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ALTO HORNO

FERRERÍA LA PRADERA

Gabriel Santiago Maldonado Ramírez-Miguel Andrés Méndez


historia del diseño en colombia
INTRODUCCIÓN

Un alto horno es un horno especial en el que tienen lugar la fusión de los minerales de hierro y la
transformación química en un metal rico en hierro llamado arrabio. Está constituido por dos troncos en
forma de cono unidos por sus bases mayores. Mide de 20 a 30 metros de alto y de 4 a 9 metros de
diámetro; su capacidad de producción puede variar entre 500 y 1500 toneladas diarias.

La variedad de instrumentos que efectuaron las infraestructuras de épocas pasadas, la concepción de


nuevas formas de producción recurría a la especialización internacional como la nacional; el
reconocimiento de procesos de transformación de materias primas se ha ejecutado en la aplicación de
herramientas tanto como en sistemas urbanos.

La manifestación de estos trabajos dependía de espacios ya reas destinadas a la producción esto conlleva
un gran impulso económico y político De ahí que los altos hornos se instalaran en tales fundos, muy
distantes de los centros urbanos principales, aspecto al cual no se dio la importancia requerida. De otra
parte, aquellos hombres de negocios apenas conocían el territorio nacional y carecían de conocimientos
precisos y cuantificables sobre las reservas minerales, en lo cual dependían de la palabra de los expertos
extranjeros, ya que la Comisión Corográfica apenas empezaba.

Más allá de los conocimientos funcionales y formales el desarrollo de estos artefactos en sus espacios le
dio relevancia a acontecimientos que intensificaron su historia un lugar el cual este dirigido a reconocer
sus proyectos a como dieron lugar una comunicación extranjera con solo el hecho de progresar en una
revolución industrial
PROBABLES DISEÑADORES

Sam Sayer, John James y Wright Forest fundan la ferrería de Subachoque en el sitio de La Pradera para
explotar un yacimiento de hierro de la región. Por dificultades de carácter religioso, pues uno de sus
socios John james era protestante, tuvo una oposición muy activa de la autoridad eclesiástica local y se
vio forzado a cerrar.

La hacienda fue vendida a Carlos Manrique quien abandono la idea


de explotar hierro por años hasta 1877 logra una sociedad con el
estadounidense Thomas agnew para reactivar la fábrica actuando el
primero como director y socio capitalista y el segundo como
ingeniero de las obras de instalación y funcionamiento. Agnew
viajara a estados unidos para conseguir las maquinas útiles y obreros
necesarios para hacer el montaje y darle montaje en el término de un
año.
Agnew trajo los planos de Estados Unidos para

construir el alto
horno con la ayuda de obreros norteamericanos,
pero se apartaron de los planos y los primeros dos ensayos no funcionaron. Se optó por seguir con el
método tradicional de carbón vegetal en el alto horno; ya en 1880 los nuevos ensayos para producir
hierro fundido de buena calidad en lingote dieron resultados. Para producir estos lingotes el gobierno
nacional le otorgó un subsidio en 1880 para poder completar la ferrería puesto que la de Pacho ya estaba
en sus últimos momentos.

La ferrería fue adquirida por nuevos socios que obtuvieron un contrato con el gobierno nacional para la
fabricación de los primeros rieles para el tranvía de Bogotá y el ferrocarril de la Sabana. Las columnas
que sostienen los palcos del teatro Colón también fueron fundidas en La Pradera. Infortunadamente la
tecnología utilizada y las guerras civiles impidieron su desarrollo, por lo que se vio obligada a cerrar
definitivamente a principios del siglo XX
En efecto, ante el fracaso de Agnew en la puesta en
marcha de los equipos de inyección de aire para el
alto horno, entró como nuevo socio de la ferrería
Lorenzo Codazzi, ingeniero militar colombiano,
quien sólo aplicó sus pericias a la construcción de
represa y canales para la energía hidráulica
necesaria, sino que viajo a los Estados Unidos (en
febrero de 1880 trayendo un soplador más una
turbina de 26 pulgadas, y bastantes conocimientos
prácticos admirados al pie de los altos hornos y de
boca del inteligente y Hábil ingeniero que había
hecho los planos.

