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Propuesta de escritura creativa

Bendiciones (y maldiciones), palabras mágicas

Las bendiciones (y las maldiciones) son enunciados que existen desde que el mundo es mundo. Son palabras
mágicas: los creyentes estamos seguros de que si recibimos una bendición (o una maldición), esas palabras incidirán
de algún modo en nuestras vidas. La bendición (o maldición) es una expresión de deseo: le deseamos el bien o el mal
a alguien, y lo hacemos porque íntimamente sentimos que esas palabras tendrán una eficacia en esta realidad que
conocemos. Son palabras mágicas, hacen que los deseos se vuelvan realidad. “Que te vaya bien”, “Que te mejores”,
“Te deseo todo el dolor del mundo”, son expresiones que articulamos sintiendo, inconscientemente quizá, que se
materializará eso que pronunciamos.

Las bendiciones y maldiciones, como palabras mágicas, se emparientan con los conjuros, con los sortilegios, con esos
enunciados que pronuncian quienes curan de palabra: pensemos en las fórmulas para sanar el empacho; o en el más
cotidiano “sana, sana, colita de rana, si no sana hoy, sanará mañana”. La palabra como creadora de un nuevo estado
de cosas.

Una característica importante de las bendiciones (o maldiciones) más antiguas y de aquellas de producción artística
o literaria, es que se enuncian siguiendo algunos patrones formales, líricos: tienen un ritmo determinado, a veces
tienen rima o aliteraciones, hay repeticiones.

Las y los invitamos a crear sus propias palabras mágicas, bendiciones o maldiciones, para hacer venir el bien o para
desear el peor de los destinos a quien nos hizo daño…

Consignas de lectura
Seguramente ustedes conocen bendiciones relacionadas a religiones o ritos institucionalizados, pero nosotros en
esta ocasión vamos a considerar bendiciones y maldiciones producidas en el marco de la práctica literaria. La
mayoría de ellos son textos artísticos que reelaboran esas formas religiosas o tradicionales: son textos creados por
escritores, escritoras y poetas.

En cuanto a la bendición irlandesa, no conocemos su origen: puede ser una traducción de una pieza antigua o una
creación de algún poeta contemporáneo que no quiso que supiésemos su nombre.

Leemos los siguientes textos literarios:


 Bendición de Dragón (de Gustavo Roldán)
 Maldición de Dragón (de Gustavo Roldán)
 Fórmulas para desear el bien (Laura Devetach)
 Bendición para la casa nueva (Ursula Le Guin)
 Antigua bendición irlandesa (anónimo)

Reflexionamos:
 Estos textos fueron creados a partir de discursos que circulan en distintas esferas de la práctica social: ¿Qué
características tienen estos géneros institucionalizados (por ejemplo, las bendiciones pronunciadas por un
sacerdote o en el marco de un rito tradicional)? ¿Tienen ritmo? ¿Se repiten palabras o frases?
 En los textos se pueden hallar construcciones lingüísticas "extrañas" al uso cotidiano del lenguaje. ¿Pudo
identificar alguna? ¿Qué sentidos le sugieren? ¿Qué características los alejan de los formatos conocidos?
¿Qué transformaciones con respecto a géneros convencionales puede mencionar? ¿Qué modo verbal
utilizan?

Consigna de escritura
Elijan una de las siguientes opciones:
1) Imaginen una situación en la que un amigo, o un familiar, están por partir de viaje o está por iniciar un nuevo
proyecto de vida. Escriban una bendición para él.
2) Escriban fórmulas para desear el mal (por oposición a las fórmulas para desear el bien de Devetach).
3) Teniendo en cuenta que el dragón es un personaje característico de los cuentos maravillosos, piensen en
otros personajes frecuentes en esos relatos, tales como las brujas y las hadas y escriban una bendición o una
maldición (o conjuro) de parte de alguna de ellas.

