Ministerio de Educación

Colegio Montessori de Panamá

Nombre: Stephanie N. Obregon

Materia: Español

Profesora: Karen González

Nivel: 12°

“Composición excursión académica a Casco Antiguo”

Año lectivo: 2023.

 Introduccion
Un casco antiguo, también conocido como centro histórico, es la parte más
antigua y característica de una ciudad, donde la historia y la arquitectura se
entrelazan para ofrecer a los visitantes una experiencia única. Estas áreas suelen
conservar edificios y calles con encanto histórico, como iglesias, catedrales, plazas
y casas antiguas, que transportan a las personas a tiempos pasados. El casco antiguo
es un testimonio vivo de la historia de la ciudad y a menudo es un popular destino
turístico debido a su atractivo cultural y la oportunidad de explorar su legado
histórico.

En este trabajo estaré explorando algunos de los diferentes sitios turísticos de

la ciudad de Casco Antiguo. En primer lugar, nos adentraremos en “Las Bóvedas” y
las diferentes construcciones que ha tenido a lo largo de las épocas, seguiremos con
la “Iglesia San José” y su altar de oro, continuaremos con la “Iglesia y Convento
Compañía de Jesús”, posterior a este sigue la “Iglesia Nuestra Señora De La Merced”
junto a sus campanas, seguiremos con el “Palacio Bolívar” y su arquitectura
ecléctica, y para terminar el recorrido veremos la “Plaza Herrera”.
 Las Bovedas
Las Bóvedas de Casco Viejo, originalmente conocidas como “Punta de
Chiriquí,” fueron inicialmente destinadas para la construcción de Casas Reales de la
alta sociedad, pero se optó finalmente por convertirlas en parte del sistema de
defensa de la ciudad. El ingeniero Manuel Hernández, quien previamente había
trabajado en fortificaciones en Panamá, lideró la construcción del Baluarte de
Chiriquí, que formó parte de la ciudad amurallada de Casco Viejo. La obra, que contó
con la colaboración del ingeniero Joseph Antonio Birt, comenzó en 1759, pero Birt
fue transferido a Perú en 1762 antes de completarla. Las Bóvedas se terminaron
finalmente en 1790 y sirvieron como parte del sistema de defensa contra ataques de
piratas, con cuarteles y depósitos.

En el siglo XIX, se construyó un

pasillo sobre las murallas, y debido al
espesor de los muros, se utilizó como
cuartel y prisión. Uno de sus prisioneros
más notables fue el guerrillero
Victoriano Lorenzo, ejecutado en 1903
antes de la separación de Panamá de
Colombia, quien desempeñó un papel
importante en la Guerra de los Mil Días
y en los movimientos rebeldes del
istmo.
 Las Bóvedas de Casco Viejo, también conocidas como Las Bóvedas, son un
conjunto monumental que combina historia, defensa y prisión, y desempeñaron un
papel importante en la historia de Panamá.

Iglesia San Jose

En la época colonial la iglesia fue regida por
la Orden de los Agustinos Recoletos. La referencias
que se tienen es que fue una de las primeras en
terminar de construirse en la antigua ciudad, en el
año 1675 – hace 348 años. Como la mayoría de las
iglesias coloniales del Casco Antiguo, la iglesia de
San José ha tenido modificaciones posterior a su
construcción original.

El retablo principal de la iglesia tiene su propia leyenda. Cuentan que los

monjes josefinos pintaron de negro el retablo cuando Morgan atacó la vieja ciudad,
en un intento desesperado por ocultar el retablo de oro. Los piratas al no identificar
lo valioso del retablo lo dejan intacto y luego es trasladado al lugar donde está
ubicado actualmente.

Según especialista, el estilo de diseño del retablo ubica su fabricación

posterior a la destrucción de la vieja ciudad. Establecen como construcción la
década de 1730, esclareciendo que el retablo no estuvo en la vieja ciudad. El retablo
no es de oro macizo, fue fabricado con cedro amargo y recubierto con hojas de oro,
aunque ya queda poco del recubrimiento original.
 Iglesia y Convento Compañia
De Jesus
En 1749, un Real Decreto concedió
a los jesuitas licencia fundar tres cátedras
(filosofía, teología moral y escolástica) en
el Colegio de la Compañía de Jesús en
Panamá. En 1751 se terminó el convento
de la Compañía de Jesús, que ocupaba toda
la manzana, siendo uno de los más
grandes. El Rey de España, Carlos III,
firmó la Pragmática Sanción expulsando a los jesuitas de todos los territorios
españoles.

