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Manual de Arritmias
Manual de Arritmias
MD. Anestesiólogo
Esta es la tercera edición de este material que ha sido elaborado bajo la supervisión de la Sociedad
Colombiana de Anestesiología y Reanimación S.C.A.R.E., en Bogotá D.C., Colombia. Está prohibida
su reproducción total o parcial.
ISBN 978-958-8873-69-5 (epub)
ISBN 978-958-8873-31-2 (impreso)
Preparación Editorial
Socialización del Conocimiento
publicaciones@scare.org.co
Cra 15a # 120 - 74
Bogotá D.C., Colombia
Gerente Centro de Desarrollo Tecnológico
Javier Eslava Schmalbach
Jefe Socialización del Conocimiento
Diana Milena Rojas Garzón
Diseño y Diagramación
Luisa Fernanda Florián Quiroga
Ilustraciones
Walter Bolívar
Luisa Fernanda Florián Quiroga
Junta Directiva:
Presidente
José Ricardo Navarro Vargas
Miembros de junta
Carlos León Ballesteros
Juan Manuel Benedetti Sarasti
Dilson Agustín Caicedo Suérez
Luis Antonio Delgado Mela
Mauricio Echeverri Díez
Germán G. Junca Luque
José Ricardo Navarro Vargas
Marco A. Pompeyo Hernández
Olga Marina Restrepo Jaramillo
Alta Dirección:
Director Ejecutivo
Gustavo Reyes Duque
Subdirectora Científica
Luz María Gómez Buitrago
Subdirectora Empresarial
Martha Castellanos Vargas
Subdirector Jurídico
Luis Gonzalo Peña Aponte
Prólogo
Introducción
2. Electrocardiografía
Clasificación
Por frecuencia cardiaca
Bradiarritmia: Cuando la frecuencia cardiaca se encuentra por debajo
de 60/minuto.
Taquiarritmia: Cuando la frecuencia cardiaca se encuentra por encima
de 100/minuto.
Por mecanismo de producción
Bloqueos y reentradas: Alteración en la conducción de los impulsos.
Taquiarritmias por automatismo y gatilladas: Alteración del
automatismo.
De acuerdo al sitio de origen
Supraventriculares: Cuando ocurren en las aurículas (complejo
estrecho).
De la unión A-V: Cuando se originan en la unión A-V (P negativa).
Ventriculares: Cuando se originan en los ventrículos (complejo
ancho).
Reconocimiento de arritmias
Para el reconocimiento de las arritmias, la Asociación Americana del
Corazón (AHA), recomienda diez pasos:
1. ¿Hay onda P?
2. ¿La onda P es positiva?
3. ¿Todas las ondas P van seguidas de QRS?
4. ¿Todos los QRS van precedidos por P?
5. ¿El QRS es ancho?
6. ¿El intervalo P-P es regular?
7. ¿El intervalo R-R es regular?
8. ¿El intervalo P-R está ensanchado?
9. ¿Hay ritmo?
10. ¿A qué frecuencia?
Como se puede ver, el método es bastante dispendioso. Por eso, luego de un
estudio (experimento educativo controlado) realizado con estudiantes de
medicina de la Universidad Nacional de Colombia, se comprobó que es
posible aplicar un método más sencillo que brinda mejores resultados y que
comprende solo cuatro pasos:
1. ¿Cuál es el origen de la onda P? Salud del Nodo Sinusal.
2. ¿Cómo es el intervalo P-R? Salud del Nodo A-V.
3. ¿Cuál es el origen del complejo QRS? Pronóstico.
4. ¿Cómo es la frecuencia? Guía auditiva.
Plano frontal
Las derivaciones DI, DII y DIII son indirectas y bipolares; aVR, aVL y
aVF son indirectas y unipolares. De acuerdo con el triángulo de
Einthoven, forman un sistema hexaxial, que divide el campo eléctrico
en doce partes separadas entre sí por 30°.
DI
Diferencia de potencial entre brazo izquierdo (polo positivo) y brazo
derecho (polo negativo).
DII
Diferencia de potencial entre brazo derecho (polo negativo) y pierna
izquierda (polo positivo).
