Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Efeta 607
Efeta 607
En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con
piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará
piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está
para suceder?».
Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o
bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos,
y en diversos países, hambres y pestes.
El Evangelio de este domingo nos presenta a Jesús enfrentando a los saduceos, quienes negaban la
resurrección. Y es precisamente sobre este tema que ellos hacen una pregunta a Jesús, para ponerlo
en dificultad y ridiculizar la fe en la resurrección de los muertos. Parten de un caso imaginario:
«Una mujer tuvo siete maridos, que murieron uno tras otro», y preguntan a Jesús: «¿De cuál de
ellos será esposa esa mujer después de su muerte?». Jesús, siempre apacible y paciente, en primer
lugar responde que la vida después de la muerte no tiene los mismos parámetros de la vida terrena.
La vida eterna es otra vida, en otra dimensión donde, entre otras cosas, ya no existirá el
matrimonio, que está vinculado a nuestra existencia en este mundo. Los resucitados —dice Jesús—
serán como los ángeles, y vivirán en un estado diverso, que ahora no podemos experimentar y ni
siquiera imaginar. Así lo explica Jesús.
Pero luego Jesús, por decirlo así, pasa al contraataque. Y lo hace citando la Sagrada Escritura, con
una sencillez y una originalidad que nos dejan llenos de admiración por nuestro Maestro, el único
Maestro. La prueba de la resurrección Jesús la encuentra en el episodio de Moisés y de la zarza
ardiente (cf. Ex 3, 1-6), allí donde Dios se revela como el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob. El
nombre de Dios está relacionado a los nombres de los hombres y las mujeres con quienes Él se
vincula, y este vínculo es más fuerte que la muerte. Y nosotros podemos decir también de la
relación de Dios con nosotros, con cada uno de nosotros: ¡Él es nuestro Dios! ¡Él es el Dios de
cada uno de nosotros! Como si Él llevase nuestro nombre. A Él le gusta decirlo, y ésta es la alianza.
He aquí por qué Jesús afirma: «No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para Él todos están
vivos» (Lc 20, 38). Y éste es el vínculo decisivo, la alianza fundamental, la alianza con Jesús: Él
mismo es la Alianza, Él mismo es la Vida y la Resurrección, porque con su amor crucificado
venció la muerte. En Jesús Dios nos dona la vida eterna, la dona a todos, y gracias a Él todos tienen
la esperanza de una vida aún más auténtica que ésta. La vida que Dios nos prepara no es un sencillo
embellecimiento de esta vida actual: ella supera nuestra imaginación, porque Dios nos sorprende
continuamente con su amor y con su misericordia.
Delante de nosotros está el Dios de los vivientes, el Dios de la alianza, el Dios que lleva mi
nombre, nuestro nombre, como Él dijo: «Yo soy el Dios de Abrahán, Isaac, Jacob», también el
Dios con mi nombre, con tu nombre, con tu nombre..., con nuestro nombre. ¡Dios de los
vivientes! ... Está la derrota definitiva del pecado y de la muerte, el inicio de un nuevo tiempo de
alegría y luz sin fin. Pero ya en esta tierra, en la oración, en los Sacramentos, en la fraternidad,
encontramos a Jesús y su amor, y así podemos pregustar algo de la vida resucitada. La experiencia
que hacemos de su amor y de su fidelidad enciende como un fuego en nuestro corazón y aumenta
nuestra fe en la resurrección. En efecto, si Dios es fiel y ama, no puede serlo a tiempo limitado: la
fidelidad es eterna, no puede cambiar. El amor de Dios es eterno, no puede cambiar. No es a tiempo
limitado: es para siempre. Es para seguir adelante. Él es fiel para siempre y Él nos espera, a cada
uno de nosotros, acompaña a cada uno de nosotros con esta fidelidad eterna.
Un ejemplo edificante
En mis recorridos pastorales tuve la fortuna de visitar una Institución Educativa en la Sierra del
Gramal, jurisdicción del municipio de Tello, Nicolás García Bahamón. Quedé gratamente
impresionado y allí vi otra Colombia: la Colombia que construye en silencio, sin ruido pero con
una eficacia enorme. Es un centro educativo de tipo agropecuario, tiene un internado para cincuenta
siete estudiantes. Siendo un centro de formación estatal, vi el compromiso de docentes y
estudiantes. No escuché el aburrido discurso de las quejas y críticas resentidas contra todo; por el
contrario, la acogida, el acto cultural, la granja productiva, el aprender haciendo, la formación en
valores, el aseo del lugar, el cariño expresado por sus educandos y el ejemplo de sus educadores,
brillaron a primera vista. Veo que sí se pueden aprovechar los recursos que da el Estado, producto
de quienes pagamos impuestos y trabajos de sol a sol para construir día a día nuestro país. Allí sí vi
los impuestos productivos. Docentes y estudiantes no solo se ponen la camiseta sino que también la
sudan. Eso se llama compromiso. Docentes, empezando por el Señor rector, Jorge Enrique Molano
Vargas, expresaban sin culto a la personalidad, la hermosa tarea de formar, de educar para el
trabajo productivo: los chicos trasforman la materia prima, la leche, en diferentes productos
lácteos; con sus utilidades, producto de su esfuerzo, redunda en un mejor bienestar para la
institución educativa a la que pertenecen.