Ayuda: pueden seleccionar uno o dos versos (o deseos) de los textos leídos para integrarlos a la nueva bendición (o
maldición).

Un poco de música…
Mientras escriben, les sugerimos escuchar, si lo desean, una canción de Silvio Rodríguez, Ojalá, donde se van
reiterando, rítmicamente, algunas fórmulas para desear… el olvido.
https://www.youtube.com/watch?v=BBGmmSdwdwA

Selección de textos
Bendiciones (y una maldición)

Bendición de dragón

Que las lluvias que te mojen sean suaves y cálidas.


Que el viento llegue lleno del perfume de las flores.
Que los ríos te sean propicios y corran para el lado que quieras navegar.
Que las nubes cubran el sol cuando estés en el desierto.
Que los desiertos se llenen de árboles cuando los quieras atravesar. O que encuentres esas plantas mágicas
que guardan en su raíz el agua que hace falta.
Que el frío y la nieve lleguen cuando estés en una cueva tibia.
Que nunca te falte el fuego.
Que nunca te falte el agua.
Que nunca te falte el amor.
Tal vez el fuego se pueda prender.
Tal vez el agua pueda caer del cielo.
Si te falta el amor, no hay agua ni fuego que alcancen para seguir viviendo.
Gustavo Roldán, del libro Dragón

Antigua bendición irlandesa (anónimo)

Que el camino salga a tu encuentro.


Que el viento siempre esté detrás de ti y la lluvia caiga suave sobre tus campos.
Y hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te sostenga suavemente en la palma de su mano. Que
vivas por el tiempo que tú quieras, y que siempre quieras vivir plenamente.
Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron, pero nunca olvides recordar aquellas que te
alegraron. Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos, pero nunca olvides recordar a
aquellos que permanecieron fieles. Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron, pero nunca
olvides recordar las bendiciones de cada día. Que el día más triste de tu futuro no sea peor que el día más
feliz de tu pasado.
(Fragmento http://oghamirlanda.blogspot.com.ar/2013/12/antigua-bendicion-irlandesa-completa-y.html )

Fórmulas para desear el bien

Que la tierra ronronee bajo tus pies


cuando te saques los zapatos.
Que el aire
entre suave
te vuelva hilo
papel de seda
y aletee
cada uno de tus dedos.
Que la fruta madura
guarde el sabor del tiempo justo
para que no la olvides nunca.

Laura Devetach, en Canción y pico

Bendición para la casa nueva

Que esta casa se llene con olores de la cocina


y con sombras y juguetes y nidos de ratones
y rugidos de furia y cascadas de lágrimas
y hondos silencios sexuales y sonidos
de origen misterioso nunca explicados
y tesoros y regalos y miles de desechos
y un flujo como un viento cálido pero más lento
soplando las hojas de los árboles y libros y años
de pez de la vida de un niño revoloteando plateados
rápido, rápido en la lenta ráfaga incesante
que ondula las cortinas un momento
todos esos años desde ahora, hacia atrás.
Que puedan los umbrales y los marcos bendecidos
bendecir a cada paso.
Que puedan los techos pero no los cuartos conocer la lluvia.
Que las ventanas conozcan claramente
la rama y la flor del manzano.
Y que podáis estar en casa
como la música está en el instrumento.

Ursula Le Guin (traducción de Diana Bellessi)

Maldición de Dragón

Que tengas comida hasta estar harto todos los días de tu vida.
Y que vivas muchos años.
Que nunca te falten ni el agua ni la luz.
Que los senderos sean suaves cuando los camines.
Que las espinas se aparten de tu lado.
Que tus enemigos te dejen pasar sin atacarte.
Que ningún dolor te hiera en el costado.
Que nadie te lastime a traición. Que nadie te ofenda ni siquiera con un gesto.
Que tengas todo lo que se pueda desear, por largos, larguísimos años.
Pero que te falte el amor.

Gustavo Roldán (Dragón)

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