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BEATRlZ C ATTANEO

r
36
c e p t o s i mplíc i tos e n las
3. Otros ~ºº·cas p r o yect i vas
tecn1

•or hen1os exan1inado el concept


tado an t en
En el apar . / a las técnicas que n os ocupan. Pero ot de Pt0_
yección en relacwn . plícitos en los test s proyectivos ªtn.bit\
onceptos nn .. 1
hay otros e Ell conciernen a concep t o d e persona1·dque
can_.
viene desplegar: . os del estímulo y al n1étodo de interp 1 act, a
ciertas caractens ?ts Ballestero s , 1998). retación
(Bell, 1978; Fernan ez
/ . royectivas suponen el propósito de cono
l Las tecnicas P l/ . d . cer
· z·dad de ,nanera ho ,istica, es ecir como un
la persona i . a
totalidad organizad a.


El suJe to tiene una estructur a b á sica y estable de la
/ . d d' Per.
sonalidad. Esta estructura esta int~gra a por imensiones o
r asgos organizado s de manera pa~ticula r en/ c~da ~no. Ahora
bien, la personalid ad no es un fe?omeno est_atico sino un pro.
ceso dinámico, que debe ser estimado con instrument os que
evalúen su estado en un m omento dado, pero también que
reflejen las modificaci ones producida s en ésta con el transcur-
so del tiempo.
La personalid ad presenta distintos estratos o niveles: no es
un fenómeno superficia l sin o pr ofundo. Algunos rasgos de la
personalid ad son observabl es (m a nifiestos) y otros están ocul-
tos incluso al mismo sujeto (niveles inconscien tes).
La estructura de la personali dad se revelaría en la conduc-
ta del sujeto. Dado que hay una relación funcional entre la
conducta del individuo y la estructur a de personalid ad, en las
conductas manifiesta s del sujeto se reflejarán aspectos de esa
estructura .
Parte de las funciones de las técnicas proyectivas se:á
explorar esas áreas inconscie ntes a partir de las observacio·
nes externas.

2· Los materiales
estímulo son poco estructurados.

Lda es~~sa estructur ación de los materiale s estímulo resu;;


t a e utilidad
pues pos1·b· . d conoz
1hta que el examinad o es
total o parcia_lmcnte ~u é se prc_tendc ex plorar. Con e-;te rasgo
de los matcnalcs se rnte nta di sminuir e) control consciente
y facilitar la emer gen cia cJ e factore s latentes de la perso na-
lidad .
Las res puestas dadas a las iécnica 8 proyectivas no son
casuales, son ~ign j0cativa~ Y) enlazadas en una eval uación glo-
bal ) pueden v1sua~1zarse s1gnos de la personalidad del sujeto.
Dado qu e e] suJ eto no es conscjente de la relación entre las
respuestas que brinda Y su mundo interno, estas técnicas son
consideradas como enmascaradas e involuntarias.

3. El método de interp retación preferencial de las técnicas


proyectivas es cualitativo y global.

Las técnicas proyectivas producen determinados datos


que no siempre será viable estandarizar. Esto significa que
las respuestas obtenidas con estas técnicas son más difíciles
de tratar estadísticamente, a diferencia de las respuestas de
los test s psicométricos. Un mismo indicador observado en el
material proyectivo puede tener una variedad de signifi cados,
dependientes de la manera en que es integrado dentro de la
configuración total de datos. La valoración cualitativa de los
elementos no desestima el análisis cuantitativo, sino que tal
cuantificación resulta una tarea compleja. Pero el hecho de
que no sean fácilmente estandarizables no significa que las
técnicas proyectivas no ofrezcan un cuerpo de información
valiosa para conocer en forma global la dinámica del compor-
tamiento de una persona.

4. Clasificación de las técnicas proyectivas

Más allá de los supuestos básicos que comparten, las técnicas


proyectivas constituyen un grupo heterogéneo de pruebas con
propiedades específicas. Las diferencias corresponden t~nto a los
materiales estímulo como a las operaciones que el suJeto debe
realizar ante las consignas, lo que da lugar a distintos tipos de
respuestas.
BH;ATfdZ <;A't f A¡' ff/J

38 :Le f'
. l s estímulo puer, n HP✓ •

l . Los materia e. .

- Imágenes píctóricas
_ Manchas de tinta
- Frases incompletas
- Cuentos incompletos
- Cuadros con signos gráficos]' - -
_ Dibujos con d1.ál ogo.s in con e _u eoB
,
F afias con rostros humanrm. . ,,
- otogr d objetos en m1n1atura) trtBreH, ~t.l; .
- Bloq~es de mab elra,. palabras} preguntaB, Bolíeitud ,l'S (:Ir-
- Consignas ver a es . ··-·
posición de un tema

2. El tipo de resp uestas que promueven:

- Verbales (orales y/o escritas) . .