Allí no envenenan a los muchachos con discursos cargados de odio o de lucha de clases. Han
entendido el lema de aprender haciendo. Encontré a unos chicos que saludan y se alegran con la
visita. Encontré un restaurante escolar con ambiente acogedor y bien aseado; las empleadas
limpiamente vestidas (la cocina es un laboratorio de servicio) y con una actitud de servicio, -no las
vi molestas por atender-, todo lo contrario, alegres por recibir a los visitantes. Los estudiantes
saludan, los profesores saludan. ¡Ah! En otras partes, van para el cielo y van llorando. No son
reactivos, son proactivos. ¡Esa sí que es formación! Viendo estos resultados, no nos duele pagar
impuestos. Me dio mucha alegría al constatar que nuestro Banco de Alimentos diocesano ayuda
con su granito a enriquecer la buena alimentación de los educandos, -esto sí es subsidio a la
productividad no subsidio a la mendicidad-. El Estado ofrece trasporte a los chicos en formación, -
vi la “chiva” desplazándose por aquellas sinuosas carreteras, llevando a los adolescentes del lugar
al centro urbano de Tello; los chicos saludaron con alegría y respeto cuando nuestro vehículo la
adelantó-, eso se llama simplemente buena educación. Por favor, ¿por qué no formamos a los
jóvenes en la hermosa virtud del agradecimiento?
CAM
PAÑ
A:
DON
PROYECTO CAMBIO DE PISO DEL ATRIO E INTERIOR DEL TEMPLO
PARROQUIAL NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO,
NEIVA
DONACIONES: $27.450.000
Después del paréntesis contemplativo, siguió el activo: Martín, elegido obispo de Tours, se
convirtió en el grande evangelizador de Francia. Había sido, como se dice, soldado sin quererlo,
monje por elección y obispo por deber. En los 27 años de vida episcopal se ganó el amor entusiasta
de los pobres, de los necesitados y de cuantos sufrían injusticias, pero no era bien visto por los de
su clero que querían vivir tranquilamente. De hecho fue acusado por un sacerdote llamado Bricio.
Su respuesta fue proverbial: “¿Si Cristo soportó a Judas, por qué no debería yo soportar a Bricio?”
Murió el 8 de noviembre del 397 en Candes, durante una visita pastoral. Sus funerales, que
tuvieron lugar tres días después, fueron una verdadera apoteosis; en ese día, el 11, se conmemora
su memoria. Se puede considerar como el primer santo no mártir con fiesta litúrgica. Esa fecha
quedó también como punto de referencia en los contratos de arrendamientos, de terrenos, de
compraventas, en el mundo agrícola: “el nuevo vino se bebe en San Martín”, se dice todavía hoy en
muchas regiones de Italia y de Francia.
La mitad del manto que – según la leyenda – San Martín compartió con el pobre de Amiens, se
conserva celosamente en una capilla. Al custodio de la capilla se llama “capellán”, sin ser lo,
porque es el protector de la “capa” del Obispo de Tours.
https://es.catholic.net/op/articulos/31987/martn-de-tours-santo.html#modal
No te he hablado aún del sol de los Ejercicios espirituales, que es el santísimo y soberano Sacrificio
de la Misa, centro de la Religión cristiana, alma de la devoción, vida de la piedad, misterio inefable
que comprende el abismo de la caridad divina, por el cual, Dios, uniéndose realmente a nosotros,
nos comunica con magnificencia sus gracias y favores.
Procura, pues, con toda diligencia oír todos los días Misa para ofrecer con el sacerdote el sacrificio
de tu Redentor a Dios, su Padre, por ti y por toda la Iglesia. Allí están presentes muchos ángeles,
como dice San Juan Crisóstomo, para venerar este santo misterio; y así, estando nosotros con ellos
y con la misma intención, es preciso que con tal compañía recibamos muchas influencias propicias.
En esta acción divina se vienen a unir a nuestro Señor los corazones de la Iglesia triunfante y los de
la Iglesia militante, para prendar con El, en El y por El el corazón de Dios Padre, y apoderarse de
toda su misericordia. ¡Oh, qué felicidad es para un alma contribuir devotamente con sus afectos a
un bien tan necesario y apetecible!
Para oír Misa como conviene, ya sea real, ya espiritualmente, has de seguir este método:
1. Desde el principio hasta que el sacerdote sube al altar prepárate juntamente con él, lo cual
harás poniéndote en la presencia de Dios, reconociendo tu indignidad y pidiéndole perdón
de tus defectos.
2. Desde que el sacerdote suba al altar hasta el Evangelio, considera sencillamente y en
general la venida de nuestro Señor al mundo y su vida en él.
3. Desde el Evangelio, hasta concluido el Credo, considera la predicación del Salvador,
protesta que quieres vivir y morir en la fe y obediencia a su santa palabra y en la unión de
la Santa Iglesia Católica.
4. Desde el Credo hasta el Padre nuestro contempla con el espíritu los misterios de la Pasión y
muerte de nuestro Redentor, que actual y esencialmente se representan en este santo
Sacrificio, que has de ofrecer, juntamente con el sacerdote y con el resto del pueblo, a Dios
Padre para honra suya y salvación de tu alma.
5. Desde el Padre nuestro hasta la Comunión, esfuérzate a excitar en tu corazón muchos y
ardientes deseos de estar siempre junta y unida a nuestro Señor con un amor eterno.
6. Desde la Comunión hasta el fin, da gracias a su Divina Majestad por su encarnación, vida,
Pasión y muerte, y por el amor que nos muestra en este santo Sacrificio, pidiéndole por él
que te sea siempre propicio a ti, a tus parientes, a tus amigos y a toda la Iglesia, y
humillándote de todo corazón recibe devotamente la bendición divina que te da nuestro
Señor por medio de su ministro.
https://www.aciprensa.com/catequesis/misa6.htm
Obituario