DIII
Diferencia de potencial entre brazo izquierdo (polo negativo) y la
pierna izquierda (polo positivo).
aVR
El electrodo explorador se aplica sobre el hombro derecho.
aVL
El electrodo explorador se aplica sobre el hombro izquierdo.
aVF
El electrodo explorador se aplica sobre el miembro inferior izquierdo.
Plano horizontal
V1 a V6 son semidirectas y unipolares. Estas derivaciones se
denominan precordiales, y los electrodos registradores se deben
colocar en el siguiente orden en el tórax:
V1
Cuarto espacio intercostal con línea paraesternal derecha.
V2
Cuarto espacio intercostal con línea paraesternal izquierda.
V3
Entre V2 y V4.
V4
Quinto espacio intercostal con línea medioclavicular izquierda.
V5
El mismo nivel que V4, pero sobre la línea axilar anterior izquierda.
V6
El mismo nivel que V4, pero sobre la línea axilar media izquierda.
V7, V8 y V9
Poco utilizadas. Se recurre a ellas ante un síndrome coronario agudo
de la cara posterior del corazón. Se encuentran al mismo nivel de V4,
pero sobre la línea axilar posterior, la punta de la escápula y el borde
paravertebral izquierdo, respectivamente.
PRINCIPIOS VECTORIALES
Cuando se acerca al electrodo, el vector de activación produce una
deflexión positiva; cuando se aleja del electrodo, produce una deflexión
negativa; y cuando es perpendicular al eje de la derivación, produce un
registro isobifásico. Las derivaciones precordiales registran los potenciales
en el plano horizontal. Cuando el frente de activación se aproxima al
electrodo registrador se produce una deflexión positiva; una vez alcanza el
electrodo, se obtiene el punto máximo positivo, y cuando se aleja el frente
de activación, se registra una deflexión negativa.
El cambio de sentido se conoce como ‘deflexión intrinsecoide’, y se
considera que coincide con la despolarización de las células del electrodo
registrador.
RITMO SINUSAL
Es el ritmo originado en el marcapaso fisiológico o nodo sinusal. De
acuerdo con la figura 7, se puede apreciar que consiste en una onda P, que
representa la despolarización de las aurículas, seguida de un complejo QRS,
que representa la despolarización de los ventrículos, y posteriormente la
onda T, que representa la repolarización ventricular. No se aprecia la
repolarización auricular, pues queda enmascarada por el complejo QRS. En
algunas ocasiones, después de la onda T aparece una pequeña deflexión
redondeada, que se conoce como onda U y probablemente representa la
última fase de repolarización ventricular.
Figura 7. Ritmo sinusal.
Arritmias supraventriculares
Se caracterizan por tener un complejo QRS estrecho (menor de 0.12
segundos) y casi siempre son de buen pronóstico. Responden a las
maniobras vagales. Es importante recordar que las aurículas obedecen al
nervio vago, mientras que los ventrículos no.
Taquicardia sinusal
Se define como la frecuencia cardiaca entre 100 y 160 latidos/minuto.
Usualmente es una condición física sin repercusiones clínicas (ver figura
8).
Causas:
Fisiológicas: Infancia, ejercicio, ansiedad.
Farmacológicas: Buscapina, atropina, epinefrina, beta-agonistas, café,
tabaco, alcohol.
Patológicas: Choque, infección, anemia, hipertiroidismo, insuficiencia
cardiaca y fiebre, entre otras.
BRADICARDIA SINUSAL
Consiste en el ritmo cardiaco cuya frecuencia es menor de 60
latidos/minuto (ver figura 9).
Figura 9. Bradicardia sinusal.
Causas:
Fisiológicas: Atletas, estado de sueño.
Farmacológicas: Digital, morfina, betabloqueadores, neostigmina.
Patológicas: estimulación vagal, hipotiroidismo, hipotermia, fase
aguda de infarto agudo de miocardio de cara inferior.
Fibrilación auricular
Es la arritmia más frecuente del paciente mayor. Se caracteriza por una
sucesión irregular de complejos de morfología supraventricular. En el
examen físico hay un déficit de pulso, es decir, la frecuencia cardiaca
(aumentada) difiere de la frecuencia del pulso periférico. Las características
electrocardiográficas son: ritmo irregular (R-R variable), ausencia de ondas
P y complejos estrechos.