_ Narrativas (elaboración de histonas or ales y/o escntaE,
- Gráficas
- Lúdicas
- Constructivas
- Mixtas (combinan dos tipos de producciones, por ejemplo
gráfica y verbal)

Para ordenar un material tan diverso, Fernández Ballesteros


(1998) formula la siguiente clasificación de las técnicas proyec-
tivas:

1) Estructurales. El material es visual, de escasa estructura-


ción, y el sujeto debe organizarlo diciendo qué ve, o a qué
puede parecerse. Por ejemplo, el Psicodiagnóstico de Rors-
chach, el Z Test, el HIT de Holtzman.
2) Temáticas. El material visual presenta distintos grados de
estructuración formal, sobre los cuales el sujeto debe n~ar
una historia. Por ejemplo, el Test de Apercepción Temática
(TAT), ~l Test de Apercepción con Figuras Animales (C~T).
3) Expresivas. Se transmiten consignas verbales o escntaS
para que el sujeto dibuje una o varias figuras. Por ejeroplo,
el Dibujo, de la Figura Humana, el Test de la Familia, el
Test del Arbol, el Test de las Dos Personas.
INTRODUCCIÓN A LAS TÉCNICAS PROYECTIVAS 39

4) Construc tivas.
. . un materi'al defi ni.d o y concreto
Se presenta
· r en base ad'1s t 1n
que el. suJeto debe organiza .
· t as consigna s.
Por eJen1plo, el Test del Pueblo.
5) Asociativ as. La consigna es verbal o escrita y el sujeto debe
responder verbahn ente o por escrito con asociaciones fren-
te a palabras, frases o cuentos. Por ejemplo, la técnica de
'd Incompl
Frases · etas, las Fábulas de Düss , el e ues t 10nan
· ·o
Des1 erativo.

5. Alguna s observa ciones a propósi to


de las técnica s proyect ivas

A lo largo del tiempo, en la disciplina psicológica, las técnicas


proyectiv as fueron cuestionadas debido a:

- los distintos referente s que sirvieron de base conceptual,


- las propieda des de confiabilidad y validez,
- los escasos trabajos de adaptación y normatización para
distintas poblaciones,
- la incidenc ia de los criterios subjetivos del profesional en la
valoración de las respuest as,
- la interpret ación del material , por represen tar un nivel
inferencia! alto, no siempre contrastable con los datos empí-
ncos.

Sin embargo, las técnicas proyectivas son de amplia utilidad


en la clínica. Y ello porque, tal como señala María Concepción
Sendín (2000),

- aportan una riqueza de matices cualitativos muy superior a


la de otros instrume ntos de medida de la personalidad.
- constituy en un medio para proseguir la investigación de
comport amientos profundos y complejos del sujeto.

Estos dos argumen tos han sido corroborados ampliamen,,t~ en


mi práctica clínica. Hay que tener en cuenta qu_e algunas c:1ticas
a las técnicas proyecti vas corresponden en reahda~ al uso inade-
cuado de las mismas. un peligro a evitar es sobre1nterpretar el
1
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nENl'R l7, e ¡\ TTANC
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40 d le una significació n psicológica d


'd torgá n o . d l . -
ma
, terial recogi o, o
. ~. d
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uc en lea J
1·dad se aleJa e s u.1eto concr eto y d e
inanera f01 za a, q . el

.to de la ev aJuac1 n.
Propósi . d la psico ana 1is
· t a -france sa M
aud Ma
- l
Comparto o~ escritos.r e tó ·s u aceptac1on ./ d 1 d
ien manH es e uso e los testn-
noni (198 2) , qu d.
_ . dos como un me io y no como un f,i• s
f ~an ub.11za
sie1npre que uer . 1,. . a los test s form an parte de un diálog 11 n.
· , ps1co og1c ,
En la eva luacion cient e O evalu ado, en cuyo tr anscurso
que se establece con_e1 p~ rtos aspec tos de la personalidad de~
se intenta dese~ trana r cCieon dice la autor a, consi derar los como
· t de sus s1ntom as. 10
suJe o o - posibilidades de error, y no como textos
sayos que entranan 1 " "t· .
en. . .'
legislativos, pue de ave ntar el riesgo de "cata ogar o ip1ficar" al
sujeto .
Los ps1co. ' logos españoles Carm en Magant o M a t eo y Al eJandr · o
, -1 E d / • d · · ,
Av1 a spa a (1999 ) descr iben que el chn1co e onentac10n psi-
. , . " .
co d1nam1·ca aprovecha las técnicas proye . . ctiva s como reactiv
. . , . os"
prese ntes en las entre vistas ~u~ prop1c1an 1a as?c1ac1on 11bre, _ el
lenguaje simbólico y el conoc1m!ento/ d~l mundo_ inter no de_l _suJe-
to. Si bien sus propiedades ps1cometncas (valid ez Y fiabilidad)
son perfectibles , su aporte ~ás útil segu irá siend o el uso "cua-
litativo" de estas técnicas. Avila Espa da (1997) consi dera que a
pesar de la polémica, duran te décad as e inclu so en el presente
han ocupado el lugar privilegiado de la escen a psicodiagnóstica,
siendo utilizadas como elección rutin aria en diver sas estrategias
ya sea de evaluación clínica o de otro tipo.
Consecuente con estos principios, acord amos que adecuadamen-
te utilizados, son instru ment os valiosos para obten er información
sob~e "segmentos" de la conducta, ya se trate de pensamiento, len-
guaJe , percepción, motricidad, recur sos cognitivos y emocionales. A
pe~~r de las críticas recibidas, las técni cas proye ctiva s se siguen
ublizando de mane ra soste nida en la práct ica del psicodiagnóstico
Y form~n parte de progr amas de inves tigac ión acadé mica y clínica.
Debido ª e_sta insoslayable utilid ad clínic a que ofrecen cuando
se _cumplen ciertas condiciones -com o el encu entro directo con el
S~Jteto, ~1- respeto por las regla s de proce dimie nto la observación
sis emab ca de la cond t . ' t' e·
nicas
-, es que se vuelve · dº
ª
uc Y1as inves tigac iones sobre dichas e_
e investiga · , d in ispen sable profu ndiza r en el ana'lisis
c1on e toda la bater ía proye ctiva .

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