella)
NINA: ¿Y todo eso tiene que ver con nosotros?
PROFESOR: Tiene mucho que ver.
NINA: ¡Entonces, diga ya!
PROFESOR: Tiene que ver con la revelación de la ninfa.
NINA: ¿Con qué?
JULIAN: Me parece que ya es hora… (Intenta que se vaya)
NINA: (A Julián) ¿Esperá, qué dijo de la ninfa?
PROFESOR: Déjenme que me interprete a mí mismo…Sí, sí, yo me
entiendo..Sí, lo sé muy bien, en realidad, todo tiene que ver con esta
horrible, patética y miserable casa, dónde ni abastecen al hambriento ni
satisfacen al sediento, tiene que ver con esta lúgubre cueva, cu…cu…
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NINA: ¡Basta!
PROFESOR: …cueva de cucarachas y rastreros roedores que se regodean
en la suciedad.
LUCY: No es cierto. Todos los días paso vinagre y agua bendita.
PROFESOR: Las cucarachas, la inmundicia…
LUCY: ¿Habla de los señores?
JULIAN: ¿A ver qué más disparates se le ocurren?
PROFESOR: Ánimo, en todos los lugares más infames de la Humanidad,
en los sitios jamás pensados, es dónde florecen los milagros.
NINA: ¿Es cierto entonces? ¿Un milagro acá?
LUCY:¿La quiniela?
JULIAN:¡Hace rato que me parece que…!
NINA: (a Julián) ¡Basta! ¡Dejen hablar al borracho!
PROFESOR: ¿Borracho? ¡Borracho de inspiración! Y no crean que me
pienso ir así nomás. Tengo que usufructuar el milagro.
JULIAN: ¿Qué? ¿Más guita?
PROFESOR: Podría ser (Vuelve a extender la mano)…¡Quiero ser testigo
del milagro!
JULIAN: (Le da unas monedas) Tome y váyase de una vez.
PROFESOR: (por las pocas monedas) ¡Miserables, hablo del milagro de la
ninfa! De la tierna joven que florece en esta casa, la iniciación de la
virginal… (¡Entra sonido) ¡Bailen, música, por favor, música! (Toma a
Lucy por la cintura) ¡La iniciación de la adolescente de la casa, sí, la
iniciación! ¡Bailen, bailen, por el acontecimiento. Bailen, que el milagro se
produce cuanto antes! (Nina se integra a la conga que se forma con Lucy y
el profesor, tomados por la cintura, quedando última en la fila, que sale al
exterior)
JULIAN: ¡Basta! (Hace cesar la música)
NINA: (Entra) Ya lo saqué. Te hice el caso.
JULIAN: Sólo vos podés buscar algo así.
NINA: ¿Y qué es lo que busqué?
JULIAN: ¿Te parece poco, tener que escuchar disparates y encima pagar
para que se vaya?
NINA: Si es por eso (Muestra ese dinero), acá está.
JULIAN: Dame, dame.
NINA: Esperá. Vos lo considerabas perdido.
JULIAN: ¿Y con eso?
NINA: (Ella se guarda unos billetes) Pactemos un diez por ciento.
JULIAN: ¡Ah, no, especulaciones conmigo, no!
NINA: Por eso mismo. Solo el diez por ciento (le devuelve el resto)
JULIAN: Esto no es justo…Estábamos en que…
FLORENCIA: (Entra en ropa erótica) Estábamos en lo que estábamos.
JULIAN: Sí, ¿pero en qué?
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FLORENCIA: ¿En qué? ¡En eso!


NINA: ¿Y qué es “eso”?
FLORENCIA: ¿No sabés? Es la naturaleza, que habla.
NINA: Es lo que yo decía.
JULIAN: Eso, eso. ¿Qué decía?
NINA: ¡La naturaleza, los patos…!
FLORENCIA: ¡A vos, se te volaron los patos!
JULIAN: Y también la cagaron.
NINA: Eso no es cierto.
FLORENCIA: ¡No me importa!… (Dirige su mano al corazón) Hablo de
lo que llevo acá… (Ahora, a la cabeza)…y acá.
NINA: ¿Te contagiaste piojos?
FLORENCIA: ¿Es que no entienden?
JULIAN: (A Nina) Es el tema del día. Deben ser los patos.
FLORENCIA: No me interesa el vuelo de esos patos.
JULIAN: ¿Entonces, los patos no?
FLORENCIA: Es mi vuelo. ¡Mi iniciación!
LUCY: ¡Señora, señora, también se volaron las cotorras!
NINA Y JULIAN: (Nina y Lucy intentan salir. Sólo lo hace Lucy) ¡Las
cotorras!
FLORENCIA: ¿Adónde van, insensatas?
NINA: ¡Hija, las cotorras…!
FLORENCIA: ¡Esos no son más que pretextos infames!
NINA: ¿Pretextos?
FLORENCIA: ¡Pretextos, sí, pretextos para no escuchar!
NINA: (Por cumplir con Florencia, a Julián) ¿Ah, sí, viste? La nena tiene
razón, Son pretextos.
JULIAN: (En la misma actitud) ¡Claro, claro, pretextos!
FLORENCIA: ¡Basta! Necesito colaboración. Necesito orden.
NINA: Para ordenar está Lucy.
FLORENCIA: ¡No, no y no! Es otra cosa. Otro orden. Orden de filmación,
¿entienden?
LOS OTROS: (Se miran y contestan por cumplir) ¡Sí!... ¡Cómo no vamos a
entender!
FLORENCIA: ¡No, qué corno van a entender! ¡Dejen de fingir, fantoches!
JULIAN: ¡Bueno, es suficiente! Acá no se finge más. Lo ordeno yo.
Ordeno espontaneidad para todo el Mundo.
NINA: (complaciente) ¡Eso!
JULIAN: ¡Eso!
FLORENCIA: (a Julián) ¡Callate, mierda! Me siento dolida. ¡Luchando por
mi causa! ¡Todo sea por mi presentación en sociedad!
NINA: Nena, ¿querés una fiestita de quince?
FLORENCIA: ¡Pero ignara! ¿No sabés que Internet me está llamando?
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JULIAN: Si, mejor que se vaya a chatear.