HISTORIA

Inicio su Primera Etapa de la mano de tres


Empresarios Extranjeros en 1858: John James,
Retirado de Pacho, Rafael Bosque y Samuel
Sayer. Agnew Trajo DISEÑOS Y obreros
Norteamericanos, Pero No siguió los planos de
la ONU y Tuvo inicial Fracaso, pero Usando
carbón vegetal LOGRO hierro fundido
Obtener en 1880.
Para 1885 la Empresa quedo en cabeza de
Pablo Barriga quien modernizó las
instalaciones Construyendo hornos párrafo
Producir coque, dado Que El Suministro de
leña comenzó a fallar. Buena parte de los
rieles del tranvía de Bogotá ser producidos en La Pradera, además de las Columnas de hierro fundido
necesarias Para La Construcción del Teatro Colón y Otros Edificios de Bogotá.
Para esta Época ya se encontraba Trabajando en esta Nueva Empresa El joven Tomás Corradina Banks,
quien viajo a Europa para adquirir la maquinaria Que ordenaban los propietarios, Pero ante los Criterios
de los Técnicos Envió ONU cable
indicando la Reducir Conveniencia Para
Los Costos de Producción y Mejorar la
Calidad de los Productos, Convertidor
empleando ONU Bessemer. El acero
obtenido no alcanzaba las Mismas
Especificaciones de los Importados.
No obstante, lograron Producir gran Cantidad de trapiches párrafo caña de azúcar y Otras Herramientas
de campo Que se distribuyeron por Cundinamarca, Boyacá y Santander, hasta cuando se obtuvo el
Respaldo del Gobierno del general Rafael Reyes, Durante el quinquenio de 1904-1909, con Grandes
encargos párrafo Producir rieles de ferrocarril.
Una alta chimenea de ladrillo con una base en piedra, que mide 2,5 metros cuadrados en planta y hay un
arco con una abertura en la base de 1,4 metros de ancho. El interior de la chimenea es de piedra un su
sección baja y de ladrillo en la parte superior, ennegrecida de hollín. Hay placas situadas arriba de la
chimenea e incluye la siguiente información: “Ferrería de la Pradera 1883, Alejandro Arango y Julio
Barriga, Lewis Miller”.
En el montaje de las instalaciones, los deseos de monumentalidad y de elegancia que animaron a los
empresarios colombianos, preocupados más por los aspectos externos del capitalismo que por la
eficiencia, fueron aprovechados por los extranjeros, quienes derrocharon materiales y dinero en
construcciones suntuosas e innecesarias. Por ejemplo, la construcción de un costosísimo alto horno en
Samacá, en un terreno arcilloso tan deleznable que desde la primera fundición el horno empezó a
hundirse, es el mejor símbolo del "mundo de las apariencias" en que vivían los empresarios.

Alcanzó a producir 40 toneladas diarias, logrando reducir sus costos y pudo cumplir con sus
compromisos en 1884, cuando produjo rieles para el ferrocarril por primera vez en el país, hecho que fue
registrado en el “Diario Oficial” del 22 de agosto de ese año, mediante una carta del general Julio
Barriga al Secretario de Fomento: “quedando así asegurados los benéficos resultados, son de esperarse
para el progreso industrial del país”. Sin embargo, el gobierno obligó a la empresa a aceptar pagarés de
la Tesorería Nacional por la compra de los rieles, lo que puso a la ferrería en una situación económica
delicada, pues se había endeudado para la adquisición de una nueva tecnología. El incumplimiento de
los contratos por parte de los gobiernos siguientes a Rafael Núñez y de garantías ofrecidas en 1880,
obligaron al cierre de la Ferrería de La Pradera en 1911.