El manejo de la fibrilación auricular se hizo popular gracias a que el
presidente de los Estados Unidos de América, Dwight Eisenhower (de 1953
a 1961), padecía de esta enfermedad y en varias ocasiones presentó pérdida
súbita de conocimiento a causa de embolismo cerebral secundario.
En medicina, las enfermedades difieren, en cuanto a su categoría, en agudas
o crónicas; eso sucede con esta arritmia, cuya fase aguda se considera hasta
las 48 horas de evolución, y de ahí en adelante el riesgo de que se formen
trombos en las aurículas es alto.
Si se presenta una taquiarritmia o, mejor, una respuesta ventricular
acelerada dentro de un ritmo de fibrilación auricular, el manejo en la fase
aguda difiere del manejo en la fase crónica. En el primer caso, puede ser
cardiovertida con fármacos o con terapia eléctrica; en el segundo caso, se
prefiere disminuir la frecuencia cardiaca con fármacos o anticoagular antes
de realizar cualquier intento de cardioversión (ver figura 13). La
anticoagulación recomendada se debe realizar con cumarínicos por tres
semanas, y luego de la terapia eléctrica se debe continuar con cumarínicos
por cuatro semanas más.
Figura 13. Fibrilación auricular.
Grupo B
Uso de aspirina en pacientes menores de 65 años:
Grupo C
Decisión individual:
Taquicardia paroxística
supraventricular (TPSV)
Es una de las arritmias más frecuentes en las personas jóvenes. Presenta
frecuencias cardiacas rápidas e intervalos R-R regulares, cuya perpetuación
depende, de forma obligada, de la conducción a través del nodo A-V.. La
característica principal en cuanto a su manejo es que puede ser terminadas
agudamente, ya sea mediante maniobras vagales (fenómeno todo) o con la
administración de adenosina o verapamilo (ver figura 15).
Las frecuencias oscilan entre 160 y 220, lo que hace difícil apreciar las P.
Así, las maniobras vagales, además de ser terapéuticas para este tipo de
arritmia, son eminentemente diagnósticas, pues durante las maniobras se
puede apreciar el ritmo de base.
La P negativa:
Antes del QRS: Ritmo de la unión A-V alto.
Oculta por el QRS: Medio.
Después del QRS: Ritmo de la unión bajo. Mal pronóstico.
Frecuencias cardiacas muy bajas.
Extrasístoles supraventriculares
Son latidos prematuros que ocurren durante un ritmo sinusal normal. Se
generan en focos ectópicos auriculares o del nodo A-V, y luego los QRS son
de complejo estrechos. No tienen repercusión hemodinámica y no requieren
tratamiento.
En el ECG se puede apreciar que los QRS son normales; existen complejos
adelantados (prematuros) con pausa compensatoria incompleta; puede
producirse conducción aberrante hacia el ventrículo (ver figura 17).
Arritmias ventriculares
(Contracción ventricular prematura)
Son contracciones cardiacas originadas en un foco ectópico de cualquier
parte de los ventrículos. Pueden ocurrir en personas normales. Estas
arritmias tienen significado patológico cuando se presentan en cardiópatas,
especialmente después de un infarto de miocardio. Asimismo, pueden ser
monomórficas, con complejos QRS de una sola morfología, cuando se
producen desde un solo foco. Cuando hay múltiples focos ectópicos que las
originan, se denominan polimórficas, y aparecen con más de una
morfología en la misma derivación; pueden tener mayor riesgo y requerir
tratamiento médico (ver figura 18).
Taquicardia ventricular
Es la secuencia de tres o más latidos ectópicos ventriculares. La frecuencia
oscila entre 120 a 150 latidos por minuto. El origen de estas arritmias es
usualmente una franca inestabilidad eléctrica del miocardio ventricular por
infarto, intoxicación, hipoxia o alteración ácido-básica, por lo cual el
tratamiento debe ser precoz, tratando de corregir directamente la causa que
la desencadenó. Mientras el paciente no permanezca mucho tiempo en este
ritmo, puede no haber un gran compromiso hemodinámico, pero el
tratamiento debe ser rápido por su alto riesgo, pues se considera una
arritmia maligna (ver figura 19).