FLORENCIA: ¡Imbécil! ¿Cómo piensan que se presenta una chica?
JULIAN: Tu madre te prometió fiesta.
FLORENCIA: ¡Qué desubicación! Hablo de una fiesta interior.
NINA: Pero con quince velitas.
FLORENCIA: ¡No, no!
NINA: Dieciséis, diecisiete, dieciocho…
FLORENCIA: Pero, ¿ustedes nunca pensaron en el milagro de la
iniciación, de cómo se muestra lo más auténtico?
JULIAN: Y…
NINA: (a Julián) ¿Nos damos por vencidos?
FLORENCIA: ¡Lo que identifica a un ser humano es su forma de amar!
JULIAN: Ah, querés decir…¿Qué querés decir?
FLORENCIA: Sí, con mis novios. (A Lucy) Andá buscando luces. ¡Vamos
a filmar lo auténtico!
JULIAN: ¿En resumen, una porno?
FLORENCIA: Pero, ¿qué tengo que oír? “¡Porno!” Eso era antes, cuando
todo era hipocresía! ¡Hoy es el amor el que florece a la vista de todos!
NINA: ¿Florcita, pensás florecer?
JULIAN: ¿Y todos van a ver a mi hija cogiendo?
FLORENCIA: ¿No te da vergüenza? ¡Hablo de mi debut! Mis seguidores
van a ser testigos de lo más genuino. Seguiré el camino de las mías.
JULIAN: ¿Y yo, puedo ver el camino de las tuyas?
NINA: ¡Vos te quedás quieto.!
FLORENCIA: ¡Perversos! ¡Mente podrida!. Sólo una cosa les voy a pedir:
¡Que ni se les ocurra acercarse cuando esté mi gente!
NINA: ¿Tu gente?, ¿qué gente?
FLORENCIA: No más que los del chat, la división del colegio, los equipos
de voley y los del boliche del sábado.
NINA: ¿Nadie más?
FLORENCIA: Nadie más. En la iniciación tienen que estar sólo los
íntimos, los que amamos.
JULIAN: ¿Bunga bunga entre todos?
FLORENCIA: ¡Soeces! ¡Yo y sólo yo voy a ocupar el centro de la escena!
NINA: ¿Y tiene que salir por Internet?
FLORENCIA: ¿Y cómo se muestra lo más íntimo?
NINA: ¡Pero eso también nos compromete!
FLORENCIA: ¿A ustedes?
NINA: Compromete este sublime escenario que es nuestra casa.
FLORENCIA: De la casa se va a ver muy poco.
JULIAN: Si, claro, ¿quién se va a fijar? (Transición) ¡Pero alguna vez
tendrías que escuchar…!
FLORENCIA: ¿Qué?…¿me quieren avasallar?
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NINA: ¡No, no es eso!


FLORENCIA: ¡Sí, avasallar mi iniciación!
NINA: Nena, hay que negociar…
FLORENCIA: ¡¿Quieren controlarme siempre, hasta en los menores
detalles?! Pero sepan que yo los puedo frenar a ustedes.
NINA: A nosotros?
FLORENCIA: Tengo en mi poder las escrituras de la casa. Si se acercan
las hago arder junto con el fuego de esta ninfa.
NINA: ¡Qué fuerte esto que decís!
FLORENCIA: ¡Sí! ¡Y si en algo quieren ayudar, escóndanse, pero
escóndanse ya mismo! ¡¿Me oyeron?! ¡Quiero intimidad, intimidad, ya!
¡Qué vengan las cámaras, y que nadie se meta en mi vida! ¡Quiero volar
como un pájaro libre! (Sale hacia interior)
JULIAN:¿Los patos…?
NINA: ¿Viste?
JULIAN: ¿Las cotorras, también?
NINA: ¡Las escrituras, digo yo!
JULIAN: ¡Y todo porque está caliente!
NINA: No. Es rebeldía, solamente.
NINA: Pensar que nosotros, apenas llegamos a filmar el cambio de anillos.
JULIAN: Esa fue una fiesta distinta, te acordás? Toda la familia, esa
música de antes…
NINA: No era música de antes.
JULIAN: Hoy, sería de antes. Sigamos recordando…La promesa de un
hogar próspero, una familia sana y feliz..
NINA: La que quisimos, la que logramos…
JULIAN: La que quisimos, la que estamos logrando…
NINA: (transición) ¿En qué nos equivocamos?
JULIAN: No sé. Pero fue hermoso…¿Fue hermoso?
NINA: (nuevamente idílica) ¿Estaremos recogiendo lo que sembramos?
JULIAN: (vuelve al presente) Cierto, la encamada de la nena. ¿Cuántos
amigos tendrá por Internet?
NINA: Parece que unos diez mil…Dos series de cinco. Mientras no
pisoteen las escrituras…
LUCY: (entra) ¡Señora, señora, desde que empezó a llegar esa gente,
siguen pasando cosas!
NINA: ¿Que llegaron? ¿Y por dónde entraron?
LUCY: Acceso directo por la ventana.
NINA: ¿Por la ventana?
JULIAN: Y pensar que yo siempre le aconsejé Romeo y Julieta, ¿ves?,
esto, ya de por sí, me provoca remordimientos.
NINA: Por dios, no te culpabilices.
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LUCY: No señor, no se culpabilice, pero la cuestión es que siguen pasando


