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MITOS ETIOLÓGICOS

El rapto de Proserpina (mito romano)

Proserpina era una diosa y era la hija de Ceres, la diosa de la agricultura y las
plantas, y de Júpiter, el padre de los dioses. Un día, Proserpina recogiendo
flores cuando llegó Dis, el rey del Inframundo, y raptó a la joven diosa.

Ceres buscaba a su hija por todos lados y estaba tan triste que se olvidó de
cuidar las plantas y las cosechas, lo que provocó que las plantas no crecieran.

Júpiter se enteró de que su hija se encontraba en el Inframundo y acordó con


Dis que Proserpina pasase la mitad del año en la tierra y la otra mitad en el
Inframundo. Ceres estaba contenta cuando su hija estaba en la tierra,
entonces, cuidaba las plantas; pero estaba triste cuando su hija estaba en el
Inframundo, entonces, no cuidaba las plantas y estas no crecían bien.

Este mito explica cómo se originaron las estaciones, porque cuando Ceres
cuidaba las plantas y estas crecían bien, era primavera o verano. Pero cuando
Ceres no cuidaba las plantas y estas crecían mal, era otoño o invierno.
Prometeo y el robo del fuego (mito griego)

Prometeo era un titán, era amigo de los hombres y solía enfrentarse con los
dioses del Olimpo. Cierta vez, Prometeo tenía que decidir con los dioses cómo
repartir alimentos entre los dioses y los seres humanos. Prometeo engañó a los
dioses y benefició a los humanos porque les entregó los mejores alimentos.
Pero Zeus, al darse cuenta, castigó a todas las personas dejándolas sin fuego.

Las personas vivían en total oscuridad y no podían cocinar sus alimentos.


Entonces, Prometeo decidió que les devolvería el fuego. Para lograrlo se robó
el fuego del sol y se lo entregó a los seres humanos. Por esto, Zeus se enojó
con el titán y lo castigó de distintas maneras a lo largo de los años.

Este mito explica la causa de por qué las personas pueden utilizar el fuego.
La serpiente arcoíris (mito australiano)

Según este mito, un arcoíris se transformó en serpiente, descendió a la tierra y


enseñó a las personas a bailar. Pero un día dos jóvenes se habían perdido y
fueron a la morada de la serpiente para buscar refugio y, como ella tenía
hambre, se los tragó.

La serpiente se fue de su morada y las personas salieron a buscar a los dos


jóvenes. Sospechaban de la serpiente y cuando la encontraron estaba
profundamente dormida, entonces, un hombre le hizo un corte en un costado y
salieron los dos jóvenes, quienes estaban vivos, pero se habían convertido en
papagayos.

La serpiente se encontraba enroscada a una montaña y cuando sintió el corte,


se despertó, se enojó y apretó muchísimo la montaña, que se rompió en mil
pedazos. Por la furia de la serpiente apareció la primera lluvia que formó los
primeros lagos, ríos y cerros.

Este mito explica el origen de la lluvia, los lagos, los ríos y los cerros.
El mito de Narciso (mito griego)

Narciso era el joven más bello del mundo. Muchas personas se enamoraban de
él, pero él era muy vanidoso y, por lo tanto, era cruel con todas las personas
que le declaraban su amor.

Los dioses quisieron castigarlo por su comportamiento y lo sentenciaron a que


se enamorara de su propia imagen. Un día Narciso estaba en el bosque, se
paró frente a un estanque y, al ver su propio reflejo, se enamoró de sí mismo.

El joven no podía dejar de admirarse y un día se arrojó al estanque. Al poco


tiempo, en el lugar donde el joven se había arrojado, creció la primera flor de
Narciso.

Este mito explica el origen de la flor que lleva el mismo nombre que el joven.
Eco y Narciso (mito griego)

Eco era una ninfa que estaba asociada a un monte y que tenía una voz muy
hermosa. Un día Zeus, el padre de los dioses, le había encomendado a Eco
que distrajera a Hera, la esposa de Zeus. Pero Hera se dio cuenta del engaño y
castigó a Hera, ya que le quitó su voz y la condenó a repetir las palabras que
otros dijeran.

Eco se aisló y se quedó sola. Un día estaba en el campo, vio a Narciso, el


joven más bello del mundo, y se enamoró de él. Ella lo persiguió
escondiéndose, pero pisó una rama y el joven la descubrió.

Narciso le hacía preguntas a Eco, pero ella no podía contestarle y solo podía
repetir lo que él decía. Cuando Narciso se enteró de los sentimientos de Eco, la
rechazó. Ella se entristeció y volvió a vivir en soledad.

Este mito explica el origen del eco que se produce en determinados lugares.
El árbol de laurel (mito romano)

Cupido estaba muy molesto con Apolo y le lanzó una flecha al dios del sol para
que se enamorara perdidamente de la primera mujer que se cruzara; esta
mujer fue Dafne, una ninfa. Apolo comenzó a perseguir a Dafne porque estaba
perdidamente enamorado de ella, pero ella lo rechazó y le pidió ayuda a
Peneo, su padre, que era un río.