Flutter ventricular
Es la especie de taquicardia ventricular que no produce gasto cardiaco y
usualmente anticipa una fibrilación ventricular. Se representa por ondas
regulares sin línea de base isoeléctrica. El manejo inmediato debe ser la
desfibrilación.
Tabla 3. Las 5 H y 5 T.
Bradiarritmias
Las bradiarritmias sintomáticas deben manejarse con una adecuada historia
clínica para detectar la causa; pero en principio, además de administrar
oxígeno, se debe monitorizar, y si el complejo es estrecho, se puede aplicar
atropina 0.5 mg hasta 3 mg. Si no hay respuesta, es mandatorio aplicar un
marcapaso transcutáneo (pese a que su eficacia no es del 100 %).
Las bradiarritmias de mayor significancia son los bloqueos
auriculoventriculares, y las causas más frecuentes de bloqueo A-V por
encima de la bifurcación del haz de His son:
Medicamentos: digital, betabloqueadores, verapamilo, amiodarona,
etc.
Aumento del tono vagal.
Procesos inflamatorios del corazón (miocarditis).
Infarto de cara diafragmática.
Bloqueo auriculoventricular congénito.
Iatrogénico, secundario a cirugía de cardiopatías congénitas o
adquiridas.
Marcapasos
El marcapasos es una función que traen algunos cardiodesfibriladores, y
cuya utilidad en urgencias depende del conocimiento que de él tenga el
profesional de la salud.
El marcapasos transcutáneo no es un mecanismo altamente efectivo. Sirve
en menos del 40 % de los pacientes, pero tiene sus indicaciones. Es útil en
bloqueos de alto grado (de complejos anchos) o en aquellas bradiarritmias
que no han respondido a la atropina (dopamina y epinefrina).
Antes de ponerlo a funcionar, hay que explicarle al paciente por qué hay
que usarlo, y proporcionarle analgesia (meperidina 20-40 mg) y sedación
(midazolam 1 a 2 mg). Hay que tener listo el equipo de vía aérea y la
succión probada. Se debe haber alertado al código azul. Se inicia con una
cantidad de miliamperios baja (20-30) y se va ascendiendo hasta que haya
captura; la frecuencia cardiaca se fija en 80/minuto, como mínimo. Si hay
captura en el trazado del ECG, pero el paciente sigue sintomático, se
aumenta la frecuencia cardiaca hasta que haya una respuesta clínica del
este.
El paciente debe estar informado de que el marcapasos transcutáneo es una
medida temporal, pues el tratamiento final es el marcapasos definitivo, cuya
aplicación la realiza un experto. Se debe tomar un trazado de ECG de doce
derivaciones y monitorizar de manera continua en una unidad coronaria,
donde el paciente reciba una atención y vigilancia estrecha. El ritmo de
marcapasos se aprecia con complejos anchos, siguiendo la espiga del
estímulo, puesto que son los ventrículos los que capturan los impulsos
eléctricos (ver figura 27).
Definición
Los síndromes coronarios agudos son cuadros clínicos que se presentan
súbitamente por compromiso de la circulación coronaria. La causa más
frecuente es el desbalance entre la oferta y demanda de oxígeno por el
músculo cardiaco, secundario a una obstrucción del vaso coronario a partir
de la fractura de la placa de colesterol que yace dentro del vaso, entre las
capas íntima y media. Los fenómenos que se presentan a continuación de la
fractura de la placa comprenden la adhesión y agregación plaquetaria y la
formación de un trombo, que si el organismo no logra lisarlo (a través del
sistema fibrinolítico), el paciente presenta una inestabilidad eléctrica,
probablemente expresada en una taquicardia ventricular o en una fibrilación
ventricular.
El síndrome coronario agudo puede también ocurrir por un aumento de las
necesidades de oxígeno del músculo cardiaco en ausencia de un trombo:
arritmias, traumatismos, consumo de drogas y ciertos fármacos que
produzcan vasoespasmo, infecciones o anomalías de las arterias coronarias
Los síndromes coronarios agudos son cuatro:
Figura 30. Ondas de lesión en cara diafragmática, infarto con elevación del S-T.