cosas. En la cocina se multiplicaron los peces y las galletitas.
JULIAN: Símbolo de fecundidad. Son señales místico-paganas.
LUCY: ¿Le parece, señor?
JULIAN: Sí, es lo que yo digo, el culto a la virginidad, pero al revés.
NINA: ¿No tendría que ser a fin de año?
LUCY: ¿Todos los milagros son a fin de año?
NINA: ¡Eso! ¡No importa! Ponga pasto y busque pesebres para los
camellos.
LUCY: ¿Le parece, señora? (Ladra el perro)
NINA: No, no, mejor vaya a calmar a Abuelo (A Julián) Todos los
animales, excitados…
JULIAN: Menos mal que entraron por la ventana. No soportaría verlos
pasar
NINA: Es el milagro de la iniciación.
JULIAN: Lo más extraño es que no se oiga nada de lo que está pasando ahí
adentro.
NINA: ¿Comprendés? No hay nada que explique. Lástima que echamos al
profesor.
JULIAN: Sí, en medio de su pedo, algo dijo, aunque no tanto…
NINA: Lo tengo que llamar, lo tengo que llamar.
JULIAN: Espero que no me cueste otra retroactividad.
NINA: Sí, mejor no. Sería un milagro costoso.
JULIAN: Ni siquiera sabemos en qué nos equivocamos.
NINA: ¿Y por qué no llegamos a la conclusión de que no nos equivocamos
en nada?
JULIAN: Si, mejor pensar eso, pero si hubiéramos hecho otra cosa, no
estaría pasando todo esto.
NINA: ¡Son influencias astrales! Eso quedó bien claro, además, ¿qué otra
cosa podríamos haber hecho, te parecería mejor que nuestra hija se iniciara
en una plaza pública?
JULIAN: Ya las conoce a todas.
NINA: ¿Pero entonces, dónde está el milagro de la virginidad?
JULIAN: (por su libro) Tendrías que leer filosofía para entender que podría
tratarse de algo simbólico.
NINA: ¿Simbólico? ¿Lo decís por los cuatro abortos?
JULIAN: De cualquier manera me enloquece pensar qué está pasando ahí
adentro.
NINA: ¿Y qué pensás que puede estar pasando?
JULIAN: El silencio, ese silencio…
NINA: ¡Ese silencio, ese silencio! ¡Exaspera ese silencio, y exasperan las
escrituras!
JULIAN: ¿Las escrituras sagradas?
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NINA: ¡No! Las escrituras de la casa


JULIAN: Y bueno! ¿no son sagradas?
LUCY: (Entra) ¡Silencio! ¡Señora, piden silencio!
NINA: Silencio, sí, pero díga qué está pasando ahí…
LUCY: Ah… muchas cosas.
JULIAN: Sí, pero diga, diga…
LUCY: Ya quisiera yo, pero hay algo que no me deja, y no sé qué es.
JULIAN: Que usted no pueda traer y llevar chismes, es de no creer…
NINA: ¿Viste cómo son los milagros?
LUCY: ¿Vio cómo son los milagros?
JULIAN: (A Lucy) De cualquier manera, tendría que llevarle el mensaje.
NINA: ¿Qué mensaje?
JULIAN: Que, finalmente, si en algo nos equivocamos, vamos a estar junto
a ella.
NINA: ¡Eso sería una depravación!
JULIAN: ¿Te parece? (A Lucy) Vaya, lléveles el tratado. (Entrega el libro
a Lucy, que sale)
NINA: ¡Mirá lo que se te ocurre! ¡Mirá con qué salís ahora! (Llueve sobre
ellos el libro, rechazado)…¿Viste? Yo te dije.
JULIAN: (Intenta arrojar el libro adónde provino) ¡Ah! ¡Si de agresiones
se trata…!
NINA: (Trata de contenerlo, pero no lo logra) ¡No, no, violencia no! (El
arroja. Reciben a cambio, un zapato de mujer. Nina lo toma) ¿Y esto?
JULIAN: Siguen agrediendo!
LUCY: (entra) ¡Señora, señora, el zapatito!
NINA: Sí, ¿qué?
LUCY: Se escapó, tengo que llevarlo.
JULIAN: ¿Qué?, ¿no fue agresión?
LUCY: ¡Pero señor!, ¿qué está diciendo?
NINA: Entonces cuente, cuente cómo es que se escapó.
LUCY: No puedo, ya le dije que no puedo.
JULIAN: Esto llega al límite de la tolerancia. Es el colmo que usted se
haya hecho cómplice.
LUCY: No, señor, yo no. Es algo que me domina. Un deber que siento que
tengo que cumplir.
NINA: ¡Sí, culpa de la la atmósfera, el Sol, los planetas y todo eso, pero ya
basta!
LUCY: No puedo, señora, no puedo.
JULIAN: (Hace un gesto de ofrecer dinero) Cuánto, decí cuanto.
LUCY: Señor, usted me ofende.
NINA: Vas a tener que poder. ¡Hablá de una vez por que estallo!
LUCY: Señora, soy una simple servidora.
JULIAN: ¿Servidora de quién?, decí.
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LUCY: No puedo. ¿No entienden que no puedo?


JULIAN: ¡Mejor que hable…!
NINA: (a Julián) Dejala. Debe ser cierto.
LUCY: (Repuesta y animada) Magnífico señora, es hora de que se den
cuenta de que yo hago sólo… lo que me da la gana.
NINA: ¡Ah, pero entonces..!
LUCY: Tómelo como quiera. Pero tengo que devolver el zapatito.
NINA: Después, ahora andá a calmar a Abuelo, que sigue ladrando.
LUCY: ¡Ay, sí, Abu, ya voy! (sale)
NINA: Andá, andá…
JULIAN: (Por el zapato) ¿Por qué no se lo diste?
NINA: No sé, necesito palpitar este objeto de deseo… (Se lo calza.camina
un poco)Me está costando sentir. Será objeto erótico, pero no siento nada.
JULIAN: (se refiere a juntarse ambos) Acerquémonos los dos, entonces (lo
hacen)
NINA: Ahora no siento nada porque estás vos. ¡A la mierda con esta
porquería! (Lo vuelve a arrojar adónde provino. Retorna un calzoncillo)…
¡Oh, siguen tirando!
JULIAN: Dame. Ahora van a ver… (Intenta arrojarlo de nuevo)
NINA: ¡No, Julián, no!, ¡contengamos las pasiones!
JULIAN: ¡Qué pasiones ni pasiones…!
NINA: (sigue conteniéndolo) ¡No, no, te lo ruego, que nuestra casa no se
convierta en un campo de batalla!
JULIAN: ¡Están atacando! (llama) ¡Lucy!
NINA: ¡Por dios, Julián, apostemos por la paz!
JULIAN: Tenés razón, (por el calzón) si lo quieren que vengan a buscarlo
(llama) ¡Lucy!
NINA: ¿Qué vas a hacer?
LUCY: (entra) ¿Señor?
NINA: (Toma el plumero de Lucy) ¡Dame, ahora sí! (Engancha la prenda
interior, al extremo del plumero)
JUILIAN: ¡Julián, no te pierdas!
NINA: ¡Dejame! ¡Luchemos por la paz!
JULIAN: (Comienza a flamear esa especie de bandera, diciendo hacia
interior) ¡La paz, sí la paz, la cordura, la confianza, manga de atorrantes, ya
me las van a pagar!(intenta avanzar hacia el interior)
NINA: ¡Paz, Julián, por Dios, paz!
JULIAN: ¡Sí, paz, los voy a reventar a todos! (Nina y Lucy tratan de
contenerlo)…¡Suéltenme, suéltenme los aliados, suéltenme también los
neutrales…! (Lucy parte a interior con la bandera)
NINA: ¡Julián, habíamos quedado en que hay que negociar!
JULIAN: ¿Yo dije eso?
NINA: Sí, claro, hace un rato
14