Actualmente funciona allí el Museo de la Ferrería de la Pradera, que fue creado gracias al interés de la
Alcaldía de Subachoque en 1990. El visitante encuentra el emplazamiento de las antiguas estructuras del
alto horno, chimeneas, túneles de aire y hornos de coke, así como varias casas de antiguos empresarios
de la Ferrería.

RELACIÓN CON EL DISEÑO INDUSTRIAL

Los “oficiales, director y fundidores” de hierro que iban a operar el


“alto horno” y las “maquinas” hubo que buscarlos en Europa, pues
el país no contaba con ellos. La más costosa tecnología del “alto
horno” obligaba a recurrir a préstamos nacionales y extranjeros,
aceptar nuevos socios y a conformar una nueva sociedad, que se
denominó “Sociedad Granadina de Ferrería de Pacho”. El gobierno
colombiano, a su vez aprobó un préstamo de treinta mil pesos para
la construcción del alto horno aceptando como condición, de parte
de la empresa, que diese un auxilio para escuelas varias y específicamente para una Escuela de minería
en Bogotá

Conducción de los primeros rieles,


fabricados en La Pradera, por los
niños desamparados y exposición
de los mismos ante el palacio de
San Carlos. Grabados de Ricardo
Moros Urbina sobre fotografías de
Julio Racines. Papel Periódico
Ilustrado, Octubre 15 de 1884

Condiciones naturales favorables no


les faltaron, pues en las haciendas
de los empresarios se contaba con
grandes yacimientos de mineral de hierro, carbón y caliza, así como corrientes Fluviales para mover las
ruedas hidráulicas, extensos bosques para obtener el carbón vegetal y yuntas de bueyes para el acarreo
de minerales. De ahí que los altos hornos se instalaran en tales fundos, muy distantes de los centros
urbanos principales, aspecto al cual no se dio la importancia requerida.

Posee un amplio arco en el frente y uno más pequeño atrás que se usaba para desfogar y ventilar el
horno. Este horno posee un valor bastante amplio. Por su curiosa forma y el estado de limpieza de su
interior sugiere que no se utilizó de manera industrial y sólo como ensayo.

El manejo de sistemas modelos, análisis del proceso químico que se llevara a cabo, estructura física y
sus propiedades estaba destinado a incurrir no solo en un medio de producción sino como un proceso en
el que intervenían no solo ingenieros, carpinteros, albañiles, mecánicos, etc… el conjunto de disciplinas
para un fin específico, que converge en la solución de productos para el uso de transportes y urbanidad.
Bibliografía

Ojeda Gallo, Hernán E. "La industria siderúrgica en Colombia", Tesis de grado para economía, Bogotá,
1949.

Anónimo. La industria del acero en Colombia, Bogotá, Cámara de Fedemetal, 2006.

García de Corradine, Ana. Algo sobre la industria del hierro en Colombia y sus pioneros, Bogotá, 1972.

Aguilar, Federico C. Excursión de tres días a la Pradera, Bogotá, Imprenta Ignacio Borda, 1886.

Mayor mora, Alberto. “Cabezas duras dedos inteligentes .estilo de vida y cultura técnica de los artesanos
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Cybergrafia

https://books.google.com.co/books?
id=uMO5BerdUbwC&pg=PA608&lpg=PA608&dq=agnew+colombia&source=bl&ots=ThmCTRh3l1&
sig=tlHl6eLVlE1ZeYAT2nAL1N9JzFg&hl=es&sa=X&ved=0CEYQ6AEwCGoVChMIyI2v5pmpyAIV
RxweCh3dnA-N#v=onepage&q=agnew%20colombia&f=false

http://www.todacolombia.com/historia-de-colombia/cronologia-siglo-xix.html

http://es.slideshare.net/casill/altos-hornos-14459885

https://blu181.mail.live.com/mail/ViewOfficePreview.aspx?
messageid=mgJx8sFo5r5RGEoNidZ19Fog2&folderid=flinbox&attindex=0&cp=-1&attdepth=0&n=34927693

http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/octubre2011/de-las-ferrerias-a-la-siderurgia

http://www.banrepcultural.org/node/32591

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