Clínica
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el cuadro
clínico es fundamental para establecer el diagnóstico. Las
características de la angina de pecho típicas (angina pectoris) deben
tener una duración mayor de 15 minutos, y tener una intensidad tal que
se asocie a sensación de muerte. El dolor puede estar irradiado a
hombros, hombro izquierdo y brazo izquierdo, mandíbula, e incluso
región retroesternal y dorso; sin embargo, el solo hecho de que el dolor
se presente en el centro del pecho y tenga estas características, es
motivo suficiente para pensar en un síndrome coronario, y debe ser
observado, evaluado y manejado en una unidad de cuidado coronario
por lo menos durante las siguientes doce horas.
Marcadores enzimáticos
Cuando hay una obstrucción coronaria total con compromiso del tejido
miocárdico, se presenta la liberación de enzimas hacia el torrente
circulatorio, como manifestación de destrucción y muerte celular.
Las primeras enzimas que se elevan son las mioglobinas. La poca utilidad
de las mioglobinas radica en que su vida media es corta, presentan gran
inespecificidad y su determinación es costosa. Estos marcadores no se
tienen en cuenta en el estudio del paciente con un síndrome coronario
agudo.
Las CPK o CK, creatinfosfocinasas, son enzimas que alcanzan un pico entre
4 y 6 horas y descienden al quinto día. Hay dos tipos de isoenzimas, la CPK
MB I y la CPK MB II. El MB, hace alusión a que se encuentran en tejido
miocárdico y cerebral. Sin embargo, la MB II es específica de tejido
cardiaco; por lo tanto, en la circunstancia en que los dos tipos de enzimas se
encuentren elevadas, si la relación MB II es el doble de la MB I, se puede
estar ante un cuadro de un IAM. Hay que tener en cuenta que las enzimas
CPK se pueden elevar en falla renal, falla hepática, falla cardiaca, ataque
cerebrovascular, trombosis venosa profunda, tromboembolismo pulmonar,
pericarditis, miocarditis, etc.
Las troponinas son otros marcadores enzimáticos de muerte de tejido
cardiaco, que tienen un pico de 4 a 6 horas y descienden en sangre hacia el
día 15. También se pueden elevar en las patologías en donde se encuentran
alteradas las enzimas CPK. Sin embargo, hay también dos isoenzimas: la
troponina I, más específica del corazón, y la troponina T (ver figura 31).
Figura 31. Curva que representa la elevación de las enzimas de acuerdo al tiempo.
Patrón electrocardiográfico
Se distinguen tres ondas en la evolución del compromiso coronario. En
primer lugar, hay unas ondas de isquemia, que expresan la hipoxia por
deficiente flujo sanguíneo coronario o falta de adecuada oxigenación tisular.
Estas se presentan cuando hay algún tipo de síndrome coronario y son un
llamado de atención sobre un corazón con riesgo de presentar un infarto.
Pueden apreciarse en el trazado del ECG como un descenso del punto J (del
inglés join o ‘unión’), o punto de unión entre la S y el segmento S-T, que
queda 0.4 segundos después del complejo QRS. Se toma como positivo un
descenso de 0.5 milímetros en el eje de la Y, es decir, 0.05 milivoltios (ver
figura 32a). Otra onda de isquemia es la T negativa simétrica (ver figura
32b) y también se considera una onda de isquemia en un adulto las T
picudas (ver figura 32c).
Figuras 32a, 32b y 32c. Ondas de isquemia
Para que se puedan interpretar como positivas estas ondas, deben ser
representativas de un territorio de tejido miocárdico afectado, es decir, se
deben encontrar por lo menos en dos derivaciones contiguas.
La OMS establece que en el diagnóstico de un IAM se deben tener por lo
menos dos de los tres parámetros revisados: clínica, enzimas y patrón ECG.
No basta con uno solo; por lo tanto, cuando se “lee” un trazado
electrocardiográfico sin conocer las enzimas ni la clínica, no está bien
escribir el diagnóstico de IAM. Se debe anotar, por ejemplo: onda de lesión,
“probable IAM en tal territorio”.