JULIAN: (Despectivo) Negociar, sí, negociar, es lo que faltaba…Pero si lo


dije…La palabra es la palabra
Se oyen extrañas sonidos que provienen del cuarto de Florencia.
NINA: ¿Y eso? ¿Oíste eso?
JULIAN: ¿Eh? sí ¿Cómo no voy a oír?
NINA: Pero… ¿oíste bien?
JULIAN: ¿Pensás que soy sordo?
NINA: ¿Qué habrán querido decir, qué estará pasando?
JULIAN: Nunca se sabe… Y esa sirvienta cómplice… ¿No sería mejor
invadir el antro?
NINA: ¡Acordate de la escritura!!Florcita no lo va a tolerar!
JULIAN: Florcita nunca tolera.
NINA: Si entramos, podría ser fatal.
JULIAN: (se oyen gruñidos) ¿Oíste ahora?
NINA: Sigo sin entender.
JULIAN: ¿Será posible que hayan traído animales?
NINA: Yo lo presentí.
JULIAN: ¡Quién tuviera una escopeta!
NINA: Con un par de escobazos alcanzaría, ¿qué digo?... Digo que: mejor
respetar las condiciones..
JULIAN: No acepto condiciones, no acepto oscurantismo…
NINA: ¡Oscurantismo! ¡Qué palabra...!
JULIAN: Fuiste vos la que empezaste con lo de las señales.
NINA: Julián, tenemos que hacer de cuenta que no pasa nada… ¿por qué
no recordamos nuestros tiempos?…
JULIAN: ¿Qué tiempos?
NINA: Nuestros tiempos…Acordate del zaguancito…También queríamos
estar solitos… Sí, acordate del zaguancito, las que hacíamos, ¿eh?,
acordate…
JULIAN: (Con gusto) ¿El zaguancito?
NINA: Sí, Julian, el zaguancito…
JULIAN: Sí, el zaguancito, sí…Tenés razón, mejor dejarse llevar por eso y
evocar…(oye un ruido) ¿Oíste ahora? (Irónico, señala al costado) ¿Qué me
decís de ese zaguancito?
NINA: Hablo del nuestro, nuestro zaguancito…Después, intimidad de
hogar. Acordate, nosotros también amamos la intimidad. Acordate cuando
Florcita quería entrar a nuestro cuarto para sacarnos fotos y nosotros la
sacábamos cagando.
JULIAN: ¡Fotos! Bueno hubiera sido…
NINA: Pero son traumas que le quedan, pobrecita.
JULIAN: Ahora, el trauma nos va a quedar a nosotros, pobrecitos.
NINA: Julián, acepto que por culpa de ella tuvimos una adultez difícil, pero
algo hay que cederle.
15

JULIAN: Como quieras, pero me cuesta pensar que mi hija se va a


desvirgar por Internet… Hasta ahora lo había hecho por ahí…
NINA: ¡Padre celoso!
JULIAN: ¿Celos de Internet?
NINA: Puede ser, pero…
JULIAN: ¿Pero qué?
NINA: Han vuelto a hacer silencio. Ahora estoy por desesperarme yo.
JULIAN: No te preocupes, somos dos.
NINA Temo que haya desborde. ¡Sí, desborde! ¡Ay, desborde…!
JULIAN: ¿El desborde del silencio?... “El silencio es insanía”, ¿en qué
tratado lo leí? (Busca) Acá está…(lee la tapa) ”El silencio es tóxico”
NINA: (Aún atenta. Oye carcajadas) ¡Ah, menos mal!
JULIAN: ¿Menos mal, qué?
NINA: Ahora creo escuchar risas.
JULIAN: ¿Risas, te parece?
NINA: ¡Risas, sí, risas!
JULIAN: Risas, sí…¿Un poco extrañas, no es cierto?
NINA: (Se altera) ¿Qué? ¿Risas extrañas? ¿Risas sardónicas? ¡Ay, es lo
que yo pensaba! ¡Socorro, ayuda!
JULIAN: Esperá, esperá, ya se terminó la risa… Ahora parece un rugido…
NINA: ¿Rugido?, ¿a ver? ¿Rugido, te parece? ¡Rugido, sí, rugido!
JULIAN: ¿Más señales animales?
NINA: ¿Y ahora canto de aves? ¿Será posible? ¿Aves de rapiña?
JULIAN: ¿Aves de rapiña? ¿Serán de rapiña?
NINA: ¡Si, estoy temiendo que hayan entrado murciélagos!
JULIAN: Esas no son aves.
NINA: Pero como si lo fueran.
JULIAN: Bueno, ¿por qué no dejás ese miedo y tratás de razonar?
NINA: ¡Sí, pero volvió el silencio! ¿Oís? ¡Silencio! ¡Silencio! (Se cruza
Lucy que va a exterior) Lucy, ¿usted también lo siente?
LUCY: Shh…Silencio. (Sale)
NINA: ¿Pero por qué? ¡Vuelva!
JULIAN: Dejá. La juega de muda.
NINA: ¡Me persigo, estoy persiguiéndome con mil ideas!
JULIAN: Sadismo, torturas, animales salvajes, eso te pasa por ver tanta
televisión…
NINA: ¡La televisión, lo que necesito para no pensar, tenés razón! (Pulsa el
control remoto en forma insistente)
JULIAN: ¿Y sos capaz de prender esa porquería, en medio de todo esto?
NINA: ¡La televisión, mi escape! Siempre, en los momentos aciagos,
fomentó la ternura, la emoción y alimentó risas y lágrimas en familia
JULIAN: Como quieras, seguí con eso, a ver si nos alimenta.
NINA: Callate… ¿Te das cuenta?
16