Peneo transformó a Dafne en laurel delante de los ojos de Apolo. El dios


estaba muy triste por haber perdido a Dafne, entonces tomó algunas hojas del
árbol del laurel y con ellas hizo una corona.

Este mito narra la explicación del origen del árbol de laurel y de la corona de
laurel. Esta corona era muy importante en la sociedad romana, porque con ella
se honraba a poetas, deportistas y guerreros.
Anansi (mito africano)

Mucho tiempo atrás el dios Nyame tenía toda la sabiduría del mundo guardada
en una olla de barro y, por eso, las personas no sabían tejer, hacer
herramientas o utilizar alimentos para preparar comidas.

Un día, Nyame le dio la olla de barro a Anansi, una araña. Anansi decidió
esconder la olla en un árbol para que solo él pudiera acceder a la sabiduría.
Fabricó hilos de telaraña y ató la olla a su cintura para subirla a la parte más
alta de un árbol, pero no podía trepar bien con la olla golpeándole las patas.

El hijo de Anansi le sugirió que se atara la olla a la espalda para que no le


molestara mientras trepaba y así lo hizo la araña. Mientras subía, Anansi se
puso a pensar que, a pesar de que él tenía toda la sabiduría del mundo, su hijo
había sido más listo que él. Por eso, la araña se enfureció y arrojó la olla contra
el suelo. La olla se rompió, la sabiduría se extendió por todo el mundo y los
seres humanos aprendieron a tejer, a hacer herramientas y a cocinar.

Este mito explica el origen de distintas actividades y conocimientos que tienen


las personas.
La caja de Pandora

Como protagonista, se menciona a Pandora, ella fue la primera mujer que creó
Hefesto. El dios Zeus ordenó la creación de Pandora porque quería vengar a
Prometeo.

Zeus se sentía incómodo porque Prometeo se robaba el fuego y se lo


entregaba a los humanos, por lo que presentó a Epimeteo y Pandora. Cuando
estos se casaron, Pandora recibió un «pithos» misterioso en forma de “caja”
como regalo de bodas y le dijeron que no podía abrirlo.

La referencia actual es una caja en lugar de una tinaja, como en el mito


original. Pandora estaba dotada de una gran curiosidad dada por los dioses, y
no pudo evitar querer abrir la caja para averiguarlo.

Al hacerlo, liberó todo el mal del mundo encerrado en ese objeto. Cuando pudo
volver a cerrarlo, solo logró mantener a Elpis, el dios o espíritu de esperanza,
por eso hay un dicho muy conocido que dice que lo último que se pierde es la
esperanza.

También, el mito de la Caja de Pandora implica una acción llena de sorpresas


que pueden tener graves consecuencias meteorológicas.
EL MITO DEL ÁRBOL DE LAUREL

Este mito trata sobre Daphne, ella es una ninfa natural de los árboles que es
continuamente perseguida por Apolo. Eros disparó una flecha a Apolo para
enamorarlo de Daphne, pero ella logró escapar de Apolo porque la flecha
disparada por Eros tenía una punta de plomo, y el metal provocó desdén y
desprecio.

Mientras la perseguían, Daphne le suplicó al dios del río y al padre de Daphne,


Peneo, que la ayudaran, por lo que la convirtió en un árbol de laurel. A partir de
ese momento, el árbol se convirtió en el objeto sagrado de Apolo.

Según la mitología, esta es la razón por la que los laureles pueden resistir el
fuerte sol mediterráneo y sus hojas proporcionan una buena sombra para los
humanos.
El mito del fin del mundo

El fin del mundo y el regreso del caos es un tema mitológico decisivo. Para que
los dioses no retiren la protección que le han dado al mundo, la gente les
celebra festivales, ceremonias y sacrificios. Pero casi todos los mitos previeron
una era de destrucción, presagiando varios desastres.

Tradiciones que son muy diferentes a las de los aztecas mexicanos y los
budistas e hindúes indios vislumbran diferentes épocas del mundo,
caracterizadas por un declive en la moralidad y la devoción. Los aztecas creían
que después de la última era, el mundo sería destruido por el fuego.
El mito de la muerte

La muerte suele tomar la forma de error o castigo. La idea de la muerte como


un error generalmente se centra en la información faltante. Por ejemplo, en
África, Dios envió camaleones para decirles a los primeros humanos que eran
inmortales. Pero cuando este hombre llegó tarde, el lagarto, el mensajero de la
muerte, lo superó.

La muerte como castigo se narra la mayoría de las veces como culpa de la


mujer, como es el caso de Adán y Eva. Los indios algonquinos de América del
Norte dijeron que la gran liebre dio a la humanidad la inmortalidad en un
paquete que estaba prohibido abrir, pero su curiosa esposa la abrió y soltó algo
inmortal.

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