Ondas de lesión
Se caracterizan por la elevación del punto J, por lo menos un milímetro en
la amplitud, es decir, 0.1 milivoltios, acompañada de una elevación del
segmento S-T, con una forma convexa, puesto que no es infrecuente
encontrar una elevación del segmento S-T de forma cóncava, con angina y
enzimas positivas, y que corresponde no a un IAM, sino a una pericarditis
(ver figura 33).
Figura 33. Ondas de IAM y de pericarditis. Las ondas de pericarditis se expresan en todas
las derivaciones del ECG.
Ondas de necrosis
Estas ondas son una expresión de cicatriz del tejido miocárdico donde
ocurrió una lesión por obstrucción coronaria total. Se observan como unas
ondas Q profundas, con una amplitud de por lo menos una tercera parte de
la amplitud del complejo QRS (ver figura 34).
Figura 34. Ondas de necrosis.
Enfermedad coronaria
El doctor Seymour Glagov (1925-2008) rompió un paradigma en la
comprensión de los fenómenos trombóticos coronarios. Con sus hallazgos,
la coronariografía o el “cineangio” dejaron de ser el patrón de oro del
estudio de la enfermedad coronaria, y en su lugar, la ultrasonografía
endoscópica coronaria pasó a ser la mejor forma de estudiar el riesgo de
obstrucción coronaria y de establecer la etiopatogenia de un síndrome
coronario agudo.
Glagov propuso que el crecimiento de la lesión aterosclerótica se acompaña
de un remodelado adaptativo de la arteria comprometida, de tal manera que
la lesión crece hacia el exterior. De ahí que el análisis de la luz del vaso
(coronariografía) no permite identificar plenamente la alteración, a
diferencia del estudio sonográfico o tomográfico de la pared del vaso. Entre
más cercanos estén los “hombros” de la placa aterosclerótica a la luz del
vaso, más riesgo hay de su fractura y exposición a los elementos formes de
la circulación (glóbulos blancos y plaquetas). La coronariografía demostrará
una obstrucción total cuando la arteria agote su capacidad de remodelado, y
esto ocurre en un número mínimo de pacientes (5 %) (ver figura 35).
TRATAMIENTO
El manejo del paciente coronario sigue la secuencia: oxígeno, monitor, vía
venosa (ver figura 36).
Oxígeno por cánula nasal o máscara facial simple, para obtener una
saturación mayor o igual a 94 %. Es probable que su administración
más allá de las 6 horas no sea útil.
Monitor: inspección, disnea, dolor torácico, desorientación mental,
diaforesis. Palpación de pulso radial buscando RIFA, ritmo, intensidad,
frecuencia y amplitud; además, color de la piel, temperatura, humedad
y llenado capilar. Siempre que haya pulso, se debe tomar la presión
arterial. Si la presión arterial sistólica está por debajo de 90 mmHg, el
paciente está inestable. Se deben auscultar los ruidos respiratorios para
descartar congestión pulmonar y auscultar el precordio, en busca de
signos de falla cardiaca. Es importante la monitoría del ritmo cardiaco
a través del cardiovisoscopio y del trazado del ECG de 12
derivaciones, lo cual puede ayudar a identificar el territorio del vaso
coronario que está comprometido.
La vía venosa permite la toma de marcadores enzimáticos, electrolitos,
glicemia, etc., y la disponibilidad de una vía expedita para
administración de medicamentos. Por lo regular, en los síndromes
coronarios no está indicada la administración de bolos de cristaloides,
con la excepción del compromiso del ventrículo derecho, donde se
pueden administrar de manera juiciosa bolos “de prueba” de 200-300
mL, valorando la respuesta hemodinámica.
Medidas medicamentosas generales:
“MONA saluda a todos los pacientes”
COR y LOE se determinan de forma independiente (cualquier COR puede emparejarse con cualquier
LOE).
Una recomendación con LOE C no implica que sea una recomendació baja. Muchas cuestiones
clínicas importantes que se abordan en las guías no se prestan a un ensayo clínico. Aunque no existen
ECA al respecto, podría haber un consenso clínico perfectamente definido en torno a la utilidad o
eficacia de una determinada prueba o terapia.
* El resultado o resultados de la intervención se deberían especificar (una mejor evolución
clínica, una mayor precisión del diagnóstico o más información sobre el pronóstico).