JULIAN: ¿Qué?
NINA: No tiene sonido. ¡El silencio se obstina! Es el destino. ¡El silencio!
JULIAN: (lee en el libro) “¡El silencio es salud!” Me faltaba esta frase
NINA: (Se refiere al cuarto) ¿Salud, ahí adentro?... ¿Oís algo, ahora?...Esto
es incomprensible…
JULIAN: Ninguna palabra, grito, ni nada que se le parezca…
NINA: No sé, no sé. Dejame oír.
LUCY: (Entra) ¡Señora, señora, la perrera se ha llevado a Abuelo!
NINA: ¿Cómo? ¿Qué dice?
LUCY: Lo que oyó, señora. Vi que lo llevaban a la fuerza.
NINA: ¡No es posible!
LUCY: ¡Pero fue!!
NINA: (A Lucy) ¿Y por qué no lo ató?
LUCY: ¡Antes, que me aten a mí!
JULIAN: Sería lo justo.
NINA: ¡La perrera! ¡Hay que hacer algo!
JULIAN: ¿Voy yo?
NINA: No. No quiero quedar aislada en medio del conflicto (extrae
billetes)
JULIAN: ¡Eso! (toma el dinero de Nina y se le entrega una parte a Lucy)
Vaya usted y lo rescata.
LUCY: Yo, señor…
NINA: Vaya, vaya.
LUCY: Me están pidiendo demasiado
JULIAN: (Le entrega más dinero) Sí, yo sé que están pidiendo demasiado.
Tome.
LUCY: ¿Le paree, señor?
JULIAN: (Sigue entregando) ¿Le parece, Lucy?
LUCY: ¿Le parece, señora?
NINA: (La empuja hacia afuera) ¡Sí, vaya, vaya, vaya!
LUCY: ¡Abuelo…! (Sale)
NINA: ¡Cuándo se acabará este día! Hasta ayer, todo en paz, pero…
JULIAN: Pero vos lo dijiste. Los astros ya daban señales.
NINA: ¿Abuelito, regresará?
JULIAN: Qué se yo...
NINA: (Por la habitación) ¡Vuelvo a oír cosas!
JULIAN: ¡Yo no oigo nada!
NINA: ¿Cómo que no? Acercate más.
JULIAN: Sí, me acerco, pero no oigo nada.
NINA: ¿Cómo nada? Prestá atención.
JULIAN: ¡Ah, sí, sí, ahora oigo!
NINA: (Extrañada) ¿Ahora?
JULIAN: Sí, ahora… ¿Qué me decís de esto?
17

NINA: (No percibe) ¿A ver? ¿De qué?


JULIAN : ¿Cómo de qué?
NINA: Nada. Ahora no está pasando nada.
JULIAN: ¿Cómo que nada? ¿Entonces, la que oye discontínua sos vos?
NINA: ¡Ay, Julián!, ¿qué nos está pasando a nosotros?
JULIAN: ¡Nada, nada!
NINA: ¡Sí, sí! ¡Sordos alternativos! ¡Prestame una oreja! ¡Prestame una
oreja!
JULIAN: ¡Tratá de ser sensata!
NINA: ¿Pero cómo?, decime cómo.
JULIAN: Sigamos pensando en el zaguancito.
NINA: Ah, el zaguancito, sí…Todo ternura…Hermosos recuerdos
LUCY: (Entra) Señora, todo arreglado.
NINA: ¿Todo arreglado? ¿Abuelo en casa?
LUCY: Lo tienen bien encerrado. Sólo vuelve si logra escaparse. (Va hacia
lateral)
NINA: Pero espere, la mandamos a…
LUCY: Ya le dije. Ahora tengo que seguir con lo mío.
JULIAN: ¿Y el dinero?
LUCY: No sirvió de nada.
JULIAN: (Hacia interior) ¿No sirvió de nada, pero dónde está?
LUCY: ¡Eso tampoco vuelve! (va hacia el cuarto en cuestión)
JULIAN: ¡Ah! ¡Yo voy y la mato!
NINA: ¡Quieto! Vos sólo pensás en el dinero y yo, en el desdichado… (El
perro vuelve a ladrar)
JULIAN: ¿Oíste?
NINA: (Se refiere a ambos extremos) ¿Dónde, allá o allá?
JULIAN: ¿Dónde va a ser? ¡En la cucha! ¡Volvió!
NINA: ¡Una buena, por dios!... (Tira besitos) ¡Abuelo, Abuelito…!
LUCY: (Viene con un bolso) Señora, señora…
NINA: Sí, muchas gracias, Lucy…
LUCY: No sé de qué, señora.
NINA: ¿Cómo que no?
LUCY: Lo único que sé es que vengo a decirles que me voy.
NINA: ¿Justo hoy se retira antes?
LUCY: Antes, y para siempre.
NINA: ¿Y eso por qué?
LUCY: ¿Por qué? Bueno, pasa que entre que iba y venía, de acá para allá y
después, de allá para acá, tuve varios cambios. En resumidas cuentas, me
voy a otro lado.
NINA: Pero, Lucy, ¿dónde va a encontrar un sitio más tranquilo?
18