El 2 de agosto de ese año, los jesuitas fueron puestos en prisión y sus bienes
fueron expropiados. La mayoría murieron en exilio. Lamentablemente, en 1781 el
convento e iglesia de la Compañía de Jesús fueron víctimas de un incendio. Luego
en 1882 un terremoto agravó su estado. Jamás se reconstruyó el complejo y mucho
quedó como un caparazón sin nada en su interior.

Las ruinas de la Iglesia Compañía de Jesús son un verdadero espectáculo, con

una composición arquitectónica resalta numerosos nichos en forma de caracol,
representando la riqueza marina de Panamá, y esta es la única iglesia en Casco Viejo
que se encuentra en ruinas.
 Iglesia Nuestra Señora De
La Merced
La Orden de La Merced en Panamá
data desde 1522 según los relatos de los
viajes de Cristóbal Colón. Su convento
servía como sitio de descanso de los
misioneros procedentes de España. En
1671, el pirata Henry Morgan atacó la
ciudad que actualmente es conocida como Panamá La Vieja. Esta iglesia fue la única
que no se quemó durante el saqueo, ya que fue utilizada como cuartel. Se decide
trasladar la ciudad a una península a las faldas del Cerro Ancón, ya que sería una
ubicación más segura. Sin embargo, los mercedarios fueron los últimos en irse.

A los mercedarios se le concedió un terreno en 1673 para construir la Iglesia

Nuestra Señora de la Merced y un convento. Este terreno estaba ubicado frente a la
Puerta de Tierra donde se entraba a Casco Viejo, que era una ciudad amurallada. En
1675 surgen rumores de un nuevo ataque. Por lo tanto, los materiales que iban a ser
usados para las estructuras fueron cedidos para construir el muro. Tuvieron que
utilizar el material viejo que fue traído por mar, piedra por piedra, de Panamá La
Vieja.
 Palacio Bolivar
Mejor conocido como el
Ministerio de Relaciones Exteriores o
la Cancillería de Panamá, es uno de los
edificios más grandes e imponentes del
Casco Viejo. El lugar está considerado
por la UNESCO como Patrimonio de la
Humanidad y poderosas razones avalan
la decisión, porque aquí estuvo la Sala
Capitular del Convento de los
Franciscanos, donde se celebró desde el
22 de junio al 15 de julio de 1826 el
Congreso Anfictiónico de Panamá o Congreso Bolivariano, encuentro convocado
por el Libertador Simón Bolívar desde Lima, Perú dos días antes de la Batalla de
Ayacucho.
 Plaza Herrera

Las plazas eran conocidas por las corridas de toros, pero a finales del siglo
XIX, la fiesta taurina fue asignada al área que hoy ocupa la Plaza Herrera, un solar
baldío que surgió del incendio de 1781 que arrasó el antiguo barrio de San José.
Como las autoridades gubernamentales decidieron no reconstruir, este espacio se
convirtió en una plaza natural inicialmente conocida como Plaza del Triunfo, donde
se llevaban a cabo fiestas, corridas de toros y celebraciones de victorias militares.
 Conclusion
El casco antiguo de una ciudad es un lugar lleno de historia, encanto y
personalidad. A menudo, es el corazón de la comunidad, donde las calles estrechas
y empedradas, los edificios antiguos y los monumentos históricos se entrelazan para
contar la historia de generaciones pasadas. Estos lugares conservan la arquitectura y
el ambiente de épocas pasadas, lo que los convierte en destinos populares para
turistas y un reflejo de la identidad cultural de la región.

A pesar de su encanto, los cascos antiguos a menudo enfrentan desafíos, como

la conservación de edificios históricos, la gestión del turismo y la modernización de
infraestructuras. Sin embargo, es esencial preservar y proteger estos tesoros
históricos, ya que representan un testimonio vivo de la evolución de la sociedad y la
cultura a lo largo del tiempo.

En resumen, el casco antiguo de una ciudad es un tesoro que merece ser

valorado y protegido. Proporciona una conexión con nuestro pasado y un vistazo a
la riqueza de la historia y la cultura de una región. Su preservación y restauración
son fundamentales para garantizar que las generaciones futuras puedan disfrutar y
aprender de estos lugares especiales.