† Para las recomendaciones comparativas de eficacia (solamente COR y IIa, LOE A y B), los
estudios que favorecen el uso de verbos de comparación deberían incluir comparaciones directas
de los tratamientos o estrategias objeto de evaluación.
‡ El método para evaluar la calidad evoluciona; esto incluye la aplicación de herramientas de
graduación de evidencia estandarizadas, de uso generalizado y, preferiblemente, validadas; y en
el caso de las revisiones sistemáticas, la incorporación de un comité de revisión y evidencia.
COR corresponde a Class of Recommendation (Clase de recomendación); EO, expert opinion
(opinión de expertos); LD, limited data (datos limitados); LOE, Level of Evidence (nivel de
evidencia); NR, nonrandomized (no aleatorizado); R, randomized (aleatorizado); y ECA, Ensayo
Controlado Aleatorizado.
Lista de chequeo
Los pacientes que presentan un SCA tipo IAM con elevación del S-T o
bloqueo completo de rama izquierda de aparición reciente, pueden ser
candidatos a terapia fibrinolítica, indicada en un tiempo óptimo de 30
minutos entre la llegada al hospital y la decisión de administrarla, siempre y
cuando no tenga contraindicaciones. Para ello se aconseja tener en cuenta la
siguiente lista de chequeo de contraindicaciones:
Casos clínicos
1. Paciente en sala de cirugía: Cesárea bajo anestesia regional
subaracnoidea. Presenta hipotensión y bradicardia severa, pese a la infusión
de bolo de cristaloides de 500 cc, presenta pérdida de la conciencia, sin
pulso carotídeo detectable. Tiene el siguiente registro ECG:
Abordaje: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Diagnóstico: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Conducta: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Análisis: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
2. Señor de 57 años que ingresa al servicio de urgencias con trastorno de su
sensorio, desorientado, sudoroso, disneico. TA: 77/28, FC: 220/minuto.
Tiene el siguiente registro ECG:
Abordaje: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Diagnóstico: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Conducta: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Análisis: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
3. La policía ingresa al servicio de urgencias a un joven que tuvo intento de
suicidio con amitriptilina (ingirió 30 tabletas hace 1 hora) y está
inconsciente. No se le encuentra pulso ni tensión arterial. Al
cardiovisoscopio se encuentra el siguiente trazado:
Abordaje: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Diagnóstico: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Conducta: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Análisis: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
4. Paciente con antecedente de miastenia gravis, en sala de recuperación,
luego de practicarle apendicectomía. Sale intubada. El enfermero avisa que
la nota muy quieta y no le encuentra pulso.Tiene el siguiente registro de
ECG:
Abordaje: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Diagnóstico: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Conducta: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Análisis: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
5. Paciente de 70 años, agricultor; ha presentado seis episodios de
lipotimias en los últimos 15 días; ingresa al servicio de urgencias con
malestar torácico y disnea. TA: 80/30, FC. 28/minuto.
Abordaje: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Diagnóstico: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Conducta: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Análisis: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
6. Paciente joven, con palpitaciones y malestar leve. Sin dolor precordial.
T.A: 128/70. F.C: 188. Tiene el siguiente trazado ECG:
Abordaje: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Diagnóstico: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Conducta: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Análisis: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
7. Una mujer de 80 años tiene el siguiente ritmo cardiaco: La tensión
arterial es 120/80. Está asintomática. Había sido tratada previamente con
lidocaína 3 mg/kg, sin respuesta positiva.
Abordaje: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Diagnóstico: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Conducta: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Análisis: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
8. ¿Cuál es el siguiente ritmo?
Abordaje: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Diagnóstico: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Conducta: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Análisis: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
12. Señora diabética mal controlada de 58 años. Hemoglobina glicosilada
fracción C de 11 %, TA: 156/90 mmHg – FC: 88/minuto- FR: 25/min:
aqueja dolor de espalda de 30 minutos de evolución. Saturación de 92 %.
Tiene marcadores enzimáticos positivos ck MB2. Troponina I.
Abordaje: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Diagnóstico: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Conducta: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Análisis: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Lecturas y textos recomendados