LUCY: Sepa que hay otro lugar que promete un trabajo mejor. Otra casa.
Un saunita acá a la vuelta. Ahí voy a poder hacer todo lo que vengo
soñando.
JULIAN: ¿En un saunita?
NINA: ¿También influencia de planetas?
LUCY: Es un gusto que me doy, y espero que sus patos vuelen tranquilos.
NINA: ¡Los patos, claro, lo que yo decía! ¡Ahora entiendo: otra virgen en
acción! Pero bueno, al menos recuperaste a Abuelo.
LUCY: No, ya les dije que no lo piensan soltar.
JULIAN: Pero si se lo oye ahí afuera…
LUCY: (Saliendo) Mejor que lo crean ustedes. Yo, ¡bay, bay! (Sale)
NINA: Bay, bay… una loca menos.
ALDO: (Entra sacando fotos, cubierto apenas por reducida ropa interior)
¡Y unas fotos más!
NINA: ¡Ay!, ¿quién es, qué hace?
ALDO: ¡Sí, sí, sonría por favor! ¡Sonría al elegido!
NINA: ¿Qué?
ALDO: Elegido para la ocasión.
JULIAN: Bueno, basta, ¿qué quiere?
ALDO: ¡No sea ortiva, sonría, sonría!
JULIAN: Diga de una vez qué quiere.
ALDO: Como sabrán, vengo de… (Señala al costado)
JULIAN: Sí, de la movida, ya sabemos
ALDO: Novio elegido y…
JULIAN: ¿Y qué hace, acá?
ALDO: ¿Y qué me dice de mi cámara?
JULIAN: ¡Esa cámara, démela!.
ALDO: Un momentito. Por el bien y el entendimiento de todos, propongo
una sana convivencia.
NINA: ¿Sana convivencia, y la casa invadida?
ALDO: Sólo unas fotos…
JULIAN: ¡Hable de una vez!
ALDO: Ya le dije, novio elegido.
NINA: Yo no lo elegiría nunca.
ALDO: Florcita, en cambio, tiene buen gusto.
JULIAN: Bueno, basta, explique lo del entendimiento.
NINA: ¿Entendimiento con éste?
ALDO: ¿Ve? Florcita no quería saber nada de ustedes. Pero yo la convencí
de que tienen que estar todos.
NINA: ¡Vaya a la calle a sacar fotos!
ALDO: No sea ingrata. Es mi costado sentimental. Gracias a mí, hay
acercamiento.
NINA: ¡Mire..!
19

JULIAN: Esperá. Parece que se está ofreciendo de mediador.


NINA: ¿Pero mediador de qué?
ALDO: Es cuestión de compartir códigos.
JULIAN: Diga, diga cuándo se van.
ALDO: Ah, tanto como eso, no puedo…
NINA: ¿Nada, nada?
ALDO: Nada.
NINA: ¿Nada, nada, ni un poquito?
ALDO: Nada, nada.
JULIAN: Bueno, entonces, que diga lo que tenga ganas.
ALDO: Muy bien pensado. Digo que la idea es que en ninguna
presentación social puede faltar el maravilloso par de especímenes
progenitores de la nena. Y para que vean que soy mediador, los agregaría a
los dos, al final del evento. Como perlitas, sí, como anexados al milagro.
NINA: ¿Ves que habla de milagro?
ALDO: Precisamente. El milagro que nos nutre.
JULIAN: ¿No te digo? Este también quiere comer.
ALDO: Acertó, de eso se trata.
JULIAN: Entonces, ¿por qué no abreviamos?
NINA: Vaya joven, vaya a la cocina.
ALDO: Ni falta que hace. Ahí, ya no queda nada.
NINA: ¿Y la multiplicación de los peces y la multiplicación de las galletas?
ALDO: Ya le dije. Nada.
NINA: (Le acerca el pan) ¿No se conforma con esto?
ALDO: No acepto ofensas.
JULIAN: ¿Qué?, ¿ahora también el elixir sagrado?
ALDO: ¿Para qué? Con unas monedas me alcanza.
JULIAN: ¡Otro más!
ALDO: Adelanto por mi gestión.
JULIAN: ¿Gestión acá o allá?
ALDO: Julián, respete el milagro….
NINA: Respetá el milagro, Julián, respetá el milagro.
JULIAN: ¿Y cuánto me sale el milagro?
ALDO: Quinientos mangos…de adelanto…
JULIAN: ¡¿Cuánto?!
NINA: No seas mezquino, es el mediador.
ALDO: No sea mezquino, soy el mediadorable.
JULIAN: ¿Quedará saldo en la tarjeta? (intenta abrir la billetera)
ALDO: (Se la quita) Deje, yo me ocupo…(Se guarda la billetera en el
elástico del calzón)
JULIAN: ¡Eh, no, deme!
NINA: ¡Respetá el milagro, Julián, respetá el milagro!
JULIAN: ¿Qué milagro? ¡Es un abuso, un asalto…!
20

ALDO: ¿Me están infamando?


NINA: Vaya, joven, vaya. Ya tiene bastante…
ALDO: (Por las fotos) Todavía falta el perro.
JULIAN: Vaya. A ese no lo va a poder manguearlo
NINA: Es el milagro. Siga intermediando, joven, siga.
FLORENCIA: (Entra, cubierta con una sábana) No va a ser necesario.
NINA Y JULIAN: (Se sorprenden gratamente) ¡Nena!
FLORENCIA: … No va a ser necesario. ¡Chau intimidad!
ALDO: ¿Cómo dijiste?
FLORENCIA: ¡Chau intimidad, dije!
ALDO: ¿Y el negocio?
FLORENCIA: El asunto se va a otro lado.
ALDO: ¡¿Eh?!
FLORENCIA: Sí, donde en lugar de flores, crezcan espinos.
NINA: ¿Nena, te pasaste de merca?
FLORENCIA: Necesito que me escuchen sin juzgar.
ALDO: ¡Pero me arruinás el negocio!
FLORENCIA: ¡Silencio! ¡Pido que me escuchen!.
JULIAN: ¡Y hablá!
FLORENCIA: Sólo se trata de que las palabras renazcan cuando la
manzana del paraíso se vaya al paraíso.
JULIAN: ¿Y falta mucho para eso?
NINA: Hablá claro, nena
FLORENCIA: Mi palabra no podrá surgir si tropieza con obstáculos en su
camino.
ALDO: (por los padres) Los obstáculos son estos.
FLORENCIA: Claro que sí
NINA: ¡Hablá, Florcita, hablá!
FLORENCIA: Quiero decir que la ruina ha llegado hasta la incomprendida.
ALDO: ¿Hasta quién?
NINA: ¡Hasta la incomprendida! ¿Hasta quien va a ser?
ALDO: ¿Y yo qué sé?
NINA: Yo, menos.
JULIAN: Basta, hay que escucharla.
FLORENCIA: … Incomprendida, aquella que eclipsada, busca descapullar
en la web para que florezca su forma de amar.
JULIAN: Eso lo sabemos, ¿pero qué más?
FLORENCIA: Dejen que diga que la ignorada trató de acudir a su legión
de amigos, con tal de encontrar respuesta.
ALDO: ¡Hacela corta!
NINA: ¡Cállese!
ALDO: Tengo derecho. Novio elegido.
JULIAN: ¡Por eso mismo!
21

FLORENCIA: …¿Qué le resta a una núbil, cuando comprueba finalmente


que aquellos que podrían ser testigos del milagro, están todos en otra cosa?
ALDO: ¿Eso..?
FLORENCIA: ¿Qué le resta cuando comprueba que no ha trascendido
porque todos los demás están haciendo lo mismo?
LOS OTROS: ¿Qué le resta?, ¿qué?
FLORENCIA: Un convento de clausura.
NINA: Nena, ¿te clausurás?
FLORENCIA: ¡Me clausuro, sí, me clausuro!
ALDO: ¿Y cuándo te dan franco?
FLORENCIA: Me verán por Internet.
ALDO: ¿Justo ahora? ¿Y mi dedicación?
FLORENCIA: Te será reconocida. Convento mixto. Habitaciones
compartidas.
ALDO:¿Habitaciones compartidas, y qué más?
FLORENCIA: También peces y galletas.
ALDO: ¡Nutritivo, entonces!
FLORENCIA: …Y finalmente, antes de marcharme, quiero decirles que lo
que necesito, lo que necesito es…
NINA: (Interrumpe) ¡Sí, finalmente música, música de despedida! (Hace
sonar un tema rítmico)
FLORENCIA: ¡Eso, eso, música del adiós!
ALDO: ¡Eso, eso! (Salen en fila, primero Florencia, después Aldo, y por
último Nina, tomados por la cintura)
JULIAN: (Vuelve a silenciar) ¡Basta!¡Con la música a otra parte!
NINA: (Entra) Listo, ya está. (Julián extiende su mano y ella le reintegra
la billetera)
JULIAN: Por lo menos, algo... (Revisa el contenido) ¡Vacía! ¿Y la
tarjeta…? (No se encuentra)¡Eh! ¡Vuelvan!
NINA: (Lo detiene) Calmate, los milagros cuestan.
JULIAN: ¿Estás segura de que fue milagro?
NINA: Milagro que la sacamos de encima
NINA: Sí, pero ahora…
JULIAN: ¿Ahora, qué?
NINA: ¡Vuelvo a sentirme intranquila! (Ladra el perro)
JULIAN: ¡Cucha, Abuelo!
NINA: ¡Intranquila, intranquila!
JULIAN: ¿Intranquila, ahora por qué?
ABUELO: (Entra) ¡Yo les voy a decir por qué!
NINA: ¡Profesor Astroso, usted!
ABUELO: ¡Qué profesor ni que astroso, soy yo, guau, guau, guau…!
(Olfatea el ambiente)
JULIAN: ¿Y este, de dónde salió?
22

NINA: Ni idea.
ABUELO: ¿No esperaban al abuelo?
NINA: ¿Abuelo?
ABUELO: ¡Abuelo, guauuu!
JULIAN: ¿Pero entonces?
NINA: ¿Abuelo?
ABUELO: Guau, guau, guau…
NINA: ¡Es un abuelo, lo que yo decía!
JULIAN: ¿Y quién está ahí afuera?
ABUELO: ¡Era yo! ¡El mismo que ladra y canta!
JULIAN: (Señala afuera) ¿No era Abuelo?
ABUELO: (Se señala él mismo) ¡El abuelo!
NINA: ¿Los abuelos?
ABUELO: Sí, el abuelo.
JULIAN: Pero, ¿abuelo de quién?
NINA: ¡No sé, del perro!
ABUELO: Ingrata. Te está ladrando tu propia sangre.
NINA: ¿Entonces es abuelo? ¡Ay!, no sé qué podría decirle … es un día,
especial, pero, ¿es cierto…?
ABUELO: Vengo a olfatear tu olvido.
NINA: Ni piense. La que se ocupaba del perro era Lucy.
ABUELO: La vi desocupada…Grrr. Pero me recomendó un cabarute.
Santa mujer.
NINA: Santa. Es lo que yo decía. Día de milagros.
ABUELO: ¡Eso! Después de dos meses en la plaza.
NINA: ¿Dos meses en la plaza? Como para recordarlo entonces, abuelo…
ABUELO: Me soltaron por falta de méritos. Todos los días son especiales
para olvidarse de los perros…¡guau!
JULIAN: ¿Y si lo soltaron, porque no vuelve a la placita?…Hay
arbolitos…(imita a un perro que marca territorio) Psss…
ABUELO: La plaza, esos viejos de mierda. Viejas que quieren bailar
bachata. Pura basura. Familia de mierda que te olvida. Troté calles
jubiladas, amontonamiento en bancos, cajeros automáticos de mierda. La
timba en las plazas. Tengo exceso en salud pero las viejas contusas me
pisan bailando tangos de mierda. No hablen de plazas…(transición)
¡Minas, minas! ¡Vivan las minas del cabarute!
NINA: ¡Abuelo, volvió entonado!
ABUELO: Guau, guau, energía de acero, golpe de andamio.
JULIAN: (intenta que se aleje) Termine de olfatear por ahí, abuelo.
ABUELO: Energía de acero, golpe de andamio.
NINA: ¿Y qué significa golpe de andamio?
ABUELO: Me caí de un andamio. Subí a gritar “Váyanse todos a la
mierda”. Me fui a la reverenda mierda. Salí ladrando.
23

NINA: ¿Entonces no fue el vuelo de los patos?


ABUELO: Vuelo del abuelo. ¡Me caí, salí guau guau!
JULIAN: ¡Final feliz, entonces!
NINA: ¡Viva, viva!
ABUELO: ¡Guauu! Final feliz, las minas del cabarute.
JULIAN: Vaya, vaya, que lo esperan.
ABUELO: (Intenta dirigirse a la habitación) ¡Olor a ninfas en celo!
NINA: (lo aleja hacia la salida) ¡Por allá! ¡Cucha abuelo!
JULIAN: ¡Por allá! Vuelva al cabarute.
NINA: Va a ser lo mejor, abuelo, vaya, vaya.
ABUELO: ¡El olfato me lleva, guauuu! (sale)
NINA: ¡Por Fin! (a Julián) ¿Comprendés ahora la naturaleza del milagro?
JULIAN: ¿Más milagros?
NINA: (Aclara) Dos perros, dos abuelos.
JULIAN: Dos abuelos, un perro.
NINA: No: dos perros, un abuelo.
ABUELA: (Entra desarrapada) ¿Y adivinen quién más?
NINA: ¿Lucy?, ¿vencida por la vida?
ABUELA: Ni Lucy, ni en la vida, ni vencida.
NINA: ¡Ah! ¡Ya sé! ¡Tía Euclodia!
ABUELA: ¡Qué pasa con mi hija?
NINA: ¿Usted, mamá de tía Euclodia?
ABUELA: ¿No te enteraste de tu abuela?
NINA: (Con naturalidad) ¿Abuelita de ultratumba?
ABUELA: De ahí mismo.
JULIAN: ¿Y de tan lejos se vino?
ABUELA: De tan lejos y a decir lo que tengo que decir.
JULIAN: ¡Otra sanata más!
ABUELA: ¡Que sanata ni sanata! Vine a vengarme. Vengo a prevenir a los
giles.
NINA: (A Julián) ¡Ay! ¿Dudás ahora del milagro?
ABUELA: ¡Milagro, milagro, revelación, revelación!
JULIAN: ¿Pero, revelación de qué? El sol volvió a brillar, la invasión ya se
fue y nosotros, hasta hemos bailado…
ABUELA: ¡Callate! El baile todavía no empezó.
NINA: ¡Ay, no me asuste!
ABUELA: Para su tranquilidad, sólo para su tranquilidad, ofrezco la
revelación de las algunas catástrofes…
JULIAN: ¿De qué?
ABUELA: De las siguientes catástrofes a enumerar…
JULIAN: ¿Entonces hay más de una?
NINA: Dejala que enumere.
24

ABUELA: Por orden de acontecimientos: Su sirvienta les está iniciando un


juicio.
NINA: Y…querrá saunita propio.
JULIAN: ¿Y de qué monto es esa catástrofe?
ABUELA: De orden millonario.
JULIAN: ¡Millonario! ¡Entonces, nos asociamos con ella, y todo bien!
ABUELA: ¿Todo bien? En segundo lugar, voy a amasijar a ese viejo que
anda ladrando por ahí.
NINA: Abuelo que ladra, no muerde.
ABUELA: Muerde, muerde. Se jugó y se fugó.
NINA: ¿Se qué…?
ABUELA: Se jugó hasta lo que no tenía y después se fugó con atorrantas.
NINA: ¿Qué dice, abuelita? ¿por qué ese rencor?
ABUELA: Tercera revelación: Eso de los patos no es cierto
NINA: ¿Entonces, el vuelo de los patos, ¿no?
ABUELA: Ninguna señal. Ningún milagro
NINA: En el fondo, me parecía
ABUELA: Ningún milagro y tengan cuidado con el perro.
NINA: ¿Pero, por qué viene con chismes, abuelita? De dónde los sacó?
ABUELA: ¡Allá, donde ustedes se imaginan, tengo mucha banca y ya está
todo cocinado. El perro tiene deudas de juego!
NINA: ¡Pero abuela!
ABUELA: ¡Nada, nada, tengo que encontrarlo! Vine a vengarme, a
vengarme! (Sale. El verdadero perro, ladra)
JULIAN: (por ella)¡Chúmbale abuelo!
NINA: Sí, ¿pero cuál?
JULIAN: ¿Cuál qué?
NINA: ¿Cuál abuelo?
JULIAN: Eso ya no importa.
NINA: Y yo que pensé en un día especial…
JULIAN: Especial, sí. Habló de catástrofes. ¿Habrá que creerle?
NINA: ¿A una abuela del Mas Allá?
JULIAN: ¿Sería esa, la ninfa?
NINA: Parece que sí.
JULIAN: ¿Habrá sido sincera?
NINA: ¿Y si no, para qué iba a volver?
JULIAN: ¿Y nosotros vamos a pagar el pato?
NINA: Esos ya no vuelan.
JULIAN: Tenés razón, solo resta volver a la normalidad
NINA: Eso mismo, a la paz del hogar…Pero siento que el piso tiembla,
¡ay, sí, tiembla!
JULIAN: Basta de ideas. Pensá en otra cosa.
NINA: ¿Y en qué querés que piense?
25

JULIAN: No sé. ¿En el zaguancito, podría ser?


NINA: ¿Ahora? ¿Otra vez el zaguancito? Es cierto, fue hermoso…
JULIAN: Todo hermoso…(Transición) ¿Para qué creer en una aparición
despechada?
NINA: Cierto. ¿Te das cuenta, Julián? ¡Ahora podemos ser felices!
JULIAN: ¡Sí, felices, Nina, felices!
NINA: ¡Felices, Julián, felices para siempre!
ABUELO: (entra) ¡Guauuu…! (olfatea)Tengo
hambre…¿Dónde?…¿dónde?
JULIAN: ¿Otro que quiere comer?
NINA: Mire, abuelo, en la cucha de su tocayo, si no me equivoco, hay un
hueso. Vaya y traten de no morderse.
ABUELO: Está bien, pero antes… antes…
JULIAN: ¿Antes…?
ABUELO: Antes, los papeles.
NINA: ¿Los papeles?
ABUELO: Los papeles
JULIAN: ¿Qué papeles?
ABUELO: Los papeles de la casa. El piso está dinamitado. Si no pago,
vuela todo.
NINA: ¡Pero entonces…!
ABUELO: ¡Día de milagros! ¡No se salva ni el zaguancito!... ¡Guauuuu!
(va a interior)
NINA: Y yo, que pensé que…
JULIAN: Y vos que pensaste que…
NINA: Hablando de patos, mejor…
JULIAN: (intentan huir) Sí, mejor volemos cuanto antes…
(Apagón y ruido estruendoso)

FINAL
(2011)

AUTOR: Carlos Cazila


carloscazila@gmail.com
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+54911-4172-8732 (móvil) +5411-4374-2841

ORIGEN: Argentina
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